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Amor destruido

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Trato de recordarlo más no puedo, lo he intentado ya por muchos años pero en mi mente no quedó ninguna imagen del rostro de mi padre. Recuerdo bien cuando él vestido de uniforme se inclinó hacia mí para besarme repetidamente en la cara, yo hacía gestos y ponía mis manos en su cara para evitar que lo hiciera, pero no, no recuerdo su rostro. Aquel día él se despedía de su única hija, su “Jarvia preciosa” mientras que yo solo deseaba  regresar a jugar.

Fui casi obligada a salir a despedirlo a la puerta, para mi no había nada especial ese día, él salía a cumplir con su trabajo como lo hacía todos los días solo que está vez lo hacía vistiendo un uniforme militar, los niños no teníamos idea de lo que estaba pasando más bien no teníamos idea de nada, era el año de 1940, el estricto régimen en que se vivía y la educación “Cristiana” se unían para imponer su “Moral” y mantenernos ignorantes sobre la vida…Los padres evitaban a toda costa hablar de temas tabú y así niños y niñas ingenuos eran llevados por sus instintos sin que nadie tuviese el valor de orientarlos en su despertar frente a las realidades de la vida.

Hubiese sido tan fácil decir “Tú papá se va a la guerra donde puede morir” ¿Lo hubiera entendido?, no lo sé, pero de seguro hubiese sido más amorosa con él en nuestro último adiós…  Frente a la puerta del departamento donde tú vivías, tu mamá y tú hacían lo mismo con tú padre, se despedían, tú lo abrazabas de una pierna y tú mamá te separó de él para darle un beso en los labios y decirle  “hasta pronto” sin saber que era la despedida final.

-Mami ¿A dónde va mi papi?__Pregunté

-Tú papito va a conocer Francia con el Mariscal Rommel.

-Ahhh

Esa fue una razón suficiente para que una niña ingenua de 13 años saliera de sus dudas, corrimos todos a la ventana de nuestro departamento ya que a diferencia del de ustedes el nuestro daba a la calle y desde ahí los vimos subir a un vehículo militar que inició su marcha alejándose para siempre…No los volvimos a ver.

-Niños vayan a jugar

Dijo tú mamá, al salir del departamento y cerrar la puerta escuchamos un fuerte sollozo de mi madre, tú y yo nos miramos a los ojos por unos instantes, yo levanté mis pequeños hombros, reímos y tomados de las manos bajamos las escaleras para salir a jugar a la calle. La calle era segura al igual que la ciudad, era Berlín donde radicaba el Führer y él nos cuidaba, lo había prometido ¿Y como no creer en él?, él había hecho surgir nuevamente a la patria de sus cenizas, trabajo, alimentos, servicios, caminos y muchos, muchos bienes para elegir, “Ningún hijo de Alemania carecerá de lo indispensable”, habían sido sus palabras y lo había cumplido, la economía era sólida y el pueblo confiaba en él y repudiaba a los traidores y opositores al régimen.

Tú y yo jugábamos en la calle a brincar sobre unas líneas que los niños del barrio habíamos pintado para ello, yo resbalé, tú me abrazaste para que no cayera y temeroso me diste un beso en la mejilla, yo me ruborice pero quedé en tus infantiles o tal pubertos brazos, ya tenías 14 y yo sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo por un momento que fue interrumpido por los gritos de los otros niños que coreaban.

-¡Volker y Jarvia son novios, Volker y Jarvia son novios!

La voz de tu madre interrumpió la algarabía al gritar por la ventana de nuestro departamento “Volker suban acá los dos”, yo miré a la ventana y vi a las dos mamás mirándonos con esa cara tan conocida que llenaba de temor al saber que vendría el castigo, subimos y recibimos una fuerte reprimenda mientras insistían en que respondiéramos una pregunta…”¿Por qué les gritaban eso sus amigos?”, después de unos jaloneos y de dos nalgadas, yo entre llantos respondí

-Volker me dio un beso

-¡¡¿En donde?!!___Gritó tu madre mientras te jaloneaba del brazo

-En la mejilla__Respondiste entre llantos.

-¡Y tú te dejaste!, sin importar lo que se piense de ti, ¿Qué clase de mujercita eres?__Me gritó mi madre

-Solo fue un beso mami__ respondí llorando

-Pero con un beso comienza todo

-¿Qué es todo mami?

Mi pregunta fue algo así como la pipa de la paz, las dos mujeres se miraron a los ojos, el rubor se apoderó de sus rostros y tu mamá solo dijo

-No lo vuelvas a hacer Volker, Jarvia es tu amiguita y la tienes que respetar, no le quites lo linda que es…Mira que carita tan linda

Después de besarnos a los dos nos mandaron a jugar nuevamente y mientras regresábamos a la calle yo me preguntaba si los besos de mis amigos deformarían mi rostro.

El pueblo vitoreaba a su Führer, había ganado la campaña contra Polonia, contra Francia, casi toda Europa estaba sometida por Alemania y sus aliados, había despreciado a los ingleses y planeaba darles su merecido, por las calles se veía a la gente contenta aunque temerosa por la permanente campaña en busca de traidores y judíos, los primeros terminaban en la cárcel y a los judíos se les desterraba de  suelo Alemán… Eso suponíamos todos.

Un día mi madre recibió carta de mi papá, donde le decía que se iba a África siguiendo a su héroe el mariscal de campo Edwin Rommel, yo me sentía orgullosa de mi padre ya que en su carta nos aseguraba que el mismísimo Rommel le había pedido que fuera con él, era 1941.

Las condiciones comenzaron a cambiar, la economía de Alemania se tambaleaba, las fabricas de satisfactores de la vida moderna se convirtieron en fabricas de armas y municiones, los hombres dejaban sus empleos para salir a los frentes de batalla y las mujeres peleaban por ocupar esos puestos de trabajo donde eran maltratadas y despedidas al menor error, era lógico pensar que un error es terrible cuando se manejan pertrechos de guerra… Y eso fue lo que pasó con nuestras madres, fueron despedidas por lo que decidieron dejar un departamento y vivir los cuatro en uno solo, ocupando mi madre y yo una habitación y ustedes dos la otra…Así dejamos de pertenecer a las familias “orgullo del régimen” pasando a ser “olvidados del régimen”.

Todos los días al regresando de la escuela  bajábamos a jugar a la calle y como siempre por la ventana escuchábamos el grito “¡Niños suban a comer!”, tomados de las manos corríamos a comer el conocido menú de todos los días, una sopa asquerosa producto del agua donde se habían hervido cuatro salchichas, una salchicha para cada uno acompañada de una cucharada de puré de patatas y una hogaza de pan…Si se lograba comprar un poco de leche por la noche tomábamos medio vaso con otra hogaza de pan, de no ser así en el vaso solo habría agua….Después de comer había que cumplir con los deberes escolares y el estudio que incluía “El respeto y amor a nuestro gran líder” “Mein Führer”…

¿Cuándo fue?... Déjame recordar, ya tenía yo 14 años, estábamos sentados a la mesa, dándonos un banquete de pan duro y leche, tu vista estaba fija en mis muslos los que me eran imposibles de ocultar ya que usaba el único vestido que me quedaba y estaba roto, ¿Vestido?, harapos dirá yo… Al ir a dormir, mi madre tomó una sábana vieja y con ella hizo un gran parche blanco que comencé a usar al frente de mi vestido amarillo haciéndolo así de dos colores, el vestido ya no tenía más tela para sacarle en el dobladillo con el fin de hacerlo más largo pero aún cubría hasta la mitad de mis pantorrillas, un largo decente para una niña decente.

-Mami, ¿No le puedes pegar otro parche aquí a mi vestido?

Le pregunté una noche antes de ir a dormir posando mis manos en mis pechos a los que el vestido ya oprimían, ella me abrazó llorando, tomó las tijeras cortó tela de la sábana y agrandó el vestido para permitir que mis pechos tuviesen la libertad de crecer, Nadie sabía cuanto tiempo usaría y cuantos parches necesitaría ese vestido así que me hice a la idea de usar ropa “bicolor”, mi madre colgó el vestido y mientras nos metíamos a la cama me dijo.

-Ya necesitarás de un corpiño que te sostenga tus pechitos…Te estas desarrollando muy rápido hijita, ya eres toda una mujercita y muy linda.

Tenía yo 14 años Volker, mis pechos se habían comenzado a notar desde los 12 y sin embargo continuaba siendo una inocente niña…No digo que fuera yo especial o retrasada, no, no, era normal en esa época, todas las niñas compañeras en la escuela tenían esa especial inocencia que rayaba en la estupidez, yo le sonreí a mi madre pero ella se puso sería…La vi dudar unos instantes, respiró profundamente para calmar su enorme estado de nervios y me dijo con cara seria.

-Jarvia, hijita, mi niña adorada, necesitamos platicar tú y yo seriamente.

Me senté en la cama frente a ella que y me explicó que las mujeres amamantamos a nuestro hijos, que mi cuerpo tomaría una forma curveada y otras cosas sobre las diferencias entre ser niño y niña, cosas que yo ya había notado así que no le ponía gran interés a sus palabras…..La noté respirar profundo tratando de ocultar el temblor de su voz causado por los nervios y me dijo muy rápido.

-No te asustes si un día hay sangre en medio de tus piernas, solo avísame para enseñarte lo que se debe hacer.

-¿Sangre?... ¿Me va a salir sangre?...No mami, yo no quiero, me va a doler, yo me he portado bien.

-Jarvia mi amor, no es por portarte mal, nos pasa a todas la mujeres, no duele, es normal y significa que te conviertes en una mujer capaz de tener hijos cuando encuentres al hombre que amas…No tengas miedo corazón

Eso me lo dijo abrazándome contra su pecho y me sentí protegida… Fue unos días antes de cumplir los 15… ¡Me convertí en mujer!...Yo platicaba contigo de esto y tú te ruborizabas pidiéndome que no te lo platicara, incluso llegué a tener la osadía de pedirte que tocaras mis pechos para que sintieras como habían crecido y tú te negaste a hacerlo.

Un día mientras hacíamos nuestra tarea escolar tocaron a la puerta, mi mamá abrió y recibió a un hombre bien vestido que se sentó en una silla del comedor, tú mamá nos sacó de las habitaciones diciendo que el señor necesitaba hablar con mi mamá sobre cosas muy importantes y personales, así que nos tomó de la mano y junto con ella salimos a la calle…Más de una hora estuvimos jugando en la calle hasta que vimos al hombre salir quien amablemente se despidió de tu madre que estaba sentada en la acera viendo lo que nosotros hacíamos y unos momentos después salió mi madre quien dirigiéndose a nosotros dijo.

-Pórtense bien niños, nosotras vamos a comprar algo para comer, en un rato regresamos

  

Ese día cenamos hasta saciarnos leche y strudel de manzana, terminando de hacerlo mi mamá nos enseñó lo que habían comprado, dentro de las bolsas de papel había carne, pasta, pan tierno y suave, verduras y frutas, no era mucho pero al menos comeríamos bien dos o tres días...Y para nuestra sorpresa para ti había calcetines y para mí unas calcetas nuevas... ¡Y zapatos Volker!, ¿Te acuerdas de nuestra enorme emoción? estrenaríamos zapatos… Yo crucé mi pierna llena de felicidad para quitarme las calcetas rotas y tú dejaste de admirar tus elegantes zapatos para fijar tu vista en la piel de mi pantorrilla, dentro de mi algo se convirtió en un torbellino de inquietud y nerviosismo, tu mamá te dijo con voz calmada y sin enojo

-Volker, no mires así a Jarvia

Tú fingiendo el deseo que sin duda ardía dentro de ti mojaste dos dedos de tu mano con saliva y los pasaste por la piel de mi pantorrilla para decir mientras lo hacías.

-Es que no debe estrenar sus medias nuevas si no se lava antes las piernas

Y enseñándoles a las dos tus dedos agregaste

-Miren, las va a ensuciar con tanta mugre

Ellas se miraron a los ojos, no las engañaste, pero las hiciste abrir los ojos a una realidad, sus niños a los que habían metido juntos a la bañera, los que antes se cambiaban de ropa desnudándose uno frente al otro producto de la inocencia infantil carente de maldad y deseo, esos niños habían dejado de serlo y por sus cuerpos adolescentes corrían libremente las hormonas que los hacían verse de forma diferente...Tú mirabas con deseo y yo enseñaba con coquetería.

-Tengan cuidado en lo que hacen hijos.

Dijo mi madre tristemente sentándose en una silla, la tuya la volteó a ver con un gesto de tristeza y mi madre agachando la cabeza hacia sus muslos agregó dirigiéndose a la tuya

-No hay otra forma Schemetterling… No la hay

-No te atormentes Kerstin, Nevin lo entenderá y lo mismo tendrá que hacer Fremont.

Tu madre abrazó a la mía que lloraba y después me dijo a mí en tono pausado

-Jarvia, tiene razón Volker, no te estrenes ahora las calcetas, lávate, usa un cubo ya que el agua está escaseando.

No lo hice y volví a ponerme mi vieja calceta…Bajamos tomados de la mano a la calle, hacía tiempo que ya no jugábamos, solo caminábamos por el barrio y nos sentábamos en un parque a  platicar, ese día nos sentamos sobre el césped, yo dije

-¿Que raras están verdad?... ¿Qué les pasara?

-Me gustan tus pantorrillas Jarvia___Fue tu respuesta poniendo tu mano sobre de ellas y acariciándolas bajo las roídas calcetas

-No Volker, no lo hagas.

-¿Por qué?

-Me da miedo, siento algo muy raro dentro de mi cuando me tocas y me miras de esa forma tan, tan… digamos que tan rara en que lo haces.

-Dame un beso Jarvia

-¡Estás loco!... no se debe bes….

Fui interrumpida por tu boca que juntó sus labios a los míos, nuestros labios permanecieron unidos así por unos instantes y no supe la razón, no lo comprendía pero mis labios dejaron de apretarse y sentí la humedad de tu boca en la mía, cuando tu mano apenas subía un poco arriba de mi rodilla escuchamos una voz de mando

-¡Hey ustedes!... ¿Qué se supone que hacen?

Volteamos a ver a dos hombres vestidos de uniforme caqui con un brazalete rojo con una svástica en el, nos enderezamos poniéndonos de pie y tu respondiste con aplomo

-¡Nada señor!

-¿Que edad tienes muchacho?__Preguntó el otro

-¡Diez y seis señor!

-Ya tienes edad para enrolarte y servir al Führer, ¿Por qué no las ha hecho?

Tu aplomo se doblegó haciendo que a mi me invadiera un gran temor, sabía que las parejas no podían darse ninguna muestra de “Excesivo cariño” públicamente y menos a nuestra edad, ya que  atentaba contra la moral del régimen y la integridad de Alemania… Tú respondiste temeroso

-Mi madre está sola y debo apoyarla señor

-Besarse en un parque es contra la moral de Alemania y una ofensa a nuestro amado Führer, por lo que debo detener a la chica hasta que sus padres vayan por ella.

-El padre de ella no podría ir, pertenece al Afrika Korps, y es secretario personal de mi Generalfeldmarschall Rommel señor

Tu aplomo se había doblegado, pero tus mentiras no, los hombres se miraron a la cara y uno de ellos se dirigió a mi diciendo

-La hija del ordenanza de Rommel no viste esos harapos… ¡A ver niña!, ¿Qué sabes acerca de mi Mariscal de campo?

Yo mirándolo a los ojos llena de temor recité lo que a fuerza de leer varias veces en casa me había aprendido de memoria

-Erwin Johannes Eugen Rommel, nació el 15 de Noviembre de 1891 en Wurtemberg, cruz de hierro con hojas de roble, insignia de asalto Panzer e insignia de herido en oro...Hasta 1940 comandó la 7ª división Panzer, y actualmente comanda las fuerzas de ¡Mein Führer! En Africa, se le apoda Wüstefuchs y es el único Mariscal….

-¡Silencio!__Gritó uno de ellos y el otro en tono molesto dijo

-Vayan a sus casas y que esto no se repita.

Dimos la vuelta y caminamos rápidamente, al dar vuelta en una esquina me preguntaste

-¿Cómo sabes tanto de Rommel?

-Mi papá lo admira, solo repetí lo que he leído muchas veces, he visto tanto su foto que lo reconocería donde fuera

-Pues tu memoria nos salvó de la prisión…Y lo impresionaste al levantar tu brazo y gritar ¡Mein Führer!...jajajaja…

-Que tonto es eso, ¿no crees?

-No digas eso y menos en la calle, alguien te puede escuchar y no me gustaría que te arrestaran.

-¿Por?

-Porqué te amo Jarvia

Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escucharte detuve el paso y me puse frente de ti para preguntar

-¿Qué dijiste?

-Que te amo

-¿Y como la sabes?..¿Porqué te gusta besarme y tocarme o por qué?

-Porqué lo siento, el amor se siente

-¿Y como se siente?

-Es como algo aquí adentro de mi que hace que solo quiera estar contigo, no sé, no lo puedo explicar pero se bien que te amo

Quedé en silencio reprimiendo mis deseos de besarte, de sentir tu boca pegada a la mía y de que tus manos me acariciaran, yo, una infantil señorita de 15 años sentía lo mismo recordando las palabras de mi madre “Jarvia hijita, cuando tengas edad sentirás una emoción especial que te causará algún chico, reirás, bailarás y cantarás sin razón, verás las cosas muy diferentes, el sol, los colores, el olor de las flores, eso se llama amor hija y es lo único que llena de felicidad a las personas, sin embargo también conocerás el dolor de amar ya que al amar se es capaz de todo por el bienestar del ser amado, ningún sacrificio es excesivo cuando se ama”…Caminamos tomados de las manos y al llegar a nuestra calle encontramos a nuestras madres charlando en la acera con unos hombres de uniforme que viajaban en un auto descapotable, nos miraron sin decir nada y subimos al departamento mientras ellas permanecieron platicando.

-¿Quiénes serán Volker?__Pregunté mientras subíamos las escaleras

-No lo sé, tal vez amigos de mi padre o el tuyo

Dentro del departamento me tomaste por las mejillas y me diste otro beso, separaste tus labios de los míos y con tu dedo bajaste mi mentón para que entreabriera mi boca y sentí mi labio inferior entrar entre los tuyos humedeciéndome con tu saliva…Por Dios Volker, yo que retiraba a mi padre cuando se ponía a besarme en las mejillas, yo que hacía gesto de asco al sentir su saliva en mi piel gritando ¡Nein, nein! Y me limpiaba con el antebrazo…Ese día comencé a saborear el calor húmedo de tu boca sobre mis labios y junté tu lengua a la mía para intercambiar contigo nuestras salivas disfrutando lo que nunca en la vida había disfrutado….Sentía algo especial que corría desde mi boca hacia abajo haciendo que mis pechos adolescentes se endurecieran, en mi estómago sentía ese “aleteo” y comencé a sentir humedad entre mis piernas.

Me separé de ti temerosa y entré a mi habitación, levanté mi vestido y noté que sobre mi calzón no había manchas de sangre pero estaba húmedo sin entender la razón de ello… ¿Era tan difícil platicar con su propia hija sobre lo que la excitación sexual haría en su cuerpo?... ¿Es correcto ante los ojos de Dios ocultarle la verdad sobre el sexo a los hijos?...¿Para no ofender a Dios, se debe dejar que los hijos descubran el sexo por su propia cuenta cometiendo graves errores?...Pero que se podía esperar, estábamos a finales de 1942 y muy a pesar de tener a casi toda Europa dominada militarmente la miseria comenzaba a permear en casi todos los hogares Alemanes y frente al hambre las demás urgencias siempre serán secundarias, era más importante buscar el alimento y el vestido de los hijos que dedicarles el tiempo necesario para orientarles en su despertar sexual.

Varios hombres visitaban a nuestras mamás, y nosotros comíamos bien y estrenábamos ropas, los hombres uniformados, coroneles de la “SS”, las visitaban una o dos veces por semana y mientras ellas “platicaban con ellos” su chofer nos llevaba al centro de Berlín donde comíamos un helado o simplemente caminábamos viendo las tiendas, en casa solo había que meter uno paquetes en el quemador del calentador, prenderles fuego y esperar un rato para poder disfrutar de agua caliente para bañarse, se compraron dos nuevas camas para nosotros y se cambiaron los colchones roídos de las viejas camas donde dormían nuestras mamás… A los coroneles les molestaban los resortes…. ¿Recuerdas ese día?, corrí llorando a donde tú platicabas con unos amigos, te jalé del brazo alejándote de tus amigos para decirte

-¡Lo vi Volker, lo vi!

-Cálmate Jarvia… ¿Que viste?

-Mi mamá y ese señor estaban desnudos y ella lo tenía dentro de la boca

-¿Qué?... ¿Qué tenía dentro de la boca?

-Esto que tienen ustedes en medio de las piernas

Respondí tocando o más bien golpeando en tu entrepierna, tú te doblaste del dolor pero me dijiste

-Tranquila Jarvia, ¿Cómo que lo viste?

-Si, entré al departamento y las dos habitaciones estaban cerradas, me asomé por la cerradura y los vi… ¿Qué hacían Volker?, tú lo sabes, explícamelo

-No, no sé… ¿Y mi mamá estaba ahí?

-Si, en su habitación pero no me asomé a ver, sentí pánico, sentí horrible por lo que vi… Dime que hacían, lo quiero saber y tú lo sabes.

¿Cómo es posible Volker?...Como es posible que una jovencita de 15 años reciba su primera explicación sobre el sexo de labios de su… ¿Qué éramos Volker?...Nunca lo supe, ni creo que un título pueda definir lo que sentíamos uno por el otro…Tú aún con el corazón deshecho al saber lo que hacían tu madre y la mía, te tomaste el tiempo para explicarme todo, absolutamente todo…¿Cómo no amarte?, te enterabas que las ropas que vestíamos, lo que comíamos y lo bien que la pasábamos era producto de la prostitución de nuestras madres y sin embargo al terminar de explicarme sobre el sexo me dijiste para consolarme

-¿Qué podían hacer Jarvia?, sus esposos en el frente de guerra o tal vez muertos, ellas sin trabajo en un país donde no hay trabajos disponibles, viendo a sus hijos con hambre y vestidos con harapos… ¿Qué serías capaz de hacer por amor Jarvia?

-No lo sé Volker… Solo sé que por ti haría lo que fuera.

Tu cara se iluminó y yo me avergoncé por haber dicho lo que había dicho y cuando pretendí correr tú me jalaste del brazo y me diste un beso en la boca, nuestras lenguas se juntaron al igual que nuestros cuerpos y sentí sobre mi tu abultado pantalón oprimiendo “eso” sobre mi vientre y me gustó, me gustó sentirlo, me gustó ser la causante de tu excitación, nos dimos muchos besos recargados contra la pared de un edificio, ya no había peligro, ya no había hombres de caqui, todos estaban en los frentes de batalla y solo la GESTAPO y los uniformes negros de la SS caminaban por las calles de Berlín en busca de los traidores, enemigos del régimen, espías…Y claro, judíos.

Hitler y sus sueños de Carlo Magno y Napoleón comenzaban a derrumbarse como castillo de naipes, arrastrando con él a toda Alemania.

Ya Montgomery y sus “Ratas del desierto” había vencido a Rommel en “El Alamein” el 4 de noviembre y sus tropas maltrechas y abandonadas luchaban desesperadamente ya no por Alemania, ni por su Führer, sino por sobrevivir…Hasta que llegó el día.

Fue el 10 de Marzo de 1943, llegué a casa y mi madre me vió a los ojos y me abrazó gritando entre llantos

-Jarvia, hija, el día 6 retiraron a Rommel de África, no se sabe nada de sus hombres, muchos murieron y los demás sin duda serán prisioneros de guerra.

Pretendí entender, pero creo que nunca lograré hacerlo, en medio de la noticia de la desaparición de mi padre, ella, mi madre, dos noches después en compañía de la tuya salieron vestidas elegantemente con los oficiales nazis, tal vez a una de las últimas fiestas del régimen, nosotros quedamos solos en casa, yo leía tirada en la cama boca abajo con mis piernas dobladas hacia mis nalgas y mi pies descalzos, no había mucho que leer en esa época, pero tampoco mucho en que divertirse…Bueno, eso es solo un decir ya que tú iniciaste la diversión, tú te acercaste sentándote en la cama y comenzaste a besar mis pies, yo reí diciéndote que no lo hicieras pero bajaste con besos y caricias por mis pantorrillas, tus manos se metieron bajo mi falda, yo pretendí oponer resistencia pero la verdad no pude, estiré mis piernas sobre la cama, cerré mis ojos y dejé que tus manos se apoderaran de mis nalgas llenándolas de caricias, fui yo la que se levantó el vestido preguntando

-¿Te gusto?

Tu respuesta afirmativa no la diste con palabras sino con besos, besos en mis muslos, besos en mis nalgas, besos en mi entrepierna sobre mi calzón, te subiste sobre de mi y yo sentí un deseo enorme por hacer algo que tú me habías explicado días antes, quería que te sacaras “eso” y lo metieras dentro de mi cuerpo, quería saber que se sentía…Y te confesaré algo…Quería saber por qué los hombres le daban a mi madre dinero por hacerlo…Te pregunté

-¿Te gustaría verme desnuda?

-¿Lo harías?

No respondí, me arrodillé en la cama, me quité el vestido y el fondo, desabroché el sostén, me recosté y levantando mis nalgas me deshice de mi panty para terminar acostada boca arriba desnuda frente a ti, tú te acercaste, no hablabas, solo acariciabas y besabas mi cuerpo, mordiste mis pechos, besaste cada poro de mi piel y mientras yo permanecía con los ojos cerrados, sentí tu lengua ahí, en medio de mis piernas y yo solté un fuerte gemido de placer, tu lengua jugó con mi sexo hasta que sentí una especie de “calambre” inmensamente placentero que recorría mi cuerpo haciéndolo “brincar” por dentro y por fuera varias veces llenándome del más grande y maravilloso placer que hubiera sentido en mi vida, sentí como mi sexo se humedecía y no era tan solo por tu saliva, algo dentro de mi había fluido hacia tu boca como si mi cuerpo te quisiera agradecer el placer que le habías dado, quedé relajada, muy relajada y te dije

-Te amo Volker.

Tú continuaste besando mi sexo, mi vello púbico, mi vientre y la parte interna de mis muslos, en mi ya no había ese deseo desesperante de tenerte en mis entrañas pero tus besos y tu ternura llenaban mi alma de un profundo sentimiento, quería permanecer desnuda a tu lado toda mi vida, me sentía bella, única, la mejor mujer del mundo y me supe especial para ti…Me sentí y me supe amada, cuando te levantaste yo me enderecé y me senté en la cama para decirte.

-Enséñame Volker, déjame ver como es.

Tú sin dudar desabotonaste tu pantalón y me enseñaste tu miembro, ¿Sabes cual fue mi primera impresión?, no te rías, pensé que algo tan grande y grueso no podría caber dentro de mi, lo tomé con mis manos y quise hacer lo que había visto, no dudé y ¡Lo metí a mi boca!... Torpemente lo saboree y de pronto sentí como un líquido espeso y caliente me llenaba la boca, sentí asco, levanté mi vista y observe en ti una cara de inmenso placer que me obligó a mantenerlo dentro de mi boca, tus piernas se doblaron y quedaste de rodillas frente a mi repitiendo sin cesar.

-Te amo Jarvia, te amo, te adoro, eres la mujer más maravillosa del mundo, te amo, te amo…

Cuando pretendía ponerme de pie para ir a tirar lo que habías dejado dentro de mi boca tú apoyaste tu cara sobre mis muslos llenándolos de besos con una ternura que llenó mi corazón…Y no tuve el valor de tirar lo que tenía en mi boca….Ya su sabor había impregnado mi lengua, era especial, no muy agradable, pero era tuyo, se comenzaba a escurrir por entre mis labios, limpie con mi mano lo que escurría, lo quería ver, quería saber lo que me habías dado…Venía de ti Volker, de tu interior y por ello no dudé en tragar lo que había en mi boca .. Observé lo que de el quedaba en la palma de mi mano, era un líquido espeso en partes blanco lechoso y en parte transparente, por un tiempo lo miré con asombro y te pregunté

-¿Qué es Volker?__Tú levantaste tu vista y dijiste mirándome a los ojos

-Semen Jarvia, semen que al unirse a ti es capaz de fecundar tu cuerpo para dar vida a otro ser humano…. ¡Te amo tanto!

-Lo tragué Volker… ¿Me voy a embarazar?__Pregunté asustada

-No, necesita ser depositado ahí dentro

Respondiste poniendo tu mano sobre mi sexo y yo mirándote a los ojos lamí lo que quedaba en la palma de mi mano, tu emoción al verme hacerlo te hizo besarme en la boca por mucho tiempo, mi cuerpo comenzó a reaccionar a tus caricias pero el aullar de una sirena nos hizo despertar a la realidad que vivíamos, tú abotonaste tu pantalón, yo solo me puse el vestido encima y salimos a la calle, se comenzaron a escuchar detonaciones y el tartamudear de las ametralladoras antiaéreas, que había en la cuadra de adelante en la azotea de un edificio, corrimos tomados de las manos siguiendo al resto de la gente, no sabíamos hacia donde corríamos, no sabíamos que pasaba, no sabíamos porqué merecíamos ese terror que invadía nuestras almas y hacía correr por nuestro cuerpo la adrenalina que nos hacía temblar y sudar.

Las rítmicas explosiones del fuego antiaéreo formaban en el oscuro cielo nuevas nubes que eran alumbradas por grandes reflectores, nuevas nubes de pánico colectivo, nuevas nubes que impedían a los jóvenes como tú y yo amarse libremente en busca de realizar sus sueños, en nuestra Alemania ya no existirían los sueños de amor que tan dulcemente plasmara el húngaro Franz Lizt en una partitura…Ya no habría cielos estrellados encendiendo con la luz de la luna los corazones y la pasión de los que se aman, la luz de la luna sería opacada por los enormes reflectores, el delicado aroma de las flores sería opacado por el olor a pólvora quemada…El mundo nos había sentenciado y Alemania vió llegar desde su propio y otra hora bello cielo el terror, la destrucción, la sangre y la muerte.

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Juego de infidelidades (10)

Juego de infidelidades (9)

Juego de infidelidades (8)

Juego de infidelidades (7)

Juego de infidelidades (6)

Juego de infidelidades (5)

Juego de infidelidades (4)

Juego de infidelidades (3)

Juegos de infidelidad

Juego de infidelidades (1)

Alejandra (4)

Alejandra (3)

Alejandra (2)

Alejandra

Miradas

Un intercambio muy especial (11) Final

Un intercambio muy especial (10)

Un intercambio muy especial (9)

Un intercambio muy especial (8)

Un intercambio muy especial (7)

Un intercambio muy especial (6)

Un intercambio muy especial (5)

Un intercambio muy especial (4)

Un intercambio muy especial (3)

Un intercambio muy especial (2)

Un intercambio muy especial (1)

Fué con mis dos hermanos (4)

Fué con mis dos hermanos (3)

Fué con mis dos hermanos (2)

Fué con mis dos hermanos (1)

Me compartió con... su novia

Conmigo le fué infiel a su esposa

Almudena... mi hermana

Mi esposa a cambio de poder (Fin)

Mi esposa a cambio de poder (9)

Mi esposa a cambio de poder (8)

Mi esposa a cambio de poder (6)

Mi esposa a cambio de poder (5)

Mi esposa a cambio de poder (4)

Mi esposa a cambio de poder (3)

Mi esposa a cambio de poder (2)

Mi esposa a cambio del poder

Chantaje por amor

Infidelidad obligada (Fin)

Infidelidad obligada (8)

Infidelidad obligada (7)

Infidelidad obligada (6)

Infidelidad obligada (5)

Infidelidad obligada (4)

Infidelidad obligada (3)

Infidelidad obligada (2)

Infidelidad Obligada (1)

Y me convertí en mamá (1)

Amor entre hermanos (16)

Amor entre hermanos (15)

Sexo entre hermanos (14)

Sexo entre hermanos (13)

Sexo entre hermanos (12)

Sexo entre hermanos (11)

Sexo entre hermanos (10)

Sexo entre hermanos (9)

Sexo entre hermanos (8)

Sexo entre hermanos (7)

Sexo entre hermanos (6)

Sexo entre hermanos (5)

Sexo entre hermanos (4)

Sexo entre hermanos (3)

Sexo entre hermanos (2)

Sexo entre hermanos

Amor entre generaciones (5)

Amor entre generaciones(4)

Amor entre generaciones (3)

Amor entre generaciones

¿Es erótico el amor de pareja?

¿Bisexual mi esposa? (fin)

¿Bisexual mi esposa? (2)

¿Bisexual mi esposa?

¿Quieres hacer un trío?

La mamá de Valeria (fin)

La mamá de Valeria (2)

La mamá de Valeria

Si quieres que te sea infiel... Lo puedo ser

La Historia de Susana (Fin)

La Historia de Susana (24)

La Historia de Susana (23)

Te fuí infiel, ¿Me perdonas?

La Historia de Susana (22)

La Historia de Susana (21)

La Historia de Susana (20)

La Historia de Susana (19)

La Historia de Susana (17)

La Historia de Susana (18)

La Historia de Susana (16)

La Historia de Susana (15)

La Historia de Susana (14)

La Historia de Susana (12)

La Historia de Susana (13)

La Historia de Susana (11)

La Historia de Susana (10)

La historia de Susana (9)

La historia de Susana (8)

La Historia de Susana (7)

La Historia de Susana (6)

La Historia se Susana (5)

La Historia de Susana (4)

La Historia de Susana (3)

La Historia de Susana (1)

La Historia de Susana (2)

Amantes (fin)

Amantes (8)

Amantes (7)

Amantes (6)

Amantes (5)

Amantes (4)

Amantes (3)

Amantes (2)

Amantes (1)

Romance con la adolescente equivocada (fin)

Romance con la adolescente equivocada (6)

Romance con la adolescente equivocada (5)

Romance con la adolescente equivocada (4)

Romance con la adolescente equivocada (3)

Romance con la adolescente equivocada (2)

Romance con la adolescente equivocada (1)

Lo que siento

Fernanda y Raúl (2)

Fernanda y Raúl

Le Cumplí un deseo

Confesiones de mi marido

Primera confesión de mi marido

Costumbre (Fin)

Costumbre (cuatro)

Costumbre (tres)

Costumbre (dos)

Costumbre

Mis primeras experiencias (5)

Mis primeras experiencias (4)

Mis primeras experiencias (3)

Mis primeras experiencias (2)

Mis primeras experiencias