Sumisa desvístete para mí y espérame disponiéndote toda tu 3.
Te sientes en completa globalidad "unida a mí" vives adhiriéndote a mi, un tanto intimidada e intimizándote conmigo de forma "creciente". Es como si a tu coñito, le creciera una suerte de "sensuales" e intangibles incisivos. Y mis acciones pare que te lentamente te estuviera endientado, vas deseando poder morder íntimamente mi "pene" y a la vez tu "coño" llama "angustiosamente" deseando ser marcado y mordido por mi, tu amo y amante (las dos cosas, van juntas).
Ahora tus pezones están hechos dos diamantes, pero a la vista parecen "descriptivamente" son unos carnosos fresones. Con mis dedos te voy puliendo los dos diamantes, por eso siento que entre mis dedos te los uso, estiro y rozo, aprieto y retuerzo. Y tus que antes vivías tan piamente, ahora tienes tu alimento de placer y de sensualidad "conmigo".Y son tus ojos, los que brillan cuando, otra vez, y por tus manos. Pero, con la acción de mis pies, uno en tus pechos y otro en tu vientre; con esa acción te llega el orgasmo, avasallador y haciéndote más sierva de mi.
Y te colocas más, así acaricio por unos momentos tu coñito latiendo. Y te vuelves alocadamente una hembra gozando, mirándome y cerrando tus ojos. Te muerdes los labios y me miras. Eres feliz, y apuras hasta el último segundo. Te quedas sin fueras, tras esta segunda gozada, ahí sobre la alfombra, en el suelo y así estás, hasta que tras reponerte, te levantas y te estiras a mi lado.
Así, estás feliz... Te quiero tomar, por tus axilas y estirarte, mirarte y sentirte como una muñeca de trapo, que cobra vida y vibrando conmigo. Me levanto, y bajo la persiana. No es preciso hablar ahora. Siento tu calor, el silencio habla y vivimos cada segundo. Nos movemos y nos rozamos, muy entradamente, cariñosos y amorosos, ENAMORADOS: un amo y su sumisa.
Luego, habrá más y saldremos, pasearemos y hablaremos de todo. Pero estaremos juntos, principalmente. Las dudas se acabaron, también el primer rubor de desnudarte. Toda tú te entregas y te dispones para mí. Te pegas, con tus brazos juntos, aunque a ratos se despegan para abrazarme, para reintegrase a tu posición de entrega. Quieres estar expuesta y entregada por completo, quieres darte más, perderte de todos para encontrarte conmigo "indefinidamente", siendo solo sumisa de "tu amo".
Toco tu pelo, tos ojos y distintas zonas de tu piel. Te tuve como mía desde las primeras conversaciones, y te vi por webcam. Y miro en la mesa, si lo veo. Has traído un collar, para ser galardonada con el. Siempre temes no comportarte como espero, como deseo y no ser una buena sumisa. Y temes alcanzar tus límites, demasiado pronto. Por eso te fuerzas a aguantar más y a seguir dando otro paso más, en tu camino de sumisión.
Y quiero sentirte otras veces como ahora, pero con un "abreculos" metido atrás, en tu zona anal inmerso. Si, también lo he traído, y no es un castigo, es un premio. Te lo colocaré, tras encremarlo y encremar tu ano. Te lo colocaré, mientras te masturbas, tras haber llegado con tus dedos mirándome y sacándome el slip con tu boca (labios, lengua, sin morder con los dientes). Y tras colocártelo debes de volver a masturbarte, para correrte. El premio de tener tu culo, antes será precedido, por penetraciones con uno de mis dedos (dos dedos, no te los mereces aun, eso es solo para las que son esclavas y tu aun no eres eso).
Eres tan detallada en todas tus cosas, que reflejas las vivencias de la sumisa que siempre fuiste y no descubriste hasta época reciente. Y reflejas deseos de más sumisión, lo sepas o no así me lo transmites desde el principio. La sumisa que res, tu misma te sometes primeramente contigo misma, te privas de cosas, como anticipo de lo que espera sentir conmigo tu amo.
De soñar y leer y releer relatos de sumisión, en un principio pasas a necesitar eso y tienes pequeños estímulos contigo misma. Son pequeñas pruebas, hasta que das el salto y empiezas a desear tener "amo". Así se inició en ti, conmigo Tu cuerpo, tu piel y tu corazón necesitan sentir la realidad de un trato de sumisión. En un primer tiempo bastan los emails y alunas cosas virtuales, que solo son incentivos, y aperitivos de algo más físico y crecientemente necesario. Tu ser, cuerpo y mente, piden un "amo" con cuerpo y mente, a quien servir y amar, tener su cara, su olor, su sabor, oír sus palabras y poderlo tocar. Tu cuerpo normalmente "dormido", despierta junto a el y pide cada vez cosas más intensas, las detallas más, te asaltan los deseos cada vez más fuertemente. Te vienen las ganas, de despierta y de dormida, te vas transformando. Y sientes que estás a punto de tocar y de conseguir un contacto primero intenso, que siento como muy excitante y con el que estás fascinada.
Tu, en este paso ya reconoces, que has tenido amo, sin rostro hasta que me conociste y que ahora me tienes físicamente y en tiempo real contigo. Por lo cual, tu persona está nerviosa, hasta el preciso momento en que empiezas a oír mi voz y te inicias en obedecerme. Si en tu interior llevas una sumisa, esta como en tu caso te domara y te entregará a tu "amo", para servirle y obedecer sus deseos. Si eres sumisa lo sabrás, un amos tiene sus deseos, que son los tuyos.
Y en algún momento, te oirás a ti misma sincerándote del todo y llegarás a poderle contar cada una de tus ganas, las cosas que deseas que el te haga y las que le quieres pedir que él te deje de hacer. Quieres estar siempre con el, tenerlo entre tus brazos y ocuparte de él. No es que quieras que haga todo, simplemente se lo cuentas para que el sepa lo dispuesta que estas y que complaciéndole eres feliz y tienes placer con el placer de él. Pero, si tu "amo" te da, como yo te doy cosas que quieres, eso te hace entregarte más a el, pues además te valora y te comprende, hasta darte ciertas cosas y dar forma a esas aspiraciones de chica caliente que llevas en tu interior El desnudarte, hace que surja tu vergüenza y esa misma es entregada a tu "amo".
Como me entregaste, la vergüenza por webcam; así también, te quiero tomar eso, personalmente, pero más personalizadamente. Me entregarás tu cuerpo, tus miedos y tus ganas, sin disimulos y en real, en vivo y estando en un cuerpo junto a mí. No obstante, me gusta que seas obediente, las desobediencias se pagan, en sesiones de 20, 40 o 60 azotes. Por eso, piensa bien y recuerda siempre puedes para, diciendo que llegaste a tu límite. Pero, tal límite si es tal, es empequeñecerte tú, mi sumisa. La sumisión, es parte de tu persona y es algo que llena las cosas de esta vida y este mundo, que además de ese modo te sientes más plena y más gozosamente mujer "enamorada" de tu amo.
Una sumisa, como tú no sale a busca hombres y lo que espera en toda ocasión es divertirse, aunque al principio no sabe como. Se desengaña de las personas y de ella misma. Hace amistades y va por la vida, pero le falta el sabor salado y el picante, con lo cual tampoco puede notar la dulzura y la blandura del placer amoroso, pues ella necesita un algo más indefinibles (pero que su cuerpo, su mente y su corazón anhelan). Tú sumisa, me anhelaste a mí, tal como soy cariñoso e intenso, a veces severo y otras veces benévolo, contigo.
Sumisa como eres, empiezas a entender que debes blandirte tú voluntariamente, para tener más amor de tu amo, lo cual haces al ritmo que vives y que se va acelerando, ocupando más esferas del mundo circundante. Esta claro, que todo empieza sintiéndonos bien como persona, con una conversación agradable, se intima y en algún momento surge la atracción y las ganas de hacer locuras.
Dedicado, a esas personas que viven tormentosa y sinceramente sus vidas, compartiéndose por entero "al margen del que dirán y pensarán".
Dos amantes, se insertan e injertan repetidamente y llegan a un momento, en que ni estando "aparentemente separados" dejan de sentirse, cada uno como una parte del ser amado, de tan viva que es la vivencia amorosa. Dos amantes, siendo así se inmergen y se sumergen físicamente y también mentalmente, cada vez más allá, más hondamente y con más sentimiento Penetrándose indefinidamente... así...