Luis se regresó a sentar en su sillón, se puso los audífonos sobre sus oídos, miró a Elena acomodar su blusa y salir de su recámara, se quitó los audífonos y la escuchó bajar las escaleras, él se puso pensativo a jugar con los audífonos, "Es increíble, esto no puede estar pasando, es mi hermana, no puedo amar a mi hermana" pensó mientras apagaba el reproductor de música, se puso de pie, caminó hacia la puerta de la recámara y hablando dijo "¿Cómo demonios se puede uno enamorar de su hermana?, con tantas mujeres en el mundo y terminar enamorado de tu propia hermana, ¡carajo!, es como broma pesada esta chingadera" Regresó a su recámara, y viendo al póster donde aparecían él y Elena en la playa, dijo "No Elena, esto se acabó, te juro que se acabó"

Su monólogo fué interrumpido por su teléfono celular, miró la pantalla y no reconoció el número.

-¿Diga?

-Luis, soy Monse, no se te olvide nuestra cita, llevas ropa para cambiarte, tal vez podamos después salir a tomar un café y platicar.

-¿Y qué? ¿Me voy a poner la ropa limpia todo sudado?, No reina, mejor regreso a la casa, me baño y me cambio mientras tu haces lo propio.

-¿Cómo me dijiste?, ¿Reina?...que lindo corazón, pero hay muchos lugares donde te puedes dar un baño, no quiero ver a Elena, estoy enojada con ella. Te dejo que ahí viene el coronel, te adoro, no me dejes plantada, Besos

Se cortó la comunicación y Luis se quedó pensativo con una sonrisa en la boca, volteo nuevamente a ver el póster en la pared y señalándolo con el dedo dijo "¿Ya ves?, así es la vida hermana el pobre vive de lo que el rico desprecia... o de lo que el rico tira, como sea el refrán, eso vale madre".

Elena llegó al medio día para preparar la comida, Luis la recibió con un beso en la mejilla y ella le dijo "¿Sabes quien regresó?", Luis sin darle importancia respondió, "No tengo la mas remota idea", ella le dijo fingiendo felicidad, "Jorge, me habló por teléfono, viene en la tarde por mi para ir a… a ver que hacemos", Luis sintió celos, quiso protestar pero se contuvo y respondió, "Qué bien, si el viene por ti, me podrías prestar tu camioneta, voy a ver a Monse", Elena no se contuvo y preguntó en tono de sarcasmo, "¿Vas a ir con esa pinche puta?".. "Elena por favor, es tu amiga y la has insultado mucho con todo esto" respondió Luis y ella agregó "¿Yo, insultarla y en que forma insulté a la señorita, yo solo la estoy definiendo?

Luis se quedó viendo a su hermana, sabía que era una guerra de celos y él sintió que la estaba perdiendo, se quedó pensando "Una retirada a tiempo es una gran victoria, creo que lo dijo Napoleón, quien sabe pero tenía razón" y agregó "Hermana que yo me acuerde nunca has sido tan mierda para juzgar a la gente y si tú postura va a ser insultarla, no quiero seguir hablando contigo, mejor cambiemos el tema y platiquemos del pato Donald, o del clima y la política, ¿Te parece?", Elena lo miró llena de coraje para responder "Si quieres, pero Jorge pasa por mi a las cuatro y prefiero que no uses mi camioneta", "No importa usaré el auto del general y hablando del general, te recuerdo que no quiere que estés con tu novio sola en la casa…Te puede coger hermanita" respondió Luis mientras ponía a freír un pedazo de carne que sacó del refrigerador

-¡Estoy preparando la comida para los dos Luis!

-¿Cómo?, no vas a estar lista para recibir a tu novio, mejor deja de cocinar y arréglate muy sexy para él, yo puedo valerme por mi mismo…No me muero de hambre hermanita.

Elena apagó la estufa y subió furiosa a su habitación y Luis se quedó comiendo su pedazo de carne "Esto va a terminar mal, muy mal, son los truenos que preceden a una gran tormenta", Terminó de comer, metió su plato a la lava-vajillas y subió a su recámara a lavarse los dientes y se recostó sobe su cama.

Lo despertó Elena que le dijo "Ya llegó Jorge, me voy, puedes llevarte mi camioneta, regreso en la noche"…Luis dijo medio dormido "Elena acuérdate que mi papá dijo….." ella lo interrumpió "Que Jorge no puede estar en la casa si no está mi mamá, pero para que te enteres hermanito los hoteles tienen camas", rió y se fué.

Luis miró el reloj, eran las 4:20, se levantó, se puso ropa deportiva, sacó ropa limpia de su closet, su raqueta de frontón y salió, entró al garaje, se subió al auto de su papá, abrió la puerta eléctrica y se dirigió a la región militar. No lo detuvieron mucho tiempo en las guardias, llevar el auto del general siempre facilitaba las cosas incluso algunos soldados se cuadraron al no saber quien lo conducía por causa del polarizado de los vidrios. Llegó al frontón y se sentó a esperar a Monse, a las 5:10 llegó corriendo vestida de la misma forma que la vez anterior.

-Que linda eres mujer, tus piernas se ven increíbles, muy deseables.

-¿Tú crees?, ¿Crees que con ellas te pueda ganar?...

-Si, con ellas me ganas en lo que quieras.

-¿Lo podrás demostrar?___Preguntó Monse golpeando la pelota con la raqueta e iniciando el juego que se prolongó por mas de media hora.

Al perder Luis el último punto Monse levantó los brazos en señal de triunfo y se acercó a Luis que la abrazó, ella se pegó al cuerpo de él y le dijo "Te gané otra vez, que lástima que no te aposté nada", él le preguntó "¿Qué hubieras apostado?", ella lo miró sonriendo pícaramente y él peguntó "¿En serio?, diablos por eso te ganaría con los ojos cerrados"…Ella rió y respondió "Te aseguro que no te hubiera gustado ganar, tú perderías algo y yo ganaría mucho" Luis entendió que se refería a perder su supuesta virginidad de la que le había hablado su hermana a Monse, juntó su boca a la de ella y se besaron profundamente de pie a media cancha. Una voz los interrumpió

-¡Mayor!

Monse se separó de Luis, vió al coronel, se acercó a él, se puso firmes y subiendo su mano a la altura de su frente respondió

-¡Señor!

-Le recuerdo que ésta es una instalación militar y no un parque de diversiones, además tenga presente que aquí lo único que vale es el trabajo y lo único que cuenta es el grado que se ostenta y nada cambiará por relaciones familiares, no se equivoque mayor, no cometa un error que podrá lamentar por el resto de su vida como militar.

-Señor, permiso para hablar honestamente

-Adelante___dijo el coronel sonriendo

-No se equivoque usted coronel, como militar conozco mi deber, como mujer solo me interesa la persona.

-Eso espero Mayor, pero cuando quieran expresar sus emociones busquen un lugar fuera de las instalaciones militares….Por cierto me gustan como pareja sin importar que sea usted mayor que él.

-Gracias señor___dijo Monse saludando nuevamente.

Cuando el coronel se retiró ella rió y le dijo a Luis "Que mala suerte, casi nunca sale de su oficina en las tardes" Tomó a Luis de la mano y juntos caminaron al estacionamiento donde él había dejado el automóvil, subieron a el y circularon hasta la zona habitacional deteniéndose en el lugar reservado para ella al lado del automóvil de Monse. "¿Trajiste tu ropa?" preguntó ella, Luis afirmó con la cabeza y ella agregó, "Tráela, te puedes bañar en mi departamento", subieron al departamento de Monse, había un pequeño sofá, una mesa, un equipo de sonido y una TV, no había mas muebles, los libros estaban acomodados sobre el piso, un pequeño refrigerador y una mesita de PVC en la cocina con tres sillas, en la habitación una cama matrimonial, dos mesitas de noche, una silla y el closet.

-No tienes muchas cosas___dijo Luis

-¿Para qué?, tal vez mañana me cambien y así todo es más fácil, incluso para el ánimo.

-¿Te bañas tú primero?___preguntó Luis

-No, mejor báñate conmigo__Respondió Monse

Luis se quedó en silencio, en él había emoción y temor, Monse lo notó desconcertado, le tomó la mano y lo llevó al baño, abrió la llave de la regadera y se desnudó frente a él que quedó de pie sin poder decir ni hacer nada, ella le preguntó mientras entraba a la regadera "¿Te vas a meter vestido?", Luis se desnudó y entró a la regadera, la abrazó por la espalda y le dijo "Eres lo mas bello que he visto en mi vida", ella se dió la vuelta para quedar frente a él y preguntar "¿Lo dices de verdad o solo me quieres alagar?"…"Por favor reina, eres, eres…eres preciosa" la abrazó y se besaron profundamente.

Se separaron y Luis tomó el jabón y comenzó a enjabonar la espalda de ella que permanecía con su cuerpo pegado al suyo oprimiendo sobre su vientre el pene erecto de Luis, él la separó de su cuerpo y Monse fijó su vista en el pene, levantó su cara y sonrió mientras él enjabonaba sus pechos y su abdomen, bajó con su mano a la entrepierna de ella, Monse lo detuvo, le quitó el jabón de la mano y la puso nuevamente sobre su pubis, Luis metió sus dedos entre los labios vaginales y ella inspiró profundamente cerrando los ojos y apoyando su cabeza sobre el pecho de Luis, los dedos de él apretaron suavemente los labios y acariciaron la entrada de su vagina, ella levantó la cara y pasó lentamente su lengua por la boca de Luis, dándose besos cortos y húmedos.

Luis tomó el jabón de la mano de Monse, se arrodilló en el piso, le levantó una pierna y enjabonó desde el pie hasta la parte superior de su muslo, pasó el jabón por las nalgas para después hacer lo mismo con la otra pierna. "Qué lindos pies tienes, todo lo tienes bello, deseable, eres una mujer muy hermosa", Monse sonrió juntando sus piernas, tomó el shampoo y comenzó a lavar su cabello, él la recorría con la vista deteniéndose a observar su bien recortado vello púbico, besó las nalgas de Monse y puso su mejilla sobre de ellas, se puso de pie y se enjabonó, la tomó por la cintura la hizo a un lado y se enjuagó bajo el chorro de la regadera. "Me voy a salir preciosa, ¿Qué toalla uso?",

Ella sin poder abrir los ojos por el shampoo, le respondió "Cualquiera de las que están ahí, pero antes dame un beso". Luis la besó en los labios sintió el sabor del shampoo, se enjuagó la boca y ella rió metiéndose bajo el chorro del agua para enjuagarse el cabello, mientras él se secaba la escuchó decir "Espérame en la cama, si te vistes juro que te mato", los dos rieron y Luis respondió "Vestirse sería lo mas estúpido que hombre alguno pudiera hacer", salió del baño y se recostó desnudo sobre la cama, minutos después salió ella que aún secaba su cabello, se puso de pie frente a la cama, dejó la toalla en el piso y con el cabello aún húmedo se subió a la cama, Luis la besó y con besos recorrió todo el cuerpo de ella, deteniéndose a lamer y chupar de sus pechos, no eran muy grandes pero eran muy bellos.

Mucho tiempo estuvieron besándose y acariciándose, los dedos de Luis sintieron el calor y la humedad de su vagina, ella se volteo boca abajo y él la recorrió nuevamente con besos y caricias, Monse se puso boca arriba, separó sus piernas y él se metió en medio de ellas, Monse en medio de su muy agitada respiración le dijo "Despacio amor, se gentil, tierno, amoroso, hace mucho, mucho tiempo…." No terminó de hablar cerró sus ojos y retuvo su respiración al sentir como el pene de Luis iba entrando lentamente dentro de ella, sintió como su vagina se extendía al máximo para darle cabida, levantó su cabeza y vió el pubis de Luis pegado al suyo, la había penetrado completamente, los dos se miraron a los ojos sin decir palabra alguna, solo se escuchaba el ritmo de sus agitadas respiraciones.

Ella levantó sus brazos y él se recostó sobre de ella, no se movían, tan solo besaban la piel del otro que tenían al alcance de sus bocas, ella apretó su vagina y Luis al sentirlo inició sus movimientos, mucho tiempo permanecieron así, Luis sobre de ella levantando y bajando sus nalgas para entrar y salir de Monse, él enderezó su cuerpo, se apoyó con sus manos a los lados de la cabeza de ella y aceleró sus movimientos, ella lo miraba a los ojos, de su boca solo salían pequeños gemidos "ahh" cada vez que Luis entraba con fuerza hasta el fondo de su vagina, él comenzó a sentir el cuerpo de ella endurecerse, sintió sus piernas levantarse a los lados de su cadera.

Las piernas de Monse temblaban y él sentía los muslos golpear sobre su cintura, ella pasó sus pies sobre las nalgas de Luis, se apretó haciendo que él detuviera sus movimientos, cerró sus ojos, mordió con sus dientes su labio inferior, Luis vió con placer la cara de ella, sonrojada, perlada de sudor con sus ojos cerrados y comenzó a sentir sobre su pene las contracciones vaginales, fuertes, muy fuertes que se presentaban al ritmo de los "brincos" de su cuerpo, muchas contracciones tuvo Monse en un orgasmo maravilloso, Luis sintió como su vagina se relajaba al mismo tiempo que sus pies caían apoyados sobre la cama, el gestó de placer de su rostro dió paso a un rostro de tranquilidad y satisfacción, abrió los ojos y antes que ella pudiera decir algo Luis le dijo "Que maravilla es verte gozar, es increíble, me gustaría poderlo ver todas las noches de mi vida, eres maravillosa".

Monse levantó sus brazos y se abrazó del cuello de Luis quien se recostó sobre de ella y continuó moviéndose muy lentamente dentro de su vagina, su cabeza estaba al lado de la de ella, acercó su boca al oído de Monse y le dijo "Reina, ¿puedo…." . Ella interrumpió diciendo "Si amor, hazlo, lléname, ámame, dame todo tu amor, para eso estoy, para recibir tu amor y tu placer…" Ella calló al sentir las fuertes contracciones del pene de Luis, no las contó pero fueron varios chorros de semen los que inundaron su vagina haciéndola sentir una mujer amada y sus ojos se mojaron de lágrimas. Luis levantó su cara y al ver los ojos de Monse preguntó "Qué pasó reina, fui…" Ella lo interrumpió "Fuiste maravilloso, es solo que soy una mujer que siente el placer en el cuerpo y el alma…Me amaste corazón y cuando el alma siente algo siempre lo refleja haciéndonos llorar, ¿que contradictorio verdad?, un médico militar llorando de felicidad por sentirse plenamente amada como mujer, que contradicciones de la vida"…Luis, la besó en los labios con besos cortos sin pasión, sin deseo, y entre besos le dijo "Te amo mujer"

A su mente llegaron las palabras de Elena cuando le proponía hacer el amor con Monse..." y después del enorme placer del orgasmo quedar relajados, cansados de placer uno en los brazos del otro besándose amorosamente, sin pasión, sin deseo, simplemente amándose uno al otro.", él pensó "Que razón tenias Elena, que razón tenías". Se giraron quedando recostados de lado uno frente al otro, una pierna de Monse de bajo y la otra sobre la cintura de Luis, ella permanecía penetrada y él se resistía a salir de esa mujer, entre besos le dijo, "Estoy soñando Monse, esto no puede ser cierto", ella lo abrazó con fuerza y respondió "Ay Luis, eres muy lindo, muy tierno, no es un sueño amor, es realidad, una maravillosa realidad".

Continuaron con besos cortos lamiendo sus labios, besándose la cara y los ojos, Luis la acariciaba en la espalda, las nalgas y el muslo, sintió que su erección llegaba a su fin, miró a Monse a los ojos y dijo "No me quiero salir, no quiero que se acabe", ella dijo "¡Luis!" y lo abrazó con fuerza metiendo su cabeza sobre el pecho de él.

-¿Tienes pañuelos desechables?____Preguntó Luis

-¿Para que amor?

-Para no manchar de semen la cama

-Deja que se escurra, si ya mojaste con tu semen mi vida, que importa que se moje la cama.

Ella se puso boca arriba con sus piernas estiradas cruzadas sus pantorrillas y él se recostó sobre sus muslos, besándolos continuamente después de un rato de estar así le dijo "Que mujer tan increíble eres, bella, dulce, tierna, amorosa, eres tan diferente a Elena…" Volteó su cara asustado para ver la expresión de Monse y descansó al ver que ella estaba profundamente dormida, metió sus manos bajo las piernas de ella, recargó su cara sobre sus muslos y se quedó dormido. Lo despertaron las caricias de Monse en su cabeza.

-Luis, son las 11 de la noche, te tienes que ir

-Déjame quedarme a dormir, no están mis papás, que mas da.

-No amor, Elena está sola en tu casa y debe de estar preocupada, mejor vete, mañana nos podemos ver otra vez.

-Está bien, iré a hacerle compañía a mi hermanita.

Luis se levantó y se vistió, Monse se puso una bata y lo acompañó a la puerta, la abrió observó que no hubiese nadie en las escaleras, le dio a Luis un beso en la boca y solo le dijo

-Hasta mañana amor, yo te llamo

Luis subió al auto de su papá y salió del campo, al pasar frente a la guardia nocturna los soldados se pusieron de pie y saludaron, el rió pensando "¿Qué no sabrán que mi papá llega hasta pasado mañana?", aceleró el motor y se dirigió a su casa, guardó el auto en la cochera y al entrar encontró a Elena sentada en la sala. Él le preguntó

-¿Cómo te fué con Jorge?

-Como siempre, mmm, que esperabas, es un hombre increíble.

-¿Ese mmm, significa que cogiste rico?

-Significa que pasó lo que yo quería que pasara y fué algo increíble, delicioso, amoroso, lleno de deseo y lujuria desenfrenada… mmm, significa que lo sigo saboreando, mmm

Luis miró a Elena, en su cara notó ese gesto que tanto conocía, lo quería molestar, lastimar, quería que supiera que su novio era mejor que él, sin embargo no sintió celos, ni coraje, sin darle importancia le dijo

-Ahh, de modo que mmm, significa que lo sigues disfrutando

-¡Aja!___Respondió Elena en un tono que Luis conocía y odiaba desde que eran niños

-O sea que todavía lo traes adentro

-No, bueno si, aún tengo dentro de mi toda la leche que me tenía guardada desde la última vez que nos vimos

-¡Vaya!, eso quiere decir que tienes por novio a una vaca que te da mucha leche…Podías hacer negocio.

-¡No seas imbécil!

-¡No seas vulgar!

-Como sea le gusto a él… ¿Y a ti como te fué con tu doctorcita, jugaron y caminaron hasta el anochecer por el campo militar?... ¿O te invitó a compartir con ella el placer carnal?...pregunto así para no ser vulgar.

-Jugamos y caminamos hasta el anochecer por el campo militar.

Elena se puso de pie y preguntó en tono de admiración

-¡¿Te la cogiste Luis?!

-Vamos a cenar Elena, ya no tiene caso ésta plática

Luis caminó hacia la cocina y Elena lo siguió para decirle

-Si Luis, si te acostaste con Monse, lo sé, lo siento aquí en mi corazón, te acostaste con ella, lo hiciste Luis sin tomas en cuenta lo nuestro.

Luis soltó una sonora carcajada para decir.

-Pero si no existe lo nuestro Elena, tú lo dijiste y ahora menos que nunca.

-Te enamoraste, te acostaste con ella y te enamoraste sin tomar en cuenta lo que yo siento, no te importó lastimarme, herirme, maltratarme como mujer….

-¡Ya Elena!, bájale de huevos a tu drama…Tú me pusiste en los brazos de Monse, me la entregaste en bandeja de plata sin pensar en que algo podía pasar entre ella y yo, y pasó Elena, pasó y fué algo muy bello. ¿Quieres saber si me enamoré?...Si, si lo hice Elena, ¿Quieres saber si es mejor que tú?...Si, si lo es, ¿Quieres saber si la amo?...No, creo que no, creo que te sigo amando a ti, como hermana y como mujer, pero estoy dispuesto a olvidar mi amor hacia la mujer y fortalecer mi amor por mi hermana. El amor tú lo definiste muy bien ayer, y pienso que tienes razón.

Yo solo pienso que no es algo que nazca en uno de pronto y sin aviso, el amor es algo que llevamos dentro todos los seres humanos y que va saliendo conforme se dan los eventos en nuestra vida y lo vamos entregando de una manera diferente y a veces por situaciones fuera de nuestro control nos confundimos y desviamos ese amor hacia donde no debe ir o de la manera equivocada…Nuestro papá como buen general ama a nuestra bandera ya que es un símbolo que representa a la patria que el ama, pero no se masturba con ella Elena. Tiene relaciones sexuales con la mujer que ama y nosotros somos producto de esas relaciones, pero no la iza en el asta bandera.

El no está confundido y nosotros si lo estamos. Vamos a dormir hermana y mañana platicamos y tratamos de entender que es lo que pasa entre nosotros, al menos que prefieras vivir atacándome y buscando que un día salga el tema a relucir y se enteren ellos

-Te adoro hermano, ¿me prometes que platicaremos de todo mañana?

-Si, de todo lo que tú quieras, pero será la última plática sobre lo que hicimos.

-¿Dormirías conmigo? ¿Cómo cuando niños?, no quiero estar sola

-No Elena, no has dejado de ser una tentación para mi, mejor evitemos tentaciones.

Cada uno subió a su recámara y se durmieron pensando en lo que platicarían al día siguiente.