Mi lengua jugaba dentro de la boca de Arturo, mordía sus labios, saboreaba la suya y me llenaba su humedad, sentía sobre mi vientre su erección y él acariciaba mi espalda desnuda deslizando sus manos bajo el pantalón deportivo para tocar mis nalgas, fué un beso largo y lleno de pasión que me hizo olvidar que besaba a mi hermano. Al separarnos nos miramos a los ojos por unos segundos yo me separé de él y me acerqué a la mesita de noche, tomé el teléfono y marqué a casa de mis papás, Arturo me veía serio sin separar su vista de mi torso desnudo, mis pechos con sus pezones endurecidos ansiaban sentir el calor de su boca y él sin duda ya los saboreaba en su mente. Cuando respondió mi mamá la llamada yo le dije.

-Má, nos invitó a cenar mi vecina Silvia, no nos esperen, llegamos después de cenar.

Necesitaba tiempo, mucho tiempo, no estaba dispuesta a entregarme a un sexo rápido, necesitaba disfrutar al cien, al mil por ciento, quería ser penetrada "por horas", necesitaba un orgasmo intenso que me hiciera temblar, gemir, gritar, rugir, sudar y una vez que mis deseos incontrolables fueran desahogados por el placer dejar que él se satisficiera dentro de mi por todo el tiempo que quisiera. Arturo se sonrió al escuchar lo que le decía a nuestra madre quien me recomendó

-¡Ay hija!, según me has platicado, esa vecinita tuya es de "cascos ligeros", ten cuidado que no…qué Arturo…Tú sabes hija…cuida que tú hermano no vaya a terminar "cayendo en las redes de una lagartona" como ella.

Que inocentes son las madres al suponer que entre sus hijos no puede existir, ni cumplirse el deseo sexual, ella pensando en que su hijo no fuese seducido por una desconocida mientras él estaba por disfrutar a su propia hermana…Por unos instantes sentí vergüenza de mi misma, sin embargo nada me haría echar marcha atrás por lo que seria le respondí

-No te preocupes por eso má___Y después de despedirnos terminamos la llamada

Miré a mi hermano y dando una excusa a mi llamada de dije "Quiero que me dediques todo el tiempo del mundo" Me saqué los tenis y me quité el pantalón para quedar completamente desnuda frente a él, Arturo se desvistió y una sensación especial recorrió mi cuerpo al ver a mi hermano desnudo, admiré su cuerpo viril, fuerte, con el pene erecto deseoso de conocer mis entrañas, me acerqué a él y puse mis manos sobre su velludo pecho besando sus pezones, él me abrazó y yo bajé mis manos para posarlas sobre sus nalgas, sentí unas nalgas fuertes y bien formadas que sin duda lo ayudarían a empujar con fuerza su pene dentro de mi, nos besamos otra vez en la boca y al separarnos yo me senté sobre la cama, lo tomé por las nalgas y lo acerqué a mi.

Su pene quedó frente a mi cara, lo miré a los ojos y sonreí, tomé el pene con mi mano y él rió al escucharme decir "Me gusta, no es muy largo pero está grueso, debes hacer disfrutar mucho a las chicas" él me respondió "Pronto sentirás lo que ellas sienten", le besé la punta del glande saboreando del líquido transparente que lo humedecía, pasé mi lengua al derredor, lo metí en mi boca y moviendo mi cabeza lo hice entrar lo más profundo que pude, muy cerca de mi garganta, para después sacarlo hasta la punta y reiniciar el mismo movimiento de mi cabeza para hacerlo entrar y salir, él gemía mientras su glande recorría el ardiente trayecto hacia mi garganta sobre mi húmeda lengua. .

El sacó su pene de mi boca, se arrodilló en el piso en medio de mis piernas, besó mis pantorrillas y subió lamiendo y besando por mis muslos hasta llegar a mi pubis, separó mis labios vaginales y dió un cálido beso sobre la parte interna del húmedo sexo de su hermana que se le entregaba llena de lujuria y desenfreno,¡ansiosa de placer!, gemí y recosté mi espalda sobre la cama, él comenzó a lamer bajo mis labios, con la punta de su lengua se puso a jugar con el botón de mi clítoris, metió su lengua en mi vagina y después de saborear a sus anchas todo mi sexo se puso de pie para inclinarse sobre mi cuerpo y nos besamos con las bocas abiertas mordiendo y lamiendo incluso en las mejillas y el mentón, nuestras salivas se mezclaban y respirábamos nuestros agitados alientos, nuestro gusto y olfato se llenaban del inconfundible sabor y olor a sexo, a pasión, al placer de disfrutar y hacer disfrutar con la boca.

Bajó a mis pechos, los besó y lamió para después tomar uno y meterlo en su boca apretando con sus labios mis aureolas mientras su lengua se movía rápidamente sobre mis pezones, sorbió de el como si quisiera amamantarse de mi propio placer, una vez que se sació de un pecho, hizo lo mismo con el otro y me puso al borde de la locura, no solo por el placer, sino que al verlo mamar de mí me llené de una especial ternura, nunca habían disfrutado mis pechos de esa forma y por tanto tiempo. Se puso de pie, levantó mis piernas sobre su pecho, besó las plantas de mis pies, tomó su pene con su mano y comenzó a pasar el glande endurecido por mi sexo desde el inicio de los labios hasta mi ano.

En uno de esos movimientos al llegar a la entrada de mi vagina simplemente empujó con fuerza penetrándome, yo exhalé un "ahhhhh" de placer al sentir su pene ardiente separar las paredes de mi vagina que se abrazaron al viril miembro como si fuera parte de ella, quedó dentro de mi inmóvil, apretó mis piernas sobre su pecho erguido, las acarició, besó mis pies, yo levanté mi vista y contemplé mis piernas dobladas hacia arriba, estiradas y apoyadas sobre su pecho, mientras sentía la dureza de su pene dentro de mi, mi vista llegó a posarse en su mirada y nos quedamos viendo en silencio, él suspiró y me dijo "Qué linda eres, esto es increíble" y comenzó a moverse entrando y saliendo de mi lentamente.

Dobló mis rodillas a los lados de su cadera y aceleró sus movimientos, yo apretaba la colcha de la cama mientras sentía mis pechos moverse al ritmo de sus embestidas que me hacían gemir "Ahh, Ahh, Ahh" cada vez que entraba en mi llenando mi vagina. Detuvo sus movimientos y sacó su pene, juntó mis piernas, las besó y con caricias dulces me fué indicando como moverme, yo seguía sus ademanes llenos de caricias y besos, apoyé mis manos y mis rodillas sobre la cama, mis pantorrillas estaban juntas y "volando" fuera de la cama, él de pie detrás de mi acarició dulcemente mis nalgas diciéndome "Que delicia de nalgas tienes Marichu" yo le respondí "Tómalas, te las estoy dando"

Y me penetró nuevamente durante mucho tiempo, se movía de formas diferentes, rápido, despacio o girando su cadera, detuvo sus movimientos y yo exclamé "¡Nooo!" cuando se salió de mí. Hizo que me recostara boca abajo, yo quedé con la cara sobre las almohadas, él se subió a la cama y comenzó a besar las plantas de mis pies, mis pantorrillas, mis muslos, se detuvo en mis nalgas para disfrutarlas por varios minutos mientras su dedo acariciaba mi sexo, me separó las piernas y sentí nuevamente su pene dentro de mi, su grosor me hacía sentir un placer indescriptible, sentí su cuerpo recostarse sobre el mío, mis nalgas quedaron bajo su pubis y su cabeza a un lado de la mía

Me preguntó "¿Te gusta?", yo suspiré y dije "Me encanta Arturo, pero me urge venirme, ya no te salgas", él rió y respondió "Lo harás hasta desmayarte pero a su debido tiempo" y reanudó sus movimientos, yo no lo soportaba más, mi vagina y mi clítoris se apretaban sobe el pene tratando de trasmitir su placer al resto de mi cuerpo que temblaba en espera del tan deseado orgasmo, la tensión dentro de mi era enorme, necesitaba el placer que me relajara, le grité suplicando "¡No te pares, no te pares, te lo suplico!", pero él nuevamente abandonó mi cuerpo para girarme boca arriba, yo estaba desesperada, mi cuerpo estaba duro, tenso, quería llegar al orgasmo pero al mismo tiempo no quería que se terminara, no quería que su orgasmo terminara con esta maravillosa locura de placer, en medio de mi desesperación y mis súplicas estaba gozando de ver y sentir como él me disfrutaba a sus anchas. Es maravilloso sentir que están disfrutando de una….Tal vez esa sea la diferencia en la forma de disfrutar el sexo entre hombre y mujer, una disfruta del placer de los dos….

Me penetró nuevamente en la posición del misionero y se movió muy lento dentro de mi, cuando mi cuerpo estaba por estallar en un orgasmo él lo abandonó nuevamente, yo le grite desesperada "¡Arturo no seas cruel, me vas a volver loca, por favor, ya no puedo más!", él separó y levantó mis piernas, mis nalgas se separaron de la cama dejando mi vagina hacia arriba y metió su lengua en ella lo más adentro que pudo, ¡fué la locura!, ¡que placer!, sacó su lengua de mi vagina, apoyó mis piernas sobre sus hombros, me miró a la cara y se dejó caer de un golpe clavándome el pene hasta el fondo de mi vagina, por la postura en que estaba lo sentí empujar mi útero y solté un grito mezcla de molestia y placer o más bien de impresión al sentir la penetración más profunda de mi vida ya que sentía su pene oprimir todo dentro de mi.

Tres veces levantó sus nalgas hasta dejar la punta del glande en la entrada de mi vagina para dejarse caer nuevamente con la misma fuerza hasta el fondo de mí como si quisiera traspasarme, su pene tenía esa "suave dureza" enloquecedora... ¡Y por fin sucedió!, dentro de mi todo se comenzó a contraer con una fuerza increíble y cada contracción era un golpe inmenso de placer, mi vagina, mi útero, mis ovarios, mi ano, todo dentro de mí se contraía con fuerza hacia mis nalgas y regresaba a su lugar rápida y rítmicamente, dejé caer mi cabeza y mordí una almohada para acallar mi grito, mi vista se puso negra y comencé a "ver estrellitas", él al notar mi orgasmo se comenzó a mover rápido para prolongar mis contracciones ¡Y lloré!, si, lloré de placer y hasta creo que perdí la conciencia por unos segundos, me hizo reaccionar el sentir su pene hundirse con fuerza dentro de mi empujando mis entrañas, él también estaba listo para dar fin a nuestra maravillosa locura incestuosa, abrí los ojos y lo vi cerrar los suyos al tiempo que comenzaba a sentir las contracciones de su pene

Imaginé sus lindas nalgas apretadas dando fuerza a sus chorros de semen que en esa postura sin duda entraban en mi útero. Comenzó a decir "ohh, Marichu, ohh Marichu, ohh Marichu" varias veces, palabras entrecortadas que denotaban su enorme placer, yo sabía que cada "ohh Marichu" significaba un chorro de su semen mojando mis entrañas y yo gustosa recibía su viscoso y cálido líquido dentro de mi, imaginando que entraba en mi útero y lo llenaba con su calor..

El se dejó caer sobre de mi, yo bajé mis piernas, apoyando las plantas de mis pies sobre la cama y así nos quedamos por varios minutos en que yo con ternura le acariciaba la espalda, al perder la erección se dejó caer a un lado mío y dijo "Qué increíble coges Marichu, eres excelente, ¡buena para la verga!", yo reí y le dije "Y tú serás magnífico para la vagina…Lo disfruté Arturo, lo disfruté como loca, me encanta como lo haces", él me respondió "Con una hembra como tú cualquiera es bueno para coger hermanita". Y me sentí la mejor mujer del mundo en la cama, quedamos en silencio y después de un rato él dijo "Fué la cogida mas larga de la historia, ¡Cómo disfruté de ti!" miré el reloj, me enderecé apoyándome en mi antebrazo, le besé el pecho y le dije "Lo dirás de broma, pero ya son más de las diez de la noche, fué casi una hora la que pasamos cogiendo", él rió, me besó en los labios, fijó su vista en mi entrepierna y me dijo "Me sacaste toda la lechita mujer te está escurriendo como fuente", yo reí y le respondí "¿Qué no se trataba de eso?"

Nos levantamos, yo entré al baño a dejar que se escurriera su semen y al salir le dije "Estabas muy cargado Arturo, me va a escurrir toda la noche", me puse una panty y me vestí con la ropa que traía puesta, tomé los recibos de pago que habían llegado y salimos del departamento rumbo a casa de mis papás, en el trayecto él dijo.

-Tengo hambre__Yo reí y le respondí

-Hoy te tocó coger y no comer____Reímos de mi ocurrencia y agregué

-¿Te gusté?

-Como no tienes idea, eres lo máximo de hembra.

-Fuiste muy cruel, me llevaste a la desesperación…Pero después..mmm… que manera de venirme sentía que mis órganos se saldrían de mi cuerpo al contraerse, ¡qué placer tan increíble, me encantas!.

Tomé su mano que estaba sobre mi muslo y le pregunté

-¿Qué va a pasar Arturo?

-¿De qué?

-¡Por favor!, sabes a lo que me refiero….Tú semen todavía calienta mi vagina y me preguntas ¿De qué?

-Marichu, enamorarnos sería una pendejada y cambiar nuestra relación como hermanos sería más pendejada….Eres muy linda y eres excelente en la cama, lo disfrutamos los dos y estuvimos de acuerdo en que se trataba de sexo y placer, yo no pienso decir nada y no creo que tú lo digas.

-Sería una pendeja si lo comentara, pero no me refiero a eso, me refiero a que yo no quisiera que cambiaras conmigo

-¿Cambiar en que forma?

-Que te alejes de mi….O que te acerques demasiado a mi… ¿Entiendes?

-Si entiendo…Lo que no quieres es que alguien sospeche…Puedes estar segura de que yo seré lo más normal en nuestro trato y da por hecho que no diré nada.

-¿Y lo intentarás de nuevo?___Pregunté poniendo mi mano sobre su muslo muy cerca de su entrepierna, él rió y me dijo

-Hermanita, cuando quieras que te dé una buena cogida yo siempre estaré dispuesto…Y si un día yo tengo ganas, te lo pediré…Si quieres lo hacemos y si no quieres no, no te obligaré ni te amenazaré con platicarlo, ni nada de nada, será tu decisión

-¡Me parece justo!, de otra forma destruirías mi vida….O tal vez ya la destruí yo sola

-Tal vez destruimos las de ambos.

Permanecimos en silencio hasta llegar a casa, ya todos se habían acostado, al llegar a la puerta de mi recámara Arturo me dió un beso en la boca y me acarició las nalgas diciendo en vos baja "Fuiste la más linda que he tenido" y nos metimos cada uno a su recámara, yo me limpié la cara, me unté crema en el cuerpo y me puse mi camisón, un camisón corto que cubre un poco debajo de mi panty, me miré en el espejo, de forma vanidosa aprecié mis nalgas, mis muslos y mis pechos sin sostén, mientras me admiraba orgullosa tocaron a mi puerta, abrí suponiendo que era Arturo y tras la puerta estaba de pie mi mamá quien entró a mi recámara cerrando la puerta detrás de ella, me sentí muy nerviosa cuando ella me preguntó

-¿Cómo les fué hija, qué hicieron?

-Bien má… cenamos rico

-Y con está mujer Silvia…Arturo…quiero decir que….tú sabes como son los hombres a esa edad, como que algo los….ya sabes…__Al notar mi cara de desconcierto fué directa__Se quieren coger a cualquiera que les cierre un ojo.

Yo reí y le dije que no había pasado nada que no se preocupara, ella comenzó a recorrerme con la vista, y yo comencé a imaginar que el semen de mi hermano escurriría sobre la alfombra y ella lo notaría, en tono serio ella me dijo

-Que linda eres hija, que preciosas piernas tienes, bueno, toda tú eres muy linda

Yo quería que se fuera, me invadía el nerviosismo haciéndome imaginar que me olería a sexo, al pene de mi hermano, que notaría el semen de Arturo en mi panty o que lo vería escurrir por mis muslos y buscando que saliera de mi recámara le dí un golpe certero a su vanidad diciendo

-Pero no lo hurto má… ¡lo heredo!

-¿Tú crees?

-Estoy segura de lo que veo, abre tu bata y enséñame tus piernas

-No, por Dios hija... ¿Como se te ocurre?

-Por favor má…solo quiero constatar de donde vienen mis piernas y mi trasero

Ella, al fin mujer, se abrió la bata y subió su camisón hasta la cintura, yo quedé realmente admirada de que pasados los 40 tenga ese cuerpo tan bien formado, acerque mi pierna a la de ella y le dije.

-La madre no le pide nada a la hija ¿eh señora?, ¡que piernas tienes!, y las nalgas no se ven nada mal.

-Marichu

Me dijo en voz baja sonrojada y fingiendo enojo, para después sonreír alagada, me dió un beso en la mejilla y para mi tranquilidad se dió la vuelta dispuesta a salir de la recámara, al llegar a la puerta me dijo.

-No se te ocurra salir así, que esas piernas son una tentación muy fuerte para cualquier hombre.

Yo reí y cuando cerró la puerta detrás de ella yo me recosté en la cama acariciando mis piernas y pensando en el maravilloso sexo que había tenido, supuse que me sentiría arrepentida de haber cometido incesto y engañar a mi esposo de una forma inimaginable para él, ¡Pero no fué así!..No sentía arrepentimiento alguno, al contrario me sentía bien, había disfrutado del mejor sexo de mi vida, Enrique nunca me había sabido llevar a ese maravilloso punto de desesperación, de necesidad, de urgencia por el orgasmo….Claro que con él era diferente disfrutábamos del sexo entre dos personas que se aman y la mente no puede deshacerse del amor como si fuera un adorno que se pone y se quita al antojo…Con Arturo había sido el placer, puro placer, cada segundo lo habíamos dedicado a la búsqueda del placer sin importar los sentimientos, había sido un asunto de cuerpos ardientes, de pene y vagina deseosos de orgasmos intensos.

Con mi mano tocaba bajo la panty la piel sobre mi útero y mis ovarios, sabía que el semen de mi hermano estaba aún dentro de mi y sin embargo no tenía ese sentimiento de posesión que sentía al estar llena del semen de Enrique, a él lo sentía mío y me gustaba que se quedara dentro de mi, Hoy el semen dentro de mis entrañas solo me hacía recordar un maravilloso y delicioso orgasmo.

Estaba agotada, agotada de sexo, agotada del placer prohibido y me quedé dormida, a las 5 de la mañana me despertó el hambre, sentía un hueco en mi estómago, me levanté y en silencio bajé las escaleras, vi encendida la luz de la cocina y entré suponiendo que era mi madre que ya se había despertado, pero encontré a Rodrigo bebiendo un café, al entrar él fijó su vista en mis piernas, yo le dije.

-Buenos días, ¿Porqué tan temprano?

El me respondió

-Que buena estás hermana, realmente buena.

-Al menos buenos días y no empieces con eso Rodrigo

-¿Lo hiciste anoche con Arturo?

-Por favor Rodrigo… ¿Qué tienes en la cabeza?, necesitas a una mujer que te quite toda la calentura que traes dentro… Piensa en las idioteces que dices hermano… ¡Es el colmo!

-Te besó al despedirse de ti frente a tu cuarto, un besito de buenas noches en la boca y sobándote las nalgas….Los vi Marichu

-¿Qué quieres Rodrigo?___Pregunté mientras me servía un vaso con leche y abría una caja de galletas.

-Que me enseñes a coger.

Yo quedé en silencio, me senté a la mesa de la cocina y le respondí

-No Rodrigo, no puedo hacer eso

-¿No soy lo suficientemente guapo para ti?

Lo señalé con mi dedo diciéndole

-Ya te dije que me enferma que te hagas la víctima, entiende que soy la mujer equivocada, así como me lo pides a mi, pídeselo a otra, seguro habrá quien te diga que si, eres un chico muy guapo y con muy buen cuerpo, además al sentir lo que tienes te garantizo que lo querrá todos los días….solo usa condón.

-Me dejarías venirme en tus tetas….Yo me masturbo viéndolas y las lleno de leche

-¿Eso quieres menso?....No te entiendo, te conformas con esa miseria pudiendo cogerte a la que quieras.

-Ya ves que no, yo quiero contigo y ni siquiera me dejas venirme en tus tetas.

-¿Solo eso?

El afirmó con la cabeza y se quedó mirándome en silencio, yo agregué

-Es todo lo que pienso hacer por ti.

En eso escuchamos a alguien acercarse a la cocina, era nuestro papá que preguntó

-¿De que hablan?, ¿Qué es todo lo que piensas hacer por él?

-Rodrigo quiere que le ayude en una tarea de computación.

-¿Y no lo puedes ayudar?

-Está bien, respondí fingiendo molestia, le dí un beso en la mejilla a mi papá y antes de que me pudiera decir algo sobre mi camisón, salí de la cocina.

Durante el desayuno mi mamá dijo que Rodrigo saldría temprano de la escuela, que ella no lo podría pasar a recoger, Arturo se negó diciendo que tenía clases en la universidad a esa hora, mi papá dijo que él tenía mucho trabajo, las miradas se fijaron en mí y les dije.

-Está bien, yo paso por él a las once

Y dirigiéndome a Rodrigo pero de forma que todos escucharan dije

Pero de ahí me tienes que acompañar a mi departamento para hace unas cosas que tengo pendientes y de una vez te ayudo con tu tarea de computación, ya que en el departamento tengo los libros.

Rodrigo me miró y sonrió diciendo

-A las once en la puerta de la escuela.

-En punto Rodrigo, no te quedes platicando con la muchachita del trasero bonito

Nos reímos y salió con mi mamá que lo llevó a la escuela.