Susana pasó los días siguientes como había sido su vida antes de que se sucedieran los acontecimientos de los 15 días anteriores, hospital, clases y su práctica privada, en ella había un cambio de actitud, gastó una buena cantidad de dinero en "modernizar" su vestuario, incluso había comprado unas minifaldas a la cadera, se sentía segura de caminar por la calle vistiendo pantalones a la cadera y playeras cortas que dejaban ver su vientre, los piropos que le decían ya no la sonrojaban ni la hacían correr, simplemente sonreía cuando eran "finos" y no hacía caso a los que suponía vulgares u ofensivos, maquillaba sus ojos y procuraba salir a trabajar siempre elegante y atractiva, este cambio lo habían notado todos incluyendo a sus alumnos que le habían cambiado de apodo ya no era "La bruja fiera de cardio" sino la "bella infartante".

Ella notaba el cambio y se lo habían confirmado sus amigos del hospital, Marcos insistía en ir con ella a ese fin de semana y ella siempre le respondía "No doctor, dejaste ir la oportunidad", el miércoles llegando a su casa, como siempre se metió a bañar, se untó crema, se vistió con un "baby doll" traslucido de fina lencería que había comprado, compuesto de una pequeña panty y el camisón unos centímetros debajo de la panty y salió a la cocina a ver que se preparaba para cenar en su cama viendo la TV, sonó el timbre de la puerta, se asomó por la mirilla y vió a Félix, abrió la puerta le indicó que entrara, ya dentro él le dió un beso en la boca y ella fué directa.

-Félix, no podemos seguir así

-¿Cómo?

-Nos acostamos dos veces yo disfruté mucho y tú también lo hiciste, eso es innegable, pero estamos perdiendo el tiempo, soy 13 años mayor que tú, tú debes buscar a una chica o debes tener una chica que corresponda a tus intenciones yo solo soy una mujer en la que encuentras satisfacción sexual, por eso pienso que debemos seguir como vecinos, buenos amigos y nada mas, ¿no lo crees así?, dame tu opinión, no quiero dejar en ti rencor hacia mi.

-Susana, yo tengo novia, te deseaba como muchos en este edificio lo hacen, decidí decírtelo y simplemente de una forma extraordinaria como la mujer que eres aceptaste y me diste el mas grande de los placeres, yo no exijo nada, ni pretendo nada, ni pienso platicar lo que pasó con nadie, si tú quieres tener sexo conmigo sin duda alguna que no me negaré, pero yo no lo estoy exigiendo, para mi siempre serás una mujer extraordinaria en la cama y fuera de ella, así que no te preocupes que las cosas serán como tú lo decidas y sobre lo de sentir rencor te diré a la manera de Benitez Carrasco "No le va a mi señorío guardarle rencor a un río que fué regando mis flores"

-Qué lindo, ¿Quedamos entonces en eso?

-¡Por supuesto!, pero si alguna vez necesitas, ya sabes, yo estaré disponible.

Susana riendo le respondió

-Me imagino que así será

Le dió un beso en los labios y Félix le dijo

-¿Tendrás el "Katzung" de farmacología?

Susana fué a su librero, tomó el libro y se lo dió sentenciando

-Con "V" de vuelta jovencito

-Claro bella doctora es préstamo y prometo cuidarlo, no saldrá de casa.. Susana, ¿te han dicho que últimamente estás radiante, mas bella que nunca?, espero que yo haya sido parte de ese cambio.

-Sin duda corazón, sin duda lo fuiste.

Félix puso el libro sobre la mesa, la tomó de las manos, la observó de los pies a la cabeza, le dio un suave beso en los labios y dijo.

-Susana, siempre, escúchalo bien, siempre ocuparás un lugar especial en mi vida y jamás podré olvidar que fuiste la primera mujer con la que amanecí en la misma cama, eso no se le puede olvidar a nadie, te quiero mucho.

Tomó el libro abrió la puerta y salió del departamento, Susana vió que no cerró la puerta y cuando caminaba a cerrarla, vió entrar a Mónica quien al verla a ella vistiendo ese conjunto señaló admirada hacia la puerta y dijo.

-De modo que el de las nalgas ricas y tú ya le dieron júbilo al cuerpo.

Susana rió mientras Mónica cerraba la puerta y entraba al departamento, caminaron hacia la cocina y Susana le dijo

-La verdad si, ya tuvimos sexo, pero no hoy y espero que nunca más

-¿Como que nunca mas?, si el muchacho se ve que las puede bien, ¿Qué es muy malo en la cama?

-¡Mónica!, no, no es malo al contrario es magnífico, pero ya, ya Mónica, confórmate con saber eso, no te voy a platicar detalles de nada, olvídalo amiga

-Esta bien, pero no te molestes, yo solo quería saber si la tiene de buen tamaño y si la sabe mover bien dentro de una, ya que tiene unas nalgas…

Susana la volteo a ver haciendo una mueca con los labios y Mónica guardo silencio, Susana sacó del refrigerador lo necesario para preparar unos emparedados y le preguntó

-¿Y que te trae por aquí?

-El viernes tenemos que ir a Cuernavaca, no quiero que se te olvide y vengo a supervisar tu vestuario para la ocasión, pero por lo que veo ya no será necesario, si vieras lo bien que te ves en ese "baby", estas buenísima amiguita, si yo fuera hombre me la pasaría dentro de ti.

-Mónica, ¿no puedes pensar en otra cosa?

-¿Y en qué quieres que piense?,el sexo mi querida amiguita ¡mueve al mundo!, y siempre ha sido igual, ¿Cuántos de nosotros no somos producto de una violación entre marido y mujer?, ¿O los causantes de que nuestros padres se casaran?, ¿Tú crees que habrá quienes se pongan a coger solo para tener un hijito?, no seas infantil amiguita, se calientan, se dan una cogidota y si se embaraza la mujer pues que bueno y si no pues también.

-Mónica, yo he visto a mujeres buscar de todas las formas posibles como embarazarse y no poder hacerlo, la maternidad es un instinto y se desea profundamente.

-Será un instinto o lo que tú quieras, pero inicia cogiendo apasionadamente y en esos momentos lo último que se piensa es en quedar embarazada y terminar con una linda pancita, eso viene después de haber besado, mordido, lamido y disfrutado como fiera del sexo.

-Bueno, no pienso discutir tonterías, cada quien tiene su forma de ver las cosas, al menos a mi me encantaría quedar embarazada, es mas pienso que terminaré siendo una madre soltera, pero ven te enseño mis bikinis y la demás ropa.

Entraron al cuarto y Mónica vió con agrado la ropa que Susana había comprado, no solo para el esperado fin de semana, sino para usarla diario, Mónica salió al comedor, y le llevó a Susana una bolsa con una caja diciéndole.

-Mi regalo para este viaje de la nueva Susana.

Susana lo abrió y encontró un vestido largo de tela delgada, se quitó la batita de su lencería y se puso el vestido, era escotado de la espalda y al frente solo se anudaba en el cuello con un listón, entallado en la cintura y abierto de lado hasta el final del muslo, Susana se miró en el espejo del cuarto, se puso unos zapatos abiertos de tacón y se admiró de lo bien que aún se veía, Mónica le dijo

-Si en la cena del sábado no vuelves loco a mas de uno, entonces los hombres necesitan de terapia, pero aprovecha el viernes y el sábado para brocear tu piel, así querrán saber si eres blanquita o apiñonadita, te desatan detrás de cuello y te admiran los pechos, ya que no puedes usar sostén en un vestido así, y si tus pechos les agradan pues querrán ver el color de tu pubis y después "A coger y a mamar que el mundo se va a acabar"

-Mónica, eres incorregible, no puedo contigo, pero gracias amiga, es un vestido muy lindo y prometo usarlo en la cena del sábado, pero no te prometo dejarlo como el de la Lewinski, tú tocaya, que al parecer todas las Mónicas son unas calenturientas de lo peor.

-¿Va a ir tu hermanito?, tal vez pueda darme un "entre" con él.

Susana sintió algo especial que la hizo molestarse y respondió

-Parece que no, Alina no puede salir.

Mónica notó lo cortante de Susana y le cambió la plática

-¿Te animarías a un trío, Pablo, tú y yo, mmm, delicioso amiguita

-Mónica, no sé, yo ya me decidí que si no hay un hombre que me ame profundamente y me haga su mujer al menos debe haber quien me satisfaga sexualmente, y si me agarras en un momento de calentura, hacemos el trío, el quinteto, la onceava o lo que sea, ya me harte de ser una estúpida temerosa de disfrutar la vida y de los hombres, estoy harta, harta de mi soledad, harta de mi temor, harta de ser yo, ya no Mónica, no más, ¡no más!

-O sea que si no hay uno exclusivo para ti, los quieres a todos dentro de ti.

-¡Exactamente! Y escogeré de cual embarazarme para tener un hijo guapo o una hija muy bella, pero sea hombre o mujer le enseñaré el valor de ser mentalmente libre y le permitiré cometer sus propios errores sin temor alguno y solo con la conciencia de saber enmendarlos, vamos a cenar algo.

-No amiguita, yo tengo que regresar a casa, ¿pasamos por ti el viernes?

-No, yo voy en mi automóvil, no me gusta depender de nadie.

Se despidieron de un beso, Susana cerró la puerta, pasó los cerrojos, preparó su emparedado y se metió a su cuarto donde se cambió nuevamente el vestido por su batita y se acostó en la cama a ver la TV, terminó de comer, puso el plato sobre el buró y estiró las piernas, se observó desde los pies hasta la panty, su mano comenzó a acariciar su vientre, estaba excitada, metió su mano debajo de la panty y sintió la humedad de su sexo, acarició su clítoris con su dedo, metió una mano debajo del camisón y apretó sus pezones, lamía los dedos que acariciaban su clítoris y los metía en su vagina para lamerlos nuevamente y probar el sabor de las secreciones que humedecían su vagina, "a esto les debe saber a los hombres cuando se pasan un buen rato lamiendo y volviéndola a una loca de placer".

Se levantó, abrió un cajón de su closet, vió los juguetes que tenia y tomó un vibrador grande con balines dentro con una especie de uña que tocaba y vibraba sobre el clítoris mientras el cuerpo enorme del juguete se movía y vibraba muy adentro por toda la vagina, se desnudó completamente, se recostó boca arriba, dobló sus piernas poniendo las plantas de los pies sobre el colchón y las separó para comenzar a meter poco a poco el juguete dentro de su vagina, lo sintió muy grueso, lo sacó y lo metió en su boca para llenarlo de saliva y después volverlo a meter lentamente en su vagina, entraba con mas facilidad y sentía como separaba al máximo sus paredes vaginales.

Lo metió hasta que toco su útero y encendió el vibrador, el juguete se movía en el fleje que tenía en medio simulando entrar y salir de su vagina, mientras que la uña vibraba estimulando al máximo su clítoris, con una mano lo detenía dentro de su vagina, mientras que con la otra acariciaba sus pechos, su vientre y su pubis, ponía la mano sobre su pubis y sentía sobre su piel el movimiento dentro de su vagina, regresó la imagen de cuando en su adolescencia se masturbaba en silencio en su cuarto, ya la había olvidado pero era él, su hermano Eugenio sobre de ella haciéndola gozar del sexo, trató de reprimir ese recuerdo, trataba de pensar en Félix, en Carlos o en Pablo con los que si había tenido sexo, pero la imagen de su hermano regresaba.

Su excitación la tenía al límite y dejo fluir en su mente esa imagen y así imaginando que su propio hermano la penetraba su cuerpo se fué tensando haciendo que sus piernas y sus nalgas temblaran hasta que el primer espasmo, fuerte y placentero la hizo exclamar un "agg" de placer que se continuó en muchas contracciones placenteras en todos sus órganos y músculos de la pelvis, quedó completamente relajada, había tenido un buen orgasmo, se sacó el juguete, lo apagó, se levantó de la cama y así desnuda salió del cuarto para ir a dejar su plato a la cocina, pagó las luces, en el baño limpió el juguete con un trapito húmedo, lo guardó y desnuda se metió bajo las sábanas, apagó la luz de la lámpara del buró, recargó la cabeza sobre la almohada y se dijo

"Celos, eso fué lo que sentí, celos de Mónica y Eugenio, debo visitar mañana al psiquiatra en el hospital, no puedo sentir esos deseos por mi propio hermano" cerró los ojos y pensó en la charla que había tenido con él, "Con un demonio" se dijo, se levantó salió a la sala, tomó un libro de psiquiatría y se puso a buscar y por fin lo leyó nuevamente, "Sacar de la mente del paciente esa verdad oculta y hacer que la reconozca es el inicio de toda curación, mientras la verdad no aflore o no se reconozca será inútil cualquier tratamiento químico que se pretenda utilizar", quedó de pie pensativa mientras cerraba el libro y lo ponía en su lugar en el librero, se vió desnuda con la luz encendida y las cortinas abiertas, no le importó que algún vecino la hubiese visto, apagó la luz y se regresó a su cuarto, cerró la puerta y se metió en la cama.

"Realmente he cambiado a partir de la plática con Eugenio, pero ¿Qué verdad era la que teníamos o tenía yo oculta, debo reconocer que me siento liberada de algo, ¿pero de qué?" el sueño la venció y despertó al día siguiente con la música del despertador.