Almudena y Berta: jovencitas amantes de 17 y 18 años
Almudena, es una chica morena, de pelo largo y singularmente acara-colado, todo ello bien realzado por sus ojos negros e inquisitivos. Y cuerpo fino, muy femenina y con gesto vivo y despierto. Tiene los senos pequeños, y el culo es normal. Pero todo lo compensa y mejora con una simpatía arrolladora, un tono de voz melosa y una predisposición a hacer felices a las personas. Yo, que la he visto con Berta varias veces, tanto en casa d ésta, como en variados lugares de ocio.
Yo os puedo definir a Almudena como una sardinita preciosa; que se mueve entre las personas como un colibrí de los mares. Pero, que efectivamente siente una fijación afectiva por su amiga; numerosas veces he apreciado como se encandila con Berta.
Y se viste, luciendo su físico: se le pueden apreciar fácilmente las parejas copas de sus tetitas, que luce con un aparente descuido, bajo alguno de sus jerséis escotados o camisetas tan apropiadamente descolocadas. Esta chica, capaz de atraer miradas y amores; se ha fijado en su amiga y le mendiga sus dosis de sensualidad. No es extraño que, Almudena tenga a su novio a punto de dispararse, pues le hace pagar con abstinencia toda el ansia amatoria que ella guarda para su amiga.
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Berta, es una chica preciosa, rubia como el oro, de figura muy estilizada, con las piernas largas, lleva una melena larga y tremendamente lisa. Por todo vestido, frecuentemente lleva unos pantalones cortos de fibra, que se le ajustaban enormemente, y que le marcaban el abultamiento de los labios vulvares y luciendo un cuerpo prometedor de delicias...
Siempre se pone una ropa muy femenina y que realza su cintura, muslos y senos. Su cuerpo se halla enguantado, y estrechado por unas manos que le estrechan la cintura y que ella realza al usar tallas algo menores, a la que le corresponden. Le gusta sentirse íntimamente apretada por sus bragas, por los sujetadores y esos diminutos tangas que se le marcan y entremeten.
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Almudena se da autosatisfacciones, pensando su amiga ella se toca, usando alguna de la prenda que sé su intercambian ambas amigas. Una se la deja y luego la recobra, sin haberla dejado lavar... Las dos chicas se dejan pantalones, jerséis, camisetas y algunos complementos. También se dejan prendas de ropa íntima. Almudena, no olvida el día que Berta su rubia amiga se quedo a estudiar en su casa y se ducho antes que ella. Ella misma se sorprendió a una de sus manitas, tomar la braga de Berta y darle la vuelta y rozar la tira secante. Lo noto algo húmedo y lo rozo con mas ganas.
Se vio inmersa en un remolino, al sentirse como se le tensaba la tela de su camiseta por la presión de las tetas, que sensaciones tan desbordadas y como se le endurecían ambos pezones. Se acerco la braga a la cara y la olió. Noto aroma a sexo, y se mojo instantáneamente; noto que su propia braga, de una tela bien fina se le entremetía entre los labios de su concha y se humedecía sin poder contenerse. Se puso a lamer esos rizos íntimos y se hundió dos dedos bajo su pantaloncito de algodón y se le vino un orgasmo galáctico. Quedó rendida y escondió la braga, luego se inventó una excusa con Berta, su rubia amiga de dos coletas. Y en la ducha se relajo, con caricias... Pero esa noche se masturbo frenéticamente, y otro tanto sucedieron los días de las dos correlativas semanas.
Luego de eso perdió las ganas por su novio, casi totalmente. Y empezó a desear compartir todo el tiempo con su amiga. Sus noches estaban con Berta entre sus dedos, sus pensamientos y sus deseos no hacían sino aumentar. Así hasta que, a fuerza de quedarse tantas veces prendada de Berta ésta se dio cuenta y le pregunto que le pasaba. Le dio corte, pero le dijo que no lo sabía, solo que pensaba mucho en ella. Y cada vez más.
Berta: Vamos, Almudena no me dirás que te gusto. Que...
Almudena: Sí, no puedo engañarte. Me basta con estar contigo y que ser tu amiga, pero con Xavier ya no es como antes. No siento casi nada, es decir antes tampoco; pero es que pensando en ti, llego a los orgasmos. Ya ves, me gustas más que mi novio.
Berta: No pasa nada, paro solo somos amigas. Ya veremos, si no se te pasa.
Almudena: Pues no sé, he intentado no pensar en ti pero mira. Y le enseño su mano temblando, y además se le notaban los pezones duros.
Berta: ¿Pero te tocas, pensando en mí tía?
Almudena: Si, a veces pensando y otras con algo tuyo. Té molesta, que lo haga pensando estar contigo Berta.
Berta: Pues no, en absoluto tía pero que pasada. Ya noté que me mirabas pero vamos, esto es demasiado. Pero lo entiendo. Oye, lo pasas mal, yo no soy les; pero soy tu amiga.
Lo dijo y Almudena, estaba temblando. Muy nerviosa. Y esa noche, se toco más rato que otras. NO tenía esperanzas pero no la rechazaron de plano.
Pero a Almudena no se le pasa, si no que sigue y se incrementa.
Berta: Es decir menos que a solas, te haces dedos pensando en mí.
Almudena: Por fa, no digas nada de esto a nadie y menos a Xavier.
Berta: Quiero ver como te tocas, Alma...
Almudena: Que, que dices... No te pases, no te burles.
Berta: Que no, que quiero verte como te tocas.
Almudena: Lo, lo dices en serio. Lo de, verme tocarme...
Berta: Que sí, tía. Quiero verte un rato, y será ahora Alma.
Almudena: Ahora, no noooo...
Berta: Si vamos al lavabo, Almudena. O creeré que eres mentirosa.
Almudena: Ahora, no sé si luego me mirarás igual. Pero, tú te tocaras... o me dejas verte, si me toco.
Berta: No sé, ya veré pero vamos paga la consumición (estaban en una granja, y se dirigieron juntas al w.c.).
Almudena: Me, me da corte. Así en frío. Me...
No la dejo acabar. Berta le dio un beso, al cerrar la puerta y poner el pestillo o pasador de puerta.
Berta: Siéntate en el depósito del w.c. y bájate los jins. Vamos, repuso ante su amiga...
Almudena se quedó parada pero lo hizo, se los bajo a ala
rodillas y se sentó en él deposito. Luego fue
Berta quien le baja más los pantalones y le separo las rodillas. Le dio otro
beso y le subió el jersey y le rozo la cara, los labios y se los hundió en la
boca. Se acercó a su cara y le dijo, desafiante:
Berta: bájate la braga y hazte una de dedos, quiero verte correr Almudena. Y le dio un beso de lengua.
Almudena, llevaba rato empapada, y al poco noto los dedos de su amiga rozarle los mulos, las rodillas y tocarle la braguita ya húmeda. Le rozo la raja y notó unos dedos de otra chica, por vez primera tocarla en su coño. Se puso muy excitada, y sé aparato la braga. Miro a Berta que tenía las tetas al aire y se bajo el pantalón y solo tuvo que meterse un dedo, el dedo medio. SE VINO INMEDIATAMENTE...
Pasó un buen rato y mientras se recuperaba, vio como Berta se tocaba las tetas y metió un dedo en su braga, y movió los dedos. ESO YA ERA BASTANTE; PERO.ADEMÁS... NOTÓ A SU AMIGA TOCARLE LAS TETAS Y estirarle de LOS PEZONES; LUEGO BERTA BAJO AL CHOCHO bien abierto y ansioso de caricias, de la mano de la valkiria y noto su frete y cabeza entra las tetas de su amiga.
No pudo aguantar más, se puso a lamer a esas tetas, abrazándose a su amiga y se corrió otra vez pero de forma muy lagar. Porque Berta la abría y exploraba con dos dedos, luego con uno y más tarde con tres. Pero, le rozaba el capuchón con el pulgar. Y no sabe como, pero un dedo de Berta le acarició la espalda y bajando, llegó a tocarle las desnudas nalgas y se coló por el regato de ese valle, hasta entrarle en su culo. Por eso, de placer y ansiedad casi lloró, feliz.
Almudena ese día, estuvo corriendo como unos 5 o 10 minutos. La morena, se dejó tocar tanto como Berta quiso. Le lamió las tetas a su rubia amiga, le metió hasta 2 dedos en su culo y la folló con ambas manos. Nunca espero tanto, y menos tener a su amiga y tocarle las nalgas y tetas.
Luego se besaron un buen rato. Almudena fue dichosa saboreando cada instante. Y así, se sorprendió un poco más cuando Berta le dijo:
Berta: Almudena, cómeme el coño solo con la boca. Metete un dedo en el culo como te hice yo. Y lámeme así, tía que me has puesto cachonda y prefiero tu boca y dedos. Almudena estuvo así lamiendo y abriendo ese coño con la mano libre, y dándose una follada de dedos. Quedo rendida, y completamente impregnada del flujo de su amiga. Salieron como sí tal cosa, después de hacer pipi (bueno pipí, mezclado con flujos). DESDE ESE DÏA ALMUDENA SE HACE DEDOS; PENSANDO EN BERTA.
Y de vez en cuando, Berta le deja una de sus bragas usadas o tanga, que Almudena usa 3 o 4 días. Y los usa como fetiche. Y de vez en cuando Berta deja que Almudena, le lama el culo y de rodillas arriba, pues siente un algo con ella así dominando a su amiga. Y luego a veces le deja lamerle su rubio coñito y a veces el culo.
Pero, Berta le toca el culo a Almudena cuando se encuentran y cundo se despiden y en algunas ocasiones mete los dedos dentro de la braga de su amiga. Eso, basta para que Almudena siga enganchada de su amiga y objeto de deseos. Y está deseando pedir permiso para tatuarse el nombre de Berta, concretamente quiere ponerse:
<<Soy TUYA Berta>>, o <<Siempre tuya, mi amada Berta>>.
Almudena, sabe que eso es algo definitivo. Pero, a veces se lo escribe con un bolígrafo o retulador, y lo escribe con letras góticas. Si, luego se lo borra, pero antes se toca mirando esas letras en su pubis o muslos o en una de sus tetas...
Almudena es sumisa. , sumisa de Berta. Solo, que no lo saben. Ahora, Berta deja que cuando salen Almudena le lama el coñito; después de hacer pipí. Y Almudena está encantada, tanto que va a romper definitivamente con Xavier. Solo, que Berta tiene más aficiones, pero se divierte y lo pasa súper bien y a lo grande, con todos los momentos que tiene con su íntima Almudena.
Eso quedó así, y otra vez durmiendo juntas. Berta sintió ruidos a su lado y notó que Almudena se estaba tocando, ella paró pero ya lo había notado. Y la rubia Berta, le dijo a la morena Almudena:
Berta: Oye, ahora quiero que te toques hasta que diga basta... Por hacerlo sin compartirlo conmigo, entiendes Almudena. Si paras me enfadaré y para asegurarme de eso tendré puesta mi mano sobre la tuya.
Eran las 3 h. a.m. y Berta controló el movimiento hasta eso de las 5 h. a.m. Luego se durmió. Y se despertó sobre las 9 h. a.m. No sabe como, pero la manita de su encendida amante estaba moviéndose cuando se adormeció y al despertarse.
Probablemente, Almudena también dormiría un buen rato; pero la duda es si se adormeció con la mano dentro de su chochito o si se quedó metida dentro. O bien si siguió moviéndose, oliendo el olor que ella misma, es decir BERTA desprendía. Pues la excitación, de sentir a su amiga tocándose tan largamente la hizo humedecerse.
Por eso, al despertarse se apretó a Almudena para abrazarla. La estrecho contra sí misma, y le dio un beso larguísimo, y un rosario de caricias mutuas, se prodigaron la una a la otra. Y tras los juegos de ducha, con enjabonamientos y aceites de masaje, se miraron expresivamente.
Y al saberse solas, por haberse ausentado los padres y dejarlas como señoras de la casa, se permitieron dos lances amorosos: el primero con un juego de tijeras < >, donde una pierna de ellas se ponía por encima de la otra y se estiraban mutuamente, y se cortaban la respiración al frotarse sus vértices de placer. Claro que también hubo mordiscos en piernas, tobillos y dedos (hasta 3 o 4 entran en la boca; y la lengua juega entre ellos); también rozaron con sus pies sus caras y cuellos, y sus pechos levantados por la excitación.
En la segunda sesión se hicieron un largo 69, en que alternaron las posiciones de la que estaba encima y abajo. Pero, Berta sintió que su amiga Almudena gozaba muy largamente; mucho más que ella, lo cual le hizo entrever que su placer no hace sino buscar la íntima y suprema expresión que aun no ha encontrado. Y se preguntó:
Berta: ¿Seré capaz de gozar como está? Porque, desde luego que Almudena y sus orgasmos son mucho más largos e intensos que los que yo siento.