Llegó a casa cerca de las nueve de la noche y metió el auto en la cochera, antes de bajarse se miró en el espejo retrovisor para acomodar su cabello, tomó su bolso de mano y miró dentro en busca de sus medias, hizo un gesto de enojo, tomó su teléfono celular y marcó, al responderle la llamada en tono cortante preguntó.

-Solo dime si viste mis medias.

-No

-¿Las habré olvidado en el hotel?

-Yo te las quité, ya sabes que me encanta hacerlo y las dejé en el piso junto a……

Se hizo un silencio y escuchó que en voz baja le decía.

-Tengo que cortar, no estoy solo

Ella agregó

-OK, no importa, borra la llamada, pero hazlo ahora, no dejes huellas.

-Si claro, te llamo mañana.

Levantó su falda para observar sus muslos y sonrió pensando “¡Claro que le encantan!, las llena de besos húmedos y deliciosos mientras las va desnudando lentamente, lo enloquecen, ellas son las causantes de toda esta locura… tendré que comprar otras medias de malla” salió del auto y acomodó su holgada falda para después entrar a la casa, caminó hasta la cocina donde estaban sentados a la mesa su esposo y sus dos hijos.

-Hola mamá ¿Cómo te fue?

-Bien, muy bien… ¿Les preparo algo de cenar?

-Les hice unos emparedados… ¿Te preparo uno?

Respondió su esposo mientras ella se sentaba a la mesa y afirmaba con la cabeza para preguntar dirigiéndose a sus hijos

-¿Hicieron su tarea?

-Si__Respondió Gilberto el mayor

Dirigiéndose al segundo y último de sus hijos, Alejandro de 17 años le preguntó

-¿Y tú hijo?... ¿Hicieron el trabajo en equipo que les dejaron?

-Si, lo hicimos en casa de Mónica pero el inútil de René nunca llegó y lo hicimos ella y yo, la tuve que convencer de poner también el nombre de René como si también hubiera participado…Nos quedó para un diez con mención, Mónica tiene una impresora “de pelos”.

-Qué forma de expresarse la de ustedes… “De pelos”, ¿Qué significa eso?... Y poner el nombre de René en el trabajo fue un gesto de amistad….. ¿A ti te gusta Mónica verdad?

-Tiene sus cositas bien puestas

-¡Sus cositas!… hay muchachos… ¿Y ya localizaste a René?... El no es tan irresponsable, ¿No le habrá pasado algo?

-Acabo de hablar con él, ya le dije que nos debe una pizza a Mónica y a mi por hacerle el trabajo,  me dijo que tuvo que acompañar a su mamá al doctor, para mí que se fue a casa de Helena, lo trae loco…Hace como tres meses que está como idiota enamorado…

-¿Y como sabes que está enamorado?

-No lo sé, solo lo imagino, ya que si no está enamorado y solo se la quiere “caminar” le va a pasar lo que a la ranita del cuento

-No hables así de tus amigos Alejandro___Dijo su papá mientras servía un vaso con leche.

-¿Qué le pasó a la ranita mi amor?__Preguntó ella

-¿Qué le va a pasar?...Perdió la cabeza por unas nalgas.

-¡Alejandro!

Le gritó llamándole la atención y quedaron en silencio, ella quedó pensativa sobre lo que había dicho su hijo, tenía razón, René había perdido la cabeza por unas nalgas y eran las suyas…Bajó la vista y cruzó sus piernas como si quisiera esconder avergonzada la humedad que sentía en su panty, humedad producto del cálido semen de René que habían escurrido de su vagina…Habían estado mucho tiempo en el hotel y salieron de prisa sin haberse aseado debidamente y olvidando sus medias sobre la alfombra……Y lo peor de la historia es que ella también estaba perdiendo la cabeza,  “No por unas nalgas, sino por una deliciosa verga” …Rió de su pensamiento y su hijo mayor preguntó

-¿De que te ríes?

-Nada, del cuento de la ranita que dice tu hermano.

-¿Qué hicieron?__Preguntó su esposo

-Nada amor, lo mismo de siempre, ya sabes como son esas reuniones de damas de caridad.

Su mente regresó a lo que había pasado, se había encontrado con René en un centro comercial para después dirigirse a un hotel, dentro de la habitación se habían desnudado e iniciando con besos y caricias, él se había tendido sobre la cama y ella comenzó a besarle el pene preguntando “¿Te encanta que te lo mame verdad?”, René había sonreído y ella se montó sobre de él para hacer un delicioso 69, después de un rato se bajó del cuerpo de René quedando de rodillas en la cama y le dijo “Te voy a enseñar a hacerlo de perrito, a las mujeres nos encanta, la penetración es profunda y deliciosa”. Se puso en posición explicando “Pon tus manos en mi cadera y métemela, cuando estés bien adentro yo te voy diciendo como moverte para que nos demos una deliciosa venida”.

Ya no pudo decir más, sus palabras se tornaron en un gemido de placer al sentir el pene de René empujar sus entrañas con fuerza, los movimientos de ambos se hicieron frenéticos hasta que ella llegó a un intenso orgasmo que la hizo dejarse caer apoyando su cabeza sobre la cama, y así con sus nalgas levantadas el continuó moviéndose, la postura hacía que el pene la acariciara placenteramente mientras golpeaba con fuerza el fondo de su vagina en cada uno de sus embates, era la penetración más profunda de que tuviera memoria y entre gemidos de placer la estaba gozando a plenitud. René le decía “Que buena estás mujer, coges increíble, que ricas nalgas tienes, que muslos, me gusta jalarte por la cintura para meterte la verga hasta el fondo, ten mujer, siente mi verga que te encanta”, todo era excitante y ella soltó un grito al sentir un nuevo orgasmo pocos minutos después de que el primero terminara, él al notar su placer le dijo “Que rico te vienes mamacita, eres una verdadera hembra que sabe gozar la verga”.

René la jaló por la cintura haciendo que sus nalgas se juntaran de golpe contra su pubis, el pene oprimió con fuerza en el fondo de su vagina, ella exclamó un “ahh” de dolor pero se quedó inmóvil y cerró sus ojos al comenzar a sentir los espasmos en el miembro del muchacho, señal inequívoca de que los chorros de semen la estaban inundando, aún escuchaba las palabras del chico “Oh, oh, que rico mujer, que rico, que rico coges, eres una maravilla cogiendo… que delicioso me vine”,

-Buenas noches má

Le dijeron sus hijos regresándola de sus pensamientos, le dieron un beso en la mejilla y distraída los vió salir de la cocina, tomó el emparedado que su esposo le había puesto en un plato frente a ella y le dio una mordida mientras con la mirada perdida seguía recordando.

Al terminar el orgasmo de René ella había abierto los ojos para decirle suplicante, “Quédate ahí René, no te salgas, quédate dentro de mi un rato quiero sentirme unida a ti como si fuera tu perrita”…”Una perrita maravillosa” le había contestado René…. Y mientras él la acariciaba en las nalgas, los muslos y la espalda, ella disfrutaba pensando en el “charco” de semen que llenaba su vagina, semen joven, abundante, ardiente, viscoso, proveniente de un pene grande y firme que la hacía disfrutar como hacía mucho no lo hacía, semen que la inundaba deseoso de penetrar su útero en busca de un óvulo para fecundar y eso la hacía sentir nuevamente joven…Sus recuerdos regresaron a su pasado de adolescente y  pensó con nostalgia

.”Así llenaba Gilberto mi cuerpo adolescente, dejábamos una enorme mancha de semen sobre la cama, lo sentía salir por mi vagina mojando mis piernas, mi ano y mis nalgas  mientras abrazados nos besábamos amorosamente ya sin pasión como agradeciéndonos el inmenso placer de amarnos con el cuerpo y con el alma”…Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de su esposo

-¡Alejandra!

-¿Dime?

-Te estás durmiendo amor, llevas 10 minutos con el emparedado pegado a los labios sin comerlo, ¿Qué te pasa?... ¿Lo quieres platicar?

-No es nada amor… ¿Te puedo hacer una pregunta?

-Si claro, dime

-¿Qué sentías al coger con Manuela?

-Ale… Quedamos en que no se tocaría otra vez ese tema…

-¿Te sentías joven otra vez al estar dentro de ella?, ¿Te olvidabas de que tenías 49 años?

-No te pienso responder, ¡así que olvídalo!

-OK. Tienes razón, en eso quedamos

-¿Y tus medias?

-No me las puse

-Ale, tú nunca usas ese tipo de zapatos sin medias o pantimedias, además saliste de la casa con las medias puestas, las de malla negra… Me gusta ver tus piernas y las vi Alejandra

-Las habré dejado por ahí.

Respondió mientras comía de su emparedado, su esposo se sentó frente a ella y se le quedó mirando a la cara, no decía nada, no lo quería hacer y ella lo sabía, sabía que tenía miedo de preguntar… Su esposo era productor de televisión, siempre veían los programas o comerciales que el producía y él siempre alababa el trabajo de sus actores, excepto el de Manuela, una chica de 19 años o tal vez menos, una chica de esas que son capaces de todo por obtener sus cinco minutos de fama, Manuela había comenzado a aparecer en todos los comerciales que Gilberto producía, cuando ella le preguntó quien era esa chica él solo respondió “Una más, pero fotografía muy bien, tiene fuerza su imagen”

Su indiferencia sobre la chica la hizo dudar hasta que un día su hijo Gilberto le pidió bromeando que se la presentara y él reaccionó con furia, eso confirmó sus sospechas y una mañana después de llevar a sus hijos a la escuela le preguntó directamente y sin rodeos.

- ¿Desde cuando eres amante de Manuela?

El la miró fijamente a los ojos y en voz baja declaró

-Hace un año.

Ella gritó, lloró, lo golpeo y a gritos le preguntó

-¿Por qué Gilberto? ¿Por qué?

-No sé amor… No pude resistir la tentación de su cuerpo, de su juventud, de su piel firme…Es sexo amor, solo ha sido sexo… Perdóname amor… pero es que….

-¡Es que nada!.... ¡Tienes casi 50 años! ¡Podría ser tu hija!, ¡Eres un ser despreciable, no quiero saber más de ti!... ¡Vete, no te quiero ver!

Y quedó sola en casa herida y llorando, se había metido al despacho de su esposo y había buscado entre las fotos de las modelos hasta encontrar las fotos de Manuela. Era muy bella, con un cuerpo excelente. Y ahí observando las fotos pensó en su vida…Ella había hecho lo mismo, había ido a la agencia de Gilberto buscando trabajo, él la había entrevistado y después le hablo varias veces para invitarla a salir, pero nunca para un casting. En una de esas salidas ella le preguntó “¿Nunca me vas a llamar para hacer un comercial?”, él le había respondido “Yo no te quiero de modelo, yo te quiero de esposa”

Y meses después se casaron, nació Gilberto y dos años más tarde llegó Alejandro al que le pusieron ese nombre por ella ya que habían planeado tener tan solo dos hijos para darles toda la atención y el amor que un hijo necesita y merece…Lo amaba y él la amaba, siempre había sido un esposo y padre amoroso, un hombre dedicado a su familia, sabía que ella y sus hijos significaban todo para él…. “¿Entonces que había pasado?”, se preguntaba

Al platicarle sus sospechas a su hermana, ella le había dicho molesta “¿Qué cosa importante le puedes reprochar a Gilberto?.... ¿Haberle metido el pito a una jovencita preciosa?.... ¡Por favor Alejandra!, ¿Vas a mandar al carajo 20 años de feliz matrimonio solo por que su pene estuvo dentro de otra vagina?...Siempre pensé que Gilberto era más que una verga de tu propiedad”… Y no le permitió seguir hablando del tema

Por la noche cuando Gilberto avergonzado regresó a casa ya sus hijos se habían dormido, ella lo llevó de la mano a su habitación, se desnudaron e hicieron el amor apasionadamente, al terminar y cuando él pretendió tocar el tema de Manuela, ella le dijo. “No te preocupes amor, entiendo que es muy bella, con un cuerpo excelente, muy ambiciosa y por eso le conviene acostarse con quien la puede hacer famosa…Así que no te ilusiones con ella, simplemente te ha usado…Cuando uno envejece es fácil caer en la tentación por el simple hecho de no sentirse acabado…Así es la vida”, él le dijo “Te amo Ale, te lo he demostrado y nunca amaré a otra mujer, pero es tan fácil caer cuando uno se comienza a sentir viejo y lleno de nostalgias”, ella sonrió diciendo “Lo sé amor y yo te amo a ti, eres un gran hombre Gilberto y como lo eres sé que no te opondrás a que te pague con la misma moneda”, él la miró sorprendido y solo pudo decir…”Sería lo justo, aunque me dolería mucho”…”Tanto como me dolió a mi Amor”

Desde esa noche ella estuvo tal vez tontamente decidida, le sería infiel y no por rencor o venganza sino por que no quería tener nada que reprocharle pues estarían en igualdad de condiciones, solo que ella había excedido los límites, sin importar que fuera una mujer muy bella y con un cuerpo excelente ya tenía 40 años y su amante era un chico de 17 que se estrenó con ella y lo más doloroso es que era el mejor amigo de su hijo menor, ¿Qué sentiría su hijo si un día René le confesaba que se estaba cogiendo a su mamá?, cuantas noches había soñado a su hijo gritándole “¡Eres una pinche puta asquerosa, te odio maldita ramera, te odio!”… Lo pudo haber evitado pero el sentirse inmensamente deseada por un chico tan joven la había hecho perder la razón, la había hecho sentir lo que Gilberto había sentido con Manuela...”Que difícil es saber envejecer y que triste es hacerlo sin dignidad”, se dijo culpándose en silencio  

René la había hecho sentirse joven nuevamente y como una estúpida se había dejado llevar hacia el infierno que ahora ardía en su interior, un infierno de deseos y placeres, un infierno de arrepentimientos y vergüenzas, un infierno de temores y dolor, un infierno al que su voluntad no podía resistirse, cada día amanecía llena de una nueva ilusión, llena de deseos de que René la buscara para estar desnudos besando, mordiendo y lamiendo sus cuerpos mientras su pene la llenaba de un placer sexual que ya había olvidado, no podía evitar sentirse atraída por lo grande y firme de ese joven pene deseoso de satisfacerse dentro de ella, no podía evitar buscar con desesperación el abundante semen del chico dentro de su vagina, de su boca o sobre su piel…

Sin embargo al terminar de disfrutar toda su lujuria caía nuevamente en el desgarrador dolor que produce el arrepentimiento. Ella suponía que había consumado su venganza hacia su marido, pero no era así, estaba rendida ante sus deseos por el chico y cada vez que se decidía a terminar bastaba una llamada de él para encender nuevamente el incontrolable fuego de la pasión…

Sexo, sexo y más sexo, nada había entre ellos que no fuera sexo, incluso le era difícil entenderlo en su forma de hablar con los “términos” usados por la juventud, ¿pero quien quería hablar?, lo único que importaba era el placer de sentirlo dentro de ella y dejarse llevar a esos intensos y largos orgasmos que con él tenía. Recordó lo que en broma se había dicho en una reunión de amigas… ¿Qué hace un jovencito en nuestra cama después de llevarnos a un delicioso orgasmo?... ¡Estorba!”…. La broma era muy cierta, después de disfrutarlo le estorbaba, dejaba escurrir el semen de su vagina, se vestían y salían del hotel a toda prisa.

-¿Vamos a dormir amor?

Preguntó su marido regresándola de sus recuerdos

-¿Cómo?... Si, si, sube, yo te alcanzo en unos minutos, ¿No te vas a dormir todavía verdad?

-No amor, quiero ver unos cortos para un comercial… Te espero en el cuarto

-OK amor…

Los labios de su esposo se juntaron a los suyos uniendo sus lenguas en un corto beso, sin duda su lengua le habría sabido a sexo, había tenido el pene de René dentro de su boca por mucho tiempo, mismo en que él había disfrutado de su vagina para después unir sus bocas y lenguas en besos apasionados mezclando el sabor de sus sexos y ese inconfundible sabor sin duda lo había apreciado su esposo, ella esperaba que le preguntara, que le dijera algo pero él no decía nada y eso la desesperaba. Al retirarse su esposo de la cocina ella se preguntó “¿Cuándo me lo preguntará?, ¿Por qué no me dice nada?, ¿Se lo debo confesar abiertamente?...No, eso no lo haré, él me debe preguntar como lo hice yo con él”…

Sonó su teléfono celular, por prudencia no tenía en la memoria del celular el número de René, pero si lo tenía en su mente así que le respondió

-Dime

-¿Las encontraste?

-No, las habremos dejado en el piso y se nos olvidaron, pero no deja de ser tu culpa

-¿Por qué?

-Después de sentir como me las quitas llenándome de besos y caricias para disfrutar mis piernas como lo haces me quedo sin deseos de ponérmelas otra vez.

-Es que tienes unas piernas preciosas, están llenas de mis besos, mi saliva y mi leche calientita

-¡Por favor!

-¿Vas a negar que te encanta sentir como me vengo sobre tus piernas?, ¿Ya se te olvidó el placer cuando llené tus pies de mi semen?

-No claro que no.

-Y cuando me la mamas hasta que me vengo en tu boca y te comes mi semen… ¿Ya se te olvidó como lo disfrutas?

-Te van a oír

-No, estoy en mi cuarto y no se escucha nada, además ya todos se fueron “a la geta”…Dime algo cachondo para que me masturbe.

-No hiciste el trabajo en equipo

-Qué pinche crueldad la tuya, ¿Te metes al chat?

-No puedo, me espera mi esposo en la cama

-Cógetelo pensando en mi y mezcla mi semen con su semen, te va a encantar sentir el semen de los dos pegado en tu deliciosa vagina.

-Por favor, en que cosas piensas

-Déjalo que te mame las tetas como lo hice yo, que te lama las piernas, que te meta la lengua en la vagina y pruebe el sabor de mi semen… ¿Quién tiene mejor verga, él o yo?

-Tú sin duda

-¿Quieres que te la meta otra vez?

-Las veces que quieras

-Me refiero a metértela en este momento

-Estás loco, ¿le pido permiso a tus papás o que?

-Por internet, cibersexo

-A mi solo me gusta el sexo real.

-¿Cuándo me dejas metértela por el culito?

-No sé, yo pienso que nunca

-¿No te gustaría que te lo llenara de leche, mientras te beso la espalda y te toco las tetas?

-Me encantaría.

-¿Mañana?

-Si

-¿Misma hora, mismo lugar y mismo hotel?

-Está bien…Ya te dejo

-Cógete a tu marido y mezcla el semen de los dos en tu vagina, mañana me platicas como te fue.

-Loco precioso, te dejo, bye.

Terminó la llamada y borró el número registrado en la memoria de su celular, quedó en silencio para ver si escuchaba algún ruido, no había nadie en la planta baja de la casa, “Mañana me quiere coger por el culo y yo me voy a dejar, no lo puedo evitar…Qué demonios me pasa”, apoyó sus codos sobre la mesa y puso sus manos sobre sus mejillas preguntándose

¿Cómo comenzó todo esto?