Sentada en la cocina de su casa con los codos apoyados encima de la mesa y las manos sobre sus mejillas Alejandra pensaba en como el deseo sexual y la pasión que sentía por René habían dominado su carácter y deshecho su dignidad de mujer, no se podía resistir al enorme placer que él le daba en la cama, lo buscaba e ingeniaba pretextos para poder estar con él y tenerlo desnudo a su lado disfrutando de su joven cuerpo para después sentir dentro de ella ese pene grande y firme que la llevaba a orgasmos increíbles. Sus ojos se humedecieron y sintió sus silenciosas lágrimas correr por sus mejillas…
Cada vez que regresaba a su casa después de haber disfrutado de un sexo apasionado con él era presa de su arrepentimiento y de sus falsos propósitos de terminar con su locura, ésta vez pensaba.
“Lo tengo que dejar, tengo que olvidarme de todo esto…. ¿Pero si le digo que terminamos y me amenaza con platicarle a mi hijo lo nuestro?...Dios mío me tiene en sus manos…No puedo caer en el error de demostrarle esa debilidad, no debo hacerlo sentir que por su silencio haría lo que fuera… Yo fui la que tomó la iniciativa y hasta hoy las cosas se han hecho a mi manera, no pueden cambiar, ¡No deben cambiar!, no debo demostrar debilidad o temor ya que me manejaría a su antojo….Y sin embargo lo hace…Me enloquece el maldito, tiene un cuerpo precioso, un pene delicioso y me coge de maravilla... ¿Y como no lo habría de hacer?, si yo le enseñé como hacerlo a mi modo y a mi gusto, buscando siempre mi plena satisfacción?”
Al principio no había sido así de placentero, ella había tenido que ser tierna y tolerante ante la inexperiencia del chico….Sus recuerdos regresaron a esa semana de pascua en la casa de la playa, los chicos le habían pedido la casa a su papá para ir esa semana junto con René, Claudia la novia de su hijo Gilberto y Mónica amiga de su hijo Alejandro, su esposo les había dicho “Solo si va su mamá, no voy a permitir que estén ustedes solos”…”¿Qué nos puede pasar pá?, ¿Qué nos asalten?”, había preguntado su hijo Gilberto en tono burlón y su esposo serio le respondió…”Mira hijo, yo les tengo una enorme confianza pero van a ir estas chicas y los pienso dejar ir solos”…”¡Papá!, si quisiéramos acostarnos con ellas lo podríamos hacer en cualquier hotel”…Su papá lo había volteado a ver con gesto de enojo y respondió en tono cortante…”¡Pero no en mi casa!..Los acompaña su mamá o como dices váyanse a un hotel, pero que estén enterados los padres de las chicas”.
Ante la respuesta decidida del papá sus hijos voltearon hacia ella con cara de “convéncelo mamá” y ella solo dijo “Estoy de acuerdo con su papá, ya lo dice el refrán… Entre santo y santa, pared de cal y canto…No busquemos problemas que serían muy graves a su edad”… Alejandro preguntó...”¿Qué problemas mamá?”…Ella lo miró a la cara y le dijo…”Casi nada mi amor, un embarazo a los 17 y una chica a la que le deben responder como hombres y no como lo que son, unos niños”…”Por favor mamá ¿Cómo crees eso?”… Ella en tono de sarcasmo respondió...”Por favor hijos, chicas y chicos en trajes de baño con la cantina abierta y la total libertad de hacer lo que quieran los lleva a olvidar todos sus principios… ¡No sean babosos!, además ¿en que les estorbo si planean portarse bien?”
Al día siguiente todos los chicos se juntaron en su casa y subieron a la camioneta grande acomodándose Claudia y Gilberto en el tercer asiento, Alejandro y Mónica en el segundo y al ver que René dudaba al sentir que estorbaba ella le dijo, “Súbete a mi lado René, no me gustaría ir como si fuera su chofer” Ella se había puesto unos shorts para estar cómoda al conducir y durante el camino notó la mirada insistente y “distraída” de René sobre sus muslos y piernas, miradas que al principio la habían hecho sentirse incómoda pero al detenerse a comprar algo para comer René le había dicho con temor “Qué lindas piernas tiene señora”, ella río, le agradeció el gesto y el resto del camino se sintió alagada por su insistente mirada, a veces se distraía unos instantes del camino para voltearlo a ver y reía moviendo la cabeza en señal de asombro de que un jovencito estuviese admirado por las piernas de una mujer que podía ser su madre.
Ya en la casa les asignó habitaciones, en la planta alta en la habitación junto a la suya se quedarían las dos chicas, en la del fondo del pasillo sus dos hijos y en una de la planta baja junto a la alberca se quedaría René. Los chicos se habían puesto rápidamente en traje de baño y se metieron a la alberca mientras ella hablaba con el personal de servicio, al terminar de ordenar lo que se debería de hacer en esa semana caminó hacia la alberca y observó con envidia a las chicas dentro de sus bikinis, eran muy bellas, de pechos redondos y firmes, cinturas bien delineadas y nalgas muy bien formadas pero también observó a René, tenía un cuerpo muy varonil y atractivo con unas nalgas redondas y fuertes que hicieron “volar su imaginación”…
Las chicas le habían pedido que se metiera a la alberca y ella subió a ponerse un bikini, tristemente observó que sus pechos ya no tenían la misma firmeza y sus nalgas ya no eran tan redondas y levantadas como antes, en su bello rostro se marcaban las líneas de expresión, las venas de sus manos y antebrazos se saltaban sobre la piel y al inclinarse en su vientre se formaba un pequeño pliegue, frente al espejo pasó sus manos por su cintura que aún estaba bien delineada en sus curvas, se puso de perfil y observó que su abdomen seguía plano y se dijo en voz baja…”Sigo teniendo un buen cuerpo…para mi edad claro….Ni hablar Alejandra, todo se acaba en la vida” y después de hacer un gesto de resignación bajó a la alberca.
Al llegar se puso de pie en la orilla y la mirada de René que estaba dentro del agua se posó sobre de ella haciéndola sentir nuevamente esa sensación especial que aún siendo incómoda no dejaba de ser excitante, la mirada de hombre desnudando a la mujer y se sintió alagada…Ya dentro del agua ella se acercaba a él buscando algún tipo de contacto que al darse hacía que el chico se sonrojara y le dijera “Perdón señora no la vi.”….para después buscar ambos nuevamente el contacto de sus cuerpos.
Mientras recordaba sentada en la cocina de su casa se quedó seria mirando al techo y se dijo desesperada.
“Estúpida, eres una estúpida Alejandra, no te supiste comportar como una señora, tenías que actuar como la adolescente coqueta que pretende conquistar a su chico… ¡Maldita sea la hora en que decidimos ir a la playa!... ¿Y a quien querías conquistar? ¿A un chico de 17 años cuya madre es dos años menor que tú?... ¿Qué pretendías Alejandra?, ¿Qué puede haber entre una mujer de 40 y un chico de 17?... Solo sexo, él iniciando su vida sexual sin problemas y tú alimentando el estúpido deseo de volver a sentirte joven y deseada”
Los recuerdos regresaron a su mente, en los días siguientes los contactos físicos “involuntarios” entre ella y René se habían hecho más frecuentes, un día organizaban un juego de pelota dentro de la alberca, lo jugarían en parejas, René se había descartado por estar solo pero ella se puso a su lado lo abrazó por la cintura, le tomó la mano y la pasó por su espalda haciendo que René la abrazara y posara su mano sobre su cintura que el bikini dejaba al desnudo y le dijo a los demás “Yo soy pareja de René” él no pudo ocultar su emoción y apretó cariñosamente la cintura de ella para después sonrojarse y decir “Gracias señora, haremos buena pareja”, durante el juego ella hacía lo que las chicas hacían con sus hijos, al anotar un punto se abrazaban a su pareja levantando las piernas dentro del agua para que él la soportara por la cintura y cada que lo hacía sentía emocionada la erección de René sobre su vientre. Su cuerpo aún era capaz de excitar al chico y eso la hacía sentir bien, muy bien.
Esa noche antes de irse a dormir su hijo Gilberto entró en su habitación, ella veía la televisión recostada sobre su cama, ella esperaba el reproche a su comportamiento con René pero Gilberto le dijo “Gracias mamá, el amigo de Alejandro se estaba sintiendo como “mancha” y tú te prestaste a ser su pareja, claro que lo pusiste muy nervioso al pobre cuando lo abrazabas” ella había sonreído y su hijo agregó bromeando “Claro que no eres la chica que el quisiera, pero no dejas de ser una chica”…”¡Vete a dormir condenado muchacho!”, había contestado ella fingiendo enojo pero consciente de que no lo había hecho por buena gente sino por lo mucho que el chico la excitaba.
Y las cosas se comenzaron a dar esa noche, ya no se escuchaban ruidos en la casa, todos se habían retirado a sus habitaciones…Ella no podía conciliar el sueño así que se había puesto un bikini y había bajado a la alberca, encendiendo tan solo las luces dentro del agua, de la cantina había sacado un recipiente con hielos, una botella de wisky y un vaso de oldfashion, los llevó a la orilla de la alberca y los puso en el piso junto a la orilla para poderlos tomar estando dentro del agua, se metió despacio por las escaleras y recordó lo que hacía antes con su esposo cuando pasaban vacaciones en la casa, los hijos eran unos niños y ya que se dormían ellos bajaban, se servían unos tragos y se metían a la alberca desnudándose dentro de ella y esa noche ella hizo lo mismo, ya dentro del agua se quitó el bikini y lo dejó en la orilla junto a las escaleras
Caminó desnuda dentro del agua hasta donde había dejado la botella, puso hielos dentro del vaso y sirvió wisky, lo bebió de dos tragos y sirvió nuevamente en el vaso, su mirada estaba fija en el piso de la orilla observando unas pequeñas hormigas que buscaban el agua que ella dejaba caer con sus dedos y así terminó su copa para servirse nuevamente de la botella, metió la cabeza dentro del agua para mojar su cabello y al salir miró su cuerpo desnudo dentro del agua y extrañó a su esposo, lo imaginó haciendo el amor con Manuela, no podía apartar de su mente la idea que mientras ella estaba con sus hijos en la playa él pasaba las noches con esa joven y bella chica en su propia cama.
Recargó sus desnudos pechos en la pared de la alberca, tomó su vaso y continuó bebiendo pensando en su esposo, metió la otra mano en el agua y tocó su pubis depilado, le gustaba así, sin vellos que estorbaran a su marido cuando le besaba los labios como si lo hiciera en su boca, su lengua entraba en su vagina acariciándola con ternura para después separar los labios con sus dedos y lamer suave y rápidamente su clítoris, recordó sus muslos apretándose sobre las orejas de su esposo hasta estallar en un largo y fuerte orgasmo que la relajaba al punto del desmayo y comenzó a frotarse su sexo, retiró su mano y la subió junto a la otra pasando los dedos de ambas manos al derredor de su vaso, estaba excitada, llena de deseos y se sentía incómoda con ella misma.
Llena de nostalgia recorrió la casa con la mirada recordando las noches de amor, sexo, pasión y lujuria extrema que había tenido ahí con su esposo, recordó sus cuerpos desnudos y ardientes dentro del agua llenándose de besos, de caricias, hasta hacer insoportable el deseo por tenerse y terminar haciendo el amor apasionadamente en la orilla o sobre un camastro para después satisfechos y agotados de placer subir a su habitación dejándose caer desnudos sobre la cama y quedarse dormidos, “Juanita recogía por la mañana los trajes de baño y me sonreía al dármelos conciente de lo que significaba haberlos encontrado tirados en el piso”, se dijo sonriente…Pero todo había cambiado, las visitas a la casa se habían hecho más distanciadas, incluso ya no estaba Juanita la amable señora que limpiaba y cuidaba la casa….
¿Amor entre ellos?, si, si había y mucho, incluso se había fortalecido con el crecer de los hijos, pero ya no había esa juvenil pasión que los hacía disfrutarse cada poro de su piel llenándose del más grande de los placeres, el placer de amarse con el cuerpo y el alma…”¿El sentirá lo mismo que yo?..¿Se sentirá así de abatido por la costumbre?..¿Sentirá ésta desesperación que yo siento al saberse presa de las obligaciones y el hastío?...Sin duda que por eso buscó a Manuela, para volver a disfrutar ese despilfarro de libertad y placer sin ataduras ni obligaciones” levantó la vista y observó que la cortina de la habitación de René estaba entreabierta en una orilla y alcanzó a ver la mano de chico sujetándola.
La estaba espiando, seguramente la había visto poner su vaso junto a la alberca, meterse al agua y después poner las dos partes de su bikini sobre la orilla, sabía que estaba desnuda y de seguro estaba esperando que saliera para verla, se dio la media vuelta recargando la espalda en la pared de la alberca con su copa en la mano, sintió renacer algo dentro de ella, nuevamente sintió esa sensación especial dentro de su estómago como cuando siendo una adolescente la miraba con deseo el chico más guapo del colegio, era la emoción ya perdida de sentirse joven y bella, a su edad ya no existía “eso”, esa emoción que quema a una mujer cuando se siente deseada, amada, pretendida y ella se hace la indiferente a todo
A su edad y con tantos años de matrimonio el sexo simplemente se pide y se da casi por obligación y sin importar lo excelente que pueda ser le falta ese algo especial que hace a la mujer “ceder” ante su propio deseo no sin antes haber sentido la grandeza de esa magia llamada seducción….”La costumbre es capaz de matar la grandeza de lo pequeño…¿Para qué buscar con detalles lo que ya se da con pedirlo?, una simplemente se desnuda y disfruta del placer, ya no hay mariposas volando dentro del estómago, ya no hay miradas insinuantes, ni roces provocativos, ya no hay seducción…¿Por qué se pierde si hay tanto amor?”
Regresó a su realidad y sentada en la cocina de su casa bebió lo que quedaba de leche en su vaso y pensó…“La mujer es una serie interminable de emociones, amistad, cariño, ternura, amor, sexo, embarazo, maternidad…Pero ninguna de las maravillosas emociones que habitan dentro de la mujer se logran plenamente si antes no se enciende dentro de ella la ilusión, la ilusión es el motor en el sentir de la mujer…Cuantos hombres critican la inutilidad del vestido de novia sin entender la enorme ilusión que hace a la mujer dar un especial significado a ese vestido, cuantos objetos sin valor alguno o flores ya marchitas conserva la mujer como recuerdo de una gran ilusión por algo o por alguien”.
“Cuantas veces después de hacer el amor buscando el embarazo la mujer acaricia la piel sobre su pubis y llena de ilusión imagina el semen corriendo dentro de ella para fecundarla…. ¡Ilusión, Ilusión!, a mi edad ya eres cosa del pasado, las señoras de mi edad somos prácticas y realistas, tenemos la experiencia de una vida para educar a los hijos… Y sin embargo como nos haces falta, tanto que a la primera insinuación de tu parte vamos tras de ti………Yo me dejé llevar por la ilusión de sentirme joven y estoy pagando caro el haberte tenido nuevamente”
Se quitó los zapatos y subió sus talones en la orilla de la silla recargándose en el respaldo y acariciando sus pantorrillas reanudó sus recuerdos…Desnuda dentro del agua y segura de que René la espiaba se había volteado nuevamente de frente a la orilla, ella sabía que de las habitaciones de la planta alta era necesario salir al balcón para lograr ver la alberca y en los balcones no había nadie así que caminó hacia la escalera de la alberca y salió del agua completamente desnuda, caminó a la cantina, tomó otro vaso y regreso a ponerlo junto al suyo, puso hielos dentro de el y sirvió licor en los dos vasos volteando después hacia la ventana de la habitación de René que estaba a escasos 5 metros de la alberca, observó como la cortina regresaba a su lugar y se ilusionó pensando en que saldría a buscarla para poseerla apasionadamente.
Se metió nuevamente al agua, se acercó a la orilla para beber nuevamente su copa, no podía ser que el chico no hubiera notado su insinuación. Sirvió mas licor en su vaso bebió un trago pensativa y en ese momento escuchó abrirse la puerta de la habitación de René que se acercó a la alberca con su traje de baño puesto, era el momento de jugar a la seducción y le dijo en voz baja “Espera René no te acerques”, él se detuvo y dijo “No la vi señora, ¿pasa algo?”, ella sonrió y dijo “Es que estoy desnuda, espera me pongo el bikini”, cuando esperaba que él se acercara pasó lo contrario, el chico se volteó y ella se dio cuenta que él no tomaría ninguna iniciativa, a ella el alcohol ya la había desinhibido y el saberse espiada la había excitado al extremo así que se decidió a dar un paso más, se aseguró de que la luz interior de la alberca iluminara su desnudo cuerpo y le dijo “Hazme un favor corazón, pásame mi bikini que está junto a la escalera” él tenía que pasar frente a ella y su desnudez haría que él tomara la iniciativa hacia lo que sería un excelente sexo.
Su sorpresa fue que él caminó para dar la vuelta por el otro lado de la alberca y decepcionada apoyó su cuerpo sobre el muro de la alberca, sin duda le observaría la espalda y las nalgas pero no tendría la oportunidad de verle los ojos llenos de deseo para ella insinuarle con los suyos que también lo deseaba y que aceptaba complacerlo. El levantó el bikini y volteando la cara se lo entregó en su mano, ella le habló diciendo “Gracias corazón” y él volteó a ver como lentamente se ponía el bikini dentro del agua, al sentir su erección René se metió al agua de un brinco y al sacar la cabeza ella le dijo “Hazlo con cuidado, vas a despertar a todos” y fijó su intranquila mirada por un rato en los balcones para asegurarse que nadie se había despertado para después darle un vaso con wisky al muchacho
El bebió nervioso diciendo, “No podía dormir del calor y por eso me vine a refrescar un rato señora”, ella respondió “Usa el clima acondicionado, está a un lado de la puerta como si fuera de hotel”…”No lo vi, pensé que estaría en la ventana”, respondió el chico y ella pensó que era inútil, él no se atrevería a buscar algo, ella tenía que tomar la iniciativa y trató diciendo “Es delicioso estar desnuda dentro del agua”, el chico la miró y preguntó “¿Qué diferencia puede haber?, igual se moja uno con el traje puesto”, ¡No era posible!, estaba aterrado, se moría de deseos de tocarla, de besarla de tenerla, ella se le ofrecía pero él no tenía la mas remota idea de lo que debía de hacer y decidió intercambiar los papeles, dentro del juego de la seducción a ella le tocaría la parte activa, así que le dijo “Has la prueba cariño, verás que es una sensación especial”.
Se miraron a los ojos y ella le dijo “Anda, quítate el traje sin miedo”…”No, ¿como?” respondió él ella se desesperó ante la actitud del chico se acercó casi hasta juntar sus cuerpos y mirándolo a la cara le dijo “Mira René, desde que salimos de mi casa en la ciudad no has dejado de observarme con deseo, te mueres por tenerme, ¿No es así?”, él bajó la cabeza diciendo avergonzado “Discúlpeme señora, es que es usted tan, tan linda y me encanta su cuerpo pero yo no quería….”. Ella lo interrumpió juntó su cuerpo al de él y le dijo…”He bebido mucho, estoy ebria y ardiendo en deseos…Aprovecha la oportunidad que tienes enfrente”, acercó su boca a la del chico y este juntó sus labios desesperadamente a los suyos, ella lo separó, puso su mano frente a su cara y le dijo “Déjame enseñarte como lo debes hacer”
Con el pulgar de su mano separó los labios de René y metió su labio inferior entre los de él, sacó su lengua y la juntó a la del muchacho que respondió con suavidad a las caricias de la boca femenina juntando sus lenguas y saboreando sus salivas, tomó la mano de él y la metió bajo el calzón del bikini haciendo que metiera su dedo entre sus labios vaginales, ella gimió placenteramente al sentirlo tocar su clítoris, separaron sus bocas y ella se soltó el sostén, tomó unos de sus pechos y se lo ofreció para que lo mamara diciendo “Despacio y con suavidad, usa solo tus labios y tu lengua” y cerró sus ojos mientras el chico saboreaba su pecho, cuando él se separó ella le bajó el traje de baño a las piernas y él se lo quitó completamente para ponerlo en la orilla fuera del agua.
Al ver la enorme erección del chico dijo “Vaya, estás muy bien dotado corazón”, tomó el pene con su mano y comenzó acariciarlo sin quitarle la vista de encima, él se quedó inmóvil sin decir palabra, estaba incrédulo, nervioso, aterrado de lo que estaba pasando, ella bajó el calzón de su bikini lo sacó de sus piernas dejando que flotara hacia la superficie del agua, acercó a René a su cuerpo y juntó el pene a su sexo metiéndolo entre sus piernas, mientras sentía la presión del pene sobre sus labios vaginales sus bocas se juntaron nuevamente, al separarse se miraron a los ojos fijamente y ella se llenó de emoción al sentir otra vez esa sensación especial, él suplicaba con la mirada y ella con la suya aceptaba ser penetrada, recargó su espalda en el muro de la alberca, levantó una pierna sobre la cintura de él y sin separar la vista de los ojos de René con su mano guió el pene hacia la entrada de su húmeda vagina.
El empujó y apenas había sentido que el glande la penetraba observó en los ojos del chico lo que pasaba sintiendo al mismo tiempo las contracciones del pene en su mano, se había venido antes de terminar de penetrarla, al terminar de venirse él se apoyó su cara sobre el hombro de ella diciendo “Perdón señora, fue mi primera vez y es tan caliente y suave que no lo pude evitar”…ella decepcionada le dijo “No te preocupes corazón, de igual forma fue increíble”, bajó su pierna y tomó el calzón de su bikini que flotaba junto a ellos y lo puso cubriendo su vagina, caminó a las escaleras y fuera de la alberca se sorprendió de la cantidad de semen que escurría de su vagina, “Además estabas bien cargado corazón, que más puede pedir una mujer”, el chico rió mientras se ponía el traje de baño y salía de la alberca.
Fuera del agua ella se terminó de secar y cubrió su cuerpo desnudo con una toalla, se sentó en una silla y René le acercó su vaso para que terminara su bebida, se sentó en el piso junto a sus pies y besó sus piernas, ella preguntó afirmando “¿Te gustan mucho verdad?”…”Si señora, son preciosas, suaves” respondió el chico recargando su mejilla sobre los muslos de ella, así pasaron un rato en el que ella le acariciaba el cabello y él besaba sus muslos, ella miró su reloj y le dijo “Ya son las dos de la mañana René, vamos a dormirnos, mañana será otro día”.
Se pusieron de pie, ella tomó su bikini en su manos y caminaron hacia el hall, al pasar frente a la habitación de René, el abrió la puerta y ella sintió el aire frío que salía de la habitación, sonrió y le dio un beso húmedo en la boca para después preguntar “¿Había calor o estabas caliente corazón?”, él se sonrió diciendo “Estaba y estoy ardiendo por usted, la deseo, la necesito junto a mi toda la noche”… “Pronto me tendrás, muy pronto, te lo prometo”, subió las escaleras entró en su habitación, puso el seguro a la puerta, se acostó desnuda boca arriba y se masturbó quedándose dormida
-¿No piensas subir Ale?, ¿Vas a dormir en esa silla?
Volteó la vista y miró a su esposo de pie en la puerta de la cocina, ella le dijo
-Gilberto, tengo ganas de hacer el amor.
-¿En la cocina?
-Si, como cuando lo hicimos a toda prisa en casa de mis papás.
-Alejandra, éramos jóvenes, ahora lo podemos hacer más cómodos en la cama
-No Gilberto, házmelo aquí sobre la mesa y sin desnudarnos
Se subió a la mesa, se recostó en ella, acercó sus nalgas a la orilla subiendo sus piernas y separándolas, Gilberto se quedó observando la panty, sin duda había notado en ella la mancha del semen seco de René, se sacó el pene por la bragueta del pijama, hizo a un lado la panty y la penetró moviéndose rápidamente dentro de ella, Alejandra sintió su cuerpo tensionarse y explotó en un delicioso orgasmo diciendo
-Te amo Gilberto, te amo profundamente, si me amaras como yo lo hago…..
Sus palabras fueron interrumpidas por el gemido de Gilberto al llegar a su orgasmo, ella dijo
-No te salgas, quédate ahí un rato
-No amor, puede bajar alguno de los chicos, ya de por si nos arriesgamos mucho al hacerlo aquí.
El sacó su pene de la vagina de Alejandra, a cubrió nuevamente con su panty, ella se bajó de la mesa y sintió escurrir el semen de su esposo hacia su panty y pensó en René, lo había complacido, había mezclado su semen con el de su esposo, Gilberto preguntó
-¿Si te amara como tú a mi qué?...No terminaste de decirlo
-No, nada, iba a decir que te vendrías tan rico como yo lo hice, pero me ganaste y te viniste en ese momento.
Después de decirle eso pensó… Si me amaras como yo a ti, me podrías ayudar a salir del infierno en que me he metido por puta y degenerada. Contuvo sus lágrimas y subió con su esposo a su habitación, entró al baño,se limpió el semen, se puso su camisón y se durmieron.