A las 7 de la mañana Mónica se despertó, era el día de la verdad, iría al aeropuerto por su esposo, se bañó, se maquilló, se vistió con la minifalda que le había regalado Gustavo y una camiseta de tirantes que dejaba al desnudo una parte de su cuerpo entre la falda y la camiseta, se miró en el espejo, se puso de lado se paró sobre las puntas de sus pies y observó sus nalgas, volteo a ver a Laica que la observaba parada en la puerta de su cuarto y le dijo "¿Cómo me veo chiquita?, ¿Tú piensas que lo volveré loco?" la perra movió la cola, Mónica se dió la vuelta frente al espejo, movió su cabeza y observó el movimiento de su cabello, se agachó y pasó sus manos sobre la piel de sus muslos y piernas, nuevamente le dijo a Laica "Quedé suavecita, la verdad es que tengo bonito cuerpo, ¿Tú crees que me veo sexy?"

La perra movió nuevamente el rabo y soltó un ladrido, Mónica rió, le tomó la cabeza con sus manos y le simuló un beso en medio de las orejas, no quería perder el tono rosa de su lápiz labial. Se acercó al buró, tomó sus anillos de compromiso y matrimonio que siempre se quitaba por las noches y los puso en su dedo, salió de su recámara diciéndole a Laica "Me vas a esperar en el jardín muy bien portadita ya sabes que a él no le gusta que estés dentro de la casa", salieron al jardín, ella se subió a su camioneta y salió rumbo al aeropuerto.

Mientras esperaba la llegada del avión observaba las portadas de unas revistas, sentía la mirada de los hombres que pasaban y le daba gusto, sin duda estaba lo suficientemente bella para Gustavo, un muchacho de unos 17 años se acercó y le dijo, "Que linda paloma, ¿No quieres volar con un gavilán?" ella rió de buena gana y le respondió enseñándole sus anillos…"Eso me sonó a canción, pero esta paloma ya tiene palomar y un gavilán que la devora por las noches", el muchacho hizo un gesto de resignación y se retiró justo cuando el sonido local avisaba de la llegada del avión procedente de la ciudad de México. Nerviosa caminó hasta la puerta de llegada y esperó pensando "Cuando cruce por esa puerta sabré que me espera, él nunca ha podido ocultar lo que siente, siempre lo ha delatado su mirada"

Vió salir a Gustavo acompañado de un hombre que empujaba un carrito con su equipaje, ella se puso en su camino a unos 5 metros de distancia, él detuvo su paso y se quedó observando a su esposa recorriéndola con la mirada, sus miradas se juntaron por unos instantes y él se acercó para abrazarla con fuerza y le darle un beso amoroso en la boca, al separarse le dijo "Te extrañé como no tienes idea", Mónica se llenó de felicidad, Gustavo no mentía, lo sabía, lo sentía, él la abrazó por la cintura poniendo su mano sobre la piel que dejaba descubierta su camiseta, le hizo una seña al maletero y caminaron hacia el estacionamiento, Mónica lo abrazó y recargó su cabeza sobre el brazo de su marido.

Cuando llegaron a la camioneta el maletero subió el equipaje en la parte trasera de ésta, Gustavo le abrió la puerta del pasajero a Mónica y él se subió en el lugar del conductor, volteo a ver a Mónica y le dió un beso profundo en la boca, por un buen rato sus lenguas se juntaron, cuando se separaron Gustavo encendió el motor, puso una mano sobre el muslo de su mujer y salió del estacionamiento, al llegar a la caseta de pago sacó de su bolsillo un billete, Mónica le dijo "Yo traigo cambio amor, no pagues con ese billete", él respondió "Yo también traigo cambio, pero quiero que me envidie el cobrador de la caseta".

Mónica por unos instantes se quedó desconcertada y lo entendió cuando el cobrador se quedó viendo hacia sus muslos, ella estaba sentada de lado con la cara hacia su esposo, con una pierna doblada sobre el asiento, en la postura en que estaba posiblemente el cobrador alcanzaría a ver el triangulo blanco de su panty, el cobrador se equivocó al dar el cambio del billete y Mónica que permanecía inmóvil bajó su cara para ocultar su risa, cuando iniciaron la marcha ella le preguntó a Gustavo

-¿Y eso amor?

-Me gusta que me tachen de pendejo

-¿Qué?, no entiendo

-Es muy fácil amor, cuando alguien tiene a su lado a la mujer que uno quisiera tener, o conduce el auto que uno quisiera tener, siempre se dice "Mira a ese pendejo"… Hoy el maletero, el cobrador y pienso que varios en el aeropuerto han de haber dicho eso llenos de envidia al verme.

Mónica rió y Gustavo puso su mano nuevamente sobre los muslos de Mónica, él le preguntó

-¿Conseguiste novio?

-No… bueno si, pero fueron tres.

-A Caray…Si lo creo, con lo bella que eres se me hacen pocos, y ¿como fué?

-Jesús, un muchacho amigo de tú primo Miguel, con el he ido casi todos los días a montar en bicicleta, ¿No sientes mis muslos más fuertes?

-Conozco a Jesús, es un jovencito agradable, pero está muy niño para ser tu novio

Gustavo apretó suavemente el muslo de Mónica, haciendo cara de aprobación, metió la mano entre ellos y la subió, Mónica rió deteniéndole la mano y le dijo

-Dije los muslos amor y ahí en medio es otra cosa

-Hasta ahí llegan los muslos ¿O no?... además si se fortalecen los muslos, se fortalecen los músculos de ahí… eso pienso, ¿Y quien más?

-Me encontré a Eduardo, mi novio de la secundaria y me invitó a cenar, y después me llevó a su casa a ver al que será novio de mi Laica, un perro precioso, van a tener unos cachorritos preciosos cuando los crucemos.

-¿Y no intentó hacer cachorritos contigo?

Mónica se le quedó mirando y no respondió, Gustavo rompió la tensión diciendo

-¿Cómo está Laica?

-Bien amor, te debo confesar que durmió dentro de la casa…Va a extrañar la pobre.

-Son dos novios ¿y el tercero?

-Conocí a Alejandro, mi amigo de internet.

-Vaya___dijo Gustavo serio y agregó_ ¿Y qué pasó?

-Nada, lo fui a ver a su hotel fiesta americana y es un buen hombre, un caballero, pero decidimos no volver a vernos.

-¿Fuiste a su hotel?... Usualmente se lleva a la mujer a un hotel y no va ella al hotel…Bueno el fiesta americana es mejor que un hotel de paso, lo han de haber disfrutado mucho, ¿O no? .

Mónica se quedó nuevamente callada mirando a Gustavo, quien dijo

-Perdón reina, es que me dan celos amor.

-¿Ten dan celos?...mmm… ¿Y tú Gustavo?, ¿Hubo algo como para que yo me ponga celosa?

El la volteo a ver y no respondió siguió conduciendo en silencio hasta llegar al hotel de paso donde ella le había entregado un día su virginidad, ella no dijo nada, al igual que aquel día simplemente se dejó llevar,

Gustavo metió la camioneta en la cochera de la habitación, se bajó pagó la cuota y cerró la cortina, abrió la puerta del lado de Mónica y juntos entraron a la habitación, ella se quedó viendo la cama como lo había hecho aquella vez sintió la misma emoción, solo que ya no existía el nerviosismo de esa primera vez, hoy sabía como disfrutar y hacer disfrutar a su hombre.

Comenzaron a besarse amorosamente, despacio sin pasión y poco a poco el deseo sexual se fué acrecentando, él le quitó la camiseta y el sostén, la miró y le dijo "Que pechos tan divinos tienes" y los besó, lamió, chupó y apretó sus pezones con sus labios, besó su cuello y sus hombros, bajando por su vientre, se arrodilló frente a ella y bajó su falda besando apasionadamente su vientre, su pubis y sus muslos, le bajó la panty y cuando ella levantó cada pie del piso para dejar salir la panty, el le quitaba el zapato besando sus pies y sus pantorrillas, la hizo que se girara y besó sus muslos y sus nalgas lamiendo cada centímetro de su piel se puso de pie subiendo a besos por la espalda hasta llegar al cuello y abrazarla apretando su cuerpo contra el suyo.

Mónica le tomó los brazos y puso las manos de Gustavo sobre sus pechos recargando su nuca en el pecho de él quien le dijo "Eres una mujer increíble, que cuerpo tan delicioso tienes", ella cerró los ojos al sentir que Gustavo le besaba el cuello, quitó las manos de él de sus pechos, se dió la vuelta, le quitó la camisa para ponerse a besarlo en el pecho mordisqueando suavemente los pezones de su hombre, bajó besando por su pecho, se arrodilló frente a él, le soltó el cinturón y dejó caer el pantalón, Gustavo se quitó los zapatos y sacó el pantalón de sus piernas, Mónica veía la enorme erección de él y besó el pene delicadamente sobre el calzón, bajaba un poco el calzón hasta que se notaba la punta del pene y pasaba su lengua por la piel de Gustavo sin tocarle el miembro, tenía a Gustavo ardiendo en medio de la desesperación por las caricias que ansiaba.

Bajó el calzón, hizo que él levantara sus pies alternadamente para sacarlo, se sentó sobre sus pantorrillas frente a él, tomó el pene erecto con su mano lo acarició, bajó sus manos para acariciarle los testículos, levantó la vista y se quedaron viendo fijamente, ella le sonrió, levantó sus nalgas de sobre sus pantorrillas para quedar nuevamente de rodillas, tomó el pene con sus manos, levantó la vista hacia Gustavo le dijo, "Me encanta, es grande y grueso, tienes una verga divina amor, me llena de placer, me ha dado las mejores venidas de mi vida" Gustavo respondió…"Disfrútala, gózala como quieras es toda tuya, es para que disfrutes plenamente, haz con ella lo que quieras"…ella la pasó por sus pechos mojando sus pezones y aureolas con el líquido transparente que salía por la punta

Acercó el glande a su boca soltó su aliento sobre de el y dió un beso en la punta, volteo a ver a Gustavo y le dijo "¿Para que la disfrute plenamente o para hacerte disfrutar plenamente?", Gustavo no respondió solo respiraba agitadamente en espera de que Mónica lo hiciera, ella río al verle la cara, él también río diciendo "Me tienes loco, ya hazlo Mónica" ella besó sus testículos, y subió resbalando su lengua por el tronco del pene, pasó su lengua por el cinturón del glande haciendo que Gustavo expresara un "Ohh" de placer, abrió su boca y metió el pene dentro de ella, Gustavo dijo al sentir sobre su pene el calor de la boca femenina "Ohh amor, eres maravillosa, una mujer de verdad mamas delicioso", ella movía su lengua sobre el pene, lo metía lo mas profundo que podía, lo apretaba sobre la parte interna de sus mejillas y saboreaba con gusto el líquido que de ella salía producto de la enorme excitación en que tenía a su esposo.

Después de un rato en que ella saboreó llena de pasión el pene, Gustavo la levantó y le dió un beso profundo en la boca, ella sintió sobre su vientre la erección del pene y la humedad de su saliva que en el había quedado, él la recostó en la cama boca arriba y besó todo su cuerpo desde su cabello hasta los pies, lamió las plantas de ellos y se puso a chupar cada dedo de sus pies, Mónica le dijo "Ya amor, me tienes ardiendo, necesito tu verga dentro de mi", él sonrió le separó las piernas y se puso a lamer su sexo, su lengua acariciaba el clítoris mientras sus dedos se introdujeron dentro de la vagina acariciando las paredes de ésta. Sus piernas temblaban y ella las apretó contra la cabeza de Gustavo, arqueó su cuerpo y puso sus manos sobre la cabeza de él diciendo con voz entrecortada por el placer "Qué delicia amor, que delicia, me gusta venirme en tu boca", dejo caer su cabeza y él lamió la humedad de su vagina

Gustavo la giró poniéndola boca abajo, besó nuevamente sus pies le separó las piernas y la penetró lentamente, Mónica gimió de placer diciendo "Ohh, por Dios amor, ¡Qué falta me hacías!"... "Y tú a mi, no tienes idea de lo que te he extrañado", sus movimientos era lentos, después de un rato el la volteo boca arriba, le levantó una pierna con su mano y casi de lado la penetró nuevamente besándose en la boca llenos de pasión.

Mónica respiraba agitadamente y él le dijo "Estás deliciosa, rica, húmeda, ardiente, me gustas, estás buenísima, coges como reina", Mónica reía entre gemidos de pasión y le decía, "Disfrútame amor, para eso soy tu mujer, para que te llenes de placer dentro de ella y la hagas disfrutar de tu amor"..Gustavo la puso boca arriba, ella subió sus piernas a los lados de la cintura de él quien se comenzó a mover rápidamente.

El cuerpo de Mónica se puso muy tenso, abrió la boca y soltó un grito al sentir una descarga placentera que recorrió su cuerpo sin relajarlo, sus ojos se perdieron dentro de sus órbitas, su respiración se detuvo, sintió esa maravillosa desesperación que precede al placer, sabía que llegaría y al sentir una muy fuerte y placentera contracción dijo con voz entrecortada "¡Gustavo!, es maravilloso amor" y su cuerpo se comenzó a contraer rítmicamente llenándola de placer, terminando su orgasmo su cuerpo se relajó totalmente, quedó sin fuerzas y al borde del desmayo, con voz calmada, casi de agotamiento dijo "Te adoro amor, te extrañaba tanto" y comenzó a llorar.

Gustavo detuvo sus movimientos y le preguntó

-¿Qué pasa amor?

-Nada tonto, sigue, tú sigue disfrutando, llena a tu mujer con tu semen, quiero desbordarme de él, dale a mis entrañas todo lo que puedas entregarles.

-¿Porqué el llanto amor?

-Por que así somos la mujeres, tontas, muy tontas, también lloramos de placer, muévete, sigue moviéndote hasta llenarme de tu leche ardiente, dámela amor, la quiero toda

Gustavo empujaba con fuerza dentro de Mónica empujó su pene hasta el fondo, ella sintió que le empujaba el útero y por vez primera logró sentir el calor del semen dentro de su vagina que la llenaba con chorros que a él lo hacían gemir de placer con cada contracción, terminó de arrojar su semen y se dejó caer sobre Mónica quien le abrazó la espalda y le besaba en el hombro, cuando se perdió la erección él se dejó caer a un lado de Mónica, ella trató de levantarse al baño pero él la detuvo.

-No te levantes, Déjalo ahí.

Ella se puso de lado y recargó la cabeza sobre el pecho de Gustavo. Así permanecieron un rato en Silencio que rompió Gustavo al decirle

-Me preguntaste si había un motivo para que estuvieras celosa

-Aja__Respondió Mónica medio adormilada por el agotamiento

-Si amor, si lo hay. Pero quiero que me dejes hablar sin interrumpirme

Mónica sintió temor de lo que le diría Gustavo, la felicidad que sentía se derrumbó de golpe como castillo de naipes, esperaba la cruda realidad, él le pediría el divorcio y ella no se opondría a ello, ya lo había pensado, por la fuerza no tendría nada. Respondió

-¿Es tan grave?... Ok, adelante

-Mónica, he estado perdido en mis sentimientos, yo pensaba que te amaba, que nuestro noviazgo había estado lleno de amor y que valdría la pena casarnos de una buena vez, pero nuestro noviazgo fué un vértigo de pasión, sexo y placer en el que se revolvieron mis sentimientos, después de casarnos me perdí en la idea de la esposa y al dejar de sentir la pasión y el deseo ya no supe si te amaba o no. Encontré a una mujer en Hermosillo…

Mónica se enderezó sentándose en la cama y comenzó a llorar interrumpiendo a Gustavo

-¡Ya Gustavo!, no me lastimes con los detalles, el divorcio te lo doy hoy mismo si tú quieres, me trajiste aquí la primera vez y me traes la última vez... ¿Porqué eres tan cruel amor?

-Mónica te pedí que no me interrumpieras amor, no saques conclusiones antes de escuchar bien lo que te tengo que decir.

-No me lastimes más amor, no entiendes que me duele en el alma perderte.

Gustavo sin hacer caso continuó diciendo

-Me acosté con esta mujer y debo decirte que es una mujer excelente en la cama, me hizo disfrutar mucho, me dió unos orgasmos increíbles, es ardiente, inmensamente ardiente, me comía, me lamía disfrutamos uno del otro igual que como lo hacíamos tú y yo siendo novios, me encantó tenerla y me sentí realizado con ella….Pero a la tercera o cuarta vez de hacerlo me decepcioné, cumplí mi deseo de cogérmela apasionadamente y satisfecho el deseo murió para siempre…Nos dejamos de ver.

Mónica sintió por un momento alivio, sin embargo seguía esperando que le pidiera el divorcio, en ella solo había ya un deseo, que no la comparara con otra, que no la lastimara diciéndole que había encontrado a la mujer que ella no había sabido ser, ella bajó la cabeza y él continuo diciendo.

-Yo estaba muy confundido, y no estoy buscando un pretexto, por eso te quiero pedir dos cosas Mónica.

-Primero que me perdones y segundo que seas mi novia toda la vida

Ella soltó el llanto, se acercó a Gustavo y le dió un beso en la boca, recargó su espalda sobre la cabecera de la cama dobló sus rodillas y puso su mentón sobre de ellas tomando sus pantorrillas con sus manos, quedaron en silencio, pasado un rato Gustavo se levantó al baño, cuando salió con sus calzoncillos puestos miró a Mónica sentada en la misma postura y se sentó en la orilla de la cama, Mónica le dijo

-Gustavo, yo también te fui infiel.

El volteo a verla y le dijo

-¿Con quien?, ¿Con tu amigo de internet?

Mónica quedó callada

-¿Con tú exnovio?..Con Jesús no creo, es muy joven, tiene 17 años

-Veinte

Dijo Mónica despacio rompiendo su silencio, Gustavo la volteo a ver a los ojos y preguntó

-¿Con los tres Mónica?..... ¿Y usaste condón?

-¡Por Dios Gustavo!, que importancia tiene con quien haya sido, donde o cuando, si terminó dentro de mi o usó condón… ¡Lo importante es el porqué!, ¿por que terminé en la cama de otro hombre o de otros hombres habiéndote jurado fidelidad?, eso no lo has preguntado, ¡eso no te interesa!, solo te interesa saber con quien fué ¿Para qué Gustavo?, ¿para tomar una pistola y darle un tiro por que se cogió a tu mujer?, ¿Lo vas a matar para limpiar tu honor?, entonces empieza matándome a mi ya que yo acepté hacerlo y vive tu vida cuidándote de que no te den también a ti un tiro, ya que es lo mismo que tú hiciste con la mujer de otro.

-Es soltera

-Por favor Gustavo, ¿y Sandra?, No era soltera cuando te acostaste con ella.

-No estábamos casados Mónica

-¡Pero ella si!, tú y yo éramos novios y me enteré después de casarnos, si me hubiese enterado antes…

-¿No te hubieras casado?

Mónica se puso de pie, entró al baño y al salir le dijo

-Si, si me hubiera casado.

Se comenzó a vestir y Gustavo hizo lo mismo, Mónica se quitó los anillos de su mano y los metió a su bolso, él se le quedó viendo y le preguntó

-¿Porqué haces eso, ya no los piensas usar?

-Los usaré cuando me lo pidas y estés seguro de que eso es lo que quieres

El no dijo nada y salieron del hotel rumbo a su casa, no se hablaron durante el camino, los dos pensaban, llegando a su casa guardaron la camioneta, Mónica subió las escaleras y se recostó en el sofá de la salita frente al televisor apagado, Gustavo bajó su equipaje y desempacó en la lavandería, fué al estudio y ahí se quedó, permanecieron así por mas de una hora. Gustavo escuchó bajar a Mónica a la cocina y no se movió de su lugar, al poco tiempo ella regresó con un emparedado y un vaso con refresco que le puso sobre la mesa sin decir palabra, él estiró su mano y tomó a Mónica por los muslos, recargó su cabeza sobre la minifalda y ella le acarició en silencio el cabello, se separó y subió nuevamente a tenderse sobre el sofá y se quedó dormida.

Se despertó al sentir que la perra le lamía las piernas, ya había oscurecido, encendió la lámpara que había en la mesa junto al sofá y le preguntó a la perra "¿Quién te dejó entrar chiquita?, te van a regañar muy feo", escuchó la voz de Gustavo que subía la escalera.

-Yo la dejé entrar, puede entrar cuando quiera si se porta bien.

Gustavo se sentó en el sofá y le dió a Mónica sus anillos diciéndole

-Ponlos en tu dedo, ya estoy seguro de lo que quiero.

Mónica los tomo y los puso en su dedo, se recostó en el sofá y puso sus piernas sobre los muslos de Gustavo, él acarició sus piernas y le preguntó

-¿Me vas a decir con quien o con quienes lo hiciste?

-No amor, nunca lo sabrás, te confesé la verdad…Te fui infiel y es lo único que importa.

-Pienso que fué con Alejandro, pero lo clasificaste de caballero

-Un caballero sabe tratar a una dama aún en la cama, tú lo hacías cuando novios y me enseñaste que es cierto eso de que los caballeros no tienen memoria…y las mujeres tampoco…pero no, no sabrás nunca con quien fué

-¿Con tú exnovio?

Mónica quedó en silencio

-Con Jesús no lo creo, o tal vez si, ¿Porqué lo hiciste amor?

-Pensé que lo nuestro se había terminado para siempre y estaba segura de que nos divorciaríamos, además de que me dejaste como se deja a un mueble, sin importarte mi soledad, mi necesidad de ti, mis sentimientos…Pero si ya decidiste que sigamos juntos para intentarlo de nuevo, es mejor olvidarnos de todo esto.

-Eso lo entiendo Mónica y me arrepiento de haberte dejado sola, pero me refiero a que fué…a la razón… ¿Como te convenció o te convencieron?

-Me besó o besaron los pies…pero ya deja eso Gustavo

Quedaron unos momentos en silencio, él acariciaba las pantorrillas y los muslos de ella, Gustavo inspiró profundo, levantó las piernas de Mónica, besó sus pies y le dijo

-Una cosa no logro entender

Mónica hizo cara de molestia al suponer que seguiría intentando, y respondió

-¿Qué es Gustavo?

Y él besando y lamiendo los pies de Mónica preguntó

-¿Cómo es posible que una mujer se ponga ardiendo como fiera en celo cuando le besan los pies?...debería ser al acariciarle otra parte de su cuerpo y no los pies

Mónica respirando agitadamente le dijo

-Shhh, no lo digas, que muy pocos lo saben…. ¿Vamos a la cama?

-Vamos, y después te invito a cenar a un buen restaurante.