Susana caminó por el pasillo del hotel, subió por las escaleras al primer piso, veía como los hombres que pasaban volteaban la cara para mirarla sin embargo no se avergonzó de enseñar su cuerpo vestido con ese atuendo, la alcanzó Eugenio por el pasillo, la abrazó y le dijo.

-Hermanita, me quiero coger a Fernanda, nunca lo he hecho con ella y no sabes las ganas que le tengo

-¿Y que quieres que yo haga?

Eugenio no contesto y se adelantó, ella llegó a la habitación 1124, tocó la puerta y le abrió Mónica, al verla le dijo

-Caray amiguita, que guapa te ves con esa ropa.

Y en voz baja agregó.

-Recuerda lo mucho que me gusta hacerlo con tu hermano

Susana no entendía nada de lo que pasaba, no hizo caso y solo respondió

-Tú también te ves guapísima vestida así

Mónica usaba una minifalda de tela plisada y una camiseta sin mangas vestuario que la hacía ver muy sexy, Susana entró a la habitación había dos camas matrimoniales donde estaban sentados casi todos excepto Pablo y Mónica que ocupaban las dos sillas de la mesita que había en el cuarto, notó que todas las mujeres vestían ropa muy sexy y todas tenían unas piernas muy bellas y bien torneadas, los hombres todos vestían shorts o bermudas y playera o camiseta, le indicaron que se sentara sobre la cama, ella lo hizo recargando su espalda en la pared con un pierna doblada sobre la cama y la otra con el pie apoyado en el piso, sentía la euforia que el alcohol produce en el cuerpo y en la mente

Fijó su mirada en Fernanda y su esposo José, ella vestía unos shorts ajustados y muy cortos que le hicieron recordar a aquellos famosos "hot-pants" de los ‘70s y ‘80s que vió en las viejas revistas de chismes de su mamá cuando era niña. A Fernanda le sentaban muy bien, la hacían lucir sus muy bellas piernas y acentuaban la curvatura de sus nalgas levantadas y firmes, no era muy alta, sin ser bajita como Mónica, Susana la recordaba cuando adolescentes como una chica muy bella pero ahora observaba con mayor detalle a la mujer en que se había convertido, su vientre plano, su piel bronceada, sus cabellos rubios, sus pechos eran grandes y redondos, sus caderas sino muy anchas hacían resaltar las curvas de su cintura, sus ojos azules grandes y una boca sensual, se explicó el deseo de su hermano por ella.

José el esposo, era un hombre alto de cabello negro, no muy guapo, de complexión robusta, pero realmente simpático, físicamente no eran la pareja perfecta, ella resaltaba por su belleza y él era un tipo normal, "la habrá conquistado su forma de ser" pensó mientras Mónica comenzó a hablar de su experiencia con su amante desconocido, y después de ella siguieron los demás, cuando le tocó el turno a Susana se puso de pie y dijo.

-No tengo la mas remota idea de quien haya sido mi amante desconocido y a decir verdad no lo quiero saber, solo puedo decir que tuve el sexo mas increíble que haya tenido en mi vida, por eso al que haya sido le digo que fué un gran amante.

Miró a su hermano y a cada uno de los hombres y no descubrió en nadie alguna señal que le diera alguna pista sobre quien pudo haber sido. Terminando esto Mónica dijo

-El segundo juego será un intercambio de parejas, ¿todos están de acuerdo?

Afirmaron con la cabeza y Mónica explicó

-Somos 4 parejas, Susy y Eugenio serían una pareja, pero tenemos un problemilla, necesitamos saber si están de acuerdo en que el hermano o la hermana tengan relaciones con otro u otra, ya que aunque lo parezca no es lo mismo que con la esposa o esposo.

Eugenio dijo claramente.

-Somos adultos, mi hermana es libre de hacer lo que le plazca y yo respetaré sus decisiones, al 100%, por mi no se preocupen.

Susana sonrió, le lanzó un beso con la mano a Eugenio y afirmó con la cabeza, Mónica volteo a ver a Susana y dijo

-A ver todos sentados en parejas, Susana por ser tu la novata amiguita, elige con que pareja quieres cambiar a Eugenio, bueno mejor digamos que a tu pareja, les aclaro que como siempre la mujer no se cambia de habitación, lo hace en la suya, así no están caminando en la madrugada por los pasillos del hotel y les recuerdo que a las dos de la mañana se termina el juego, hagan lo que quieran respetando siempre la decisión de la mujer sobre que y como y disfruten su libertad sexual, así que decide amiguita.

Susana se quedó viendo a todos, entendió el porqué le habían dicho aquellas palabras su hermano y Mónica, vió a Pablo con la cara de deseo suponiéndose el elegido, pero eso no le importaba tenía que decidir en darle gusto a Mónica o a su hermano, miró a Pedro y Alberto, los dos le gustaban, eran sus amigos y con ellos de seguro el sexo tendría algo mas que la unión de los cuerpos, sin embargo dijo dirigiéndose a Fernanda.

-Fernanda, ¿cambiamos parejas?

-Con gusto Susana.

-Mi habitación es la 101

-La mía la 1256

Susana se levantó y todos la miraron, Fernanda se puso de pie y juntas abandonaron la habitación, al cerrar la puerta Fernanda le dijo.

-No sabes las ganas que tiene mi marido de hacerlo contigo, le encantas, desde que llegaste me dijo que estabas excelente.

Susana le dió un beso en la mejilla y caminó por el pasillo hacia las escaleras, vió como José y Eugenio salían de la habitación y cada uno caminaba detrás de la mujer con la que tendrían sexo en pocos minutos. "Dirán lo que quieran de libertad sexual o lo que sea, pero esto es igual que las putas, vamos y cogemos, la diferencia será que nosotras nos calentamos y lo disfrutamos y ellas no" pensaba mientras caminaba "No los juzgo, ya lo dice el refrán que cada quien tiene derecho de hacer con su culo un papalote pero a mi no me gustó este jueguito, me falta algo" se detuvo de golpe para evitar toparse con un jovencito de unos 18 o 19 años que se paró frente a ella y le dijo.

-Estás riquísima mujer, realmente bella, ¿tomarías una copa conmigo?

Susana riendo le tomó la mano al joven y la puso sobre la piel desnuda de su vientre y le respondió

-Claro que estoy deliciosa, ¿lo sientes?, lo malo para ti es que no soy maestra de sexo, ni asaltó cunas, ni cambio pañales, intenta con una chica de tu edad.

Le dió un beso en la mejilla y escuchó al joven decir

-Está bien preciosa, no te ofendas, siempre hay que intentarlo ¿O no?

-Pues si, y de seguro lo lograrás con una de tú edad.

Los dos rieron y ella continuó su camino hacia su habitación escuchando al joven decirle a sus amigos "Me la pelé, pero me dió un beso", sonrió por lo que escuchó, abrió la puerta, encendió las luces y se sentó a esperar por unos minutos, tocaron a la puerta, se asomó por la mirilla, vió a José y se dijo "Animo Susana y disfrútalo", abrió, José entró y le dijo

-Perdón pero había unos jóvenes mirándote con unos ojos de deseo, comentando entre ellos lo buena que estabas, cosa que es cierto y se fueron hasta que entraste, por eso no te alcancé en la puerta.

-No importa José, ¿Pues tú dirás, como empezamos o si primero nos tomamos una copa?

-Está bien, yo las sirvo

José abrió el servibar, sirvió unas botellitas de wisky en unos vasos, puso hielo en ella y le ofreció una a Susana que estaba sentada en una de las sillas, él se sentó en la otra silla observando las piernas de Susana y le preguntó.

-¿Tomamos los tragos en la terraza?

Susana afirmó con la cabeza y él abrió las cortinas y el cancel de la terraza, salieron y él cerró el cancel para que la habitación no perdiera la temperatura del aire acondicionado para después sentarse en las sillas que estaban una frente a la otra y en medio una pequeña mesita, Susana observaba como José no quitaba su vista de sus piernas y sus pechos, quitó la mesita acercó su silla a José quedando casi juntas sus rodillas y subió los pies sobre los muslos de él y mientras él la acariciaba le platicaba de cómo conoció a Fernanda, ella le platicó un poco sobre su vida, sin entrar a detalles, le pidió a José que le quitara las sandalias y ya sin ellas sintió el miembro de José endurecido bajo su short.

Ella se levantó por otras botellitas de wisky, ya dentro se desabotonó el botón de arriba de su camisa, sus pechos se podían observar casi completos y se quitó la tanga, "Ya es hora de terminar con esto, además es un tipo muy agradable", regresó, le sirvió a él en su vaso, al inclinarse el notó sus pechos y les dió un pequeño beso, Susana le sonrió, se sentó, subió nuevamente sus piernas sobre de él y mientras con sus pies acariciaba el miembro sobre el short, abrió sus piernas para que él observara su sexo ya sin tanga, José se inclinó y metió su mano, recorriendo los muslos de Susana hasta llegar a su sexo, lo acarició, separó los labios vaginales y metió un dedo en la vagina de Susana, cosa que la hizo cerrar los ojos y gemir.

Ella se levantó, puso su silla junto a la de José quedando al lado de él, entró a la habitación y apagó la luz de la terraza, se sentó muy junto a José, juntándose los muslos, ella le dijo

-Si hay vigilantes en los jardines les estaríamos dando un buen espectáculo

-Y de seguro me envidiarían

Respondió José mientras acariciaba los muslos de Susana, ella se desabrochó el otro botón de su blusa y José metió la mano acariciando sus pechos, le volteo la cara y le dio un beso en la boca de forma muy suave y juntando sus lenguas permanecieron un rato con las bocas unidas, al separarse ella, desabotonó las bermudas de José, bajó un poco el cierre y metió la mano hasta los testículos y subió acariciando el pene para ponerse a apretar con sus dedos el glande, sintió el pene grande, sin embargo pensó "¿Qué puedo yo saber de tamaños? Como si hubiese tenido tantos", vió a José poner cara de placer y ella se sentó de lado levantó la playera de él y mordió suavemente sus pezones haciéndolo gemir de placer, mientras él con sus manos acariciaba los muslos de ella hasta llegar a su sexo y acariciar con sus dedos los labios vaginales.

Se dieron nuevamente un beso, uniendo sus lenguas y mezclando sus salivas, ella estaba ya muy caliente y le dijo

-Vamos a la cama José

Se levantaron, entraron a la habitación, cerró el cancel con seguro, cuando hizo esto, José la abrazó dejándola caer sobre la cama y se la besó de forma apasionada, mientras su manos acariciaban sus pechos, su cintura, sus nalgas y su sexo, separó su boca de la de ella y se puso a lamer sus pechos mordiendo con suavidad sus pezones, ella gemía de placer él la enderezó y le terminó de quitar la blusa, y se puso a besar su pecho, sus hombros, su cuello y su cara, bajó por en medio de sus pechos besando hasta su ombligo, lo lamió varias veces y mientras a besos bajaba por su pubis, con sus manos bajaba la falda de ella que al sentirlo, levantó su cadera para permitirle quitar con facilidad la minifalda, y quedó completamente desnuda acostada boca arriba en la cama.

José se desnudó y se metió entre sus piernas y besó sus labios vaginales suavemente metiendo su lengua entre ellos, Susana gimió de placer y cuando esperaba un sexo oral que la llevara a un primer orgasmo, José comenzó a subir besando su pubis, su vientre y sus pechos, hasta llegar a su boca que ella le ofreció llena de deseo, mientras se besaban ella dobló sus piernas subiéndolas a la cintura de José quien se dió cuenta que ella ya lo quería, quería ser penetrada y disfrutar de su pene, José apoyo sus manos sobre la cama a los lados de ella, con una de ellas acomodó su pene en la entrada de la vagina de Susana, volvió a ponerla apoyada en la cama y comenzó a empujar con su cadera metiendo su pene lentamente dentro de ella, que gemía de placer al sentir como ese miembro llenaba su vagina.

José se comenzó a mover rápidamente, ella gemía y dejaba escapar unos "ah" de placer al sentir las caricias que José le propiciaba con esos movimientos, no duró mucho, sintió su orgasmo venir, arqueó su cuerpo evitando por unos instantes los movimientos de José y comenzó a sentir las contracciones de sus músculos, de su vagina y de su ano, el orgasmo no fué muy intenso, fué largo pero muy suave y la hizo soltar un gemido fuerte, su vista y la de José permanecían fijas uno en el otro mientras su orgasmo transcurría, ella cerró los ojos y le dijo

-Que rico me vine José, muy rico, me gusta, me gustas.

El reanudó sus movimientos y en unos pocos minutos, sintió endurecerse el pene de José, lo miró a los ojos fijamente, él cerró los suyos y ella comenzó a sentir el semen golpear dentro de su vagina, varios espasmos que produjeron varios chorros de semen hacían que José exclamara varios sonidos como "Agg", "Ohh" "uff", lo había hecho gozar, lo sentía dentro de su vagina y lo veía en su cara con la mirada perdida por el placer, él se dejó caer boca arriba a un lado de ella y con su mano apretó el muslo de Susana diciendo

-Que delicia, que divino coges mujer, eres excelente, como te imaginaba.

Ella se sintió satisfecha y puso su brazo sobre el pecho de José, quien lo tomó con sus manos para llenar de besos la mano de Susana, así permanecieron un rato hasta que José dijo.

-Bueno parece que fué todo

-No, espera, son apenas las 12 y media y tenemos que terminar hasta las dos, si te repones podemos repetirlo

Un rato estuvieron así desnudos besándose y acariciándose en la cama, hasta que ella sintió nuevamente la erección de José, se levantó y sobre sus muslos escurría el semen que salía de su vagina, se metió al baño a limpiarse, tomó de la bolsita donde guardaba su maquillaje y su perfume un gel lubricante y regresó a la cama para decirle a José mientras le daba el gel.

-Trata de hacerlo por detrás, nunca lo he hecho y quiero sentirlo, si no lo soporto no insistas por favor y lo hacemos normalmente, trátame con ternura ¿si?

-Claro, será como tú lo quieras.

Susana se puso de "perrito" en la orilla de la cama, José de pie junto a sus nalgas, las besó y acarició y ella sintió el dedo de José entrar en su ano sin ninguna resistencia y llenándola de gel lubricante, sintió el pene entrar por su ano, no había terminado de entrar el glande y le dijo

-No José por favor, me lastima mucho.

José sacó su pene y lo metió en la vagina comenzando a moverse dentro se ella, Susana giraba su cadera, estaba sintiendo mucho placer, sentía como era penetrada hasta el fondo, era una penetración completa, su vagina se sentía completamente llena cada vez que él entraba hasta el fondo de ella, era placentero muy placentero, levantó su cabeza, y soltó un grito de placer cuando su orgasmo la obligó a doblar sus manos y quedar con la cabeza recargada en la cama, José seguía moviéndose dentro de ella y en esa postura las caricias que el pene daba a su vagina eran mas estimulantes, nuevamente gritó de placer y casi al terminar su orgasmo sintió nuevamente el semen de José mojar su vagina.

Estiró las piernas hasta quedar recostada boca abajo sobre la cama y José que siguió su movimiento quedó recostado sobre de ella, así permanecieron un rato, sintió el sudor de José caer sobre su espalda y mojar su cara cuando la besó en la mejilla, se perdió la erección, José se levantó y se comenzó a vestir, ella permaneció inmóvil agotada por el placer de sus orgasmos, José le dijo

-Ahora si Susana, ya es hora, fuiste de lo mejor, de verdad eres una mujer especial, bella, dulce y sabes como llenar a un hombre de placer, gracias preciosa, me encantas.

-Tú a mi

Escuchó a José caminar hacia la puerta, abrirla y cerrarla, ella se quedó así recostada se dijo "gracias por coger conmigo Susana, eres una puta maravillosa, coges como reina, gracias, gracias", pero yo no le doy las gracias, cogí delicioso pero no es lo que quiero, yo necesito hacer el amor, necesito mas que sexo, mas que orgasmos, necesito unión, amor, qué se yo, pero no es esto", se quedó dormida por el agotamiento y el efecto del alcohol, se despertó como a las 5 de la mañana por el frió del aire acondicionado, la luz del buró seguía prendida, se levantó fué a la puerta, pasó la cadena, disminuyo la intensidad del aire acondicionado, se metió bajo las cobijas, apagó la luz y se durmió nuevamente.