Un golpe metálico hizo que Rubén se enderezara asustado sobre la cama, de momento no supo donde estaba hasta que su mente relevó la tranquilidad del sueño por la realidad de la vigilia, volteó al otro lado de la cama y no vió a Gabriela, observó la recámara, se levantó al baño y al salir encontró a Gabriela sentada en la orilla de la cama, vestía unos shorts y una playera, él se metió tras la puerta del baño intentando cubrir su desnudez, pero ella rió diciendo.

-No seas loco Rubén, ¿Pudor después de lo de anoche?,

Ella se levantó, se acercó a él, le dijo "Buenos días corazón" dándole un beso en la boca, se separó haciendo un gesto de desagrado y agregó "En el cajón del mueble del lavabo hay unos cepillos dentales nuevos, usa uno, y en el closet hay trajes de baño de Roberto", le puso las manos sobre la cintura para decir "Yo creo que si te quedan, te espero en el comedor, preparé el desayuno". Ella salió de la recámara, él se lavó la boca y se puso un traje de baño de Roberto, lo sentía holgado pero no le dió importancia y salió de la recámara, vió a Gabriela en la cocina y entró para abrazarla por la espalda y besarle en el cuello diciendo

-Gracias Gaby, anoche le diste a mi vida lo que ansiaba con desesperación, como dicen los ancianos, "Ya puedo morir tranquilo"

-No digas tonterías Rubén…Soy yo la qué…la qué… yo no…. ¿Qué voy a hacer yo Rubén?

-¿De que Gaby?

-¡Vaya!.. Ahora resulta que el señor levanta su bandera de idiota y no se da cuenta de nada. Siéntate a desayunar…. y para acabarla de fregar me tenía que encontrar con Estela en la tienda del condominio y al regresar se me cae al piso un pinche sartén y se rompe el mango... Bien dicen que las desgracias no llegan solas.

Rubén tomó los platos donde ella sirvió el desayuno y los llevó al comedor, Gabriela salió con una canasta con el pan tostado y una jarra de jugo de naranja, él le quitó la jarra y sirvió en los vasos que había sobre la mesa, ella se sentó y con sorpresa vió que Rubén se arrodillaba para poner su cabeza sobre sus muslos y besarlos suavemente, Gabriela puso sus manos sobre su cabeza y exclamó.

-¡Rubén, por Dios!, deja de hacer las cosas más difíciles

El se puso de pie, se sentó frente a ella y desayunaron en silencio, terminando de desayunar Gabriela levantó los platos, los llevó a la cocina y regresó con la cafetera en la mano y sirvió café en las tazas, se miraban a los ojos en silencio y ella preguntó

-¿Seguirás empeñado en hacerlo?

-Si Gaby, tengo que juntar las pruebas necesarias y que sean irrefutables para denunciar a Soto con ellas, esperando que el gobierno federal actúe, claro que será difícil ya que estos desgraciados se tapan todo unos a otros, pero lo debo de hacer….Claro que tendré que huir al extranjero, sin embargo lo voy a hacer Gaby, y sentiré mucho que tu esposo caiga junto a Soto, si es que se hace justicia, cosa muy rara en este país, pero….

-¡Me lleva el demonio!... ¿No puedes pensar en otra cosa?... ¿Quién está preguntando eso?.... ¿A quien mierdas le puede importar la pinche política cuando ve que su vida se desmorona como castillo de arena?... ¿No puedes ves más allá de tus narices?...¿No te das cuenta que yo…que después de anoche….que mi vida entera….qué yo te….

-¡Dilo!, se valiente una vez en tu vida y reconoce las cosas...

Gabriela se puso de pie frente a la silla donde estaba sentado Rubén, acercó su cara a la de él y le dijo casi gruñendo de rabia.

-¿Sabes que vas a hacer maldito?....Vas a entrar conmigo a esa recámara y me vas a coger sin otro sentimiento que no sea el placer de coger, me vas a decir puta de mierda, me obligarás a mamarte la verga, me vas a morder en las tetas y en el sexo, me vas a dar nalgadas que duelan, me harás gritar de dolor, me vas a meter la verga y ya que estés satisfecho, te vistes y te largas sin decir palabra…Quiero que me dejes ahí tirada en la cama con mi cara llena de tu saliva y tu semen escurriendo de mi vagina..Quiero que el sabor de tu verga en mi boca me recuerde que me humillaste y que mi piel apeste a tu infame lujuria…Quiero sentirme sucia como basura y así poder odiarte….Quiero que me hagas sentir usada para tu placer, usada como una vil y vulgar puta… ¡Que al fin eso es lo que soy!

-¡No puedes hablar en serio!... ¿Como pretendes odiarme después de lo de anoche?

-¡Harás que te odie Rubén!...Ya que prefiero eso a que destruyas mi vida como lo estás haciendo

-Gabriela, entiende que yo te….

-¡Cállate cabrón!, y levántate de esa silla de una buena vez

Tomó a Rubén de la mano y lo jaló a la recámara, le quitó el traje de baño, se desnudó frente a él y lo besó en la boca mordisqueado sus labios, lo empujó para que quedara sentado en la orilla de la cama, se arrodilló frente a él, tomó el pene con sus manos y se puso a lamerlo, lo metió en su boca y lo saboreó mucho tiempo, lo llenó de saliva y lo puso en medio de sus pechos, con sus manos juntó sus pechos envolviendo el pene y comenzó a subir y bajar con sus rodillas para que el pene resbalara entre los pechos. Rubén que en un principio pretendió ser frío comenzó a gemir de placer, ella lo vió y le dijo.

-Dime puta, dime que soy una putita y que tengo unas tetas muy ricas...Dime lo que te dé tu regalada gana pero trátame mal, ¡Insúltame Rubén!.

El quedó en silencio y ella se levantó, se subió a la cama se puso de perrito y agregó

-Ven Rubén, ten mis nalgas, mira que ricas están, golpéalas con fuerza, que se quede tu mano marcada en ellas mientras me la metes con fuerza y me rompes el culo con esa vergota que tienes…Hazlo cabrón, pórtate como un hombre frente a una puta de mierda.

Rubén se agachó para besarla y lamerla en su sexo delicadamente hasta que ella agachó su cabeza y arqueó su cuerpo, él sintió humedecerse más su vagina y Gabriela le dijo

-Ya hiciste que me viniera, ahora repítelo con tu verga, la quiero adentro, úsame y disfrútame como se hace con las putas como yo

Rubén le acarició la espalda, la tomó por la cintura y la penetró suavemente por la vagina y comenzó a moverse acariciándola en las nalgas y los muslos, ella gemía de placer y cambió su tono al hablar diciendo entre jadeos

-Me gusta Rubén, me gusta, me haces sentir bella, me haces sentir deseada, me gusta que me llenes de placer, me siento tuya, me siento amada….Me siento mujer….

Cortó sus palabras al sentir que la tensión dentro de ella llegaba a su límite, levantó su pelvis, arqueando su cuerpo, levantó su cabeza, apretó sus labios y lo dejó venir entre deliciosas contracciones que la hicieron doblar los brazos y dejarse caer boca abajo sobre la cama, haciendo que el pene abandonara su vagina, Rubén la observó tendida en la cama, sus piernas estaban separadas, sus rodillas dobladas levantando sus pantorrillas, él le juntó las piernas, acarició sus pies y los besó en sus plantas mientras acariciaba la suave piel de sus pantorrillas, le estiró las piernas sobre la cama y las besó hasta saciarse del sabor de su piel, le separó nuevamente las piernas, se puso en medio de ellas, la acarició en las nalgas y la penetró nuevamente.

Rubén se apoyaba con sus manos sobre la cama a los lados del cuerpo de Gabriela, lleno de pasión y placer empujaba su pene con fuerza dentro de ella en cada movimiento, Gabriela ya no hablaba, solo expresaba un "ah" de satisfacción cada vez que el pene de Rubén empujaba sus entrañas al llegar hasta el fondo de su vagina, él le dijo.

-Es un sueño Gaby, no puedo creer que esté dentro de ti llenándote de placer y disfrutado de la mejor mujer del mundo… me enloquece llenar de placer a la mujer que amo con toda mi alma.

Gabriela jadeando le respondió con dulzura.

-No es un sueño Rubén, ya soy tuya, tómame y entrégate, ámame con pasión, suéltale las riendas a tu amor, deja que el instinto lo domine y se pierda en mi cuerpo para que me disfrute y me haga disfrutar de el…Yo soy la que estoy…… ¡Oh por Dios Rubén, otra vez!.....

Gabriela apoyó la cara sobre una almohada y la mordió, levantó su cadera y cuando todo dentro de ella se comenzó a contraer escuchó a Rubén gemir de placer varias veces, sabía que con cada gemido placentero depositaba un chorro de su semen dentro de ella y se llenó de felicidad pero a la vez de un gran temor, se habían disfrutado, se habían llenado mutuamente de placer y lo habían coronado en un maravilloso orgasmo simultaneo y sin entender el por qué a su mente llegó una palabra… "Amantes".

Gabriela apoyó nuevamente su vientre sobre la cama y sintió el cuerpo de Rubén sobre su espalda, sintió sus besos sobre sus hombros, ella puso su cabeza de lado apoyando la mejilla sobre la almohada, sintió terror y las lágrimas comenzaron a salir por sus ojos, él la vió llorar, la besó en la mejilla y preguntó

-¿Qué pasa mi amor?

-Nada Rubén, no pasa nada, solo que esto ya no tiene remedio, dame unos pañuelos desechables, están en el buró.

El tomó los pañuelos se los puso en la mano y ella dijo.

-Levántate, voy a entrar al baño

Rubén se hizo a un lado, ella puso su mano con los pañuelos sobre su vagina y se bajó de la cama diciendo "Me voy a bañar", Rubén se levantó y respondió "Nos vamos a bañar" y entró al baño junto con ella. Se metieron juntos a la regadera, el enjabonaba el cuerpo de Gabriela mientras la llenaba de besos y ella simplemente se dejaba querer con el llanto en sus ojos, Rubén la abrazó, la acariciaba en la cara, en los hombros, en la espalda, en las nalgas, hasta donde sus manos alcanzaban dejó sobre la femenina piel las caricias más dulces que ella hubiese sentido, le levantó la cara por la barbilla y la besó amorosamente en la boca, al separarse Gabriela comenzó a decir lentamente entrecortando sus frases por el llanto

-No es posible Rubén…Yo no sé lo que es el amor…como nunca lo he sentido no me siento capaz de reconocerlo, sin embargo estoy muy desconcertada….Tú no eres un hombre normal Rubén….Nadie podría…Nadie debe amar como tú lo haces y menos a una mujer como yo…Incapaz de sentir amor.

-Lo estás sintiendo, pero no lo quieres aceptar, no quieres expresar que…..

No lo dejó terminar de hablar, salió de la regadera, Rubén se enjuagó el jabón de su cuerpo y cerró las llaves del agua, tomó una toalla, se secó y salió a la recámara, Gabriela estaba sentada en la orilla de la cama cubierta por una toalla, él pretendió decir algo pero ella lo evitó levantando su mano hacia él y decir.

-Me hiciste sentir amada y eso no puede ser…..Ya mi vida está hecha y no la puedo cambiar….No la quiero cambiar Rubén….Y sin embargo me mata el deseo de poder cambiar y ser para siempre la mujer que fui anoche….Una noche que nunca podré olvidar…Esto me va a volver loca Rubén, por eso tomé una decisión…. Quiero que te olvides de mi….Escribe lo que quieras en el periódico, haz uso de la supuesta libertad de expresión que falsamente existe en nuestro país, pero olvídame para siempre….No lo resisto más Rubén, ya no sé que siento…Y vas… vas a destrozarme Rubén….Se que me amas y no lo sé por lo que me dices….sino por lo que me haces sentir…Y por ese amor te suplico que ya no digas nada, solo vístete y vete….Olvídate de mi Rubén, olvida para siempre a esta mujer que antes no supo entender tu amor y ahora no puede corresponderlo

Rubén la miró a los ojos, se acercó, le dió un beso en la boca y se comenzó a vestir, Gabriela lo observaba resistiendo, apretando los labios y el alma para no soltarse a llorar, de sus ojos solo brotaban algunas lágrimas, Rubén terminó de vestirse, se miraron fijamente a los ojos, él pretendió decir algo señalando a Gabriela pero bajó su mano sin decir nada, dió la vuelta y salió del departamento, al escuchar cerrarse la puerta Gabriela se dejó caer de rodillas sobre el piso, se sentó sobre sus pantorrillas y comenzó a llorar, puso sus manos juntas sobre sus muslos inclinó su cuerpo hacia ellas y su llanto se volvió doloroso y amargo, su cuerpo temblaba y gimiendo de dolor decía en voz alta. "¿¡Porqué hasta ahora Rubén!?.... ¿Porqué Dios mío?...."

Rubén caminó hacia el estacionamiento del condominio y antes de subir a su auto vió de pie frente a un auto a un hombre conocido, era uno de los agentes que permanecían en la casa de gobierno, abrió su automóvil despacio, encendió el motor, vió por el espejo lateral que el tipo hacia señas, otro hombre subió al auto y cuando Rubén inició la marcha ellos salieron detrás de él, sintió un alivio momentáneo, sin embargo el temor lo hizo dar la vuelta en la avenida y regresar, pasó despacio por el estacionamiento observando los autos que ahí estaban, se detuvo en el lugar donde estaba estacionado antes, bajó del auto hizo como si levantara algo del piso y reinició la marcha seguro de que no había otro auto de agentes que pudieran amenazar a Gabriela

Circuló despacio por la calles del puerto vacacional, miraba por el espejo el auto de los agentes, entrando a la autopista pisó a fondo el acelerador de su Audi R-8 y vió por el retrovisor como el auto de ellos se hacia cada vez más pequeño hasta que desapareció al iniciar la zona de curvas. Llegó a la caseta de cuota, pagó el peaje y estacionó su auto en la zona de sanitarios a un lado de un tractocamión que transportaba ganado, esperó de pie junto a su auto y vió como el auto de los agentes cruzaba la caseta de peaje para después acelerar a fondo, lo vió pasar y sonrió, caminó hacia la tienda, compró una botella de agua, subió a su auto e inició la marcha, pensó "Si estos tipos están vigilándome, seguro detrás de esto está el gobernador Soto…Gaby, Gaby, eres la mujer más ingenua y maravillosa que conozco", condujo el resto del camino a una velocidad muy moderada, llegó a la ciudad y se dirigió a su departamento,

Cuando iba a entrar en el estacionamiento vió el auto de los agentes estacionado en la acera de enfrente y a los dos de pie a un lado del auto mirando hacia la parte alta del edificio, ellos voltearon de inmediato al verlo entrar y el rió de buena gana, estacionó su auto, se bajó y subió a su departamento, dejó las llaves sobre la barra de la cantina, tomó un vaso y la botella de Johnnie walker etiqueta azul de la que sin él saberlo había bebido Gabriela, caminó a la sala, puso un CD en el reproductor y se sentó, sirvió wisky en su vaso y se puso a beber, no quería pensar, no quería saber ya nada de nada, estaba cansado, muy cansado de vivir entre corrupción e intereses mezquinos, estaba cansado de amar neciamente desde hacía 20 años a esa mujer con un amor enfermizo y autodestructivo.

Mientras bebía escuchando la música se decía "Nunca ha podido entender que la amo desde el primer día en que la vi….Por ella dejé muchas cosas…a muchas mujeres, siempre con la esperanza de tenerla en mis brazos por el resto de nuestras vidas", sirvió más wisky en su vaso y siguió pensando "Que diferente hubiera sido mi vida a su lado…pero en fin…Ya la tuve y la amé profundamente…Pero no estoy conforme ni satisfecho, tenerla en la cama lleno de amor no era mi único deseo", terminó de beber lo que había en el vaso pensando "Y el día que necesite de mi ahí estaré como imbécil a su lado".

Cuando iba a tomar nuevamente la botella, en las bocinas se comenzó a escuchar la voz de una soprano cantando "Un bel di vedremo" de la ópera Madame Butterfly, mantuvo el vaso vacío sobre sus piernas, hizo hacia atrás su cabeza mirando al plafón del departamento, sus ojos se llenaron de lágrimas que él dejó correr libremente y lloró preso de un gran dolor.

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Gabriela se enderezó, se apoyó en la cama para levantarse y se puso de pie, se miró en el espejo, tomó un cepillo y lo pasó por sus cabellos, se quitó la toalla que cubría su cuerpo y se miró desnuda al espejo, pasó su mano por su vientre y nuevamente el llanto llegó a sus ojos, dijo dirigiéndose a nadie… "Son mis hijos Rubén, son ellos la barrera entre nosotros…Pero son mis hijos amor", se acercó al closet y se puso un bikini, salió de la recámara, entró a la cocina, lavó los platos y ya más calmada salió a la alberca, puso su bolso y su toalla sobre un camastro y se metió a nadar, en la alberca había varias personas, todas ellas conocidas al menos de vista, nadó un rato, salió del agua y se sentó en la orilla de la alberca con los pies dentro del agua.

Sintió acercarse a alguien por su espalda, era Estela quien era una mujer de 25 años, originaria del norte del país, muy alta 1.82m, casada desde hacía dos años con el oficial mayor de la secretaría de seguridad pública. En el estado no tenía familiares ni amistades y buscaba mucho a Gabriela aunque ella la evitaba lo más que podía ya que la aturdía con su manera incansable de hablar, era algo así como la reina del monólogo. Estela se sentó a su lado con dos vasos de unicel conteniendo unos margaritas y le ofreció uno a Gabriela diciéndole

-¿Por dos mujeres casadas y muy solas?

-Es un buen brindis

Respondió Gabriela notando el estado de ebriedad en que estaba Estela aceptó el vaso y bebió de el, Estela dijo

-Mi marido como siempre trabajando el fin de semana, ya me debería embarazar, si tuviera un hijo al menos no me sentiría sola… ¿Y tú porqué tan sola Gaby?

-Vine ayer para hacer unos pagos al municipio y me quedé para descansar un poco de mis hijos, así que piensa bien lo de embarazarte….No me creas, es lo máximo ser mamá.

-Por tu marido ni te pregunto, sufren del mismo mal…Miguel Soto.

Gabriela rió, bebió de su margarita y le dijo a Estela

-Pues tu marido no debería dejarte sola, una mujer tan bella y tan bien formada siempre será una presa para los galanes que hay en la playa.

-Eso le quedaría bien a tu esposo, mira que cuerpazo tienes amiga, cualquiera te buscaría como presa para una aventura amorosa.

Gabriela rió nuevamente, bebió de su margarita viendo hacia el agua de la alberca y dijo

-Aventura amorosa, ¿Te refieres a enamorarse o solo a…?

-Me refiero solo a eso, enamorarse ya es otra cosa.

-¿Qué entiendes por amante?

-La persona con la que te acuestas y te avientas un rico "brinquito"

-¿No se refiere a que lo amas a escondidas?

-Tal vez, yo no sé de eso.

-Estela…. ¿esposa de un político y no sabes de eso?

-Qué tonta eres Gaby, pero podría ser cierto, a ellos les interesa más el poder que la mujer… ¡Ni hablar!

-¿Entonces?

Estela observó que no hubiera nade cerca y dijo

-Yo tuve un amante, antes de casarme, él tenía 54 años y yo…bueno era muy jovencita, era casado, yo lo sabía, pero lo amaba, de verdad que lo amaba, no podíamos andar juntos por la calle, así que el rentó un departamento donde nos veíamos casi diario, era muy tierno y dulce conmigo, pero a veces llegaba con ganas de hacerlo por puro placer, me montaba y me decía "Vamos a cabalgar potranquita…llévame sobre ti al cielo del placer"

Estela bebió de su vaso, se quedó pensativa unos momentos y dijo con la mirada perdida en el horizonte

-Lo amaba, tal vez lo hago todavía___Volteo la cara hacia Gabriela y agregó

-Todo se terminó cuando él se enfermó y no volví a saber de él ya que nos fuimos a vivir a la capital, pienso que habrá muerto, en la capital me enamoré de un muchacho y él estaba enamorado de mi, pero como ninguno de los dos tuvo el valor de decirlo, no se logró nada y tiempo después conocí a Fernando y me casé con él, el gobernador le dió trabajo y aquí estoy, convertida en una viuda más de la política.

Gabriela sabía que Estela con tal de habar era capaz de contar los más íntimos secretos y aprovechando su estado etílico se atrevió a preguntar

-Estela, ¿Qué sabes de la corrupción en el gobierno?

Estela la miró, dió un sorbo a su margarita y dijo

-Pero que quede entre nosotras___Gabriela afirmó con la cabeza y Estela agregó__Parece que es muy grave, la cosa viene desde el gobernador, drogas, narcotráfico, prostitución, incluso asesinatos… yo le he dicho a Fernando que renuncie pero dice que sería peor, ya que se deshacen de cualquiera que sientan que puede ser un peligro y al renunciar lo sería, sin embargo estando dentro cuando se termine el periodo de Soto todo se olvida y como dicen que tu marido será el próximo gobernador ya que él y Soto son como uña y carne, Fernando espera que tú marido no le dé ningún puesto y podernos ir a vivir a mi tierra, lejos de todo esto, claro que estar dentro nos ha dejado mucho dinero, no tanto como a ustedes pero lo suficiente para retirarnos y vivir cómodamente el resto de nuestras vidas.

Gabriela quedó en silencio pensando en que si un joven de 30 años de segundo nivel se podría retirar a vivir de sus rentas, Roberto como socio debería tener una fortuna que le había ocultado a ella, escuchó a Estela decir.

-Ay Gaby, creo que hablé de más, diciendo cosas de tu esposo, perdón amiga, soy una idiota que no aprendo a guardar silencio.

-No te preocupes amiga, yo le diré a Roberto que no piense en tu esposo para ningún cargo.

-Gracias amiga, eres muy linda, de verdad que te o agradezco… Voy un rato a mi departamento, a ver si nos vemos mas tarde

-Yo me regreso antes de la comida, pero no sabes el gusto que me dió verte de nuevo

Se dieron un beso en la mejilla y Gabriela la vió retirarse admirando lo bien formado que estaba su cuerpo no obstante lo alta que era, pensó "Ve mujercita, ve a dormir la borrachera, que razón no te falta, a esa edad y con ese cuerpo no te deberían dejar sola, ellos piensan que somos de baterías y que no tenemos deseos, ni razón para ser infieles….Ni hablar grandota, terminarás siendo una alcohólica o una puta y dirán que tu soledad no era suficiente motivo para ello" . Gabriela recogió sus cosas de encima del camastro y subió a su departamento pensando "Y si tú marido sigue en la política que es difícil que la abandonen, no faltará quien le proponga un ascenso a cambio de ti, tal vez sea Roberto el que disfrute de ese cuerpezote de potranca que tienes y te repita "cabalga conmigo al cielo del placer"…En fin así es esto del poder y el dinero". Entró al departamento, limpió y dejo todo acomodado en su lugar, cerró las cortinas, se quitó el bikini, lo colgó en el baño, se vistió, tomó su maleta y salió de regreso a su casa.