Despertaron temprano y pasaron la mañana pensativos, poco se hablaban solo se acariciaban y se daban besos cortos y húmedos mientras estaban en la alberca mirando la bahía, no era necesario decirlo, estaban tristes, sería su último día viviendo como pareja y disfrutando de lujos, del sol, del mar. Había un gran silencio, se escuchaba a lo lejos el sonido de las olas golpear sobre las piedras. Carolina salió de la alberca, él escuchó el sonido que sus pies mojados hacían sobre el piso, tomó su teléfono celular y habló con su mamá, "Hola má, muy bien má, no tienes idea, es enorme, majestuoso, impresionante má, si, en la playa, no muy adentro pero si me metí al mar, claro que sales con la piel como pegajosa dicen que por la sal, pero es muy rico deberían de conocer el mar mi pá y tú, si mañana má, como a las 3 de la tarde, yo los espero en la casa deja en el refri lo que quieren que les prepare para cenar, nos vemos má", caminó lentamente de regreso hacia la alberca, se detuvo un momento en el bar de la terraza y Rodrigo escuchó el golpe de los hielos al caer dentro de los vasos, ella caminó hacia la alberca con dos vasos de wisky en sus manos.

Se sentó en la orilla de la alberca metiendo sus pies al agua, le ofreció uno de los vasos a Rodrigo que estaba dentro del agua, él lo tomó le quiso decir algo pero observó como al poner ella el vaso sobre sus labios, su mentón temblaba por estar reprimiendo el deseo de llorar, le costó trabajo tragar la bebida, a él también se le hacia un "nudo en la garganta" de ver a Carolina, se acercó a ella, dejó su vaso en la orilla y la abrazó poniendo su cabeza sobre su regazo, sintió como el abdomen de Carolina se movía por el llanto y la abrazó con mas fuerza, sus ojos también se llenaron de lágrimas "¿Porqué es tan duro esto?, si la idea era coger y disfrutar" se preguntaba, así estuvo un rato largo hasta que Carolina le dijo con voz llorosa "Voy por unos pañuelos amor", él se separó, se quedaron viendo y ella hizo un gesto con la cara y subiendo los hombros y dijo con voz quebrada por el llanto "Ni hablar, no se puede hacer nada, no era para siempre" y soltó nuevamente el llanto mientras caminaba hacia el baño de la terraza.

El salió de la alberca, tomó su celular y le habló a Leticia, platicaron un rato y le avisó que llegaría al día siguiente por la tarde, colgó el teléfono, tomó su copa y la bebió de un trago, caminó al bar a servirse otra y escuchó a Carolina llorar desconsolada dentro del baño, se sirvió la copa y se sentó en la orilla de la alberca en la misma postura que estaba Carolina quien al rato llegó mas tranquila, se sentó junto a él y le dijo "Fueron los días mas maravillosos de mi vida" él puso su mano sobre el muslo de ella y ella puso su mano encima de la suya y así estuvieron en silencio bebiendo, él tomó los vasos vacíos y fué a servir mas licor dentro de ellos, regresó a sentarse nuevamente a su lado, Carolina tomó su vaso y rompió el silencio preguntando "¿Y después de esto?, quiero decir a partir de que lleguemos a nuestras casas, ¿Qué Rodrigo?", él quedó en silencio, ella agregó "¿seré tu amante el resto de mi vida?, nunca podré conocer a alguien que me ame y se case conmigo, alguien con quien formar una familia, aunque sea pobre, pero una familia"

El solo la miraba, estaba ahí sentada con el vaso de licor en las manos que apoyaba sobre sus bellos muslos y su mirada fija en el agua de la alberca, el perfil de su cara con el cabello cayendo sobre sus mejillas, movía sus pies dentro del agua estirando sus piernas y él no podía dejar de admirarse de la belleza de sus piernas, de sus rodillas, de sus pies, lo dulce y melodioso de su voz aún llena de tristeza era algo increíble, "¿Cómo puede ser tan bella?" se preguntaba, Carolina rompió nuevamente el silencio diciendo "le platicaré que conozco este mundo de lujos de la gente adinerada, ¿y que me dirá él?, ¿ tendré el valor de decirle que fui tu amante, que me tuviste por todos lados, que no puede estrenar nada en la mujer que ama?, ¿O simplemente como ya soy muy puta me dedicaré a coger con todos los que me pretendan?, ¿O seré la putita del ingeniero? y si alguno me pretende tendrá que enfrentarse a ti que me querrás en exclusividad por muchos años hasta botarme, sola, sin familia y sin dignidad, ¿Qué debo hacer Rodrigo?, ¿Cómo debo pensar?"

El le dijo "Caro, no metas las clásicas tonterías de la gente adinerada y todo eso que no tiene caso y la verdad me molesta", "¿te molesta amor?, ¿no tiene caso?, tal vez, pero mira y lo digo solo para que te enteres, con el dinero que pagaste por la langosta que me comí en la cena, con eso Rodrigo, en mi casa comemos una semana, ¿qué ironía verdad?, Y te aseguro que si mis papás fueran los dueños de una de las mansiones que hay aquí, si yo me moviera en un auto de lujo y ese yate fuese mío, ni siquiera te hubiese volteado a ver, para mi serías un ingenierito más, pero siendo la mujer que soy, te veo como el "señor ingeniero" y quedo deslumbrada solo de verte, tú auto, tú ropa, tú educación que se refleja en la forma de tratarme como una dama, como algo importante en tu vida, dándome siempre mi lugar, ¡Claro que tiene caso Rodrigo, no seas tonto!" y en voz baja agregó "Como no me habría de enamorar de un hombre como tú, que tiene y sabe dar todo de lo que yo carezco, empezando por la hombría de saber tratarla a una como mujer"

El no respondió, la entendía perfectamente bien, estaba llena de tristeza, era algo así como la resaca de los días vividos y él también se sentía triste, ella preguntó "¿Me vas a celar?", él respondió "No Caro, eres completamente libre, solo te pido un favor especial, si nos seguimos viendo por ningún motivo te vuelvas a referir a tu persona como mi puta, ni te humilles ante mi por no tener dinero, ¿Estás de acuerdo?", "Si amor, estoy de acuerdo", quedaron en silencio nuevamente y ella dijo "Ven Rodrigo, quiero que me hagas el amor", subieron al cuarto se desnudaron, ella se recostó boca arriba con sus piernas separadas con los pies sobre la cama, él se puso a besarla por todo el cuerpo, saboreó sus pechos, su cuello, su vientre, sus piernas al besar sus ojos saboreó lo salado de sus lágrimas, era algo masoquista, él siempre había reído de las escenas de películas donde entre llantos se deciden por hacer el amor y ahora estaba viviendo algo similar.

La penetró, ella gemía y él disfrutaba oírla, su cuerpo apoyado sobre sus manos y sus rodillas se juntaba al de ella y sentía el calor, ese calor especial que pocas veces había sentido en una mujer, las piernas de Carolina comenzaron a temblar y ella las subió por la cintura de él apretándolo con fuerza, ella le dijo "Rodrigo, me encanta hacerlo contigo, me montas delicioso, me haces gozar al máximo, no pares, no pares que estoy a punto, mételo con fuerza, así, así" lo abrazó por el cuello, volteó su cabeza hacia su pecho, abrió su boca, hizo su cabeza hacia atrás mientras soltaba un grito prolongado "Rodrigoooo", su vagina se comenzó a contraer rítmicamente igual que todos los músculos de su pelvis y en medio de esas contracciones él no soportó mas y comenzó a derramar su semen dentro de ella, lo que hizo que las contracciones de su vagina se prolongaran, al terminar ella soltó el cuello de él y bajó sus piernas sobre la cama, él permaneció dentro de ella mirándola fijamente, no lo podía creer había tenido su orgasmo al mismo tiempo que ella, era increíble, nunca lo había sentido.

Carolina lo vió y preguntó "¿qué pasa amor, no te gusté?", "claro que me gustó, si eres una mujer excelente, es solo que… no, realmente nada", estuvo así dentro de ella por mucho rato, besándola, hasta que se perdió su erección, después ella se levantó al baño y regresaron a la alberca, sacó unas botanas y sirvió mas wisky, él cocinó unos mariscos que había comprado y los comieron acompañados de un buen vino blanco, durmieron buena parte de la tarde y ya en la noche se bañaron y se fueron a bailar hasta la madrugada.

Al día siguiente a las 10 de la mañana salieron de regreso a casa, Carolina al ver los CD’s que él traía en la guantera del auto le preguntó "¿también te gusta el rock clásico?, a mi me encanta", "lo sé, lo noté anoche, lo bailas muy bien, al girar tu cuerpo, ¡guau!, te sabes mover al bailar", "¿solo al bailar?", él rió y ella puso un CD de Elvis Presley, continuaron su viaje escuchándolo, en una canción él comenzó a cantar, "welcome to my world…step into my heart.." ella preguntó "¿Qué dice?, él comenzó a traducirle "Bienvenida a mi mundo, ¿no quieres entrar?, creo que los milagros todavía suceden de vez en cuando, camina hacia dentro de mi corazón, deja tus temores detrás…." Y le tradujo la canción, ella se sentó de lado mirando hacia él y le dijo "Parece que me la hubieses compuesto tú a mi ¿verdad?, yo entré en tu mundo Rodrigo", él la volteó a ver con deseos de decirle que si, que había entrado completamente, y que no quería que saliera, pero solo le dijo "siéntate bien Caro, que así de nada te sirve el cinturón de seguridad"

Trece meses fueron amantes, conocieron casi todos los moteles de la ciudad, ella entró a la universidad y él la recomendó con un amigo suyo que le dió trabajo en su departamento de administración, los papás de ella estaban muy contentos de que su hija ganara un buen sueldo, que se le pagaba en un acuerdo secreto entre Rodrigo y su amigo, parte era su salario y parte provenía del bolsillo de Rodrigo. Un viernes por la noche Carolina, lo citó para el día siguiente por la mañana en su casa, como todos los sábados estaría sola hasta las 4 de la tarde, Rodrigo llegó a las 8:30 de la mañana y encontró a carolina aún en camisón, en un camisón corto que él le había regalado, en el que su cuerpo lucía esplendoroso, su cara sin maquillaje y descalza,

se sentaron en la sala y después de platicar del trabajo y otras cosas sin importancia, ella le dijo, "quiero decirte algo importante"

Fué directa, "Rodrigo, quiero que terminemos nuestra relación, no te molestes pero no puedo seguir siendo tu amante, tengo 20 años y necesito vivir mi realidad y no un sueño imposible Rodrigo, quiero amar a alguien que me ame, por favor Rodrigo entiéndeme, no quiero lastimarte pero quiero mi vida, no me arrepiento de nada de lo vivido contigo, te amo y lo sabes por mucho que lo haya querido ocultar, te amo y eso es verdad, pero tú a mi nunca me llegarás a amar, nunca podrás amarme y creo que tengo derecho a vivir mi vida sin ti", lo tomó de la mano, los ojos de Rodrigo se humedecieron por un momento, respiró profundo y le dijo "Carolina, tienes toda la razón, solo puedo decirte que lo hagas, no sé que mas decir, me duele, me duele mucho, pero quedó inmensamente feliz de haber compartido contigo tantas cosas, tantos momentos maravillosos de diversión, de placer, de cariño, de…… no sé que decir Carolina, no se han inventado las palabras que quisiera decir" y se quedó en silencio pensativo.

Carolina preguntó "¿Porqué te duele Rodrigo?", "No lo sé, tal vez es…. No sé, no verte otra vez, no volver a tocar tu cuerpo, no volver a besarte ni hacerte el amor… te repito que no lo sé" Carolina pensó "¿le será tan difícil reconocerlo?, claro que no dejará nunca a su esposa por mi" le dijo "Rodrigo, ¿no puedes decir, te amo?", él la miró y quedó en silencio y ella le preguntó "¿quieres hacerme el amor?, tal vez sea la última vez", él se quedó callado, ella lo tomó de la mano y subieron a su recámara, comenzaron a besarse como siempre lo hacían, solo que esta vez pretendían quedar impregnados uno del sabor del otro, nuevamente acarició el cuerpo de ella por largo tiempo, observando muy detenidamente su cara, su cabello, sus pechos, espalda, nalgas, piernas y pies, necesitaba dejar gravada en su mente la belleza de ella, no la quería olvidar.

La recostó sobre la cama, lamió su clítoris durante mucho tiempo haciendo que Carolina tuviera un orgasmo, se recostó sobre de ella y la penetró, quería sentir su cuerpo junto al suyo, su vientre junto a su vientre, su pecho recargado sobre los de ella y su cabeza al lado de la de ella, mientras la besaba en el cuello y así comenzó a moverse, se apoyó en sus antebrazos para acelerar sus movimientos, Carolina se "colgó" de su cuello tratando de juntar sus pechos al pecho de Rodrigo, subió sus piernas abrazándolo por la cintura y apretando su cuerpo al de él comenzó a decir "Oh Dios, Rodrigo, me llenas de placer, te amo, te amoooo", él continuó sus movimientos para prolongar el orgasmo de ella, que dejó caer su cabeza y sus pies sobre la cama completamente satisfecha.

Sus piernas estaban dobladas con los pies apoyados sobre la cama sus brazos estaban abiertos en cruz y Rodrigo siguió moviéndose dentro de ella, de pronto se salió y se arrodilló en la cama, Carolina lo volteo a ver diciendo "¿qué pasó amor?", se apoyó con sus codos en la cama para levantar su cabeza y ver a Rodrigo y se puso a decir, "No Rodrigo, por favor, no lo hagas Rodrigo, te lo suplico eso no amor, no, no Rodrigo" no lo pudo evitar y se soltó a llorar cuando sintió los chorros de semen caliente sobre sus pies, Rodrigo se levantó, se vistió, le dió un beso en la boca, se quedó unos instantes mirando a Carolina desnuda sobre la cama con sus ojos llenos de lágrimas, le dió un beso sobre cada rodilla y dijo "No Carolina, nunca lo podré decir, y no sé la razón", mientras él bajaba las escaleras Carolina se sentó en la cama, se quedó mirando sus pies y le gritó, "Para qué las palabras, ¿verdad Rodrigo?, gracias por decirlo", no recibió respuesta y escuchó cerrarse la puerta de la entrada de la casa.

Rodrigo regresaba a casa con un sentimiento que no podía negar, realmente su sentimiento por ella era real, su esposa, su trabajo, las diferencias sociales, las costumbres diferentes, las críticas sociales, ¿que evitaba que lo reconociera abiertamente?, no solo había sido el deseo por ella, la había hecho su amante, recordó a Ortega cuando escribió que el deseo al satisfacerse muere y que el amor es el eterno insaciable, "Nunca murió mi deseo por ella, pero en fin se terminó, simplemente la dejé seguir con su vida sin reclamar nada, pero como duele carajo" dijo en voz baja.

Su amigo con el que trabaja Carolina lo invitó a desayunar y le preguntó "¿Rodrigo, porqué me sigues mandando dinero para Carolina?, ya no te la estás cogiendo, es mas ni la has visto en estos tres meses, ¿quieres que hable con ella sobre de esto?", "No, no lo vayas a hacer, nunca lo debe saber", "Y le darás dinero durante el tiempo que trabaje conmigo o durante toda su vida, no seas idiota, yo sé que no te perjudica pero no deja de ser un buen dinero, ¿No estarás enamorado de ella o si?", "¡Por favor!, como puedes pensar eso", "Rodrigo, cuando te coges a una mujer y le das dinero o regalos, por lo general ella sabe que se lo das o de plano te lo pide, por algo aceptó coger contigo a sabiendas que nunca habrá nada entre ustedes, pero darle dinero como tu lo haces cuidando de que no se ofenda, preguntando por ella cada semana, Qué si está contenta, Qué si sale con un casado, que yo la cuide, que la ayude en todo, que si necesita algo, que como le va en la universidad, que si esto o que si lo otro, me vas a perdonar compadre, pero a eso en mi pueblo se le dice amor"…. "¿Amor?, como crees compadre, si solo fuimos amantes".