La despertó un olor que provenía de la cocina, miró el reloj eran apenas las 9 de la noche, se habría dormido unos10 o 15 minutos, cuando se levantó sintió el semen de Carlos que aún escurrió por su vagina, era poco, la mayoría había escurrido ya sobre el edredón de la cama, "Ni hablar, tendré que llevarlo a la lavandería, nunca pensé en esto y compré la lavadora chica", con su mano limpió el poco semen que escurrió sobre su muslo, entró al baño, miró su mano y lamió el semen y dijo en voz baja "Te amo Carlos y algún día fecundarás mi cuerpo", se lavó las manos, buscó su playera en el piso y no la encontró, vió la camisa del pijama de Carlos sobre la cama y se la puso, salió a la cocina y encontró a Carlos frente a la estufa, con el pantalón de su pijama y desnudo de la cintura hacia arriba

-¿Que haces?

-La cena

-Si, ¿pero que?

-Unos excelentes hot-cakes, fué lo único que encontré para cenar, ¡Qué linda y sexy te ves con mi camisa!, ¿no traes nada debajo?.. mmm, se me hace que…..

-No, no, no, ya no amor, por hoy basta o mañana no me podré sentar.

-¿Por hoy?, bueno al menos me dejaste muchos años por delante.

-¿Años Carlos?

-Años Susana

-¿Estás seguro?

-Completamente

Ella lo abrazó por detrás y le dió de besos en la espalda, pensó "Ya no estoy en edad de hacerme la interesante, además después del sexo que hemos tenido, ¿qué le puedo ocultar?", apoyó su cabeza en la espalda de él y le dijo

-Te amo Carlos, creo que siempre te he amado, me perdí en el camino por ambiciones estúpidas con Pablo, nunca te debí haber dejado, hubiese sido tan diferente todo, perdón amor, perdón.

Carlos sintió las lágrimas de Susana, se dió la vuelta, la abrazó y la besó

-Olvida lo que pudo ser y disfruta lo que es.

-¿Me amas?

-Cásate conmigo

-Cuando me embarace y solo para darle seguridad a nuestro hijo, no creo en el matrimonio, a las personas no las une un contrato y religiosa no soy, pero a un hijo habrá que darle la seguridad legal que le otorga ese contrato, ¿No crees?

-¿Es tu precio?.. ¿Lo del embarazo?, Embazarte para aceptar ser mi esposa, o sea que si te embarazas aceptas y si no, no.

Susana rió y le dijo

-Por Dios Carlos, no seas tan complicado, ¡si ese es mi precio, el embarazo!

-Entonces que hacemos aquí, sigamos intentando aquello de "creced y multiplicaros"

-¡Carlos!, eres un caliente insaciable, voltea, se te está quemando el hot-cake

Carlos se volteo a quitar el hot-cake del fuego mientras decía.

-Y quien no se convierte en un calenturiento teniendo a un lado una mujer con ese cuerpo y esa forma tan divina de entregarse, ¡Mujeres!, siempre cuidándose para verse atractivas y deseables y ya que lo ponen a uno como loco, "eres un pinche caliente, solo me quieres para coger, solo quieres estar encima de mi, ya me duele mi cosita de tanto hacerlo, se te va a caer el pito por tanto uso que le das"….

Susana sentada en la mesa de la cocina reía de lo que Carlos decía mientras hacía los hot-cakes, se sentía feliz por primera vez en su vida, "Por fin, por fin me siento mujer, amada, deseada, atendida, procurada, tal vez tarde, pero ya sentí eso que tanto envidiaba al escuchar a mis amigas".

-¿Y mi novia, serías mi novia, con anillo de compromiso y todo eso?, Digo en lo que logramos el asunto este del embarazo

Susana riendo le respondió

-No, para que anillos y todo eso, si ya invadiste mi casa como si fuera la tuya

-Por que las novias decentes y de buena familia, usan un anillo con un diamante como muestra de que existe un loco que está perdidamente enamorado de ellas

-¿A si?, yo no lo sabía, entonces como yo soy de buena familia y excelentes costumbres y dado que un loco esta perdidamente enamorado de mi, no me queda mas que usar un anillo con un diamante, solo queda el detalle de que soy cirujano, y el anillo rompería los guantes de latex o lo tendría que esterilizar cada que entre a quirófano con el riesgo de que termine dentro del corazón de un paciente.

-Eso si que no, en el único corazón que tendría cabida sería en el tuyo

-Eres un romántico perdido, está bien te acepto el anillo si me lo das sin ridiculeces de arrodillarte a mis pies en una terraza con luna llena después de una cena romántica a la luz de las velas, dámelo así como si fuera algo normal y en un día normal, ¿para que me quieres dar anillo?

-Para que los demás hombres sepan que el tuyo ya es mío

-¡¡Carlos!!, eres un vulgar, corriente, prosaico, lépero, mal hablado.

-Pero bien que lo entendiste, mejor olvidamos lo del anillo, te sirvo tus hot-cakes

Carlos se sentó a la mesa, preguntó si estaban sabrosos, Susana rió haciendo un gesto de "mas o menos", él la miró fijamente, le gruño fingiendo su enojo y le dió un beso en la boca, se separó y se saboreó la miel que la lengua de Susana le había pasado a su boca. Terminando de cenar Susana se le quedó viendo fijamente a los ojos, él le preguntó

-¿Qué?

-Quiero hacerte una, como te diría, ¿confesión?, pero a la vez una consulta.

-Adelante

Susana subió el talón de un pie al asiento de la silla, abrazó su pantorrilla con sus manos, en esa postura quedaron sus piernas y su sexo descubiertos, Carlos volteo y fijo en esas partes su vista, ella rió y dijo.

-Pues si, ¡hombres!, no lo pueden evitar

Los dos rieron y ella comenzó a platicarle lo de Pablo, del médico extranjero, de su vecino, de Mónica y ella en la cama, del viernes con su amante secreto y sus dudas respecto a que fuera su hermano Eugenio y de José, puso su mentón sobre su rodilla esperando la reacción de él, fuera la que fuera y le dijo.

-Y es el resumen de mi vida sexual.

-Susana, tu vida sexual me tiene sin cuidado, eras libre de tenerla y eres libre de continuar con ella, como, cuando y con quien te dé la gana, si piensas que saber con quien lo has hecho debe ser importante para mi te diría que no. Yo fui el primero en tenerte y espero ser el último y si por eso crees que me cuelgo medallas, adelante, pero eso no es lo importante, la fidelidad nace de la libertad que se tiene, como dice una amiga, "Soy tan libre que incluso soy libre de mi libertad, por eso no hago uso de ella". Pero tú bien sabes que tu vida sexual me tiene sin cuidado, solo que la usaste para matizar el asunto que te preocupa que es lo de Eugenio.. ¿O me equivoco?

-Y dices que me quieres conocer, no, no te equivocas, por eso lo hice.

-Antes de darte mi punto de vista respóndeme esto, ¿Crees que Eugenio te desea?

Susana le platicó la charla que había tenido con su hermano, donde le confesó que siendo jovencitos él la espiaba, y soñaba con ella cuando se masturbaba, Carlos le respondió.

-Mira Susy, es normal que un chico en su despertar sexual busque en su prima, hermana, incluso madre, ese…,digamos "lado femenino", en la ropa interior, en los artículos personales y demás aspectos cotidianos de ellas, pienso que busca conocer todo lo relacionado a la mujer, si como dices a ustedes los tenían casi aislados del mundo, es lógico pensar que Eugenio buscara en ti conocer a la mujer, espiando cuando te bañabas y cuando te desnudabas o por que no, ver tu sexo o si te masturbabas o no, eso creo que debe ser normal, eso pienso yo, la doctora eres tú.

-Pero no soy Psiquiatra

-Pero vamos a lo del viernes. Ahí nadie sabía que habitación ocupaban los otros, excepto Claudia que las llevó, las llaves del hotel están sujetas a un cordel para colgarlas del cuello y el número de la habitación está gravado sobre la llave, Claudia pone las llaves sobre una mesa, por turno sorteado cada quien toma una llave, se supone que si es la de tu habitación la dejas nuevamente y tomas otra, ¿Sabía Eugenio cual era tu habitación?, no verdad, él entra en ella y se encuentra a su hermana desnuda sobre la cama, sin el famoso condón sobre el vientre como diciendo "hazlo, disfrútame al 100%, te estoy dando permiso de terminar dentro de mi"

-Bueno Carlos, es que pensé que sería, bueno, que tal vez….

-No tienes que darme explicaciones reina, las cosas fueron así, ya te dije que no me importa, si me dan celos y no lo puedo negar, pero el caso es que él se encontró con este cuerpo tan excelente que tienes, el que había deseado, con el que había soñado muchas veces, lo tocó, sintió la piel suave, aspiró su olor, recordó sus días en que tú eras su ideal femenino, en que olía tu ropa interior colgada en el tendedero, cuando robaba tus pantaletas para encerrarse en su cuarto y las pasaba por su cara mientras con su mano apretaba su pene subiendo y bajando imaginando que era tu vagina que lo apretaba para llenarlo de placer mientras se endurecía al máximo y después cerrando sus ojos eyaculaba sobre de ellas pensando que lo hacía dentro de ti.

Sus pensamientos fueron mas fuertes que su razón y no lo pudo resistir, besó tu piel, separó tus piernas observó tu sexo, separó tus labios pensando en todas la veces que lo deseó, lamió tu sexo como tal vez lo hacía antes con esas pantaletas robadas, metió sus dedos en tu vagina comparando la frialdad de su mano con el calor de tus entrañas, chupo tus senos, y por fin te penetró y sintió hacerse realidad lo que por años él soñó, te hizo gritar de placer y consumó su máximo deseo juvenil de eyacular dentro de ti, de llenar con su semen la vagina que delicadamente cubrían esas pantaletas que él usaba para satisfacerse y dejar inundada de su semen a la mujer que tanto había deseado, sin importar que fuese su hermana.

-Veo que tienes experiencia en esto de las pantaletas y debo confesar que si, si perdí un conjunto de ropa interior, pero no seas tan explicito que también sé responder a las palabras y si lo hacemos otra vez o se me hincha o me matas con un nuevo orgasmo.

-Pues sería una muerte muy placentera.

-¡Carlos!

-Bueno seguiré opinando sin excitarte. Yo no puedo afirmar que él fué tu amante secreto, es más ni tú lo puedes hacer, tú lo afirmas por el tamaño de un pene y por su forma de eyacular tan abundante, pero eso no es una seguridad, ya que puede haber muchos hombres así. Pero para mi lo importante es que tú no lo sabías, tú estabas con los ojos tapados, y la única certeza que tienes es la que tú cabecita está creando al relacionar lo dicho por Mónica y Fernanda, con lo que tú sentiste, ¿Qué cantidad de semen es mucho para ti? ¿Y para Mónica y Fer?, ¿De cuantos centímetros es para ti un pene enorme? ¿Y Para Mónica y Fer?.... No amor, estás haciendo un huracán en un vaso de agua, no viste quien fué, déjalo así, como tú amante secreto y de ahora en adelante ten solo un amante conocido que soy yo.

-Creo que si, que tienes razón, me dedicaré a vivir con mi amante conocido y dejaré de pensar en quien pudo ser el desconocido, ¿Vamos a dormir?, ya son las 12 y tengo sueño, ¿qué le hiciste a mi playera?

-Como no recoges la ropa del piso, la puse en un cajón del closet, ¿De verdad no quieres que te recoja otra cosita?

-¡Ya Carlos!, tenemos mucho camino por delante, ¿Qué necesidad hay de terminarnos el combustible al primer acelerón?

-Yo solo decía… Un acelerón más, no daña el motor, pero vamos a dormir, que abrazarte también en un placer de lo más sensual, erótico y amoroso.

Se metieron a la cama, se dieron un beso, ella se acostó de lado, recargó su cabeza en la almohada, él se puso detrás de ella, la jaló para pegarla a su cuerpo, abrazándola con fuerza, ella dijo.

-Dios mío, que hombre tan latoso, me hace el amor como loco y no puede dejar de acariciarme, ¿Qué voy a hacer?

-Por lo pronto dormir así.

El le comenzó a besar el cuello muy despacio, y con una de sus manos le acariciaba las piernas, Susana fué perdiendo el conocimiento, lo último que alcanzó a escuchar en su oído fué.

-Te amo, no sabes lo que significas para mí

La respuesta de ella fué algo indescifrable

-Yo, ta… mo, duer…vor..

La despertó la alarma del despertador, apagó la alarma, bajó sus pies de la cama, se sentó en ella unos momentos, se puso sus zapatillas, cuando vió que traía puesta la camisa del pijama de Carlos, volteo la cara hacia la cama, no había nadie, se levantó y salió a la cocina, encontró a Carlos sentado en la mesa de la cocina tomando café, estaba vestido con traje y corbata, él le dijo

-Buenos días señora preciosa

La respuesta de ella fué levantar la mano con la palma abierta, se acercó a la cafetera, se sirvió una taza de café que bebió de pie junto a la cafetera mirando a Carlos, salió de la cocina y se dirigió al baño. Carlos rió al darse cuenta que no mentía cuando le aclaró como era su despertar por las mañanas, se quedó esperando, Susana regresó, se sirvió un nuevo café y se sentó frente a Carlos y por fin habló

-Buen día amor, ¿porqué tan elegante?

-Tengo varias citas hoy, solo te estaba esperando para irme a trabajar y saber que vamos a hacer

-Yo salgo a las tres del hospital, como en el hospital o en algún restaurante y después tengo consulta privada de 5 a 9 y regreso a casa, ¿quieres venir a casa en la noche, comemos juntos o que tienes pensado?

-Mejor te llamo por teléfono y nos ponemos de acuerdo, tengo que pasar a mi casa y ordenar unas cosas, ¿te parece?

-¡Aja!, pero no dejes de hablarme

-Bueno eso hacemos, por lo pronto el deber me llama.

Se puso de pie, le dió un beso en la boca a Susana, puso una rodilla en el piso y besó los muslos de ella varias veces de manera muy delicada, acarició sus piernas desde su entrepierna hasta sus pies, se puso de pie, besó la boca de Susana nuevamente, la miró a los ojos, no le dijo ya nada y salió del departamento, ella se quedó con la mirada fija en la puerta, sin duda era una mujer enamorada, sin embargo su mente la regresó a la realidad, "¿Y qué demonios vamos a hacer?, no podemos estar brincando de su casa a mi departamento alternadamente, a mi me gustaría vivir aquí, pero de seguro el querrá vivir en su casa, yo no voy a vender mi departamento, me costó diez años pagarlo" repitió su costumbre diaria, de baño, crema, vestido, maquillaje y salió a trabajar.

Estaba de pié en ropa interior frente a su casillero del hospital cuando entró Carmen, se dieron un beso de saludo en la mejilla y Carmen dijo

-Susana, estás radiante, ¿que te hiciste?

-Será el bronceado, es lo único

-No amiga, te hiciste algo, te ves como mas joven, como más casual, te lo diré que al fin somos buenas amigas, ¡te ves menos señora!

-Pues si vieras que es al revés, regresé mucho mas señora.. y de que manera amiga

-¿En serio?, ¿comemos juntas y me platicas?, hoy la comida en el hospital no va a estar mal, arroz con pollo.

-¿Lo primero que haces al llegar es preguntar el menú?

Carmen que se había cambiado rápidamente le guiñó el ojo y salió dejando a Susana de pie en ropa interior, se puso su pijama quirúrgica, recogió su cabello y lo cubrió con su gorro quirúrgico y salió a su cubículo, la mañana fué para ella de lo mas normal, sin embargo notó que sus alumnos bromeaban con ella y ella respondía a las bromas de muy buen humor, incluso una chica estudiante se atrevió a decirle en secreto que no había podido estudiar y que su novio tenía la culpa, Susana le sonrió y después de asegurarle que no le preguntaría nada a ella le dijo.

-Martita, tú primera batalla debe ser con los libros, ya después con tu novio, además lo puedes poner a estudiar contigo

-¿Cómo doctora?, si él es ingeniero

-Mmmm, que falta de imaginación, simplemente explícale los cambios que en tu frecuencia cardiaca producen lo que él te hace y lo que tú le haces a él cuando… ¡Marta, no me hagas hablar de más!

La chica rió de buena gana y continuaron con las visitas a los pacientes y las preguntas siempre difíciles que ella hacía eran contestadas por sus alumnos y por primera vez sintió que en ellos no había ese "temor por preguntar". Terminó y se fué a su cubículo, no se acordaba de que la debía llamar Carlos hasta que un poco antes de las 3 de la tarde llegó Carmen y le dijo

-Bajamos a comer y a que me platiques lo de "más señora"

Susana guardó sus cosas y las dos bajaron a comer, se sentaron en la mesa del fondo y ella le platicó a Carmen todo su fin de semana, sin tocar el punto de sus sospechas sobre Eugenio, Carmen le dijo

-Amiga, me estás poniendo caliente, no puedo creer que te hayas atrevido a todo eso y Carlos, ¿como es él, alto, guapo?, dime, dime, ¿te hace el amor muy rico?, ¿es apasionado?, ¿Te hace sentir eso? Y no me refiero al simple orgasmo sino a eso, eso, tú sabes

Susana volteo a todos lados para ver si no había alguien cerca para platicarle con detalle a Carmen sobre Carlos, su vista se quedó fija en la entrada del restaurante y le dijo nerviosa a Carmen

-Ay amiga, lo vas a conocer en este momento.