Se despojó de toda vergüenza y se decidió a entregarse a mí durante el partido de fútbol y se dio sin reparos.
SE LLAMA ANTONIA, TIENE 15 AÑOS Y ES INSULTANTEMENTE HERMOSA, SIMPÁTICA Y COMO UNA INVITACIÓN A DESEARLA YA MISMO.
PERO A ELLA LE CANSA SOLO SER CONSIDERADA UNA TIA BUENA. ESO LO NOTÉ, MÁS TARDE AL ENCONTRAR UNA NOTA, COMO UN BORRADOR QUE DESCRIBE PERFECTAMENTE COMO PIENSA Y SIENTE, Y QUE DICE:
SOY MUY GUAPA PERO SOY BUENA POR DENTRO, Y ESO ES LO QUE IMPORTA. ME GUSTARIA TENER AMIGOS Y TAL VEZ CONSEGUIR UN NOVIO Y SER SUYA, PERO QUIERO QUE EL ME APRECIE, POR MI FORMA DE SER, NO POR SER GUAPA. ESTOY CANSADA DE QUE SOLO ME QUIERAN METER MANO. BUENO, SOY UNA PERSONA Y TENGO SENTIMIENTOS, NO SOLO UN CUERPO PARA TOCAR. DIOS MIO COMO ESPERO QUE ME AMEN POR MI MISMA Y ME HAGAN FELIZ.
Vivo en la localidad de Llívia en la provincia de Girona. Me gustara conectar con gente de todas las edades y sitios del mundo, me gusta la gente divertida, muy simpática, etc... Me gustan mucho los "skates", los videojuegos, ir con bici, escuchar música, y estar con amigos, amigas. Soy catalana. Espero hacer amigos, amigas y espero mucho más de la vida; vivo siento y espero a alguien que me entienda y me de mucho de si mismo. Y que me tome como soy por "dentro y por fuera, no solo como una niña barbi".
Puedo precisar, que la cosa se remonta a hace unos meses, ella ya tenía 15 años y yo cuando casualmente: Me tropecé con ella, y rocé su brazo al pasar, subiendo al tren. Eso podía irritarla, a ella primeramente; y más a alguno de los chavales, de su grupo de amigos, estaba pillado por ella. Pero, aun cuando le roce el brazo y su pecho, en vez de molestarse se sintió halagada, por esa casual intimidad.
Nunca sabes como puedes meterte en lío, a veces te encuentras con problemas sin tener culpa. Al quedarnos inmovilizados, por la masa de personas, apretado junto a ella le hice un saludo y le dije:
K--¡Hola rubita, veo que tu y tus amigos sois "también culés como yo (fue una fácil deducción viendo sus bufandas y gorros)"!
A--¡Pues sí, tío...! Digo..., Kharlo.
K--Ves la gente, nos están lanzando a uno sobre el otro le dije-.
A--... Me sonrió, y me miró directamente a los ojos. De un modo nada infantil, sino desafiantemente provocadora, mordiente y segura de sí misma.
Y añadí:
K--¡Sí, hasta parece que quieren que nos hagamos novios!
Eran solo unas palabras espontáneas y el tono era el de un simple comentario. Pero, ese tono a ella le cayó bien y me sonrió más claramente. Sus amigos, estaban pendientes de subirse al tren lo antes posible, y conseguir algún asiento. El conjunto de la gente, como una manada de reses la empujaba -a ella- sobre mí, y a mí me apretaban más y más a ella. Así..., nos estábamos rozando y su cara quedó muy cerca de la mía.
No fue enteramente casual, por parte de ninguno de los dos, el que luego su cuerpo y el mío se frotasen insistentemente. A la siguiente parada quedamos encajados. Pero, ella lejos de apartarse, empezó a encarárseme y a sonreírme. Puedo aseguraros que, todo eso ella conscientemente, lo hacía con un matiz de femenina chulería.
Entre el vendaval de personas, que se remueven con cada nuevo alubión de pasajero y en medio de un recital de codazos, frotamientos, y algunos pisotones; yo la empecé a mirar y la valoré como lo que era: "una chica guapa y me empezó a parecer provocadora y ajena al montón de zarrapastrosos, que estaban a nuestro alrededor.
Todo eso se acentuó cuando sus labios se entreabrieron y me sonrieron limpiamente primero, luego con tono de juvenil picardía y finalmente con provocación; incitándome a que mis manos se adentraran en ella. Parecía encontrarse cómoda y note que su mano me apretaba las nalgas y luego seguía... Tal vez, venía fumada, por los efectos de unos porros y de alguna cerveza, me buscaba mi paquete. La situación se encaminaba a una sensualidad creciente y de curso inevitable.
Claro todo que aquello podía de ser interpretado de manera distinta por uno de sus amigos y dar el inicio a una bronca. Pero ella me tomó de la mano y la puso sobre su vientre... Uuuuyuuuyuuiiiii, como se estaba poniendo mi pene.
La situación me estaba animando y mi mente me decía que debía de tomar del brazo de la rubita y por ello estiré de ella hacia dentro. Ella parecía sentirse halagada y tras un par de miradas a su grupo, le hizo señas a una amiga de que iba a dentro y que luego volvería, que estuviesen tranquilos y su amiga dijo también por señas y con un movimiento de labios que vale (sin palabras pues desde donde estaba era imposible de ser oída).
Era claro que, entre nosotros algo se avecinaba y entre sonrisas y roces, desaparecimos entre la gente, tomados del brazo y como afortunadamente la aglomeración se centraba en ir en dirección contraria, nos facilitaban salir apartándonos de sus amigos.
Yo le dije:
K--Vamos a un sitio donde nadie interfiera y podamos estar juntos sin tonterías, que ya sabes lo que estar con un hombre. Estaba claro, que sus manos, sabían como hacernos cosas y que no se sentía nada intimidada, por el hecho de ser un vecino, y tener la misma edad de sus padres; tal vez, ello la hizo hasta sentirse más osada. Y le daba un aliciente añadido, al de la propia situación, morbosamente caliente.
Ella me dijo que sí, pero que se despedía de sus amigos. Que, yo tenía que garantizarle que sabía aguantar más de 15 minutos. Le sonreí, y dije que no tengo inconveniente, en prometerle eso. Y ella dijo que vale, que no le importaba hacérselo conmigo.
Le comenté que:
KMira Berta, en la primera vez, hasta te garantizo, un mínimo de dos sesiones de 30 minutos.
AYa será menos, guasón.
Le colé la mano dentro de pantalón, y para que no hablara más. Se quedó parada, por un instante, desprevenido. Pero, enseguida me sonrió y elle me dijo:
A--Eso vas a tener que demostrármelo, sabes. Y, si es como dices no me importa para nada toda esta gente; en el fondo son un poco cretinos.
Lo dijo señalando a sus amigos, que bromeaban, sin miramientos; casi ajenos a ella. Y yo, le contesté:
K ¡Pues claro mujer, tu prueba..., comparas y si te gusta repites... o tripites! Eso, se lo dije riendo, y ella asintió con la cabeza.
Puede que con eso la situación nos traería problemas (pensé yo), pero en ese punto ya no había en mi mente y en cuerpo nada más que el deseo de estar juntos.
Ella me comentó, así que:
A--¿Oye y si entramos pronto ahí mismo tío, (indico señalando a los servicios, se ve que estaba bastante salida, por el efecto de bebida, porros y el recalentón del tren)?
Lo dijo señalando al departamento de wc de tías. Y añadió que así será mejor, para tener más tiempo y espacio para poder divertirnos y disfrutar del "partido". Además supuse que al inicio del partido todo está mucho más limpio. Tuvimos suerte, y entramos sin problemas. Nos colamos y quedamos quietos un rato mirándonos. Al poco se notaron sus ganas, pues ella enseguida puso el pestillo, en la puerta. Era evidente que alguna experiencia tenía en estos menesteres deportivos...
Pesando eso, se me escapa aun ahora un par de sonrisas:
K--Jejejejeje...
Ella me sonrió y repasándome de arriba abajo, absolutamente todo (baya pequeña puta, caliente e insaciable).
A--¡Juégame a mí de este modo que haces, si mírame a mí que al paso que vamos ; nos vamos a perder el partido! -Me dijo eso, así socarrona-.
K--Nos vamos a enterar de los goles y además lo tendré gravado en mi video. Así no me pierdo detalles.
Al poco rato me dije a mí mismo, esta está bien acostumbrada a este tipo de situaciones y no voy a defraudarla. Además mi paquete no cabía en sí, del gozo de verme disfrutando, con una chica de 15 años. Entramos, en el departamento de wc de chicas. Con esa acción, yo empecé a relajarme y a tomarle la iniciativa; pues ella, hasta ese momento, había sido más decidida... que yo mismo.
K--¡A mí me gusta el fútbol, pero que lo sepas, me gusta más estar contigo!
Ahí, ha me había acercado, y apoyado sobre ella que se recostaba en la puerta. Pudimos mirarnos y noté sus brazos rodearme, separo sus piernas y notó mi paquete apretarse a su vientre y pubis y se lo refregué fuertemente. Mientras notaba mi pecho frotarse con sus pechos abarrotados de pasión y me acerco a sí mientras me daba un tremendo beso. Mis manos bajaron por sus costados y espalda y empecé a amasarle fuertemente su culo.
"Que culo más bueno tiene la muy cabrona". Y al tiempo noto, que sus tetas se me aprietan a mí, cada vez más; y sus pezones me rozaban, tras separar y entreabrirme, exponiéndome así a ella, para que ser refregase a mí, por entre la parte libre de mi camisa. Está claro que está caliente, y quiere más y de todo.
Y en eso hice a mis manos entrar por su pantalón tejano. Las dos manos entraron directamente y notaron que llevaba un tanga mínimo (uno de esos tangas de T), que lo tenía metido en medio de la raja pensé y se colaba entre las dos nalgas del culo.
Me sentí abarrotado de deseos y sentí que es una buena chica, pero que le gusta sentirse como una patita y si no le doy caña se sentirá decepcionada. Mi mano fue a entrar entre sus carnes. Le lamí los labios y le metí lengua y la mano le apretaba fuerte su culo. Es mas apretando hacia abajo y aprovechando que respira fuerte, empuje hacia abajo y se le bajaba el tejano.
Empecé a estirarle de las dos nalgas y luego de su cordoncito de tanga. Y ella se dejaba caer y al poco se ponía de puntillas (especialmente cuando sintió uno de mis dedos metérsele dentro de su vagina mojada, muy mojada). Que caliente estaba, se sentía una guarra caliente. Ahí poniéndole cuernos a su novio y además deseando tener su dosis de polla bien dentro.
Note como se subió su jersey, coincidió eso con el entrar de otro dedo más en su "chocho" ya abarrotado babas y le empujaba a empellón tras empellón, y ella se mecía y notaba que le llegaba al fondo. Metió sus manos bajo mi ropa y empezó a frotarme el vientre y el bello lo estiraba con sus manos, mientras ascendía hacia arriba. Llegó a mis pezones y los frotaba con el hueco de las palmas, con las muñecas y luego los repasaba con sus yemas; al final los estiraba.
Mientras le metí dos dedos por delante y le frotaba su clítoris con mi muñeca. No sé si era la primera vez, pero empezó a temblar y a mojarme más y más. Se me separó un poco y boqueaba como un pez. Pero ella era un pez nadando en el agua del amor y de la pasión de sexo compartida.
Creo que con sus aspirantes a novios y amantes ocasionales ha estado mal servida. Esta nena, se cansa de pasar ganas de ser follada. Y, le faltaba hasta ahora este tipo de sensaciones intensas y con el subidón de la bebida o porros (o lo que fuese), estaba caliente como pocas veces.
Lo sé porque noté, que había espació para que le entrare un tercer dedo, por delante. Y ya que ella sabe que está poniendo cuernos a su novio, y que esta en el wc con un tío que no conoce, se siente perra y puta y quiere que la folle bien. Pues por eso, le saqué los dedos de atrás y la hice sentirse bien caliente y como una perra en celo. Muy mojada, abierta y hambrienta caricias de mis manos, de mis labios, de mi lengua y todo los que le hiciera aumentar sus ansias por sentirme muy dentro de ella. Y, que como fue la cosa pues...:
<<Le coloque los dos dedos pequeños (meñique y anular) en su concha, abriéndosela y entrando desde atrás. Pero, no contesto con ensartarla, inicié el avance por entre sus dos glúteos, que eran rozados por todo mi antebrazo. Y separando los dedos medio e índice, le empecé a frotar su ano, la hice sentirse ensartada por una tijera de dedos.
Y, si en principio me creí que podría costarme, follarmela así con mi mano, siendo ella una adolescente. Solo, fueron unos momentos, porque ella se abría y agitaba y en poco rato, se me encelo mientras los dedos se me colaron dentro, y sin mayores problemas.
K--Me dije, para mí mismo que:
***Esta cabrita de 15 años, ya ha sido follada y enculada. Ella sabe que esto le gusta, y no tiene bastante, con lo que le dan sus amiguetes. Le gusta, ser tocada y follada con mis dedos y manos. Baya golfa que es, y además le gusta hacerlo casi en las barbas de sus amigos.
K--¡Pues ahora veras nena, pues quieres tomar y bien fuerte!
Y, así le metí los cuatro dedos juntos, dos en el ano y dos en su chocho. Pero, no solo le entraban, sino que yo se los iba juntando y separando dentro.
Le dije:
K ¡Toma, y toma bien hondo Berta!
***Hasta que decidí cambiar, e introducirle mi pulgar izquierdo en su ano, dentro y fuera. Mientras los dedos índice y medio la clavaban dura y de una forma inusual para ella. A veces le entraban separados y otras veces, desde bien dentro, le hacía una pinza; intentado juntar la pared de su coño y la del ano. Ella, no se quejó nada, antes bien, se me despatarraba y me daba más margen de hacer. Ella, me temblaba a cada rato y se mordía el labio inferior, también aprisionaba entre sus dientes, el canto de una de sus manos. También se apoyaba, en mi cabeza la rubita y así inestablemente apoyada, se me vino 2 veces consecutivas.
***En sus aberturas de placer, ensarta táctilmente, sin miramientos que para eso es una golfa de 15 años y quiere esto le di fuerte hasta no cabía en sí y se le escapaba su alma, gimiendo y cachonda como una yegua en celo... No paraba de mojarse y de correrse, me empapaba los dedos y le bajaban hilillos de su flujo, por sus muslos, llegándole hasta las rodillas>.
Estábamos tan apretados, que con mi cara bajé y le estiré del sujetador hacia abajo. Azorada, no podía sacárselo ella misma. Libre de su brasier o sujetador, yo le empecé a morder las dos tetas y antes le lamí ambos pezones, por encime de la tela. A ella, le parecía bien y colaboró en ello. Mansamente, se me bajo para abrazarme y tocarme el paquete. En un corto rato, me había desabotonado el pantalón y bajado la cremallera.
Ella, con sus propias manos, me sentía daba placer e hizo crecer mi verga, hasta convertirla en un rollo de dura carne. Y lista para ensartarla, hondamente y aguijonearla. Se despojó de toda vergüenza y se decidió a entregarse sin reparo. Sus manos se pusieron a desnudarse plenamente.
Empezó por desabrochar, con ciertas dificultades, su sujetador sin quitárselo. Yo, me renové aplicadamente, para lamerle con detenimiento y ganas a sus dos globos ya rebosantes y pletóricos de ansiedad. La sentí entregada, en su cara leí la ansiedad y los anuncios expresivos en sus gestos-, por ello noté que podía correrse inminentemente otra vez.
Ella quería sentir de todo, temiendo que no pudiera producirse un encuentro así, tan intenso y por ello se olvido del mundo y se dejo ir nuevamente y de forma tan seguida e con una vivencia amorosamente tan intensa... Estaba encelada, trastornada y temblorosa y por encima de todo deseosa de seguir en este mundo desconocido, de placeres enormes y arrolladores