Llegando al club de yates caminaron hacia el muelle donde un empleado los recibió, Daniel preguntó
-¿Conseguiste lo que te encargué?
-Si patrón, lo puse en el refrigerador, ya revisé que todo está en orden
Daniel sacó un billete de alta denominación y se lo dio al tal Miguel diciendo
-En lo que quedamos entonces, ¿De acuerdo?
Miguel sonrió al tomar el dinero y respondió
-Si patrón, yo no he visto nada, ni se nada
-Gracias Miguel, regresamos como a las 5, mantente al pendiente para que me ayudes con los amarres
-Si patrón, que se diviertan patrón, aquí lo espero patrón
-Patrón, patrón, patrón… Con una vez basta Miguel
-Si patrón
Daniel sonrió indicándole a Bárbara que subiera a la embarcación bautizada como “Nora” y procedió a enseñársela, era un yate de 40 pies de eslora con dos sillas fijas en la popa para la pesca y un sofá a un lado, todo tapizado en vinil blanco, abajo una pequeña cocineta con una mesa, y al fondo dos puertas una era la de un diminuto baño y la otra la de la recámara con una cama, a pesar de lo estrecho había elegancia y buen gusto en los muebles y acabados de madera fina.
-¿Nora?
Preguntó Bárbara observando a Daniel quien después de mostrarle el interior subía por las escaleras hacia el “puente” él rió y dijo
-Ajá…Te explico después, ¿Te gustó?
-Es chico, pero me gusta… Claro que no soy experta en yates, es al primero que me subo, yo solo he navegado en lanchitas
-¿Lanchitas?... ¿Y el crucero que hicieron Alejandro y tú en el Freedom?... Ese barco parece edificio
-Bueno… Pero eso es un crucero, no un yate
-Está bien pero quédate abajo mientras salimos ya que vamos a pasar junto al yate de mi papá, además de que podemos encontrar a gente conocida en los muelles
Bárbara bajó al camarote, escuchó el sonido del motor y la voz de Daniel hablando por el radio, donde alguien dijo cosas que ella no entendía, pasados unos minutos Daniel le pidió a Miguel que soltara las amarras, el motor se aceleró y la embarcación comenzó a moverse, poco después se escuchó por la radio como alguien comenzó una conversación diciendo
-Tengo algo para ti Dany
-¿Qué tienes?
-Algo de combustible que te dejó tu papá
-Pásamelo
Y hablándole a ella dijo
-Barbie, métete al camarote y cierra las cortinas
Ella se metió al camarote, corrió las cortinas de las claraboyas que había a los lados y al frente de la recámara, se sentó en la cama y unos minutos después notó el ruido del motor que aceleraba y desaceleraba hasta que la embarcación detuvo su movimiento, escuchó la voz de alguien diciéndole a Daniel
-Tú papá me pidió que comprara unas botellas y que te diera una a ti pero no te había visto… ¿Cuándo llegaste?
-Ayer en la mañana
-Ten, te la aviento, no la vayas a tirar que están muy caras
Bárbara escuchó los pasos de Daniel en la cubierta y exclamar
-¡Excelente!
-¿A dónde vas?
Preguntó la otra voz
-A lo de siempre, a anclar fuera de la bahía y meditar mientras se supone que pesco algo
-¿Quieres que te acompañe alguien?
-No, ya sabes que me gusta estar solo
-Sí, ya sé que necesitas un psiquiatra, pero no dejes de llámame para darme tu ubicación
-Como siempre mi capi, a ti y a capitanía, no me gustaría perderme en alta mar
-Suerte mi “Magallanes”
Daniel rió por el apodo y aceleró el motor, al reiniciar la marcha, Bárbara se puso de pie y se quitó el bikini, cubrió su cuerpo desnudo con el vestido playero y se sentó nuevamente sobre la cama, después de un rato escuchó a Daniel llamándola, salió de la recámara y sin subir a cubierta preguntó
-¿Ya puedo salir?
-Sí, ya salimos de la marina, vamos por el canal de la Roqueta
-¿Con quién platicabas?
Preguntó mientras subía por la escalera
-Con el capitán del yate de mi señor padre, Don Alejandro me dejo una botella de whisky etiqueta azul y me la pasó
Bárbara subió a donde estaba Daniel frente al timón y observando otra escalera que subía preguntó
-¿Qué hay arriba?
-Los mismos controles, acelerador y timón igual que aquí solo que descubiertos, por si quieres navegar bajo el sol
-¿Y no te gusta?
-A veces, pero no tiene radio y cuando hay mucho tráfico te la pasas subiendo y bajando como el changuito con la jirafa, que entre dame un besito y sóbame la nalga se pasó toda la noche
Bárbara rió y acercándose a Daniel le dijo
-No será nuestro caso, solo has la prueba
Daniel la besó en la boca, poniendo su mano en el vestido sobre sus nalgas y al notar que estaba sin bikini la retó diciendo
-¿Te atreves a quitarte el vestido y caminar desnuda en la proa?
-¿Eso es en la punta del barco?... ¡Claro que me atrevo!, pero te acercas a la orilla para que me vean desde esas casas
-¿Lo harías? ¿Eres voyerista?
-Se dice exhibicionista, voyeristas serías tú que te encanta verme desnuda
-Eso no es ser voyerista, en todo caso sería ser afortunado
-¡Sangrón!... Pero eres voyerista, ¿A qué te encantaría verme cogiendo con tu hermano?
-Si me invitan sí
-¿Seguro?
-Solo póngame a prueba
-Pues como el asunto es ponernos a prueba, acepto tu reto
Le dijo Bárbara quitándose el vestido y salió desnuda a la proa, caminó a la baranda de la punta y diciéndole a Daniel
-Mira haré la escena de Titanic, pero más sexy
De frente hacia el mar abrió los brazos para recibir sobre su desnudo dorso el aire producto de la velocidad del yate, Daniel asombrado disfrutaba de verle sus piernas, sus redondas y firmes nalgas, su cintura y su blanca espalda cuya piel mostraba un incipiente bronceado, bajó la velocidad y giró el timón para acercar el yate a la orilla lo más permitido por los canales de navegación, disminuyó aún más la marcha y observó asombrado como su cuñada volteaba la cara y moviendo el brazo saludaba a unas personas que la miraban desde una casa, pensó “Qué loca está, pero es una loca maravillosa en todos sentidos, que suerte tuvo Alejandro, bueno que suerte tenemos los dos” Dentro de la cabeza de Daniel ya se maquinaban varios escenarios los cuales a pesar de que su consciencia los rechazaba regresaban en forma recurrente. Giró el timón, aceleró y se alejó de la orilla con rumbo a mar abierto.
Bárbara continuó desnuda en la proa del barco hasta que en un momento se volteó y le preguntó a Daniel
-¿Me piensas secuestrar?... Ya no se ve la costa… ¿Esta cosa puede navegar tan lejos?
-Sí a las dos preguntas… Me voy a aprovechar de ti, pero si quieres puedes saltar al agua y escapar de mis malignas intenciones… De mis perversos deseos de violarte
Bárbara rió preguntando
-¿Me piensas violar?... No creo que puedas
-¿Crees que no?
-Quiero ver que lo hagas
Respondió ella sonriendo y después de aproximadamente media hora en que Bárbara se mantuvo desnuda sobre la cubierta de proa Daniel desacelero completamente el motor, cuando el yate detuvo su movimiento salió a la cubierta a tirar el ancla, pasó junto a Bárbara, le acarició las nalgas, la besó en la boca y entró a nuevamente al “puente” del yate, al notar que ella lo había seguido puso su dedo índice sobre sus labios para pedirle silencio y comenzó a hablar por la radio diciendo cosas para ella desconocidas, solo entendió, “Nora”, “Ubicación” y “Me mantengo”, después de un “Enterado” se escuchó más fuerte la voz del capitán de su suegro diciendo
-Ya te copie Daniel, quedamos pendientes
Y quedaron en silencio, solo se escuchaba el sonido del motor trabajando en ralentí, miró a Daniel quien volteado hacia popa observaba con atención el movimiento del yate y preguntó
-¿Con quién hablaste?
El levantó la mano para indicarle que se esperara y ella se volteó frente al timón, observó que en la consola de arriba había una gorra blanca de capitán que seguramente Daniel habría comprado en una tienda de uniformes militares, o tal vez se la había obsequiado algún oficial de la marina, la tomó y se la puso cuando lo escuchó decir
-Ya quedamos anclados….Solo reporté nuestra posición, así cualquier cosa saben dónde estamos
-¿Al yate de tu papá?
-No, a capitanía de puerto, pero es una frecuencia abierta.
-No entiendo nada, pero si pasa algo te van a buscar solo a ti y a mí me van a mandar a la mierda, todos creen que estás solo
-No te preocupes, si pasa algo el empleado del muelle te vio subir y entonces si dirá que venías conmigo y Silvia se encargará de que nuestro rescate salga en la portada del “Hola” o en “Caras”
-Te imaginas los titulares “Hijo de millonario naufraga con la esposa de su hermano, los cuerpos se encontraron desnudos”… De seguro se agota la edición
Comentó Bárbara y después se paró frente al timón fingiendo que iba navegando, Daniel se paró detrás de ella y abrazándola le dijo
-¿Dijo usted desnudos mi capitán?
-Solo falta usted marinero
Daniel se quitó el traje de baño, la abrazó nuevamente y le dijo
-Apague el motor mi capitán
-¿Por qué lo dejó encendido marinero?
-Se debe dejar en ralentí hasta que la nave quede bien anclada mi capitán, ¿Ya se le olvidó señor?
-¡No se me olvidó marinero!... Nunca lo he sabido, solo dígame donde se apaga
Daniel tomó la mano de Bárbara, la observó por un segundo diciendo
-Que bellas manos tiene capitán
-Y le pueden hacer cosas muy agradables marinero
La besó y la llevó a donde estaba el interruptor, apagaron el motor y él la besó en el cuello, después la abrazó, acariciándole los pechos, bajó sus manos por la suave piel del vientre y al llegar a la cadera la jaló hacia él oprimiéndola sobre su erección, Bárbara expresó un “Mmmm” de placer al sentir la firme erección entre sus nalgas y con voz sensual le preguntó
-¿Sabías que la mejor manera de coger es cuando el hombre está detrás de la mujer?
-No, no lo sabía
-Por eso de a perrito es una delicia y es que la posición de nuestros sexos se acoplan mejor así, para coger como todos los animales con el macho detrás de la hembra, de esa forma la penetración es más profunda y el semen llega a donde debe llegar…Así es el instinto y así nos diseñó la naturaleza por más que caminemos erectos, ningún animal se reproduce en la posición del misionero o en las que los humanos hemos inventado buscando un mayor placer por el contacto entre los cuerpos desnudos
-Entonces el Kamasutra está equivocado
-¡Claro que no!.... Alex y yo hemos experimentado casi sus posturas y son una delicia, pero nuestro instinto reproductivo, como lo hacían los primeros seres humanos es de a perrito, así nos diseñó la madre naturaleza
-¿Tú crees?... A ver enséñame prácticamente tu teoría
Bárbara rió y dobló su cintura para que sus nalgas quedaran justo junto al pubis de Daniel y explicando le dijo
-Si ves cuando me pongo así, la entrada de mi vagina te queda justo a la altura de tu herramienta y mis nalgas amortiguan el golpeteo de cuando me bombeas… De seguro que de ahí viene lo de pedir las nalgas o dar las nalgas
-A ver, dámelas para saber si es verdad
Bárbara sonrió y mantuvo su cintura doblada, apoyó sus manos en el volante del timón, Daniel acercó su pene a la entrada de la vagina con voz sensual le dijo
-Tienes razón, me quedas justo a la altura para hacerte esto
Y comenzó a penetrarla lentamente, ella gimió apretando los dientes cuando sintió que se la metía hasta el fondo y al notar Daniel su pubis pegado a las nalgas de Bárbara le dijo
-Así es trampa, tú estás parada de puntas, sin embargo creo que te cabe toda la razón
-Más bien “Me cabe toda tu ración” papito, toda y hasta el fondo, ¡que delicia Dany!
Daniel comenzó a entrar y salir, después de hacerlo varias veces ella enderezó su cintura y se movió para que él se saliera
-¿Qué pasó?
Preguntó Daniel y ella se puso frente a él lo empujó por los hombros hasta que sus nalgas tocaron la repisa lateral del panel de instrumentos y mientras se arrodillaba frente a él le dijo
-Quedamos que te iba a enseñar las armas femeninas del placer, esas por lo que los hombres mueren, vas a disfrutar de lo que sabe hacer una hembra para enloquecer a su macho
De rodillas frente al erecto pene, lo recorrió con su lengua diciendo
-Mmmm… ¡Que rico!, tiene el delicioso sabor de que estuvo dentro de mi oscura cueva
Lo tomó con sus manos y se quedó observando el glande y hablando de tal manera que el movimiento de sus labios lo rozaran buscando con eso desesperar a su amante le dijo
-Me gusta verlo así, liso y brillante, hinchado, desesperado por sentir el húmedo calor de mi boca
Daniel jadeaba en espera del placer y ella lentamente comenzó a pasar la punta de su lengua por el cinturón del glande, levantó su mirada hacia su cuñado notando en él una especial mirada y no era para menos ya que él la observaba embelesado, perdido en sus ojos claros, en lo hermoso de su rostro, en su cabello saliendo a los lados de la gorra militar, para él seguía siendo increíble que esa belleza de mujer, ese rostro angelical estuviera jugando con su pene buscando complacerlo. Al tiempo que toda la lengua de Bárbara recorría el glande disfrutando que estaba impregnado con el sabor de su vagina, con sus delicadas y blancas manos recorría el pene de arriba hacia abajo. Daniel soltó un fuerte gemido e inclinó su espalda hacia atrás cuando Bárbara metió el pene en su boca y haciendo su cabeza hacia atrás exclamó
-¡Que delicia mujer!, me encantas, eres una maravilla Barbie.
Después de un rato de sentirla masturbar y mamar su hinchado pene, él bajó la cara para verla, la sujetó por la gorra para que ya no moviera su cabeza y le dijo
-Ya Barbie vas a hacer que me venga en tu boca
Ella levantó la mirada fijando sus claros y enormes ojos sobre Daniel, sacó el pene de su boca y manteniéndolo junto a sus labios dijo
-Eso es lo que quiero que hagas… ¿Tú no quieres hacerlo?
Daniel no respondió, su excitación había llegado casi al límite al ver su glande empapado de la saliva de su amante, quitó sus manos de la cabeza de Bárbara y ella sin bajar su mirada de la de su cuñado pensó “Te tengo al límite Dany” y al notar que ya estaba rendido a lo que ella pidiera, en tono de fingida súplica le dijo
-No seas malito corazón, vente en mi boca, me gusta mucho… “Porfis” Dany
Sonriendo por dentro al ver la cara de Daniel, con esa expresión de “Haz conmigo lo que quieras”, volvió a meter el pene en su boca oprimiéndolo con su lengua sobre la parte interna de su mejilla, el miembro de Daniel se endureció más de lo que estaba, con su lengua empujó el glande sobre su paladar, apretó con sus labios el duro pene y con sus manos sujetó el tronco presionándolo buscando con ello aumentar el placer de su amante y al mismo tiempo evitar que en medio de su lujuria él intentara meterlo de más.
Observó como la fija mirada de Daniel sobre de ella se perdía obligándolo a cerrar sus ojos y gimió con fuerza, sintió en sus manos la fuerte contracción del pene acompañada de un fuerte chorro de cálido y delicioso semen que golpeó sobre su paladar, seguido de muchos más que llenaron su boca, lo tragó y después limpió el resto con su lengua… Daniel quien ya la veía sin poder ocultar en su mirada el cansancio propio del placer del orgasmo la acarició en las mejillas y le dijo en tono de admiración
-Te lo tragaste Barbie
-Claro, el semen es la fuente de la eterna juventud, por eso tengo cara de niña
Soltó la carcajada y después siguió lamiendo el pene para limpiarlo, cuando el pene colgó flácido ella se puso de pie y Daniel la abrazó para besarla diciendo
-Te amo Bárbara… Te juro que te amo
Ella lo miró a los ojos y al notar en ellos la sinceridad se giró hacia el frente del yate apoyando sus manos en el timón y le reclamó
-No lo digas ni de broma Daniel… Acepto que nos queremos, que somos…..
Por un momento dudo, pero decidió no decir “Cuñados” y continuó
-Buenos amigos desde hace varios años y ahora pues… No sé… Supongo que te encantó coger conmigo ya que me esforcé por complacerte, pero de eso al amor hay un gran trecho Daniel
-¿Y por qué te esforzaste en complacerme?
-Porque en el sexo los dos se deben esforzar por complacer al otro, solo así se disfruta plenamente… Y tú hiciste lo mismo ya que me has dejado bastante satisfecha
-Y tú a mí me volviste loco, por eso te amo
Bárbara desesperada respondió
-¡Entiende lo que te digo Daniel! … El amor es algo más, en el amor además de compartir la cama, se comparten las duras y las maduras, amar es respetar la individualidad y la privacidad del otro, es reconocer con honestidad que ninguno de los dos es mejor que el otro sino su complemento, es permitirle al otro la libertad sobre sus actos y deseos, es tener un cómplice en lo más sublime y lo más perverso, es compartir la bondad y la maldad, es saber negociar día con día todo, absolutamente todo, desde como apretar el tubo del dentífrico hasta los actos más bajos y humillantes.
Bárbara apretó con sus manos sus pechos y volteó a ver a Daniel para agregar
-El amor es eso que llega sin darnos cuenta, eso que se mete aquí en nuestro pecho y que a pesar de que a veces nos duele mucho o nos molesta tenerlo ahí metido, vivimos luchando y rogando para que nunca se salga
Y subiendo sus manos frente a su cara como si quisiera que sus ademanes demostraran su desesperación sobre lo que iba a decir con los ojos húmedos exclamó
-¡Por amor hacemos lo que sea!, ¡Lo que sea Daniel!... No te imaginas a que extremos podemos llegar para complacer al ser amado, por él mentimos, traicionamos, ofendemos, pero también soportamos las peores ofensas y humillaciones sin reclamar nada y no me refiero tan solo a las mujeres, los hombres también soportan lo suyo pacientemente… Y todo por la felicidad que nos da amarnos, ser pareja, ser cómplices, confidentes, saber que uno es lo más importante en la vida del otro… Amar y ser amada es lo más maravilloso del mundo, pero también, y no pocas veces, lo más irracional del mundo… Así que no te equivoques Dany, un cuerpo hermoso no es una mujer y una noche de sexo no es una vida juntos
Terminó dándole un beso en la boca para después preguntar
-¿Dónde hay toallas para asolearnos desnudos en la cubierta?
-En el camarote
Respondió Daniel pensativo, Bárbara bajó al camarote y después subió a la cubierta de proa con dos toallas y su bolso de playa, mientras tendía las toallas lo miró ahí pensativo, de pie donde lo había dejado antes de bajar al camarote y le gritó
-Ven a tomar el sol Dany que buena falta nos hace, estamos muy blancos y tu hermana va a suponer que nos la pasamos en la habitación haciendo cositas ricas.
Daniel salió a cubierta, por un momento se quedó admirando la desnudez de Bárbara quien yacía acostada boca arriba, se sentó sobre la otra toalla y le dijo
-Pásame el bronceador para untártelo
-Está en el bolso
Daniel tomó el bolso de su cuñada, sacó la crema, se agachó a besarla en los pechos y comenzó a untar sobre de ellos el bronceador y sin saber las verdaderas razones por las que Bárbara le había dicho todo lo anterior confundido le preguntó
-¿No te ha sido fácil el matrimonio verdad?... Me refiero a lo que ha pasado con mi familia
Ella al notar que su “arranque” no había hecho sospechar nada a Daniel, con voz tranquila le siguió la corriente sin por ello dejar de confesarle su realidad
-No, no ha sido nada fácil, pero lo he soportado por amor a Alex… Y es que me han humillado mucho Dany, en especial Silvia… Desde que me conocieron para tu papá fui la niña caliente, la trepadora social, la corriente, la “naca” *(*Término peyorativo usado para ofender a las gentes que no pertenecen a la sociedad económicamente pudiente), la muchachita de clase media que no vale ni el polvo de sus zapatos, la interesada… Y así me han tratado, tal vez por eso me negaba a tener hijos ya que me da terror que sean tratados igual, humillados y desheredados solo por haber tenido la desgracia de ser mis hijos…. Pero Alex quiere hijos y se los tengo que dar o también me convertiré en la bruja estéril incapaz de hacer lo más elemental de cualquier mujer que es embarazarse…. ¡Y ya no me hagas hablar!, que terminaré confesando lo que no quiero.
-Confiésalo y te sentirás mejor
-¡No!... Son secretos que debo llevarme conmigo a la tumba por mi bien, el de mi marido y de mis hijos
-Cuando le den nietos a mi papá, verás que todos te tratan muy bien Barbie… Eso te lo garantizo
-Claro, pero seguro será después de pasar por la última humillación soportamdo que a mis hijos les hagan análisis de ADN para saber si son de mí marido
-¡Por favor!... De plano nos supones gente de lo peor
-¿Y no?.... Mejor disfrutemos todo lo malo, pecaminoso y antisocial que estamos haciendo que muy a pesar de que cuando se enteren sin duda terminaré siendo la puta que te sedujo, para mí ha sido un escape y una solución a una cruel realidad... Una cruel y muy dura realidad para cualquier mujer
-¿Cuál?
-No seas metiche que pareces vieja del Country Club
Daniel rió mientras untaba la crema en las pantorrillas de Bárbara, cuando subió a los muslos y la hizo abrir las piernas la tocó en el sexo sintiendo la humedad que había, entendió que ella lo había complacido a pesar de que también estaba excitada, así que le dobló las piernas haciendo que sus pies se apoyaran sobre la toalla, se arrodilló entre sus piernas y la miró a los ojos, la vio respirar excitada, ella afirmó con la cabeza como pidiendo que le diera placer y él se agachó metiendo su cabeza entre sus piernas para jugar con sus dedos sobre el femenino sexo y cuando juntó su boca entre los labios vaginales ella le sujetó los cabellos haciendo su cabeza hacia atrás, con su lengua recorrió el clítoris y la metió varias veces en la vagina, después usó su mano metiendo el índice en la vagina, mientras su lengua la acariciaba recorriendo el clítoris.
Bárbara respiraba agitadamente y cuando él comenzó a mover su dedo índice en forma circular ahí donde sus labios vaginales se unen arriba en su sexo, la escuchó gemir con un “Ohh” de placer, así que siguió haciéndolo al tiempo que metía su lengua en la vagina, cuando notó que ella apretaba la toalla con sus manos aceleró las caricias sobre esa parte y observó con gran asombro y placer como los labios, la vagina, y el ano de Bárbara se contraían rítmicamente, ella volteó su cabeza hacia un lado y cuando sus contracciones se terminaron bajó su mano sobre el dedo de Daniel para que se detuviera diciéndole
-Que delicia Dany, me vine increíble, me gustas mucho
El separó los labios vaginales para besar y lamer la rosada piel debajo de ellos saboreando la humedad del cálido sexo femenino, después se arrodilló, acercó su cara a la de su cuñada quien aspiró el olor de su sexo impregnado en el aliento de Daniel y cuando el juntó su boca a la de ella, Bárbara separó los labios para recibir la lengua de su amante dentro de su boca intercambiando salivas y disfrutando del excitante sabor de sus sexos, después él la besó en las piernas mientras las estiraba para ponerlas sobre la toalla y se recostó a su lado tomándole la mano y entrelazando los dedos ambos acostados boca arriba en la cubierta del yate.
Nuevamente todo quedó en silencio, en el profundo silencio que ella amaba, solo el rítmico golpeteo del mar sobre el casco del yate rompía el silencio con los ojos cerrados Bárbara giró su cabeza y observó la soledad del mar, se enderezó para quedar sentada y giró su cabeza hacia ambos lados, giró su cintura para voltear hacia atrás, se acostó nuevamente y por una extraña razón sonrió convencida de que estaba embarazada, pasados varios minutos ella no soportó más el calor del sol que caía a plomo sobre el yate y secándose el sudor sobre su frente preguntó
-¿Lo haces seguido?
-¿Qué o qué?__ Respondió Daniel quien comenzaba a quedarse dormido
-Venir aquí donde solo se puede observar el cielo y el mar en medio de éste silencio, en medio de ésta paz
Bárbara se sentó nuevamente, dobló sus piernas hacia su pecho y con la mirada fija en el horizonte exclamó
-¡Dios!, cuanta paz hay en la soledad del océano…. ¿Eso que se ve es un barco?
Daniel se enderezó, observó y se levantó para ir por los binoculares, después de mirar de pie se los pasó a Bárbara diciendo
-De seguro es un crucero de los que llegan a Acapulco
-¿Cómo sabes que viene a Acapulco y no va a Hawái o algún otro lugar?
-Por favor Barbie… Ni que estuviéramos a medio océano, cualquier barco que veas o sale o llega al puerto
Bárbara lo miró con ayuda de los binoculares y preguntó
-¿No estamos en su ruta? ¿No nos puede voltear?
-No, pasan a buena distancia, aunque a veces su desplazamiento si producen olas que nos mueven, pero nada del otro mundo, seguramente pasará muy lejos a estribor
-¿Por dónde?
-Así como éstas, a tu derecha
-Dime quien es Nora… ¿Por qué nombraste así a tu yate?
-Nora Patricia, la hija de….
-¿Paty?... ¿Te gusta Paty?, es muy linda, pero todavía está muy chica, ¿Qué tiene 16, 17años?
-15, pero no quiero hablar de ella, mejor vamos a bucear un rato
Bajaron a la popa del yate donde Daniel sacó los equipos de buceo, se pusieron los trajes de Neopreno y cuando se ajustaban los tanques a la espalda escucharon la sirena del crucero, ambos quedaron con la vista fija en el pasar del enorme barco cerca de ellos y mientras lo veían pasar ella saludó con la mano y comentó
-Qué maravilla, ¿Cómo puede flotar ese monstruo?... Y no me des explicaciones científicas
-No tiene más explicación que el principio de Arquímedes, lo demás ya es complicado y la verdad yo no diseño barcos
-Que fácil… ¡Eureka! Ya lo entendí… ¿Y para que suena ese claxon que parece de locomotora?
-Se llama sirena y la verdad no sé… También los cargueros lo hacen cuando pasan cerca de uno, tal vez para avisar que al pasar te van a ver cogiendo con tu chica en la cubierta
-¡Sangrón!... Te debí haber cogido mientras pasaban, pero lo haré cuando pase otro, no lo dudes niñito
Le hizo a Daniel un gesto de enojo y bajó a la pequeña plataforma que sobresalía en la parte baja de la popa formando parte del casco de la embarcación y desde ahí saltó. Bucearon un buen rato hasta que el temor de Bárbara le obligó a hacerle una señal a Daniel de que subieran, ya en la superficie ella se quitó el tanque para subirlo a la plataforma y se subió quedando sentada con las aletas dentro del agua, metido en el agua Daniel le comenzó a quitar a ella las aletas, admirando como la blanca piel de sus pies contrastaba con el negro del neopreno que se ajustaba a su cuerpo sensualmente, mientras ella se quitaba la capucha él la besó en los pies metiendo los dedos en su boca y después preguntó
-¿No te gustó?
-Es lindo estar allá abajo, todo es precioso, impresionante, único, una verdadera maravilla de la naturaleza, te juro que me daban ganas de bajar hasta el fondo para admirar y tocar todo, absolutamente todo, pero no tienes idea del terror que me da estar ahí.
Daniel quien aún le sujetaba un pie respondió
-Lo mismo me pasa a mi contigo
Se miraron a los ojos, Daniel la besó en el empeine y metió los dedos del pequeño y sensual pie en su boca y ella cambió el tema diciendo
-Vamos arriba Dany, ya tengo hambre ¿Qué trajiste de comer?
-Unos camarones, ensalada y una botella de delicioso vino blanco, el “Diamante” que tanto te gusta
-Me encanta
Respondió ella poniéndose de pie y subiendo a la cubierta del yate. Cuando Daniel subió ella se terminaba de quitar el traje quedando otra vez desnuda, miró la Daniel y le dijo
-Nada de ponerte el traje de baño, te dije que te cogería si pasa otro barco y no me pienso poner a encuerarte…
-¡Uyy que rico!, Y te aseguro que será uno de la armada ya que es la hora de salir a patrullar
-¿Cuántos oficiales trae arriba?
-¿Oficiales?... No sé tres, cuatro… ni idea, pero si varios marinos
-Esos no, cogemos solo para los oficiales… Acuérdate que soy una trepadora
Bajó a la cocineta, abrió el pequeño refrigerador y poniendo sobre su desnudo cuerpo un delantal que ahí había se puso a cocinar mientras Daniel subía al “puente”, mientras cocinaba él bajó y al verla con el delantal que dejaba el torso desnudo, le puso la mano sobre las nalgas diciendo
-Que cocinera más sexy
-Pero de que te sirve si te doy terror
-Sí que me das terror, pánico… Solo que ya aprendí a superar mis miedos
Daniel le quitó el cuchillo con el que cortaba la verdura, la volteó hacia él le dio un ardiente beso en la boca, apagó la hornilla de la pequeña estufa donde Bárbara tenía los camarones y la llevó a la pequeña habitación, Bárbara riendo exclamó
-¿Qué me vas a hacer?... ¡No por favor!... ¡Me violan, auxilio marineros!
-Nadie te va a oír niñita, así que prepárate ya que te va a doler, pero te va a encantar, tu flojita y cooperando muñeca que así es como menos duele
Sin quitarle el delantal la tendió boca abajo en la cama, la besó en las piernas comenzando por los pies y conforme subía recorriéndolas a besos ella las separaba para ofrecerle su sexo, Daniel besó y lamió esa delicia que ella le ofrecía y después de detenerse unos segundos a disfrutarle las nalgas, cuando la besaba en la espalda y el cuello, la penetró.
Entre gemidos, respiraciones agitadas y pieles ardientes, húmedas de sudor, Bárbara sentía como el pubis de Daniel golpeaba y empujaba sus nalgas cada vez que su pene la penetraba profundamente provocándole molestia y haciéndola pensar en lo que aun siendo virgen le había dicho una amiga sobre el sexo al afirmarle que era como un dolor de muelas “Duele, pero no quieres que te la saquen”. Todo dentro de ella se tensó apretó con sus manos el cubrecama, sintió como sus ojos se desorbitaban y por la comisura de sus labios corrió saliva cuando ella abrió la boca deteniendo su respiración, pasado ese segundo mágico en que el cuerpo se petrifica en espera del placer, un fuerte gemido gutural que más bien fue un grito de placer salió de su garganta y disfrutó plenamente de la maravilla que es el orgasmo femenino.
Daniel se recostó sobre de ella y Bárbara se sorprendió, ya que no lo había sentido venirse y cuando pretendía cometer la imprudencia o más bien el insulto al machismo de preguntarle si ya había terminado, él le dijo
-Que rico coges Barbie, ¡me encantó violarte niñita!… Está bien, acepto que no te amo, pero tú acepta que eres la mejor mujer del mundo
-Ya verás que no es así corazón… Soy como cualquiera que sabe disfrutar del sexo sin prejuicios, ya somos muchas las que no ponemos freno a nuestros instintos y sabemos disfrutar de lo que El creador nos dio. ¿Me vas a hablar sobre Nora?
Daniel se levantó y se sentó en la cama junto a ella diciendo
-No hay mucho que explicar… Solo que fue con ella
-¡Por Dios Dany!, es una niña
-¿Y tú que eras cuando viniste a Acapulco a coger con Alejandro?... Eso sí que fue un escándalo, de lo mío con Paty eres la primera en enterarse, así que no lo comentes ni con mi hermano
-Claro que no lo haré, lo mantendremos en secreto al igual que lo nuestro
-Prometido… Yo termino de cocinar mientras tú haces…. Eso… Lo que hacen las mujeres después de coger
Bárbara rió y Daniel salió cerrando tras de si la puerta del camarote