Susana entró a su habitación con un clima acondicionado muy agradable, cerró las cortinas y la habitación se obscureció a medias, la luz del día permitía la visión, se metió a bañar y se lavó muy bien su sexo, salió y se puso crema con aroma en su cuerpo incluyendo sus labios vaginales, se recostó desnuda boca arriba en la cama, "Pues ya lo hice, no hay vuelta atrás, trataré de disfrutarlo", tomó el antifaz lo puso en su cabeza, tomó el condón, lo pensaba poner sobre su cuerpo, pero lo dejó en la bolsa pensando "si lo he de hacer lo haré bien hecho", cerró los ojos, se puso el antifaz sobre de ellos, lo ajustó en su nuca para que quedara bien apretado y se quedó así con sus piernas estiradas, en espera de lo desconocido.

Se estaba quedando dormida por el efecto de los margaritas tomados cuando escuchó abrirse la puerta y cerrarse nuevamente, escuchó a alguien caminar en la habitación hacia la cama, hubo un silencio y escuchó algunos ruidos que no pudo identificar, sintió a alguien sentarse sobre la cama, sintió unas manos tomar sus pies y comenzó a sentir besos y la humedad de una lengua sobre de ellos, su respiración se hacía agitada tanto por la excitación como por los nervios, sintió los dedos de sus pies ser chupados y metidos dentro de un boca, empezó a sentir los besos sobre sus pantorrillas, subiendo por sus muslos, le besaba su pubis y los besos subieron por su vientre hasta sus pechos, una lengua lamía todo su pecho izquierdo, deteniéndose en el pezón.

Su pezón entró en una boca que lamía chupaba y sorbía de una manera dulce y deliciosa, para después hacer lo mismo con el otro pecho, subió con besos por su hombro y cuello, sintió el aliento de un hombre cerca de su boca, una lengua lamió sus labios, ella plenamente excitada separó los labios en espera que entrara en su boca, pero solo la sintió recorrer nuevamente sus labios y su mentón, respiraba agitadamente y sintió como una boca abierta se unía a la suya que permanecía abierta, la lengua entró en su boca y ella metió la suya en la otra boca intercambiando salivas y el sabor del placer de un beso que encendía todo su cuerpo en espera de ser poseída.

La boca de su amante desconocido bajó por su cuello, pechos vientre, sus manos separaron sus piernas, las doblaron apoyando las plantas de sus pies sobre la sábana y sintió como con la lengua, comenzaba a lamer su ano, nunca lo había sentido y era increíble como presionaba sobre de el, sintió los dedos de él separar sus labios vaginales y con la lengua comenzó a recorrer la redonda entrada de su ya dilatada vagina, su clítoris fué lamido rápida pero delicadamente, ella gemía de placer y sentía el sudor comenzar a perlar su frente y su labio debajo de su nariz, cuando la lengua se introdujo en su vagina, ella soltó un grito de placer producido por un orgasmo que duró el tiempo que la lengua saboreó el interior de su vagina, sintiendo como las contracciones de su vagina apretaban la lengua.

Ohhh, exclamó cuando terminó su orgasmo, sintió hundirse la cama cerca de su cabeza y sus labios fueron recorridos por un pene, aspiraba su olor y sentía la humedad de ese líquido uretral que lo lubrica al estar excitado, sacó su lengua y el pene la recorría por arriba y por debajo, sintió el pene pegarse en sus labios y ella abrió la boca para permitirle la entrada, lo chupo y lamió por un buen rato, escuchaba la respiración agitada de él, sin embargo no lograba reconocer quien podría ser, el pene abandonó su boca y ella dijo.

-Está delicioso, es muy grueso y se siente muy grande, me encanta, ya penétrame y vamos a gozar al máximo.

A diferencia de lo que ella esperaba, no recibió respuesta alguna, sintió subir sus piernas sobre la espalda de él y como el pene se abría camino entre sus labios vaginales en busca de sus entrañas, su pene era muy grueso, sintió como su vagina se extendía al máximo para darle cabida y comenzaron los movimientos de él dentro de ella, se aceleraban, se detenía y empujaba con fuerza, movía su pene dentro de ella de la mitad de su vagina hacia fuera para después de varios movimientos de estos entrar de un golpe fuerte hasta el fondo empujando su útero hacia dentro, haciéndola grita de pacer cada vez que hacía esto, sentía como ese pene empujaba sus entrañas y como lo había dicho Mónica sus caderas comenzaron a girar al ritmo de las embestidas de ese hombre tan delicioso, un amante experimentado.

Sus piernas, sus nalgas y su vientre temblaban incontrolablemente, su cuerpo se puso muy duro, sentía sus músculos apretarse como nunca, dijo casi gritando, "empújamelo hasta el fondo con fuerza" sintió los embates fuertes dentro de ella, abrió la boca reteniendo la respiración y con voz ronca dijo "metete hasta el fondo y quédate ahí", y sintió el placer mas grande de su vida, todo su cuerpo temblaba al ritmo de sus contracciones, gritaba, gemía, gruñía, su cuerpo sudaba, con sus piernas apretaba las nalgas de él quien se comenzó a mover rápidamente y ella en la mitad de su orgasmo sintió como se intensificaban sus contracciones, solo gritaba "Mas, mas, no pares, por favor no pares, me estas volviendo loca, no pares, me sigo viniendo, me sigo viniendo de una forma increíble, coges de maravilla, no pares" .

Gemía, gritaba, movía su cabeza y sus brazos de forma descontrolada y en medio de ese placer sintió los chorros de semen golpear su vagina una y otra vez, él bufaba como toro al dejar escapar el aire en cada chorro de semen que soltaba para terminar dejándose caer sobre el pecho de ella, escuchaba la respiración muy agitada de él en su oído, ella bajó sus piernas sobre la cama y con sus manos acariciaba la espalda de él, de su amante desconocido, del primer hombre que la había "llevado al cielo", sintió como la erección se perdía, él se enderezó para bajarse de la cama y ella juntó sus piernas apretando su vagina tratando de evitar que se saliera el semen de su vagina y dijo.

-Que manera de hacerlo, me dejaste al punto del desmayo, viendo estrellitas quiero saber quien eres, me voy a quitar el antifaz.

Una mano detuvo la suya y ella dijo

-OK, seré obediente, no me descubriré hasta que hayas salido

Lo escuchó entrar al baño y abrir la llave de agua, después escuchó ruidos que supuso eran que se estaba vistiendo, sintió algo sobre su pecho, lo tomó con su mano y reconoció la llave de su habitación, lo escuchó caminar, abrir la puerta y cerrarla al salir, ella se quedó unos instantes recostada, se quitó el antifaz, bajó su mano a su sexo, y se levantó deteniendo el semen que escurría con su mano, entró al baño y se sentó en la taza, observó la palma de su mano en forma de "cuenco" llena de semen, lo lamió con su lengua, quería probar el semen del hombre mas maravilloso que la había poseído, lo untó sobre sus pechos sintiendo un placer especial al hacerlo mientras de su vagina escurría el semen en gran cantidad dentro de la taza del WC.

Cuando terminó de escurrir, se levantó, limpió su mano aún con semen en su vientre y vió una gran cantidad de semen en el agua del WC, "que manera de venirse, de seguro lo hice gozar tanto como él a mi" pensó, se metió a la regadera y se baño nuevamente, salió de la regadera, secó su cuerpo y se puso el calzón del bikini, se tiró sobre la cama y se quedó dormida agotada.

Se despertó al escuchar tocar a la puerta de su habitación, se asomó por la mirilla y vió a Claudia, abrió la puerta, la dejó entrar y cerró nuevamente la puerta, Claudia le dijo

-Tienes bonitos pechos, pero ponte el sostén que nos esperan a comer, a ti si que te dejaron casi muerta ¿verdad?

-Y que lo digas Claudia, fué la experiencia mas increíble que he tenido en mi vida, ¿tú la has pasado y que has sentido?

-La primera vez quedé así como tú, que cosa mas maravillosa y placentera, después también es muy placentera, pero como lo hemos hecho varias veces entre nosotros ya te imaginas quien es y como que pierde esa emoción de lo desconocido, ya en la noche vaciamos el servibar de la habitación de alguien y platicamos la experiencia vivida, es realmente excitante, pero vamos al comedor que los demás están desesperados del hambre

Susana se puso un pareo sobre el calzón del bikini y llegaron al comedor, se sentaron en una mesa grande y se levantaron a servirse del buffet, Susana veía a los hombres como buscando una señal, alguna mueca o algo que le indicara quien era el que la había hecho gozar de esa manera, pero ninguno hacía el mas mínimo gesto, se sentaron a comer y platicaron de todos los temas posibles, política, deportes, familia, hijos, pero ninguno tocó el punto del juego recién jugado, a Susana le preguntaron sobre su profesión, sobre cirugías y lo clásico en las reuniones le planteaban casos médicos de sus familiares, Susana respondió a todas las preguntas con buen humor, explicando lo mas posible, estaba contenta, no sentía la molestia que siempre había sentido al ser cuestionada por todos sobre sus enfermos.

Estaban comiendo del buffet cuando escuchó la voz de su hermano saludando a todos, se puso de pie detrás de Susana y le dió un beso en la cabeza, ella se sorprendió y le preguntó

-¿A que hora llegaste?, ¿Con quien se quedó Alina?

-Hace un rato, estuve nadando pero solo encontré a Claudia y me fui a tomar una siesta, Alina se quedó con mi suegra, fué ella la que me pidió que viniera ya que su mamita me desespera y no quiso que hubiera problemas entre su mamá y yo.

Terminaron de comer y Susana tomó del brazo a su hermano y se fueron a sentar junto a la alberca, en la que solo había unos niños en el chapoteadero cuidados por su madre que permanecía sentada en un camastro, el sol se estaba ocultando, ya sus rayos no caían sobre la alberca, Susana le preguntó a su hermano

-¿Sabes de que se trata este tipo de reuniones?

Eugenio dudo un momento, dió un sobo al vaso de unicel con café que llevaba en la mano y le respondió

-Si hermana, si lo sé, Alina y yo pertenecemos al grupo desde hace un año

-¡No lo puedo creer!, como eres capaz de hacer una cosa así, cambiar a tu mujer con cualquiera, no puedo creer que lo hagas Eugenio, no te educaron así, ¿Qué te pasó?

-Susana por favor, ¿Qué me pasó?, lo mismo que a ti, ¿por qué estás aquí?, ¿solamente has estado disfrutando de la alberca o has entrado a los juegos hermanita?. No sentiste por un momento que eras dueña de tu vida, no tomaste una decisión muy personal por primera vez en tu vida, sin que nadie te dijera "Niña eres una puta"?

-Si, si lo hice, pero yo soy soltera, tengo casi 40 años y no le hago mal a nadie y si no lo hago ahora me quedaré el resto de mi vida habiendo disfrutado del sexo tres veces hermano, solo tres veces.

-Y yo soy casado, pero a mi mujer y a mi nos gusta ser sexualmente libres, para ti cometo pecado y me iré al infierno, para Alina y para mi solo disfrutamos de nuestra sexualidad, ¿entonces?

-Tienes razón discúlpame, es lógico pensar que después de tanta negación tendríamos que desatarnos en nuestra sexualidad, yo mas tarde que tú, pero ya lo hice y me siento muy contenta Eugenio, muy contenta, como dices libre aunque suene de lo mas absurdo.

-Ya nos pasará hermana y mas a mi, cuando nazca mi hijo creo que dejaré todo esto, ¿Y como te fué en el primer juego?

-Fué increíble eso de hacerlo con un desconocido, lo más fabuloso que he vivido, claro que en el aspecto sexual donde no soy nada experimentada.

A la mente de Susana llegó la descripción de Mónica sobre su hermano haciendo el amor "Un pene enorme, te llena de semen que te desbordas aún con el adentro", volteó a ver a su hermano intempestivamente y le dijo.

-¡Eugenio, no hayas!……. Se detuvo en la frase

-¿Qué Susy, que no haya qué?

-No nada, pensé en que hayas comentado lo de la reunión con tu suegra enfrente.

-No, como crees, nos mata a los dos, bueno a los tres ya que su nieto ya cuenta

Ya había obscurecido, llegó Fernanda y les dijo

-A las 9 en la habitación de Pablo y Mónica, la 1124, se pueden ir a bañar, a cambiar o a descansar, ya que nadie sabe que nos depare el destino y cuanta energía debamos tener.

Susana le dió un beso en los labios a Eugenio y se retiró a su habitación, pensaba en que tal vez su amante desconocido había sido su hermano y se sentía mal, pero en ella no había ningún sentimiento de repulsión y si él había sido le hubiese gustado hacerlo sin el antifaz, "pero si no fué él, hubiese perdido gran parte de la lujuria excitante de hacerlo con un desconocido, en eso consistió la mayor parte del placer, si la mente controla todo sin duda el orgasmo se debe desencadenar ahí" pensando en esto caminó a su habitación, entró dejó las llaves sobre el mueble, abrió el servibar y vió varias botellitas de Baileys, vació una en un vaso y se puso a beber viendo la TV, se sirvió otra botellita de la "crema de wisky" y se puso a escoger que vestuario llevar a esa reunión.

Se quitó el bikini, se puso una tanga, una minifalda a la cadera de tela delgada, holgada que se abría desde su cadera hasta un poco arriba de medio muslo, se sentó en una silla y al cruzar la pierna enseñaba casi hasta donde inicia la nalga, rió de su atrevimiento y completó su vestimenta como lo había visto puesto en un maniquí, una blusa de manga tres cuartos, con cuello en "V" que llegaba solo unos centímetros debajo de sus pechos, se abotonaba debajo y en medio de estos, "Sin sostén Susana, luce tus pechos" se dijo, se miró en el espejo, sus pezones erectos resaltaban de la blusa que dejaba a la vista la mitad de cada pecho al centro de ellos, su cuerpo quedaba desnudo desde la parte baja de sus costillas hasta unos centímetros arriba de su sexo, admiró las curvas de su cintura pasando sus manos sobre de ellas.

Su piel estaba un poco bronceada, no lo suficiente pero había perdido ese tono apiñonado que a ella no le gustaba, frente al espejo dijo "miren señores, quien desea besar ésta pancita, chupar de estos pechos y ¿estas nalgas?, ¿no se les antojan?" se volteó de lado y observó su espalda, la columna hundida al final de ella y los hoyuelos arriba de sus nalgas, sus nalgas bien ejercitadas y levantadas hacían que un pequeño adorno de tela que tenía al derredor la falda se levantara junto con ellas. Se paró sobre las puntas de sus pies haciendo hacia atrás sus nalgas y dijo "Así, ¿Quién quiere tomarme así parada?", rió de su estupidez, sacó otra botellita de licor y la sirvió en el vaso, ya el alcohol la había desinhibido completamente, bebió la copa de dos tragos y se dijo "No mas licor o terminarás sin sentido".

Fué al closet y sacó unas sandalias de tacón bajo que se amarraban con un listón de piel rodeando su tobillo, regresó al espejo, se observó y se dijo, "Susana, estás hecha una perfecta puta, si te paras en una esquina te ganas un buen dinerito por lo que pretendes hacer gratis", se sentó en la cama y comenzó a reír, convirtiéndose la risa en llanto, "¿Por qué?, ¿Por qué me tocó esta vida?, tan feliz que hubiese sido con un esposo y unos hijos, ¿Por qué nos trataste así mamá, si éramos tus hijos?", calmó su llanto, miraba la TV recostada sobre a cama con la espalda recargada en la cabecera de la cama y sus piernas estiradas, "Tengo bonitas piernas", se quedó con la vista perdida en la pantalla.

"Pienso hacer de todo, ya nada me importa, como bien lo dije si no hay un hombre que me ame, meteré a los que mas pueda en mi cama", sonó su teléfono celular, pensó en una emergencia, lo tomó del buró y vió el nombre de Mónica en la pantalla, se tranquilizó.

-Dime Mónica

-Te estamos esperando amiguita, ¿ya te rajaste?

-No, no, es que estoy happy, pero salgo para allá.

Apagó la TV, se colgó la llave de la habitación en el cuello, apagó las luces y salió hacia la habitación 1124.