Pablo salió del sanitario y regresó a sentarse con ellos, al notar que Ximena bebía otra copa se inclinó hacia ella para decirle

-Xime, ya deja de tomar por favor.

Ella trato de fijar su vista en él y con voz "pastosa" le respondió

-Está bien amor…como toda esposa amante obedezco a mi maridito…mira, hago hacia allá mi copa….¡Y tu mujercita deja de beber!…

Al mover la copa la tiró al piso, Jorge miró a Pablo y le preguntó

-¿La subo a la habitación para que se duerma?

Pablo afirmó con la cabeza, Jorge ayudó a Ximena a levantarse de su silla y ella les dijo.

-Que me acompañe Pablo….Quiero que me acompañe mi amorcito para que hagamos cositas pecaminosas…jajajajaja… ¿No quieres que hagamos cositas malas amor?

Pablo se puso de pie, la tomó del brazo y le dijo al oído

-Xime, te está viendo la gente, compórtate por favor y deja que te lleve Jorge

Ella afirmó con la cabeza y caminó tomada del brazo de Jorge, Ana y Pablo se quedaron en la mesa y pidieron la cuenta, al presentarle el mesero la "comanda" Pablo notó anotada en ella 8 copas de Baileys que había bebido Ximena, su bebida favorita, levantó las cejas con gesto de admiración, firmó la cuenta y cuando el mesero se alejaba le comentó a Ana

-Jorge va a pasar una mala noche___Ana le respondió

-O tal vez disfrute de un sexo excelente.

Pablo se acercó al oído de Ana para decirle en voz baja

-¿Y eso es coger?... ¿Metérsela a una mujer borracha y tirada en la cama como trapo?...No lo creo Ana, el sexo es asunto de dos, hombre y mujer deseosos de placer y disfrutando concientemente de lo que hacen.

Ana sin dirigirse a nadie y con la mirada fija en la pared del bar comentó

-Cuerpos desnudos, ardiendo en deseos, besando, lamiendo, mordiendo, frotándose mutuamente hasta lograr el éxtasis que produce el tenerse uno al otro.

Volteó a ver a Pablo y le preguntó

-¿Así lo haremos?

-Así lo haremos Ana, hoy pienso disfrutar de ti toda la noche

-Mmmm….__Expresó Ana contenta de lo que había escuchado

Se pusieron de pie y bajaron al restaurante, estaban cenando cuando llegó Jorge, se sentó con ellos y les dijo mirando a Pablo

-Usó el baño…ya saben… le quité la rop… la ayudé a que se diera un baño, la metí a la cama y esperé a que se quedara dormida…Está triste y eso hizo que se embriagara muy pronto.

-Bebió demasiado__Respondió Pablo con tono serio

Jorge le pidió al mesero algo de cenar y mientras cenaban platicaban de cosas sin importancia, Jorge veía a su mujer que abrazaba a Pablo y lo besaba cada que tenía oportunidad mientras que él no dejaba de acariciarla en los muslos. Volteó la cabeza para certificar que no hubiese nadie sentado en las mesas cercanas y le dijo a Pablo

-Esto que propuso Ximena es una locura, debemos terminarla de una buena vez.

Ana sin ocultar su enojo le respondió en voz baja

-No Jorge, tú querías que lo hiciera con otro y aún no lo he hecho…Tal vez hoy te complazca, pero mientras no sea así esto no se termina…Cómo si te importara que lo haga…Lo único que te molesta es que Ximena haya bebido de más y por eso me quieres de regreso a tu cama, ¿Cuándo reconocerás que ya no te importo? ¿Qué solo me quieres para satisfacerte dentro de mi?...Tú, tú y solo tú… yo te valgo madres….

Jorge iba a responder pero Ana lo evitó acercando a él su cara y diciéndole en voz baja

-Mete en tu enferma cabecita lo que te voy a decir…Llegando a la habitación Pablo se la va a meter a tu mujercita hasta por los oídos.

Se sentó nuevamente con su espalda recargada en la silla y agregó

-Tú firma la cuenta…. ¡Vámonos Pablo!

Se puso de pie y tomó a Pablo de la mano, él miró a Jorge y sintió vergüenza. pero el recuerdo de lo que había sentido al ver la humedad en el calzón del bikini de Ximena lo hizo desear la venganza, era su turno de hacerlo sufrir, disfrutaría de Ana hasta el agotamiento, abrazó a Ana y caminaron hacia el elevador dejando a Jorge sentado solo en la mesa del restaurante. Cuando llegaron a la Habitación Pablo cerró la puerta y puso el seguro, se acercó hacia Ana que había salido al balcón y se puso de pie a un lado de ella, miraban la oscuridad del horizonte marino contrastando con las luces de los hoteles que rodean la bahía, la música de un yate que navegaba adornado con luces de colores y con sus ocupantes festejando los hizo voltear hacia el mientras pasaba frente a ellos.

-¿Alguna vez te has subido a uno de esos yates?___Preguntó Ana

-Una vez

-¿Cómo es?

-Te dan un recorrido por la bahía, puedes bailar con la música o simplemente comes y bebes algo mientras observas el mar….Es divertido….Si quieres nos subimos mañana

-¿Me llevarías?

-Te lo estoy ofreciendo

Cuando el yate se alejó se escuchó nuevamente el rítmico rugido del mar rompiendo sus olas sobre la arena. La brisa marina acariciaba sus rostros moviendo el cabello de Ana que levantó la vista hacia el cielo estrellado y comentó.

-Que bella noche, solo hace falta una luna llena besando el mar.

Pablo sin quitar su vista del oscuro horizonte dijo

-Está mal Ana, deberíamos terminar con esto de una buena vez, esto se está convirtiendo en algo perverso, siento que estamos actuando por venganza.

Ana se volteó hacia él y cuando Pablo se puso frente a ella lo abrazó y le dió un ardiente y húmedo beso en la boca, la erección de Pablo se hizo patente bajo su short, al sentirla, Ana presionó su vientre sobre Pablo, separaron sus bocas y Ana sin separar su vientre del pene erecto, le dijo con tristeza.

-¿Me estás usando para vengarte?, ¿No sientes absolutamente nada por la mujer?, ¿No te gusto?, ¿No sientes por mi ni un poquito de cariño que te haga desearme?

-Por Dios Anita…Eres muy bella y sabes bien que te tengo mucho cariño, pero es que… ¡Está mal Ana!....Jorge… Tú eres…. ¡El es tu marido!

-Si Pablo, está mal, muy mal….pero para Jorge ya no soy nada, me he convertido en un juguete sexual que usa cuando está caliente o simplemente cuando le da la gana….No Pablo, ya no, yo necesito ser poseída como mujer, ya no quiero que me usen para su placer.

-En la tarde me pediste que te usara…. No te entiendo Ana.

-Pablo…. ¿Como explicarte?....Yo sé….Mejor dicho, las mujeres sabemos que somos usadas por ustedes para satisfacerse…. O no, realmente no es así…Bueno si es así, pero no nos gusta sentirnos usadas…. Nos gusta que nos usen, pero no nos gusta sentirnos usadas.

-Anita, no dijiste nada…. ¿Qué es lo que me quieres decir?

-Trataré de explicarte….A nosotras…Me refiero a las mujeres…Nos encanta saberlos deseosos por tenernos, ver como nos miran llenos de deseo, eso nos hace sentir bellas, atractivas, deseadas… Nos gusta sentir que mueren por nuestro cuerpo y que son capaces de hacer lo que sea con tal de tocarnos, besarnos, lamernos y ocupar nuestra vagina…Nos gusta verlos jadear mientras nos "bombean" en busca de su orgasmo y ver su cara de placer cuando nos llenan con su delicioso y cálido semen….

-Así es el sexo Ana… pero sigo sin entender lo referente a que las usen y no las usen.

-¿Cómo lo explicaré?....Mira, en ésta maravilla llamada sexo, la mujer necesita cariño, ternura, dedicación, ¡Tiempo Pablo!, que se preocupen por nosotras y nos dediquen el suficiente tiempo para llevarnos a sentir el placer que también deseamos y al que tenemos el mismo derecho que ustedes…Yo tengo el mismo derecho de disfrutar de ti, como lo tienes tú de disfrutar de mi… ¿Estás de acuerdo en eso?

-Si claro, pero eso no significa que te vaya a usar.

-¿No?....Pablo…O eres muy hábil para seducirme o eres muy inocente, ya no sé que pensar de ti, los hombres como tú son un peligro para el sentir de las mujeres…Por eso es que te….

-¿Qué me qué Ana?

-Nada, mejor te sigo explicando o más bien tratando de explicarte….El hombre, nuestro compañero sexual, debe entender que el placer de la mujer no está solo en su sexo, eso es solo parte de…Ahí, en nuestro sexo es donde se detona la bomba que tú como hombre debes saber armar dentro de mi como mujer….Nuestro placer comienza en el sentimiento… ¡Aquí y aquí!

Exclamó Ana mientras ponía su mano sobre su corazón y su cabeza, para continuar diciendo

-El hombre debe saber como llevarnos, como despertar el placer en nuestra mente, llenarnos de confianza, hacernos sentir que somos lo más bello que se haya atravesado en su camino y que nos disfrutarán y nos harán disfrutar, nos gustan los besos, las caricias, la ternura, sentir que somos participes del juego del placer….Para que me entiendas nos gusta sentir que estamos cogiendo y no que nos están cogiendo.

-Vaya… ¿Y no se supone que siempre es así?... Uno las besa, las acaricia y cuando están a punto de derretirse uno las penetra y los dos tienen un delicioso orgasmo… Así es el juego del placer ¿O no?

-No Pablo, no es así, lo que pasa es que cuando hay amor en la relación, inconscientemente se busca el placer de la pareja, ya sea con un sexo amoroso o un sexo fuerte y apasionado, se piensa más en el otro que un uno mismo.

-¿Quieres decir que el sexo solo es placentero si hay amor?

-No Pablo, quiero decir que tú no has notado tus empeños porqué amas a Ximena con toda tu alma…Y por eso la envidio como no tienes idea.

-¿Estás diciendo que…?__Ana lo interrumpió

-Estoy diciendo que el hombre debe saber llevar a la mujer, sea la que sea, llenarla de confianza despertando en ella el placer hasta llevarla al punto en que cada poro de su piel suplique ser penetrada…El placer en nosotras comienza por lo más simple que es la idea de tenerlo, por ejemplo estar así como estamos tú y yo ahora, abrazados y conversando, tú sientes deseos por mi, lo siento en tu pene erecto apoyado sobre mi vientre, pero yo ya estoy sintiendo placer, el placer de tus brazos, de tus caricias, de tus besos, de tu voz… el placer de sentirme a tu lado segura y llena de confianza

-¿Confianza en qué Ana? ¿En que no te lastimaré? ¿O en qué?

-En desnudarme para ti y en que harás lo necesario para hacerme gozar….Mira Pablo, aún sin que haya amor se debe tener respeto y mucha delicadeza con la mujer que se tiene en la cama, hacerla sentir que juntos van a disfrutar y que no la usarán para masturbarse... El orgasmo de la mujer no es como el de ustedes que se concentra en el pene y cuando se vienen, ¡Se acabó la fiesta!....Nosotras somos lentas pero constantes, comenzamos a sentir el placer en la mente y poco a poco lo transmitimos al cuerpo, a los brazos, los pechos, las piernas, los pies, hasta en el cabello…no sabes lo delicioso que se siente una caricia en el cabello cuando nos tienen penetradas…Incluso hay mujeres a las que les gusta que les jalen el cabello mientras las montan de perrito.

-Pero su placer sin duda es el orgasmo

-¡Error Pablo!, el orgasmo es el clímax, el mayor placer físico, el estallar de la bomba, la suma de todo el placer acumulado…Para ustedes el orgasmo es el postre de la comida, para nosotras es la corona de la ternura, para ustedes ahí todo se acaba y a veces hasta les molesta que permanezcamos junto a ustedes en la cama, se levantan, se visten y nos dicen "Límpiate y vístete…Ya vámonos que se hace tarde"…. Nosotras en cambio seguimos sintiendo placer, el enorme placer de sentir su semen escurrir fuera de nuestra vagina, el placer de habernos entregado, el placer de haberlos tenido… ¿Porqué es tan difícil abrazar tiernamente el cuerpo de quien los hizo disfrutar?, ¿Es tan difícil hacernos sentir bellas y maravillosas después del sexo?, ¿Es tan difícil hacernos sentir que somos seres humanos, que somos mujeres?

-¿La corona de la ternura?

-Si Pablo, para nosotras el sexo no es cosa de un pene dentro de una vagina, para nosotras el sexo es un sentimiento muy profundo, el ritual de la entrega. Tú mismo lo dijiste cuando caminábamos por la playa al asegurar que el amor y el sexo se confunden y al decirlo así los definiste a ambos como sentimientos que surgen del alma apoderándose del cuerpo.

-De la mente Ana, surgen de la mente

-De donde quieras, pero al fin sentimientos que significa sentir…Sentir en el cuerpo lo que nació en el alma o la mente… El donde no tiene importancia

-Creo que exageras, la mujer también busca y disfruta su orgasmo

-Jajaja.. ¡Y que orgasmos Pablo!…Ya lo quisieran sentir ustedes, nosotras estallamos en una serie de contracciones fuertes e interminables del útero, vagina, ovarios, ano, estómago….Todo dentro de nosotras brinca, brinca y brinca llenándonos de placer…nuestras piernas y nalgas tiemblan, nuestro cuerpo se arquea levantándose casi involuntariamente de la cama, nuestros ojos se pierden en sus orbitas y terminamos agotadas, agotadas de placer, agotadas de sentir…...Pero para poder sentir esa maravilla necesitamos de un hombre que "arme la bomba", que despierte en nosotras el placer, haciéndonos sentir mujeres desde la primera palabra de insinuación hasta el orgasmo…Y cuando lo saben hacer, ufff, ¡Nos convertimos en fieras insaciables!

Pablo le dió un beso húmedo en la boca, mientras sobre la ropa la acariciaba en las nalgas y la espalda, al separarse Ana continuó diciendo

-A veces el placer es tan intenso, tan profundo, que nos llena de temor, sentimos que algo nos va a pasar, que nos vamos a otro mundo, que nos vamos a desmayar, lloramos de placer y temor, ahí es cuando necesitamos de sus brazos para sentirnos seguras, para disfrutar a plenitud y sin temor la intensidad de nuestro placer …Tengo una amiga que asegura haber perdido el sentido con un orgasmo y no haber sentido temor ya que estaba entre los brazos amorosos de su hombre…Claro que no fué en su primera vez, ella dice que cada vez que hacia el amor con su marido era como ir llenando algo dentro de ella que se derramó en esa ocasión, pero que ese algo se mantiene lleno y que ahora sus orgasmos son una feria de sensaciones maravillosas y que está segura que ningún otro hombre podría llevarla a ese nivel de placer sexual….Ya ves como somos las mujeres…¡Complicadas hasta para gozar del sexo!

Ana se separó de Pablo, recargó sus manos sobre el barandal del balcón y viendo hacia la oscuridad del mar continuó diciendo

-Soy una mujer Pablo, un ser humano…Sé que soy usada sexualmente, pero yo también cuento…Me gusta que me dediquen tiempo y que me den algo de cariño, de ternura, que me hagan sentir precisamente eso…Mujer…Hay veces en que lo menos que quiere una mujer es ser penetrada ya que sabe que todo se acabará en unos minutos y ella apenas comienza a sentir, incluso hay hombres como Jorge que simplemente me desnuda y me la mete….Yo me convierto en un simple recipiente que termina lleno de semen pero vacío de placer y ternura …Para él no soy un ser humano deseoso de sentir y gozar del sexo…Soy una simple vagina usada para su placer…¡Pobres de las que quedan embarazadas así!…

-¿O sea que para ti el sexo es simplemente "Te uso y me usas"?

-Posiblemente, pero cuando te saben usar es lo más hermoso del mundo…Es sentir que mi placer te llena de placer….Y para ello no se necesita gran cosa, solo sentimientos y un cuerpo dispuesto a dar y recibir placer…. Esas herramientas las traemos integradas al nacer, solo que nos olvidamos de ellas al no valorar a quien se nos entrega sin cortapisas….Y no estoy hablando de amor.

Tal vez ustedes no sientan placer con el juego previo, tal vez su placer solo sea del pene, pero nosotras disfrutamos cada instante, desde el primer beso hasta la última caricia….Cosa que yo he dejado de sentir desde hace tiempo…… ¡Mucho tiempo Pablo!

La voz de Ana se quebró y Pablo que pretendía refutarle lo de "ser usadas" al notar el llanto en sus ojos la volteó frente a él, la abrazó, lamió las lágrimas que había en sus mejillas y acercó su boca a la de ella, Ana separó los labios y sus lenguas comenzaron a acariciarse dulcemente, una y otra vez repitieron los besos, Ana se separó de él, se quitó la playera y el sostén dejándolos caer sobre una silla de la terraza, miró a Pablo y le dijo

-Usame Pablo…hazme sentir mujer…lléname de placer, lléname de ternura, lléname de ilusión, lléname de ti

Pablo acarició sus pechos y los lamió mordiendo suavemente sus pezones, le bajó el short y la panty dejándolas caer al piso, ella levantó sus pies alternadamente sacándolos de la ropa, En ese momento Pablo sintió vergüenza de estar aún en el balcón y la levantó por las piernas cargándola hacia el interior de la habitación, la puso sobre la cama, se desnudó y se subió a la cama quedando de rodillas frente a los pies de Ana quien levantó sus piernas apoyando los pies sobre el pecho de Pablo para empujarlo mientras le decía con tono fingido de temor

-Quítate Pablo, ¿Qué me vas a hacer?

El le tomó los pies por los tobillos y dijo

-Te pienso devorar, comenzando por estos preciosos pies__Y pasó su lengua por la planta de un pie de Ana quien riendo exclamó

-No Pablo, me haces cosquillas, no me lamas ahí.

Pablo no le hizo caso y lamía sus plantas y mordía lo dedos de sus pies metiéndolos en su boca, Ana reía mientras suplicaba "No más cosquillas Pablo, por favor, vas a hacer que me desespere, ¡Pablo!, no me hagas más cosquillas". El dejó de hacerlo, besó sus pies en los empeines, se movió a un lado de ella, le estiró las piernas sobre la cama y la observó, sus pies eran muy bellos, sus pantorrillas y muslos bien torneados con una piel muy suave, su vientre plano adornado con un bello ombligo, la piel de su vientre se hundía por la postura resaltando los huesos de su cadera que formaban un arco que corría de un costado hasta el otro lado y en medio del arco se levantaba un sensual "monte de Venus".

Su cadera se cerraba en una cintura bien delineada y más arriba sus costillas se levantaban en un bello tórax con sus pechos inclinados hacia los lados, pasó el dedo índice de su mano recorriendo el arco de su cadera, Ana brinco riendo "No seas cruel Pablo, ahí también tengo cosquillas", él se inclinó y la besó en el ombligo para después repetir el recorrido con su lengua, ella riendo doblaba su cintura y trataba de separarlo con sus manos…"Que no amor, ya no lo hagas", él se abrazó de la femenina cadera y recargó su mejilla en el monte de Venus mirando hacia los pies de Ana, sus piernas estaban juntas, la acariciaba en los muslos y besaba su pubis, después de un rato ella preguntó "¿En que piensas?"…"En lo bella que eres, en lo suave de tú piel, en que te deseo mucho y en que no me voy a quedar con las ganas de ti"

Pablo se arrodilló nuevamente sobre la cama, besó lo muslos de Ana y con su lengua subió lamiendo hasta llegar nuevamente al vientre haciendo que ella riera otra vez. Se enderezó observándola tendida en la cama y la recorrió con la mirada de los pies a la cabeza, su cabello caía a los lados de su cabeza terminando bajo sus hombros, su largo y fino cuello, su bello rostro de ojos claros, sus miradas se encontraron quedando fijas una en la otra, los dos dejaron de reír y Pablo en tono serio le dijo

-Que bella eres Ana y que hermoso cuerpo tienes.

-¿De verdad?

Pablo no respondió, se inclinó y le dió un largo beso en la boca, besó su cuello, sus hombros y sus pechos mamando de sus pezones durante mucho tiempo en el que ella gemía de placer diciendo con voz entrecortada por lo agitado de su respiración "Que dulce eres Pablo, come de mi, amamántate con mi placer, soy toda tuya" Cuando él se sació de los bellos pechos de Ana, bajó por su vientre hasta sus piernas las que recorrió a besos húmedos repitiendo "Que delicia de mujer, eres hermosa, preciosa, estás buenísima Ana", ella reía de felicidad por lo que Pablo le decía y cerró los ojos llena de emoción al sentir sobre sus pies los dulces besos de Pablo.

Abrió los ojos, hizo su cabeza hacia delante para observar a Pablo que seguía saboreando sus pies con besos que ella supuso amorosos, bajó su cabeza nuevamente sobre la almohada cuando él se arrodillo frente a sus pies y le separó las piernas, Pablo le dobló las rodillas para que ella apoyara sus pies sobre la cama, se metió entre los bien torneados muslos y la besó en el sexo haciéndola exclamar "Ohhh Pablo", con sus dedos separó los labios vaginales y lamió dulcemente el rojo e hinchado botón del clítoris, Ana apretaba con sus manos las sábanas mientras jadeaba, su respiración era muy agitada y decía, "Dios mío Pablo que delicia, no te pares amor, no te pares", él metió un dedo en su lubricada vagina y comenzó a girarlo dentro de ella acariciando sus paredes, mientras la besaba en parte interna de sus fuertes y bien torneados muslos, Ana comenzó a tensionarse en los músculos de su vientre.

Sus piernas y sus nalgas comenzaron a temblar mientras sus jadeos se hacían más fuertes y agitados, puso sus manos sobre su pubis apretando la piel sobre sus ovarios, Pablo notó su desesperación y le metió la lengua lo más que pudo dentro de la vagina, la sacó y recorrió con ella su sexo para meterla nuevamente en la vagina, a la tercera o cuarta vez que hizo ese movimiento, el cuerpo de Ana brincó y de su boca escapó un largo y placentero rugido "Aggggrrrr" , con sus manos apretó la cabeza de Pablo contra su sexo mientras sus muslos se cerraban con fuerza sobre los oídos de él… Su cuerpo brincó varias veces levantando la cabeza de la almohada y sus hombros de la cama para terminar exhalando el aire de sus pulmones con un largo suspiro quitando la presión de sus muslos y sus manos sobre la cabeza de Pablo, con voz suave dijo…"Qué delicia Pablo, hiciste que me viniera muy rico", Pablo levantó la cabeza, le besó las piernas y cuando pensaba penetrarla Ana le dijo.

-Metete por detrás…. Quiero sentirte por todas partes.

Se giró apoyándose con las rodillas y las manos sobre la cama con sus nalgas hacia Pablo quien permanecía de rodillas, él mojó su dedo en la vagina y lo metió suavemente por el ano, lo giró dentro de éste mientras la besaba en las nalgas, cuando sintió que el ano dejaba de oprimir con fuerza su dedo, lo sacó, pasó su pene por el sexo de Ana para mojarlo con la humedad de su vagina, puso el glande en la entrada del ano y poco a poco lo fué metiendo, ella inspiró profundamente mordiendo sus labios en un gesto de dolor que Pablo no notó, cuando más de la mitad de su pene se había perdido dentro de ella Ana dijo "Hasta ahí amor, no lo metas más, espera unos momentos a que me acostumbre a tenerte ahí antes de moverte"

Pablo se quedó inmóvil observándola, en su espalda y en sus nalgas se notaban las marcas del bikini aún muy blancas contrastando con el leve bronceado del resto de su piel, la acarició en la espalda y en sus pechos que colgaban hacia la cama, pasó sus manos por todo su costado hasta sus nalgas y bajó por sus muslos, Ana le dijo jadeante "Muévete, disfruta de mi, pero trata de no terminar", él se comenzó a mover y cada vez que lo hacía, la escuchaba soltar un gemido que más de placer era de dolor, él se salió de su recto y ella preguntó

-¿Qué pasa Pablo?..¿No te gusta?

-No Ana, no me gusta que sientas dolor

La tomó por los lados de su cadera y la penetró por la vagina haciéndola gritar pero de placer, ella giraba su cadera y él se movía entrando y saliendo, con sus manos la apretaba en las nalgas y acariciaba su espalda, su costado y sus pechos "Que deliciosas tetas tienes mujer, tu cintura y tu espalda son preciosas y que ricas nalgas me estás dando Ana, me encantas", ella rió jadeando y respondió, "Por eso te las dí, porqué se que te volverían loco como me estás volviendo a mi con…." No terminó la frase, su espalda se arqueó levantó su cabeza, soltó un grito, bajó su cabeza exclamando "Ufff, que delicia". Y se dejó caer sobre la cama haciendo que el pene de él saliera de su vagina, Pablo se poso a un lado de ella y la besó en la espalda y en las nalgas bajando con besos por sus muslos y pantorrillas.

Le dobló las rodillas haciendo que sus pies tocaran sus nalgas y los besó por un buen rato, "Eres linda hasta los pies Anita", ella sonrió y comenzó a reír al sentir la lengua de él pasando por las plantas de sus pies, "No, no amor…¡Pablo!... no seas cruel, esto es un martirio, primero me regalas un orgasmo y después me quieres matar a cosquillas"…El dejó de hacerlo y se recostó a un lado de ella, Ana que hundía su cara en la almohada mientras seguía riendo, la volteó hacia Pablo y le dijo entre risas

-¡Salvaje!... eres un inquisidor, un sádico, un cruel, un cosquillador de pies… ¿Así martirizas a todas tus victimas, mientras coges con ellas?

Pablo no respondió, se quedaron viendo a los ojos y Ana se puso seria para recibir dentro de su boca la lengua de Pablo, terminando de besarse ella se volteó quedando acostada de lado frente a él, Pablo la acarició en la cintura y en los pechos, los besos se repetían una y otra vez, la besaba en los pechos, la cintura, las nalgas y los muslos. Después de un largo rato de besos y caricias Ana se volteó boca arriba y le dijo.

-Me has hecho sentir tan bien Pablo, me has hecho sentir que soy única, que soy parte de ti, me has hecho sentir tu mujer….Eres tan dulce y tierno…Estoy lista para ti, deseosa de ti, ansiosa de tu placer, urgida de sentirme llena de tu semen ….

Separó sus piernas doblando las rodillas y apoyando sus pies sobre la cama, levantó los brazos hacia el techo de la habitación ofreciéndoselos a Pablo y le dijo

-Ven, úsame y regálame tu placer, quiero que seas mío, quiero ser tuya

Pablo se metió en medio de sus piernas, acomodó su pene en la entrada de la vagina y lo empujó lentamente hasta que su pene se perdió dentro del cuerpo de Ana, apoyó sus manos sobre la cama a los lados de los hombros de ella, por unos instantes se miraron fijamente a los ojos y él le dijo "Es increíble tenerte así, estar dentro de ti y contemplar tus bellos ojos y lo dulce de tu mirada" Ana sonrió y con sus manos lo acarició en los antebrazos, él comenzó a moverse dentro de ella, cuando sentía que su orgasmo se acercaba, detenía sus movimientos y distraía su mente para después continuar moviéndose en forma diferente, levantaba sus nalgas y se dejaba caer con fuerza dentro de ella haciéndola gritar "Ahh, Ahh" cada vez que empujaba hasta el fondo de su vagina.

Miró a Ana con la boca abierta jadeando, su cara sonrojada y las venas de su cuello hinchadas por el placer, dobló sus brazos para acercarse a su cara y juntó su boca a la boca abierta de Ana metiéndolo en ella su lengua que fué recibida con pasión y desesperación. Ana le mordió los labios, la barbilla, las mejillas, respiraban sus agitados alientos y sus salivas se mezclaban mojando casi todas sus caras, él enderezó sus brazos y continuó con sus movimientos, Ana dobló sus piernas hacia la cintura de Pablo y entrelazó sus pies en la espalda de él, jadeante lo miró a los ojos y dijo "Dios mío Pablo, ahí viene otra vez, no te detengas amor, haz que llegue fuerte y placentero...ven acércate a mi", Pablo se inclinó hacia Ana y comenzó a empujar su pene con fuerza dentro de la vagina, Ana levantó sus brazos y los pasó por el cuello de Pablo.

Las piernas de Ana se apretaron sobre la cintura de él, ella hizo su cabeza hacia atrás y se colgó del cuerpo de Pablo, con la cabeza colgando hacia atrás soltó un fuerte grito y su cuerpo se comenzó a contraer una y otra vez, levantó la cabeza al sentir que el pene se endurecía dentro de ella, abrió los ojos mirando a Pablo asombrada y gritó "¡Suéltalo, hazlo conmigo!" y se dejó caer sobre la almohada mientras él soltaba repetidamente sus chorros de semen inundando las entrañas de Ana. Al terminar se recostó sobre de ella para darse un beso que juntó sus lenguas pero no sus labios…"Quédate ahí Pablo, no te salgas" le dijo Ana en tono suplicante, por unos minutos permanecieron así, inmóviles hasta que Pablo perdió la erección y se dejó caer sobre la cama boca arriba aún jadeante, Ana se giró y se recostó sobre el pecho de Pablo y con su respiración aún agitada le dijo.

-Que increíble, te juro que estuve a punto del desmayo

-¿Así como tu amiga?

Ana con voz suave, casi triste, respondió mientras acariciaba el pecho de Pablo

-Así como mi amiga…Mi amiga Ximena….Tu esposa.