Me comes con tu boca y te me pones encima dejándote caer.
Llegados a cierto punto, se que la excitación y la posesión de mi polla, es algo que te acapara. Te mueves sin necesidad de utilizar tus manos, con tu cara llenas de una gruesa mancha de saliva mucosa, que te cuelga. Es fruto de la acción de mi polla al ser absorbida por ti, impulsándote contra mí.
Notas la punta morada de mi glande, lleno de tu saliva que ha ido lubricando mi pene. Estas casi temblorosa y ansiosa a la vez. Estas por completo desnuda, y tienes tantas ganas de seguir así comiendo polla. Arrodillada, acostumbrada a estar más de medio metro por debajo de mí. Estas concentrándote y deseando que el calor y el grosor te hagan sentir mía. Y me tomas con labios y con lengua. Tus dientes son respetuosos. Tu paladar y el fondo de tu boca son acogedores.
Tras pasar entre las paredes de tu boca, llego al final de tu fruta carnosa. Si y me aprietas en el término justo. Me sientes en ti, y notas como te baja tu lubricación vaginal, parejamente a como se mueve tu boca. No te tocas en tu coño, no lo necesitas tampoco. Estás en trance ensartándote conmigo y mirándome con tu mirada de paloma y de pedigüeña de sexo. Estás tan agradecida, que no te importa que el peso de tu cuerpo esté sobre tus rodillas, para eso están. Pero quieres exponerte impúdica y oferentemente, para mi, que soy quien te deja tomarme el termómetro, que cual es tu devoción y tu necesidad. Lo precisas, notarme contigo y poder tomarme por boca, mamarme largamente y sentirte ensartada hasta la empuñadura de mí.
Mira, no rehuyas la mirada. Exponte, deja que tu flujo baje por tus muslos, llegará a tus rodillas y hasta el suelo. Que más da todo, si eres feliz así y no precisas mucho más. Claro que si te penetro, de frente y por atrás eso complementaria las ganas que tienes de mí. Más, ahora tu boca puede concentrarse follándome oralmente y absorbiéndome y volviendo verme a salir, si ahí para ti. Puedes dar cabezazos y estar desnuda. No soportarías ninguna ropa. Te la arrancarías, desgarrándola. Cuando estás tan caliente todo te sobra, cualquier tejido es molesto. Eres piel, y me tienes desnudo ante ti, tanto rato como quieras, tanto como tu sigas ahí estaré para ti para ser tu regalo de amor y para que puedas tenerme bucalmente.
Estás precisando que fuerce tus límites, por eso dejas que la masa carnosa, ese cilindro musculoso y casi rugiente, se ponga entre las paredes carnosas de tu boca y con los dientes. Se te marca dentro y estás empezando a desfallecer de necesidad. Vas a levantarte y tu coño quiere estar ofrecido. Necesitas más, estas limpia, caliente y lubricada. Estas dispuesta y tu vagina pide que te de tantas entradas como has sentido en tu boca. Quiere que me meta y empuje fuerte. Quieres que te estoquee y te clave, intentando levantarte con mi cuerno carnoso dentro de ti.
Te has puesto de pie, apoyada a la pared, has separado tus piernas, aumentado tu base de sostenimiento. Estás muy abierta como si fueras un embudo invertido. Y tienes las tedas duras, los pezones salidos y rozas unos momentos tu coñito. Eres deseo de sentirme metiéndome en tu coño. Quieres sentir que con mi pene te hago fuertes cogidas.
Tu conejito no es de una niña, está cuidado y ha estado esperando mucho, por eso ahora deseas que te la meta fuerte, con ganas, sin contemplaciones. Te gusta que me golpee contigo y sentir esos ruidos. Tienes, el pelo de tu coño arreglado, como haciendo un corazón y quieres que use de ti sexualmente.
Quieres abandonarte a mí, por lo cual te tomo y te impulso sobre la cama. Ahí sientes que tu espalda se apoya en la colcha y levanto tus piernas. Te acaricias con los 4 dedos de tu mano derecha, te haces masajes circulares, hasta que notas entra mi punta de lanza. Y empiezo a tomarte, sujetando tus muslos. Te dejas llevar, y te notas removida, levantada y como perforo dentro tuyo.
Tus pechos saltan y bailotean. Tu cara, tiene esa expresión extraña de placer en crecimiento. Pero tienes ganas de mucho más, quiere orgasmar conmigo y que yo te haga venirte, pero sintiéndome dentro tuyo. Tu cuerpo semeja una letra H, los pies son una barra, tu cuerpo en medio y tus brazos son otra barra. Tu cabeza ahora siente animalidad y visceralidad sexual. Eres toda una pulsión, tu cabeza siente fogonazos y me miras. Estas cubierta de saliva en tu cara.
Eres desvergonzada y obscena. Eres puro deseo, y te gusta que arremeta dentro de ti y que ambos estemos "despelotados".Te has asegurados de tener toda la tarde y la noche hasta las 12, para ser mía. Abres la boca, y sientes acometidas, encontronazos de una defensa alargada (mi polla) dentro tuyo. Que castigo más esperado, como se abren tus labios vaginales. Tu boca, hace gesto fuertes, con los labios y dientes separados.
Tras un buen rato así, vuelves a sentir que te tomo de tus muslos y pones tu mano sobre los labios vulvares te masajeas, hasta gozar. No paras de mirarme, estás hipnotizada conmigo y hueles nuestros olores. Notas nuestros ruidos, choques y como chasquidos de carnes y eres feliz. Luego volverás a tomar de mi polla, pero ahora me notas, con esa extremidad gruesa (mi verga), pasando entre tu las paredes de tu coño. Ahora eres animal, hembra con ganas de macho y de que te machaque por dentro. Además llegan toques de mi mano por tu cuerpo; son detalles secundarios, pero muy necesario para ti, para expandirte en los goces de la cabalgadura de la que eres objeto .
Goza yegua, siente todo lo caliente que eres y todo lo que puedo darte. Y esfuérzate en que te salpique de leche y riegue ese huerto en el que se ha convertido tu coño. Tu tienes un pozo y tu vientres es un cultivo de regadío. Yo soy trabajador, me esfuerzo y te barbecho todo tu cuerpo, te aro y hago un surco continuo dentro de ti "incansable".
Con tu coño sabes hacer casi lo mismo que con tu boca. Metes tu cuerpo de un lado y ladeado del otro, y luego cambias a hacer lo mismo den dirección contraria. Con tu boca, puedes cimbrarme, como si mi polla fuera un grueso mimbre y tu cabeza es como una abeja tomando mi polen. Si tengo mucho polen de polla para ti, Que fantásticamente mamas, estas tan necesitada, de "mi polla". Siempre te han gustado las pollas, más la mía tiene un punto de gusto y de tacto que no sabes explicar, pero te es adictiva. Te gusta mi color y textura, y llenarte de mi carajo; mientras me respiras y saboreas es un goce supremo. Y tu vista también ayuda, pero básicamente eres tacto y eres un pozo que desea ser llenado y que se impulsa contra mí.
Cuando quedo debajo de ti, estirado tú apartas tu cabello para verme y para que puedas trabajar mi "rabo" sin que se te metan los pelos en la boca. Te adentras con tu boca en mi pene, y fuerzas tu boca, hasta que entra al máximo. Te vienen arcadas, más esa sensación te es grata. Dejas caer "sipiajos" (goterones de saliva bien grandes) y los vuelves a tomas, los esparces por mi pollas y te mueves así Te onduelas, te mueves sinuosa, te sientes querida y caliente, pero te concentras en darme gusto con tu boca, caliente y acogedora. Así estás un buen rato, tanto como puedes.
Y en cierto momento te levantas. Te pones de pie para que te vea levantada, como un columna de carne con piernas, con brazos y con testas. Y tu coño, finalmente te puede del todo y te agachas, te encoges y te pones en cunclillas y con las rodillas flexionadas, apoyándote en mi pechos y mirándome me follas. Siento como tu coño me envuelve, como una segunda piel de mi polla, pero más caliente y más placentera. Y Te mueves con un ritmo que has conseguido depurar a lo largo de toda tu vida y así me tomas.
Yo me levanto un poco, te doy empujones, es estalactitas; y dejo que sientas como un clavo de carne de da desde abajo. Pero tú, te dejas caer y aprietas con tus paredes envolviendo y rodeándome con tu coño. Tus pliegues se me unen y pareces querer ordeñarme. Me siento pastoreado por ti, mujer y lato y te deseo. Tomo tus brazos y tus rodillas. Te tocos tus tetas y las aprieto, pues yo también quiero muñirte y acariciarte.
Se perfectamente que tus nalgas u tus muslos juntos, tienen forma de corazón. Tienes el culo salidito, se aprieta y se distiende. Tú con tus manos aprietas y juntas tus nalgas. Y Mi polla, es la flecha del amor clavada en el corazón de tu coño. Que bello es tu culo, tus nalgas y tus muslitos y en el medio el corazón de tu "coño", por donde respiras los golpes de mi polla. Si, recíbeme y muévete contra mí axial, con entrega y necesidad, sin querer dejar de experimentar la excitación y alargando el placer hasta que finalmente explotamos los dos .
Que gozada, tenerte enamora y encoñada hasta el fin. Axial, es precioso vivir y sentirte enamora.