Alejandra permaneció unos minutos sentada en la cama con la cara agachada observando sus muslos, mientras pasaba sus manos sobre de ellos pensaba que ya habían pasado tres meses desde la semana de pascua en que se había convertido en la amante de René y en como a él le encantaban sus piernas, las besaba, las lamía, las acariciaba, incluso cuando la tenía penetrada moviéndose frenéticamente dentro de ella le pedía que las subiera a los lados de su cadera, para acariciarlas o apretarlas con su mano. Varias veces él le había levantado las piernas sobre su pecho hasta hacerla apoyar los talones sobre sus hombros y en esa posición la penetraba con fuerza llevándola a orgasmos que la hacían gritar, temblar y contraerse toda de placer, al terminar él permanecía dentro de ella acariciando y besando sus pantorrillas dulcemente y eso la hacía sentir “especial”

A veces después de cogérsela en esa posición se arrodillaba frente a ella tomaba sus pies por los talones y la hacía doblar las piernas sobre su pecho diciéndole “Así mujer, quédate así un rato para que no se salga mi leche, déjala meterse dentro de ti, que te moje toda por dentro” Ella sonreía diciendo “Si, quiero que se meta por mi útero y me moje los ovarios”. A él le gustaba llenarla con su semen y sabía que a ella le encantaba que lo hiciera, varias veces le había dicho “Te encanta Alejandra, te encanta mi semen dentro de ti”. Y sin importar que aún con sus piernas levantadas el semen escurriera hacia su ano y nalgas a ambos les excitaba hablar imaginando que el semen permanecía todo dentro de ella mojando sus entrañas, se besaban, se acariciaban y hablaban de lo que les gustaba de cada uno de ellos y de lo que más disfrutaban al coger. A ella le gustaba lamerle el pene para limpiar de el los residuos de semen y cuando la erección se presentaba nuevamente cogían otra vez y él duraba mucho dentro de ella.

Cuando estaba ansiosa de una excelente cogida comenzaba por hacerle el sexo oral hasta que eyaculaba en su boca y ella lo tragaba, o iniciaba masturbándolo diciendole que quería sentir su semen sobre su cara, sus tetas o en cualquier parte de su cuerpo, y así después de 10 o 15 minutos de charlas, caricias y besos él estaba listo nuevamente para penetrarla por mucho tiempo haciéndola goza como loca, “¡Me encanta que me coja así, me vuelve loca tenerlo mucho tiempo dentro de mí!…..Se repone rápido el maldito, claro, es la juventud que nos lleva a excesos…y vaya que le he ordeñado esa preciosa verga” se dijo mientras se ponía de pie para vestirse.

Desnuda frente al espejo se untó crema en todo su cuerpo, apretó sus labios y pensó “Sin embargo me mata el remordimiento, ¡ya no lo soporto más!, no puedo seguir así, debe existir una manera de terminar con esto” se puso su panty y su sostén, buscó entre su ropa lo que se pondría y eligió unos jeans ajustados y una blusa, después de vestirse se calzó unas botas, se miró en el espejo y pensó “¿Quiere estrenarme?, con estos jeans resalta lo que quiere tener”.. Se detuvo un momento escandalizada de su pensamiento y se dijo..”¡Dios mío!.. No puede ser, terminaré suicidándome, quiero acabar con esto, pero no me resisto a coger con él, le tomaré la palabra a Gloria e iré con un psiquiatra…No sé porqué no me ayuda ella”.

Salió de su habitación y bajó las escaleras, era miércoles e iría la señora de la limpieza, así que no se preocupó por limpiar ni ordenar nada, simplemente se sentó a esperar que ella llegara. Cuando la señora llegó ella salió a hacer unas compras, guardó lo que había comprado en la cajuela de su auto y regresó al centro comercial, se puso de pie frente a una sex-shop, no tenía aparadores, en la entrada había un letrero que prohibía la entrada a los menores de edad y un joven de pie que posiblemente se encargaba de evitarles la entrada. Más que una tienda parecía un “antro de mala muerte”.

Sacó de su bolso una identificación y al acercarse al joven de la entrada él sin verla le dijo “Adelante señora”. Por dentro la tienda era un local amplio y bien iluminado, había dos clientes más, fijó su vista en los estantes y  quedó sorprendida de lo que se vendía, había películas de video, vaginas de hule y labios que imitaban la boca femenina anunciados como “masturbadores”, muñecos y muñecas inflábles, lencería, disfraces, un columpio que se colgaba del plafón llamado “columpio del amor” y una variedad inmensa de consoladores y penes de plástico de todos tamaños, algunos muy bien detallados hasta con  testículos, se quedó de pie frente a uno que tenía anexo una bombita y lo anunciaban como “pene eyaculador”, lo tocó y la sensación al tacto era impresionantemente similar a la piel humana, en eso estaba cuando una mujer de unos 25 años se acercó a ella y le dijo

-¿Busca algo en especial?

-No.. Quiero decir si, busco un lubricante para…

La mujer con toda normalidad, como si vendiera ropa le preguntó

-¿Para sexo anal verdad?

Ella afirmó con la cabeza y la dependiente la llevó a un estante de donde tomó dos tubitos y le dijo

-Estos son, tienen un delicioso aroma….

Al ver la cara de Alejandra, la dependiente agregó indicándole uno de los tubos que ella tenía en su mano

-Yo le recomiendo éste, tiene un sabor agradable y su pareja podrá usar la lengua para estimular y dilatar sus esfínteres….O por si después de la penetración se le antoja tenerlo en su boca.

Ella quedó pasmada al escuchar como la mujer le explicaba con voz normal y sin el menor recato, ella volteó a ver a las demás personas que había en la tienda y nadie volteaba hacia ellas….moviendo las manos al hablar preguntó nerviosa

-¿Y como se supone que….quiero decir que hay alguna forma especial de usarlo o….?

La mujer no hizo gesto alguno y calmadamente le dijo.

-Primero se pone sobre el ano, su pareja debe ponerlo sobre el dedo que vaya a introducir para dilatar el ano con el fin de que usted se acostumbre, una vez que él sienta que se dilata con facilidad, lo unta en su pene y ya la puede penetrar con facilidad, le garantizo que no tendrá molestia alguna.

-¿Tú ya… entiendes a lo que me refiero no?

-Si, muchas veces, es delicioso, le aseguro que se tienen unos orgasmos muy intensos, claro que mucho está en la mente, hay quien lo rechaza, a quien le molesta solo pensar en hacerlo, pero si se mira como una forma de disfrutar el sexo sin prejuicios y su pareja tiene cuidado de no lastimarla verá que es sumamente placentero…. Puede utilizar la doble penetración, ya sea con dos hombres o usando un juguete por vía vaginal, podría usar el “pene eyaculador” venga, se lo muestro.

La joven mujer la llevó a donde estaba el pene de plástico que ella había tocado antes y le explicó

-Dentro trae las instrucciones para hacer un líquido muy parecido al semen en forma y consistencia, con esa solución se llena la bombita que como verá tiene más volumen del que puede eyacular un hombre, su pareja lo introduce en su vagina y él la penetra por el ano, no es necesario que mueva el juguete, con los movimientos de su pareja bastará, cuando él comience a eyacular deberá apretar la bombita y por la punta del juguete sale el líquido… como la mezcla está a diferente temperatura que el cuerpo se siente cuando el chorro la moja por dentro, claro que debe evitar que esté demasiado caliente,….. Se siente increíble, el juguete le moja la vagina y su pareja eyacula dentro de su recto… queda una “muerta de placer”….¿Se los lleva los dos?.

Alejandra quedó unos instantes observando a la mujer, se sentía en un mundo desconocido entre penes, vaginas y demás artículos diseñados para disfrutar el sexo, no había pudor, vergüenza o al menos recato al hablar, se hacía con toda libertad, pensó.. “Solo nos falta escuchar en la TV a alguna artista diciendo “Me gusta mamar vergas” o coger de a perrito”, no se pudo contener y preguntó.

-¿No te incomoda hablar con tanta libertad de sexo, así lo haces con los hombres que vienen a comprar?

La mujer rió y le dijo

-Esto es un negocio señora, como la bebida o la comida, aquí la gente busca nuevas experiencias para su placer sexual y nosotros se las vendemos, el negocio lo tenemos mi esposo y yo, él es el que está ahí de pie en la caja cobrando.

Alejandra volteo a ver al esposo, un hombre joven bastante atractivo y cuando pretendió decir algo la mujer agregó

-El sexo es la cosa más natural del mundo y hablar del placer que causa debe ser igual de normal, no veo razón para sentirme incómoda, solo hablo de lo que la gente hace a todas horas, además para eso entran aquí, vienen en busca de una vida sexual más placentera y nosotros les decimos como obtenerla…. ¿Entonces?, ¿Se  lleva los dos?

-Si, si claro dime cuanto sería__Respondió ella asombrada.

La mujer hizo la cuenta y se la pasó, ella pagó en la caja donde le cobró el esposo de la mujer quien antes de darle los “productos” le enseñó el pene y el lubricante dentro de sus empaques originales, los metió en una bolsa de plástico negro que no tenía publicidad alguna como medida de discreción y le dijo

-Gracias por su compra señora, que los disfrute mucho.

Ella salió de la tienda aún sin entender…”Dios mío, hasta donde vamos a llegar, ya no existe el pudor” se dijo para luego reflexionar pensando “El burro hablando de orejas, vengo a comprar cosas para pasarla bien con mi amante y todavía tengo el valor de criticar”… Caminaba hacia su auto y notó que un joven la seguía, sintió temor, no quiso entrar a la soledad del estacionamiento así que aún dentro del centro comercial y frente a una tienda decidió enfrentarlo, se volteo y preguntó

-¿Quieres algo?

-Saber para que compraste algo en esa tienda si yo te puedo complacer gratis.

-¿Qué edad tienes?___Preguntó sonriendo y él le dijo

-24, edad suficiente para decirte que estás buenísima

-Bueno, podríamos intentarlo, pero no soy tan moderna, ¿Te casarías primero conmigo verdad?

-¡Que pasó, que pasó!... No es necesaria la violencia, se trata solo de placer.

-Lo tendrías a la hora que quisieras si te casas conmigo.

-No, no, así no es esto preciosa, tú quieres abusar de quien te desea mujer…

-Jajaja… Ni hablar, tú te lo pierdes

-Pues si, pero reconoce que tu precio es  impagable

-Es que lo valgo mi amor…

-No lo dudo pero… mejor ahí lo dejamos, fue un placer preciosa.

-El placer fue mío corazón… Si te decides me buscas

-No, eso ni lo esperes, mejor búscame tú si te decides a pasar una noche llena de placer

-¡Qué necio!, Ya te dije el precio.

El joven ya no respondió y se retiró, ella bajó al estacionamiento, llegó donde estaba su auto, entró en el, puso la bolsa en el piso debajo de su asiento, se puso el cinturón de seguridad, encendió el motor y cuando iba a poner la reversa una idea llegó a su mente, se quedó unos minutos en silencio pensando y dijo con voz normal “Podría ser”, puso el auto en marcha y se dirigió a su casa.

Cumplió sus obligaciones de ama de casa y mamá, fue por sus hijos a la escuela, les dio de comer y por la tarde revisó sus tareas escolares y como a las 6 de la tarde se arregló para salir diciendo a sus hijos

-Voy con unas amigas a tomar un café, regreso como a las diez, le avisan a su papá.

-Si má__Respondieron los hijos que jugaban un videojuego.

Al subir a su auto, sacó el lubricante de su empaque y lo metió en su bolso y dejó el juguete en la bolsa negra debajo del asiento, pasó por René al centro comercial y se dirigieron a un hotel, ya dentro de la habitación él la abrazó y se besaron en la boca, al separarse él la observó con sus jeans y sus botas para decirle

-Que buena estás, que ricas nalgas tienes, me gusta como se te ven los jeans y las botas

Ella se sentó en la cama diciendo

-Ya que las admiraste, quita lo que te estorba.

René le quitó las botas, besando sus pies y sus tobillos, con sus manos desabrochó el pantalón y le bajó la cremallera, ella levantó las nalgas para que él bajara los jeans hasta las pantorrillas y los sacara de sus piernas, ya sin jeans él se dedicó un rato a besarle las piernas, Alejandra suspiraba y sentía la humedad en su entrepierna, sintió las manos de él en los costados de su panty y levantó las nalgas para que se la quitara, él le subió los pies a la orilla de la cama, se quedó unos instantes observando el sexo femenino, le acarició los labios y metió su cabeza entre los muslos de ella para besarlo, lamerlo e introducir su lengua en la vagina, Alejandra dejó caer su espalda sobre la cama gimiendo de placer, era inevitable, el chico la hacía gozar a plenitud y ella se entregaba sin resistencia alguna a todo lo que quisiera hacer con ella.

Después de un rato en que él le hizo un excelente sexo oral, ella sintió unas pequeñas contracciones que la hicieron soltar un gemido de placer y dijo “Que rico René, sabes como hacerme gozar, me encantas…Desnúdate, que te voy a cumplir tus deseos”, ella se enderezó para sentarse en la cama y mientras observaba al chico desnudarse, ella se quitó la blusa y el sostén. Cuando estuvieron los dos desnudos le dijo “Acércate” él lo hizo y ella le tomó el pene con la mano, lo besó, lo lamió y lo metió dentro de su boca chupando y jugando con el por un buen rato para después ponerse de pie, sacó de su bolso el gel lubricante, acercó su cuerpo desnudo al de René puso el lubricante frente a los ojos del chico y mientras con la otra mano le apretaba el erecto pene dijo “Esto le facilitará a este muchacho estrenar lo que queda virgen en esta mujercita”. René sonrió de gusto y ella comenzó a explicarle lo que debería de hacer repitiendo lo dicho por la mujer de la tienda.

Alejandra se arrodillo en la orilla de la cama con sus pantorrillas fuera de ésta y sus manos apoyadas sobre el colchón, él de pie en el piso junto a la cama y frente a las nalgas de ella las besó y lamió haciendo lo mismo con su espalda y su sexo, le puso gel sobre el ano y lo untó al derredor, lo untó en su dedo índice y presionó hasta que lo metió, Alejandra exclamó un suspiro más de molestia que de placer y él se puso a mover su dedo girándolo dentro del recto. Poco a poco la presión que su esfínter ejercía sobre el dedo de René fue cediendo, él preguntó “¿Te tengo que meter la lengua por el culo?”, ella rió y respondió “Si, debes hacerlo, quiero saber que se siente, recuerda que esto es nuevo para los dos”

René agachó la cabeza con sus manos separó las nalgas de Alejandra y pasó su lengua sobre el ano, al sentir el sabor y el aroma del lubricante dejó de dudar y metió la punta de su lengua por el ano, Alejandra gimió diciendo “Ohhh, es delicioso, me gusta, de verdad me gusta”, después de un rato de hacerlo con su lengua él se enderezó y metió nuevamente su dedo sin encontrar resistencia alguna, movió su dedo y sintió que el recto se dilataba, ella llena de excitación le dijo con voz entrecortada por su agitada respiración “Hazlo René, ya métete, despacio corazón”, él tomó el gel de la cama, lo untó sobre su hinchado glande, lo puso sobre el ano de Alejandra y con una mano sobre las nalgas de ella y con otra guiando su pene la comenzó a penetrar lentamente, ella inspiró profundo al sentir el pene dentro de su recto, René se comenzó a mover y ella comenzó a sentir una sensación especial, era el placer mezclado con una necesidad de evacuar.

Sentía como su recto apretaba con fuerza el pene, ya no sentía dolor y el reflejo por evacuar era muy leve, comenzó a sentir un especial placer que la hacía gemir y jadear, René le decía cosas que a ella la excitaban al máximo, lo escuchaba decir “Qué buena estás Alejandra, que delicia de nalgas, que rico y apretado culo tienes y es solo mío, me gusta como se ve tu cadera en esta postura, se te ven unas nalgotas deliciosas, coges muy rico, te voy a llenar el culo de leche caliente, te va a gustar mamacita, te voy a dar toda tu lechita, vas a saber lo que es comer lechita caliente por el culo”, ella respondía entre gemidos, “Si corazón, eres el primero y serás el único, tendrás mi culito solo para ti, para que lo use esa verga deliciosa que tienes, dame mi lechita corazón, quiero comerla por el culo, ¡dámela, dámela!”. Fue diferente, su placer llegó sin “previo aviso”, de pronto sintió una fuerte contracción dentro de ella que se repitió varias veces, gritó de placer y sus manos se doblaron hasta apoyar su cabeza sobre la cama.

El le dijo “Te gusta mujer, te gusta por todos lados y por todos lados te la voy a meter”, en ese momento él soltó un rugido de placer y se apoyó con sus manos sobre las nalgas de Alejandra arrojando varias veces sus chorros de semen dentro de ella, quien le gritó “¡Lo sentí René!, sentí tu semen quemarme por dentro, me encantas René” y apresurada le dijo “¡Salte, quítate rápido!”, él se hizo hacia atrás y ella corrió al baño a sentarse en la taza del WC. Cuando salió del baño René estaba acostado sobre la cama recargado sobre la cabecera y ella le dijo. “Sentí que no lo detenía…tú sabes”, él rió y ella agregó “Estuvo delicioso, pero me arde mi colita”, se subió a la cama y se acostó boca arriba apoyando su cabeza sobre los muslos de René dobló sus piernas apoyando sus pies sobre la cama, él le dijo.

-¡Que buena estás mujer!

Alejandra sonrió volteando su cara para besarlo en el muslo, por un rato permanecieron inmóviles ella mirando al techo de la habitación y él observando el cuerpo desnudo de ella, sin quitar la mirada del plafón ella dijo

-Me vendieron un pene de plástico, que se antoja delicioso.

-¿Dónde está?

-Bajo el asiento del auto

-¿Quieres que vaya por el y lo probemos?

-No, otro día lo hacemos, dicen que la doble penetración la deja a una al punto del desmayo por el placer.

-Debe ser, pero ¿que tal si prefieres el juguete a mi verga?

-Jajaja… ¡Eso nunca corazón!

Respondió Alejandra, volteó la cabeza y le dio un beso en la punta del glande, se quedó pensativa y mientras volteaba nuevamente la cabeza hacia el plafón le preguntó

-¿Por qué no vivimos juntos?

-¿¡Cómo crees!?

Respondió él enderezándose para mirar a Alejandra a la cara, ella que permanecía con la cabeza sobre los muslos de él le dijo

-¿Por qué no?... Tú me gustas, yo te gusto, ya no tendríamos que estar escondiéndonos en hoteles de paso y lo podríamos hacer a la hora que nos diera la gana.

-¡Estás loca Alejandra!

Ella se enderezó y se sentó en la cama frente a él y agregó

-Yo no te puedo dar hijos, pero serías el padrastro de Alejandro, yo hablo con él y de seguro me entenderá.

-¡¿Qué te pasa mujer?!... ¿Hablar con Alejandro?... Ni se te ocurra insinuarle algo de lo nuestro que tu hijo es capaz de matarme.

-¿Como crees corazón?, ¿Le tienes miedo a mi hijo?

-La verdad si, al igual que se lo tienen todos en la escuela…. ¡Olvídalo, te volviste loca!

-René, yo te quiero, tú me quieres y cogemos rico, ¿Dónde está la locura?

-¿Dónde?...Por favor Alejandra…. Nos ven como madre e hijo y tú quieres que seamos pareja, que vivamos como amantes

-¿Y que somos René?___Respondió ella en tono muy calmado

-Amantes, pero…No sé, de ocasión… a mi me gusta cogerte, me has enseñado como hacerlo y a ti te encanta mi verga y que te llene de leche, tú me das, yo te doy y nada más… ¿No entiendo que más quieres?

-¿Nunca imaginaste que la mujer a la “que le das y que te da” se puede llegar a enamorar de tanto dar y recibir?

-No, no, no…Eso es absurdo, hay una gran diferencia de edades, además yo estoy enamorado de Helena.

-¿Y ella coge mejor que yo?

-No sé…ella y yo nunca…. Quiero decir que…

-No la han hecho, y para respetar a tu novia, me tienes a mí para calmar tu calentura.

La actitud de Alejandra era igual de calmada que su tono de voz, cosa que hacía que el chico se desesperara, sin saber que responder le dijo.

-No, no es eso…tú me gustas y te tengo mucho cariño… además me encanta coger contigo, eres un mujer maravillosa….

-¿Entonces, a que le temes?__ Interrumpió Alejandra

-¡A nada!... Es solo que las cosas no son así, tú eres la que estás mal y así no vamos a llegar a ningún lado.

-¿Cómo, acaso tenemos un rumbo planeado?...Si seguimos así, solo llegaremos al oscuro callejón de los problemas insalvables.

Respondió Alejandra, para después agachar su cabeza tomarle el pene con la mano y meterlo a su boca, René dió un gemido de placer y ya no pudo decir nada, se recostó sobre la cama mientras ella chupaba y jugaba con su pene en la boca, cuando la erección de René fue firme ella se montó sobre de él, puso el pene en la entrada de su vagina y se fue sentando diciendo “Mira como se lo come, observa como tu gran pene es devorado y se pierde en mis entrañas”. Soltó un gemido al sentir todo el pene dentro de su vagina y comenzó a cabalgar sobre de el, René no se movía, tan solo admiraba y acariciaba el cuerpo de Alejandra, sus muslos, su cadera, su cintura y subía las manos para sujetar sus pechos que se movían al ritmo de su cabalgata. Por varios minutos ella lo montó desesperadamente, su cuerpo comenzó a ponerse tenso, sus nalgas y muslos comenzaron a temblar, pasó sus manos detrás de su cuerpo apoyándolas sobre los muslos de él, sintió como sus ojos se subían hacia su frente, abrió su boca, su respiración se detuvo por un instante, se dejó caer sobre el pene, hizo su cabeza hacia atrás y soltó un grito al sentir un fuerte orgasmo que se prolongó por varios segundos.

Dobló su cuerpo hacia René y se miraron a los ojos, se inclinó hacia él y lo besó en la boca, para recostarse después sobre de él diciendo “Eres excelente, que venida me dí amor”. Se quedó unos momentos en esa postura sintiendo aún la dureza del pene dentro de su vagina, se enderezó, se dejó caer boca arriba sobre la cama y le dijo “Ven, te toca a ti”, él se arrodilló frente a ella quien levantó sus piernas sobre su pecho, él puso su talones sobre sus hombros y la penetró, ella dobló sus piernas sobre su cuerpo para que él se recostara y la penetrara con fuerza, le encantaba hacerlo así, sentía el pene empujar todo dentro de ella, él se movía casi con desesperación, sudaba y las gotas de sudor caían sobre los pechos de Alejandra hasta que logró llegar al orgasmo, ella bajó sus piernas apoyando sus pies en la sábana a un lado de René y le dijo. “Ya ves amor, te vuelvo loco, lo podrías tener a todas horas y lo haríamos en cualquier lugar de nuestra casa”

El se dejó caer sobre la cama y respondió

-¡No Alejandra!, no seas tonta, un mujer como tú no se puede enamorar de alguien como yo, eso es una tontería que va a terminar con lo nuestro.

-¿Por qué habría de terminarlo?, al contrario, lo reforzaría y seríamos muy felices

Ella se enderezó, le tomó el ya flácido pene con sus manos y lo metió a su boca para limpiarle el semen que en el había, sintió como la flacidez del miembro ya no respondía al calor de su boca, escuchó a René decir varias cosas sobre su relación tratando de explicarle que su idea era una tontería, que no podrían vivir juntos, que él amaba a Helena, que ella no lo podía amar, que lo suyo era solo sexo. Alejandra seguía lamiendo el pene, no ponía atención a lo que él le decía, pensó en la mujer de la tienda y sonrió al pensar “Tenía razón la mujer, este gel tiene un sabor agradable”