Laura le pidió a Mónica que se desnudara y que cerrara los ojos, sobre de ellos puso unos pequeños pads redondos de algodón los cubrió con una venda al derredor de su cabeza y le dijo

-Ahora amiguita te pondré un antifaz que me regalaron en el avión cuando fui a Londres… ¿No ves nada?... ¿Cuántos dedos te puse enfrente?

-No sé, te juro que no veo nada amiga… ¿Por qué se te ocurrió que hiciéramos esto?

-Porque estás como loca pidiendo que alguien te coja y como yo no estoy dispuesta a que se desborden los ánimos y me quieran coger a mí también mejor les invento un juego para que los tres te bajen tu calentura que más bien es furor uterino

-Mmmm, que rico… ¿Y nunca sabré quien fue quien?

-Exacto, tendrás placer sin importar quién te lo dé, ¿así te gusta o no?

-Así me encanta y así es como debe de ser…. ¿Vas a participar?

-No Mónica, Miguel y yo nos amamos y preferimos ser fieles

-¡Tú y tu maldito amor!, los hombres no aman no saben lo que eso significa a ellos solo les gusta coger, ya te lo he dicho muchas veces, un hombre es solo el motor que mueve la verga, es molesto, incómodo pero necesario para el placer.

-Si me lo has dicho, pero esa es solo tu opinión yo soy mujer de un solo hombre

-Yo soy realista amiga, por eso hago lo mismo que ellos ¡Coger! y disfrutar sin medida ni compromiso, cuando le das el sí a un hombre, más que tu novio se siente tu dueño y yo no soy propiedad de nadie, por lo pronto solo me interesa divertirme… ¿Entonces te vas a perder la diversión que tú inventaste?

-Sí, yo me divertiré después con mi ¿Cómo dijiste?... “Dueño”, mañana que llegue no le daré oportunidad de descansar del viaje y a diferencia de lo que crees nos divertimos mucho juntos o ¿acaso crees que estas esposas y otros juguetes los compramos para una investigación sobre la conducta sexual?

Mónica rió mientras Laura la acostó boca abajo sobre la cama, le estiró los brazos poniendo las esposas acolchonadas en sus muñecas y las ató a la cabecera de la cama, la escuchó respirar en forma agitada y le dijo

-Con sentir tu cuerpo desnudo sobre una cama te pones como loca, creo que necesitas un psiquiatra…Lo que no puedo negar es que estás muy buena, tienes un cuerpazo sin duda a ellos les va a ir de maravilla en especial al que gane el primer lugar, tendrás que esperar así un rato ¿Estás cómoda?

-Muy cómoda y muy caliente pero te equivocas con lo del psiquiatra la que lo necesita eres tú para quitarte tus tontas ideas de fidelidad… ¡Eso no existe Laura!

-Lo visitaré entonces…Pronto te quitarán la calentura recuerda que son tres vergas cada una con su motor

-A las tres me las devoro

-¿Segura?

-Segurísima, que me duran tres cuatro o diez que fueran

Laura rió y Mónica la escuchó salir cerrando la puerta tras de sí, dobló sus rodillas levantando sus pies y mientras balanceaba sus pantorrillas se puso a recordar cómo había llegado a la que sería la mayor aventura sexual que hubiera tenido. Todos ellos eran parte del grupo de amigos de la facultad, habían terminado la carrera en administración y los papás de una compañera les organizó una fiesta en su casa, cuando la fiesta terminó propusieron ir a un bar a tomar unas copas pero Laura les pidió que fueran a su casa ya que su novio Miguel con el que vivía desde hacía dos años no había regresado de su viaje y sin él ella no iría a ningún bar. Miguel no pertenecía a su generación ni a la facultad, era 5 años mayor que ellos y una semana antes de que Laura terminara la carrera se habían comprometido en matrimonio. Al final resultó que solo habían aceptado la propuesta de seguir festejando Jorge, Pablo, Enrique y ella.

Ya en casa de Laura habían tomado una copa platicando de sus experiencias en la facultad y ella diciendo “Esto está muy aburrido” había puesto música y les había hecho un baile muy erótico, subiendo su falda y permitiéndole a los tres tocar sus piernas, todos se habían quedado desconcertados cuando ella de pie frente a los tres hombres subió su falda y enseñándoles su sexo les dijo “Mi vagina está ardiendo, ¿Quién le quiere apagar su fuego?,”  Laura la interrumpió y ocultando su molestia le dijo.

-De seguro los tres Mónica, así que dejémoslo a la suerte tú te iras a una recámara y yo les pondré un juego, con el tercer lugar será sexo oral, el segundo lugar te penetrará sin tener derecho a nada más, ni besos, ni caricias, ni sexo oral solo “pene en vagina” y el primer lugar podrá hacer contigo lo que le dé la gana, durante el tiempo que le dé la gana, en pocas palabras los dos últimos te harán gozar a ti y el primero que será el último en estar contigo se dedicará a disfrutarte como le dé su regalada gana ¿Están de acuerdo y seguirán las reglas?

Sonrió pensando lo tonta que había sido Laura al pretender asustarla con su juego y en la cara que puso cuando ella había dicho “Me encanta la idea”, y como ellos habían aceptado a Laura no le quedó otra que subir con ella a la recámara donde esperaba excitada al primero de ellos con el que tendría sexo oral.

Habían pasado más de 15 minutos de cuando Laura la había dejado desnuda acostada boca abajo en la cama, de pronto escuchó abrirse la puerta y esperó, escuchó ruidos junto a la cama, sin duda él se estaba desnudando después sintió que le besaban las plantas de los pies y que la acariciaban en sus piernas, nalgas y espalda, sintió besos sobre sus nalgas y él le separó las piernas para adueñarse con su boca de su sexo chupando, lamiendo y besando, sentía su lengua entrar en su vagina y un dedo oprimía su ano, ella gemía de placer mientras él con su lengua acariciaba rápidamente su clítoris, cuando ella soltó un largo suspiro de satisfacción el “tercer lugar” dejó de lamer. Lo sintió moverse encima de la cama y sobre sus labios sintió la humedad del glande, con su lengua limpió el líquido que salía del pene y abrió la boca para que lo metiera en ella, chupó y lamió por un rato, cuando sintió que él comenzaba a moverse entrando y saliendo de su boca apretó sus labios y puso su lengua para que el glande se frotara sobre de ella hasta sentir el cálido semen golpear sobre su paladar, cuando él le sacó el pene de la boca ella tragó el semen. Sin decir una sola palabra él se bajó de la cama, lo escuchó entrar al baño y después de vestirse salió de la recámara.

A pesar de haber sentido un placentero orgasmo Mónica ardía en deseos, quería sentir un pene empujando con fuerza sus entrañas y a los pocos minutos fue complacida, escuchó cuando abrió y cerró la puerta, lo oyó desnudarse, por unos segundos no escuchó nada que no fuera su propia respiración agitada para después sentir como él se subía a la cama y sin caricias ni besos le separó las piernas y la penetró, las manos de él se apoyaron en la cama a los lados de su espalda y comenzó sus embestidas rápidas y fuertes, ella gemía con fuerza sus gritos posiblemente se escuchaban hasta la sala, sobre sus nalgas sentía golpear el pubis de él, sintió su cuerpo temblar sin control y al sentir sus contracciones soltó un fuerte grito de placer, grito que acalló mordiendo la almohada con su boca, poco después de su delicioso orgasmo sintió endurecerse el pene dentro de ella, levantó sus nalgas para forzar una penetración muy profunda y escuchó lo que para ella no era desconocido, esos ruidos guturales parecidos a un “pujido” que salen de la garganta del hombre cuando trata de ocultar sus gemidos de placer, más de una vez los había escuchado cuando había cogido dentro de un baño o escondida tras de un muro con su primo o con algún amigo.

El se recostó sobre su espalda haciéndola sentir su abdomen sobre sus nalgas y sonrió de gusto, le encantaba hacerlo así boca abajo ya que sentía moverse sus nalgas con cada embestida y le gustaba como su amante en turno las acariciaba. Se sabía muy bella con unas nalgas y unas piernas que enloquecían a los hombres y disfrutaba verlos enloquecer.

Después de unos segundos él se levantó de sobre su espalda lo sintió hincarse en la cama y bajarse de ella, lo escuchó entrar al baño y hacer correr el agua del WC para después vestirse y salir de la recámara, no sintió el semen escurrir fuera de su vagina por lo cual supuso que él había usado un condón, permaneció acostada con su mejilla sobre la almohada, había gozado un gran orgasmo y se sentía muy relajada, escuchó abrirse la puerta y nuevamente cuando él se desnudaba, lo sintió acercarse a la cama y desatar sus manos, la giró para que quedara acostada boca arriba y la ató nuevamente, sintió sus labios pegarse a los suyos y ella le respondió el beso ofreciéndole su lengua que él saboreó delicadamente, no sabía quién era pero sin duda sabía besar de una forma muy linda, él se subió a la cama para besarla en las mejillas, los oídos, el cuello y bajó hasta sus pechos, besó en medio de ellos, lamió y besó sus pezones para terminar mamándolos suavemente. No lograba entenderlo pero algo dentro de ella se revolvía emocionalmente, algo que llegó a su clímax cuando después de besar su vientre, su ombligo y su pubis, él recostó su cabeza sobre la piel de su pubis y metió sus manos debajo de sus nalgas apretándola fuertemente como si la abrazara mientras besaba dulcemente la piel sobre sus ovarios, ese algo dentro de ella la obligó a preguntar

-¿Quién eres?

No hubo respuesta solo lo sintió bajar con besos por sus muslos y sus pantorrillas hasta llegar a sus pies para besarlos tiernamente varias veces, le juntó las piernas y sintió que recargaba su cara en medio de sus muslos, sabía que era su cara ya que sentía su respiración sobre de ellos y volvió a preguntar

-¿Quién eres?

Nuevamente no recibió respuesta, él subió besando su cuerpo hasta besar su boca, le separó las piernas y sintió como la penetraba muy lentamente hasta sentir su pubis pegado al suyo, se recostó sobre de ella y la besó en el cuello, se enderezó y beso dulcemente sus pechos para después comenzar a moverse dentro de su vagina, sintió como sus manos acariciaban sus costados desde sus axilas hasta su cadera, se recostó nuevamente sobre de ella y la llenó de besos en la cara, la boca y el cuello, poco a poco la fue llenando de un inmenso placer que la hacía gemir suavemente sintió su cuerpo endurecerse al mismo tiempo que el pene dentro de su vagina y sus contracciones no le permitieron sentir las de él quien al terminar se dejó caer sobre de ella respirado agitadamente, cuando él normalizó su respiración la besó en el cuello y el hombro, cuando sintió  la respiración de él cerca de su cara entreabrió la boca para recibir un beso lleno de ternura y cariño, trató de abrazarlo pero no podía mover sus brazos y sintió enojo por estar atada y en un tono de voz que a ella misma extrañó le dijo

-No te vayas, quédate adentro y acuéstate sobre mí

El lo hizo y ella sintió humedecerse su mejilla, él la besó repetidamente en toda su cara dándole varios besos en la boca a los que ella respondió absolutamente conmovida por la ternura que la quemaba por dentro que no pudo ocultar en su voz cuando preguntó

-¿Estás llorando?...Dime quien eres, te lo suplico, no diré que me lo dijiste

Otra vez él no respondió, simplemente se enderezó y se bajó de la cama, ella sintió el semen escurrir fuera de su vagina y lo escuchó entrar al baño, al salir él se vistió y cuando ella lo escuchó caminar hacia la puerta le pidió con el mismo tono casi suplicando

-No te vayas por favor…Dime quien eres

Lo escuchó caminar hacia ella y una mano le acarició la cara y el cuello para después juntar su boca a la suya en un largo beso que la llenó de un placer desconocido para ella, al separarse lo escuchó caminar y ésta vez le rogó con voz quebrada por la emoción

-No, no te vayas te lo ruego, necesito saber quién eres

Escuchó la puerta cerrarse y la invadió una profunda tristeza, unos minutos después entró Laura, la desató y le quitó el vendaje de los ojos, ella los cerró al molestarle la luz, Laura preguntó

-¿La pasaste bien?... Yo creo que sí, tuviste tres penes, claro que cada uno con su molesto motor pero así te gusta ¿verdad?

Cuando se acostumbró a la luz no le respondió a Laura, solo le preguntó

-¿Quién fue el último en venir?

-No sé, ¿Por qué?

-Terminamos juntos y se vino dentro de mí

-¿Y qué te preocupa?, tú te cuidas y de un contagio debe tener más miedo él que tú, entra al baño, asearte y te esperamos abajo, recuerda que aquí no ha pasado nada ellos así actuarán y tú debes hacer lo mismo no quiero reclamos en mi casa, apúrate que son casi las 2 de la mañana y tengo sueño

Cuando Laura salió de la recámara Mónica miró su entrepierna, mojó su dedo con el semen que aún había en su vagina y lo besó, se metió al baño y después de asearse y vestirse bajo a la sala, miró a los tres que no hicieron ningún gesto y se sirvió una copa, Pablo dijo que se retiraba a su casa, Jorge y Enrique lo secundaron y quedaron las dos solas, Mónica le pidió a Laura que la invitara a dormir ya que era muy tarde a lo que ella accedió y subieron a dormir.

A la mañana siguiente mientras desayunaban Mónica le dijo

-Dime quien fue el último

-¿Qué último?

-¡Carajo Laura!... Lo sentí, lo sentí dentro de mí.

-Me imagino que sí, te estaba cogiendo y a ninguna nos cogen por afuera

-¡Entiéndelo Laura!..., El me ama, me ama de verdad

Laura soltó una carcajada y respondió

-¡Por favor Mónica!.. ¿Cómo se te ocurre? Los penes no aman

-¿No me crees verdad?

-Yo solo creo una cosa y discúlpame que te lo diga, ningún hombre se puede enamorar de una mujer que se pone a coger con dos antes de hacerlo con él y que tiene fama de….

-¿De puta?

-Pues si… ¡Te has cogido a media facultad Mónica! ¿Qué fama esperabas tener? ¿De Hermana de la caridad? Entiendo que es tu manera de ver la vida y no me importa, por eso permití que lo hicieras con tres en mi casa y solo espero que no se entere Miguel… Lo que no entiendo es que tú siendo como eres me digas que sentiste su amor mientras te cogía… ¡Por favor!, tú lo único que eres capaz de sentir es el placer que te puedan dar con la verga

-Te lo juro Laura, sé que me ama y necesito saber quién es

-¿Para qué? ¿Me vas a decir que te enamoraste del motor de una verga o qué?

-No seas así conmigo, créeme lo que te digo y dime quien es

-No…Ni te creo, ni te lo digo y estoy segura que ninguno de ellos te lo dirá… ¿No te los habías cogido antes?, si has cogido con todos Mónica

-Solo con Enrique

-¿Y piensas que alguno está enamorado de ti?... Yo no lo creo.

-¿Por qué no me quieres decir quién fue?

-Porque fue el acuerdo, además no entiendo para que lo quieres saber

-Para buscarlo y comérmelo a besos

Laura soltó una sonora carcajada y entre risas dijo

-¿De modo que la mujer que jugaba con los hombres está enamorada?..¡Al demonio con ese cuento!

-No me trates así y dime quien fue, te lo suplico

-Mónica… ¡Ya me hartaste! No te lo pienso decir, no creo que estés enamorada y si lo estuvieras perderías tu tiempo ya que nunca te querría para otra cosa que cogerte hasta hartarse de ti como lo han hecho muchos y de seguro serías tan idiota de dejarte embarazar y en estos tiempos un hijo no es razón para que un hombre se case con la mujer que embarazó, terminarías como madre soltera cogiendo con varios frente a tu hijo ya que lo puta no te lo quita ni el amor por veinte hijos.

Mónica miró fijamente a Laura, sus ojos se llenaron de lágrimas y entre llantos preguntó

-¿Eso es lo que piensas de mí?

-No Mónica, eso es lo que ¡Tú! me has obligado a pensar de ti

-Entonces no tiene caso que  sigamos siendo amigas

-Esa es tu decisión, pero nunca te diré quién fue

-¿Ni aunque fuera el hombre de mi vida?

-¡Por amor de Dios Mónica!... ¿Quién te pude tomar en serio como mujer?... Tal vez tengas razón y te ama con locura pero nunca se atrevería a ser tu pareja, ¡entiéndelo!... ¿Qué hombre se atrevería a vivir con una mujer que es capaz de coger con el primero que se lo pida?... Creo que si te hizo el amor, y entiende bien a lo que me refiero cuando digo “Te hizo el amor” lo ha de haber hecho lleno de dolor, además si te ama y no le importa tu pasado te buscará pero honestamente lo dudo.

-Así que piensas que nunca encontraré al hombre de mi vida.

-Nunca te interesó encontrarlo, siempre buscaste tener el pene que te diera placer e hiciste a un lado al hombre que te lo daba, tú lo dijiste, te interesaba el pene y no el motor que lo movía…Y sí Mónica, no creo que encuentres al hombre de tu vida al menos que te cambies de ciudad y le ocultes lo que has vivido

-¿No me vas a decir quién fue?

-¡Qué No!, nunca lo haré, metiste la mano al fuego por tu propio gusto, así que no busques quien comparta contigo el dolor de la quemada… Si de verdad te amara ya lo hubieras sabido ¿o solo eres capaz de saber y entender las cosas desnuda en una cama?. Pienso que estás enferma, muy enferma

-Entonces no hay más que hablar Laura

-Te repito que esa es tu decisión.

Mónica se levantó de la mesa, tomó sus cosas y salió llena de tristeza de la casa, Laura se vistió, se puso su anillo de compromiso, salió a esperar a Miguel al aeropuerto y no se volvieron a ver.