Susana no pudo dormir mucho tiempo mas, se despertó a la 6 de la mañana, le dolía la cabeza el alcohol bebido la tarde y noche anterior hacían sus estragos en su organismo, no sintió su estómago revuelto pero si ese dolor de cabeza, "diablos, si esto es la cruda mas vale ser moderada en el beber", tomó de su bolso unos analgésicos y se los tomó, permaneció un rato recostada desnuda sobre la cama, observó como en la parte interna de sus muslos había aún restos del semen pegado a su piel y una mancha amarillenta sobre la sábana delataba lo que había pasado, se dijo "No creo que las chicas que arreglan los cuartos se espanten por esto, a lo mucho les enseñaran las sábanas a sus compañeros" pensó en la afanadora diciéndole a las demás "La del 101 cogió anoche y eso que viene sola", rió de sus pensamientos y se metió a bañar, pasó un buen rato bajo la regadera con el agua cayendo sobre su adolorida nuca.

Salió del la regadera, se secó y salió del baño, en la habitación se untó crema en el cuerpo y mientras lo hacía pensaba "Creo que he tenido mas orgasmos en un día que los que había tenido en toda mi vida", separó con sus dedos sus labios vaginales "Vaya que estar ahí les causa placer, yo creo que he tenido suficiente semen dentro como para llenarla toda, en especial mi amante desconocido, él si la abrió al máximo para llenarla después de todo su semen, que manera de venirse y de llenarla a una", recordaba el inmenso placer que le habían dado esos dos hombres sin embargo aún sintiéndose satisfecha sexualmente no sentía haber logrado nada importante en su vida, "bueno al menos he perdido el temor de ser mujer, de que me miren, de sentirme deseada, de lucir mi cuerpo, de coquetear", algo pude ganar en medio de ésta locura que viven mis amigos.

Se puso una minifalda de mezclilla ajustada a la cadera y una playera grande que le habían regalado en un torneo de tenis en el que había participado, le llegaba debajo de la cintura casi cubría la minifalda, se vió en el espejo y dijo "La podría usar de mini-vestido haciéndole propaganda a los teléfonos celulares" se giró frente al espejo parándose sobre las puntas de sus pies, observó sus nalgas y parte de sus muslos y se dijo "o podría ser edecán en el próximo torneo, no le pido nada a las chicas que trabajan de eso", se maquilló los ojos y salió al restaurante, lo encontró aún cerrado y se fué a sentar junto a la alberca, dentro del agua solo un hombre nadaba dando varias vueltas a la alberca, se quito la zapatilla de un pie y lo subió apoyando el talón en la silla junto a su muslo, se abrazó la pantorrilla con sus manos y recargó el mentón sobre su rodilla y así permaneció observando al "nadador matutino", escuchó que le decían

-Buenos días Susana

Volteo la cara y observó a Fernanda con dos vasos de unicel con café, le ofreció uno, ella lo tomó agradecida, le hacía falta el café de la mañana, Fernanda acercó una silla junto a la de ella, Susana le dijo

-Buenos días Fer, gracias me hacía falta este café, ¿como lo conseguiste?

-Ya sabes, ningún hombre se resiste a unas piernas bien torneadas.

Las dos rieron y tomaron unos tragos de café, Fernanda preguntó.

-¿Te molestaría que te preguntara algo sobre anoche? Ya ves que dicen que no se debe platicar sobre de ello ni aún con tu pareja

-No, pregunta lo que quieras Fer, yo no soy parte de este "clan"

-¿Por qué me elegiste anoche?

-La verdad me lo pidió Eugenio, lo hice para complacer a mi hermano que estaba deseoso de hacerlo contigo

-Pues gracias Susy, no tienes idea de la noche que pasé, él comenzó todo besando mis pies y a chupando mis dedos, besó y lamió desde los dedos de mis pies hasta mi pelo, me besó de una forma increíblemente tierna, me hizo sentir que era yo bella desde los pies hasta el pelo, no sé, algo especial, y cuando me penetró, ¡Dios! Que cosa tan maravillosa, me abrió la vagina al máximo, la sentía extendida y llena de esa cosa tan deliciosa, tuve varios orgasmos, pero comenzaban de mi pelvis hacia dentro, ¡Ay!, ¡no sé como explicarte!, y cuando el terminó dentro de mi, ¡Increíble, realmente increíble!, toda mi vagina se llenó de esa "lechita" caliente, deliciosa y en una cantidad impresionante, no lo puedo explicar tendrías que sentirlo.

-Te entiendo, ya tuve un amante así de bien dotado y bastante cargadito de lechita.

-Entonces mi marido no te ha de haber complacido

-Por supuesto que me dejó satisfecha, si José es un gran amante, tierno, dedicado, amable y cariñoso y sabe satisfacer a la mujer, pienso que te ha de llenar sexualmente.

-Si, la verdad si lo hace, pero la costumbre, el hastío, el tedio de la vida diaria, hacer el amor antes de dormir y despertar a lo mismo y siempre la misma rutina, no sé Susy, estas aventuras tan locas han hecho que revivamos la pasión que habíamos perdido y que al irse nos tenía casi al borde de la separación aún amándonos como lo hacemos, creo que él prefiere llegar al cuarto y verme ahí tirada desnuda escurriendo lechita de alguien que el consintió que me lo hiciera a que yo busque escape a la rutina teniendo un amante, ¿sabes que anoche cuando me vió con toda esa lechita escurriendo de mi vagina además de impresionarse por la cantidad, me lamió la vagina y me hizo el amor mezclando la suya con la de.. "él"?. Y honestamente yo prefiero saber que cogió contigo y no con una puta de la calle.

La charla fué interrumpida por un empleado que les dijo "Señoras ya pueden pasar al comedor", se levantaron, depositaron el vaso de café en el basurero y entraron al restaurante a desayunar del buffet, ya sentadas en la mesa Fernanda solo añadió

-José me decía, "que bien te trataron amor, te inundaron de leche ardiente, te bañaron con lo que tanto te gusta, eso demuestra que lo hiciste disfrutar como loco y debe ser, ya que eres la mejor mujer, la mas bella que existe y la mejor en la cama" y cosas por el estilo que me hacen sentir inmensamente deseada por mi marido, no sé Susy, seré tonta pero me gusta hacer esto, no sé…..

Las dos quedaron en silencio, Fernanda tratando de convencerse de sus propias palabras y Susana pensando en lo dicho por ella sobre su hermano y la similitud con su amante desconocido, sin duda las dos pasaban por un momento de duda, de tratar de entender hasta que punto se puede tener libertad sexual sin convertirse en libertinaje y promiscuidad sin medir las consecuencias que esto puede traer consigo, Fernanda rompió el silencio preguntando

-¿Tú crees que este bien?

-No sé Fer, cada persona es diferente y si esto realmente ha hecho renacer la pasión entre ustedes, ¿Qué te puedo decir?, si yo estuviese en tu caso tal vez haría esto y más por el hombre que amo y por mis hijos, te repito no lo sé, yo soy una solterona empedernida a la que le tiene sin cuidado acostarse con cualquiera conocido o desconocido, ningún hombre me ama, no amo a ninguno, no tengo a quien rendirle cuentas, ni con quien buscar soluciones a nuestros problemas, si ustedes lo han solucionado así, pues bienvenido Fer, sigan haciéndolo, ¿Quién soy yo para juzgar lo que está bien o no dentro de un matrimonio?, incluso las demás parejas no pueden juzgarlo, cada matrimonio es diferente y pienso que harán cualquier cosa por mantenerse unidos.

Su plática fué interrumpida por los demás que poco a poco llegaban al restaurante, José entró, saludó de un beso en la boca a Fernanda y le dió uno en la mejilla a Susana, Eugenio entró y saludo con un beso en la cabeza a las dos, preguntando

-¿Ya desayunaron madrugadoras?, ¿Piensan salir a tomar el sol en la alberca?

Las dos afirmaron y él agregó

-Nos veremos ahí en un rato, podemos jugar con la pelota dentro de la alberca, me voy a desayunar.

Ellas se levantaron de la mesa, Fernanda se fué a sentar con su esposo y Susana se fué a su habitación, caminaba pensativa "¿Cómo es posible que te acuestes con una mujer y unas horas después la encuentres con tu esposa y la saludes como si nada hubiese pasado?, no estoy preparada para esto, realmente no lo estoy", siguió caminando y vió acercarse por el pasillo al chico de la noche anterior, venía con su familia, al verla notó lo sonrojado de su cara, ella se hizo la disimulada, les dijo a todos "buenos días" y continuó su camino, escuchó a la mamá decirle al papá "¿Qué volteas a ver?", ella volteó la cara para ver al chico quien juntó sus manos como agradeciendo que no comentara nada, la mamá le dijo "Y tú también muchacho, ¿Qué ves? respeten a las mujeres".

Llegó a su habitación, se lavó los dientes y se tiró en la cama, se quedó dormida nuevamente, hasta que unos gritos infantiles en el pasillo la despertaron, eran la 11 de la mañana, se puso de pie, caminó al closet y tomó un bikini blanco que había comprado en una pequeña tienda donde tejían con hilo a crochet, quitó las etiquetas las guardó en su maleta, se desnudó frente al espejo y se puso el calzón, el triángulo del frente cubría unos 10 cm hacia arriba de su sexo y unos 12 cm en su parte mas ancha, atrás cubría sus nalgas dejando que se viera la parte lateral de ellas, las dos piezas se unían con dos hilos a cada lado que se amarraban a los lados cerca de la cresta de los huesos sacros, haciendo que de perfil se viera la pierna y el lado de la nalga.

El sostén eran dos pequeños triángulos tejidos que cubrían el pezón y parte del pecho, dejando mucho para ver en el medio y a los lados, unidos por la base de los triángulos por un hilo que se amarraba en la espalda y otro que unía los dos triángulos por el centro en medio de los pechos y en el vértice superior un hilo que se amarraba detrás en la nuca. Se miró al espejo, su piel medio bronceada resaltaba el color blanco del bikini, sintió que era muy pequeño, sin embargo no le importó, "Dos de ellos ya me vieron desnuda y entregada al placer, que los demás vean lo que se cogieron los otros, tal vez les dé envidia", rió de su pensamiento, se puso la playera que traía en la mañana y que le cubría todo el bikini, tomó su bolso, se puso unas sandalias, sus lentes para el sol, su gorra color rosa y salió de su habitación hacia la alberca.

Llegando a la alberca se encontró con Mónica y Claudia, dejó su bolso sobre un camastro y fué a pedir unas toallas, Mónica la alcanzó y le dijo en voz baja

-Como eres, no me dejaste disfrutar de tu hermanito.

Pensó decirle que quiso complacer a Eugenio con Fernanda, pero era mejor no hacer un lío de esto, solo le contestó

-Perdón amiga pero con Pablo tú marido, francamente…. Tú sabes, no, no puedo, además si quieres hacerlo con Eugenio, dile y de seguro que te complace

-Eso si, pero… bueno no importa esto es un juego.

Se sentó sobre el camastro al sol, se quitó la playera y se comenzó a poner loción bronceadora, Eugenio se acercó, le quitó el envase de la loción y se la comenzó a poner él sobre sus piernas, ella le dijo.

-¡Ay Eugenio!, yo ya no sé en que terminará esto.

-¿A que te refieres?, si no quieres no te pongo la loción, era el pretexto para platicar contigo.

-No, no me refiero a nada, a nada hermano, y ya nada importa.

-No entiendo Susy, ten la loción, ya no te pongo

-No, no es eso, termina de ponérmela, ya después vienes a ponerme en la espalda.

El no dijo ya nada mas, le terminó de poner la loción y se retiró, Susana se quedó dormida nuevamente al sol por casi una hora, Mónica la despertó diciendo

-Amiguita, amiguita, te vas a tostar, es mejor que cambies de postura, ya te ves negra

Ella despertó le dió el frasco de loción a Mónica y se puso boca abajo en el camastro, Mónica rió, le desató el listón del bikini y le aplicó la loción en la espalda y en las piernas, dejó el frasco de loción donde lo tenía Susana quien se quedó nuevamente dormida. La despertó nuevamente Mónica

-Susana, amiguita, ya quítate del sol, te va a hacer daño

Ella se despertó se trató de levantar, Mónica la detuvo, se sentó en el camastro y le amarró nuevamente el bikini, Susana se volteó, subió el respaldo del camastro y ya sentada de frente con las piernas estiradas sobre el camastro vió a Mónica sentada en el mismo camastro junto a ella bebiendo un margarita, Susana le dijo

-Tráeme uno de esos por favor

Mónica sonrió y fué por el margarita, regresó le dió la copa y le preguntó

-¿Qué te pasa amiguita, estás cruda, triste o que pasa?

La respuesta de Susana fué una pregunta

-¿A que hora llegó Eugenio ayer?

-No sé exactamente, ya ves que yo también fui a esperar a mi "amigo" secreto, la que debe saber con exactitud debe ser Claudia que le tocó ser comodín, ¿por qué lo preguntas?

-Nada, simple curiosidad de hermana

Le dió un trago a su margarita y se quedó con la vista fija en los que jugaban voleibol dentro de la alberca, Mónica se quedó pensativa observando el bikini de Susana, la volteo a ver a la cara y le dijo con tono que denotaba sorpresa.

-No estarás pensando que tu propio hermano, no, no Susana ¿Cómo puedes pensar eso?, no lo permitiría nadie aquí, eso si que no está en nuestra forma de, de, de divertirnos, no, por favor, no, no puede ser.

-Mónica, no te entendí ni madres, yo solo pregunté a que hora llegó, eso es todo.

-¡Susana!, te conozco hace 30 años, a mi no me puedes ocultar nada y se bien lo que estás pensando, yo no puedo creer, ni siquiera suponer que algo así haya pasado, no seas tonta y aleja de tu mente esa estupidez.

-¿Estupidez?, creo que se le dice de otra forma que empieza con "In"

-Ya sé como se le llama, lo que digo es que tú amiguita eres una estúpida por pensar eso y vamos a hablar con Claudia para saber la verdad.

-No Mónica, no quiero saberla

-Ahora no lo quieres saber, vaya con la pinche vieja caprichosa, primero jodo con mis pendejadas para después ponerme mis moños y no querer saber la verdad, que cómoda postura la tuya.

-Mónica, la estúpida estás siendo tú

Susana se enderezó y acercando su cara a la de Susana le dijo en voz baja

-Sabes lo que voy a sentir, si me entero que mi amante secreto, con el que tuve el mejor sexo de mi vida fué mi propio hermano, lo logras entender en tu ardiente cabecita, eres capaz de comprender el golpe que sería para mi, o por pensar solo en sexo dirás que fui una mujer muy afortunada ya que él está muy bien dotado y te llena de semen por todos lados, piensa Mónica, piensa, ponte en mi lugar.

Recargó nuevamente la espalda en el respaldo del camastro y le dió un sorbo a su margarita, vió a Mónica con lágrimas en los ojos enderezar la cabeza y decir.

-O sea que para ti soy una pobre pendeja que solo piensa en sexo, vaya supuse que me valorabas un poco mas.

Susana se enderezó y la abrazó diciendo

-Perdón Mónica, perdóname por favor, es que estoy muy desconcertada, me siento… no sabes como me siento amiga, ya no quiero saber nada, lo mejor será olvidarlo, pero no te quise lastimar, perdóname por favor ¿si?

-Sabes que si Susana, que siempre serás mi mejor amiga y puedes estar segura que sé como te sientes, lo sé bastante bien, no eres la única que ha tenido experiencias duras en su vida, vamos a dejarlo así, por cierto ese bikini te queda de maravilla, te ves preciosa.

Mónica se puso de pie miró unos momentos a su amiga a los ojos y se metió a la alberca a jugar con los demás, Susana se quedó con la mirada perdida hacia la alberca, se recargó en el respaldo del camastro, terminó su margarita, puso la copa vacía sobre la mesita que estaba a un lado y se durmió nuevamente, sintió la presencia de alguien de pie junto al camastro, abrió un ojo y observó a un hombre alto de pelo entrecano, de cuerpo musculosos sin llegar a ser físico culturista, guapo, de ojos claros, que al verla abrir un ojo preguntó

-¿Susana?, ¿ojitos de agua puerca?

Ella sintió un vuelco en su corazón, abrió los dos ojos, se puso de pie a un lado del camastro frente al hombre y mirándolo fijamente gritó con voz llena de emoción

-¡Carlos!

Se abrazó con fuerza a él recargando su cabeza sobre el pecho del hombre y sus ojos se llenaron de lágrimas, diciendo con voz entrecortada por el llanto

-Carlos, Carlos, nunca pensé que vinieras, nunca pensé volver a verte en mi vida.

Todos lo amigos salieron de la alberca por el grito dado por Susana para saludar a Carlos, pero se quedaron de pie observando la escena, a Mónica y a Fernanda se le mojaron los ojos de lágrimas recordando cuando en ese grupo de jovencitos se supo que Susana y Carlos eran novios, por primera vez entre los que habían crecido juntos desde los 5 o 6 años se escuchaba decir la palabra "novios", ocultos ante los ojos de los papás y mas de los de la mamá de Susana que hubiese golpeado a Carlos por el atrevimiento de querer mucho a su hija, todos los ayudaban a que se pudieran ver, inventando mentiras y engañando a la mamá de Susana solo para que ellos pudieran tomarse de la mano en la casa donde se hacía la reunión de amigos, hoy después de 16 años se volvían a ver y la emoción no se podía ocultar.