Carlos la miró, recargada sobre el marco de la puerta con sus brazos cruzados, tenía una pierna cruzada frente a otra lo que hacía resaltar la curva de su cadera, la vio hacer su cabeza hacia atrás para acomodar su cabellera y después recargar la cabeza sobre el marco de la puerta, él preguntó

-¿Terror de qué?..¿De que me aproveche de ti y te haga algo muy malo?

Ana soltó un chasquido y dijo

-¿Y que más me podrías hacer?, solo matarme

-¿A que le temes entonces?

-A que no resulte y alguno de los dos termine muy lastimado.... Yo ya pasé por esto... El pensó que me amaba y no era así, confundió el deseo con el amor, eso suele pasar, y... Y me da temor por que yo fui la que te pidió que te quedaras conmigo, yo te metí a mi cama y es lógico suponer que si lo propuse y tú aceptaste fue por deseo y no .........

-Lo importante no es lo que se hace, sino saber porque se hace, ¿Lo has pensado?__Dijo él interrumpiendo

-¿Piensas que me enamoré de ti en dos horas?...¿Amor a primera vista?.... Me resisto a creer en el

-Pienso que fueron meses frente a una ventana, meses en no que te desnudabas para que alguien te viera, sino para que yo te viera... Aún estabas casada y averiguaste todo lo que pudiste de mi.

-¡Eso no es cierto!, lo estás inventando, eso es........ Es verdad Carlos

Aceptó Ana bajando la cabeza, Carlos al notar en ella la franqueza de su respuesta preguntó

-¿Alguna vez mientras lo hacías con tu marido frente a esa ventana, imaginaste que lo hacías con el desconocido que los miraba, con el mirón, conmigo?

-¡¿Cómo crees?!...  ¡Demonios!.... Si, si lo hice...más de una vez... Pero eso era parte del juego... Parte... parte de nada... Me gustaba imaginarlo.. Sin duda le era infiel al suponerlo otro

Ana apretó sus labios y movió su cabeza en un gesto de culpabilidad mezclada con resignación, inspiró profundo y quedaron en silencio, bajó la cabeza y pasó el dedo de su mano sobre su muslo como si estuviese quitando algo de sus jeans, dejó de hacerlo y levantó la cabeza para decir

-¿Y si estoy confundiendo amor y deseo?..¿O si lo estás confundiendo tú?...Cuando uno se confunde y el otro se enamora y de pronto surge la verdad, el primero rectifica su error y el otro queda en la lona destruido por el dolor de perder a la persona amada.... Yo no te quiero herir y estoy segura de que tú no lo quieres hacer conmigo, ¿Pero si es así?..¿Qué haríamos Carlos?...¿Seguir atados sin amor solo por no lastimarnos?... ¿Por lástima?... Que alguno de los dos piense “No lo amo, pero pobre, ¿cómo lo voy a dejar?”...No amor, eso sería muy humillante.

-Mira Ana

Dijo Carlos sentándose sobre la cama frente a ella, quedó en silencio unos momentos, bajó su cabeza para verse las manos que tenía sobre sus rodillas pensando en lo que diría, levantó la cabeza y la miró, golpeó con la palma de su mano las sábanas de la cama diciendo

-Ven, siéntate a mi lado

Ana caminó hacia él y se sentó en la cama, pero no lo hizo a su lado, se alejó de Carlos lo suficiente para poder inclinarse hacía él, le levantó las manos y se recostó sobre sus muslos, él bajó la mano, la posó sobre la cabeza de Ana y mientras le acariciaba los cabellos le dijo

-Un tío mío, hermano de mi papá, ya lo conocerás, él es general de división, un tipo muy duro y mal encarado.....

-¿Y quieres que lo conozca?__Preguntó Ana interrumpiendo

-Cuando lo tratas cambia radicalmente la primera impresión que te da su presencia, pero no me interrumpas, él nos decía un día que el soldado que no siente temor no es un valiente, sino un maldito loco, que el valor no radica en no sentir miedo, sino en sobreponerse al miedo... Y agregó algo que a mi me hizo realmente meditar, él nos dijo “La vida es como el ejercito, nos exige que demos lo mejor de nosotros mismos y cuando le fallamos o cometemos un error nos impone castigos muy duros, a veces tan dolorosos que se antojan inhumanos... Pero sabe perdonar... Lo único que el ejercito y la vida no perdonan es a los cobardes”

 Ana apretó con su mano la pantorrilla de Carlos, él la escuchó inspirar profundamente y decir con voz triste

-¡Ay amor!...No seas tan cruel.. No sabes lo que duele que te abandonen

-No, no lo sé Ana, a mi nadie me ha abandonado, no he tenido la oportunidad de arriesgarme a amar entregándolo todo conciente de que puede ser algo efímero, una ilusión pasajera.. Así que no sé lo que se siente Ana, pero lo que si sé es que si lo nuestro no funciona no me abandonaré a mi mismo tratando de huir de la vida como un cobarde...Yo estoy convencido que aquel que no es capaz de arriesgarlo todo, no merece tener nada.

Quedaron en silencio por unos momentos, Ana le tomó la mano que él tenía sobre sus cabellos, le dio un beso en la palma y le dijo

-Muy bien Carlos...

Se puso de pie y se le sentó en los muslos apoyando sus rodillas en la cama, pasó sus brazos por el cuello de Carlos, acercó su boca a la de él tocándose las narices y en lugar de besarlo comenzó a hablar con su mirada fija en la de él, Carlos aspiraba el aliento de Ana mientras ella decía

-Tienes razón, soy una tonta miedosa que tiene miedo de arriesgarlo todo y tal vez por eso no tengo nada que le dé valor a mi existencia, no sé que vaya a pasar Carlos, pero te demostraré que soy una pendeja pero no una cobarde... Vamos a intentarlo, vamos a arriesgarnos con la esperanza de no recibir de la vida más castigos inhumanos.

El intentó besarla, pero ella hizo su cabeza hacia atrás diciendo

-No he terminado señor... Quiero conocer a tu familia y que tú conozcas a la mía, yo no pienso hablarles por teléfono para decir “Papi, ya me casé otra vez”, si en tu casa lo acostumbran, en la mía no... Después de que formalicemos nuestro noviazgo, amasiato o lo que sea lo nuestro, espero que me pidas matrimonio de forma romántica y no después de tener un orgasmo.... Así que tómate tu tiempo para pensarlo y para besar a tu novia

Carlos la besó en la boca varias veces, lamiendo y mordiendo con suavidad sus labios, ella sintió en su entrepierna la erección de Carlos bajo su pantalón, sonrió y al tiempo que movía sus caderas sobre las piernas de él preguntó

-¿Por qué no me dices que tienes ganas amor?

-Porque me pasaría el día diciéndote “Tengo ganas, tengo ganas, tengo ganas”

-¡Uyyy!..¿Tanto así?

-Tengo ganas de ti, hasta cuando lo estamos haciendo...La verdad es que yo mismo me doy envida de la mujer que tengo

Ella se puso de pie riendo, se quitó los tenis y se desabrochó los jeans, lo miró sentado en la cama y le dijo

-Desnúdate amor....¿Como lo vamos hacer con ropa?...¡Hombres!, cuando ustedes quieren son veloces  para encuerarse pero cuando una toma la iniciativa se quedan como pendejos sin saber que hacer.

El se puso de pie y se desnudó, ya desnudos ella le dijo

-Súbete a la cama y acuéstate boca arriba

-Ven, déjame abrazarte

-¡Obedece Carlos!... Déjame hacerlo como yo quiero... ¡A la cama!

El rió y se acostó boca arriba sobre la cama, ella se subió a la cama, se arrodilló detrás de su cabeza y se agachó para besarlo en la boca, sus narices pegaban contra sus mentones mientras se mordisqueaban los labios, ella dejó de besarlo y apoyada en sus rodillas comenzó a deslizar su cuerpo sobre el de Carlos besándolo y lamiéndolo en el pecho, al llegar a su estómago ella acercó el suyo a la boca de él quien también se puso a besar y a lamer la blanca y suave piel del vientre de Ana, ella siguió besando el cuerpo de Carlos hasta llegar a su pubis, tomó el miembro endurecido con su mano y pasó su lengua sobre el glande, abrió su boca y lo metió dentro de ella para saborearlo, lo oprimía contra la parte interna de sus mejillas moviendo su lengua sobre de el .

Carlos la hizo moverse hacia delante y al tener frente a su cara los labios vaginales, los separó con sus dedos y comenzó a lamer el clítoris, ella al sentirlo apretó con su boca el pene y de su garganta salió un “Mmmm” que expresaba su placer y se dedicaron por un buen rato a disfrutar de un excelente 69. Ella abrió la boca y soltó el miembro de Carlos, apretó sus dientes y levantó la cabeza inspirando con fuerza por su nariz para después bajar lentamente la cabeza exhalando por sus labios entreabiertos, en ese momento él sintió la humedad que fluyó de su vagina y la escuchó decir “Uff, que rico amor”. Ella se enderezó, se arrodilló a un lado de Carlos, pasó una pierna a cada lado del cuerpo de él para montarlo sobre su pelvis mirándolo a la cara.

Carlos admiraba el cuerpo de Ana frente a él, acarició sus pechos, subió sus manos a sus hombros y las bajó recorriendo sus costados hasta llegar a su cadera y bajar por sus muslos, dijo “Que rica estás amor, eres preciosa, me encantas” ella sonrió, se enderezó hincándose sobre sus rodillas, pasó su mano detrás de sus nalgas, tomó el pene y lo puso frente a su vagina, lo movía sobre su sexo para humedecer la punta del glande, miró a Carlos a los ojos, sacó su lengua y muy sensualmente recorrió con ella sus labios, él trató de tocarla, pero ella lo impidió tomando sus manos y apoyándolas sobre la sábana a los lados de su cuerpo y le dijo “No, no, no... sin tocar señor” y el aceptó con un gesto de resignación

El la observaba admirando sus formas, sus muslos fuertes y bien torneados, la curva de su cintura, su vientre plano adornado con un redondo y bien formado ombligo, sus pechos redondos y firmes, sus hombros, su largo cuello y ese precioso rostro agachado hacia él con sus dorados cabellos cayendo a los lados, todos los movimientos de ella eran muy lentos haciendo que él estuviese en una excitante desesperación, quería empujar su cadera y penetrarla pero ella se lo impedía deteniendo su pene con su mano, ella dejó de pasar su lengua sobre sus labios para poder hablar y decirle con voz pausada y sensual “Observa amor, observa como mi cuerpo devora tu pene, míralo perderse dentro de mi, fíjate bien como me apropio de el...pero antes...”

Carlos respiraba agitadamente, sentía latir su pene hinchado por la enorme erección, desesperado y ansioso le dijo “¿Antes que amor?, te juro que no lo resisto más”, ella rió y respondió “Antes de que lo devore con mi cuerpo debes reconocer que soy su dueña”...”Si Ana, eres la dueña, de el y mia”...”OK, observa con mucha atención”

El fijó su vista en su miembro y ella comenzó a sentarse muy lentamente sobre de el ante la mirada excitada de Carlos, al sentir el calor húmedo de la vagina sobre su glande inspiró profundo y exclamó “Oh Dios, que delicia” mientras observaba como su pene desaparecía dentro de Ana quien terminó sentada apoyando sus nalgas sobre su pubis, él cerró los ojos y ella sonrió, comenzó a moverse hacia delante y hacia atrás apretando con fuerza el pene, Carlos abrió los ojos, trató de decir algo pero ella le indicó que callara y comenzó a cabalgarlo doblando sus rodillas para que el pene entrara y saliera de su vagina.

Varios minutos lo cabalgó, lento, rápido, se dejaba caer sentada para que la penetración fuera muy profunda, los dos gemían, ella detuvo por un momento sus movimientos cerrando los ojos, estiró los brazos y él la tomó por las manos entrelazando sus dedos, la sintió brincar y agachar la cabeza pero no hizo ninguna exclamación de placer, abrió los ojos y siguió cabalgando sobre de él, sus pechos se movían al ritmo de su cabalgata, él la tomó por la cadera y la empujó hacia abajo, Ana quedó sentada sobre el pubis de Carlos, puso sus manos sobre las de él, sintió el pene endurecido como nunca y apretó su vagina con toda su fuerza

Unos instantes quedaron inmóviles, Ana vio los ojos de Carlos perderse en sus órbitas, levantó sus nalgas como si lo quisiera meter aún más y ella comenzó a sentir como el pene se contraía dentro de ella, Carlos sintió correr el semen por su uretra y salir con fuerza dentro de Ana una y otra vez.

Mientras observaba como Carlos inclinaba su cabeza hacia delante cada vez que se presentaba uno de sus espasmos trataba de imaginarse o de sentir el cálido semen golpeando con fuerza el fondo de su vagina. Tres o cuatro veces vio y sintió a Carlos “brincar” de placer, sintió que sus manos aflojaban la presión sobre su cadera y lo vio dejar caer su cabeza sobre la almohada.

Cuando él abrió los ojos se encontró con la mirada seria de Ana fija en él, le preguntó

-¿Que pasa?

Ella movió la cabeza negando y sonrió levemente sin dejar de mirar a Carlos, él insistió

-¿Qué pasó amor?... Yo sé que te pasa algo

-¿Qué puede pasar amor?...Que te adoro, me encantó verte gozar, fue increíble.

-Ana

-De verdad Carlos, no me pasa nada, es solo que nunca había puesto atención a tu placer y me gustó... Me gustó ver lo que soy capaz de hacerte sentir...Yo te di ese placer ¿sabes?...Me encanta hacerte gozar

Abrió los ojos muy grandes y su boca fingiendo cara de espanto y dijo

-¡Demonios!, ¿Oíste lo  que dije?... Creo que de verdad estoy enamorada

Se recostó sobre el pecho de Carlos lo besó, respiró profundo diciendo al exhalar

-Ayy Ana Claudia, Ana Claudia.... Si pasa algo amor... Y es que nunca había sentido algo tan especial, verte “brincar” por esos espasmos de placer y saber que yo fui la causante de ellos me hizo sentir especial, pero me entristeció pensar que no puse atención en ello, cuando.....

-¿Cuando estabas casada?

-Nunca supe o no puse atención en saber si podía... si era yo especial para él

-¿Y te gustaría averiguarlo?

No contestó y permanecieron un buen rato abrazados en silencio, cuando ella se enderezó el pene ya había perdido su erección y se había salido de la vagina, ella se enderezó y se bajó de encima de él, al quedar arrodillada a su lado le dijo

-Ni modo amor, todo el semen terminó sobre tu pubis,

Tomó unos pañuelos desechables y se puso a limpiarlo, mientras le decía

-¿Qué se te antoja que te prepare para comer?

-Mejor vamos a comer a algún lado

-No amor, tengo un plan mejor... Ya quedaste limpio, bueno al menos no escurrirás nada...Escucha mi propuesta, yo me siento unos momentos en la taza del baño, después vamos a la cocina, comemos cualquier cosa, regresamos a la cama, nos dormimos un rato, después nos bañamos y nos arreglamos para ir a la cena de tu hermana.

-La cena.. si es cierto carajo... acepto el trato.

Ana se metió al baño y desde ahí le dijo

-No te puedes vestir, así vamos a estar hasta que nos metamos a bañar

-¿Cómo crees?, yo voy a la cocina a comenzar a preparar algo

-¿Ya ves?, te cuesta complacerme

-Si

Cuando Ana llegó a la cocina Carlos estaba desnudo, lo abrazó por la espalda, lo besó y él le dijo

-¡No Ana!.. se me va a parar

-¡Uyy! Y como es tan grande no te dejará acercarte a la barra...¡Sangrón!... ¿Qué preparas?

-Unos “Carlos sándwich”...

-¿Qué es eso?

Carlos iba a responder cuando sonó su celular, corrió a la recámara y atendió la llamada, cuando llegó a la cocina Ana lo escuchó hablando con alguien en tono muy familiar, decía

-Si, claro que la vas a conocer...¿Cuándo quieres que la lleve?...No me digas, ¿cuando?.... OK, la llevo al hotel para que la conozcan...Mucho, ¡Si claro!, claro que nos pensamos casar y nos iremos a vivir allá...a ver pásamela.. Un beso pa....Hola má ¿cómo están?

Ana hizo un gesto de temor al saber que eran sus papás, lo miró a los ojos y él le hizo una seña de que no pasaba nada, terminó de hablar, cerró su teléfono celular y lo puso en la mesa mientras decía.

-Mis papás, les habló Rebeca y les dijo que ya no vivía con ella y que vivían contigo...No les gustó mucho por lo de no estar casados y todo eso pero no hay problema, van a venir y aprovecharán para conocerte.. Los veremos el lunes en el Four Seasons.

-¿No se quedan con Rebeca?.. que vengan a la casa

-No les gusta, prefieren estar en el hotel

-Cuando les habló Rebeca

-Hoy en la mañana

Respondió Carlos poniendo los emparedados en la mesa y sentándose al lado de Ana, ella le dio una mordida al suyo y mientras masticaba pensaba “Maldita, de seguro esto fue fuego de mortero buscando debilitar y en la noche atacarás con todo”...Miró a Carlos diciendo

-Está muy bueno amor

Terminaron de comer y se fueron a dormir una siesta.

A las 9 de a noche Carlos abría con su llave la puerta del departamento de su hermana, se asomó y dijo

-¿Se puede pasar?, ¿No llegamos muy temprano?

Rebeca desde la cocina dijo “Adelante” y fue a recibirlos. Se quedó inmóvil por unos instantes observado a Ana, usaba un vestido azul marino de seda, sin mangas, entallado y a medio muslo, unas sandalias de tacón mediano, que permitían ver sus pies ya que no usaba medias, su cara muy bien maquillada hacía que sus ojos azules se vieran muy grandes y su cabello caía libremente a los lados de su cara...Rebeca la recorrió de pies a cabeza pensando “Con razón me cambió por ti, eres una belleza..., maldita infeliz con ese cuerpo puedes tener al que quieras, pero me lo tenias que robar”, sonrió diciendo

-¿Eres Ana?

-Si,

Dirigiéndose a Carlos le dijo

-Eres un mentiroso hermano... Me habías dicho que era muy bonita, pero es un verdadero ángel, no sabes el gusto que me da, ven a que te dé un abrazo de felicitación

Rebeca abrazó a su hermano diciendo

-Felicidades galán, que mujer tan bella te conseguiste

Ana le dio a Rebeca una canasta con pastas, ella sintió el golpe y en tono que Ana entendió como reto preguntó

-¿Qué son corazón?

-Unas pastitas secas muy ricas, están hechas con mantequilla, creo que te van a gustar

-Gracias, se ven deliciosas, pero pasen, pasen...Vengan a la cocina que te tengo una sorpresota hermano.

Cuando entraron a la cocina Carlos dejó la botella de vino que traía en las manos y abrazó con fuerza a la mujer que ahí estaba diciendo emocionado

-Betty... Hace años mujer...

-Mi Carlitos precioso, varios años que no nos vemos

Se separaron, Beatriz lo tomó por la manos y le dijo

-¡Estás guapísimo!

-Y tú estas igual de bella

-Me mantuve en forma para esperar que crecieras y no se notara mucho la diferencia de edades

Y con todo cinismo le dio un beso sobre los labios y le preguntó

-¿Es tu novia?...¡Qué bárbaro!, solo aceptas a tu lado mujeres bellas... Me incluyo entre ellas

-Claro que si...Mira las presento, ella es Ana mi novia y ella es Beatriz una amiga de la infancia

Ana sonrió pensando “Así que se trata de noquearnos... Ok, veamos de que cuero salen más correas... pinche Rebeca hija de puta”, escuchó a Beatriz decirle

-¿Me lo puedo llevar?

-Si Claro, tendrán mucho de que platicar.. Es todo tuyo

-¿Te lo regreso por la mañana?

-Si los dos lo quieren, es problema suyo.

Rebeca rió y dijo dirigiéndose a Ana

-Ya conocerás a Bety.. Es de lo más bromista.

Riendo tomó a Ana del brazo y caminó con ella hacia la sala pensando “Claro que la vas a conocer, se va a coger a tu amante como tu te cogiste al mío y vas a llorar cuando te pase lo que me hiciste a mi”, se sentaron en la sala a esperar la llegada del esposo de Rebeca, platicaron en medio de indirectas haciendo la conversación muy pesada, Ana vio como Beatriz tomaba la mano de Carlos y la ponía sobre sus muslos y él comenzaba a mover sus dedos acariciándola en la pierna cariñosamente. Rebeca se levantó a servir unas copas, Ana la observó caminar hacia el bar y pensó “Cabrona, eres muy cabrona e inteligente, te imaginé más pendeja, pero eres bastante astuta, usarlo a él para joderme a mi, no pensé que fueras capaz, es tu propio hermano...que mierda eres”

Cuando Rebeca le daba su copa entró el esposo, se acercó a saludar y cuando regresó de quitarse el saco y la corbata, se sentó junto a Ana a platicar, no dejaba de mirarle las piernas y los brazos, ella reía fuerte para hacer mas notoria su risa, volteó hacia Rebeca, sus miradas se encontraron y pensó “¿No te lo esperabas verdad?, pendeja los hombres no se resisten a unas piernas bonitas y eso es algo que me sobra, vamos ojo por ojo...Nos faltan los dientes”... Rebeca le dijo a su esposo

-Me ayudas con la mesa amor, ya deben tener hambre

Cuando él se disponía a levantarse Beatriz se ofreció a ayudarla y él marido se quedó sentado junto a Ana, los llamaron a cenar Rebeca sentó a Carlos y a Ana en un lado de la mesa, separando sus cubiertos lo suficiente para que no se pudieran tocar debajo de la mesa, a Beatriz la sentó frente a Carlos al otro lado de la mesa, su esposo en la cabecera del lado de Carlos y ella junto a Beatriz justo frente a Ana. Rebeca sirvió la cena y mientras cenaban Carlos sintió que le tocaban la entrepierna bajó su mano y tocó el pie de Beatriz, la volteó a ver y ella le sonrió, él no resistió y le acarició el pie, en su mente se repitieron la escenas de una tarde dentro de un potrero, Beatriz se había quitado la camisa y el sostén recostándose sobre la paja, él besaba y chupaba de sus grandes pechos y ella después le dijo que pusiera su miembro entre sus pechos, ella los juntó con sus manos cubriendo el pene de Carlos y le dijo como moverse hasta que se presentó su orgasmo mojándola en el cuello y en medio de las tetas, después ella le limpió el pene con la boca, se limpió las tetas y el cuello con unos pañuelos desechables que llevaba en la bolsa de sus jeans, puso los pañuelos debajo de la paja, se vistió y primero salió ella y él había salido 15 minutos después.

Cuando estaban en el postre bebiendo una copa de coñac y café Carlos interrumpió la platica de su cuñado con Ana para decir

-Por cierto Rebeca, te mandó saludar el licenciado...¿Cómo se llama amor?

Ana respondió

-Miguel Gutiérrez

Ella sintió como una cubetada de agua helada, Beatriz miró a Carlos con cara de espanto y las dos voltearon a ver al esposo de Rebeca quien preguntó

-¿Donde lo vieron? ¿Y como supo que eras su hermano?

-Estaba platicando conmigo cuando llegó Carlos y él le preguntó si era hermano de Rebeca__Explicó Ana

-¿Acompañaste a tu hermana cuando lo fue a ver para el asunto de tu papá?

Carlos miró a Rebeca y sintió el pie de Beatriz golpear su pantorrilla y respondió

-Si, yo la llevé solo que me quedé en el auto, yo no me acuerdo de él, pero de seguro me reconoció

-Como abogado debe tener buena memoria para las caras__Dijo Ana saliendo al paso

-Si claro...Yo pensé que se conocían bien..¿Y tú de donde lo conoces Ana?

-Trabajé con él digamos que como pasante, para los créditos que nos pedían en la facultad estuve como seis o siete meses y después me salí

-¿Antes de cumplir el año?, es raro, él es muy estricto con todo eso

Rebeca la miraba pensando “Y si se la hubiese cogido el primer día, con ese bastaba” escuchó a Ana decir

-No me pagaba mucho, pero no se trataba de hacer dinero sino de cumplir requisitos

“Tú único requisito era abrirle las piernas y por muy buena que estés un hombre como él no tiene necesidad de pagarle a ninguna, date por bien servida con su semen y el placer que te ha de haber dado..pendeja” pensaba Rebeca cuando reparó en la mirada inquisidora de su hermano, ella lo miró a los ojos y avergonzada bajo la mirada. Para bajar la tensión que había Beatriz dijo poniéndose de pie

-Yo me tengo que ir, Acompáñame a mi auto Carlitos.__Y le dijo a Ana__¿Te lo puedo robar un momento?

-Nosotros también nos vamos ¿No Carlos?

-Si.. así dejamos a Bety en su auto

Rebeca replicó antes de que Ana se pusiera de pie

-No, esperen un rato más, te sirvo otra copa corazón, acompaña a Beatriz Carlos.

Ana la miró y pensó “OK, hagámoslo así, solo que ya me imagino de donde viene tu odio hacia mi”

Cuando Carlos y Beatriz bajaron ella trataba de evitar que se tocara el tema del licenciado, al llegar a su auto Carlos preguntó

-¿Qué es todo esto Bety?

Ella se le acercó pegando su cuerpo al de él y le dijo

-Que me muero de deseos de repetir lo del potrero, sin paja, desnudos y que tu leche se quede donde debe de quedarse.

Lo besó en la boca y Carlos respondió saboreándole la lengua, al separarse ella le pidió su número de teléfono, Carlos se lo dio y ella marcó desde el suyo, al sonar le dijo

-Listo, ya quedó gravado...¿Qué dices?..¿Me hablas?...Podemos terminar lo que se quedó pendiente

-¿Cuándo?

-Cuando y las veces que quieras, siempre habrá un lugar para ti en mi vida...Y en mi cuerpo.

Se subió a su auto y se marchó.