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Me compartió con... su novia

en Trios

Conocí a Renata, el día que fué contratada como mi auxiliar en un proyecto residencial que desarrollaría la empresa donde yo trabajo, ella es pasante de arquitectura con una gran visión del diseño y una mujer muy bella de 23 años,1.69m de estatura, cabello castaño claro, ojos grandes de color aceituna, un rostro fino, piel trigueña clara, unos pechos grandes que casi siempre luce con escotes generosos, cintura pequeña, vientre plano, nalgas muy atractivas y unas bellas piernas que por alguna razón que no logro comprender siempre oculta usando pantalones. Yo soy Armando ingeniero civil y tengo 27 años de edad.

El primer día de trabajo sentada frente a su PC, Renata me pidió que le enseñara ciertas características del programa de diseño y yo de pie detrás de ella que permanecía sentada en su silla le enseñaba su uso sin dejar de observar su escote y sus muslos que aún dentro de sus pantalones se notaban bien torneados, aspiraba el aroma de su perfume y era realmente excitante. Sin embargo y para mí decepción ese día al salir del trabajo la esperaba su novio, ¡ni hablar!, era lógico que una mujer así tuviese novio.

Pocos meses después, mi amistad con Renata había pasado de lo laboral a lo personal dándome cuenta de que no solo era muy bella sino una chica muy linda en todos sentidos, amable en su trato, de amena conversación y fácil sonrisa. Un día al llegar al trabajo la noté muy "apagada" y al cuestionarla sobre su estado de ánimo ella me comentó que había terminado con su novio, la noticia me causó una gran felicidad que me vi obligado a fingir para no pasar por un cabrón sin sentimientos, así que le dije "Qué lástima Renata, pero no te pongas triste, estas cosas son así, verás que pronto te llama y se arregla todo entre ustedes", ella muy triste me respondió "No, ya no hay remedio Armando, él no me quiere aceptar como soy y yo no pienso cambiar" . Ese día al salir del trabajo la llevé de regreso a su casa y al despedirnos me dió un beso muy especial en la mejilla, un beso que me hizo sentir que tenía oportunidad

¿Oportunidad de qué? Se preguntarán, la respuesta es simple, oportunidad de tenerla en la cama, saborear sus bellos pechos, besar y lamer todo su cuerpo, metérsela por todos lados hasta hacerla gritar de placer y estallar en un gran orgasmo dentro de ese cuerpo que me enloquecía de deseos, ¿Qué más podría yo querer? Además yo salía con Guadalupe, no había nada serio entre nosotros, simplemente salíamos como amigos con la finalidad de conocernos y ver si podíamos llegar a algo más, esto no significaba que Guadalupe no me atrajera sexualmente, ¡Claro que la deseaba! y pienso que ella a mi, pero ya saben como es esto cuando se pretende seriamente a una chica, uno no puede pedirle las nalgas a la primera oportunidad, ni ella las puede estar ofreciendo.

A veces pienso que Guadalupe y yo debimos de habernos cogido apasionadamente, debimos de habernos perdido uno en el cuerpo del otro hasta enamorarnos como idiotas y formalizar nuestra relación. Pero como dicen "El hubiera es el pasado perfecto del verbo apendejarse" y yo me apendejé buscando una aventura sexual con Renata que me llevó a lo que les estoy platicando

Mis salidas con Renata se hicieron más frecuentes, un viernes al salir de una función de cine y ya dentro del auto le pregunté "¿Porqué siempre usas pantalones?", ella sonrió y respondió "Son más cómodos para el trabajo, además no me gustaría ir de falda a donde se está construyendo el desarrollo" yo no dije nada y cuando pensaba girar la llave del encendido del motor ella preguntó "¿Quieres que use una falda para verme las piernas?, creo que te decepcionarías" yo la miré a los ojos y respondí "No creo decepcionarme, me gustas mucho y tengo deseos de acariciar tu piernas, de acariciarte toda". Ella puso cara de admiración arqueando las cejas. Su gesto me hizo suponer que me respondería algo como "Te vas a quedar con las ganas" o "¿Cómo crees?" o "Algún día", sin embargo me dijo sin rodeos "Bésame"

Yo me acerque pensando en besarla apasionadamente, pero me detuvo, puso sus manos sobre mis mejillas y acercó mi cara suavemente hacia la suya, su lengua acarició mis labios que se separaron instintivamente en espera de los de ella, metió su labio inferior dentro de mi boca mientras su lengua recorría mi labio superior y mi encía, sentí el calor húmedo de su boca de una forma diferente, excitante, apasionada pero lenta, muy lenta, nuestras lenguas se juntaron y con ese ritmo lento pero lleno de lujuria nos saboreamos los labios, las bocas y las lenguas, mi lengua recorrió toda su cavidad bucal lentamente haciendo que dentro de mi el deseo por tenerla se magnificara, cuando mi mano se posó sobre sus pechos ella se separó y se formó un hilo de saliva que mantuvo unidas nuestras bocas por unos segundos.

Yo emocionado le dije "Qué linda forma de besar tienes", ella se acercó a mi cara y me dió un pequeño beso sobre los labios humedeciéndolos con restos de nuestras salivas y me preguntó con una dulzura increíble "¿Quieres que hagamos el amor?". No me podrán negar que la pregunta era muy tonta, ¿qué otra cosa podría yo querer?, afirmé con la cabeza y ella recargó su mejilla sobre el respaldo del asiento mirándome a los ojos. Debo decir que si su pregunta había sido tonta mi reacción no tuvo calificativo, me quedé cual pendejo mirando sus verdes ojos hasta que ella rió, tomó mi mano y la puso sobre la llave del auto para que lo encendiera.

Lo hice y tomamos camino hacia un hotel, íbamos en completo silencio, silencio que yo rompí al decir "Voy a comprar unos condones", ella respondió "No Armando, no me prives de ese placer, yo me cuido" sobra explicar la emoción que sentí, privarla de ese placer había dicho, el placer de sentir mi semen mojar sus entrañas. No se puede negar que la idea del semen llenando la vagina tiene una carga inmensa de lujuria, de pasión, de deseo y escucharla decir esas palabras con ese tono dulce, sexy, casi suplicante me hizo hervir la sangre y sin medir las consecuencias entramos al hotel.

Ya dentro de la habitación yo me comencé a desnudar, ella rió y me dijo "Tienes prisa verdad", yo solo sonreí y ella también se comenzó a desnudar diciendo entre risas "Parece que somos dos lo que nos morimos de ganas", se quitó los pantalones y quedaron a mi vista unas piernas largas, gruesas, fuertes y perfectamente bien torneadas yo pregunté admirado "¿Esas maravillas son las que escondes?", ella sonrió diciendo "Eres un menso, pero hoy serán todas tuyas" y se despojó de la panty, la blusa y el sostén para quedar los dos desnudos, uno frente al otro, ¡Qué mujer tenía frente a mis ojos!, al ver que yo no separaba mi vista de su cuerpo, ella avergonzada se abrazó de mi como pretendiendo cubrirse con mi cuerpo, mi pene erecto se apoyó sobre su abdomen y sus hermosos pechos se oprimieron contra mi pecho, yo la moví hacia la cama, la recosté sobre de ella boca arriba y me dí a la placentera tarea de besar y lamer toda su increíble humanidad.

Cuando llegué a sus grandes pechos que se inclinaban hacia los lados de su tórax, los tomé con mis manos para juntarlos y ella me dijo "Lame al derredor, en las aureolas y después chupa el pezón apretando suavemente con tus labios", yo lo hice y me encantó sorber de esos pezones endurecidos como si fuera un bebé hambriento, cuando me metí entre sus piernas con la idea de disfrutar con mi boca su sexo ella me comenzó a dar instrucciones que yo seguí al pie de la letra "Separa los labios con tus dedos, lamé la parte interna de ellos, así, así, suavemente no tengas prisa, ohh, ohh, toma los labios internos y apriétalos con tus labios, lame dulcemente mi clítoris" al hacerlo ella apretó con sus manos las sabanas, me indicó como lamer la entrada de su vagina, me pidió que metiera mi dedo en ella y que la oprimiera hacia su pubis mientras lamía su clítoris con mi lengua.

Y así seguí sus instrucciones haciéndola gemir y gritar de placer por un tiempo muy largo hasta que sentí sus contracciones fuertes y rítmicas que la hicieron relajarse, la había llevado a un orgasmo con instrucciones. Se supone que la mujer debe disfrutar todo lo que el hombre le haga y no decirle que hacer para disfrutar, mientras pensaba en esto ella me dijo

-¿Sabes Armando? El sexo no es solo penetrar a la mujer, eso es solo el "postre del banquete" y aunque nos encanta tenerlo dentro, sabemos que al eyacular todo se acaba para ustedes y muchas terminan ardiendo ante un orgasmo fallido, por eso nos gusta que nos penetren cuando estamos listas para ello, me encantó que me hicieras disfrutar al máximo, ahora ya estoy lista para ti, penétrame y disfruta de mi como lo hice yo de ti"

Vaya que tenía experiencia la mujer, fué lo primero que pensé, pero en esos momentos de calentura a quien le importa la experiencia de ella, uno solo quiere metérselo para disfrutar y vaya que lo hice. Disfruté de la maravilla de observar ese precioso cuerpo debajo del mío, de su cara sonrojada de placer mientras me movía frenéticamente dentro de una vagina que apretaba mi pene con fuerza y lo hice así hasta que llegué al orgasmo más increíblemente delicioso que hubiese yo sentido, con mi respiración agitada y sin fuerzas me recosté sobre su cuerpo, ella me acariciaba la espalda y me besaba en el hombro, después de unos momentos de hacer esto me abrazó con fuerza y me dijo "Te amo, eres increíble, un hombre excelente, que bueno que dejaste todo tu semen dentro de mi, ya eres mío, completamente mío",

Yo me sentí alagado, me recosté al lado de ella mirando al techo de la habitación y ella comenzó a decir "Lo siento dentro de mi, debe haber entrado en mi útero, lo siento bajar por las paredes de mi vagina y me hace cosquillas mientras busca la salida, está corriendo por mis labios vaginales y escurriendo entre mis piernas, bajando por mi ano y mojando mis nalgas", Se volteó hacia mi, me dió un beso apretado en los labios y me dijo "Eres mi hombre y te amo, ¿Me quieres aunque sea un poquito?"…¿Qué podía responder?. No, ni madres, yo solo quería meterte la verga, ¡claro que no!, la tomé de las mejillas la acerque a mi y le dije "Mucho, te quiero mucho y eres una verdadera hembra" y le dí un cálido beso en la boca.

Yo no dejaba de pensar en que ella me había llevado como si fuera yo un principiante, ¿pero saben qué?, ¡fué increíble!, habrá quien se sienta ofendido en su masculinidad como lo sentí yo en esos momentos, pero con el tiempo lo he disfrutado al máximo, no es un sexo desesperado de llegar y meter, no, es la entrega total al placer, es disfrutarse al mil por ciento cada milímetro de piel, es el juego previo que a veces se torna desesperante para después penetrar y disfrutar la maravilla de las entrañas femeninas, es dejar dentro de ella mi carga de semen para después pasar mucho tiempo entre besos sin pasión y dulces caricias. Renata me enseñó no solo a hacerla gozar sino que el sexo es algo especial, lleno de emociones, algo así como la música, con sus tiempos y sus ritmos colmados de placer y entrega en los que hay que poner todo para convertir esos momentos en una gran sinfonía de pasión, una ceremonia majestuosa…..Perdón me dejé ir por la cursi emoción, mejor sigo con la historia.

Después de esa cogida maravillosa pasó el fin de semana sin vernos, yo ya había sido promovido a jefe de un departamento y tenía mi oficina privada, ella había quedado en el departamento de proyectos y el lunes mientras hacía un trabajo en la PC, se abrió mi Messenger, era ella y me escribió "¿Acaso eres el apóstol trece?, no me hablaste el fin de semana" yo extrañado respondí "¿Por qué el apóstol trece?" y ella escribió "El que te coge y desaparece", yo avergonzado le respondí "No, ¿como piensas eso?" y ella escribió algo que me encendió, puso "Cierra tus cortinas, en 5 minutos voy a verte, me siento mal, necesito que me des mi lechita para reponerme". Y cuando ella llegó, encerrados en mi oficina me sacó el pene y me pidió que le dijera como mamármelo, yo le fui diciendo que hacer, cuando estaba a punto le pregunté "¿Me vas a dejar venirme en tu boca?".. "A eso vine" me respondió y le dí a tomar su lechita que disfrutó con avidez y tragó con gran placer.

Con el tiempo el deseo de tenerla se hizo enfermizo, recorrimos varios hoteles de la ciudad y pasábamos en ellos dos o tres horas desnudos uno en brazos del otro, he grabado en mi mente cada parte de su cuerpo y la he disfrutado a plenitud por todos lados. El único calificativo posible sería decir que la mujer ¡Es fuego!.

Disfrutaba de su compañía dentro y fuera de la cama, tenerla a mi lado era la cosa más maravillosa que había pasado en mi vida, conocí a su familia y ella conoció a la mía. En mi solo había un deseo, hacernos el amor apasionadamente y despertar a su lado abrazados y desnudos… A fin de cuentas tanta convivencia y tanto placer me llevaron a enamorarme de ella y sin razonar nada nos fuimos a vivir juntos.

Claro que el hecho de que ella se fuera a vivir con el novio hizo que su familia la repudiara ya que vivíamos en pecado, solo una prima suya hija de un tío casado con una mujer japonesa, a quien yo ya conocía por ser ellas muy unidas la siguió visitando casi a diario. Irma, así se llama, es una chica bajita 1.53m de estatura, de piel blanca y cabello negro con todos los rasgos étnicos de una mujer japonesa, es bella, su cuerpo es pequeño pero muy bien formado. Como les digo casi siempre llegaba a casa después de que nosotros regresábamos del trabajo y se quedaba hasta tarde, incluso a veces se quedaba a dormir ahí. Era tal la confianza que un día Renata le dijo estando en la sala,"Espéranos aquí prima, Armando y yo vamos a coger ratones a nuestra recámara" y mientras ella veía la TV, Renata y yo nos fuimos a coger.

En nuestras pláticas íntimas Renata me juraba que había cogido solo una vez con su anterior novio, yo no se lo creía ya que a una mujer como ella no se le hace el amor una sola vez en la vida, además ella sabía exactamente como disfrutar del sexo sin que yo se lo hubiese enseñado, es más, ya expliqué como ella me había enseñado a hacerla gozar al máximo y esa experiencia no la da una sola relación sexual, sin embargo no me importaba que hubiese sido de otro ya que la amo profundamente, era o mejor dicho es mi compañera y siempre hay que vivir el presente, sin atormentarse por el pasado.

Un día regresando del trabajo, nos cambiamos de ropa, yo me puse en pijamas y ella se quedó solo en panty para después cubrir su cuerpo con una playera larga que le cubre hasta medio muslo, ¡Qué deliciosa se ve con ese atuendo!, yo esperaba una noche de excelente sexo pero llegó Irma y se sentaron en la sala a platicar.

Yo le hice una seña a Renata y subí a nuestra recámara, cuando había pasado casi una hora de ansiosa espera, escuché abrirse la puerta de la sala, me asomé por la ventana de la recámara y quedé asombrado al verlas en el jardín frente a la puerta de salida a la calle besándose en la boca al despedirse. Cuando se fué Irma bajé a la cocina donde estaba Renata y sin preámbulos le dije. "Amor, yo sé que quieres mucho a tu prima, pero eso de besarse en la boca no está bien, las hace parecer unas…" Ella me interrumpió diciendo "¿Unas lesbianas?" y yo molesto le dije "Si amor, unas lesbianas", ella rió, y me dijo "Te voy a enseñar que clase de lesbiana tienes en casa", me dió un beso profundo en la boca, sentí su lengua recorrer la parte interna de mis mejillas y al separarnos yo la senté en la orilla de la mesa, ella recargó su espalda sobre de ésta, separé sus piernas, hice a un lado su panty y me la cogí delicioso, al terminar nos subimos a dormir, ya acostados noté un especial sabor en mi boca, sin embargo no lo tomé en cuenta y me dormí.

Al día siguiente en el trabajo me asaltó una duda, necesitaba hablar con Renata, no quería ir al departamento de proyectos para platicarlo ahí con ella, pero no podía esperar así que la busque en el Messenger y al ver que estaba conectada le escribí "Dime una cosa amor ¿El sabor que quedó en mi boca ayer después de besarnos era del sexo de Irma?", tardó en responder y en su respuesta solo leí "jajajajaja". A mi mente llegaron varias ideas de golpe, había terminado con su novio por que él no la aceptaba como era, me había enseñado donde y como hacerla gozar como loca y sin embargo aseguraba haber tenido una sola vez relaciones antes de hacerlo conmigo, una idea me estremeció. Mi novia, mi pareja era bisexual, yo insistí en el Messenger escribiéndole "¿Eres bisexual amor?" nuevamente tardó en responder y leí "Amorcito, no sé que está pasando por tu mente, ¿Acaso no te he demostrado que soy mujer en la cama?, ¿No disfrutas el sexo conmigo?, ¿Te parece que no soy suficientemente mujer?, ¿Qué pasa amor?", no pude seguir la charla por atender una llamada, puse el icono del teléfono en el Messenger y no volvimos a comunicarnos.

Por varios días no se habló del asunto, sin embargo yo las espiaba cuando Irma estaba en casa tratando de saber si tenían sexo entre ellas, Un día después de haber cogido delicioso como siempre lo hacíamos, recostados boca arriba uno al lado del otro, ella me preguntó "¿Te gusta Irma amor?" yo respondí "Si es muy bonita y está buena la chaparrita, ¿porqué la pregunta"…"No, por nada, es solo que te he visto espiándonos cuando estamos en la sala y me imaginé que querías verle las piernas sin ser muy obvio, ya ves que le encanta usar minifalda, claro que con esas piernas, ¿Quién no?" Yo me enderecé y sentado en la cama la miré a los ojos y me lancé decidido al ataque.

-Renata, sé que tú y tu prima tienen relaciones, varias veces he sentido el sabor de su sexo en tu boca al besarte amor y….___Ella me interrumpió preguntando

-¿Y te molesta o te calienta?

-¡Renata por Dios!..

-Respóndeme Armando

-¡Me calienta!, claro que me calienta pero no es posible que me engañes así Renata, si fueras infiel con otro hombre lo entendería, ¡pero con una mujer!... ¡Demonios, es humillante!

Me senté en la orilla de la cama con mis pies apoyados en el piso, ella se enderezó recargando su espalda sobre la cabecera, dobló sus piernas apoyando los pies sobre la cama y abrazó sus pantorrillas, levantó la cara y dijo con voz suave y tranquila

-Amor, lo que acabas de decir es una estupidez, si yo te fuera infiel con otro solo significaría que como hombre no eres capaz de satisfacerme sexualmente y eso si sería humillante, además ese no es el caso, eres excelente en la cama y fuera de ella, me llenas de placer cuando cogemos y has sabido llenar mi vida de felicidad. Lo que tengo con Irma, ningún hombre me lo podría dar amor.

¡Lo había aceptado!, comencé a entender su experiencia sexual, ella conocía a la perfección el cuerpo femenino, donde y como estimularlo para dar y recibir placer especialmente ahí, ella misma había besado y lamido los labios vaginales y metido su lengua y sus dedos en una vagina…Yo respondí muy molesto

-¡A que bien!... o sea que como tú no tienes verga es natural que yo me ponga a mamársela al primero que pase….¡Por favor Renata. No seas absurda!, eres una bisexual, te gustan las lesbianas y pretendes que yo vea como algo muy natural que mi pareja se acueste con mujeres… ¡No puedo Renata!

-Yo no me estoy acostando con cualquiera, lo hago con mi prima simplemente por que no lo puedo evitar Armando….No tienes idea de lo que es eso amor, ¡Entiéndeme!

-Claro que no tengo idea de lo que es, tampoco tengo idea de lo que es que te metan la verga y no por eso voy a ir a que alguien me la meta por el culo….¡No, no puedo entenderte!, ¿como entender que eres bisexual y que tienes sexo conmigo y con tu prima? ¡Carajo Renata! ¿Por qué me haces esto?... ¿Piensas que eso no es infidelidad?... ¿Qué carajos pasa en tu cabeza amor?

-¿Quieres que me vaya?....Solo dime que tome mis cosas y desaparezco de tu vida, me va a doler mucho perderte pero no me suicidaré ni haré nada dramático.

Así me respondió con voz cortada por el llanto, yo me puse de pie, voltee a verla para decirle que si, que se fuera a lamerle la vagina a su primita y que me dejar vivir en paz, que la odiaba por haber destruido mi vida al hacer que me enamorara de ella, pero al verla sentada ahí, desnuda, con esa linda cara mirándome, su mentón sobre sus rodillas, bajo sus nalgas la sabana se mojaba con mi semen que escurría de su vagina. En ese momento se agolparon en mi mente todos los recuerdos de las noches ardientes de pasión, de las noches frías llenas de amor, nuestras caminatas tomados de las manos, las risas, las bromas, los enojos, las tristezas y los llantos compartidos…..Más de un año había pasado desde esa primera vez en el cuarto de un hotel…¿Cómo pude ser tan imbécil de no notarlo antes?... ¿Pero como hacerlo si la pasión por ella me tenía ciego?...Al igual que lo estoy ahora….Simplemente me subí a la cama, la besé en los pies, las piernas, la cara, la boca y solo pude decir

-Vamos a dormir amor.

Renata me confesó días después varias cosas que me dolió escuchar. Ella y su prima habían perdido la virginidad con un pinche consolador de esos que se ponen las mujeres con un arnés, la imaginaba gemir y sudar de placer viendo sobre de ella moverse las tetas de otra mujer y con un pedazo de plástico en sus entrañas, la imaginaba gritando de placer al llegar al orgasmo mientras la otra no sentía nada y al terminar intercambiar papeles, eso era algo que mi mente no podía aceptar.

Me dijo que comenzó a tomar pastillas al poco tiempo de empezar a salir conmigo ya que quería que yo fuera el primero en dejar mi semen dentro de ella, esto que en otras circunstancias hubiese hecho que enloqueciera más por ella, fué intranscendente para mi.

Cierto es que el amor por ella me hizo pretender que en nuestras vidas todo era normal. Tratamos de continuar nuestra vida como si nada hubiese pasado, sin embargo nuestras relaciones sexuales prácticamente se terminaron, yo no podía estar dentro de ella sin pensar que ahí entraban los dedos y la lengua de Irma, ¿Cómo poder disfrutar así?, tenía deseos de correr al lado de Guadalupe, arrodillarme suplicante, casarme con ella, embarazarla o lo que fuera con tal de escapar de ahí y comenzar una vida normal, con una mujer normal.

Sin embargo todo cambió y les platicaré como fué. Teníamos más de dos semanas sin tener sexo, como les dije nuestras relaciones se habían tornado en esporádicas, casi accidentales, no puedo negar que ardía en deseos por ella pero mis pensamientos se habían convertido en una barrera que me impedía disfrutarla como mujer ya que en mi mente había dejado de serlo, una noche llegó Irma y yo me subí a nuestra recámara, ya me tenía sin cuidado que se chuparan la vagina y las tetas, era una noche calurosa y en calzones me tiré en la cama a ver la TV o a tratar de verla ya que mi mente estaba en tomar una decisión de una vez por todas, vivir así con una mujer era una tontería, por mucho que yo la amara la vida de pareja también debe alimentarse de besos, caricias y sexo. No la quería dejar, pero sabía que la tenía que dejar ya que nos estábamos lastimando mutuamente, más bien yo la estaba lastimando profundamente.

De pronto las dos entraron a la recámara completamente desnudas. Yo me quedé como idiota al verlas, me sentí avergonzado pero no pude dejar de disfrutar la visión de su desnudez, se acercaron a la cama y de pie a un lado de ella se comenzaron a besar.¡Qué increíble!, quien haya visto besarse a dos mujeres sabe que es un verdadero espectáculo lleno de erotismo, que manera de disfrutar de sus bocas, despacio, muy despacio lamen, muerden y saborean, Irma sacaba su lengua y Renata la chupaba saboreado su saliva y disfrutándose de una forma espectacular, yo me arrodillé mudo sobre la cama, mi pene se había convertido en una verdadera verga, estaba duro y recto como mástil de velero, Renata al verme excitado se sentó sobe la cama, recostó su espalda sobre de ella y subió sus talones en la orilla de la cama separando sus piernas.

Irma se arrodilló en el piso frente al sexo de Renata y comenzó a lamerlo haciendo que ella gimiera de placer, yo no lo pude soportar y me acerque a mamar de los pechos de Renata, al hacerlo los gemidos de ella se hicieron más fuertes, me acerqué a su cara y la besé en la boca como ella me había enseñado a hacerlo, si, lo acepto, ¡como se besan las mujeres!, cuando me separé de su boca ella me dijo con esa voz irresistible y llena de sensualidad…"Ve con ella amor, necesito sentir nuevamente tus caricias, quiero que me ames otra vez"…¡Carajo, carajo y mil veces carajo!, en lugar de negarme me arrodillé a un lado de Irma para ponerme a lamer el sexo de Renata junto con ella, mientras lo hacíamos alternadamente nuestras lenguas se encontraron varias veces y terminamos besándonos apasionadamente sintiendo en nuestras bocas ese sabor a sexo femenino y juntos llevamos a Renata a un orgasmo que la hizo gritar de placer.

Yo besaba a Irma y le acariciaba sus pequeñas tetas, la espalda, las nalgas, los muslos, mi dedo entró en su vagina y la hice suspirar de placer mientras ella lamía y besaba el pie y la pantorrilla de Renata, era la cosa más cachonda que pudiera imaginar, después mi boca se juntó nuevamente a la de Irma mientras con una mano la acariciaba a ella y con la otra hacía lo mismo con los muslos de Renata. Le dediqué una mano a cada una, metí mis dedos en las dos ardientes vaginas y las acaricié por dentro lleno de lujuria y pasión, a la dos las hacía gemir con mis caricias y yo sentía que la verga se me separaba del cuerpo.

Irma fué la que me dijo "Quítate los calzones y súbete a la cama acostado boca arriba", yo lo hice y ellas arrodilladas una a cada lado de mi cuerpo con las nalgas hacia mi cabeza, iniciaron un ritual donde el dios a venerar fué mi pene, con su lengua acariciaban mi glande chupándose las lenguas y besándose con mi pene entre sus bocas, ¡eso si era lujuria!, se lo metían alteadamente en su boca dejando el pene muy humedecido de su saliva para que la otra la saboreara al llegar su turno de mamarlo. Yo me puse a acariciar sus sexos, sus nalgas y sus muslos una con cada mano, al sentir que en cualquier momento estallaría mi orgasmo me separé de sus ardientes bocas y les pedí que se acostaran boca arriba una junto a la otra.

Las besé a las dos, Renata llenó mi boca con su saliva y fui a depositarla dentro de la boca de Irma, que la tragó e hizo lo mismo para que yo le entregara la suya a Renata, besé, lamí y mamé de cuatro tetas, unas grandes y otras pequeñas, pero deliciosas las cuatro, besé y lamí los dos ardientes y húmedos sexos, ya después le separé las piernas a Renata y la penetré, me moví poco dentro de ella ya que me dijo con esa dulce voz que me enloquece y domina. "A Irma amor, cógete a Irma, quiero ver como te la coges y la llenas de leche". Me separé y ella se sentó a un lado de la cadera de Irma, le dobló las piernas apoyándole los pies sobre la cama, yo me arrodillé en medio de esas blancas y hermosas piernas, Renata inclinó su cabeza y le besó el pubis, con sus dedos separó los labios vaginales dejando ante mi vista la entrada de su vagina y me dijo "Métesela amor, métesela como lo hacías conmigo" y empujé mi pene dentro de Irma.

Irma gimió de placer y dijo con voz fuerte "Qué delicia prima, tenías razón, me quema, es delicioso me encantas Armando, muévete, muévete" yo me abracé de las piernas de ella y me comencé a mover, Renata a un lado mío me decía "Hazla gozar amor, enséñale lo que es coger delicioso" y mientras decía cosas como esa, con su dedo acariciaba rápidamente donde iniciaban los labios vaginales de Irma quien movía su cabeza de un lado a otro mientras gemía con fuerza, mordió sus labios y su cuerpo comenzó a brincar, fué mucho para mí, con mis manos jalé sus muslos para quedar con el pene lo más profundo posible, Irma abrió los ojos muy grandes mirándome como si se hubiera espantado, volteo hacia Renata pero mis ojos se cerraron por el placer y solo escuché a Renata decir. "Llénala amor, dale toda tu leche, quémale los ovarios", yo llevado por el enorme placer dije "Que rico coges Irma, eres estupenda, una real hembra, coges como una reina, delicioso, increíble que en ese cuerpecito haya tanto placer, eres lo máximo de mujer".

Lo que dije era la verdad, que manera de coger la de Irma, una vagina apretada y caliente, una piel suave, la piel más suave que haya tocado en mi vida, un pequeño cuerpecito que uno movía a su atojo mientras lo penetraba. Al terminar me dejé caer sobre mis pantorrillas y mi pene se salió de Irma, Renata tomó con su mano el semen que de ella escurría, puso su mano llena de mi semen frente a mi y me dijo "Mira Armando, esto es mío, solo mío", lamió el semen y lo trago, haciendo eso dos o tres veces, se levantó de la cama y salió de la recámara. Yo me quedé como idiota mirando a Irma quien me dijo preguntando "¿Qué le pasó?, mejor ve con ella, yo aquí espero", cuando la alcancé estaba, más bien estábamos desnudos de pie en la sala, yo pregunté

-¿Qué pasó amor…

-Nada Armando, no pasó nada

-Eso era lo que querías amor, yo me excité y perdí la cabeza, yo lo quería hacer contigo y no con ella, yo….

-No te disculpes amor, no es nada contra ti ni contra nadie, ¡olvídalo amor!, solo dime que me amas

-Por Dios Renata, sabes bien que te adoro, pero….

-Pero nada corazón, no ha pasado nada, vamos a la recámara.

Subimos a la recámara donde Irma nos esperaba tirada sobre la cama, Renata había subido la ropa de las dos que habían dejado en la sala, nos acostamos en la cama, yo quedé en medio de las dos mujeres y las acariciaba, no hablábamos, después de un rato Irma se puso de lado y subió una pierna sobre mi vientre, yo acaricié su muslo, ¡Qué piernas tan preciosas tiene la mujer!, dejé de tocar a Renata para usar mis dos manos sobre el muslo de Irma y Renata se enderezó diciendo. "Los dejo, me voy a dormir a la otra recámara" cuando yo pensaba responder ella me estiró la mano indicándome que no dijera nada y agregó dirigiéndose a Irma "Te presto a mi hombre para que pases la noche con él, cógetelo las veces que quieras"

Yo dije "¡Renata!" y ella respondió "No estoy molesta, solo quiero que le des su primera noche con un hombre a solas, háganlo hasta que les duela, al fin que ella coge rico", yo dije "Por favor amor, no seas sarcástica", se acercó, nos besó a los dos amorosamente en la boca y me dijo "Lo estoy diciendo en serio, es más se los estoy pidiendo de favor", se bajó de la cama, se puso su camisón y salió de la recámara, yo miré a Irma, me sonrió y subiendo los hombros me dijo "Tenemos que hacerle el favor ¿no crees?" y agregó dirigiéndose a nadie "Prima, prima, lo tenías que hacer a tu manera" y me dió un cálido beso en la boca

Después de un rato acariciándonos y besándonos me la cogí otra vez, ella se acostó de lado y yo detrás de ella le levanté una de sus bellas piernas y la penetré lentamente, ¡es increíble!, tener ese cuerpecito es increíble, la tomaba por la cadera y la movía hacia atrás y hacia delante como si me estuviese masturbando, ella volteaba su cara y deteniendo mis movimientos yo la besaba en la boca, levantaba su pierna y acariciaba su pequeño pie y su bien torneada pantorrilla sintiendo esa suavidad excitante de su piel, ella estiró sus piernas tratando de apretarme con más fuerza y vi como sus pies apenas llegaban un poco abajo de mis rodillas.

Que excitante era tener ese pequeño cuerpo tan bien formado, frágil pero lleno de fuego, se le puede acariciar todo mientras lo está uno penetrando, le doblé los muslos hacia delante para permitir una penetración profunda, empujé mi pene hasta el fondo de su bellísimo cuerpo y derramé nuevamente mi semen dentro de ella lleno de placer, al terminar mi orgasmo la abracé y nos quedamos dormidos. A la mañana siguiente, sábado, cuando desperté dormida junto a mi estaba Renata, yo le pregunté por Irma y me dijo que se había ido temprano a su casa.

No la he vuelto a ver, ya no nos visita, cada vez que le preguntaba a Renata por ella, su respuesta era siempre la misma "No sé amor, no la he visto". Mi vida con Renata regresó a la normalidad, incluso pensamos casarnos y tener familia, no sé si siga con sus tendencias bisexuales, pero la verdad ya no me importa, no quiero tocar el tema.

Dos meses después, habíamos hecho el amor tan delicioso como siempre y le pregunté por Irma, ella cansada de mi insistencia me miró y preguntó

-No seas cabrón amor, te la quieres coger otra vez ¿verdad?

-No amor, no es eso, solo me interesa saber de ella

-Mentiroso___rió y agrego__Irma quería ser madre soltera, estará buscando con quien o tal vez se fué con sus abuelos al Japón.

-¡Renata!, no me digas que Irma y yo…qué tú hiciste que yo.

-¡Por favor Armando!, ¿como te iba a poner a mi prima para que la embarazaras?... ¿Me crees capaz de eso?

-Si amor, de eso y más….

-Te adoro menso……Dime una cosa…..Antes de que me embaraces a mi…… ¿Harías un trío conmigo?….Pero dos contra una.

Yo no podía quitar de mi mente a Irma, ¿Me habrían visto la cara de pendejo otra vez?, ¿Estaría embarazada de mí?... Sin haber escuchado su pregunta yo distraído respondí

-¿Qué?... a si claro cuando quieras

Ella me besó en los labios y me dijo "Me da miedo, pero ha de ser delicioso ¿no crees?", Ya no respondí solo recordé las palabras que mi padre le dijo a mi inconsolable madre cuando les informé que viviría con Renata..."Déjalo mujer, ya sabes, jalan más un par de tetas que dos bueyes una carreta"

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DOS HERMANAS Y UN AMANTE (Tercera parte)

DOS HERMANAS Y UN AMANTE (Segunda parte)

DOS HERMANAS Y UN AMANTE (Primera parte)

De niña buena a artista porno y escort (4)

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jaime cuida a tu primita

INFIDELIDAD POR AMBICION ( Final))

INFIDELIDAD POR AMBICION ( Parte 8)

INFIDELIDAD POR AMBICION ( Parte 7)

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INFIDELIDAD POR AMBICION ( Parte 4)

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Infidelidad por ambicion ( i )

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Fui infiel y me encantó

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Y nos volvimos a sentir jóvenes (3a parte)

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Recuerdos de mi amor por dos hermanas (Fin)

Recuerdos de mi amor por dos hermanas (3a Parte)

Recuerdos de mi amor por dos hermanas (2a Parte)

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Mi historia con Lucía (Fin)

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Miradas

Una verdad oculta (Primera parte)

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Una historia de Amor (Tercera parte)

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Un amor prohibido

Confesiones a una esposa

La infidelidad de Vianey (fin)

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Una loca aventura

El precio de la Infidelidad

Un amor entre primos

La historia de Sandra (Final)

La historia de Sandra (Parte 4)

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Amor y soledad (4)

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Miradas

Amor destruido

Un intercambio muy especial (11) Final

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Chantaje por amor

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¿Bisexual mi esposa? (fin)

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La Historia de Susana (22)

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Amantes (1)

Romance con la adolescente equivocada (fin)

Romance con la adolescente equivocada (6)

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Romance con la adolescente equivocada (3)

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Lo que siento

Fernanda y Raúl (2)

Fernanda y Raúl

Le Cumplí un deseo

Confesiones de mi marido

Primera confesión de mi marido

Costumbre (Fin)

Costumbre (cuatro)

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Costumbre

Mis primeras experiencias (5)

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Mis primeras experiencias