La línea dos, del metro de Barcelona: con dos seres amándose.
Se siente morbosa y excitada, por un ser maravilloso, que surge de una multitud del metro. No se gira, siente y se abandona. Hasta que es arrinconada y se deja hacer el amor... Mientras, la gente pasa, se enteran de algo, y eso si cabe la excita más. Y se maravilla, de cómo "alguien", le puede hacer sentir tanto placer.
El calor me sofoca, y en esa situación apenas podré respirar. Y entre tanta gente, me es muy difícil controlar y "no exteriorizar un cierto pánico". Me aprieto un mano, con la otra, junto mis piernas y con el contacto, de mis muslos rozándose me intento aislar del entorno.
Yo, empiezo a ser consciente, de la presión de la tela de mi sujetador. Siento, el íntimo contacto y vivo uno sensación, de tener encarceladas a mis tetas. Y, noto como se me aprieta la gente y por un lado y otro me rozan: la mayoría inconscientemente, fruto de las circunstancias; pero, alguien me ha tocado mi culo y las tetas. Eso, me altera y siento que nace, un placer delicioso.
Me siento, abandonada y expectante, pierdo mi voluntad y quiero que siga esa sensación. Deseo, que algo mas me pese. Me siento entregada, ante unas manos y piernas anónimas. Cierro los ojos, empujada, por la multitud. Me siento llevada, y me dejo ir. Voy sosteniendo mi bolso y noto una nueva caricia, entre mis muslos. No miro, deseo recrearme, en esos tocamientos.
Luego, la presión es completa. Me llevan, físicamente, entre otros cuerpos. Y yo, oculto mi mirada tras las gafas. Y una mano, vuelve a tocarme, uno de mis pechos desde atrás. Siento, la fantasía de querer sentir, que me tomen ahí mismo. Me gustaría ser, arrastrada a un rincón, y apretada a la pared y que ahí mismo me sujete, con un brazo a cada lado y con una de sus piernas me separe mis muslos y me saque las gafas. Quiero, que me obligue a estar deliciosamente dispuesta, para el o para ella.
Deseo sentir unas manos, quitándome uno de los botones y usando su mano sobre mi piel y que se acerque a apretarse sobre mí
Quiero, notar su decisión y que no se corte, aunque yo le proteste un poco, y quiera zafarme. No ha de dejar que siga protestando. Solo, a de poner su mano en mi cintura y acariciarme una de mis nalgas y besarme el cuello. En estos momentos, sintiendo eso. Una situación que he vivido tantas veces me siento humedecer, abajo. Y quisiera, identificar a la persona o personas que me tocan, para que entienda que mi ser empieza a desesperarse de ganas de ser suya.
Me gusta, que quien sea, se comporte conmigo como un gallito o como una "gallita". Que, está ejerciendo su dominio sobre mí. Mi vientre, siente las primeras hondas de felicidad. Noto como la tela de mis bragas, se mete entre mis íntimos labios. Y me siento, dependiendo de su actitud. Noto como me susurra: ¡Separa tus piernas, ábrelas un poco más muchacha!
Yo no me puedo resistir, y "quien sea" me vas llevando a empujones y me mete la mano, por encima, sin siquiera desabotonarme el pantalón. Y sus yemas, estiran un rato de mis braguitas, por encima. Miro y las veo quedar a la vista. Las ha sacado como unos cuatro dedos. Y la tela, elástica, me a separado mi vulva, la aprieta y envuelve. Me mojo tanto, que las empapo y siento como me baja un haz de gotas, por cada borde lateral de las bragas. Y sigue, quien sea, dándome tirones y haciéndome sentir más y más caliente.
Me mete, la otra mano, entre los tres botones abiertos (dos que llevo normalmente, y otro más que me ha abierto con mi consentimiento-). Me empiezo, a notar subiendo al clímax y los latidos de mi vientre y de mi vulva, son rítmicos, se aceleran y se sincronizan con mi "desbocado corazón".
Mis pensamientos, son turbios y sensuales. La humedad me trastorna. Muevo mis dedos dentro de mi calzado. Noto como la mano superior, la que no da tirones a mis bragas, me está acariciando, a su discreción, primero uno y después el otro pecho. Hay poca luz, pero el que haya gente, impide que me viole. Pero, siento algo parecido a ser de "quien me toma". Y, miro la mano que me estira la braga; y luego, la otra mano, que pasa de un seno al otro. Y le miro a los ojos, donde siento su brillo y la saliva en sus labios. Es, solo un momento. Luego, mientras estira la braga y esta me masturba y me hace gozar, me da un beso profundo. La lengua, me reconoce y masajea bucalmente. Y, mis manos, antes apretadas a la pared, se acercan a su cintura, se mueven por su espalda y bajan a sus nalgas. Y, me aprieto, a quien me ha seducido. Y, toco su cuerpo, pues estoy deseosa de ser suya, una vez más y que me haga más cosas
Mientras, una de sus rodillas, acaricia el interior de mis muslos. Esa rodilla, es como una tercera s mano, noto su calor y sus caricias me hacen estar sudorosa. Con manos, puestas como garras, me aferro a ese cuerpo. Mi boca se entreabre, centímetro a centímetro. Toda mi piel, y toda yo estoy caliente. Y su mano, deja las bragas y baja hacia mi entrepierna, íntimamente depilada y sumamente calida, que palpita mojando a esos dedos.
Y, se para de repente, unos segundos. Estoy en el punto de no retorno y noto que me muevo, a ritmo lento. Pero, soy consciente de que no quiero dar esto por terminado.
Y me dice: ¡Si, sigue así, y nota esto !
Es su mano, dos de sus dedos por un lado, y el resto que acompaña. Quien sea, manualmente me está separando mis labios. La mano se abomba y levanta mi braga, y un dedo (alguno de los centrales, me roza mi capuchón). Y me está tomando, con sus dedos. Sabe que me he corrido, y quiere alguna cosa más. Es otra sesión, de íntimo masaje y masturbación cuádruple:
--Los ojos y la boca, se dedican a mi cara. Miran, y sacan información, de cómo me sientan sus atenciones. Y su boca, me deja sin habla, casi sin respiración. Respiro y expiro, como "quien me toma", solamente por la nariz. Nuestros alientos se beben y se golpean, con los labios y nariz de alguien tan caliente, como quien te está tomando.
-la rodilla, suave e insistentemente me roza los dos muslos. Sube y se detiene, llega hasta las ingles y da golpes, como de tambor (o eso siento). También, mi intimidad tamborea. Y le acaricio, sus nalgas, toco y me aprieto. Y tiemblo , porque me estoy volviendo a ver llegar, a la pasión y al goce de una nueva corrida.
-una mano, la izquierda: me acaricia mis pechos, un rato uno y un rato el otro (me ha bajado las copas, de mi sujetador y acaricia y soba, aprieta y estira, hunde y retuerce).
-La mano derecha, me está trabajando mi vagina, me abre con dos de sus dedos. Y con los otros, estira la piel labial, casi desde las ingles y la suelta. Me siento ser de una cálida y placentera goma. Y diría, que uno de los dedos centrales, toma una gota de flujo y como un colibrí, golpea Me tortura a mi clítoris, y frota la entradita vaginal. Luego, vuelve a sumergirse, como un aguijón perforador y extrae placeres de mi pasión más salvaje. Hace circulitos, y hunde una de sus falanges, luego dos secciones de dedo. Finalmente entra, todo el dedo y me remueve mis lubricantes y salta el placer Mientras me muerde el cuello, me marca, para que me queden huellas de que he sido y soy suya
Y ahí, me tengo que agarrar, a su cuerpo. Y miro a la multitud, algunas buenas gentes notan algo. Una cosa de jóvenes, se dicen. Y, no se dan cuenta, de cómo me está haciendo suya. Me siento muy satisfecha, comprendida, complacida y Me vuelvo dependiente, de quien me hace tan feliz. Iré a donde quiera, tantas veces como quiera. Si me ha hecho tan feliz, en un primer encuentro
Para, esa persona, soy tan fácilmente manejable. Quiero, estar lejos y con quien me libera de cualquier idea de detener todo, aquello. Al menos, de mi parte, ya que cuando siento bajo mis manos su espalda y glúteos creí morir. Y una de sus manos, la derecha, separa y frota mi vagina; y la otra, esa "tiernamente siniestra mano", ya ha bajado por mi vientre, y esta en mi espalda, en el nacimiento de las lumbares, ahí justo sobre mi culito.
Su palma izquierda, pues está abierta, está tomando apoyo a ratos sobre la pared o comprimida entre mi espalda y la superficie de obra. Y su lengua explora, mi agujero bucal, al mismo tiempo ahora, dos de sus dedos, de la mano derecha, me están remedando, los mismos movimientos "en mi orificio vulvar", del mismo modo que arriba me lo hace su lengua.
Hemos asumido, complemente nuestros papeles:
--Yo, estoy totalmente entregada. No aceptaría, ni podría parar a quien así me entiende, ni pararme a mi misma.
--Quien, me conduce y me toma, también está como una moto... Corre, por el circuito de mi cuerpo, sube por las recatas de mis muslos, brazos y cuellos, gira soberbiamente por las curvas de mis nalgas, labios, y senos. Y entra, internándose, en los túneles bucal y genital. Únicamente, ha escapado, el pocito de mi ano, que queda como un manantial, dispuesto para ser regado y cultivado.
Ese cuerpo, junto al mío, me da un gran gusto. Me toca y me toma, me aprieta y se aferra a mí. Me usa y me despierta, un placer poderoso. Y ahora, si mis "músculos vaginales", se aprietan y sujetan los alargados dedos. Con mi intimidad, lubricada tomo sus dedos, al tiempo que con mis manos me aferro a ese ser. Me amalgamo, y me sostengo, a esa pasión y ser dominador, que se encarnado en una persona. Siento que, está delante de mí, un ser único. Me siento maravillada de gozar así, en el metro de Paseo de Gracia, en un rincón, junto al ascensor... Nos miran, se enteran de algo, pero ignoran más
La gente, va con tanta prisa, después de salir del partido de fútbol, que no pueden enterarse, más que levemente, del espectáculo que interpretamos. Soy, un corazón excitado, unos pensamientos desbocados y me siento como una orquesta, a quien un "magistral director", a mi corazón le hace saber que ha de sentir de todo: en los muslos, en las tetas, y en mi coño...
Fue un goce fenomenal, me siento deliciosamente mojada, con recordar aquello. Y eso, lo siento cuanto estoy junto a su persona, con mi cuerpo junto a su cuerpo. Y me humedezco, mojo mi tanga o mi braga, en cuanto empieza con su forma de hacerme suya.
Luego de eso, me llevo, transformó mi vida. Y somos pareja, me hace muy feliz cuando me esta follando y de qué manera lo hace, me chupaba de tantos modos las tetas. Me separa y junta los muslos. Y se pone a mi lado, encima y debajo. Me hace desear, todo su ser, desde los pies... hasta el más largo, de sus largos cabellos. Me recreo, saboreando su bonita boca
Estoy enamorada, y me pregunto Que reservará, para lo que "dice que es su precioso culito..." (Lo dice refiriéndose al mío ).
Te amo, y soy tuya