A las once en punto estaba de pie frente a la puerta de la escuela en espera de que saliera Rodrigo, lo vi caminar hacia mi acompañado de la "chica del bonito trasero", llegaron juntos donde yo estaba y Rodrigo me dió un beso en la mejilla, al verlo la amiga no pudo ocultar su enojo y él rápidamente le dijo "Victoria, te presento a mi hermana", la chica me miró con una mejor cara y me saludó con un beso en la mejilla preguntando "¿Eres la casada?", yo afirmé y ella dijo "Eres muy linda, yo pensaba que…." Al cortar su frase yo dije sonriendo "No te preocupes, mi hermanito sigue libre para la que sepa conquistarlo" a lo que ella coquetamente respondió "Pues ya no está libre para otras", yo puse cara de asombro y Rodrigo se despidió de ella dándole un pequeño beso en los labios, la vimos caminar hacia una señora que posiblemente era su mamá, ya dentro del auto le pregunté.

-¿Desde cuando eres novio de Victoria?

-Cerca de un mes

-No te la vayas a coger sin condón

-¡Marichu!, tiene 16 años… además solo nos vemos en la escuela

Yo quedé en silencio recordando mi primer noviazgo en la secundaria, había sido muy similar, pequeños besos y tomarnos de las manos en los descansos, "Aprender a amar" dije en voz baja, voltee a ver a Rodrigo que miraba mis pantorrillas fijamente y él al ver que lo miraba me preguntó "¿Me dejas tocar tus muslos?", yo haciendo un gesto de resignación respondí "Tócalos" y él metió la mano por debajo de la falda diciendo "Estás muy suavecita, muy rica, ¿me vas a dejar venirme en tus tetas?", yo sonreí y respondí "Ya veremos" al entrar al estacionamiento del condominio le quite la mano de encima de mi muslo, estacioné el auto y subimos al departamento. Cerrando la puerta él me abrazó, yo le dije "Espérate, no seas desesperado, no me voy a ir", se excusó diciendo "Es que necesito tocarte", yo le pedí que me soltara y al hacerlo le dí un beso en la boca lamiendo con mi lengua sus labios.

Puse el cerrojo de seguridad en la puerta de entrada y le dije, "Vamos a mi recámara", entrando en ella metí en un cajón del closet los recibos de pago, lo miré y dije en un tono indiferente "Desnúdate y espérame en la cama mientras entro al baño"…Jajaja.. Recordarlo me hace reír, me sentí como puta hablando con su cliente, ya dentro del baño subí mi falda, con un algodón húmedo limpié mi sexo y sonriendo mojé mi dedo con perfume y lo puse sobre mi pubis arriba de mis labios vaginales y a los lados de ellos donde comienzan mis muslos, estaba decidida a darle a mi hermanito mucho más de lo que él quería. Acomodé mi panty, baje mi falda y salí del baño, lo encontré desnudo sentado sobre la cama, su pene estaba flácido, comencé a desnudarme poco a poco y al quedar desnuda frente a él le pregunté

-¿Te gusto?

-¡Me encantas Marichu!

-¿Y porqué este muchacho no lo demuestra?___Pregunté señalando su pene y agregué

-Habrá que hacer algo para convencerlo de que soy bella

Me senté a un lado de él y le dí un beso en la boca separando los labios y enseñándole como saborear mi lengua y a hacer que yo saboreara la suya, nos besamos por un rato en el que yo le tomé la mano haciendo que me acariciara en los muslos y en la espalda, al separarnos me arrodillé en el piso entre sus piernas, tomé con mis manos el pene que ya estaba bien erecto y dije "Mmm, lo convencí fácilmente", le dí de besos sobre la punta del glande y entre beso y beso decía hablándole a su pene "Eres un muchacho muy grande, muy bien hechecito, estás muy lindo y por eso te voy a llevar a un lugar donde puedas retozar libremente" Rodrigo rió nervioso sin saber que decir o que esperar de mis palabras mientras yo pasaba mi lengua sobre su glande como si lamiera un dulce.

Llené su pene de besos y lamidas, le besé los muslos y el vientre mientras mi mano acariciaba su miembro, cuando sentí que se había acostumbrado a mis caricias le pregunté "¿Me aguantarías una mamadita sin venirte?", el afirmó con la cabeza y yo metí su pene en mi boca y lo escuché gemir de placer, su glande tocó mi garganta y mi lengua jugueteo con el dentro de mi boca, lamí y sorbí por un rato, al sentir que su erección se endurecía lo saqué de mi boca, le pedí que se acostara boca arriba en la cama, debía esperar a que su deseo de eyacular disminuyera, lo besé en la boca y en el pecho, tomé uno de mis senos con mis dos manos y lo acerqué a su boca diciéndole "Ten, mama de tu hermana, chupa con suavidad, pasa tu lengua sobre mi pezón endurecido, aprieta con tus labios, sorbe de el como si fueras mi bebé".

Así lo hizo un rato para después ofrecerle mi otro pecho para que lo saboreara y sentí mi vagina humedecerse abundantemente, me arrodillé en la cama y le pregunté "¿Quieres conocer la cueva del verdadero placer?", él afirmó y yo pasé una pierna sobre su cabeza como si lo montara quedando con mis rodillas apoyadas a los lados de su cabeza con mi sexo frente a su cara, con mis manos separé mis labios vaginales diciendo "¿Lo ves?, rosita, húmedo, en medio el clítoris que al acariciarlo llenas de placer a tu hembra y debajo la entrada de mi vagina, la cueva femenina del placer, donde todos los hombres quieren estar, mírala bien, observa como se oscurece en su interior, besa mi sexo, lame mi clítoris y mete tus dedos en mi vagina para que sientas en donde vas a dejar tu ardiente semen". Doblé mis rodillas acercando mi sexo a su boca y él comenzó a darme el placer de sus labios y su lengua

Exclamé un Ohhh placentero y apoyé mi frente sobre la pared arriba de la cabecera de la cama, mi respiración se comenzó a agitar, enderecé mis piernas separándome de su boca y él metió su dedo en mi vagina acariciando sus húmedas paredes y tocando el cuello de mi útero, sentía el sudor perlar mi frente y mi labio debajo de mi nariz, lo estaba disfrutando mucho, tal vez el saber que era su primera vez frente a una mujer desnuda, que ese lindo pene nunca había sentido el calor de una vagina y que se estrenaría en la mía me hacía inflamarme en una lujuria como nunca la había sentido. Dentro de mi el deseo era absolutamente diferente, esta vez no quería que me hicieran sentir la mujer más deseada, esta vez quería ser la mejor mujer en la cama y dejar a mi virgen hermanito enloquecido y absolutamente satisfecho de su primera vez.

Nunca he creído en la hipocresía o la presunción de quien afirma no acordarse como y con quien fué su primera vez, creo que eso es algo que nunca se puede olvidar y yo estaba dispuesta a hacer de la primera vez de Rodrigo algo que recordara con mucho cariño, dentro de mi lo escuchaba decir "Mi primera vez fué con mi hermana y no me arrepiento, fué algo increíble" Tomé su mano y saqué su dedo de mi vagina, lo acerqué a mi boca y lo chupé, el sabor de mi humedad me excitó aún más de lo que estaba, mientras tenía su dedo dentro de mi boca nos miramos fijamente a los ojos, él tenía esa mirada especial de quien espera algo ansiosamente, saqué su dedo de mi boca y le dije pasando su mano por mi costado "Acaríciame toda y prepárate a perder tu virginidad", él comenzó a pasar sus dos manos sobre mis muslos y mi cadera mientras incrédulo preguntaba "¿Me vas a dejar…" yo puse mi dedo índice en mi boca expresando un "Shhh" y diciendo, "No hables, solo dedícate a sentir el calor de una mujer"

Me hice hacía atrás, me senté sobre su vientre y mientras sus manos acariciaban mis pechos, yo pasé mi mano detrás de mi y tomé su pene, me levanté sobre mis rodillas, puse mi sexo sobre su miembro, lo acerqué a la entrada de mi vagina, él respiraba muy agitado al igual que yo y le dije "Mira bien, observa como mi vagina devora tu verga mientras la quema con el calor de su humedad" y me comencé a sentar sobre su pene que fué separando las paredes de mi vagina haciéndome gemir de placer mientras él me repetía "Es increíble Marichu, está ardiendo, por Dios Marichu, es maravilloso, que cuerpazo tienes, estás buenísima, que deliciosa estás hermana", quedé sentada sobre su pubis con su verga ensartada en mis entrañas, puse mis manos sobre su pecho, mis cabellos caían a los lados de mi cara y sentía la humedad de mi sudor en mi frente, él trató de moverse y yo lo detuve al decir "No, no lo hagas, acostúmbrate a estar dentro de mi, mientras yo disfruto de esta delicia de verga tienes"

Sabía que no aguantaría mucho, enderecé mi cuerpo y me puse a frotar mi clítoris con mi dedo, él preguntó "¿Qué haces?" respondí "Me estoy poniendo a punto para ti", comencé a moverme subiendo y bajando mi cuerpo lentamente sobre su pene mientras me ayudaba masturbándome, sin darme cuenta mi excitación me hizo acelerar mis movimientos cabalgándolo rápidamente sobre su verga, él gritó "¡Me estoy viniendo Marichu!" Me senté sobre de él de un golpe para ser penetrada profundamente y recibir sus cálidas descargas hasta el fondo de mi, el tamaño de su pene me hizo gritar "Ahh" al sentirlo empujar fuertemente mis entrañas, él cerró los ojos y comenzó a gemir con fuerza algo parecido a un "aggrr" y sentí las contracciones de su pene en mi vagina indicándome que sus chorros de semen golpeaban con fuerza el fondo de mi vagina y el cuello de mi útero.

Yo seguí frotando con mi dedo sobre mi clítoris hasta que llegué a un orgasmo, que si bien no es lo que uno espera de una relación, si me relajó, me recosté sobre su pecho con su pene aún dentro de mi, le besaba el pecho mientras él me acariciaba la espalda diciendo "Qué delicia Marichu, eres estupenda, me encantas, no tienes idea del placer que sentí" y como si la noticia le hubiese llegado como golpe de agua helada me levantó la cara para decir asustado "No usé condón, no usé condón", yo reí y le respondí "No te preocupes por eso, no va a pasar nada" y me recosté nuevamente sobre su pecho.

Sentía su semen recorrer mi vagina en busca de la salida y cuando él perdió la erección comenzó a salir copiosamente, escurriendo hacia su vientre.

No nos movíamos y mientras él acariciaba mi cabello y lo besaba repitiéndome incansablemente el placer que había sentido, yo no dejaba de pensar en que dentro de mi había recibido el cálido y delicioso semen de mis dos hermanos y una idea inmensamente perversa se apoderaba de mi.¿Porqué no tenerlos a los dos al mismo tiempo y por toda la noche?. ¡Ya sé!, soy una…puta pensaba decir, pero no, ellas lo hacen por dinero e incluso por necesidad, yo soy una maldita degenerada sexual y lo acepto.

Estaba convencida de que mi esposo Enrique no permanecería fiel a su mujercita linda, después de seis meses de coger todos los días ¿Qué hombre aguantaría tres meses de abstinencia?, lo comprendía y lo aceptaba ya que yo tampoco aguanté la abstinencia, solo que en un mundo lleno de hombres yo estaba siendo infiel con mi propia sangre y por partida doble

Levanté mi cabeza, le sonreí a Rodrigo, nos dimos un beso en la boca y me enderecé, me bajé de él y vi la cantidad de semen que había escurrido de mi vagina sobre su pubis, me agaché y limpié su pene con mi boca y su pubis con unos pañuelos desechables, al hacerlo le dije "Vaya que estabas cargadito muchacho, has de haber quedado vacío" él río y yo me acosté a su lado recargando mi cabeza sobre su pecho y después de un rato él preguntó "¿Lo hiciste con Arturo?", yo quedé en silencio por un instante pero mi idea perversa vió una puerta abierta hacia su realización, si los dos se enteraban de que me habían cogido…Podría ser…¿Porqué no?. Así que le respondí mientras me enderezaba sentándome en la cama

-Si…. también lo hice con él

-¿Y como fué?

-Cogimos muy rico…Yo estaba muy caliente y él me complació, me dejo muy relajada y satisfecha.

-¿Y conmigo te gustó?

-Mucho, me encantó ser la primera en tu vida

-¿Y te hice disfrutar, como mujer?

-Rodrigo, fué tu primera vez y no puedes…. Caray hermano, en mi primera vez sentí más dolor y molestia que placer…Los hombres al menos se dan una rica venida…. La próxima vez verás que satisfaces a la que tenga la fortuna de tener esa deliciosa verga.

-¿Aceptarías ser tú la afortunada?

-Mmmm…. Es muy posible.

Me levanté de la cama y entré al baño a escurrir el resto del semen dentro del WC, me lavé la boca y nos vestimos para regresar a casa. Llegando a la casa de mis papás le dije, "Sube corriendo a tu baño como si te estuvieras haciendo y lávate la boca, no vayas a besar a mi mamá oliendo a mi vagina", él afirmó y así lo hizo, ya estando sentados a la mesa para comer, platicábamos sobre lo que le había enseñado a Rodrigo referente al uso de las computadoras, Arturo que estaba sentado a mi lado me observaba con un gesto de incredulidad, yo lo miré a los ojos, con mi mano levanté mi falda un poco arriba de mi rodilla y separé mis piernas debajo de la mesa, él bajó la mirada y sonrió al entender que le indicaba como y donde nuestro hermano había recibido mis enseñanzas, mi perverso plan estaba dando resultado, el imaginar al otro cogiéndome sin duda los excitaría al máximo…. Junte nuevamente mis piernas y continuamos comiendo "en familia"

Por la tarde nos quedamos en casa mi mamá y yo platicando de temas sin importancia y sin querer ella puso en mi mente como concretar mi maléfico plan, al decirme

-Hija ya está por llegar tu esposo y tú no has pasado un sacudidor en tu departamento, cuando regrese va a encontrar su casa en la mierda, sabes que yo no te puedo ayudar por lo de mi columna, así que te toca hacerlo sola.

-Necesito todo un día para limpiarlo….Dile a mis hermanos que me ayuden, entre los tres lo haremos más rápido.

-Ellos tienen sus cosas Marichu, no creo que puedan ayudarte, además bien sabes que a su edad limpiar la casa es cosa de mujeres.

-Yo voy en la mañana y ellos me pueden alcanzar en la tarde y hasta que acabemos… Por favor má, ¡Convéncelos!

Sin duda que no le costaría ningún trabajo "El tiburón cebado siempre nada hacia la playa" y mis dos tiburones estaban muy bien cebados. Por la noche mis hermanos y yo nos quedamos viendo la TV, nuestra madre no les había comentado nada, yo fui la primera que se retiró a dormir y al hacerlo Arturo me vió fijamente a los ojos denotando su deseo por mi, Rodrigo notó el gesto y yo fingiendo indiferencia me retiré a mi recámara, apagué la luz para intentar dormir pero no podía hacerlo, ¿Arrepentimiento?, ¡Al contrario!....¡Deseo, Lujuria!, estaba yo viviendo la más increíble de las aventuras sexuales y quería más, estaba…¿Cómo decirlo?...¡Insaciable!, era yo presa voluntaria de la lujuria, del furor uterino.

Ya no se escuchaba ningún ruido, no se veía luz alguna por debajo de mi puerta, me levanté de la cama, pasé mi mano sobre los costados de mi cuerpo sobre mi corto camisón hasta sentir la piel de mis muslos, abrí muy despacio mi puerta y observé la oscuridad del pasillo, descalza caminé hasta la recámara de Arturo, como siempre su puerta estaba entreabierta, entré y cerré la puerta con mucho cuidado, me acerqué a él que dormía boca arriba y puse mi mano sobre su boca, él se despertó asustado y al verme besó la palma de mi mano que cubría su boca, separé mi mano, me quité la panty y le hice una seña de que se moviera hacia un lado de la cama, me metí en la cama acostándome de lado, él me abrazó y sentí su erección apoyarse sobre mis nalgas, levanté un poco mi pierna y él me penetró.

Su grueso miembro me abría al límite, puse una almohada sobre mi boca y comenzó a moverse lentamente para evitar en lo posible los ruidos de la cama, su mano recorría mis muslos, mi cadera, mi cintura y subía hacia mis pechos para apretar dulcemente mis pezones. Era increíble, no hablábamos ni hacíamos ruidos y el placer sexual era magnificado por la adrenalina que por temor a ser descubiertos corría por nuestras venas llenando de excitación nuestros cuerpos, mordí la almohada que tenia sobre mi boca y sentí un orgasmo pequeño pero delicioso, hice mi cabeza hacia mi pecho y después de un rato sentí endurecerse su pene seguido de sus deliciosas contracciones, nuevamente dejaba dentro de mi su cálido semen llenándome del placer de saberme disfrutada

Puse mi mano sobre la suya que aún se apretaba sobre mi cadera, voltee la cara y nos dimos un húmedo beso en la boca, me abrazó bajo mi camisón apretando mis pechos hasta que su erección se comenzó a perder, yo puse mi panty a un lado de su pene, él lo sacó de mi vagina y yo la cubrí con la panty, me puse de pie y entré a su baño para escurrirme, cuando salí del baño le indiqué con mi mano que no hablara, le dí un beso en la boca, me acerqué a la puerta la abrí con cuidado, me asomé al pasillo, cerré la puerta y caminé despacio hacia mi recámara y en eso vi a Rodrigo de pie bajo el marco de la puerta de su recámara, me tomó del brazo para meterme en ella, cerró despacio la puerta y me dijo al oído. "Hazlo también conmigo Marichu"

Yo afirmé con la cabeza y le dí un ardiente beso en la boca, me quité el camisón para que me acariciara y después de mamar mis pechos, me dí la vuelta y de pie apoyé mis manos sobre su escritorio y le ofrecí mis nalgas, él con su mano buscó la entrada de mi vagina, metió un dedo que seguramente se mojó con el semen de Arturo, puso su pene junto a su dedo y me lo metió hasta el fondo haciendo que mordiera mis labios para evitar un grito de dolor al sentir lo grande de su verga, a diferencia de lo que esperaba resistió mucho dentro de mi haciéndome sentir otro pequeño orgasmo que me dobló las rodillas, él me levantó por la cadera y siguió con sus movimientos hasta que sentí las fuertes contracciones de su pene, estaba llena del semen de dos hombres y la lujuria me hacía sentirme inmensamente satisfecha.

Tomé mi camisón que había dejado sobre el escritorio, lo puse a un lado de su pene, él me lo sacó y yo cubrí mi vagina, le dí un beso en la boca y le dije al oído "En la mañana buscas mi panty y sin que nadie se dé cuenta la llevas a mi recámara" y desnuda deteniendo mi camisón en mi entrepierna salí de su recámara caminando de puntas hasta entrar en la mía, cerré mi puerta, entré al baño a escurrirme el semen, dejé mi camisón en el piso y regresé a mi cama, me acosté desnuda absolutamente satisfecha de lo que había vivido, recordé cuando mi esposo me había preguntado si no me gustaría sentir la leche de dos hombres dentro de mi y con una sonrisa en la boca me quedé dormida

Me despertó un cálido beso sobre mis labios, abrí los ojos, el día comenzaba a clarear y vi a Rodrigo junto a mi cama, al ver que había despertado me dijo poniendo mi panty en mi mano "Aquí está tu panty, me gustó cogerte anoche", yo levanté las sábanas para que viera mi cuerpo desnudo y pregunté "¿Te gustaría que despertara así a tu lado?"…"Sería la locura" respondió y yo agregué "¿Aunque hubiese otro hombre con nosotros?"…"¿Te refieres a Arturo?"..."¿Podría ser?", yo esperaba una respuesta negativa o su silencio pero me respondió "¿Cuándo?"… Reí, me cubrí y le indique que saliera sin darle una respuesta, después de que salió me metí a bañar, bajo el chorro de agua caliente acariciaba mi cuerpo mientras lo enjabonaba, mis pechos, mis nalgas, mis piernas, toda mi piel estaba impregnada de las ardientes caricias de mis hermanos y mis entrañas de su cálido semen, sonreía gustosa al imaginar sus leches ardientes mezclándose dentro de mi.

Mientras desayunábamos yo inicié la plática diciendo

-El viernes tengo que ir a limpiar mi departamento___Mi mamá preguntó dirigiéndose a mis hermanos

-¿Porqué no ayudan a su hermana?

-Si pasas por mi a la escuela a las 3 de la tarde yo te ayudo__Respondió Rodrigo

-Yo llegaría como a las ocho de la noche___Dijo Arturo y mi papá replicó

-¿Y que vas a hacer a las 8 de la noche?... ¿Piensan regresar de madrugada con tanta inseguridad?

-Nos quedamos a dormir ahí___Respondí yo

Y antes de que mi papá replicara con su sermón de que no es correcto que dos hombres se queden a dormir en casa de una mujer casada aunque sean sus hermanos y bla,bla,bla…Mi mamá dijo viendo coquetamente a mi papá

-Eso sería lo mejor…Marichu tiene camas gemelas en la otra recámara, así no tendríamos que estar al pendiente de su regreso

Mis papás se miraron a los ojos y él dijo

-Está bien, eso me parece mejor.

Yo reí por dentro, ellos también planeaban su noche "especial", ya los imaginaba desnudos dentro del jacuzzi disfrutándose entre burbujas y champagne…