Al día siguiente cerca de las dos de la tarde le habló con su esposa para avisarle que no iría a comer, que pasaría la tarde revisando las obras, Leticia le había preguntado extrañada "¿Y que vas a hacer por la tarde si dejan de trabajar a las seis?" él no dió una respuesta convincente, había olvidado que su mujer al haber trabajado en el consorcio conocía a la perfección los movimientos de las empresas, sabía que dejaba a su mujer con la duda sin embargo no le importó él había quedado de ir a comer con Carolina y si ella aceptaba la llevaría después a un hotel para hacer con ella el amor, hoy estaba dispuesto a pedírselo directamente, hoy saciaría su sed para después tirar el envase, no estaba dispuesto a seguirla seduciendo poco a poco, hoy la tendría o dejaría de intentarlo.

Llegó a casa de Carolina, ella abrió la puerta y él quedó observando lo bella que estaba, vestía su minifalda gris a la cadera y entallada a su cuerpo, una playera también entallada con un escote generoso, su estómago a la altura de su ombligo quedaba desnudo y usaba las botas que él le había regalado, su cabello negro sedoso y rizado caía sobre sus hombros, sus ojos maquillados se veían mas grandes y sus labios con un lápiz labial color rosa se veían húmedos, sensuales, él solo dijo "Qué linda eres Caro, realmente bella", ella sonrió y dijo "Gracias, quiero que te sientas bien por tenerme a tu lado", "¿Bien?, siento que llevo a mi lado a la mujer mas bella del mundo", ella rió y él la ayudó a subir al automóvil.

Fueron a comer al mismo restaurante donde ya la había llevado, terminando de comer recorrieron nuevamente el centro comercial, él se detuvo frente a una tienda y le dijo "Esta chamarra de gamuza haría juego con tus botas", "¿Pero sabes lo que cuesta?", "No, pero verte con ella vale mas de lo que pueda costar", la metió a la tienda y la "obligó" a ponerse la chamarra que él pagó sin hacer caso de las oposición de ella, salieron de la tienda y mientras caminaban el pasó su brazo bajo la chamarra sujetándola por su cintura y sintiendo la suavidad de su piel, le dijo sin rodeos "Carolina, quiero hacerte el amor", ella sonrió, con una sonrisa triste y le dijo "Ya lo sé, sé bien que no quieres otra cosa conmigo, ni amistad, ni cariño y mucho menos amor", "Por favor Caro, nunca te engañé sabes bien que soy casado y que no dejaré a mi esposa", "¿Y por qué estamos aquí caminando mientras me abrazas?", "Porqué me gustas mucho, te deseo como no tienes idea", ella no dijo nada y llegaron al automóvil, le abrió la puerta para que subiera, dió la vuelta y subió él, antes de poner el automóvil en marcha ella le dijo "Lo haríamos solo una vez Rodrigo, después yo sería algo inútil que tirarías y a mi me dolería mucho"

El se le quedó viendo a los ojos pensando que así sería, y mientras ponía el auto en marcha le dijo "Si, Carolina sin duda así sería", ella solo hizo un gesto como indicándole que así no podía hacerlo o algo parecido, él puso el auto en marcha y se dirigió a la casa de ella, en el camino él no soportó el deseo y puso su mano sobre el muslo de ella que preguntó "¿Cómo puedo estar segura que no llegarás a satisfacer tu deseo sin importar lo que yo sienta?, ¿Cómo saber si te preocuparás por hacerme disfrutar?, sería mi primera vez y tal vez no logre sentir lo maravilloso que dicen que es el sexo, dicen que realmente se disfruta a partir de la segunda vez, pero tú lo harías una vez y yo quedaría deseosa de placer, de tener un orgasmo de esos que dicen que casi te desmayas, y tú me dejarías sin lograr sentirme satisfecha de nuestra relación, sin sentirme mujer, tú mujer, ya que dicen que lo mejor del sexo es sentirte la mujer de tu hombre, ¿qué acaso yo no cuento para nada?".

El respondió "Dicen, dicen y dicen, ¿Cómo sabrás que es verdad lo que dicen sin experimentarlo?, estás juzgando un acto humano absolutamente personal por la experiencia de otros y lo que es más me estás juzgando a mi por lo que dicen que le pasó a la prima del amigo del novio de tu vecina, o a la que fuere y si a ella le pasó, ¿también te debe de pasar a ti conmigo? ¿Quien crees que soy Caro? ¿Uno de los que llegan penetran a la mujer, tienen su orgasmo y se retiran?, te equivocas mujer, te equivocas", quedaron en silencio y entrando al fraccionamiento ella preguntó "¿Serías capaz de hacerme gozar, sin que tú disfrutes? ¿Te haría disfrutar mi placer sin buscar el tuyo?, quiero decir que si eres capaz de conformarte con mi placer y nada mas"

Llegaron a la puerta de su casa, él apagó el motor y le dijo "No te entiendo" y ella preguntó "¿Eres capaz de acariciarme y hacerme disfrutar sin penetrarme?, ¿disfrutarías solo de eso?", él se sorprendió y le dijo "¿Qué pregunta?, No solo soy capaz, sino que lo disfrutaría al máximo", "Ven, entra conmigo", entraron a la casa y ella lo abrazó, él la besó de forma apasionada, sus lenguas se juntaron, sus salivas se mezclaron, él saboreaba los labios de ella mordisqueando y lamiendo, era algo especial tener a esa mujer en sus brazos, se separaron, ella se sentó en el sofá de la sala y le dijo "Hazme disfrutar, enséñame el placer de ser acariciada, quiero sentirme tocada por tus manos, besada, deseada, bella, ¡no sé que quiero Rodrigo, pero tócame!", él se arrodilló frente a ella le quitó las botas y comenzó a besar sus pies, sus pantorrillas y sus muslos, metió las manos por debajo de su falda mientras su boca disfrutaba su vientre, besando y lamiendo su estómago y su ombligo, Carolina cerraba los ojos y respiraba profundamente, sus manos acariciaban sus muslos por dentro de la falda, sujetó la panty de los lados y la comenzó a bajar lentamente por sus muslos, Carolina levantó sus nalgas para facilitar que él quitara la panty que bajó por sus pantorrillas hasta el suelo y levantó los pies para quitarla de su cuerpo.

El la enderezó, le quitó la chamarra, metió sus manos por debajo de la playera, desabrochó el sostén, y levantó la playera y el sostén dejando descubiertos los pechos de Carolina, unos pechos redondos bien formados y firmes con una aureola pequeña mas obscura que su piel y al centro de cada una un pezón endurecido, a él le gustaba la piel blanca, los pechos con la aureola rosada, pero estos pechos eran bellos, muy bellos, subió con besos y lamiendo por su vientre hasta llegar a los pechos que acarició con sus manos para después con su lengua recorrer el perímetro de la aureola y lamer el pezón, así lo hizo en cada pecho, Carolina respiraba agitadamente y él metió un pezón en su boca para apretarlo con sus labios y sorberlo, ella volteó su cabeza sobre su hombro cerrando los ojos y apretando sus labios, no gemía, solamente el sonido de su respiración agitada demostraba el placer que sentía. Así y durante un largo rato disfrutó de ambos pechos, que quedaron mojados de su saliva.

Bajó nuevamente por el vientre moreno de Carolina, hasta llegar a la falda, con sus manos levantó la falda que quedó arrugada en la cadera de ella, bajó besando su pubis hasta encontrar el sexo de Carolina, estaba recién rasurado, sus labios eran obscuros mas obscuros que su piel, ella juntó sus piernas como tratando de cubrir su sexo por protección o vergüenza y él le dijo "Tranquila reina, no te voy a penetrar, solo quiero hacerte gozar al máximo". A su mente regresaron las imágenes de su adolescencia, cuando el sexo era eso, "fajar" en la sala de la casa de la chica y nada mas, ni él ni la amiga o novia se atrevían a otra cosa y hoy a los 30 años de edad repetía la escena de fajar con la chica y pasar una noche con dolor de testículos por la congestión o lo que fuera, pero de que dolían, dolían.

Levantó las piernas de Carolina, eran hermosas, realmente deseaba sentirlas abrazadas a su cintura mientras hacía el amor con ella, sin embargo tan solo podía disfrutar de esas piernas con caricias y besos, así que las besó, lamió y acarició durante mucho tiempo, la suavidad de esa piel era realmente excitante, mientras le besaba los pies volteo a ver la cara de Carolina, ella tenía un gesto especial, un gesto de demostraba una gran ternura al verlo disfrutar de sus pies y sus piernas, su bella cara estaba sonrojada de placer, le separó las piernas sin que ella pusiera resistencia alguna, las puso sobre sus hombros y metió la cabeza en medio de ellas, besó los labios vaginales, con sus dedos los separó y vió ese color rosa encendido de un clítoris humedecido y mas abajo la entrada a su vagina, solo imaginó lo que sentiría dentro de ella, pero había prometido no hacerlo y aunque sus intenciones en un principio eran no cumplir su promesa y hacerle el amor, "¡algo!, algo hay en ella que me impide hacerlo" pensó, tal vez esa cara de ternura o la confianza con que se abandonaba a sus caricias, pero se dijo "¡Qué se yo!, solo sé que no puedo hacerlo"

Mientras pensaba acariciaba suavemente el clítoris de Carolina, ella lo miraba, su cara, su hermosa cara se veía llena de placer, con esa expresión indescriptible y maravillosa que tiene una mujer cuando disfruta del sexo, estaba disfrutando y él se sintió contento por eso, su lengua se posó sobre el clítoris de Carolina y ella inspiró con fuerza profundamente mientras su lengua se movía rápidamente sobre el, bajó a la entrada de su vagina y cuando ella sintió su lengua recorriendo el perímetro de su entrada, le dijo "No, no lo hagas Rodrigo", él le dijo "No pasa nada preciosa, no te va a pasar nada, tranquila, solo disfruta", volvió a pasar su lengua por la entrada de su vagina, sus dedos continuaban separando los labios vaginales, subió nuevamente su lengua al clítoris hinchado y mientras lo lamía las piernas de ella se apretaron contra su cabeza, ella hizo su cuerpo hacia delante deteniéndose de sus propios muslos, el cabello sobre su cara y su boca abierta como si fuera a soltar un grito, vió como pretendía abrir sus ojos y solo conseguía hacerlo un poco, y comenzó a sentir en su lengua contraerse la vagina y todos los músculos de la pelvis de Carolina, apoyó un dedo sobre su ano como tratando de meterlo y este se contrajo con mas fuerza, su vagina se humedeció mas, sus contracciones se repitieron varias veces hasta que ella se dejó caer sobre el respaldo del sofá.

El se sentó al lado de ella acariciando sus muslos, su vientre y sus pechos, le dió un beso en la boca al que ella respondió abriendo su boca, para que el metiera en la suya el labio inferior de ella para apretarlo y lamerlo apasionadamente, recorría con su lengua la dentadura de Carolina, estaba sumamente excitado quería penetrarla y disfrutar ese bello cuerpo a plenitud, ella se abrazó de él diciendo "Es increíble, qué delicia, sentí muy rico" ella puso su mano en su pantalón sobre su pene y le dijo "enséñamelo", el bajó el cierre y sacó su pene, Carolina lo vió con una cara que denotaba gusto o admiración, y le preguntó "¿que debo hacer?" él respondió "Mójalo con tu saliva y acarícialo de arriba a bajo", ella lo metió en su boca y lo llenó de saliva con su lengua, era algo indescriptible ver esa bella cara con su pene dentro de su boca, ella no sabía como hacerlo, en realidad no sentía placer pero era algo maravilloso, ella sacó de su boca el pene y comenzó a acariciarlo con su mano, lo hizo varias veces hasta que él le dijo "recárgate en el sofá" él tomó su pene con su mano y lo puso en el sexo de ella que brincó diciendo "Por favor Rodrigo, no lo hagas, me da pánico", él le dijo "No te voy a penetrar, te lo prometí, confía en mi"

Ella se quedó inmóvil convencida de que sería penetrada pero lo aceptó diciendo "Confió en ti", él se puso a pasar su pene sobre el clítoris de Carolina, lo ponía en la entrada de su vagina, sentía el calor de su sexo y el deseo de meterlo se hacía insoportable, Carolina "brinco" haciendo su cadera hacia arriba por un nuevo orgasmo y su glande entró en ella, cuando el pensaba meterlo de un solo golpe, sintió que llegaba su orgasmo, sacó su pene y vació su semen sobre la piel del pubis de Carolina, cuatro o cinco chorros de cálido semen cayeron sobre la dulce piel de su pubis, él se sentó al lado de ella y le dijo "Eres increíble amor, sería maravilloso hacerlo dentro de ti", ella no respondió estaba mirando incrédula su piel llena de semen, con su dedo lo movía y dijo "es rico, caliente, me gusta Rodrigo, tú me gustas" subió su dedo mojado de semen a su boca y lo probó, le pidió que le diera su panty, él la recogió del piso y se la di en la mano y ella la usó para limpiar el semen que tenía sobre su piel.

Se levantó y le dijo "Espera voy a cambiarme" y la vió subir las escaleras semidesnuda y él se metió al baño a asearse y tratar de limpiar la humedad que había en su calzón, Cuando bajó Carolina vestía unos pants deportivos y una playera, él le dijo "Ya me voy chiquita, son casi las 7 de la tarde, ya no pasé a la oficina", ella lo tomó de la mano para decirle "Rodrigo eres un caballero, un hombre de verdad, te confieso que pensé que lo harías, pero…" detuvo sus palabras, bajó la cabeza mirando hacia el piso y en esa postura dijo "Te quiero Rodrigo, en verdad te quiero" él no quiso hacer ni decir nada, solo le dió un beso sobre la cabeza y dejándola así con la cabeza hacia abajo salió de la casa, para subirse a su auto y salir del fraccionamiento.

De regreso a su casa pensaba en lo sucedido, recordaba nuevamente su adolescencia, esas primeras experiencias referente al sexo y reía de la clásica broma entre amigos "Tú dile que nomás la puntita y cuando grite le dices que lo tienes de punta muy grande", de esto hacía casi 15 años y no olvidaba esas experiencias y las bromas de los amigos. Se dijo "Caray como se repiten las cosas", pero esta vez había algo que no se repetía, y que no había vivido antes, "esa cara, esa cara Dios mío, que manera de mirarme, ¿qué tiene esta chica?, por qué me siento tan lleno, tan satisfecho, tan….." sonó su celular y respondió, era su esposa para preguntarle donde estaba y si tardaría mucho, él le respondió "En unos 20 minutos llegó a casa, ya terminé mi junta", detuvo la marcha del auto frente a un terreno baldío, tomó tierra y con ella se llenó el cabello y la camisa, metiendo la tierra por dentro de su camisa, llegando a su casa lo primero que preguntó Lety fué "Qué te paso, te caíste o qué fue?, él le dijo, "Nada no nos vió el operador del traxcavo y nos dejó caer tierra encima, me voy a bañar" ella le respondió "Si, pero no dejes caer tierra sobre la regadera, primero sacúdete fuera, no se haga lodo".

Mientras se bañaba para borrar las huellas de Carolina, no dejaba de pensar en ella y en esa cara al verlo besar sus pies y sus palabras "Te quiero Rodrigo", algo le preocupaba "¿Se estará enamorando de mi?, ¿Habré caído en su juego y yo seré la victima?, ¡que importa!, solo sé que está buenísima la mujer y es bella, dulce, tierna, amable, agradable, linda y que piernas tan fabulosas tiene, en fin, la próxima vez me la cojo a como dé lugar"

Saliendo de bañarse, se recostó con Lety en la cama a ver la TV y terminaron haciendo el amor de una manera apasionada, terminando le dijo a su esposa "Qué bárbara amor cuando estás excitada eres una mujer increíble en la cama", "¿debo de suponer que si no estoy excitada soy una tonta en la cama?", "Por favor amor, claro que no, lo que pasa es que así como estabas, eres tan ardiente, te tiene sin cuidado todo y solo te importa dar y recibir placer, y eso me enloquece", "Pues no parece, hoy duraste mucho, distraías tu mente en otra cosa", el pensó en que había dejado mucho de su excitación sobre el pubis de Carolina, pero respondió "Si, es que tengo que ir a Acapulco y a Cancún para iniciar ya esos proyectos", "¿¡A Cancún!?, me vas a llevar verdad", el solo rió con ganas y ella preguntó "¿qué pasa amor?, ¿te ríes de mi?, ¿No me pensabas llevar?", "No nada amor, es que todos en la oficina quieren que los lleve a Cancún y ahora tú me lo pides y me dió mucha risa", "Pero yo soy tu esposa, además no te dejaré en manos de Elizabeth", "Claro es mejor llevar a mi mujercita y evitar tentaciones, así si va Elizabeth, sabrá que no estoy disponible", "¿Sabes esposo?, ¡eres un sangrón odioso!, Pero te amo"