La gran mamada, me la haces arrodillada ante mí
Te gusta quedarte a solas, desnuda y estar arrodillada como estás ahora. Estás así, como en postura de perrita; estando yo más levantado que tu. Quieres tomar con tu mano mi pene, ensalivarlo en todo su grosor. No paras de mover la mano, en esa larga longitud ya engrosada. E insistes con ansias, en mover tus labios, sobre mi "pene", que se desliza por ti. Mientas mueves a un lado y a otro la cabeza, y miras hacia arriba. Al poco rato, desvías la mirada y me sorbes sin manos, haciéndome sentir tu boca prensil y acariciadora.
Te sabes cubierta, por una película de sudor. Estas tan resbaladiza, como si te hubiera rociado con aceite. Es tu propia excitación, que te hace transpirar y me miras a mi cara. Necesitas saber que hay deseo en mis ojos, y ver todas las expresiones de mi cara, juntamente te tomo entonces, sientes manos acariciando tu cabello, tu cuello y tu cabeza.
Tu cuerpo, te pide que te tome. Pero tu boca no quiere separarse de mí. E insistes notándome entrarte y me contienes en tu boca, mi verga está hecha una lanza, que se te espeta insistentemente. Tú, notas el sabor que te es tan deseado. Te has acostumbrado a mantenerte así, tomándome en boca, un buen rato. Tus pechos se levantan y mudamente toda tú me pides ser tomada. Tú, quieres que la posesión llegue a no mucho tardar.
Tu vagina se lubrica mucho, se dispone de ese modo, para recibir mi pene. Pues bien, si ahora te lo meto, como tú deseas, pero en boca. Toma, toma, toma y toma diez veces más.
Esperas que mis dedos o mi boca, te hagan sentirme, entre tus piernas sacándote todos tus flujos y tomándolos, alimentándome de ti; como tú lo haces de mí y dándote placer, de ese modo que es tan personalmente propio de mí. Apoyándote en mi pubis, quedas de lado con tu mano derecha y me palpas. Tu otra mano, la izquierda claro, se extiende subiendo por mi pecho.
Mientras, tu misma te catapultas adelante y flexionándote en tus rodillas. Te impulsas adelante y atrás, notándome entrarte, con mi pito inflado.
Con tu impulso hacia mi, la polla se me inclina a un lado y se te sale un poco; lo que te hace volver a impulsarte. Enseguida, me engulles con ganas, todo eso que tomas y que experimentas en ti cual si fuera una turgente y cálida barra de carne de amor. Tu saliva se te hace hilos. Tu mirada me implora. Tu vagina me pide un trato equivalente, al que tú pareces reservarle a tu boca.
Cariño, eres buena mamadora. Te tengo acostumbrada, a tomar poca polla por tu coño, más este necesita tener su buen rato desmadrarse y de sentirse lleno y sometido a mis empujes de carne dura
Haces una saliva cremosa, te aguantas con ambas manos y te levantas un poco. Noto como la dejas gotear, sobre mi mango penetrador y vuelves a tomar esa saliva aun espumeante y viva, que me has dejado caer ahí.
Me ves levantado y tu de rodillas. Mueves tus brazos en el aire, como nadando. Te mueves bastante y a veces me agarras, otras no... Te salen unos cuajarones de saliva, parcialmente solidificada. Veo lo duros y salidos que se te ponen los pezones. Te sientes caliente y perra. Deseas ser tomada y que te folle con ganas. Se te levantan las aureolas y casi se te sale, haciendo que se te formen como una especie de gemelos gorros chinos (ese gorro que es como un cono aplastado, con rabito chiquitito). Pero, en tus dos gorros de carne, los picos son tus gruesos pezones.
Tienes que parar a respirar, boqueas como un pez. Estás muy excitada y miras hacia arriba y vuelves a tomar de mi polla, cual si fuera el biberón, del que debes de alimentarte.
Por un momento, veo tus dos carrillos, libres de mi falo. Y tu cara, externamente está llena de salivas espumosas. Respiras agitadamente, pero te incorporas, enseguida a la labor de mamarme.
No precisas, ni si quiera se te sujete la cabeza. Tienes, ganas de rabo de hombre. Te gusta comérmelo mucho rato, con ganas y con tus maneras de hembra en celo. Eres una loba salida, que te pones a tomar de mí, aferrándote al dispensador de néctar "masculino", que te es tan embriagador.
Te la metes, sin manos y la sientes entrarte y golpearte en tu paladar. Mi sientes dentro tuyo. Aunque te cuesta respirar, te sientes feliz, de sentirme tan tuyo, tanto rato. Puedo salpicarte, de hecho ya lo esperas y lo necesitas. Quieres, sentir tu cara, recubierta de semen, que vaya a mezclarse con tu saliva.
Tragarás y saborearás una parte cada vez. Progresivamente me tragas, en cada entra una superior cantidad de mi, pero aún no toleras toda la descarga "integra" dentro. Eso sí, te gusta que fuerce la entrada, con el nacimiento de mi polla. Justo eso te hago, presionado contigo, en el momento que me doy cuenta de incrustándome en ti, saboreo mejor el disparo de leche que te hago.
Siente en ti, mis salpicaduras. Contente en el momento que te es tan cálido y asfixiante a la vez. Te es imprescindible, notarme caliente y descontrolado, dentro ti. Y notas como las sacudidas, de mi leche se te meten paladar adentro.
Te llegan los chorros, garganta abajo. Tu, sabes que ese semen, baja mezclado con tu saliva, por tu tubo digestivo y que lo tomarás como alimento. Más, te parece que esa leche va bien directa a tus tetas; y se pone dentro de los conductos lácteos y desemboca en tus pezones, para querer volver a salir a respirar y brotar.
Sintiendo ese tipo de cosas "cuando con tu hoyos" me miras. Tu coño, se deshace impulsando golpes de flujo, que bajan por tus muslos. Son sensaciones reales, que te hacen sentir mojada y regada de tu elevada excitación.
Te lubricas muchísimo, para recibir la penetración que te otorgo. Mamas muy bien, y quiero que tengas más ganas. Si, a mi me está bien esto, si quieres más, véncete y pídemelo. Quiero que me lo digas en voz alta. Es más, quiero que hasta lo grites descompuesta.
Si cariño, llegarás a gritar que te la meta y que te folle fuerte y con ganas. Se, que sueñas con sentirme latir dentro tuyo y con notar mis sacudidas de polla. La sinuosidad de mi miembro, con todas sus venas marcándose; y su conducto, vaciándose de mi leche, en tu interior. Entonces te aferrarás a mí, para absorber cada gota, cada miligramo que salga para ti.
Si, se como te abrazas a mi cintura y te aprietas a mi pubis, con tu cara, con tu frente. Arrodillada así... me hueles, me aspiras. Y en cada una esas partículas, que tomas de mi, se que ingieres "casi vampíricamente" por tu nariz y por tu boca también
La saliva que fabrica tu boca, se espesa y se convierte primero en hilillos, luego en cordoncillos gruesos. Más tarde, el fluido salivar es ya una especie de moco espumoso, que acaba como en estalagmitas mucosas, colgantes de tu cara.
Tú te das cuenta de eso, pero en tu excitación sigues mamando y deseando que un día mi polla se mueva entre incansablemente en tu coño, sin parar. Ese día, te sentirás cual una yegua o pony girl. Te dejarás montar por mí, que soy tu semental. Y eso noto que se acerca, crece el grado de espesor de tu mucosidad vaginal.
Del mismo modo, tus ganas por ser follada incansablemente, toda una tarde y su noche son tu aspiración más clamorosa. Quieres de una vez, ser tomada, poderosamente hasta que desfallezcamos. Luego nos quedaremos rendidos y dormidos, uno en brazos del otro cariñ "felices y contentos".