Durante dos días nos portamos muy bien "como buenos hermanos", el jueves por la noche estaba sentada junto a Rodrigo viendo la TV, nuestros padres ya se habían retirado a dormir y Arturo aún no regresaba de visitar a su novia, yo vestía mi camisón corto y una bata de noche, con mi vista fija en la pantalla de la TV doblé mis piernas de tal forma que la bata cayera a un lado del sofá, Rodrigo puso su mano sobre mi pierna y la acarició por un buen rato para después agacharse y besarla dulcemente, yo sin separar la vista de la pantalla y sin pronunciar palabra desdoblé mis piernas para que acariciara la parte interna de mi muslo, sus dedos poco a poco bajaron hasta tocar mi panty, él me veía a la cara esperando alguna reacción pero yo no volteaba a verlo simplemente bajé mi mano para separar la panty ofreciendo mi sexo a sus caricias, al sentir su dedo entre mis labios cerré los ojos, levanté mis nalgas y me senté en la orilla del sofá para separar más mi panty y darle acceso a mi vagina.

El se agachó sobre mis piernas y metió su dedo en mi, mientras acariciaba con su dedo mi vagina humedecía con sus besos mi pubis, de pronto escuchamos subir las escaleras a Arturo, Rodrigo sacó su dedo y se separó de mi dejándome con las piernas abiertas y sentada como estaba, Arturo terminó de subir y en ese momento yo me puse de pie, abrí mi bata y acomodé mi panty, él solo sonrió y caminó hacia el cuarto de nuestros padres a cumplir con el ritual familiar de tocar a la puerta, abrir y decir "Ya llegué" la respuesta sería la misma de siempre dada por mi madre "Qué bueno hijo" y ella se quedaría dormida en unos cuantos minutos. Yo lo había visto cumplir el ritual y después salir de casa con sus amigos que lo esperaban en un auto estacionado a unos metros de la puerta de la casa.

Yo ya me había sentado nuevamente en el sofá dejando mis piernas sin cubrir por la bata, Arturo se sentó a mi otro lado dejándome en medio de los dos y sin preámbulo alguno posó su mano sobre mi muslo y Rodrigo hizo lo mismo sobre el otro, así permanecieron un rato acariciándome, noté la erección de los dos bajo su pantalón y me puse de pie diciendo "Buenas noches, que descansen", al hacerlo escuché la voz de Arturo decir "Mira Marichu", voltee a verlo, con sus manos apretaba el pantalón haciendo más evidente su erección y yo me incliné para poner una mano sobre la entrepierna de cada hermano acariciando sus erectos penes sobre el pantalón, le dí un beso húmedo a cada uno en la boca y dije en voz baja "No cabe duda, tengo dos hermanitos muy bien dotados, pero esta noche no les toca cenar en mi cueva", ellos sonrieron y yo me fui a dormir.

Ya recostada boca arriba en la cama no dejaba de pensar en como había perdido la virginidad con Enrique aún siendo novios y como con el tiempo me fué llevando a conocer el enorme placer del sexo, ya casados nos ponemos a ver películas porno y hacer todo lo que en ellas vemos, hemos tomados fotos y videos de nosotros cogiendo, la primera vez que me penetró por el ano me metió el dedo embarrando con vaselina en todo mi recto, ya que me había acostumbrado a su dedo untó con la vaselina su pene y me lo metió, había sentido dolor al principio pero conforme me fui acostumbrando y escuchando sus gemidos repitiéndome que le había entregado mi virginidad por todas partes me excité al extremo y tuve un delicioso orgasmo, cuando él se vino logré sentir su semen llenarme, recuerdo que esa vez al salirse de mi corrí al baño a vaciar mi recto. Aunque pocas veces lo hacemos anal yo compré un lubricante en una sexshop y al hacerlo ya mi ano se dilata fácilmente y logro mantener su delicioso semen dentro de mi recto por toda la noche.

Me encanta coger con él de perrito, que me penetre por la vagina y se quede inmóvil dentro de mi para ser yo la que gire mi cadera hasta sacarle todo el semen, una vez mientras hacíamos eso detuvo mis movimientos y me metió un consolador por el ano, ¡Qué delicia!, sentía como el vibrador acariciaba mi recto y su pene dentro de mi vagina, mis movimientos se hicieron casi imposibles y mientras la fuerte vibración hacía todo dentro de mi para llevarme al clímax yo tomé otro juguete, uno de esos en forma de pene muy bien hecho y me puse a mamarlo desesperadamente, la vibración, el sentirme ocupada por todos lados los movimientos de Enrique, lo que me decía. "Ten mamacita, disfruta por todos lados, ya te rompí el himen, ya te rompí el culo y estrené tu boca, ahora disfruta una verga en cada lado, vente rico, disfruta como merece hacerlo una mujer con esas nalgas, esa cadera y esas piernas, llénate de placer, llénate de verga" y nuestros fuertes gemidos, toda esa excitación me llevó a un maravilloso orgasmo, juro que perdí el sentido. Ya después me cogió muy dulcemente en la posición del misionero repitiéndome entre gemidos que me ama, que soy muy bella, que estoy muy buena… Me encanta escucharlo gemir y decirme palabras amorosas pero también todas las vulgaridades que se le ocurran y que nos excitan, soy su amor, su esposa, su hembra, su amante, su puta… ¡Y me encanta serlo!.

Esa vez después de venirse entre fuertes gemidos de placer mientras llenaba de semen mi vagina y estando aún dentro de mí me preguntó si me hubiera gustado que fueran tres hombres, yo le respondí que me hubiera encantado, que lo deberíamos hacer alguna vez… Claro que él quedó en silencio, besándome hasta perder la erección y abandonar mi cuerpo.

Mis pensamientos de esa noche me llevaron a acariciar mi clítoris hasta que me vine en un orgasmo que me hizo brincar de placer y seguramente mis dos hermanos estarían haciendo lo mismo pensando en mi cuerpo y en el calor de mi vagina, estaba nerviosa pero lo haría, los tendría a los dos en una salvaje doble penetración que me llevaría al cielo del placer, quería quedar desmayada mientras sus leches ardientes inundaban mis entrañas, solo me haría falta el pene de mi esposo en la boca y su semen en mi garganta…Tal vez algún día pueda ser. Y no culpo a mi esposo de nada, sería absurdo, él me enseñó a coger como cualquier hombre lo hace con la mujer que ama siendo aún virgen, pero ¿Cómo podría saber que dentro de mí había una fiera ansiosa de placer?, él mismo está sorprendido de lo ardiente que soy.

Sin darme cuenta me había quedado dormida, me despertó el sonido del reloj despertador, me vestí con mis pants y mi chamarra para bajar a desayunar, ya sentados a la mesa mi mamá fué la que preguntó.

-¿Entonces hoy no vienen a dormir?__Arturo respondió

-No, al menos que Marichu haya cambiado de parecer__Yo lo miré coquetamente y respondí

-¡Caro que no!, yo me voy terminando de desayunar, a las tres paso por Rodrigo y te esperamos en la noche, pero les aclaro que se trata de echarle muchas ganas aunque terminemos agotados….Debemos dejar todo muy limpio para que Enrique vea que tiene una esposa muy linda.

-OK, terminaremos totalmente agotados___Respondió Rodrigo en plan de broma.

Cada quien salió a sus obligaciones y yo a mi departamento, pasé al supermercado para abastecer la despensa y el refrigerador. Cuando entré en el departamento y guardé las compras me puse mis shorts y me dedique a limpiar y ordenar todo, el departamento es chico y con la ayuda de la aspiradora y la lava-pisos prácticamente había terminado para la hora en que debía ir por Rodrigo, salí por él vistiendo mis shorts y lo esperé dentro del auto, al subir él me dió un beso en la mejilla y mirando mis piernas me dijo "Qué buena estás hermana", yo sonreí y respondí "Pienso que si, ya que lo dices con pleno conocimiento", él agregó "Y quiero aprender más", yo solté la carcajada diciendo "Lo vas a tener hasta saciarte de mi ya que pienso ordeñarte hasta la última gota de leche y lo mismo haré con Arturo"

Al llegar al departamento él me abrazó y nos dimos un delicioso beso en la boca, yo le dije "Vamos primero a terminar de limpiar Rodrigo", él respondió "Primero quítame las ganas que tengo de ti, ver tus piernas me pone muy cachondo", yo reí, le dí otro beso en la boca, lo tomé de la mano y lo llevé a la recámara, ya dentro le dije "Espérame a que me lave, te voy a enseñar algo que te va a encantar", entré al baño, me desnudé, abrí la regadera, me cubrí el cabello y me bañé el cuerpo, al terminar puse crema en mis piernas y salí desnuda a la recamara donde él estaba sentado en la cama, le pedí que se desnudara y ya desnudo nos besamos en la boca estando de pie a un lado de la cama, mamó mis tetas y besó mi vientre, yo me arrodillé frente a él, besé sus testículos y lamí su pene por un rato, me puse de pie y le dije "Quédate de pie detrás de mi, te voy a enseñar como tu hermana te ordeña toda tu leche".

Me arrodillé en la orilla de la cama y me puse de perrito ofreciéndole mis nalgas diciendo "Mira Rodrigo, soy tu perrita, te doy las nalgas, pero antes prepárame para recibirte dentro de mí, besa y lame" él se agachó y comenzó a darme de besos en el sexo, su lengua jugó por un rato con mi clítoris y la entrada de mi vagina, se separaba y besaba mis nalgas, yo ardía, sentía la humedad de mi vagina mezclarse con su saliva y le dije "Lame mi culo, trata de meterme ahí la lengua" él dudó y agregué "Estoy limpia, dame ese placer" ¡y lo hizo!.. Comenzó a presionar sobre mi ano con su lengua y a recorrer con ella el trayecto de mi ano a mi sexo…mmm que placer, sentí como mi ano se contraía en un ligero orgasmo como si me masturbara.

Agaché mi cuerpo apoyándome sobre mis antebrazos delante de mi cabeza y mis nalgas levantadas ofreciéndole mi sexo y dije "Ya métete Rodrigo, llena mi vagina, despacio y cuando estés en el fondo de mi, quédate ahí sin moverte", él se enderezó, sus manos recorrieron mis costados desde mis hombros hasta mis nalgas, me dijo "Que deliciosa estás Marichu, me gusta tu cadera, tu cintura, ¡Qué ricas nalgas tienes hermana!" yo reí preguntando "¿Nunca habías visto a una mujer en esta postura?".."Solo en fotos" respondió "Pues disfrútala en vivo, observa como la cadera femenina se ensancha, apóyate en ella y dale a tu verga el calor de mi vagina, únete a mi apasionadamente".

Sin duda ver a una mujer en esa postura excita al máximo a los hombres, los brazos estirados hacia el frente, sus cabellos caen a los lados de su cabeza por sus hombros, su espalda recta hasta su cintura donde la columna se hunde, la cadera se ensancha, las nalgas forman esos pequeños hoyuelos y se levantan redondas y firmes, en medo de ellas los labios vaginales y los muslos juntos se ven bajar gruesos y bien formados hasta las rodillas.

Yo me sé poseedora de un buen cuerpo y al notar que me observaba llena de vanidad y soberbia le pregunté "¿Qué ves?, antes de metérmela describe mi cuerpo, dime lo que te gusta" él comenzó a decirme mientras iba acariciando y besando parte por parte de mi cuerpo "Tu cabeza, tu espalda blanca y suave, tus lindas tetas colgando de tu pecho, tu cintura pequeña, me encanta como se abre tu cadera, que lindas curvas de mujer tienes, se te ven unas nalgas excitantes, tu culo hacia arriba, estos muslotes, ¡ricos!.. Y tu sexo esperando ser penetrado" al terminar de decir eso sentí su pene comenzar a llenar poco a poco toda mi vagina la cual agradecida apretaba con fuerza a su inquilino en turno, gemí de placer y cuando quedó inmóvil dentro de mi comencé a girar mi cadera despacio oprimiendo y moviendo su pene dentro de mis entrañas.

Conforme aceleraba mis movimientos él comenzó a gemir y a decirme "Eres una licuadora Marichu, te mueves de poca madre, eres fabulosa hermana" yo respondí "Una licuadora que necesita de su lechita" y en tono de desesperación le dije "Aprieta mi culo con tu dedo", él comenzó a apretar y mi ano se abrió para permitirle el paso, yo le dije "¡Méteme el dedo, acaricia mi recto, hazme gozar!" metió su dedo índice dentro de mi recto y entre gemidos exclamé, "¡Aprieta hacia abajo, siente tu verga dentro de mi vagina, mueve tu dedo sobre de ella!"..y al hacerlo sentí una fuerte y placentera contracción que me dejó inmóvil con el cuerpo tenso y arqueado, necesitaba que mi orgasmo viniera, que mis contracciones se hicieran rítmicas y le grité "¡Muévete Rodrigo!, empuja con fuerza, ¡muévete rápido!", él sacó su dedo de mi recto, me tomó por la cadera para mover mi cuerpo con fuerza hacia delante y hacia atrás haciendo que mis contracciones se hicieran rítmicas y placenteras…. ¡Qué rico me viene!.

Me encanta que me muevan a mi, que jueguen con mi cuerpo como si fuera una muñeca para hacer que su pene se frote en las paredes de mi vagina, y mientras él lo seguía haciendo sentí endurecerse su pene, me jaló con fuerza hacia él pegando mis nalgas a su pubis y sentí su pene empujar el fondo de mi vagina como si tratara de traspasarme, soltó un fuerte gemido seguido de otros más suaves que se acompañaron de las contracciones de su pene indicando que me inundaba con su ardiente semen y me hacía sentir el enorme placer de poseer a mi hombre..Qué especial y maravillosa sensación de placer da recibir los chorros de semen dentro de una, yo le dije "Te adoro Rodrigo, que delicia es tenerte", él me empujó suavemente de las nalgas y yo me fui recostando lentamente para que no se saliera de mi hasta quedar recostada boca abajo con su cuerpo sobre el mío ambos agotados de placer. "Qué rico coges Marichu, que delicia es venirse en ti, en este cuerpo tan delicioso" me repetía cerca del oído mientras su respiración regresaba a la normalidad, le pedí que nos recostáramos de lado y así quedamos abrazados en silencio por mucho tiempo, cuando su erección se perdió se salió de mi cuerpo y permanecimos unos momentos más con nuestros cuerpos pegados y sus manos acariciando mis pechos, después se sentó sobre la cama y preguntó.

-¿Piensas coger con Arturo?

-Con los dos, vamos a conocer el placer de un delicioso trío___respondí yo con voz cachonda

-¿Qué uno te la meta mientras se la mamas a otro?

-No, uno en la vagina y otro en el culo… ¿Por qué?

-No, no, por nada.

Se levantó al baño para asearse y yo recostada boca arriba en la cama le pregunté

-¿Estás celoso Rodrigo?

-¿Cómo crees?... Solo quería saber que pretendías hacer

-Rodrigo, esto es diversión, coger por coger, soy tu hermana y estoy casada, además ya te diste cuenta que soy muy puta, ¡No puedes enamorarte de tu hermana y menos de una puta!

-¡¡¿Quién dice que estoy enamorado de ti?!!... Y si tienes razón, eres muy puta

Yo quedé en silencio, él salió del baño y avergonzado me dijo

-Perdón Marichu…Si estoy celoso, es que te quiero mucho.

Yo me levanté molesta sin decir una palabra y entré al baño, al salir me vestí con mis shorts y salí a la sala donde lo encontré limpiando los vidrios, yo me puse a limpiar otra ventana y nos olvidamos del asunto, comimos algo que yo preparé y a las 7 de la noche habíamos terminado de limpiar el departamento, nos sentamos en la sala, tomé mi celular y le hablé a Arturo

-¿Qué pasó hermanita?___me respondió

-Ya terminamos de limpiar, como solo te va a tocar divertirte, te toca comprar las pizzas y un buen vino para cenar, yo pongo el wisky.

-Me parece bien, en menos de una hora llego.

Rodrigo y yo platicamos de todo sin tocar el tema de sus celos y su puta hermana, un poco antes de las 8 llegó Arturo con la cena yo serví unos vasos con wisky y nos pusimos a beberlo en la sala sentados en el piso charlando de tonterías, serví otras copas y les pedí que se sentaran junto a mi uno a cada lado con nuestras espaldas apoyadas sobre el sofá, abrí mi blusa dejando mis pechos desnudos y les dije "Ya los tres sabemos de que se trata esto, así que mamen de su hermana, uno de cada pecho" y así lo hicieron, que delicia es sentir a dos hombres mamando de una, me hicieron sentir inmensamente deseada y eso es muy, muy excitante, yo les abrí las braguetas y saque sus penes para acariciarlos uno con cada mano, uno grande, el otro mas pequeño y muy grueso pero los dos ¡Deliciosos!. Me levanté de pronto y dije "Vamos a bañarnos para disfrutar de lo nuestro y después cenamos"

Caminé a la recámara seguida de mis dos hombres, me desnudé frente a ellos, entré a baño y me metí bajo la regadera, a los pocos minutos entró Arturo y tiempo después Rodrigo quien a diferencia del primero su erección no se presentaba ni me acariciaba simplemente se enjabonaba, Arturo si me acarició y nos besamos en la boca varias veces, miré a Rodrigo con un gesto serio y lo besé en la boca llena de pasión, al hacerlo su erección se presentó y después de un rato de besos húmedos que yo alternaba con uno y con otro salimos de la regadera ya bañados, les dije "Espérenme en la cama yo tengo que ponerme muy suave y perfumada para ustedes" y salieron del baño, al terminar de ponerme crema, perfume y un poco de rimel en las pestañas salí desnuda y los encontré sentados en la orilla de la cama con los pies en el suelo, les pedí que hicieran sus espaldas hacia atrás hasta quedar recostados en la cama, me arrodillé en el piso y me puse a jugar con los dos penes y sus respectivos testículos, los besaba y lamía hasta que no resistí el deseo de disfrutarlos con mi boca y alternadamente metí y disfruté los dos preciosos penes de mis hermanos con mi boca, les pedí que se pusieran de lado haciendo que sus penes se juntaran y yo lamí los dos al mismo tiempo intentando sin lograrlo meterlos a mi boca juntos.

Ellos se subieron a la cama acostados boca arriba, me monté sobre Arturo e hicimos un delicioso 69, y después de un rato "cambié de caballo" montándome sobre Rodrigo para hacer lo mismo con él, me levanté y los besé a los dos en la boca mezclando nuestras salivas impregnadas del sabor de mi sexo y los dos penes lo que aumentó en los tres la excitación. Arturo se puso de rodillas y yo me puse "a gatas" acercándome a mamar su pene, mientras lo hacía le grité a Rodrigo "¡Métemela Rodrigo!" y él me penetró por la vagina moviéndose con fuerza dentro de mi, yo mamaba desesperadamente el grueso pene de Arturo quien entre gemidos decía "Que delicia de mamada, eres buena para la verga Marichu, tú si sabes como mamar y coger, eres una puta excelente", Rodrigo dijo "No, no le digas puta, es una mujer deliciosa, una hembra maravillosa"

Me moví y Rodrigo se salió de mi vagina, a gatas me acerqué para abrir el cajón del buró y sacar el lubricante, mientras lo hacía Arturo se puso detrás de mi y lamió mi sexo y sentí empujar su lengua sobre mi ano hasta lograr meter la punta en el, yo gemí de placer y dije "No solo tienes una buena verga, también una gran lengua", me voltee y miré a Rodrigo quien tenía un gesto desencajado pero no le hice caso, lo empuje para que se acostara boca arriba le separé las piernas y me monté sobre de él metiéndome su pene en la vagina, le dí el lubricante a Arturo quien sonrió de gusto y me recosté sobre Rodrigo, Arturo metió su dedo lleno de lubricante en mi culo acariciando mi recto y presionando con su dedo hacia mi vagina tocando el pene de su hermano y dijo "No trates de moverte Rodrigo, vas a sentir mi verga rozar la tuya, te vas a dar una gran venida" y comenzó a meter su grueso pene por mi ano.

Mientras mi recto era ocupado sentí un "placentero dolor" que me hizo abrir la boca y gemir "ahhh" frente a la cara de Rodrigo dándole mi aliento oloroso a pene, a vagina, a sexo, a lujuria, a pasión y él con su lengua lamía mis labios. Yo lo comencé a lamer y a morder en los labios y el mentón llenándolo de mi saliva que él correspondía humedeciendo con la suya mis labios y mi lengua, Arturo me penetró hasta que sus testículos tocaron mis nalgas, ¡Qué cosa más increíble!, sentía dentro de mi una presión maravillosa, su verga empujaba a la de Rodrigo empujándola sobre la piel de mi pubis, se comenzó a mover y mi sudor comenzó a humedecer mi cara mezclándose con la saliva de Rodrigo, mis labios y mis mejillas estaban impregnadas del olor a mi vagina, de sus penes, de saliva y sudor.

No lo resistí más, mi cuerpo se puso tenso, muy tenso, mis ojos se subieron como si pretendieran ver mi cerebro, mi boca estaba abierta y mi saliva se escurría por mis labios, solté un grito que ahogué presionando mi boca abierta sobre el hombro de Rodrigo mojándolo con mi saliva y dejando mi dentadura marcada en su piel mientras las fuertes, muy fuertes contracciones comenzaron dentro de mi haciendo que todo mi cuerpo temblara, mi vista se oscureció y comencé a ver estrellitas, levanté como pude mi cabeza y mi brazo para decir con voz apagada "Esperen, me voy a desmayar", Arturo se salió de mi y yo me dejé caer a un lado de Rodrigo, su pene abandonó mi vagina y quedé tirada boca arriba cubriendo mis ojos con mi antebrazo y mi cuerpo completamente flácido, Rodrigo preguntó preocupado "¿Qué te pasó Marichu?" y Arturo respondió "Qué se dió una venida de poca madre y ahora nos toca a nosotros venirnos dentro de ella hasta inundarla de la leche que le encanta a la cabrona"

"¡¡Espérate, déjala, ya no puede, ya no quiere!!" Replicó Rodrigo, pero Arturo se arrodilló frente a mi que permanecía boca arriba completamente flácida y dijo "Qué poco sabes de esto, las mujeres pueden y quieren tener orgasmo tras orgasmo, el asunto es no dejarlas así, sino darles más y más placer, mira ese cuerpo delicioso, con esa cintura y esas tetas que caen hacia los lados de su cuerpo….¿No me digas que no la quieres llenar de leche?", Rodrigo no respondió y se bajó de la cama mientras Arturo levantaba mis piernas, dobló mis muslos sobre mi pecho con mis rodillas dobladas y apoyó las plantas de mis pies sobre su pecho e hincado sobre la cama me dijo "¿Te gusta por el culo mamacita, entonces te la voy a dar por ahí", puso su pene en la entrada de mi ano que aún estaba dilatado y lo empujó haciendo que gritara de dolor y placer. Rodrigo le dijo "¡La estás lastimando pendejo!",

Arturo rió y me pregunto mientras se movía dentro de mi "¿Te estoy lastimando hermanita putita?", yo dije entre gemido "No, no, me encanta tenerte ahí, empuja con fuerza, rómpeme, disfruta el culo de tu putita", Rodrigo me miró a los ojos y se sentó en el sillón de la recámara a ver a su puta hermana coger. Yo respiraba agitadamente y gemía con mi boca abierta, Arturo cambió su técnica y comenzó sacando su pene hasta la entrada de mi ano para después empujarlo con fuerza dentro de mi haciendo que soltara gritos de placer que podrían escuchar mis vecinos y los ahogué poniendo una almohada sobre mi boca, escuchaba la voz de Arturo decirme cada vez que empujaba su pene dentro de mi "Ten, ten la verga que te encanta, gruesa y dura, disfruta cabroncita" y yo entre gemidos y gritos decía "Dame, dame más de esa verga deliciosa, me encanta como me rompe el culo" mis palabras ahogadas por la almohada no se escuchaban claras, pero mis gemidos y gritos hacían patente mi placer y él lo estaba disfrutando tanto como yo.

Estaba gozando salvajemente de un sexo único, mi cuerpo se tensó nuevamente y comenzaron mis fuertes contracciones que me hacían gritar de placer mientras apretaba la almohada sobre mi boca, mis ojos estaban completamente desorbitados y el sudor corría de mi frente hacia mi cara, escuché la voz de Arturo decirle a Rodrigo "¿No que no podía más?, ¡mírala!, ve como se esta viniendo tu hermanita y tiene para más la cabrona… así son las mujeres ardientes como ella" y a mi me dijo "Qué forma de venirte Marichu, me aprietas la verga muy fuerte y muy rico, te estás viniendo a lo cabrón" yo solo respondí "Si, si, me estoy viniendo delicioso, no te pares, haz que me venga por horas, no pares, no pares por favor" y tuve el orgasmo más intenso y largo de mi vida, nunca pensé que una pudiera venirse de esa manera, ¡Qué delicia!, todo dentro de mi se apretaba con fuerza para después relajarse, una y otra y otra vez….

Cuando esa maravilla de placer fué disminuyendo, Arturo sacó su pene como la había estado haciendo para volver a meterlo con fuerza pero esta vez me lo clavó en la vagina, haciendo que soltara un fuerte grito de placer lo empujó con fuerza dentro de mi y me dijo "Ten Marichu, ten tu lechita caliente" y entre gemidos me inundo de su cálido semen. Terminando su fuerte y productivo orgasmo me miró a los ojos y dijo "Que deliciosa estás Marichu, realmente deliciosa, me encantas hermana" tomó mis pies por los tobillos, los besó y tomó mis manos y las puso en mis corvas para que detuviera mis piernas sobre mi pecho, tomó una almohada y la metió debajo de mi cadera, me dijo "Deja tu vagina hacia arriba para que la leche te llene el útero que ha de estar ansioso por tenerla" y mirando a Rodrigo le dijo "Tu turno campeón, disfruta el apretado culo de tu hermanita, hazlo como yo y déjala desmayada de placer" Rodrigo se subió a la cama y tomó la misma postura que había usado Arturo y me penetró por el ano haciéndome gemir con fuerza mientras Arturo se acercó a mi cara para decirme "Límpiame la verga preciosa" y yo metí su pene en mi boca para limpiarlo del semen que en el tenía.

Rodrigo se movía dentro de mi recto con suavidad, todo dentro de mi se movía placenteramente, no con la fuerza de un orgasmo pero me hacía gozar lo que nunca había gozado en mi vida, permanecía con los ojos cerrados gimiendo "Ahh, ahh, ahh" cada vez que Rodrigo empujaba dentro de mi, sentía el semen de Arturo escurrir lentamente por mis labios vaginales y en mi mente lo veía correr libremente dentro de mi útero y tontamente lo imaginaba mojar mis ovarios, cuando sentí endurecerse el pene de Rodrigo le grité "¡En mi vagina, en mi vagina!, vente en mi vagina", sacó su pene de mi recto y lo metió en mi vagina, y al sentirse dentro de ella grito "Ohh, Marichu, eres divina, te amo, que placer" y supe que su semen se mezclaba dentro de mi con el de Arturo… ¡Qué delicia, que increíble!, tener el semen de dos hombres mezclándose dentro de una, ¡Eran míos, todos míos!, cuando Rodrigo terminó tomó mis pies y los besó de una forma muy tierna, más bien amorosa y me hizo sentir un escalofrío recorrer mi piel, yo tomé mis piernas con mis manos para mantener mi vagina en alto y le dije "Ven acércate, déjame limpiarte a ti también la verga" y lamí el semen que tenía en su pene, el semen de los dos mezclado en un ritual de lujuria donde yo era la diosa.

Traté de mantener el semen dentro de mi con esa postura, pero aún así lo sentía escurrir, bajé mis piernas y apoyé mis pies sobre la cama, Rodrigo se acercó a mi y me dió un beso en la boca saboreándonos las lenguas y me preguntó "¿Estás bien?" yo respondí "Mejor que nunca, solo que agotada al extremo, no me puedo mover" el me besó nuevamente y dijo "Quédate así un rato, yo caliento la cena" y Arturo riendo expresó "Si hubiese participado mi cuñadito serías nuestro postre hermana… nuestro pastelito de tres leches", yo reí y los dos se pusieron sus calzones y salieron a la cocina, Cerré mis ojos y me concentré en mi vagina sintiendo el semen de mis dos hermanos escurrir por los labios bajando hacia mi ano dilatado que seguramente recibiría su calor, para finalmente caer sobre la sábana y así permanecí por un buen rato sintiendo como una gran parte de ese semen me abandonaba después de haberme llenado de placer.

El sudor sobre mi frente se había secado, mi respiración era lenta y pausada sin embargo me sentía agotada sin ganas de moverme simplemente quería dormir, Rodrigo entró a la recamara para decirme que me estaba esperando en la cocina, yo le respondí que cenaran sin mí que yo me iba a dormir y él levantó las cobijas y me cubrió, yo vi la enorme mancha de semen que había sobre la sábana pero no hice caso y después de recibir un beso de Rodrigo en los labios, me quedé dormida.

Desperté al sentir que Arturo se levantaba y me vi en medio de mis dos hermanos los tres completamente desnudos, Arturo entró al baño y después de ducharse salió diciendo que se iba a desayunar con su novia, Rodrigo y yo nos levantamos a desayunar, mientras lo hacíamos me preguntó.

-¿Te gustó lo de anoche?

-Me encantó, nunca había sentido tanto placer, los amo a los dos, son excelentes amantes

-Y te gusta ser… así… ¿Cómo decirlo?

-¿Tan puta?... ¡Ajá, me encanta!, he tenido tres hombres en mi vida y los tres son preciosos, los quisiera tener a los tres en la cama y disfrutarlos como loca.

-Yo te amo de verdad Marichu y me gustaría tenerte de otra forma___Me dijo y sus palabras me llenaron de temor

-No digas pendejadas y come tu desayuno, lo nuestro es diversión y solo diversión, no te equivoques en tus sentimientos.

Mientras desayunábamos él no me separaba la vista y me comencé a poner nerviosa, la forma en que me miraba era tierna, dulce, amorosa, me hacía sentir algo especial dentro de mí. Me levanté y regresamos a la recámara, nos metimos a bañar juntos y mientras yo disfrutaba del agua caliente Rodrigo me enjabonaba acariciando de forma especial mi cuerpo, lo miré a los ojos y vi en él esa mirada especial, le dí un beso en los labios y moviendo mi cabeza como negando salí de la regadera, me sequé y pasé a la recámara envuelta en dos toallas, una sobre mi cuerpo y la otra en mi cabello, no me vestí, me senté en la orilla de la cama pensativa, cuando Rodrigo salió del baño me miró dulcemente y acarició mi mejilla sin decir palabra alguna, no lo resistí, me puse de pie, dejé caer las toallas en el piso, me acosté sobre la cama boca arriba y le dije

-Ven hermano, hazlo, hazme el amor.

El me comenzó a besar desde los pies hasta la cabeza, se metió en medio de mis piernas y me penetró en la posición "del misionero", no sentí físicamente placer, pero me hizo sentir realmente amada tanto que a mi mente llegó la imagen de mi esposo y lloré. No, no me arrepiento de haber gozado a mis dos hermanos, no me arrepiento de haber sido infiel, no me arrepiento de nada, mi llanto era por..... ¡No tiene caso explicar nada!, mientras mi hermano se movía dentro de mi, yo lo miraba a la cara y disfrutaba del inmenso placer de sentirme amada.