Intento imbuirme de ti y verte por Kharlo1

___Confesiones de un dominante______

No siempre fui así, antes me guiaba por una actuación más "normal" o " popular" o "sosa"; bueno eso dentro de las calificaciones, que la masa informe da a las preferencias y gustos personales enfocadas en este caso, a la conducta sexual-. Pero nada tiene un principio, pues también estas preferencias se gestan a lo largo de una vida. Todo se desarrollaba paulatinamente, hasta que por hechos personales (de la vida familiar, laboral e íntima), por estas causas y las elecciones realizadas fui encauzándome a la dominación

Al tener unos patrones dentro de la normalidad, es más usual encontrar a la persona complementaria a tu sentir. Los definidos como normales o corrientes, suelen ser menos concretos y la vida de pareja tampoco llena tanto. Es preciso relacionarte, y luego las miradas, y las palabras van acotando el camino y las elecciones surgen. Los sentimientos hacen que se sientan las cosas y llegados a cierto punto surge el contacto, la relación personal y de las manos de estas se va creando una amistad.

La amistad en "dominación/sumisión" es posible y necesaria, se van compartiendo cosas, hablando de gusto, acudiendo a lugares y sabiendo más cosas de la otra persona y de ti mismamente también. En algún punto, en un momento y por variadas circunstancias, salta la chispa y se da un salto cualitativo en la química; ya estamos en la esfera de la intimidad y empiezan a surgir lazos sentimentales: primeramente con cuidados y mesura, poco a poco con mayor naturalidad e intensidad. Y se llega al momento de la franqueza y las confianzas, cuando se otorgan esferas de la propia intimidad y se está pendiente de la otra persona y ella está pendiente de ti. Ya ha surgido el sentimiento y la relación es estrecha; puede surgir o no el amor, pero la amistad ya está ligada a la sensualidad y a la sexualidad. No es que todo sea sexualidad, pero si está tamizado por ello

En mi caso, las relaciones son con mujeres, ya que soy heterosexual; es otra etiqueta más, pero que define el campo de las preferencias. Soy dominante, activo sexualmente y como ejerzo como guía y compañero de juegos. Soy creativo en la relación íntima, pero me gusta encontrar la persona adecuada, siempre esperando encontrar la "ideal sumisa" que se complemente conmigo y que se de, para compartirse de forma plena, con entrega de su amor y que elija darse libremente...

Los sentimientos que desde el corazón me nace, y que se acoplan entre dos personas, pero que yo además sé multiplicarlos al infinito a mi manera, a mi saber, y entender la sexualidad y el amor, con un ímpetu y un vigor que no todas comprenden, y que cuando empiezan a conocer se acobardan y te tachan de degenerado o desviado, sin dar oportunidad si quiera, a probar esas mieles de placer, que desde mis manos se vierten en pos de hacer sentir nuevas sensaciones, y de un conocimiento inimaginable del cuerpo, de la mente y del tiempo.

Aclarada la situación en que me encontraba ni que decir tiene la lucha que mí ser tenía, me sentía tan desdichado por no poder compartir mi corazón con nadie, que me deprimí muchísimo, hasta yo mismo dudaba ya de mi condición, la inseguridad se apodero de mi y me encerré en mi mismo, me aficione a los chats y desde ellos vivía ratos de placer con chicas, compartiendo sensualidad y porque no algunas veces sexo. Solo quiere complacerme en ese latir que desde su corazón, desde su alma se inclina hacía mí persona, para deleitarme con su mirada y sus formas, haciéndome sentir el ser mas dichoso de la tierra.

Y en ese gozo de verla pasionalmente entregada, caliente y mojada, sin saber que le haré (que en absoluto será lo que ella espera, sabiendo lo que ella quiere) y trato de transformar su deseo, haciéndole ver que no todo es como espera y que hay más y que en esa búsqueda ella gozará más del placer.

Si verla, ver como se retuerce en ese placer descontrolado para ella, pero pensado y meditado desde mi mente, orgasmaba una y otra vez sucesivamente sin que llegue a terminar y dejarla extasiada de placer entre mis brazos (o si quiero sola, sin tocarme solo mirándome y deseando que la toque) ver como la pasión la ahoga en un sentir inmenso que desborda todo razonamiento, y llevarla a la locura por un solo roce de mis manos o mi lengua, no hay nada mas satisfactorio para mi que verla gozar, ver como cierra sus ojos, como se pasea provocante, como acata y como se deja llevar, puede que al final ni siquiera entre, entre sus piernas, que ni siquiera la toque y que su deseo la haga llegar a limites insospechados, la marabunta de su mente es ilimitable y yo tengo la suerte de poseerla, de disfrutarla, de amarla y por supuesto de que ella me ame y me acepte en mi condición dominante.

Quizás os extrañéis que una persona dominante como yo, se confiese con estos sentimientos, pero que seria del bien sin el mal, del blanco sin el negro, de la felicidad sin la desdicha, todo tiene su contraste, y en ese contraste hago sublime la diferencia entre todos los sentidos.

Y en esta dicha voy elaborando una nueva meta cada día, la de poder hacerla más feliz, por ello desde que voy tomando conciencia del día no hago mas que inventar nuevas formas de goce para ella, la voy observando y en sus movimientos diarios veo la elasticidad de su cuerpo, sus movimientos y la textura de su piel, la llevo en mi mente y en mi va renaciendo un poderoso deseo que me lleva a pasearla en la agonía del placer.

En ese placer donde morimos y nacemos, cada vez que nuestras almas alcanzan el punto mas álgido, en el matiz claroscuro que existe entre la luz y las sombras de los sentidos.

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