Mónica tomó unos pañuelos desechables y puso su mano con los pañuelos sobre su sexo, se enderezó quedando de rodillas sobre la cama, escuchó la voz de su esposo

-¿Te quedaste a medias?

-No te preocupes amor, así es esto, no siempre terminaré yo primero, con unos segundos más me hubieras dado un delicioso orgasmo, pero no se pudo.

Bajó los pies de la cama y caminó hacia el baño, se sentó en la taza del WC para dejar escurrir el semen que su esposo había depositado dentro de su vagina, pensó "No te preocupes, no te preocupes...ya se hizo costumbre en mi decir esas palabras", Gustavo su esposo había llegado del trabajo, ella lo deseaba, mas bien lo necesitaba, necesitaba del calor y la pasión de su esposo y comenzó el juego seductor de los besos en la sala de la casa, su blusa, su sostén y la camisa de su esposo habían quedado tiradas sobre la alfombra de la sala y ellos habían subido a su habitación donde terminaron de desnudarse uno al otro, Gustavo la recostó boca arriba sobre la cama y sin más preámbulo la penetró moviéndose frenéticamente dentro de ella.

Ella gemía de placer al sentir la dureza del pene y la fuerza con que su marido empujaba hasta el fondo cada vez que se movía dentro de ella, el sudaba y jadeaba, ella comenzó a sentir como su cuerpo se tensaba por el placer, sus piernas y nalgas comenzaron a temblar sentía que llegaría al anhelado orgasmo y en ese momento sintió el pene endurecerse, él detuvo sus movimientos y ella sintió como se contraía cada vez que arrojaba el semen en sus entrañas, lo escuchaba decir "Agg" al lanzar cada chorro de semen dentro de su cuerpo y al terminar se dió la vuelta dejándose caer boca arriba a un lado de ella sobre la cama, lo escuchaba respirar agitadamente y pensó en un animal bufando después de haber copulado.

Sentada en el WC sintió tristeza de ella misma, cuando novios habían disfrutado del sexo de una forma maravillosa. Iniciaban con el juego erótico de besar cada parte del cuerpo del otro que despojaban de una prenda, ya desnudos y muy excitados él con su boca lamía su clítoris apasionadamente hasta llevarla a su primer orgasmo, ella le correspondía lamiendo y chupando su pene para después ponerle ella un condón y tener un sexo apasionado donde él se controlaba hasta llevarla a orgasmos intensos y placenteros, lo controlaba al grado que en dos o tres ocasiones él se había venido justo cuando ella estaba en medio de su orgasmo y terminaban juntos para quedar abrazados amorosamente, él se quitaba el condón y permanecían desnudos acariciándose y besándose sobre la cama del hotel y en ocasiones las caricias los excitaban tanto que volvían a hacerlo disfrutándolo como la primera vez.

En más de una ocasión ella había limpiado con su boca el semen que mojaba el pene de su novio sintiendo el sabor del semen mezclado con el latex del condón.

Recordó cuando una vez dentro del auto entre besos y caricias él había sacado su pene de su pantalón y ella lo comenzó a acariciar, él le había dicho "Mámalo Mónica, lléname de placer", ella lo comenzó a lamer y a besar, lo metió en su boca para disfrutarlo y pasado un tiempo él pretendió separarse diciendo "No sigas que estoy a punto de venirme" ella le preguntó "¿No me lo quieres dar en la boca?" él solo afirmó con la cabeza y ella lo metió nuevamente en su boca hasta recibir las descargas de semen, él le había dicho que era linda y que la amaba y ella más que alagada se sentía mujer para su hombre, siempre que hacían el amor en el hotel él le decía que estaba buenísima, que era la mujer más bella sobre la tierra, que disfrutaba de su amor como loco, que tenía mucha suerte de tenerla como mujer etc, etc…

¿Qué había pasado?, se preguntaba, ella suponía que después de la ceremonia y la fiesta de su boda tendían una luna de miel de lo mas excitante y sexualmente activa, que ya no era necesario usar el condón, las pastillas que ella tomaba lo suplirían y sentiría el pene de Gustavo dentro de su vagina sin un latex de por medio, quería tenerlo para siempre, se había casado perdidamente enamorada y deseaba disfrutar de su esposo como lo habían hecho de novios, sin prejuicios ni cortapisas, eran uno del otro y disfrutarían de sus cuerpos al máximo, quería sentir las caricias de su esposo sobre su piel, sus labios sorbiendo de sus pezones y su lengua acariciando su sexo, ella le llenaría de besos el cuerpo y saborearía su miembro apasionadamente para después ser penetrada y en medio de intensos orgasmos sentiría por vez primera su vagina llena del cálido semen del hombre que amaba y sería totalmente suya y a la vez su dueña, quería que terminaran agotados de placer como tantas veces lo habían hecho pero esta vez no habría que vestirse para regresar cada uno a su casa, esta vez permanecerían abrazados desnudos toda la noche

Pero no había sido así, hasta el cuarto día después de la boda tuvieron sexo, Gustavo no había buscado su sexo con su boca ni le había permitido a ella que lo hiciera, en 15 días solo lo habían hecho 5 veces y ella solo había tenido un orgasmo. Siempre existió en ella un pretexto para disculpar a su marido, "Está tensionado", "Ya se le pasará", "Mañana será mejor", "Tal vez sea yo que no me esfuerzo por complacerlo", "Mañana seré mejor mujer para mi esposo"..

No, no había pretexto, ni disculpa, ya eran 6 meses de un matrimonio lleno de frialdad y desamor, algo grave había, tal vez se había casado sin estar convencido o tal vez al sentirse unido a ella, se dió cuenta de que no la amaba… No podía seguir así, hablaría con él de una buena vez.

Se levantó del WC, y salió a la habitación dispuesta a enfrentar lo que fuera, Gustavo se había dormido, se había puesto el pijama y se había quedado dormido...Lo miró mientras apagaba la luz de la mesita de noche y pensó "Pobre, está muy cansado, trabaja todo el día para mantener su hogar", tomó su bata, con ella cubrió su cuerpo desnudo y salió en silencio de la habitación, bajó al estudio y se sentó frente a la PC, mientras ésta cargaba se dijo "Mañana domingo es un buen día para hablar con él", se metió a la página de amigos, tenía varias solicitudes de amistad y a todas respondió que aceptaba, se puso a leer lo que escribían sus amigos y les respondía en el mismo tono, para ella era un medio de distracción durante todo el día en que permanecía sola en casa.

Se abrió un mensaje en el chat de alguien cuya solicitud había aceptado al azar como casi todas las que recibía, se hacía llamar "Alejandro el chico", ella rió de del nombre suponiéndolo un albur "Alegrando el chico", no le hizo caso, pero se repitió, ella leyó

-¿No quieres hablar conmigo?

-No sé quien eres___respondió

-Alejandro el chico, el grande se murió hace mucho.

-Jajaja, si verdad, ¿y ese es tú nombre?

-Por lo pronto si, ¿Qué haces?

-Platicando contigo en el chat

-Jajaja, si ya lo sé pero ¿a que te dedicas?

-A mi casa, soy casada y ama de casa

-Ahh ¿y cuantos años tienes?

-25, y tú

-Los suficientes para reconocer a una mujer bella por lo que escribe

-¿Y yo soy de esas?

-¡¡Claro!!

-Te puedes equivocar

-Nunca me ha pasado, y lo podría constatar, dame tú correo, ¿Tienes Hotmail?

-Sip

-Dámelo

Mónica tenía una dirección cuya existencia no conocía su esposo y sintió una gran curiosidad sobre el hombre que le escribía y anotó su dirección en el chat, él le escribió

-Entra al Messenger y acepta mi solicitud.

Ella lo hizo y comenzó a platicar con él por el Messenger, después de un rato en el que entre verdades y mentiras se platicaron sus vidas, él le preguntó

-¿Has tenido alguna vez cibersexo?

-Me lo han platicado mis amigas pero se me hace una gran estupidez, excitarse por medio de palabras escritas en una pantalla lo siento absurdo e imposible

-Mmm, prueba y comprobarás si es cierta o no tu afirmación

-¿Me estás proponiendo hacerlo?

-Si tienes cámara y lo aceptas

Mónica sintió algo en su estómago, ¿curiosidad?, ¿deseo?, no había podido llegar al orgasmo con su marido y el deseo sexual estaba a flor de piel, "Tal vez sea una agradable forma de masturbarme" pensó mientras escribía

-No me gustaría que vieras mi rostro, soy una mujer casada.

-Ok, no apuntemos la cámara a los rostros.

-¿Y entonces?

-Tú haces lo que yo te diga, ¿Te parece?

-OK

-Enciende tú cámara

Mónica aceptó y en su pantalla aparecieron imágenes que se fueron aclarando, ella con su mano cubría su cámara, leyó

-¿Me alcanzas a ver?

-Si, veo unos muebles y un cuadro

-Yo veo muy oscuro todo

Mónica quitó su mano del lente de la pequeña cámara y el extraño escribió

-Ya veo tu PC y tus manos, ¿Quieres que empecemos con el cibersexo?

-Bueno, tú dime lo que debo hacer y yo lo hago

-¿Lo que sea y sin molestarte?

-Si, lo que sea, no sabemos quienes somos y si me siento ofendida por algo simplemente corto la comunicación y se acabó nuestro sexo apasionado… jajajaja…

-No te pienso ofender, solo que debes recordar que esto es sexo real, a través de la red.

-¿Sexo real?, ¡Por favor!, sexo real con un desconocido del que solo veo su camisa, ¡Qué tontería!.

-Bueno vamos a hacerlo, solo imagina que es sexo real y no te salgas de la red al hacer yo mi primer intento

-Está bien, así lo haré

-¿lo prometes?

-Si, pero hazlo de una vez, que es mucho escribir y nada de acción.

- ¿Cómo estás vestida?

- Con una bata sobre mi cuerpo desnudo

-Jajaj.. ¿En serio?

-Lo juro

-Enséñame

Mónica sintió excitación dentro de ella por lo que le proponía ese desconocido, sabía que tenía un cuerpo bien formado, cuando se lucía en bikini atraía la mirada de muchos y en ella surgió la oportunidad de realizar un deseo, enseñar su cuerpo desnudo a un desconocido sin que esto le trajera consecuencias de ningún tipo, pensó "Ninguna ha sido violada por internet que puedo perder" sintió cierta excitación por lo que iba a hacer y el deseo que no había podido ser satisfecho por su esposo resurgió en ella, tomó la cámara y la acercó a sus piernas cruzadas, vió en la pantalla lo que el extraño escribía

-¡Guauuu!, que lindas piernas, si así está lo demás la vamos a pasar muy bien.

-Jajaja… ¿Dime que debo hacer?

-Siente como te beso en los labios, el cuello y los hombros, siente mi lengua entrar en tu boca apasionadamente para saborear la tuya, estás deliciosa, eres una mujer muy bella, mi boca baja por tu cuello hacia tus pechos, redondos y firmes, excitantes deliciosos y mi boca se pega a tus pezones lamiendo, mordiendo y sorbiendo de ellos.

En Mónica comenzó a resurgir la excitación y en un reflejo que no logró entender, abrió su bata y puso la cámara frente a sus pechos y con su otra mano comenzó a acariciar su clítoris, el desconocido continuó exaltando su belleza y mientras le decía lo que le haría ella ardía en deseos de que fuera algo real con su marido, lo necesitaba, necesitaba sentirse nuevamente la mujer amada, deseada y complacida que había sido durante tres años de noviazgo. El extraño le pidió que se desnudara toda y ella con su mente absorta en sus propios recuerdos sacó sus brazos de la bata y la dejó caer por su espalda, quedando desnuda frente a la PC y a una pequeña cámara… Leyó en la pantalla

-Separa tus piernas y acerca la cámara para ver tus muslos y tu sexo

Ella lo hizo respondiendo

-Mírame bien, nota como estoy húmeda

-Baja tu mano y acaricia sobre tus labios imaginando que es mi lengua la que lo hace

Mónica lo hizo y comenzó a sentir el placer de masturbarse mezclado con un nuevo placer para ella desconocido, sobre su frente sentía la humedad de su sudor, estaba ardiendo y movía la cámara para que el extraño observara su cuerpo desnudo pasándola por sus muslos, su vientre, sus pechos, sus pantorrillas y el extraño solo le escribía lo bella que era y como le chupaba apasionadamente su sexo, estaba muy cerca del orgasmo cuando leyó en la pantalla

-Deja de acariciarte y fija tu vista en la pantalla, es mi turno

El extraño puso la cámara frente a su pecho desnudo, era fornido, a ella le gustaba y comenzó a escribir

-Que delicia, beso tu pecho y acerco mi boca a tus tetillas para mordisquearlas apasionadamente, te escucho gemir de placer

El fué bajando la cámara y ella observaba el cuerpo del hombre desnudo, la cámara bajó por un lado de su muslo y enfocó sus testículos, Mónica escribió

-Mmm, me encantan, los beso apasionadamente y los meto suavemente boca llenándolos del calor de mi aliento y la humedad de mi saliva, me gustan.

En la pantalla de su PC observó un pene grande, hinchado, con las venas saltadas por la dureza de la erección, por la punta salía un líquido transparente que hacía brillar el glande cada vez que el extraño lo untaba sobre el pene para masturbarse, ella escribió

-¡Que delicia!, no lo puedo resistir y lo meto en mi boca, lo aprieto con mi lengua contra la parte interna de mis mejillas, te escucho gemir mientras te lo mamo apasionadamente, ninguna mujer te ha mamado esa verga como yo lo hago y te tengo al borde del orgasmo.

-Si amor, así es, tú boca es divina y estoy a punto de venirme

-No espera, espera

Mónica quitó su mano de su sexo, y con los dedos separó sus labios vaginales acercando la cámara a la entrada de su vagina, como pudo la fijó para que el extraño la viera y le escribió

-¿Te gusta mi vagina?, ¿Te gusta su color rojo de excitación?, ¿Su humedad?, está húmeda para ti, ¿ves como se oscurece mientras se pierde dentro de mi cuerpo?, tus ojos no pueden ver su fondo pero tu verga puede entrar hasta ahí para disfrutarla y ella le responderá adaptándose a su tamaño…Abrazará esa hermosa verga tuya llenándola de su humedad y calor en cada uno de tus movimientos hasta que tu leche la inunde y la llene hasta desbordarse.

Mónica metió sus dedos dentro de su vagina, mientras gemía y observaba en la pantalla como él se masturbaba, sintió su cuerpo temblar y relajarse en un orgasmo delicioso, cuando terminó fijó su vista en la pantalla y al poco tiempo de ver al extraño masturbarse vió como de la punta de su pene salían los chorros de semen que caían sobre su vientre, vió como el pene perdía su erección y la cámara se fijo en el pecho del extraño

-¿Te gustó muñeca?

-Me encantó, la tienes grande y deliciosa, que manera de aventar leche, mmm, para tenerla dentro de mi..

-Cuando quieras lo hacemos realidad

-Eres directo

-Me encantó tu cuerpo, y ese cuerpo le debe pertenecer a un rostro muy bello y a una mujer maravillosa, que suerte tiene tu marido de poder ver esa linda cara chapándoselo apasionadamente y de poder penetrar tu precioso cuerpo mientras te observa disfrutar del sexo, del amor, del calor de una esposa apasionada, ha de ser increíble ver tu rostro cuando te estás viniendo.

-¿Quieres ver mi cara?

-Sería un placer

Mónica subió la cámara hacia su rostro y el extraño escribió

-Bellísima, eres un verdadero ángel, quiero hacerte el amor de verdad, ¿Aceptas?

-No Alejandro el chico, soy una mujer felizmente casada.

-Por favor, llena de alegría mi existencia, dame dos horas a tu lado en una cama, ¿Qué puedes perder?

-Jajaja.. la verdad físicamente nada pero perdería mi dignidad como mujer casada

-¿Dignidad?...¿Qué demonios es la dignidad cuando nos pisotean por todos lados, nos humillan, nos destruyen poco a poco?, y mientras lo hacen nosotros mantenemos nuestra dignidad... Cuántas veces se confunde dignidad con cobardía, perdóname pero es una palabra que me molesta escuchar.

-Bueno usa la que quieras pero yo soy casada corazón y no ando de cama en cama.

-¡Yo no dije eso!, solo te pedí dos horas en mi cama para disfrutar de la mujer más bella que yo haya visto y claro hacerla disfrutar como su belleza merece

-Eres un Don Juan, mejor nos despedimos que es tarde

-OK, fuiste maravillosa, eres una verdadera mujer, a ver si nos vemos por aquí en otra ocasión

-Tal vez… bye, un beso

-Bye, muchos besos en tu increíble y bella humanidad.

Mónica cortó la conexión, borró todos los archivos temporales, apagó la PC y subió a su habitación, se quitó la bata y desnuda se metió a la cama junto a su esposo, él se volteó hacia el otro lado y ella se quedó despierta pensando, sus ojos se llenaron de lágrimas y el sueño la venció, esa noche soñó que un hombre de bello cuerpo sin rostro la acariciaba preocupándose en hacerla sentir mujer y llevándola tiernamente a sentir varios orgasmos.

Por la mañana la despertó su esposo moviéndola por el hombro, "Mónica, Mónica…¿Porqué estas desnuda?"

-Quería que me abrazaras en la noche, quería que sintieras mi cuerpo desnudo y lo llenaras de caricias amorosas, quería sentirme tu mujer y que me amas.

-¡Por favor amor!, todo lo que hago en la vida es por ti y tú solo sientes que te amo si te abrazo desnuda en la cama

-No, no Gustavo, no es así, sé que me amas y te agradezco lo que haces por mí, pero es que como mujer me siento feliz al sentir tus brazos y tus caricias sobre mi cuerpo desnudo.

Gustavo se metió al baño diciendo…"Además anoche tuvimos sexo"

Cuando él entro al baño ella respondió en voz baja "Tuviste amor, tuviste", él preguntó

-¿Qué dijiste?

-Nada amor, que está bien.

-Ponte un camisón y una bata y bajemos a desayunar.

-OK, voy a preparar unos huevos con jamón.. ¿Te parece?

-Si, está bien

Mónica se puso su camisón y su bata, bajó las escaleras y al pasar frente al estudio se quedó mirando la PC, sintió vergüenza de lo que había hecho y una enorme tristeza se apoderó de todo su ser, entró a la cocina y preparó el desayuno.

Sentada a la mesa frente a su esposo y al terminar de desayunar le preguntó

-¿Ya no te gusto amor?

-¿Y eso a que viene Mónica?

-Es que desde nuestra luna de miel, ya no me deseas como antes, ya nuestras relaciones se convirtieron en algo… no sé amor, solo me la metes, te mueves hasta venirte dentro de mi y se terminó el asunto sin importar lo que yo quiera o sienta… ¿Qué pasa amor?, dime si ya no me amas, si quieres que me vaya de la casa, que nos divorciemos… ¿Qué es lo que pasa Gustavo?

El llanto corrió por los ojos de Mónica él se puso de pie y la abrazó por la espalda mientras permanecía sentada y le dijo.

-Te amo, te adoro, no quiero que te vayas y mucho menos divorciarme, es que eres mi esposa y a una esposa no se le puede tratar como a una….

-¿Cómo a una cualquiera?... dilo Gustavo, ten el valor de decirlo

-No, no digo eso… sino que una esposa es algo diferente, serás la madre de mis hijos y no es correcto que nuestras relaciones sean de una forma…..

Mónica no soportó más, se puso de pie frente a su esposo y con voz cortada por el llanto le grito.

-¡Hipócrita!, eres un maldito hipócrita, has sido el único hombre en mi vida, a ti te entregué mi virginidad, tú me enseñaste lo que es el sexo, me enseñaste a sentir el placer de tu boca mamando mis pechos a disfrutar de tu lengua sobre mi clítoris y dentro de mi vagina, tú me pediste que te mamara la verga y te permitiera llenarme la boca con tu semen, tú juntaste tu boca a la mía intercambiando salivas llenas del sabor de nuestros sexos, tú me penetrabas y me llenabas de placer haciendo que me revolcara en cada orgasmo que me dabas….A ti te encantaba verme ardiendo y sin control saboreando tu verga dentro de mi boca, de mi vagina o de mi ano, tú derramabas tu semen en todo mi cuerpo, cara, tetas, vientre, nalgas, piernas, pies…¡Toda!, absolutamente toda mi piel ha tenido encima tu semen y te encantaba que con mis manos lo embarrara sobre mi piel y después lamiera mis manos….Si Gustavo, ¡SOY UNA PINCHE PUTA DE MIERDA!, pero fuiste tú el que hiciste de mi una puta.

-Aún no eras mi esposa Mónica

-¡Claro que no!.. ¡Era tu puta!.. Y a una puta se le puede satisfacer sexualmente, pero no a una esposa, ¡¡La esposa que se joda!!, una esposa no tiene derecho de gozar, pero las putas si, esas si…¡No te hubieras casado conmigo, me hubieras tenido de puta, amándome como puta, tratándome como puta y cogiéndome como puta!...No quiero ser la esposa que tú quieres tener Gustavo, ¡No, no quiero!...Para mi novia, esposa, amante o puta son solo términos, para mi la única verdad es que soy la mujer de un hombre al que amo con locura, pero si para ti lo importante son los términos, divórciate de mi y tenme de novia o amante o puta, pero déjame disfrutar de nuestro amor como mujer en cuerpo y alma Gustavo…

-Cálmate Mónica y entiende que no puede ser, con la futura madre de mis hijos no puedo tener un sexo apasionado y, y…no sé, inmoral, degenerado

-¡Vete a la mierda!... ¡Y busca otro pretexto para tu desamor y tu actitud miserable y cobarde!

-¿Cobarde?

-¡SI!, cobarde, eres un cobarde, te da miedo tenerme como mujer y enamorarte cada día más y más, te da miedo amarme, te da miedo hacerme feliz como lo hacías, te da miedo que me aproveche de ti usando el sexo para ello, me temes como mujer, no estás capacitado para tener a una mujer ardiente a tu lado por toda la vida…. Te dan miedo los derechos que como esposa tengo sobre ti y te olvidas que estoy a tu lado simplemente por amor y cuando la pareja se ama, se desea y se complace mutuamente en todos los aspectos, incluido el sexual que es importantísimo….Dios mío Gustavo como puede alguien estar tan equivocado en sus conceptos, las parejas se casan por que se aman y no para amarse diferente… ¿¡Quien te convenció de lo contrario!?, ¿Dónde está lo inmoral y degenerado en disfrutar el cuerpo de la mujer que amas?...Dime Gustavo, dame una razón para no disfrutar y hacer disfrutar a tu esposa de lo único en el mundo que no cuesta dinero y que se llama amor.

Mónica se dió la vuelta y subió a su habitación, se metió al baño, lloró por mucho tiempo, cuando se calmó se metió a bañar, mientras se enjabonaba acariciaba su cuerpo pensando en el desconocido de internet, "Al menos se preocupó por disfrutar de mi y hacerme disfrutar"…."Dios mío, ¿Qué le pasa a mi marido?"