miprimita.com

A mi amiga dependienta: pija, puta y tímida.

en Hetero: General

A mi amiga dependienta: pija, puta y tímida.

A mi amiga, le toca hablar todo el día con los clientes de unos grandes almacenes. Ella no para de notar como repasan su cara, su cuello y sus ojos, todos los mínimos detalles, tanto sus jefes como compañeras y algunas clientas. Durante esas horas, oficialmente 7 (en la práctica 8 o 9), siente como los hombres se fijan en sus pechos y en su cola; pues lleva una falda, que deja notar su bien prieto culo. Varias veces se siente molesta, pues ella siente que la valoran como sí fuese se una puta.

Ella se siente rara, es tímida y parece que deba lucir impecable y correcta como si fuera una modelo. Sale a comer, con 2 compañeras y hablan de cosas variadas, también de ropa y de complemento, de algún tema del trabajo, y de como pasarán las vacaciones o el fin de semana (o de cómo ha ido). Pero la sensación de seguir siendo observada y de estarse exhibiendo crece más y más.

Entra a las 9 h. a.m., para cambiarse y preparar las cosas, abren al público a las 10 h a.m.; comen a las 2 o las 3 p.m. –según el turno-, tienen una hora para comer y debería de salir a las 5 h. p.m., raramente sale antes de las 18 o 19 h. No se para a duchar, en el vestuario, ya que no le gusta semitransparencia de las cortinas, y siempre alguna compañera, tiene ojos para mirarla, o eso le parece.

Con todo ella, viene a nuestro lugar de citas o acude al estudio y me espera sin cambiarse. Yo suelo llegar sobre las 7 o 7’30 h. p.m. Y ella esta laboreando por casa, en la cocina o tomando un refresco y algo para picar. No quiere ganar peso, por eso bebe Coca-cola ligth, Seven Up, o cosas así. Raramente se permite tomar una chocolatina, o algo así; solo come eso, si ha tenido un mal día, si le han dado la bronca o ha tenido unas palabras con alguna compañera, con un cliente, o con su familia.

Así me la encuentro y cuando llego: viene a recibirme, o me espera sentada, si está muy cansada o se ha adormecido. A veces, la noto triste y la consuelo y hablamos de sus cosas; también comentamos lo que a mí me ha ocurrido. En nuestras vidas algo fallaba, pero empecé a darme cuenta de lo recurrente del tema de las miradas y de que se ponía colorada o sacudía el cabello o los hombros al mencionar esos detalles.

Por eso decidí ir y revisar su ropa interior y ahí está la sorpresa: el primer día me pareció un detalle, el segundo una coincidencia; a las 2 semanas sabía algo de mi amiga. Ella disimula, pero se moja, el que la mire y la hagan sentir como un modelo y la desnuden con la vista la hace sentir un poco puta. Todo contrasta con su timidez y con su educada forma de hablar. Por eso, empecé a cavilar sobre por que me espera tantas veces, así con el uniforme aun puesto.

He caído en la cuenta, de que le gusta estar en estado de revista y con la misma ropa, para que note sus huellas y como se siente. He empezado a sentarme a su lado y besarla, mas insistentemente que antes: decidí hacer salir su genio o su carácter, por ello la beso y le sobo el culo, le aprieto un poco groseramente los pechos, le alzo la falda o ella misma se la sube con las dos manos, recogiéndola. Y dejo a la vista sus bragas o tanga.

Ella se arregla su pubis, con cuidado y con sus mimos lo tiene elegantemente dispuesto; pero comprometedoramente suele estar húmeda. Sé que tocarse a sí misma no la satisface, le gusta que la apriete con mis manos ahuecando la palma y que presione sobre su concha, con la braga o tanta puestas. Luego le cuelo un dedo, doblado hacia adentro, la beso con intensidad y mi dedo repicotea en su raja. La noto humedecerse renovadamente y más cuando mi dedo medio o el anular, semeja ser el pico de una gallina, que da toques a su intimidad.

Noto que, mientras con la otra mano, le desabrocho la blusa y le acaricio cada una de sus tetas, que le tiemblan. Lo hago así, durante un buen rato, procazmente. Luego con cierta saña, estiro de sus pezones y cuelo las yemas, bajo la copa de su brasier o sujetador. Mientras hago eso, empieza a latirle la intimidad, ella me abraza y me atrae a mí, me mira a los ojos y abre su boca y exhala aire, como un ciclista que asciende a la cima de un elevado pico, de montaña.

Ella, asciende así al pico de su placer, pues se siente tratada como una puta y eso la excita, le digo que separe las piernas y las abre bien, se ahecha mucho, y las mueves inquieta. A ratos acaricio cada uno de sus muslos y le doy pellizcos y meto mis dos manos la levanto y la hago resbalarse hacia abajo y me froto con mi cara entre su coño y la braga.

La noto empapada, gime un buen rato con mi trato obsceno. Con mi boca y labios, retiro su braga. Muerdo la tela y si es elástica se la estiro y se la suelto para que la hostigue en su intimidad, unas ocho o diez veces. A esa altura sale de la noche del aburrimiento cotidiano, y descubre el resplandor del placer. Entre mis labios y lengua se cuela su flujo, que sale abundante en un hilo continuo. Y huelo los efluvios de su intimad, paladeo su sabor (con un cierto a combinación de fresas y berberechos). Le doy unos buenos masajes a sus nalgas y a sus muslos.

Ella se agarra de las corvas de lar rodillas. Mi amiga, se sube la falda o si se la he quitado la corremos de lugar, para que no moleste. La blusa esta desabotonada con ayuda de las 4 manos, de las dos mías y de las suyas; nunca acabo de hacerlo yo solo, ni ella se decide a librar todos los botones; es una tarea común.

Luego, en el curso de los abrazos y de mis masajes se arrellana y se sacude, estira los brazos y la blusa salta, con su colaboración activa. Y le bajo el sujetado, ella se lo afloja y se da unas friegas en ambos pezones. Yo También le doy mis amases, y masajes, pues suelo incorporándome para hacer un cuidado relax. No continuo ordenadamente la comida de su vagina, me dedico atropelladamente a frotarme con ella y a usar mis manos.

Ella por su parte, despliega con maestría sus brazos y dedos como si fueran los brazos de una sepia, me libra de la corbata, me quita el jersey o la camisa y me alza la camiseta, y juega con el cabello de mi pecho. También me atrae por el cuello, concretamente por la nuca, o me sujeta hacia sí por la cabeza –usado sus dos manos, tomando un ritmo y desordenando mi cabello...

La he acostumbrado a ser mía, la convenzo para elaborar la forma de ir vestida convenientemente:

Unos jerséis ceñidos, que le enguantan su cintura y pechos, o unas blusas trasparentes y que dejen ver su sujetador (que debe ser del mismo tono o color; o que conjunta).

Las minifaldas de una sola pieza y cortas (como máximo llegan a un palmo de sus perfectas rodillas).

Unos relucientes zapatos, de 10 o 12 cm de tacón de aguja, punta de ángulo agudo, que luce -en alarde de dominio malabar-, especialmente en los días de descanso, o entre semana ocasionalmente, cuando celebramos algo y ella no ha estado tantas horas de pie (atendiendo tras el mostrador o la caja; en los que se turnan).

Sus braguitas son de colores vivos (rosa, amarillo, naranja, azul y así...) y los sujetadores están conjuntados. Por su textura, usa tejidos variados, de micro-fibras elásticas; también de encajes o de telas que le quedan sueltas (textura suave y de vista transparente), que se le entremete, entre los pliegues labiales y que permite que su rocío íntimo mane en hilo, desde su coño de puta y le descienda por los muslos. Por dos veces, le he descubierto goterones, que sobrepasa él limite de su falda.

Para lucir ha de depilarse con esmeradamente sus piernas y axilas, con frecuencia semanal.

Y la depilación íntima, cada 10 días a lo sumo, ella la realiza siempre en mi presencia, a la luz natural, tras una cortina semitransparente (opaca desde fuera), lo que acentúa su nivel de entrega y ofrecimiento. Caso hacerlo, excepcionalmente de noche, ha de depilarse ante el inquisidor foco de una lámpara de pie,

Cuando salimos los dos, ella me ha de vestir una vez se ha arreglado a sí misma; cuidando de que no se demore mucho. Ella me aguanta la camisa, disponiendo las mangas y desabotonándola y ejerciendo una sujeción suficiente para que entren acompasadamente mis dos manos y brazos. Me abotona, a uno tras otro todos los botones en los ojales y deja libre el último botón. Seguidamente toma, el pantalón del galán y dejando libre el botón superior. Yo, introduzco calmosamente un pie y la propia pierna tras él, y seguidamente el otro pie y la otra pierna en acción acompañada (esta vez con más ánimo). Ella se estira, alargando con flexibilidad y energía sus manos, hacia arriba, me remuevo un poco y coloca la tira superior, para que se cuele el botón en el ojal que está cerca del borden y luego tras colocarlo, me sube la cremallera.

Toma 2 o 3 corbatas, según mis indicaciones; que realizo estando descalzo sobre la alfombra y al decidirme por una ella la pone como una cinta, a ambos lados. Toma los calcetines y mientras los coloca en su antebrazo, de parecida forma a como realiza en las dependencias de la planta de ropa, donde trabaja; y me pone esmeradamente uno y luego el otro. Y tras eso, ella acerca los zapatazos y de sitúa conveniente para calzarme; la cual cosa realiza apropiadamente, mientras yo me hago el nudo de corbata.

Tras anudar el nudo, esmeradamente cierro el botón superior y despliego las solapas de mi camisa, que tras calzarme condescendientemente, ella conviene en acabar de colocar, centrándolo y dando el último toque para que mi cuello surja cual cisne. ; pues teniendo sus preciosos ojos, no preciso de otro espejo que ellos, al menos no en esos momentos. Y luego ajusto el reloj "omega" y también si lo creo conveniente algún juego de gemelos, para los puños de mi camisa.

Es admirable ver lo bien, con tan poco margen de movimiento dos piernas, son juntadas y dobladas, usando torsiones y medios giros, con acompañamiento de cintura, rodillas y tobillos; es que es inigualable él verla como se desenvuelve, para poder hacer todas esas operaciones, sin precisar subir su minifalda. Me recreo, viéndola ir doblando las rodillas, juntas, para sentarse en un taburete bajo, como si fuera amazona, que está montando su corcel, a la manera antigua, de las damas nobles.

Luego de esos cuidados, toma mi chaqueta, y la dispone, de forma semejante a la que un mozo le tiende el traje de luces al matador, para que se disponga a acudir al redo taurino (a ponerse el traje de matador de toros). Luego, tomo su abrigo, de mi brazo, espero a pasar ante los espejos biselados, de tonos plata y oro del recibidor; que lucen desde suelo a techo su inquisitiva mirada, y devuelven el reflejo de lo que han hecho patente.

Ahí, ella se deba atender y acompaño a sus brazos, que al compás entran y se enfunda, toman el tejido y se hacen un todo con ella. Así, la observo y compruebo como la educación que ha tenido en un buen colegio y una universidad de paga, tienen sus efectos en el comportamiento. No menos patente, es que ser atendida por criadas desde sus primeros días, deja una manera de desplegarse, con displicente encanto, para ser atendida; y también para atender, si le viene en gusto y a ella le vengo en gusto, por si queda la duda.

Vamos a cenar, y desde que entramos atraemos algunas miradas, valorativas, ansiosa, algunas con nervios o cierta lascivia, otras con una recriminación que sé mal disimula al tomar con mis manos, y brindarle al mozo de sala su abrigo, para que lo acomode en el guardarropía o para que habiéndolo doblado, lo depositemos en el respaldo de una silla, sillón o butaca.

Durarte la cena, elegimos los platos, dialogamos, comentamos cosas y nos sonreímos. Luego de cenar, muy correctamente, observo las numerosas miradas, de las personas con que compartimos proximidad a las respectivas mesas de cena; o en su caso, a las respectivas butaca del teatro, o del auditorio de música o a la sesión de estreno del cine (sino no nos vestimos así). Con nuestra entrada, se eleva la temperatura del termostato personal de los varones; ya sabéis, el que tienen entre las piernas y supera los 37 grados. Yo, en repetidas ocasiones le requiero que cruce y descruce, sus piernas, para que algunos se impacienten de ganas y algunas de envidia.

Asimismo, le digo que se descalce (si estamos en el cine, teatro o auditorio) y que me masaje, el tobillo más cercano a su piel Ella lo hace, mientras me toma con su mano de la muñeca, y me indica el camino. Ya, noto como se le acelera el pulso y su mano le tiembla, igualmente sé que le tiemblan los labios y las paredes de su inquieto coño. Está deseando que la toque, pero yo a ratos desconecto y procuro mostrarme invariable, aunque me excita eso, no quiero que ella se acalore aun. Imagino, que su vagina se encuentran ejercitándose hasta sentirse solo una masa de ensanchamiento ovoide, que espera sentir algún tipo de filamento que se mueva dentro de ella y a ser posible la haga sentirse rozada y hostigada como por latigazos.

Lentamente, en su intimidad, también en su mente germina el sentimiento de querer ser abordada, con algo que la llene y se mueva rítmicamente (lenta o rápidamente, o de las dos formas). Esta sintiéndose presa de su ansia de sentir una penetración y los toques de mis manos, de mi lengua y con mis labios. El que la miren la dispara, la enerva y la precipita al placer.

Ella tiene las piernas cruzadas y con mi mano aprieto su rodilla superior, y recorro su muslo hasta tomar el borde de la falda y colar la mano hacia adentro. La ascensión de mis dedos es lenta, van escalando reconociendo esmeradamente, cada milímetro de su intimidad. Y así, mis dedos hurgan laboriosos y levantan la tela de la braga; ella da un brinquito y se muerde un labio, me mira, mira entorno nuestro. Le noto a sus dos pujantes pezones, pronunciarse, tensando la tela de su vestido, que se abomba por el empuje de sus pechos.

Penetro con un dedo, recojo y esparzo el líquido que mana y lubricando mis yemas, le rozo así los aledaños de su vagina. Quiero borrar una huella inexistente y le tomo y estiro ese borde de su braguita. Se sabe encendida como una puta, por mí su compañero y amigo. Mi mano entra toda, y le hace descubrir sensaciones que apremian su goce. Finalmente explota, ante mis ojos tengo a una niña bien que su cara se sonroja, la palpitación en sus ingles y vientre ya la domina.

A esa altura, mi amiga no puede disimular, separa los muslos tanto como puede; noto se le separan los labios descontroladamente. Ella entre el goce, de su orgasmo aletea sintiendo las alas de mariposa en que sé convertido su coño y gime en tono bajo. Su temblor placentero, con mi vista y dedos constato y siento el impulso de caer sobre su hombro y cuello. Me dejo llevar de esa sensación, y con mi cabeza apoyada sobre su hombro-cuello y seno izquierdo (o derecho según el lugar y colocación). Así, mis ojos ven el subir y bajar de sus pezones endurecidos, que quieren rasgar la tela que los cubre.

Se sabe ofrecida a mí, y a las miradas circun-laterales que la envuelven y disparan más. Especialmente cuando agarro, con mis 4 dedos –la mano, excepto el pulgar- y le bajo la braga. Ella siente que le ven los pechos y la vulva, están cubiertos, por su ropa sudorosa, que esta bien ajustada y bien pegada al cuerpo. Arremangada su entre sus muslos su ropa interior, toma ánimo y va un momento, muy pijita ella al aseo, a subirse las bragas y limpiarse el flujo que le gotea sus muslos. Se siente humillada y como una puta cualquiera. ¡Sigue muy excitada!. UUUummm. Si, hasta le tiemblan las piernas.

Educadamente, disimula ante todos; pero en varias oportunidades, caliente como una puta, le hago decir palabra como: Fóllame. Como en la sesión anoche sábado 8-01-2005 que le dije bájate la braga y sácala. Se rehusaba, pero mi mano y labios le batían las resistencias.

Laborioso, voy atacando su cuello, sus tetas y abriéndole el coño con 3 dedos dentro (medio, anular y meñique) y mientras le frotaba la lentejilla de su clítoris, en el pulgar e índice y paraba; sin dejarla llegar por 4 veces. Al fin se la saco, y me la mostró: toda empapada. Estaba como una perra, su cara de niña bien grita que una vez se excita: FFFmmmm pierde los papeles y está tan caliente.

K-Uffffmm, si está salida. Tanto que, con su mano aprieta la mía, para que entre mas dentro, para afianzar mi penetración plena.

Tiene el culo estupendo: sabroso, limpio, arreglado (sin un solo pelo), se abre para mí y hasta parece que se lo maquilla. No es un culo cualquiera, esta recién lavadito y con ambas manos me lo dispone así abriéndose ella misma, para deje que mi lengua la acarie:

Primero sus nalgas: Aaaaggggg, que ricamente me saben. Así estoy un buen rato y ella tumbada boca abajo (en casa, o en habitación de hotel); o haciendo una mecedora que se dispone a recibir la lluvia de lamidas de su amado. E

Está muy rica, y más le sabe a ella, una niña educada en colegio del Opus Dei (esos beatones). Sus papis tan rectos, si también la trajeron al mundo a base de darse duro. Mi suegra, tiene una mirada que me persigue. Pero se contiene, por el papi de la Sara, que así se llama mi amiga. Bueno, así estamos un buen rato, hasta que agita el culo pidiendo algo nuevo y más fuerte. Y tiembla toda, en ese punto igual le doy nalgadas, con mano. Que me decido a apretarle los labios de su concha, estrujándolo uno contra el otro, como para hacer salir la perla de sus gotas, exprimiéndola una a una (a veces es un chorrito aaaayyyy). Como le meto un dedo por su orificio anal, girando mi dedo cual un tiovivo de feria y al compás le penetro, su vagina. Así intento que, mis dos dedos se encuentren. Por algún motivo, esas veces, las de la doble penetración, con mis dedos ella se corre más largamente.

Ya empiezo a excitarme, al recodar esas cosas: Uuuffff. Por eso ahora que va a ir a casa de sus padres le digo:

K-quédate aquí, -y ella accede-.

Pienso que, voy a empezar a usar la crema lubricante que vi en la verdulera de la nevera. Ella, creerá que se deshace, al ponerla entre las medicinas, es una verdura más. O bien es para mostrármela o es para ocultármela. Yo me inclino, que es para que la use, es su manera de dar a entender sin decirlo ¿Qué creéis vosotros, que también se habla sin palabras?

Kharlo

Mas de Kharlo1

Oda de la Sumisión completa a su amo

Te domo pero te hago, sentir

Amiga sumisa destapa con calma tu cara

Los catorce mandados de tu amo y señor

Que tengo ansia de ti, mujer

El cante de nuestro encuentro

Acompáñame y por las noches siento el celo de tene

Lo que hay es amor y correspondencia de dos ena...

Ven a mí

Siempre tengo ganas de estar contigo

Permanecer pleno de toda tu amada amante

En la soledad de mi cuarto

Acompáñame y me entregare

Eres profunda y misteriosa

Nos encontramos, es una nueva cita de amor.

Preciosa Sevillana

Vivo por ti

Amada sumisa

Quiero descubrir todo tus secretos

Quisiera jugar contigo todo el día.

Estoy llenándome de ti y sintiendo tu proximidad

Toda mi vida te intuí y te esperé y un bendito día

Que dulce tenerte en mis brazos y que bello es.

No queremos sino regalos de amores

¿Como estas y como te vendrás a vivir conmigo...?

Toda nuestra vida son signos de amor

Dudo de cómo ir a ti y hacerte venir

Quiero repetir mi amor en ti

Amor vienes y te despiertas

Amor de por vida eres tu

Finitos, hacia el infinito amor

Compañera querida y amada

Quiero sentirte, piel con piel

Las tetas son alimento y diversión

Confianza

Me gustan las comidas de Chichi

Para ser felices ambos.

Momentos que estamos juntos.

Mi amiga y mi maestra en el amor

Cuando estoy contigo y siempre estás en mí.

Pienso en ti

Sumisión es cosa de dos

Que bombón que sos

Donde estarás en este preciso momento

Se que soy un ser esperando, esperándote y deseánd

En la oscuridad

Quiero…. Quiero… Quiero

Que bello es un buen culito

¿Que tienes que me das?

Tú no oprimas mis manos

Espérame en el portal de casa

Dudas y quieres venir

Tus ojos ya tristes ya alegres

Me desespero mientras te espero

Ad tempos futurae

Estar juntos muy juntos, aquí y; ahí ahiii

La cama “contigo” es el lienzo del amor

Ser tuyo y entregarme

Y en eso entras, con hambre de mí… y yo fieramente

Eres un deseo constante y realidad siempre

Ladrón soy de tus besos, mercader de tus palabras

Somos una pareja a tres

en jaulas separadas, deseo volar

Tu persona me impresiona

Y yo recorro tu piel

Otra vez más...

Sumisa amada, paloma acurrucada

Te sientes esclava y perrita, de tu amo

Dos jóvenes, amigas y estudiantes de Barcelona 2

Tu Señor Kharlo

Dos jóvenes, amigas y estudiantes de Barcelona 1

Impresiones contigo sumisa amada

Canelita quiero ser sobre tu cuerpo de nata (2)

Te siento exultante y enternecida de amor

Tu rostro me mira y me siento tuyo

Amada sumisa y felina

Canelita quiero ser sobre tu cuerpo de nata (1)

Desnudas mi persona

Tormenta Amada...

Desayunan y acaban con las bragas pringadas

Isabel es tu nombre y eres mi tentación

Una joven loba monta a amigas y prima

Lencería 3 - Con un aire Chic muy sexy, tu aire

Lencería 1 – Con un aire cotidiano, tu aire

Lencería 2 – Con un aire deportivo, tu aire

Cabalgas -con quien amas-

Ensalivo y castigo el cuerpo de una embarazada

La infantilización de una jovencita “bien pija”

La otra mujer que querrías ser

Bocados de amor, me muero y te muero*

Ingrid: se hace la esclava de otra mujer

La jovencita y la lactante

Una jovencita sumisa, que lentamente se entrega

Estación Amor

Trío les - Dos amigas seducen a una mirona, en la

Mi novia y su prima embarazada, mis sumisas

Te hago ir con faldas cortas y tops escotados (4)

Una chica embarazada, desatendida por su marido

Te hago ir con faldas cortas y tops escotados (3)

Dos estudiantes, lesbianas

Te hago ir con faldas cortas y tops escotados (2)

Te hago ir con faldas cortas y tops escotados (1)

Estoy haciéndome, una gran puta

Acudo, ante lo que mi amo ordene

El despertar de una sumisa y de su señor.

Heridas punzantes, en el corazón y en el alma

Sumisamente estás

La poción de Lord Kharlo

Jessy, la bebe que perrea conmigo

Soy su ama y su necesidad desde ese día

Azotes buscados, son azotes queridos

Carta a una sumisa

Despierta o dormida, eres mi esclava querida.

Con tu culito izado en pompa

Azotes para mi aprendiz de sumisa (4)

Azotes para mi aprendiz de sumisa (3)

Azotes para mi aprendiz de sumisa (2)

Azotes para mi aprendiz de sumisa (1)

Me gusta que te desesperes y me esperes

Eres mi cocktail de amor

Mi sumisa, va conociéndose (3)

Dos cuerpos enamorados

Mi sumisa, va conociéndose (2)

Anticipándome contigo, en el nuevo encuentro

Mi sumisa, va conociéndose (1)

Eres un animal sexual

Me comes con tu boca y te pones encima

La gran mamada, me la haces arrodillada ante mí

Te siento mi amante “pony girl”

La gran lianta de Lidia

Cuidador de una mujer casada

Eras una loba en celo y un cuerpo que me pertenece

La sumisa sabes su lugar, unos pasos tras su amo

Mi esclava me siente, como una flor que se abre a

Estudiante de sumisión guapa, atada y simpática

Desvístete en cuerpo y alma para mí y entrégate...

Sumisa desvístete y espérame (4)

Es una chica guapa, simpática, buena estudiante 3

Sumisa desvístete y espérame (3)

Es una chica guapa, simpática, buena estudiante 2

Sumisa desvístete y espérame (2)

Sumisa desvístete y espérame (1)

Es una chica guapa, simpática, buena estudiante 1

La familia de esclavas: madre e hijas, esclavas 4

Hembras de familia bien y bien putas

La familia de esclavas: madre e hijas, esclavas 3

La familia de esclavas: madre e hijas, esclavas 2

La familia de esclavas: madre e hijas, esclavas 1

Las pijitas: la madre y las dos hermanas... 4

Me gusta que me veas desnuda y en ropa interior

Las pijitas: la madre y las dos hermanas... 5

La monja, y dos chicas lesbianas, del internado 3

Las pijitas: la madre y las dos hermanas... 3

La monja, y dos chicas lesbianas, del internado 2

La monja, y dos chicas lesbianas, del internado

Las pijitas: la madre y las dos hermanas... 2

Las pijitas: la madre y las dos hermanas... 1

Domando a Ruth, otra vez

Hermanas amantes, amigas y calientes consentidas

Manchas de dos mujeres

El cafecito no me gusta solo (2)

Siento que mi “mango fálico…”

El cafecito no me gusta solo (3)

Reflexiones sexuales (1)

Amantes, somos amorosos amantes

A veces

Lo deseas más y más, y me deseas más a mi.

Canalladas del destino

Transformé en ti mi deseo

Unión de tres… (2: Tania, Adela y yo)

Dos troncos con vida

Unión de tres… (1: Tania, Adela y yo)

Quiero comentaros unas cosas

Me gustas. ¿Y yo a ti…?

¡Que mi puñal te marque una y otra vez! (4)

El es rico, no lo arruinarás

¡Que mi puñal te marque una y otra vez! (5)

Se necesita interina

Mi segunda ocupación (2)

Soy esclava transexual, de una mujer (4)

Mi segunda ocupación (1)

Soy esclava transexual, de una mujer (3)

Soy esclava transexual, de una mujer (2)

Soy esclava transexual, de una mujer (1)

Mi cuñada es mi amiga

Me gusta iniciar

Me gusta que me esperes

Mi rocío masculino, baja por tu cuello

Consientes ser atada y estar a mi merced (1)

A mis pies te pones y de ello gozas

En un lugar del Sur, gracias a internet

Atada a las esquinas de la cama

El poder de esos ojos, y el pañuelo

Anaís, una lesbiana que se admira a si misma

La Rionegrina, que me cuida

El mando de la ducha y el cepillo eléctrico.

La pulsera de compromiso

Totalmente mia, de tu amo

El pasajero, del tren de cercanías.

En la Telaraña de nuestras vidas

Dos pájaros somos

Sintiendo y orando ante Ti, mi Señor

Te espero, esperanzadamente

Mi alma se eleva y se junta con la tuya

Nos veo tan juntos y unidos como dos diamantes

Y yo soy contigo en el mismo aire

Tú eres esa persona

Azul y verde, el amor nos muerde

¡por estar ahí, yo junto a ti y tu junto a mi!

Las cosas no son lo mismo

Una sesión de amor, hasta nuestra pasión saciar

Tiemblo a tu lado, tiemblo dentro de ti

La tentación, por ti, me nubla la razón

Maria: ¡la confesión, de una esclava! (2)

Maria: ¡la confesión, de una esclava! (5)

Maria: ¡la confesión, de una esclava! (4)

Maria: ¡la confesión, de una esclava! (3)

Maria: ¡la confesión, de una esclava! (1)

El sentimiento nos crece, el amor nos mece

Te Respiro, el aliento

No soy mía, soy parte de ti

Ligo con esposa embarazada, de mi amigo

Los azotes

Yo, en un columpio quisiera ponerte.

Quisiera sostenerte, junto a mí, en este mes...

A veces te siento, como que de mí estás tan lejos

El hallazgo de “ACRHUS”

Tumbada en tu habitación, de madrugada.

Dudas y por eso das los pasos tan despacio.

Crisanta, mi vecina embarazada

La espera tiene su recompensa de amor.

Me siento entregada

La línea dos, del metro: con dos seres amándose

La -bizarra- gamberra...

El autobús de retorno

La mulata preciosa, Virginia Suzzane

Los dos vestidos: tu piel y tus sentidos.

El día de nuestra boda, tus manos se aprietan 2

Educando a Eva, una -aprendiz de sumisa-

A solas me esperas

Acabamos sobre el suelo, sudorosos y felices

Intento imbuirme de ti y verte

Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa (6)

Día a día, amada mia... - Dia a día te ama mi alma

El día de nuestra boda, tus manos se aprietan 1

No había tenido la dicha de sentir alguien como tú

Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa (5)

Es una loba, con piel de cordera

Fue una relación centelleante

Alargando mis manos hacia aquella chica

Me atrae mi hija, y yo a ella...

Amor y amistad

En un país, nuestro país

Eres como te siento

Conmovidos ante el mundo entero

Sonrisa preciosa

Tus labios íntimos

Alma mía entre la distancia

Mi anillo de platita contigo, que eres mi...

Es mi amor para ti

Ahora tu recuerdo te trae a mí

Llorando a veces nos descubrimos que la tristeza

El valor real es estar desafiándome...

Pienso lo que será, que modifiques tu ropa para mí

En la pena muda del silencio

Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa (2)

Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa (3)

Cuando estés un poquito mal

Bésame y me puedes desnudar, es algo muy nuestro

Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa (4)

Las dos hermanas santeras y mi arisca jefa (1)

Cada mañana tienes una palabra de amor

Desayuno de Amor

El Alma me arde, cual zarza dolida y transgresora

Peluquera a domicilio, masajista ocasional.

Decidió entregarse a mí, en el partido de fútbol

Bajo por la calle, pensando en dos barquitos...

Mis fetiches son la ropa femenina y los olores

La adolescente mirona

Virtualmente te conocí y me enamoré de ti

Habitación de Amor, es la mujer embarazada

Almudena y Berta: jovencitas amantes

El encuentro deseado

Quizas, el paso es aceptar la completa sumisión

Tus palabras y tus gemidos, están en mi óidos.

Chica mala, mete tu mano dentro del tanga,, tócat

Quizas, el primer paso es venir a verme

Amalia se entrega a mi hija y dice que me desea

Musa amada, tu a mi vida iluminas

Eres esclava, de tu amor

Pasear contigo

El descubrimiento: Me gustan las Adolescentes

Alber mi esencia, en tí

Es un martirio desearte y no tenerte

El niño de cuatro dedos, el tullido y el monje

Seduzco y someto a Amalia, la amiga de mi hija

Deseo Poseerte Entera

Tu eres mi sonrisa

Tus ojos brillan cuando me hablas

Carta a un concebido, acomodado dentro de su mamá:

El Don del Bangré

Así estamos, asiéndonos de mil maneras.

Hola sonrisa

Tu siempre... de mí, tendrás mucho más .

Mi cara se gira a tí, dentro de tí me descubro

Me gusta cuando callas, y desde tu silencio te das

Notas que caminas delante de mí

Dormido en tus brazos, te quiero

Unos momentos, ante los rayos de luna

Corazón que vuelas libre

Sentimientos que se me salen

Cuando estamos solos, todo se transforma

De mí para tí, este canto ha nacido

El tiempo no existe

Jardincito mi dulce jardincito

En la sombra de la noche

Los dos

Nuevas maravillas encontradas

El azar, pone a dos seres: Uno frente al Otro

Vistes selectamente y buscas un algo más.

Me entrego a ti emocionado

A tu vera, vive la primavera de mi amor...

Somos seres asintientes que caminamos -mirándonos-

De continuo permaneces en mi ser

Estoy enamorado de ti...

El corazón se esfuerza imparable

Mi amada de ojos verdes

Estoy profundamente enamorado de ti, mi Sevillana

Compartir contigo el Amor

La adolescente mirona se masturaba ante mí, y yo..

Me rasuro, para ir como una puta y golfa

Confesiones Utha: mi sobrina rubia con coletas

El entendimiento S/M

Te amo, Amada mía (2)

Te amo, Amada mía (3)

Te amo, Amada mía

Soy el INSTRUMENTO de placer

Rasurada y tomada analmente

Encuentro la Sumisión de Evelyn

Sumisa, encuentra amo y amor

La sumisa, mi mujer, ya no está sola

La sumisión de Mar

Querida Sumisa amiga, aspirante a Esclava (1)

Alia, la joven madre, es mi amante (2)

Me apoyé en mi amante, junto a su marido y cuñada

Mi amante, es una mujer casada...

Seduzco, Masturbo y follo a la amiga de mi amante

Alia, la joven madre, es mi amante (1)

Mi sobrina Reyes, mí desayuno lindo (2)

Mi sobrina Reyes, mí desayuno lindo (1)

Mi sobrina Nina... (3), se desnuda y nos pajeamos

Mi sobrina Nina... (2), me enciende muchísimo

Mi sobrina Nina... (1), está sola en casa.

Una sobrina, encendida como una puta, se me pajea

Te sorprendí de nuevo Rhut (5)

Lidy, gira sobre la mesa...

Lidy, la hija de mi vecina...

Te sorprendí de nuevo Rhut (4)

La hermana de mi cuñado, es una ladrona

Mi sobrina, se me entrega

Hermana y sobrinas amantes (2)

Hermana y sobrinas amantes (1)

Cristy mi amante hermana, lactante

Nury (02: El juego es tomarte tu cola intimamente)

Nury (01: El juego es seguir el juego...)

Vane y Jeny (3: Vane, estás celosa de Julia)

Te descubrí subida a una escalera, nina....

Vane y Jeny (2: La seducción completa de Vane)

Vane y Jeny, se hacen novias (01)

Te sorprendí de nuevo Rhut (3)

Te sorprendí de nuevo Rhut (2)

Te sorprendí de nuevo Rhut (1)

La primera carta

Fran y Lidy, madre e hija, deseando la noche

Silvia y las manos de Kharlo

Rosy y Alicia: dos hermanas viciosillas (3)

El pais de las maravillas y; la flor de terciopelo

Rosy y Alicia: dos hermanas viciosillas (2)

Rosy y Alicia: dos hermanas viciosillas (1)

Recuerdos de Kharlo (06: usa la vara de azotes)

Mi tutora favorita, del St. Nicolas College

Amor furtivo, en el internado, St. Nicolas

La niña pija, dominada y cogida por un desconocido

La niña pija, se deja masturbar en una tratoria

Paula y Andrea, van a la playa

El Estudio (3) Contrato de sumision 24-7

El cafecito no me gusta solo (1)

Chat lesbico

El Estudio (2)

El Estudio (1)

Kharlo y Rhut, en la carretera comarcal, (2)

Kharlo y Rhut, en la carretera comarcal, (1)

Recuerdos de Kharlo (5)

Recuerdos de Kharlo (4)

Recuerdos de Kharlo (3)

Recuerdos de Kharlo (2)

Recuerdos de Kharlo (1)