Elena salió del baño, su hermano estaba sentado en la cama con su espalda recargada sobre la cabecera y sus piernas estiradas…"Ven aquí a que te abrace", le dijo a ella separando sus piernas para indicarle que se sentara entre ellas, Elena movió la cabeza negando y Luis insistió "Ven, quiero que estemos así desnudos un rato abrazados y acariciando tu cuerpo", ella lo miró y se subió seria a la cama, se puso entre las piernas de su hermano pegando su espalda al pecho de él y doblando sus piernas con los pies apoyados sobre la cama, puso su mentón sobre sus rodillas abrazando sus pantorrillas, estaba seria, pensativa…"¿Qué pasa preciosa?, ¿No te gusté?".

-¡Diablos Luis!, ¿Solo puedes pensar en ti?..¿Qué no te diste cuenta de cómo traté a Jorge en el teléfono?

-Perdón era solo una pregunta tonta…Si, noté que lo mandaste al demonio, pero también estabas en una posición bastante incómoda en todos aspectos

-¿Te estás haciendo o eres idiota?

-No Elena, creo saber lo que te pasa. ¿Cómo decirle a tu novio que amas a otro?

-¿Qué amo a otro?... ¡Lo que me faltaba!... No Luis yo no te amo, no te puedo amar, ni tu puedes amarme a mi, está prohibido por la ley, la moral y la sociedad, esto no es, o mejor dicho es…Es una estupidez.

-Elena…No digas eso, nos amamos como hombre y mujer, no lo sigas negando.

-¡No Luis!...¡Que no, ya dije que no!, ¿No lo puedes entender?, ¿No lo puedes meter en tu loca cabecita?, soy tu hermana y a una hermana no se le ama apasionadamente, ni se le da el placer del amor de pareja, a una hermana se le ama como lo que es, ¡Una hermana!... ¿Como carajos puedes concebir que al estar dentro de mi me estás amando como mujer?, ¿Cómo puedes pensar que al arrojar tu semen dentro de mi cuerpo me estás entregando tu vida?...

Mira hermanito cuando llenas con tu semen a la mujer que amas le estás dando una parte de ti, cada una de los millones de celulitas que le dejas en su vagina, es capaz de dar vida, de fecundarla de regalarle un nuevo ser mitad tú y mitad ella, y la mujer lo recibe con ese mismo amor con que se le da, sin importar si se embaraza o no, el hacerlo es lo que cuenta, tú necesitas darle parte de ti y ella necesita recibirla porque se aman, ¿lo entiendes?…Tú te vienes dentro de mi por que sientes rico y nada mas, lo mismo hubiese sido si usaras un condón…¿Qué necesidad tienes de darme parte de tu ser?. Tan solo soy tu hermana, te gusta mi cuerpo y cojo rico.

Los dos quedaron en silencio unos momentos y Elena agregó

-Y cuando me das esos orgasmos que debo de reconocer que son increíbles, ¿Piensas que son tan intensos por el amor que nos tenemos?...No Luis, es porqué estas muy bien dotado. El amor se hace y se siente cuando las personas se aman, cuando están los cuerpos ardiendo y gritándose uno al otro con cada poro de su piel, ¡te amo, te amo! y no cuando se coge por coger.

Elena se levantó en su rostro y sus movimientos había tristeza y de pie junto a la cama dijo en voz baja.

-El amor es para hombre y mujer…Nosotros somos hermanos, ve a tu recámara y vístete, vamos a ver un rato la TV antes de cenar o juguemos con el "X Box" algún jueguito de esos de guerra, quiero sentirme violenta y matar gente.

-Elena, ¿Por qué eres así conmigo?

Elena se acercó a la cama y le replicó molesta

-¡¿Yo contigo?!... ¡Carajo!.. Ahora resulto ser la cruel y despiadada hermana que insulta, ofende y abusa de su hermano menor…¡A lo que he llegado!.

Luis la tomó por la cintura y la jaló hacia la cama, el cayó sobre su espalda y Elena quedó sobre de él.

-¡Suéltame Luis!, solo piensas en cogerme y te olvidas que soy tu hermana.

Luis la abrazó y acercó su boca a la de ella, Elena no opuso resistencia separó sus labios y recibió dentro de su boca la lengua de su hermano saboreándose mutuamente, se separaron y ella se recostó sobre el pecho de Luis y comenzó a llorar, él la acarició en la espalda, pretendió tocar sus nalgas pero algo dentro de él lo detuvo, así pasaron un tiempo en silencio que ella rompió para decir.

-Me había dicho que se quería casar conmigo, quería venir a hablar con mi papá, ¿Qué le voy a decir?..."Amor te fui infiel, me acosté durante una semana con mi hermano y la verdad no estoy segura de quererme casar contigo"

Elena suspiró y dijo

-Dios…que nos pasó a nosotros dos…Vístete Luis, vamos a jugar con esa cosa en la TV.

Luis fué a su recámara y se puso sus pantalones deportivos y una playera, cuando salió su hermana estaba sentada frente a la TV jugando con el "X Box", vestía su camisón corto y estaba descalza, se sentó junto a ella y dijo. "No le digas nada Elena, no tiene caso, tienes razón lo nuestro es una maldita estupidez", ella detuvo el juego de video, puso una mano sobre el muslo de Luis y solo respondió "No es tan fácil Luis, no se trata de decirle o no decirle sino que no estoy segura de amarlo como….

Sus palabras las interrumpió el timbre del teléfono, Luis levantó la bocina.

-¿Diga?... Buenas tardes mayor…Está bien…Buenas tardes Monserrat… Si claro, mañana la esperamos aquí.

Elena le hizo gestos a su hermano para que le hiciera plática, él se quedó desconcertado sin saber que decir y continuó la charla

-Ya me platicó Elena que la invitó a comer…Claro que estaré con usted…Está bien…Contigo…No, no es nada elegante, es completamente informal…Pues yo preferiría que no, que vinieras sin uniforme digamos con una minifalda a la cadera y una blusa y de preferencia sin medias.

Elena logró escuchar la carcajada de Monse y sonrió levantándole el pulgar a su hermano en señal de que iba bien y siguió escuchando hablar a su hermano

-Pues si, si me gustan las piernas y si una mujer las tiene bonitas las debe enseñar de otra forma sería egoísmo….No lo creo, se nota bajo el uniforme que no las tienes así… ¿No tienes minifalda?, no lo puedo creer… En eso si tienes razón…Ven como quieras Monse, sabes que aquí se te quiere a ti y no a tu ropa…hasta en uniforme… Te esperamos… un beso también para ti.

Apenas hubo colgado el teléfono Elena preguntó

-¿Qué te dijo?

-Nada, que si estaba en pie la invitación, que como se vestía, que no tenía minifalda ya que pasaba todo el día en uniforme, que tenía las piernas muy feas y flacas y me mandó un beso.

-Yo no la he visto mas que vestida de uniforme y lo poco que se aprecia en sus muslos y donde se ajustan las botas en la pantorrilla es que tiene muy buen muslo y una pantorrilla nada flaca, pero así somos las mujeres, nos gusta darnos a desear, verás que tiene un cuerpo envidiable, y no tendrás mucho trabajo para que te diga que si, eso te lo aseguro como que soy tu hermana.

Elena quedó en silencio observando las palmas de sus manos, en ella había una tristeza que llenaba la habitación, Luis le preguntó

-¿Qué pasa hermana?... ¿Te duele lo que me propones?...Eso de Monse

-No Luis, si me doliera no te lo hubiera propuesto haciendo el papel de Celestina…No me pasa nada hermano…Es más, sigo pensando que la mejor forma de terminar con lo nuestro es que tengas relaciones con otra mujer, que la disfrutes y la hagas disfrutar, que sientas deseos de salir con ella, de estar con ella aunque solo sea para disfrutar de una buen sexo…Así te olvidas de mi, de nuestra locura, de este sueño que se está convirtiendo en pesadilla, continuas con tu vida y a mi me vuelves a tener simplemente como tú hermana olvidando que por unos días…me amaste entregándome tu virginidad y tu vida.

Elena había dicho "me amaste entregándome tu virginidad y tu vida" en voz muy baja y con la cara mirando al piso, Luis preguntó

-¿Qué por unos días qué?, no te escuche bien

-Perdón es que me quedé mirando mis pies, que por unos días me cogiste y dejaste de ser virgen conmigo.

-No lo creo, no creo que nadie pueda olvidar su primera vez, tal vez sea más fácil que tú lo olvides, ya habías tenido tu primera vez.

Elena levantó la cara acomodó sus cabellos intentó responder pero mejor guardó silencio y mirando a su hermano a los ojos solo pensó "Que tonto eres, no te das cuenta de nada", se levantó inspirando con fuerza para decir

-Ya son las 9 de la noche, se fué muy rápido el día, ¿Te preparo algo de cenar?

-¿Qué vas a cenar tú?

-Un sándwich y un vaso de leche

-Lo mismo para mi, en un momento bajo

Elena bajó a la cocina, se puso a preparar la cena, Luis bajó, se acercó a ella por detrás y la abrazó dulcemente, Elena cerró los ojos y suspiró, él al notarlo hizo los cabellos de ella hacia un lado y besó su cuello haciendo que su hermana ladeara su cabeza para que él continuara con los besos sobre el cuello, las manos de Luis recorrían los costados de ella quien comenzó a sentir en su entrepierna los efectos de su excitación y pegado a sus nalgas la de su hermano, Luis desanudó el camisón por el cuello y metió la mano bajo de este hasta tocarle los pechos y acariciarlos apretando suavemente sus pezones, esta vez ella simplemente se dejaba querer, no movía sus manos, no intentaba tocar a su hermano, solo se dedicó a sentir los besos y las caricias que le propiciaba Luis.

Luis levantó el camisón y comenzó a besarla en la espalda, mientras con sus manos acariciaba su vientre y sus pechos, bajó su mano entre los muslos de Elena y tocó el húmedo sexo femenino sobre la panty, ella separó un poco sus piernas, se paró sobre las puntas de sus pies, recargó sus manos sobre la barra de la cocina, Luis bajó sus pantalones deportivos, con su dedo hizo a un lado la panty y penetró lentamente a su hermana quien gimió apretando sus labios y cerrando con fuerza sus ojos. El comenzó a moverse dentro de ella, ninguno de los dos hablaba, solo sus respiraciones agitadas rompían el silencio. Luis la tomaba por la cintura mientras Elena de pie sobre las puntas de sus pies y con las nalgas hacia atrás recibía el placer que le daba su hermano.

Los embates de Luis eran rápidos y profundos, ella hizo su cabeza hacia atrás apretando su cuerpo y apretó con sus manos la orilla de la barra, Luis sintió sobre su pene las contracciones de la vagina de Elena que estiró sus brazos sobre la barra y recargó sobre de ella su frente, solo la escuchó soltar aire de sus pulmones con fuerza y se quedó esperando, esperando las contracciones del pene de su hermano que no tardaron mucho en llegar, al terminar Luis la abrazó por la cintura recargando su cara sobre su espalda, pocos segundos permanecieron así, Elena bajó su mano y mientras hacia su cuerpo hacia delante para que se saliera el pene acomodaba la entrepierna de su panty para cubrir su vagina.

Ella se apoyó nuevamente sobre las plantas de sus pies y caminó estirando su brazo hacia una silla y se sentó frente a la mesa de la cocina, apoyó sus brazos sobre la mesa y recargó sobre de ellos su cabeza mientras Luis permanecía de pie recargado en la barra con sus pantalones y calzones enredados en sus tobillos, permanecieron así por algunos minutos.

-Pásame lo que dejé sobre la barra para terminar de hacer la cena___Dijo Elena con voz agitada.

Luis subió sus calzones y pantalones a su cintura, tomó las cosas que le pedía su hermana y las puso sobre la mesa, se sentó frente a Elena mirándose uno al otro, no se dijeron nada, terminaron de cenar y ella se puso de pie, metió los platos en la lava-vajillas y los dos subieron a sus recámaras, cada uno entró a la suya, Luis se lavó los dientes, se metió a la cama, apagó la luz y se acostó en su cama, unos minutos después escuchó en la oscuridad entrar a Elena que hizo a un lado las cobijas y se metió a la cama, él la abrazó y sintió su cuerpo desnudo, ella tomó la mano de su hermano y la apretó sobre su vientre diciendo. "Buenas noches hermanito"

Los labios de Elena sobre los suyos despertaron a Luis, abrió los ojos y la vió levantarse de la cama completamente desnuda y salir de su recámara, él se levantó y entró al baño, lavó su boca y regresó a sentarse sobre la orilla de la cama, estaba adormilado, Elena entró a la recámara vistiendo su camisón, "¿Te traigo un café?", le preguntó a Luis quien afirmo con la cabeza, Elena bajó a la cocina y Luis se quedó sentado donde estaba, Elena subió con dos tazas de café, le dio una a su hermano, bebieron lentamente mirándose uno al otro sin decir palabra, Al terminar de beber su café ella dijo.

-Yo cocino y tú limpia la sala, hoy viene Monse y no debe ver todo lleno de polvo.

-Si, está bien, solo que me bañaré dos veces, necesito meterme bajo la regadera para terminar de despertar.

-No solo tú, yo también estoy….

Elena pasó sus manos por la parte interna de sus muslos cerca de su entrepierna y agregó

-Ya sabes, y debo lavar mi panty, no sea que se me olvide y mi mamá la meta a la lavadora.

-¡Eso no por favor!____exclamó Luis para agregar____ ¿Nos bañamos juntos?

-Hay Luis, eres insaciable….Que sea en mi baño, ahí tengo mis cosas y tú solo usas jabón.

Entraron juntos a la regadera, Elena se puso a enjabonar el cuerpo de Luis. "Con este jabón vas a oler muy rico, te lo voy a enjabonar por si ella quiere…mmm.. ya sabes". El pene de Luis se levantó al sentir la mano de su hermana que dijo "Ay, Luis, me gusta, me gustas mucho hermano además te…."… "¿Te qué Elena?" preguntó Luis mirando a los ojos a su hermana, ella bajó la vista hacia el pene de su hermano y dijo "Te voy a masturbar, cosa que debimos hacer y no terminar en la cama" Elena comenzó a hacerlo, pasaba su mano de arriba a bajo del pene de Luis, mientras lo hacía le besaba y mordía suavemente los pezones, frotaba el glande sobre la piel de su vientre, cuando sintió que Luis estaba por venirse, se arrodilló en el piso, besó y lamió el glande, sintió la dureza que precede al orgasmo y lo puso frente a su boca, recibiendo toda la descarga de Luis sobre sus labios, nariz y mejillas.

Cuando los espasmos de Luis terminaron y el se recargó con su espalda sobre la pared, ella rió, se puso de pie para enseñarle su cara y decirle "Primero mi vagina, ahora mi cara, pero falta Luis, aún falta donde puedas dejar tú leche caliente", se metió bajo el chorro de la regadera y terminó de bañarse, salió a secarse dejando a Luis bajo el agua, él preguntó sin abrir el cancel de la regadera "¿Aún quieres que me coja a Monse?"

-A Monse o a la que sea, se va a terminar la semana y tú y yo no podremos ser mas que hermanos bien portados y aceptados socialmente, somos hijos del general comandante, hemos ido a casa de gobierno a las fiestas de gala del señor gobernador, no podemos hacer pensar a la gente que somos unos vulgares e incestuosos muchachos… Tú debes olvidarte de mí y de lo que hemos hecho y tomarlo como una aventura estúpida en la que la puta de tu hermana decidió complacerte y enseñarte las delicias del sexo.

-¡Por favor Elena, deja de decir pendejadas!

Ella ya no le escuchó, había salido del baño cerrando la puerta para ir a tirarse sobre su cama y soltar su mas amargo llanto mientras pensaba…"Ya no lo puedo soportar más, por qué Dios mío, ¿Por qué me tenía que enamorar de mi propio hermano?, ¿Qué puedo hacer?...¿Que puedo hacer?"