El vicealmirante puso su mano sobre la frente del cadáver y exclamó

-Es una niña Dios mío, ¿Qué le está pasando a nuestros jóvenes?...Avise a las autoridades civiles pero exija estar presente en la necropsia quiero saber de qué demonios murió y porque lo vino a hacer dentro de una base militar y entregue junto con el cadáver sus pertenencias

-¡Permiso para hablar Señor!

-Adelante capitán

-Permítame insistir en que nosotros hagamos la necropsia, creo que es un asunto muy delicado señor

-¿A qué se refiere?

-Al revisar sus pertenencias dentro de su bolso había una carta para usted

-¿Para mí?... No entiendo la razón, nunca había visto a ésta chica

El capitán sacó las hojas de la bolsa de su bata y se las entregó al vicealmirante quien miró las tres hojas tamaño carta dobladas sin sobre que en uno de sus dobleces tenía escrito “Al jefe de la zona naval”, miró al capitán preguntando

-¿Qué dice?

-No la he leído señor, pero se me hizo sospechoso que estuviera dirigida a usted

-A mí no, pero si al comandante de la base sin saber ni quien era… Que cosa tan rara

Desdobló la carta y leyó párrafos de las tres hojas, miró el cadáver y levantando la vista al capitán le dijo

-Por el momento no de aviso a las autoridades civiles, creo que comienzo a entender por qué vino a morir aquí, tiene razón capitán esto es muy delicado y necesito consultarlo con mi almirante jefe de región, sobra pedirles discreción

-¡Señor!

Dijeron al unísono el capitán y el guardiamarina enfermero El vicealmirante dobló los papeles y los metió en el bolsillo de su camisa y se retiró a su oficina.

Escuchaba por la línea al almirante comandante de región decirle

-Te entiendo Arturo pero nosotros no podemos hacer nada, esos funcionarios gozan de un fuero constitucional que nos impide actuar máxime cuando la única prueba que tenemos es una carta encontrada en el cadáver de una pobre chica y nuestra zona de acción son las aguas de la nación así que tampoco podemos recurrir al aseguramiento de armas de la policía, eso le corresponde a la defensa y no a la marina, nosotros solo coadyuvamos con nuestra infantería si el ministerio público nos lo solicita… Tú obligación es entregar el cuerpo y que los civiles hagan su trabajo

-Luis, hay más chicas sufriendo un infierno, regenteadas por ese tipejo protegido por la autoridad civil, ¿Ellas no son un motivo para que “nos brinquemos las trancas”?

-¡No vicealmirante!, recuerde que es usted militar y los militares solo obedecemos ordenes

-¡Eso lo sé almirante! y mi carrera lo demuestra

Se hizo un silencio en la línea y después el jefe de región dijo

-Mándame la carta al fax de mi casa para llevársela a mi almirante secretario, no uses conductos oficiales… Y qué bueno que me hablaste ya que sobre ese asunto de que alguno o algunos de tus hombres anden buscando chicas es algo que no podemos evitar, son jóvenes y tienen tentaciones, así que solo pídeles que sean discretos, por la prensa, ya sabes cómo son de amarillistas, tú me entiendes ¿verdad?

-Perfectamente Almirante, muchas gracias señor

-Con cuidado Arturo

Colgaron el teléfono y el vicealmirante llamó a su ordenanza, al entrar el teniente se cuadró diciendo

-¡Señor!

-Que venga el capitán Torres.

-¡Si señor!

Tocaron a la puerta de su despacho y después la abrió el ordenanza para dar paso al capitán quien vestía su uniforme verde camuflajeado y las tres estrellas de su grado bordadas sobre sus hombros y al frente de su gorra, insignias que sin importar que fueran iguales a las usadas por los coroneles en el ejército dado el trabajo conjunto entre ejercito e infantes de marina, su grado oficial era el de capitán de navío infante de marina, al entrar dio un saludo militar diciendo

-¡Capitán Torres reportándose señor!

-Siéntate Torres

El capitán se sentó frente al escritorio del vicealmirante quien permanecía distraído leyendo unos partes navales, tomó la pluma de su escritorio y firmó el parte, cerró la carpeta y preguntó

-¿Hace cuánto que nos conocemos Torres?

-Ya tiene unos añitos almirante, varios diría yo, usted era capitán de fragata y yo teniente de navío, creo que fue en Guaymas

-Creo que sí, hemos recorrido casi todas las costas del país… Tengo algo para ti Torres

-Ordene señor

- ¿Te enteraste de la chica?

-¿La que se desmayó?... Es el comentario en toda la base, ¿Cómo está?

-Muerta… Hinojosa hizo hasta lo imposible pero no lo logró, le metió catéteres en los dos brazos para el suero y no sé qué tanta cosa más le hizo, ya ves como son los médicos

-Lástima, pero así es esto

- La pobre chica llevaba encima ésta carta dirigida a nosotros

El vicealmirante sacó del bolsillo de su camisa la carta y se la dio, el capitán comenzó a leer y al terminar afirmó y preguntó diciendo

-Es duro… ¿Quiere que haga lo que dice al final?

-¿Por qué lo preguntas?

-No puede usted actuar al menos que la autoridad civil lo solicite y según leí hasta los federales reciben dinero de la trata de personas así que no se puede confiar en nadie.

-No puedo ni voy a actuar, además no olvides a Guillermo Prieto “Los valientes no asesinan”

-Pero él defendía al presidente Juárez, no a tipejos que merecen la muerte y que me perdonen los de derechos humanos, aunque esté mal que lo diga un militar

-Por la tarde hablaré para que vengan por el cadáver, ya sabes si murió dentro de la base que es nuestra jurisdicción tenemos derecho a perder el tiempo como lo hacen ellos… Sobre lo que nos relata la chica acerca de indocumentados y demás le corresponde al almirante secretario hablar con el presidente para recibir órdenes ya nuestro comandante de región está enterado de todo, pero dudo mucho que exista la voluntad política para dar una solución, a los civiles les tiembla la mano para aplicar la ley

-Será porque son los que la violan

El vicealmirante giró la silla de su escritorio para observar el mar y los buques de la armada a través de su ventana

-Me gustan los buques, siempre me han gustado los barcos, mi padre también fue marino llegó a ser almirante y mi abuelo también lo fue se les decía “comodoro”… Lo que más me preocupa son las demás chicas que tiene éste desgraciado en esa casa sin que nadie haga nada para liberarlas…Claro que cuando eran comodoros no existía la armada como ahora, la primera academia naval se situó en Tlacotalpan en 1825 a ella asistió mi abuelo fue uno de los 18 cadetes que había y ya el 1 de julio de 1897 fue escuela naval militar en el puerto de Veracruz a ella asistió mi padre, a mí ya me tocó estudiar en Antón Lizardo

-Una familia de militares

-Sí, y no solo en la marina, mi hermano menor es soldado, coronel de infantería su uniforme es igual al tuyo, nos vemos muy poco. ¿Te platique que serví en el Cuitláhuac? Un destructor tipo Fletcher que compró México, era el Rodgers americano, sirvió en la guerra del pacífico, como quisiera yo tener a ese desgraciado en mis manos y enseñarle que él valor no se demuestra golpeando mujeres…. Ya llevamos muchos años en esto Torres, muchos años

Torres se puso de pie y en posición de firmes dio un saludo militar diciendo

-¡Señor!

El vicealmirante no se giró de la postura en que estaba, solo llevó su mano hacia su sien para responder el saludo, cuando Torres salió tomó la carta y comenzó a leer nuevamente, en ella Sofía contaba su historia leyó dos veces un párrafo que decía “Si mis padres y maestros hubiesen notado la diferencia en mi comportamiento seguramente no tendría que contarle mi historia, pero mis padres siempre estaban muy ocupados con lo suyo sin saber a dónde iba ni con quien salía y los maestros viven temerosos de cualquier demanda por maltrato físico o psicológico ante derechos humanos al grado de que han perdido todo interés en la vida personal de sus alumnos. Con esto no pretendo culpar a nadie de lo que es culpa mía, solo pienso que a pesar del dolor que les causara la verdad, si se hubiesen quitado la venda de los ojos para aceptar en lo que se había convertido su hija, hubieran podido evitar que llegara a donde estoy”. El militar respiró profundamente y pensó “Ya no estás en ningún lado niña, ahora estás muerta”

Siguió leyendo y se detuvo en otro párrafo que decía “Somos muchas y muchos las víctimas de la trata de personas, cientos, tal vez miles, son explotados ya sea usados para cruzar droga a los Estados unidos o como mi caso para servir sexualmente a quien sea, todas, absolutamente todas las autoridades corruptas están coludidas y son parte de un gran negocio, de tal forma que si una se atreve a denunciar simplemente se arriesga a ser tratada como delincuente o de plano a ser asesinada por la misma policía. En los últimos meses he servido sexualmente a jefes policiacos, políticos del más alto rango e incluso ministros de religiones, todos corruptos y todos degenerados sexualmente hablando, no tiene usted idea de lo que desde los 15 años he tenido que hacer o más bien dicho como me han usado para satisfacer sus perversiones, sadismo, masoquismo, golpes y heridas en el cuerpo que son incomparables con las del alma, hambre, frío, denigración y golpes, golpes y más golpes ha sido nuestra vida diaria frente a la mirada complaciente de las autoridades y la mirada indiferente de una sociedad que se niega a ver la verdad ocultando la cabeza como avestruces y diciendo a “mí nunca me pasará mis hijos no son drogadictos ni se prostituyen”, lo mismo han de haber pensado mis padres y que equivocados estaban”

“Nadie está a salvo de las redes de delincuentes dispuestos a sacrificar vidas humanas a cambio de dinero, antes a las chicas nos engañaban y terminábamos vendidas como mercancía al mejor postor, en la actualidad las secuestran y a base de golpes, hambre y frío las obligan a prostituirse y ellas por temor al juicio de una sociedad que se ha vuelto incapaz de diferenciar entre víctima y victimario muchas veces prefieren el suicidio que enfrentarse a la realidad que les espera en el remoto caso de lograr escapar de su “protector”…. Sé que mi carta no tendrá efecto alguno en usted ni en ninguna otra autoridad ya que mientras nuestra desgracia les produzca dinero la ley y la justicia no se aplican, que pueden importarles a ustedes el sufrimiento de unas cuantas putas, simplemente me atrevo a escribir ya que no tengo nada que perder que no sean unas cuantas hojas de papel”   

-Y por desgracia también la vida

Dijo el vicealmirante en voz alta guardando la carta en el bolsillo de su camisa y abriendo la carpeta que contenía los oficios que requerían de su firma.

Mientras tanto en la casa del Rafa tocaba el teniente Torres con un grupo de 8 infantes de marina, cuando el Rafa les abrió Torres lo empujó metiéndolo a la casa y preguntó

-¿Tú eres el mentado Rafa?

-Si

-Acompáñanos

-Trae orden de presentación y de cateo

-Aquí está

Dijo Torres señalando los fusiles M-16 de los infantes de marina, el Rafa pretendió usar su celular pero un culatazo de fusil sobre el rostro se lo impidió, Torres levantó del suelo el celular del Rafa, lo guardó en la bolsa de su guerrera y le dijo al teniente su segundo al mando

-Lleven a las chicas a la base, revisen todo y junten evidencias, cualquier pregunta recuerden que nos informaron de que aquí guardaban armas para los narcotraficantes

-¡Señor!

Llevaron al Rafa a la base, Torres entró al despacho del vicealmirante y después del saludo le dijo

-Lo tenemos en la enfermería señor, ya el oficial Martínez trae a las chicas para que las revise Hinojosa y se localice a sus familiares, aseguramos todo lo de valor que había en la casa para clasificarlo.

El vicealmirante se levantó de su silla, se puso su gorra y Salió rumbo a la enfermería, al acercarse al Rafa lo tomó por los cabellos y lo jaló hasta la mesa donde estaba el cadáver ordenó que lo descubrieran y le preguntó

-¿Conoces a ésta niña?

-Nunca la había visto

Le tomó la cabeza y empujando su cara sobre el vientre del cadáver para evitar que respirara y le dijo

-Mírala más de cerca para ver si la reconoces imbécil

Así lo mantuvo por cerca de medio minuto para después jalarlo por los cabellos y preguntar

-¿La reconociste?

El Rafa agitado tomaba aire desesperadamente y respondió

-Ya le dije que no

El vicealmirante le azotó la cara contra el costado de la mesa donde estaba el cadáver haciéndolo sangrar por la nariz y él gritó

-Me rompió la nariz, lo voy a demandar en derechos humanos

-No será lo único que te rompa el día de hoy y referente a derechos humanos, aquí nadie te ha visto, además no creo que llegues a presentar tu demanda

-Eso es lo que usted cree

Lo volvió a azotar contra la mesa, le levantó la cara ensangrentada y le dijo

-Mira imbécil el escudo nacional y las estrellas que llevo en mi uniforme no las compré regenteando niñas, me las gané a base de esfuerzo, esfuerzo que me convirtió en un hombre muy duro y sin sentimientos por los malditos desgraciados como tú, te aseguro que no serás la primera basura humana que mato con mis propias manos. A esta chica la mataron los golpes que tú le diste y te voy a leer algo ¡Sujete a esta basura capitán!

Torres torció el brazo del Rafa haciendo que gritara mientras el vicealmirante sacaba la carta de su bolsillo y dijo

-Esta carta la escribió esta pobre chica antes de morir, la encontramos en su bolso, tiene nombres, fechas y montos que tu repartes a ciertas personas, pero te leeré lo que dice al último… “Solo ruego que nos liberen ya que la justicia no existe para nosotras y en todo caso lo justo sería matar a ese maldito, pero no creo que tengan el valor de hacerlo”

En tono valentón el Rafa dijo

-Ella misma dice lo que yo afirmo, no tienen el valor de hacerlo

El vicealmirante tomó una charola de acero inoxidable donde el médico ponía su instrumental y con ella le dio un fuerte golpe en la boca tirándole dos dientes mientras Torres le torció un dedo de la mano hasta romperlo, el Rafa grito suplicando que no lo lastimaran más y el vicealmirante le preguntó

-¿Así te rogaba ésta pobre niña?... ¡Cállate maldito cobarde antes de que te mate con mis propias manos!

El Rafa quedó en silencio, las lágrimas se rodaban por sus mejillas el vicealmirante en tono calmado le dijo

-Pero no te vamos a matar… Al menos no nosotros… Torres

-¡Señor!

-Metan a esta basura tras las rejas, que sus hombres filtren entre los civiles que se inició una investigación militar por la muerte de la chica quien antes de morir nos dio nombres de todos los que están metidos en esto y que el tal Rafa será testigo de cargo ante la PGR y ya que hayan filtrado esa información lleven a ésta basura a su casa y permanezcan un buen rato con los vehículos militares al frente de la casa, yo voy a pedir que vengan por el cuerpo de ésta niña

-¡Señor!

Antes de que el vicealmirante se retirara el Rafa gritó

-¡No, no me puede hacer eso!... ¡Me van a matar!

-¡Y a mí que me importa!