Ella me miró fijamente a los ojos, no sabría definir su mirada, tal vez de alegría o de incredulidad, el caso es que se sentó en la orilla de la cama y me dijo

-Dicen que los celos son sentimientos negativos que nacen de la inseguridad y nos conducen a una conducta patológica, que por lo general se manifiesta ejerciendo violencia física o moral sobre la persona que uno dice amar…. Pero también son una reacción al sentirse dueño del otro y darse cuenta que no lo es.

-¿A qué viene todo eso?

-Me gustaría saber por qué estas celoso, ¿Te supones mi dueño o estás enamorado de mí?

-Nunca te he supuesto de mi propiedad, incluso soy de los que se oponen a que la mujer cambie su apellido a  “Señora de”

-¿Entonces?

Ella preguntó volteándome a ver moviendo su mano como indicando que era la otra razón, yo no respondí, solo me quedé observándola ahí sentada vistiendo tan solo unas negras bragas de encaje, movió su cabeza negando y sin ocultar su sonrisa me dijo

 -No me juzgues a la ligera Ricardo, no soy puta, ni promiscua, ni nada de lo que te imaginas…Tuve un novio a los 17 años, me enamoré y accedí a acostarme con él llevada por el amor al igual que lo hago contigo, cuando se aburrió de cogerme me dejó como se deja a una puta que ya cumplió con su trabajo, duramos menos de un año, ocho meses para ser exactos. La verdad me dolió mucho que me cortara y esa fue una de las razones por la que me vine a estudiar a la capital… ¿Quieres saber quién me enseñó a ser como soy en la cama?, la verdad no lo sé…Tal vez él me enseño algo o tal vez solo actúo como una mujer normal dispuesta a complacer a su hombre ya que me gusta llenarte de placer

Hizo un breve silencio y señalando su espalda baja donde comienzan sus lindas nalgas dijo

-Así como tú me acostaste boca abajo y pusiste licor aquí donde se hunde mi columna para beberlo con la lengua como si fueras el Capitán mientras acariciabas mis nalgas, a mí también me gusta inventar juegos para enloquecerte… O tal vez he visto muchas películas pornográficas.

Se rió de lo último que dijo y juntó sus manos palma con palma para meterlas entre sus muslos bajando la vista hacia ellos, después de un largo silencio pregunté

-¿Te acuerdas mucho de él?

Sin levantar la vista respondió

-Si me preguntas si lo sigo amando la respuesta es no, si te interesa saber si me arrepiento la respuesta también es no. Lo amaba y no puedo negar que lo disfruté como lo he disfrutado contigo… Y si vas a preguntar llevado por los celos si lo hace mejor que tú, solo te responderé que todo tiene su momento en la vida, hoy no me interesa acostarme con él, pero disfruto intensamente hacerlo contigo.

Suspiró levantando sus manos a su cara, se acomodó el cabello y bajó sus manos abiertas golpeando sus muslos con la intención de ponerse de pie, yo la detuve preguntando

-¿A dónde vas?

-Me voy Ricardo, ya tu silencio dijo lo necesario, eres como todos amor, llevan a cuesta su historia y solo juzgan la de la mujer, buscan experiencia en la cama y exigen virginidad… Supones que por haber tenido a otro te seré infiel toda la vida, yo podría pensar lo mismo de ti, pero me sé lo suficiente mujer para que no busques en otra lo que yo puedo darte… En fin, no será fácil olvidarte pero de seguro llegará otro que tal vez me conquiste, yo me enamore, me acueste con él y me quiera a su lado o tal vez me bote como lo haces tú… No lo sé, solo sé que te amo y te juro por ese amor que aun siendo el segundo hombre en mi vida muero en deseos de que seas el último… ¿Algo más que quieras saber de mí antes de irme?

Se puso de pie, me miró con tristeza, yo me senté en la cama la tomé de la mano y la jalé hacia mi haciéndola caer sobre la cama, la besé en la boca y le indiqué que se pusiera de lado, ella se giró y juntó sus nalga a mi pubis apagué la luz y nos quedamos dormidos.

Por más de un mes compartimos muchas veces la cama, unas en mi casa y otras en su departamento, no siempre teníamos sexo pero si dormíamos abrazados, las veces que no lo pudimos hacer la soledad de mis noches me llevaban a la desesperación, Lucía se había convertido en una necesidad para mí

Yo disfrutaba de ella en un placentero juego de tener una bella amante que a veces me visitaba en mi casa y a quien otras veces yo la buscaba en la suya para disfrutar de un excelente y cada vez más placentero sexo, incluso habíamos intercambiado llaves de nuestras casas.  Como en todo lo bueno de la vida uno piensa que lo merece y simplemente se mantiene inmóvil creyendo que será para siempre. Sin embargo la lógica de las cosas siempre se impone y nos lleva a reconocer la verdad y es la verdad la que nos obliga a tomar nuestras decisiones.

Una noche en mi casa después de los besos y caricias ya desnudos sobre la cama yo metí mi cara entre sus piernas, observé el estrecho orificio de su vagina, metí mi dedo y ella soltó un suspiro cuando sintió mi lengua jugar con su clítoris, le hice el sexo oral hasta que la llevé al orgasmo, me enderecé y ella me miró a los ojos diciendo con voz suave

-Métete Ricardo

Estiré mi mano hacia el buró pero ella me detuvo, movió la cabeza negando y dijo

-Lo quiero…Estoy lista para eso

Yo no dudé ni un solo segundo, la penetré sin la protección del condón y por un instante quedé inmóvil disfrutando el calor húmedo de su vagina sobre mi pene, después los dos comenzamos el juego del roce placentero. Fue un sexo increíble, maravilloso, nunca pensé que el frágil cuerpo de una mujer pudiera encerrar tanto placer, tanta dulzura, tanto amor. Deteníamos nuestros movimientos para besarnos amorosamente y cuando mi erección perdía fuerza reiniciábamos nuestros movimientos.

No sé cuánto estuve dentro de ella, pero fue mucho tiempo, yo me esforzaba por retener mi orgasmo pero me fue imposible hacerlo, recostado sobre de ella la besé profundamente saboreando su lengua, al separarme nuestras narices se tocaban y nos miramos fijamente a los ojos aspirando nuestros alientos, no sé si habrá notado la desesperación en mis ojos o la dureza extrema de mi pene dentro de su vagina el caso es que afirmó con la cabeza y yo sin hacer movimiento alguno y mirándola a los ojos dejé fluir todo mi semen dentro de ella, al terminar mi raro y especial orgasmo, sin saber por qué exclamé

-Te amo Lucía, juro que te amo

Ella dibujó en su bello rostro una sonrisa que lo dijo todo, besé su cuello y su boca quedándome ahí hasta que se perdió mi erección, después me giré para quedar acostado junto a ella quien se acostó de lado posando su cabeza sobre mi pecho, yo disculpándome de haber terminado antes que ella tontamente le dije.

-Perdón amor, pero no pude aguantar más

-No seas tonto amor, te juro que fue el mejor sexo de mi vida, no te olvides que soy mujer

-Eso es imposible de olvidar… ¿De verdad te gustó?

-No solo eso, sino que me enloqueció sentir lo mucho que me amas

Su voz estaba llena de emoción y preferí no decir nada más, nos quedamos así abrazados un largo rato en absoluto silencio, después apagué la luz y nos dormimos.

Cuando despertamos bajamos a tomar café a la cocina y yo hablé con ella sobre lo sucedido la noche anterior, ella en tono incómodo ya que no lo podría calificar como molesto me dijo

-No voy a vivir contigo, vamos a dejarlo como estamos Ricardo, creo que es lo mejor…Por lo pronto yo voy a mi depa, ya no tengo ropa limpia en tu casa, después voy al despacho… Vengo en la tarde

-Ok amor

Se sonrió, me besó en los labios y se retiró

Ese día Lucía no se presentó en la oficina, yo fui a mi casa y comí en la cocina con el Capitán como lo hacía todos los días, al terminar me serví un whisky y salí a sentarme en el piso junto a la puerta de entrada a la casa, le aventaba su pelota al Capitán y me reía al ver que la pelota bajaba rodando y rebotando por los tres escalones de la terraza de entrada que llevan al jardín lo que hacía que él le ladrara enojado. El perro se cansó y yo fui por la botella de whisky y regresé a sentarme donde estaba, el perro se echó a mi lado y le comencé a platicar.

-Ya caí Capi… Adoro a esa mujer, no me vas a entender compadre porque tú te coges a una perrita y se acabó el asunto, a veces nosotros lo hacemos así también, pero hay veces en que por andar de calientes cogelones nos llenamos de una especial necesidad por esa persona… Es algo especial, es una mezcla de alegría, necesidad y desesperación que solo se calma estando con ella y no solo en la cama, el saberla cerca de uno ya nos da esa paz interior… Eso se llama Amor

Le dije al animal tocando con mi dedo índice su nariz, él solo soltó un gruñido y se acostó con  sus 4 patas de lado hacia mí apoyándose en mis piernas y estirándose mientras bostezaba, yo le dije

-¿Con permiso no?… Perro loco, tienes toda la terraza y me empujas

Así pasamos unos minutos de pronto el animal se levantó ladrando y se acercó a la puerta de entrada a la casa un poco después escuché que metían la llave en la cerradura y entró Lucía quien acarició amorosamente al perro y caminó junto con él hacia la terraza donde yo estaba, mientras subía los escalones me dijo

-¿Borracho y en el piso?

-Decepciones amorosas y tú eres la culpable

Con la palma de mi mano di un golpe en el piso a mi lado para indicarle que se sentara, ella lo hizo y ya en el piso junto a mí me preguntó

-¿Comiste?

-Con el capi… Claro que el sus croquetas y yo comida de microondas… ¿Y tú?

-Lo imagino, no creo que tú comas croquetas… Comí con una amiga… ¿Qué bebes?

-Whisky… ¿Quieres?

Ella tomó mi vaso, bebió y me dijo

-Está muy bueno, ¿es etiqueta azul?

-Si

Se terminó el licor que había en el vaso y yo serví más de la botella, le dio un sorbo y me regresó el vaso, después de permanecer un momento en silencio observando el jardín me dijo

-Ricardo a las parejas no las une un papel, ni una promesa, mucho menos un anillo, las une el esfuerzo diario por hacer que cada día sea como el primer día juntos con la misma ilusión con la que esperaban unirse para siempre, las une el deseo de volver a ver sus cuerpos desnudos ardientes de pasión en la interminable búsqueda de darse placer uno al otro como si fuera la primera vea que comparten la cama, las une una caricia tierna, un beso amoroso y una lágrima derramada ante el dolor del otro, las unen las alegrías, las tristezas, la risa y el llanto… Incluso compartir el cariño de un perro… Ya que en cada momento de placer, de alegría o de tristeza se entrega parte de uno y el vacío que queda lo llenamos con lo que recibimos del otro convirtiéndonos en uno solo.

 -¿Y eso cómo se logra?

-Con esos detalles cotidianos que le dan certeza al beso, a la caricia, al llanto y al sexo, detalles que hacen que podamos vivir juntos ya que no ha de ser fácil compartir y negociar nuestras mañas y costumbres

-¿Se debe negociar el amor?

-El amor no, pero es necesario mantenerlo negociando todo lo demás… Amarse no significa tener la misma costumbre cotidiana de vida, a mí me educaron mis padres, a ti los tuyos, yo soy una niñita caprichosa que quiere que todo se lo den en bandeja de plata, tú sabes que nadie te dará lo que no seas capaz de ganarte, yo soy muy desordenada en mis cosas y tú tienes un lugar específico para cada cosa, yo a todo le busco la razón y el motivo de ser, para ti todo debe ser simple y práctico… Estas y otras son las diferencias que tenemos que negociar cediendo los dos un poco para poder darle a nuestros hijos lo mejor de cada quien.

-¿Estás embarazada?

Soltó una carcajada, me tomó la mano y la puso sobre su vientre diciendo

-¿Cómo voy a saber amor?, si apenas lo hicimos ayer, es posible que lo esté, pero no lo creo ya que se supone que estos son días seguros además no lo podemos saber tan pronto

-Ya desviamos la plática y no me dijiste lo que piensas

-Ya te lo dije, te supongo mi pareja y quiero seguir viviendo nuestra loca aventura… Vamos a caminar con el Capitán, en la noche hacemos el amor, te cocino algo rico y ya no hablemos de algo que nos haga pelear

Al día siguiente en la oficina me llamó Blanca por el Teléfono para decirme

-Lo quiere ver el contador Martínez

-Qué pase

Lo recibí saludándolo de mano, le indique con un ademán que se sentara y dije

-Para que venga usted ha de ser un asunto grave… ¿Nos llegó hacienda?

-No, por eso no se preocupe yo lo dictamino cada año… Arquitecto, mi visita es para informarle que Lucía ya no vendrá a trabajar con ustedes ya que renunció a su trabajo

-¿Le dijo por qué lo hacía?

-No, pero lo supongo arquitecto

-¿Y que supone contador?

Pregunté nervioso y él contador cambió su tono diciendo

-Tengo varios años de conocerte Ricardo, no entrabas a la facultad, tu papá pensaba que serías ingeniero, pero terminaste de arquitecto

-Así fue contador, ya hace varios años de eso

-Por eso me atrevo a hablarte como lo voy a hacer…Pienso que la renuncia de Lucía es culpa de ustedes, de su absurda idea de irse juntos a Cancún y después sus continuas aventuras, sin duda que alguno de los dos terminaría mal, además violaste lo que tu padre nombra como ley suprema en los negocios “No se mete el pito en la nómina” y tú lo hiciste… Claro que no te culpo ya que Lucía es una chica que tiene todo lo que un hombre desea tener en la cama, era lógico que trataras de seducirla y lo lograras.

-No, no es así contador

-¿Me vas a decir que ella te sedujo?.. En fin eso no importa, mañana se ira a Sonora

-No quise decir eso contador

-¿Entonces?

-¿Habló con su sobrina contador?

-Entonces si sabías que era mi sobrina

-Claro y también sé que mi padre es amigo del papá de ella… ¿Y a usted que le dijo?

-Solo eso, que ya no quiere seguir trabajando y que mañana se iría a Sonora, realmente no platicamos mucho

-Ni hablar contador, así son las cosas… No me juzgue mal pronto se dará cuenta de la verdad

-Eso espero Ricardo

Se puso de pie molesto y lo acompañé a la puerta de mi privado, ahí de pie lo vi salir de la oficina, Blanca me miró a la cara y me dijo

-Le veo cara de preocupación arquitecto ¿Hay problemas?

-Solo falta de comunicación

-¿Ya no va a regresar Lucía verdad?

-No, renunció a su trabajo y mañana va a Sonora

-Por el enojo del contador pienso que supone que usted tiene la culpa

-Es un mal entendido Blanquita… Eso es todo Blanquita, un mal entendido

Por la noche Lucía fue a mi casa ya que yo la llevaría al día siguiente al aeropuerto, la escuché guardar su auto en la cochera y al entrar a la casa lo primero que hice fue reclamarle

-Me regañó tu tío porque renunciaste… ¿Por qué no le dijiste como estaban las cosas amor?

-¿Cómo se lo voy a decir a él antes de hablar con mis papás?... Ni modo amor, te tocó regaño pero no será el último, eso te lo aseguro... ¿Quieres?

-¿Qué?

-Estoy dispuesta a darte el mejor sexo de tu vida

-Prefiero amarte como ayer

Después de hacer el amor intensamente quedamos acostados boca arriba uno al lado del otro, yo abrí el cajón del buró junto a la cama,

-Ya sé que no es lo que nos une y que no te gustan las cursilerías de que me arrodille para pedirte matrimonio y esas cosas que nombras “ridiculeces de películas”, pero creo que es mejor que lleves puesto el anillo cuando se lo digas a tus papás.

Ella abrió el estuche, sacó el anillo, me lo pasó y me dijo

-Quiero que me lo pongas

Yo le puse el anillo de compromiso, no besamos en la boca y se recostó apoyando su cabeza en mi pecho diciendo mientras acariciaba mi piel

-Te amo, pero no dejo de sentir temor

Yo no respondí y nos quedamos dormidos.

Hace casi tres años de esto, Lucía no se embarazó hasta 2 años después, hoy ya tenemos una linda niña de 6 meses de edad, a la que nombramos Bibiana en recuerdo de la abuela de Lucía, mi buen amigo el Capitán se pasa casi todo el día a los pies de su cuna y al menor movimiento de la niña corre a donde estamos nosotros para ladrarnos como diciendo “Les habla su cachorro” … Y sí, a veces los ladridos han terminado con lo que suponíamos un excelente sexo… Pero así es el amor y la vida de los enamorados que deciden formar un familia