Dudas y por eso das los pasos tan despacio.
Dudas y por eso das los pasos tan despacio, con tanto cuidado que hasta yo mismo, lucho para resistir a ir, para "forzarte" y traerte conmigo. Mi carácter me reprocha, que no te reconozca todos tus mimos y siento en mí tus mismos dolores. De tus vivencias, en mi mismo aprendo.
Las lágrimas, que por si mismas salen, me hacen ver las dificultades, ante las que te hallas. Esas, gotas son manifestaciones de los latidos del dolor y del amor. Y mis pensamientos, alocadamente me repiten tu nombre, que mezclado en mi sangre, circula por toda mi persona.
Quiero estar dentro de ti, porque me siento como un condenado, viviendo la soledad de mi lecho. Me repito, que podías estar conmigo, me digo que si aun no estás aquí y ahora, es por no haberte convencido, con mis hechos, suficientemente.
Como no saber, que me correspondes amores, con tantísima devoción, si tú me lo demuestras, en todos los momentos. Pero yo, no tengo bastante; soy egoísta y te quiero de forma permanente, abrazándote y adhiriéndote a mí
Se que me conoces muy bien, siento como todos tus sentimientos, se transcriben y me llegan entre las letras, de tus poesías. A veces, te imagino tendida, boca abajo y que así para mí te expones y acaricias tu íntimo interior, frotándote sobre las sábanas de la cama.
Te has sacado tus ropas, las cuales expones como una personal mantelería. Y, sientes mis ojos, sobre ti. Tú, me sientes como tu ser amado, sientes una de mis caricias y te mueves un poco. Y mientras, me agradeces estar ahí y hacerte sentir que me complaces "existiendo para mí y conmigo a tu lado". Ahí estás, sin oírme y esa ausencia, se te multiplica y da como resultado una agonía de enlazados deseos, sin materializarse.
Juntos nos surge del deseo, y la llama de la pasión te prende; a solas añoramos a la mitad de nosotros mismos, que ha quedado en el otro. Sientes, que te llegan los prolegómenos de los próximos arrebatos de un sexo compartido. Tus pensamientos, son un vendaval, el alma se te inflama, como se me crece la mía antes de verte-. Tus pechos me llaman y que mi voz salta alterada; si alguien o algo me interrumpe, separándome de ti. Quieres, que inicie una larga posesión, sobre ti y que vaya haciéndote más mía.
Las ganas nos crecen y tu quieres que todo yo, me de a ti. Quieres, que ardamos juntos, en las llamas de la pasión, del sexo y del amor (todo a la vez). Desvestida, recuerdas, como con mis caricias te arreglo y tu cuerpo, tras mi contacto se queda en armonía.
Observo como tu cuerpo se mueve, y en tu piel adivino mis pasadas señales. En tus labios, se mezclan las ganas de reír y las de llorar. Te debates, pues quieres seguir callada y a la vez gritar palabras de amor.
Y, tendida sobre la cama, mudamente me haces miles revelaciones. Te agradezco, cada minuto, conmigo: al amanecer, en nuestro permanecer, al dejarte tomarte y en nuestro pasear.
Te quiero acariciar, por toda tu piel y reconocer todas tus intimidades (boca, "vagina" y culo; también tus oídos, orificios nasales, el ombliguitos y los huecos de tus ojos). Saber como respondes, es algo que me da, la información, para hacerte feliz, de nuevas maneras.
En mi corazón, enamoradamente presente estás y trabajando u orando, conmigo te encuentras. Caminando o corriendo, llorando o riendo, entre mis brazos te tomo, y te estrecho y te aprieto a mi pecho, para mirarte y sostenerte, para besarte y en tus ojos verme.
Conmigo vas, a mi te das y siento tus palabras y tus variados tactos, tus pensamientos están con los míos, íntimamente unidos E íntimamente, quiero estar contigo y cotidianamente sentirnos juntos. Eso espero, eso de ti quiero y en eso esperanzadamente confió lograr Un día, y al siguiente, y dentro de un año y de veinte
Te amo , te espero, y sentidamente te quiero.