Te hago ir con faldas cortas y tops escotados I
Me gusta exhibirte, y que todos te miren. Me gusta que sepas que los ojos de todos, saben el calor que hay en ti, esa calentura de la que eres poseedora. Tienes la misma vergüenza, que la poquita ropa que llevas puesta.
Con falditas cortas y con tus tops súper escotados, que bien luces lo que tienes. Si hace frío, ponte encima un abrigo largo, que llegue por debajo de tus rodillas.
Tu ropa interior, ha sido, es y siempre será mínima: compuesta por tus hilos dentales, de géneros y colores varios; y por unos mini tangas que se entremeten, entre tu rajita y además te lo trasparentan todo.
Hoy usas, un tanga de cordoncito de cuero, que yo te he conformado a mano. Lo he vuelto y te lo he anudado. Tal, como te lo puse, te roza tu botón- Y se te pasa, por entre el valle y se cuela dentro tu cosita. Caminando entra y sale, y tu cosita se te abre y sientes roces del nudo.
El hilo de cuero, va lubricado de aceite y pasa entre tu flujito; si se te entra y se te sale. Te pones caliente, pronto; tras manipularte para colocártelo. Ya sabes, que tu cara es todo un poema. Todo merece la pena y te calientas más.
Unas veces no llevas sujetador, y otras veces este "sujetador" tiene formas mínimas o colgantes desacostumbrados, que presionan tus carnes. En cualquier caso, se te resaltan tus pechos. Suelo ponerte dentro, unas chinchetas, con el pinchito vuelto hacia fuera. La acción y la presencia de los pinchitos, apenas se notas. "Si, las cosas nos son aparentes si no se es, como nosotros dos extraordinarios observadores".
Te mueves y te calientas, más. El metal, de las chinchetas, se entibia con tu piel, con tu carne y con tu excitación. Tu cosita, ahora te empieza a destilar miel. A mis indicaciones, hechas en baja voz, y con toques de pie, con pasadas de la mano o puntadas de las rodillas: se te separas tus muslitos y sientes como el aire, se te pasa entre tus muslos.
La humedad, se te gotea. Te hace sentirte incontrolada, estás caliente y eres un poco perra. Tu piel, es surcada por uso primeros flecos húmedos. Las gotas de flujos, las notas moverse por ti. Sientes, tu lubricante íntimo, no cesa de salir y depositarse, sobre el asiento.
Estás sentada, eso te alivia, un poco. Si te incorporas, sigues el goteo de tu concha palpitante. Alguien, se puede dar cuenta, de esas gotitas reveladoras. Yo, las percibo, recién caídas, se marcan en las baldosas. Excitada, salida no te puedes con ganas de tocarte. No dejamos que te toque, pero si los ojos se dan cuenta te miran, y saben que solo eres para mí.
Ya ni siquiera te tocas, sino que te entregas a estos juegos de exhibición. Tus labios se separan (en tu cara y en tufosita). Tu lengua, acaricia tus dientes, el interior y el exterior de tus labios. El nudo te aprieta y se mueve dentro y en los bordes de tu cosita. Te pones en tensión, cuando te miro y estás palpitando toda. Y estiras tu top, colocas tu pelo, estiras la faldita o cambias de postura.
Tomo tu mano, nos miramos. Acaricio tu pelo y te paseo por aquí y por allá. Cuando alguno/a o varios te miran, te hago separar nuevamente tus blancas y firmes piernas y te digo como te mira. Te hago notorio e inocultable lo que ocurre. Y te acarició un poco, con el pie o con la mano. Nos besamos y te hago sentir caliente y un poco zorra.
Siempre, me ha gustado tocarte vestida. Mi mano hace que mis deseos se paseen por ti. Te toco provocándote, calentando tus motores de amor. Nos besamos con ganas y enseguida te estiro, boca abajo. Ahí te bajo el vestido, o tu jersey o blusa y dejo que se vayan descubriendo tus hombros y tu espalda. Queda a la vista el sujetador. Y la parte superior del vestido, o el jersey, se arremangan y quedan en tu cintura, tal como mis manos los ponen.
Con la parte de abajo sucede otro tanto, y voy levantando la tela (del vestido o falda), o bajando tu pantalón. Si, se que las faldas pueden bajarse, pero me calienta más tenerte con la ropa subida y arrugártela un poco. Así, te tengo más provocadora y puedo ver tu culo, con tus nalgas semejando ser dos mitades de una manzana de carne.
Miro, lo provocadora que quedas y me dejo ir. Aprieto las nalgas, las estiro y las aplasto. Estiro de tu tanga o braga, la muevo y empujo con mi mano. Retiro la tela o entro bajo ella y te toco. Un dedo o dos, bastan para removerte las ganas de sexo y hacerte sentir caliente y con ganas de mas.
Y mi boca, te respira y lame en toda tu abierta y accesible concha. Siento el sabor de tu almeja "viva" y partida. Te "encabrono", te saboreo y mi lengua, labios y boca te comen. No mastico pero me alimento y elevo las ganas de más. Y finalmente entra mi "pija". La pongo un rato, para que tu temperatura y tu humedad me hagan sentirme bien. Y me empujo dentro de ti.
Libero tus pechos, y con el sujetador aun puesto, te tomo. Entro y salgo y disfruto de tu placer. Y dejo que mi pija, mi polla se frote contigo y se vierta en tu interior. Como tu sabes, follo "solo contigo" y por eso no uso "goma".
No me gusta variar de coño, es tuyo está enamorado de mi pollas. Y tus tetas, también me aman. Y tu mente, tu corazón y tu alma son mías. Que más puedo pedir. Pues eso, solo tenerte reiteradamente y hacerte sentirte devorada por mi tiburón. Y eso hago, eso hacemos como ahora