MARIA: ¡LA CONFESIÓN, DE UNA ESCLAVA! (IV)
Me llegaba el creciente placer, así "entregada" al goce, estando encendida contemplativamente. Y él, se tendió en la cama, se bajó el slip, y se empezó a coger su "pene" y a mover la mano, ante mis ojos. Arriba y abajo, del mismo modo que un remero; agitaba su mango. Y yo, hipnotizada, envidiando a esa mano.
Tomo, un poco de crema, del bote que previamente en la mesilla, el había depositado. Tomo, un poco de crea y se la repartió entre sus manos. Mas tarde, también se puso, una parte de crema en sus íntimas partes (testículos y verga).
Y, calmosamente, "ante mis ojos", se masturbaba mirándome. Iba provocándome, incitándome a tocarlo Y yo seguía resistiendo, pero iba calentándome más y más Rabiaba por empezar, a hacer lo que él se hacía. Yo temblaba de ganas, por hundir mi boca, y acoger dentro de mí su lanza carnosa
Empezaba a írseme la olla, me decía a mi misma, todo por las "rabiosas ganas de hacerlo mío". Antes, "otros" me follaban muy a menudo, pero era solo un va i ven, solo una acción de entrar y salir. Pero, jamás sentí esta altura de excitación.
Incluso, llegue a tener sexo, en algunas ocasiones, solo por complacer a un amigo, pero sin sentir placer. Con algunos, sentí más que placer dolor y cierto grado de "morbosa" degradación.
Había probado, la penetración anal y hacia algunas felaciones. Pero, estas no eran tan deseadas, como ahora. Era, como una simple obligación quiero decir, que casi no me excitaba, al realizarlas-.
En cambio, con el Amo, me pongo fuera de mí, me noto que estoy loca de ganas y no pienso más que en estar con él. Quiero que me haga, un poco de todo y no tengo suficiente, sigo queriendo más y más.
Y si, tiene el día tan radiante como hoy mismo, en me toca tan tiernamente, me gusta tanto, que hasta me hace llorar.
Otras veces, quiero que me toque muy intensamente, quiero sentir los momentos del sexo más salvaje y las acciones más fuertes.
El, mi Amo, lo sabe; simplemente me tortura. Me hace desearlo y me da unos pequeños toques, y me quedo con unas tremendas ganas de ser "follada". Si, si no me toca, si no me hace suya, me va a resultar doloroso estar sin masturbarme.
Estoy, todo el día, recordando los momentos que hemos pasado juntos, lo que me ha dicho y lo que he sentido (tanto con las cosas que me hace, como con lo que le hago yo). Además, el siempre quiere más cosas y nuevos juegos. Me los sugiere y yo, dale que dale, a darle vueltas.
Hasta que, llegue el momento y los juegos sean hechos realidad. Me gusta, que me haga cosas en mi rosado coñito o en mi hoyo posterior. Sea con sus manos, con la boca o con la lengua. Pero, que no me torture como hoy, viéndolo y sin poder tocarlo.
Quiero tragarme éste pene, y sentirlo hasta el fondo de mi garganta, agitándose y moviéndome toda yo. Y quiero, que me entregue, su esperma. Y que yo, se lo pueda saborear , bien ricamente entre mis labios y con lengua; y poder tragarme tanto cuanto sepa y pueda
Me gusta, sentirlo agarrándome y que me palpe, cuando quiera, pero especialmente quiero estar con él a solas.
Me gusta sentir como me habla, como me trata. Me hace sentir dulzura e intensidad. Y estoy celosa, de todas las mujeres, las que están a su alrededor.
No puedo evitar, que esa sensación me domine. No quiero que el tenga nada que ver con ellas. Para eso me tiene a mí. Que sean compañeras o amigas, y punto.
Lo amo y adoro a su cuerpo, a su voz y las cosas que me da. Y además, me va enseñando todo, para que sea enteramente competente como "la Sumisa/Esclava".
Por ejemplo, debo esperarlo, bajando mi mirada. Si lo miro directamente he de decirle: "Lo siento Amo, perdón Amo " Y si me perdona le digo "gracias Amo".
Mi Amo, me entrena para ser su completa sumisa. La que le ame, desde su entregada y libremente elegida sumisión; de ese modo nuestro amor irá creciendo mas. Y a la vez, yo entiendo que cariño y humillación, se complementan. Estoy cada día más pendiente, las veinticuatro horas, de los siete días de la semana, para darle placer a mi Amo".
Mi Amo, sabe que lo deseo y que por mi impotencia me salen lágrimas. Y se levanta, toma su "personal pañuelo de hilo" y me seca mis lágrimas. Me limpia mis mejillas y me da besitos. Y me dice: ¡Esclava, estás libre, para actuar!
Se tumba en la cama, y me dice: ¡Maria, ven !
Ahora si, ahora se, que el me acepta. Ha usado mi nombre y se que así, tengo permiso para estar presente, en su orgasmos y tener el mío
Las maneras en que mi Amo, me toca y me habla me hacen enloquecer. Estando a punto de llegar y luego retenerme. Me agota, y me da nuevas ganas. Saca todo un repertorio de caricias, con labios, lengua y dedos.
Y mi cuerpo, le responde cada vez más completamente. Cada día, me entrego más y deseo más. Y, sus dedos, me penetran y me abren, me sujetan y se frotan (externa e internamente).
Me hace sentir, toda mi boca y cualquier parte de mi cuerpo. Me acaricia, se hecha sobre mi, y con sus acciones me levanta en una hoguera de deseos
Mi Amo, me ha negado el derecho a autosatisfacerme tocándome. Pero, mis fantasías y los sueños hacen que me moje muchas veces; es como si me masturbara dos o tres veces al día...
Vivo, una casi permanente excitación; la cual se incrementa en los momentos antes de nuestros encuentros y la noche anterior (en la que me cuesta conciliar el sueño y me levanto muy mojada; señal de lo que gozo).
Me pongo a su lado, y cierro los ojos como otras veces-; me entrego, a el. Y al poco rato siento, sus manos en mis pechos. Me remuevo y siento como me palpa cada pecho.
Los pulgares están en la base, y los pezones, son barridos por todos y cada un de sus dedos. Luego, entriza, simultáneamente a los dos pezones, entre los dedos índices y corazones.
Mi corazón, se acelera y mis piernas se separan Y siento, que mis tetas son suyas y que el las entiende como nadie.