Como todos los lunes y jueves Ximena pasó por mí para ir a tomar un café, ese día le pedí que subiera a tomar el café a mi departamento. Xime y yo somos amigas desde los 6 años ella había sido novia de mi esposo Gustavo cuando tenía 12 o 13 años y a los 23 se hizo novia de Sergio otro amigo de la infancia con quien vivió cerca de un año, mientras tomábamos café sentadas en la sala le pregunté

-¿Alguna vez le fuiste infiel a Sergio?... Mientras vivieron juntos claro

Ella rió y me respondió

-Vianey, estoy convencida que el ser humano ¡NO ES! monógamo por naturaleza, como asistente de abogado de lo familiar me ha tocado ver grandes broncas entre cónyuges donde todo son reproches e incluso insultos y al buscar la verdad sobre lo que uno le achaca a la otra o viceversa siempre me encuentro frente a infidelidades de ambas partes, hombres y mujeres son absolutamente infieles solo que la mujer es extremadamente cuidadosa o tal vez los maridos son exageradamente confiados, no lo sé…

-Todo esto que me dijiste ¿es un SI o un NO?

-Un rotundo SI

-¿Por eso terminaste con Sergio?

-No, él nunca se enteró, yo fui la que decidió terminar con él… Lo bueno de no estar casados es que te ahorras el desgaste físico y moral que implica un divorcio, cada uno tomó sus cosas y a otra cosa mariposa

-¿Tú fuiste la infiel, él no se enteró, pero tú lo dejaste?... No entiendo Xime

-Es muy simple, a mí me encanta hacer de todo en la cama y eso a él le parecía que era inmoral ya que las parejas que se aman deben coger como lo indican la moral y las buenas costumbres de la hipócrita sociedad y como me encantó ser infiel ya que me enloquece el sexo por placer y sin compromisos, terminamos…Incompatibilidad de caracteres... jajajaja

-¿Y cuál es la diferencia entre el sexo con tu pareja y el sexo sin compromiso?

-¡Inmensa! El sexo sin compromisos es algo lleno de lujuria, es la búsqueda del placer por el placer mismo, cuando coges por puro placer el hombre se esfuerza al máximo para satisfacerte por el temor de que lo juzgues un pendejo en la cama, muy diferente a un novio o un esposo que muchas veces termina y te deja bufando como olla de presión y una solo puede decir “No te preocupes amor, son las tensiones del trabajo” y por dentro te estas quemando y con ganas de ponerte un hielo en la vagina para calmar tu calentura

-Pero hay esposos muy buenos en la cama

-Es posible, pero pocos matrimonios son capaces de disfrutar el sexo por el sexo mismo, existen muchos prejuicios sobre lo que debe ser una relación sexual entre esposos, la sociedad y su falsa moral se han encargado de poner límites hasta en eso, una esposa debe tener un comportamiento definido frente al sexo y se olvidan que el ser esposa no te quita lo mujer con los mismos deseos y necesidad de sentir placer que tienen las amantes o las que cogen porque les gusta el fulano, todas tenemos la misma necesidad de sentirnos y sabernos mujer en la cama…Y esta diferencia no solo la marcan los hombres, también las mujeres hacemos esa estúpida separación entre “ser esposa y ser mujer”… ¿Sueles mamarle la verga a Gustavo?

-No, me da temor de lo que pueda pensar de mí

-¿Ya ves? Y no sabes de lo que te pierdes y te diré por qué…El hombre se lleva su tiempo en reponerse de una buena venida y si lo ordeñas primero con tu boca cuando te mete la verga se vuelven unas máquinas del sexo ya que les cuesta más trabajo llegar al orgasmo, te cogen en todas las posturas posibles regalándote varios orgasmos mientras él busca con ansias venirse, te pone al borde del desmayo y cuando le dices “No más por favor” él no te hace caso ya que está convertido en una fiera sin control moviéndose y moviéndose dentro de ti ansioso de venirse mientras a ti te enloquece de placer y cuando por fin logra venirse tú ya estás en calidad de muñeca de trapo por tanto placer, terminas empapada en sudor, sin poder moverte y con la vagina hinchada de tanto roce de verga

-Pero cuando una se casa coge por que ama a su pareja…Cuando la pareja se ama el amor lo es todo

-¡Si claro! Ya te imagino sentada aquí junto a Gustavo y de pronto comienzas a gemir agitada, “Ah, ah, ah” sueltas un grito, tu cuerpo comienza a brincar sin control y cuando él te pregunta que te pasa tú le respondes “Te amo tanto que me acabo de dar una deliciosa venida”… ¡Por favor!, el amor te da la confianza y la seguridad que son muy importantes en toda relación pero en la cama quieres una verga que te deje agotada de placer… No dudo que se pueda coger por amor y que la entrega sea lo más importante dejando que el placer pase a segundo término pero te garantizo que de cada cien palos que te echas con tu marido noventa y nueve y medio te los echas para gozar del placer de coger.

-¿Y la fidelidad?

-Sin duda es parte de, pero no condición para

-¡Joder! Solo falta que empieces a hablarme en latín sobre “La Litis” y demás pendejadas legales

-¡No seas pendeja! Lo que digo es que al amar siempre buscarás ser fiel, pero no por ser infiel dejas de amar…. ¿Y a qué viene esta plática?, no me digas…. ¡Cogiste con otro!  

-Sí y estoy arrepentida de haberlo hecho

Le platique toda mi aventura con René y al terminar le pregunté

-¿Crees que debo decirle a Gustavo?

-Estás como loca, lo que debes hacer es hablarle a René y decirle que si pasas el fin de semana con él, te aseguro que dejarás de sentir remordimientos, además no creo que Gustavo sea el más fiel sobre la tierra.

-No lo creo, siempre he sospechado algo pero para que pregunto

-Haces bien, el secreto de un buen matrimonio es no preguntar ya sabes “Ojos que no ven corazón que no siente”… Quién lo diría amiga, terminaste cogiéndote al guapote de René… ¿Y coge rico?

-Bastante, lo que no deja de extrañarme es que viniendo a mi casa no haya preguntado por Gustavo si sabe que me casé con él

-De seguro lo supuso, como supuso que te cuidas al no pedirle que usara condón

-Pues sí, debió haber sido por eso, el caso es que estuvo delicioso

-Ya vez que tengo razón, sin el temor del embarazo somos tan libres como ellos, además ya quitado el cerrojo cualquiera entra por la puerta sin que lo noten los demás, así que anímate a un buen fin de semana de cogidas y mamadas, ya sabes “A coger y a mamar, que el mundo se va a acabar”

Reí con ganas, se levantó para irse y antes de salir yo le pregunté

-Ya que estamos confesando pecados, cuando fuiste novia de Gustavo….

Ella me interrumpió diciendo

-¡Por favor Vianey!, éramos unos niños, no pasó de besarnos en los labios

-Estabas enamorada de él

-Todo lo que se puede enamorar una a los 13 años…Por cierto no te vayas a enamorar de René, disfruta del sexo sin mezclar sentimientos y dale una buena mamada de verga te va a encantar

Yo afirmé con la cabeza y cuando Ximena se fue yo tomé mi celular y después de pensarlo unos minutos me senté en el sofá de la sala y le llamé a René, me respondió

-¿Qué pasó Vianey?

-¿Está en pie lo del fin de semana?

-Claro

-A qué hora y donde nos vemos

-En tu casa el viernes a las cinco de la tarde

-Mejor en el edificio que estoy decorando a esa hora

-Ahí nos vemos, lleva ropa y un bikini aunque sería mejor nadar desnudos

-Eres un caliente René y me encanta

El viernes llegamos a su casa, era una casa muy bonita en una planta con una alberca techada muy lujosa que se comunicaba con la sala y la recámara principal a través de unos grandes canceles de vidrio, entramos a su recámara y me indicó que me pusiera el traje de baño, él se desnudó frente a mí y antes de que se pusiera su traje de baño le pregunté

-¿Estamos solos?

-Sí, le di el fin de semana a la gente de servicio

-Entonces para que el bikini

Me desnudé y pasé desnuda a la alberca metiéndome al agua, él me siguió y dentro del agua me abrazó y nos besamos apasionadamente, nadamos y jugamos un rato dentro del agua yo caminé hacia la escalera en la parte más baja de la alberca sentándome en el primer escalón, él se acercó a mi levantó mis piernas sobre sus hombros haciendo que mi sexo quedara fuera del agua y comenzó a lamer, metiendo su lengua dentro de mi vagina, apretaba mis labios vaginales con sus labios y me saboreó por mucho tiempo hasta hacerme “brincar” de placer, al darse cuenta de mi orgasmo se detuvo, bajó mi piernas de sus hombros y me hizo entrar al agua me abrazó y me preguntó

-¿Rico?

-Delicioso__ Respondí yo

-Ahora prueba lo delicioso que sabe tu sexo

Y me besó llenando mi boca del sabor excitante de mi sexo, bajé mi mano y le sujeté el pene endurecido, nos besamos varias veces, para hacerlo acercaba su boca abierta a mi cara, yo abría la mía y antes de juntar nuestros labios aspiraba su aliento impregnado del olor de mi sexo lo que me hacía meter mi lengua en su boca para que la llenara del sabor de mi vagina, miré sus ojos llenos de deseo y pregunté

-¿Quieres que te la mame?

-Me encantaría

-Vamos afuera

Nos salimos del agua y nos secamos y yo puse una toalla sobre los cojines de plástico de un sofá de ratán y le dije que se acostara en él, cuando lo hizo me arrodillé a su lado, besé y mordisqueé sus pezones, bajé besando su abdomen hasta llegar a su pene erecto, duro y firme como mástil, lo acaricié y lo bese admirando su tamaño toque su “suave dureza”, con mi lengua recorrí sus venas, besé su glande, miré a René a los ojos y le dije

-Me dices como hacerlo, no soy experta

-Hazlo como quieras, te aseguro que lo harás muy bien

Abrí mi boca y metí su pene en ella, lo hacía entrar y salir, lo mojaba con mi saliva jugando con mi lengua sobre el glande, cuando lo tenía dentro de la boca lo apretaba con mi lengua sobre la parte interna de mi mejilla, lo hacía entrar hasta mi garganta y mientras lo hacía pensaba en que Ximena tenía razón, era una delicia saborear el pene de un hombre, lo sacaba y con mi mano lo masturbaba varias veces para meterlo nuevamente en mi boca y disfrutarlo cada vez más endurecido, lo saqué otra vez y al recorrerlo con mi mano sentí su extrema dureza, René me dijo

-Ya no lo puedo aguantar, me voy a venir Vianey

-Lléname la boca con tu leche René

Le dije y rápidamente lo metí en mi boca, lo apreté con mis labios y cuando mi lengua humedeció su glande el sujetó mi cabeza por mi nuca haciendo que su pene entrara casi hasta mi garganta y sentí su semen golpear mi paladar y caer sobre mi lengua escurriendo hasta mis dientes, era caliente, viscoso y de un especial sabor, sentía sobre mis labios contraerse su pene cada vez que arrojaba un delicioso chorro de semen, al soltar mi nuca y sentir que su miembro perdía su dureza lo saque apretando mis labios, unas gotas de semen cayeron sobre su pubis, yo me enderecé quedando de rodillas a su lado y abrí la boca, un hilo de semen unió mis labios, le enseñé  que estaba completamente llena de su semen le tomé la mano la puse sobre mi garganta y lo hice sentir como lo tragaba, él lleno de emoción exclamó

-¡Eres una maravilla mujer!

-Te toca probar lo tuyo

Le dije dándole un beso en la boca metiendo mi lengua hasta tocar la suya, al separarme lamí el semen que quedaba en su pene y el que había caído sobre su pubis, después me senté en el piso apoyando mi mejilla sobre su muslo él me acariciaba el cabello mientras recordamos cuando fuimos novios y platicamos de los viejos amigos, cuando le pregunté a quienes seguía viendo él me respondió

-A Carlos, Enrique, Mónica, Susana pero a la que más veo es a Ximena, ella fue quien me dio tu dirección para que te invitara a trabajar conmigo y tenía razón en lo que me dijo.

-¿Qué te dijo?

-Que eras muy buena como decoradora y que te habías puesto muy buena, que tenías un cuerpazo y vaya que tenía razón, estás buenísima Gustavo ha de pasarse el día entero sobre de ti disfrutando el placer de cogerse a un ángel

-Tonto…. ¿Te acostaste con Ximena?

-¡No… ¿Cómo crees?!

Yo sonreí al notar su nerviosismo, su pronta y firme respuesta era una afirmación pero me dio cierta tranquilidad saber que era como se decía antes “Un caballero sin memoria”, sin duda había sido el amante que llevó a Ximena a terminar su noviazgo, pasé mi mano sobre su muslo y al notar que su pene reaccionaba a mis caricias le pregunté

-¿Te gustó como te la mamé?

-Me enloqueció que lo hicieras

-¿Y yo te gusto?

-Me encantas, eres preciosa, tienes unas piernas y unas nalgas de locura…Estás buenísima

-Llévame a la cama y demuéstrame lo mucho que te gusto

¡Qué manera de coger!, Ximena tenía razón, me tuvo de todas las maneras posibles, nunca pensé poder tener tantos orgasmos, llegó el momento en que no podía moverme y le supliqué

-No más René, si me vengo otra vez me voy a desmayar

No le importó mi súplica encima de mí con mis piernas sobre sus hombro siguió en lo suyo hasta lograr venirse entre gemidos más que de placer de descanso y relajación a la tensión en que había estado por llegar al orgasmo, se dejó caer “bufando” a mi lado su semen tardó mucho en escurrir por mi vagina, muy poco semen había dejado dentro de mí, no hablábamos, nuestros cuerpos estaban húmedos de sudor y la humedad de mi entrepierna había mojado la parte interna de mis muslos, me costaba trabajo mantener mis ojos abiertos y lo último que escuché fue cuando él me dijo “Eres la mujer más increíble que haya conocido, coges como una diosa” sentí su boca juntarse a la mía respondí a su beso abriendo mi boca y cuando él me abrazó perdí el sentido quedándome profundamente dormida.

 Cuando abrí los ojos estaba boca arriba, quedé desconcertada por unos instantes hasta lograr situarme mentalmente, miré hacia el otro lado de la enorme cama y noté que estaba sola, me levanté al baño, saqué mi cepillo de dientes de mi bolso y lavé mis dientes, el cancel que comunicaba a la alberca estaba abierto y al asomarme vi a René en el agua quien me dijo

-Ven preciosa, vamos a nadar un rato antes de desayunar

Salí desnuda del cuarto y me metí con él a la alberca nadamos, nos besamos y nos acariciamos mucho tiempo, nos salimos del agua desnudos y después de desayunar nos fuimos al cuarto a coger otra vez, esta vez yo lo recosté boca arriba y lo monté, me metí su pene en la vagina y lo cabalgué, cuando me vine me dejé caer sobre su pecho y él apoyó su pies sobre la sábana para moverse dentro de mi hasta terminar llenando mi vagina con su delicioso semen… Pasamos el sábado desnudos y cogimos otra vez a medio día, ya por la noche después de besarnos y acariciarnos por mucho tiempo en la cama él se puso sobre de mí y esta vez  me hizo el amor dulce y tiernamente para después quedarnos dormidos abrazados.

El domingo por la mañana nos bañamos y después de invitarme a desayunar en un restaurante me dejó a una cuadra del edificio que estaba decorando y donde había dejado mi auto ya que como me dijo y tenía razón “No sería prudente que el velador nos vea juntos en domingo”, recogí mi auto y me fui a mi departamento, había disfrutado el mejor sexo de mi vida pero tenía fuertes remordimientos, le mandé un mensaje a Ximena diciéndole que ese lunes no nos veríamos y pasé  el resto del día en casa recordando mi aventura sexual y pensando cómo decirle a Gustavo que le había sido infiel

El lunes por la noche fui por Gustavo al aeropuerto, me platicó que le había ido muy bien y que pronto mejoraría nuestra economía, que ya podíamos ir pensando en tener hijos y formar una familia, sin duda no era el momento de contarle mi infidelidad, ya en casa sentados en el sofá de la sala y decidida a hacerlo le dije

-Debemos esperar un poco más antes de embarazarnos amor, hay cosas que debemos solucionar antes de eso

El se recostó sobre mis muslos, los besó y me dijo

-¿Cómo cuáles amor?... No creo que exista algo que no podamos solucionar, te adoro Vianey y soy feliz a tu lado

Lo miré a los ojos y lo noté extremadamente feliz, nunca lo había visto así y no puede decirle nada sobre René, así que dije

-Creo que la más importante es que quiero ser tu amante, tu puta, la mujer que te enloquece en la cama y no solo tu esposa

-Menos lo de puta, lo demás lo eres amor

-¿Estás seguro?

-Completamente

-Demuéstramelo

-¿Cómo?

-Ven, desnúdate y acuéstate en la cama boca arriba, tú no hagas nada, déjame disfrutarte como hombre y no como esposo

Me desnudé y me senté en la cama a su lado, lo besé en la boca, el cuello, el pecho, mordisquee sus pezones y bajé besando su vientre hasta llegar a su pubis, tomé su pene con mi mano e hice lo que nunca había podido hacer aunque parezca increíble fue la primera vez que observé detalladamente el pene de mi marido, aprecié su curvatura, sus venas, era grande y grueso, su glande era ligeramente más ancho que el tronco a diferencia del de René que tenía el tronco más ancho que el glande, besé su glande hinchado y brilloso, lo besé y lo lamí desde la punta hasta el pubis observé el orificio en su punta y como fluía de ahí un líquido transparente el cual tomé con mi lengua y repartí alrededor de su glande, sin duda era la contraparte del líquido que humedecía mi vagina al excitarme, después de observarlo y acariciarlo por un buen tiempo, abrí mi boca y solté sobre de el mi aliento, miré a Gustavo, su respiración era agitada, le sonreí y metí su pene en mi boca unos instantes, lo saqué y le pregunté

-¿Te gusta que te lo mame? , ¿Quieres llenarme de tu leche?

-Me encanta que seas así de….

-¿De puta?

-Sí, que seas mi putita preferida, ven sigue mamando para que te dé a tomar tu lechita

-Te pienso ordeñar hasta la última gota amor

Volví a meter su pene en mi boca y seguí con mi “trabajo”, su pene se endureció y él me sujetó por los cabellos para que no dejara de hacerlo y con un tono de voz “Apretada” por su excitación me dijo  

-Te voy a llenar la boca de leche mamacita

Y se vino una y otra vez colmando mi boca del calor y sabor de su semen, apreté mis labios para sacar su pene de mi boca y frente a él lo tragué haciéndolo sentir ese especial placer que le da a los hombres vernos tragar su semen, al terminar me puse a limpiar con mi lengua el semen que había en su pene y él me preguntó

-Esto lo hacías cuando fuiste novia de René

-Aja, le encantaba que se lo hiciera

Me jaló hacia él y me besó apasionadamente, y me regresó el favor dándome un maravilloso sexo oral, no levantamos desnudos a tomar una copa y más tarde cogimos apasionadamente, al terminar él me dijo

-Eres increíble Vianey, te aseguro que a partir de hoy no dejaré de sacar todo eso que llevas dentro.

-Todo lo mujer que soy en la cama amor… Eso es lo que debes sacar de mi