Jorge miró a Ximena, pasó su mano sobre su cabeza y sin decir nada entró al baño, al salir, Ximena permanecía sentada en la cama con los pies en el piso, había abierto la cortina y los rayos del sol entraban en la habitación, él se puso de pie frente al cancel mirando hacia el mar y comentó. 

-Me gusta el color azul que tiene el mar por las mañanas, en especial los reflejos plateados que se ven sobre las olas. 

Ximena se levantó y abrazó a Pablo por la espalda mirando hacia el mar sobre el hombro de él y en voz baja dijo.

-“Recuerdo el tiempo que en la playa sola, al ver la ola que alumbraba el sol…”...

-¿Qué?

-Nada… Un poema que escuchaba de niña y que le gusta mucho a mi madre.

-Dímelo

-No, no me lo sé bien….

-Dime lo que te acuerdes.

-“Tú me dijiste que la mar un día se acabaría antes que tu amor…. Hoy que te busco por la playa sola, no está la ola que alumbraba el sol, las olas mueren y tu amor no existe… ¡Qué mal supiste comparar tu amor!”…..Algo por el estilo, pero me trae muchos recuerdos.

Pablo se volteó frente a Ximena, la miró fijamente a los ojos y dijo

-¿Recuerdos o temores Ximena?

-¿Temor de qué?

-Eso quisiera saber Xime…A que carajos le temes tanto.

-¿A que te refieres?...El temeroso eres tú amor, yo soy más bien temeraria, de no tomar yo la iniciativa anoche hubiese sido una noche más en nuestras vidas.

-Ser temerario es la imprudencia de quien se supone valiente…

-No entiendo de que me hablas Pablo

Respondió Ximena mientras regresaba a sentarse sobre la cama

-Vamos a ver amor, ¿Cuántas veces te pedí que fueras mi novia y siempre te negaste?

-Aún no te amaba lo suficiente

-Ahhh… Y al día siguiente de que hicimos el amor por primera vez, cuando llegué a tu casa, te abrazaste de mi llorando ¿Y qué me dijiste?....”Pensé que no regresarías más, que me cogerías y me mandarías al demonio”…

-¿Y qué querías que dijera si eso pensaba?

-Y la primera vez que lo hicimos sin condón, ¿Qué dijiste Ximena?....”Dios mío ¿que hicimos?, yo no quiero ser madre soltera”,  ¿Y en la luna de miel?, “Usa condón Pablo, no me quiero embarazar” y tú tenías 6 meses cuidándote con pastillas

-Quería asegurarme de no quedar embarazada, primero quería disfrutar nuestra vida como pareja.

-¡Por Dios Ximena!.... Ya mi semen conocía los más profundos rincones de tus entrañas, “Quédate dentro de mi amor, quiero sentirte en mi por varios días”…Eso me decías cuando sentías que me iba a venir…. ¿Qué cambió Ximena?

Pablo caminó desnudo en la habitación con la cabeza baja, por unos momentos permanecieron en silencio y después él dijo.

-Te platicaré una historia…Esto sucedió el 23 de Junio del 2007, era sábado por la noche…Dos jóvenes amantes dentro del cuarto de un hotel se besan, se desnudan, se acarician, se disfrutan con sus bocas, sus cuerpos ardientes buscan unirse en la pasión del sexo, no era la primera vez que lo hacían y siempre disfrutaban mucho uno del otro…Sin embargo esta vez sería diferente ya que habían decidido no poner barreras a su amor ni a su placer…Ella anhelaba sentir el semen de su amante dentro de ella, ansiaba tenerlo, sentirlo, saberlo suyo y sentirse suya.

Ximena permanecía sentada en la cama con sus pies apoyados en el piso y sus manos sobre la cama a un costado de su cadera observando a su marido en silencio y extrañada, Pablo caminó por la habitación, observó el cuerpo desnudo de su esposa, se detuvo frente al cancel que da al bacón y mirando al mar continuó diciendo

-El joven duda un momento por el temor de un embarazo prematuro, sin embargo no le da importancia ya que ama a la chica al igual que amaría a su hijo si fuese el caso, así que decidido la comienza a penetrar, por vez primera siente sobre su pene el calor húmedo y maravilloso de una vagina, la vagina de su amada y ella al sentir el miembro de su amante en sus entrañas en medio de un gemido dice “Te amo”… Por un tiempo se disfrutan como nunca lo habían hecho hasta que los mutuos empeños por complacerse los llevan al anhelado orgasmo…Ella siente en su interior el semen, o tal vez no lo siente, pero lo deduce al notar en la cara de él el placer del orgasmo y en ese momento es poseída de un especial sentimiento de ternura, cierra sus ojos y exclama con voz dulce y amorosa “Ya eres mío, completamente mío”…Pero después se arrepiente y reniega de lo hecho temiendo convertirse en madre soltera…Nunca pensó en que ¡ambos!.. podrían ser padres 

Ante el silencio de Ximena que permanecía escuchando con la cabeza agachada Pablo continuó hablando

-Cuando él abandona el cuerpo de su amante los dos quedan sorprendidos al ver que el semen escurre hacia fuera de la vagina, los dos pensaban que se debería quedar dentro de ella, eran unos inexpertos, unas víctimas más de la pésima educación sexual de la sociedad, así que ella no se asea y se visten para salir del hotel…De regreso a casa siente temor de que la puedan descubrir su padres ya que el semen que escurrió de su vagina le mojó la panty dejando una notoria mancha de humedad en el pantalón, sin embargo le dice al chico “No me importa que lo noten, lo importante es que ya eres mío y pronto lo serás para siempre”…El no comenta nada pero piensa que su amante dijo una tontería, ya que aún siendo cierto que pronto serían uno para el otro ante la sociedad, la entrega plena de su amor había sido esa noche…A los 6 meses se casaron, se fueron a vivir a su casa y hasta el día de hoy la chica sigue pensando que en cualquier momento él le dirá “Nos vemos mujer, ya te cogí lo suficiente, ahora busca a otro” y por estar esperando que llegue ese día vive llena de un temor que le impide entregarse totalmente…¡Tienes miedo de amar Ximena!, eso es todo.

Los ojos de Ximena se humedecieron y comenzó a sollozar, Pablo agregó

-Tal vez en unos años, como casi todos los esposos, me olvide del 4 de Febrero, el día de nuestra boda, el día de la gran fiesta organizada por tu papá, el día en que los dos abandonamos para siempre la casa paterna para iniciar una vida de pareja en nuestra propia casa…Pero el 23 de Junio lo recordaré siempre como el día en que te entregué mi vida en ese cuarto de hotel, como dice el poema “Era Junio y era un día que olía a cosas eternas”

Ximena soltó un sollozo y con voz entrecortada por el llanto comenzó a decir

-Tienes razón Pablo, tengo miedo, mucho miedo, he vivido llena de temor desde esa primera vez que lo hicimos en el hotel, pensé que al dejarme en mi casa no regresarías nunca más… Sentí pánico el día que nos casamos y he vivido llena de temor estos casi tres años de matrimonio… No me preguntes por que, pero ese temor ha sido la causa de negarme a quedar embarazada aún a sabiendas de lo mucho que deseas tener un hijo conmigo…Y no sé a que le temo si tengo a mi lado al hombre más maravilloso de la tierra, eres dulce, tierno, caballeroso, amoroso, apasionado y sé que me amas más que a tu propia vida…. Pero… ¡Dios!...No entiendo este temor que me mata por dentro… Tengo miedo de que te vayas con otra, tengo miedo de ser para ti una simple vagina donde te satisfaces, ¡tengo miedo de amarte al límite de mis fuerzas y que me dejes!... ¡Tengo miedo de ti! Y más miedo tengo de mí y mis sentimientos… ¡No quiero terminar herida o abandonada junto con mis hijos!

Pablo se acercó a Ximena, le puso la mano sobre la mejilla y le dijo

-¿Qué fue lo que te afectó tanto Xime?... En tu familia no hay casos de mujeres abandonadas, ni nada por el estilo….Y debo entender que por eso es todo este juego de vernos coger con otro... De tener experiencias sexuales de todo tipo... Quieres saber si te amo, que no estoy contigo tan solo para disfrutar de tu cuerpo, quieres saber y si te cambiaría por Ana o por la que fuera.... ¡Por Dios Xime, que absurdo!.

-Cuando me pides que coja con otro, siento que lo haces para tener un pretexto para abandonarme y si lo vas a hacer, quiero que sea de una buena vez… ¡Déjame y vete con Ana!.

-Mira Ximena…Ana es una maravilla en la cama, claro que yo no tengo experiencia con otras mujeres, pero ella coge como una diosa, y lo diré, mucho mejor que tú, sabe como complacer a un hombre con la boca, los pechos y la vagina…Cuando me voy va a venir aprieta su vagina con fuerza haciendo que mi orgasmo sea muy intenso, es dulce, tierna y muy femenina, si a esto le sumamos lo bella que es y lo buena que está, coger con ella se convierte en algo así como un sueño realizado, me la cogería sin dudarlo las veces que me lo pidiera para sentir ese enorme placer… Pero no lo haría si el precio a pagar es herirte o perderte ya que prefiero por mucho hacer el amor contigo… ¡Pero eso no lo puedes entender!.....No logras entender que ¡solo tú! eres capaz de llevarme al orgasmo del cuerpo y del alma.

-¡Por Dios Pablo, no me hagas esto!__Gritó Ximena en medio de su llanto

-¿Qué te hago?.... ¿Decirte que te amo y que quiero tú me ames con la misma intensidad y entrega?…. ¡Mira, no quiero discutir mejor me meto a bañar!

Pablo se metió al baño y Ximena escuchó cuando ponía el seguro de la puerta, se recostó boca abajo sobre la cama y con una almohada bajo su cara rompió en llanto, cuando él salió del baño la observó desnuda sobre la cama, su llanto ya se había calmado, Pablo se sentó en la cama, le dió un beso en las nalgas y mientras acariciaba sus muslos le dijo.

-Muy bien Ximena…Si lo que quieres es sentirte segura de que lo nuestro no es lo mismo que les pasa a Jorge y a Ana, hagámoslo a tu manera, pero si después de esto no te entregas totalmente, si después de esto no pierdes el miedo de amar no llegaremos muy lejos amor ya que no pienso seguir luchando contra tus temores…De eso puedes estar segura…Voy a tomar un café, te espero abajo para desayunar, no tardes las horas en embellecerte.

Pablo se puso de pie y caminó hacia la puerta de la habitación, Ximena le dijo

-Espera amor….

El levantó su mano hacia ella para interrumpirla y decirle

-Nada Xime, ahora el decidido soy yo, me volví temerario y tú vas a entrar en mi juego por más absurdo que te parezca.

Pablo salió de la habitación y Ximena se levantó de la cama, sacó un bikini del armario lo puso sobre la cama y se metió al baño, al salir de bañarse se untó crema en el cuerpo, se puso el bikini, una falda para la playa que solo cubría el calzón del bikini y sus sandalias, se miró en el espejo para acomodar su cabello y salió de la habitación. Al llegar al restaurante encontró a Pablo platicando con Ana y Jorge, los tres reían de buena gana, cuando ella se acercó los cuatro se sirvieron del buffet y desayunaron para después bajar a la alberca donde Ximena y Ana se acostaron a asolearse mientras Pablo y Jorge platicaban en la terraza de la alberca mirando hacia el mar. Ximena los observaba extrañada ya que Pablo había estado evitando todo contacto con Jorge, escuchó la voz de Ana preguntarle

-¿Cómo lo convenciste?

-¿A quien y de qué?

-A Pablo para lo de hoy en la noche…Ya sabes…

Ximena se enderezó sobre el camastro y acercándose a ella dijo

-No, no sé Ana… ¿De que se trata?

-Pablo nos propuso que pasemos la noche juntos los cuatro__ Dijo Ana en voz baja

Ximena volteó a ver a los dos hombres y recostándose nuevamente en el camastro dijo

-Yo no lo convencí de nada….Es más no me lo ha propuesto

-¿Entonces?

-¿Entonces qué?__Respondió Ximena en tono serio

-¿Qué piensas?

-No sé Ana, que sea lo que él decida…..como dicen “Si es inevitable, disfrútalo”… Y si lo que a ti te interesa es Pablo, ¡Dale un hijo y sean felices!

Ana se sentó en el camastro y acercándose a Ximena le dijo molesta.

-¿Qué te pasa?....Yo no te voy a quitar al marido… ¿Y quieres saber algo?,  él no te dejaría por mi.

-Pero bien que te gustaría intentarlo…Por eso andas de puta con él.

-Eres una pendeja Ximena, una pendeja que no sabe lo que quiere aún teniéndolo todo y si sigues así vas a perder a tu marido y no va a ser en mis brazos…. ¿No sé que más quieres que el hombre haga para demostrarte lo mucho que te ama?... Creo que eres una maldita indecisa, una niña que no sabe lo que quiere…Una hija de papi incapaz de ser feliz por ella misma….

-Puta pendeja

-Estúpida cobarde, caprichosa de mierda…

Ana se recostó nuevamente en el camastro y permanecieron sin decir palabra, el silencio de casi una hora lo rompió Ximena quien poniendo su mano para cubrir su ojos del sol comentó

-¿Ya viste a esa rubia?....Debe medir dos metros la mujer

Ana levantó la cabeza y dijo

-Y que cuerpazo tiene la condenada mujer, ¿Ya viste el tamaño de sus pies?, pobre, ha de usar zapatos de hombre….Mira a ese par de calientes

Ximena volteó hacia donde estaban Jorge y Pablo que no le separaban la vista a la mujer y rió de buena gana, volteó a ver a Ana y le dijo

-Está bien amiga, lo haremos en la noche, pero será la última vez que Pablo y tú….

-Lo juro__Respondió Ana uniendo sus dedos en cruz para besarlos.

Las dos permanecieron bajo el sol casi toda la mañana, sus cuerpos estaban bronceados y eran centro de las miradas masculinas, Ximena se enderezó sobre el camastro para quedar sentada, pasó sus manos sobre sus pantorrillas y le dijo a Ana.

-Parece que estamos bastante buenas amiga, ¿Nos metemos al agua para satisfacer a los mirones?

-Jajaja… eres tremenda Ximena… ¿Dónde estarán nuestros maridos?

-Están allá bebiendo una copa, pienso que haciendo planes para en la noche

Las dos se levantaron, caminaron hacia la alberca, se quedaron de pie en la orilla para alagar a los “mirones” que las observaban, lentamente se sentaron para meter primero los pies y después dejarse caer dentro del agua donde permanecieron un buen rato nadando y platicando.

Los cuatro pasaron el día entre playa y alberca, comieron cerca de las 5 de la tarde y terminando de comer Pablo dijo.

-Subamos a darnos un muy buen baño y a que las chicas se pongan muy sexy, nos juntamos en el bar a las ocho, ¿Les parece?

Todos estuvieron de acuerdo y subieron a sus habitaciones para dar inicio a su nueva aventura, saliendo de bañarse Ximena trató de decirle algo al respecto a Pablo, pero el la interrumpió diciendo tajantemente “Ya está decidido Xime, así será y no hay vuelta de hoja”, ella cambió el tema y él se metió a bañar, al salir Ximena se había maquillado sus ojos se notaban más grandes y su bella cara bronceada resaltaba con el dorado de sus cabellos.

-¿Qué me pongo amor?__Preguntó y Pablo le respondió

-El vestido blanco entallado, el que compramos para la playa, ese te llega más arriba de medio muslo, úsalo sin ropa interior.

-No Pablo, debo usar al menos una tanga, con ese vestido al sentarme se me ve todo, además ver el triangulo de la tanga…mmm, es excitante para los hombres…

-Como quieras amor, pero que la tanga sea blanca__Respondió Pablo riendo.

-¡Claro!, resalta con el bronceado de mi piel y no habrá hombre que no voltee a ver hacia mi entrepierna__Respondió Ximena soltando una carcajada.

Bajaron al bar y se sentaron a esperar a Jorge y a Ana, cuando ellos llegaron Pablo observó a Ana vistiendo un vestido escotado en la espalda e igual de corto que el de Ximena, sus pechos sin sostén resaltaban a los lados del vestido, Jorge saludó a Ximena con un beso en los labios y Ana hizo lo propio con Pablo quien le dijo

-Que linda te vez mujer, ese vestido es muy sensual.

-Y rojo… ya sabes Pablito…”A la de rojo, me la….”

Jorge dijo

-Ximena viene de blanco, “A la de blanco…” Tal parece que a las de blanco no se les hace nada

-Mi brazalete del hotel es amarillo

Todos quedaron mirando intrigados y Ximena en voz baja dijo

-“A la de amarillo por el…..”

Los cuatro rieron y se pusieron a platicar bebiendo unas copas, Pablo acariciaba los muslos de Ana y Jorge hacia lo mismo con Ximena, las caricias se intercambiaban e incluso había momentos en que los dos acariciaban a la misma mujer, el alcohol había cumplido su función de desinhibirlos y no les importaban las miradas de los demás huéspedes que se encontraban en el bar.  Pablo se levantó al baño y al regresar Ana bajó la pierna que tenía cruzada mirando a Pablo a los ojos, él observó la humedad en su panty y al sentarse, ella sin quitarle la vista cruzó nuevamente sus piernas.

Volteó a ver a Ximena, sobre su vestido se resaltaban sus pezones, la miró a los ojos y ella los movió hacia un lado como diciendo “Vamos”, él encogió sus hombros y levantó la mano para pedir la cuenta, Jorge dijo.

-Vamos a tomar otra copa.

-En la habitación tenemos servibar__ Respondió Ana.

Pablo firmó la cuenta y se pusieron de pie para caminar por el pasillo hacia el elevador, entraron los cuatro sin que nadie más subiera, Ana miró a Pablo a los ojos y le dió un ardiente beso en la boca, Jorge al verlos hizo lo mismo con Ximena acariciándole los muslos y las nalgas, el elevador se detuvo en el piso indicado y los cuatro salieron, Jorge abrazó a Ximena y caminó delante de Pablo y Ana quienes también se abrazaron. Pablo observaba las piernas, las nalgas y el talle de su mujer y el pensar que la vería coger con otro lo llenaba de deseo y lujuria mezclados con celos y rabia, quería detenerse y terminar con todo pero a la vez sentía urgencia de verla desnuda y penetrada por Jorge….Al llegar a la puerta de la habitación Pablo dudó en abrir, miró a Ximena y a Ana notando en las dos ese nerviosismo lleno de decisión por hacer lo que iban a hacer y como siempre el deseo combinado con el alcohol venció a la cordura y él abrió la puerta.

Los cuatro entraron a la habitación, Jorge se acercó al servibar y sacó hielos y bebidas, mientras los demás se sentaban al derredor de la pequeña mesa a un lado del balcón, Jorge les puso su bebida enfrente y comenzaron a beber, Ana se quitó los zapatos y subió sus piernas sobre los muslos de Pablo quien observó en su entrepierna la húmeda panty, metió su mano recorriendo sus muslos hasta tocarla en el sexo, ella cerró sus ojos suspirando y él se agachó para besarla en las piernas, volteó a ver a Ximena que unía su boca y lengua con Jorge en un húmedo y prolongado beso, cuando ellos separaron sus bocas los cuatro quedaron mirándose en silencio por unos momentos, ninguno de los cuatro sabía como empezar el juego y todos esperaban a que alguno tomara la iniciativa.

Fué Pablo el que decidido bebió de un trago el wisky que había en su copa, se puso de pie, se acercó a Ximena, la puso de pie y la llevó para sentarla en la orilla de la cama, se arrodilló entre sus piernas, metió sus manos por debajo del vestido para jalar la tanga, ella levantó sus nalgas para permitir que él la bajara hasta el piso y la sacara de sus pies, subió los pies de Ximena sobre la cama y metió su cabeza entre los muslos de su mujer dándole un beso en los labios vaginales, Ximena gimió dejándose caer de espaldas sobre la cama y al sentir la lengua de Pablo sobre su clítoris soltó un fuerte gemido de placer.

Jorge y Ana permanecieron inmóviles observando el espectáculo, la lengua de Pablo entraba y salía de la vagina, lamía, besaba y apretaba con sus labios los labios vaginales, la respiración de Ximena se agitó en medio de sus gemidos, él puso su lengua frente a la entrada de la vagina girándola al derredor haciendo que ella agitara más su respiración aumentando el tono de sus gemidos.

Pablo se separó del sexo de su mujer, se puso de pie, volteó a ver a Jorge y éste se levantó de la silla para ponerse de rodillas como estaba Pablo, Ximena al ver a Jorge frente a ella cerró sus ojos por el nerviosismo y al sentir la lengua de Jorge en sobre su sexo grito “Ohhh”. Pablo le estiró la mano a Ana, ella se puso de pie, se quitó la panty y se recostó sobre la cama a un lado de Ximena en la misma postura que ella estaba y él se arrodilló a un lado de Jorge a saborear el sexo de Ana. Intercambiaron pareja dos veces y por mucho tiempo besaron, lamieron y disfrutaron del sexo de la mujer en turno haciéndolas gemir, gritar y suspirar. Ana dijo sentándose en la cama

-Desnúdense es el turno de las mujeres

Los dos se desnudaron, Pablo observó el pene grande y grueso de Jorge y recordó cuando Ximena le dijo “Tiene una verga capaz de satisfacer a cualquier mujer”, Jorge acercó su pene a la cara de Ximena y Pablo lo hizo frente a Ana pero sintió un gran nerviosismo al saber que su mujer se metería en la boca el pene de Jorge, Ana lo notó y se adelantó metiendo el pene de Pablo en su boca, él gimió al sentir la lengua de Ana jugando alrededor de su glande, fijo su mirada en los ojos de Ana, le puso las manos sobre la cabeza y se dedicó a disfrutar del sexo oral que le regalaba, después de un rato volteó la cara para ver a Ximena que disfrutaba el gran pene de Jorge con su boca.

Ana se quitó el vestido y Ximena hizo lo mismo recostándose las dos sobre la cama separando sus piernas, Jorge subió las piernas de Ximena sobre sus hombros, puso su pene en la entrada de la vagina y se lo metió de un golpe haciéndola gritar, Pablo se quedó petrificado al ver como dentro de su mujer se perdía ese largo y grueso pene, Ana le puso un pie sobre su pecho para llamar su atención hacia ella y Pablo la penetró.

Los movimientos de ellos dentro de las mujeres hacían que la cama se agitara y los gemidos de las dos mujeres se volvieron excitantes, Jorge detuvo sus movimientos, le pidió a Pablo que intercambiaran mujeres y las penetraron nuevamente, después de unos cuantos movimientos nuevamente cambiaron de pareja.

Pablo recostado sobre el cuerpo de Ana saboreaba sus pechos y la besaba en la boca, sus movimientos dentro de ella eran muy lentos, sentía que su orgasmo se acercaba y ella estaba muy lejos de tener el suyo, escuchó el grito inconfundible de Ximena al llegar a su orgasmo y rápidamente la volteó a ver, su cuerpo brincaba al ritmo de sus contracciones, su ojos estaban cerrados, su boca abierta y sus manos apretaban con fuerza sus pechos, sin duda estaba en medio de un gran orgasmo y sintió celos, al terminar su orgasmo Ximena dijo.

-Que bárbaro Jorge…Me vine increíble.

Pablo se movía distraído muy lentamente dentro de Ana, la excitación que le produjo el orgasmo de su esposa lo tenía al borde del suyo, escuchó a Jorge gemir y lo vió empujar su pene hasta el fondo de Ximena y expresar varios “Ohh” de placer, para terminar diciendo

-Que rico coges Ximena, ¡eres lo máximo!

Cuando se iba a salir Ximena levantó sus piernas sobre su abdomen y dijo

-Ven Pablo penétrame, lléname tú también

Pablo volteó a ver a Ana quien hizo cara de resignación y él se salió de ella, tomó los pies de Ximena, los puso sobre su pecho y la penetró, sintió o imaginó sentir el semen de Jorge en el fondo de la vagina y sin lograr entenderlo su excitación llegó al límite, no lo evitó y lleno de pasión dejó venir su orgasmo, una y otra vez soltó sus chorros de semen que se mezclaban con el de Jorge dentro de su mujer, al terminar se miraron a los ojos y ella movió sus labios diciendo sin hablar “Te amo”, Cuando Pablo se salió ella bajó sus pies apoyándolos sobre la cama y Ana rápidamente se metió entre las piernas de Ximena para recoger con su lengua el semen que escurría de la vagina y después tragarlo diciendo

-Me gusta comerlo y así mezclados hace que me hierva la sangre.

-Dame, yo también quiero

Le dijo Ximena y Ana recogió del semen que escurría de la vagina, para dárselo a Ximena en la boca en un acto lésbico excitante que tenía a los dos hombres impresionados por tratarse de sus esposas pero a la vez lo disfrutaban con gran placer sentados en las sillas de la mesa. Una de las veces que Ana bajó al sexo de Ximena, el cuerpo de ella brincó haciéndola cerrar sus ojos y Ana le dijo

-Qué rico amiga, déjalo venir, ahora probaremos el orgasmo de los tres.

Ana metió su lengua dentro de la vagina de Ximena para después darle un candente beso en la boca y al separarse las dos quedaron tendidas boca arriba con sus piernas separadas, Pablo fijó su vista en el sexo de su mujer húmedo de semen y de saliva, escuchó a Jorge decir

-¡Qué bárbaras!, son increíbles las dos.

Pablo se puso de pie y sirvió licor dentro de los vasos que estaban sobre la mesa diciendo

-No lo puedo creer, que espectáculo más ardiente es verlas comerse una a la otra, mejor tomemos una copa

-Esto no se ha acabado Pablo, yo me fui en blanco___Le dijo Ana

-Perdón Anita, pero es que por ver a Ximena…No me dediqué a ti…No tengo excusa, fui un pendejo carajo.

-No hay problema cariño, esperemos un rato y verás que me dejas muy satisfecha.

-Nos reponemos y nos dedicaremos solo a ti__Dijo Jorge y Ximena afirmaba con la cabeza

Las dos se sentaron en la orilla de la cama con sus pies sobre el piso, Pablo les dió su copa y al dársela a Ximena, le tomó la mano preguntando

-¿Te gustó amor?

-¿A ti?

-La verdad mucho

-Si a ti te gustó a mi también me gustó…Te amo Pablo y quisiera…No es el momento amor, perdón.

Después de un rato de estar platicando, Ana acarició a Pablo y al notar en el la erección lo tomó de la mano y lo hizo acostarse boca arriba en la cama, se montó sobre de él y se sentó haciendo que el pene entrara en su vagina para comenzar a cabalgarlo, Jorge dijo mirando a Ximena

-Se recupera pronto tu marido

Ximena se arrodilló frente a Jorge y le besó y lamió el pene que de inmediato se erectó, lo metió en su boca y después de mamarlo un rato le dijo

-Ya estás listo para mi amiga

Ana se bajó de encima de Pablo, lo jaló para que quedara en la orilla de la cama con sus pies colgando hacia el piso, se montó nuevamente metiéndose el pene en la vagina, se inclinó sobre de él y le dijo a Jorge

-Por atrás Jorge, penétrame por el culo y mátenme de placer

Pablo comenzó a sentir sobre su pene la presión que iba ejerciendo el pene de Jorge al ir ocupando el recto de Ana quien hacía un gesto de dolor apretando sus ojos y mordiendo sus labios, poco a poco Jorge se fue moviendo y ella cambió ese gesto por una cara de gran placer, Ximena presa de la lujuria por el espectáculo ante sus ojos se arrodilló a los lados de la cara de Pablo para que le lamiera el sexo mientras acariciaba y besaba a Ana.

Para Pablo eran imposibles los movimientos de su pene, pero sentía como el pene de Jorge acariciaba el suyo con sus movimientos, sintió en su boca la humedad de un nuevo orgasmo de Ximena quien después de venirse se agachó hacia Ana y juntó su lengua a la de ella para después dejarse caer sentada sobre sus nalgas detrás de la cabeza de Pablo, se agachó y lo besó en la boca, al separarse Ximena lo vió cerrar sus ojos y le dijo

-Vente amor, llena a Ana con tu ardiente leche

Pablo no se pudo mover pero comenzaron sus contracciones que hacían salir sus chorros de semen dentro de Ana, en el mismo momento en que ella levantaba su cabeza y soltaba un grito similar a un rugido de fiera, mientras su cuerpo temblaba incontrolablemente, Jorge empujó su pene lo más que pudo dentro de Ana, haciéndola soltar un grito de placentero dolor y poco a poco Pablo comenzó a sentir que la presión que ejercía el pene de Jorge iba cediendo sobre el suyo, Jorge se salió de Ana y se sentó a un lado de ellos sobre la cama, ella con su cuerpo sudado se recostó sobre Pablo, quien la abrazó dulcemente y así permanecieron por un rato en silencio los cuatro, Pablo tendido en la cama con el cuerpo de Ana encima escurriendo semen sobre su vientre, Jorge a un lado sentado en la cama con los pies en el piso con la cabeza baja y Ximena recargada en la cabecera de la cama con sus piernas abiertas y estiradas a los lados del cuerpo de Pablo.

Después de un largo silencio Ana se enderezó y dijo

-Estuve al borde del desmayo, nunca había sentido el placer de la doble penetración.

Se bajó de encima de Pablo y entró al baño con su mano bajo su entrepierna, Ximena limpió con unos pañuelos desechables el semen que había sobre el vientre de su marido, cuando Ana salió del baño, los cuatro se recostaron boca arriba en la cama mirando al techo de la habitación en silencio mientras las manos de Pablo y Ximena entrelazaban sus dedos.