Hembras de familia bien y bien putas (madre e hijas)
Helena es mi compañera de curso, tiene 19 años, es la hija y hermana menor. Aurora tiene 23 años, es la hija y hermana mayor. Leticia es la madre, de 45 años. Las tres son bastante competitivas. Helena, es más inmadura, le gusta pasarlo bien, acepta sexo telefónico y ciber sexo
Leticia es adúltera, desde hace tiempo, con cuidado de que no se entere la gente de su círculo social, pero sus hijas lo saben (especialmente Aurora, que ha tenido cosas con algún que otro amante de su madre).
Son mironas, además Aurora, se pone caliente con sentir la misma leche, que va al coño de su madre (tiene fantasías de sumisión y es bisexual).
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Este relato va dedicado, a lector. Es la continuación del relato que me pediste, amigo (la alternativa), espero que llegue bien.
Leticia, la madre de Helena, tiene un cabello pelirrojo, de unos reflejos cobrizos que la hace verse maravillosamente a mis ojos-. Y su cuerpo tan bien hecho, es capaz de despertar el deseo más masculino y las ganas más tremendas de sexo amor. Leticia me hace salir todo tipos de ganas de caricias (desde las más sutiles, a las más perversas y morbosas). Esa mujer, a sus 45 años, está tremendamente bien y tienes unos labios inflados y una boca succionadora, que jacta hasta la mínima gota de semen o de saliva, de proponérselo.
Leticia, me conoció por salir con su hija Helena; y también sabe que además de con Helena, he estado con su otra hija Aurora. Se dice a sí misa, que algo tendré para hacer que las tres se encoñaran conmigo. Ella, es una mujer que sabe lo que quiere, es muy "ardiente", y su marido, no la pone; con el simplemente tiene un cuerpo que se mueve y va a conseguir su placer "masculino", pero sin preocuparse por que ella goce.
Con eso, Leticia siente que debe aplacarse la mordida sexual, sus vivas ganas de sexo teniendo fantasías y tocándose "ella misma" su coño y sus tetas, y todo su cuerpo. Y además de masturbarse, frecuentemente, tiene algunas aventuras. Ahora, me ha conocido a mí y mis maneras, el como la toco y lo que le digo, los sitios que elegimos y esa manera de tener sexo, cerca y delante de sus hijas, la ponen "súper excitada".
Leticia ha necesitado "siempre" sentir que le meten mano, y que es deseable como mujer. Eso le empezó a pasar casi de niña, luego de adolescente y de jovencita se acentuó, y de mujer adulta "ha hace vivir a mil". Si, Leticia es competitiva "sexualmente" con todas las hembras, las provoca y siente algo morbosa mirando y siendo mirada por sus hijas. El clan familiar, está enganchado conmigo. Helena, con 19 años ya es infiel a su novio y lo trata de cualquier manera (por ser Aníbal, tan incompetente en la cama). No le extraña que Helena, vaya a cortar con él y esté encaprichada conmigo, sabe que el que haya cierto grado de competitividad entre las tres (ella misma Leticia, también siente algo con saber que Helena a sus 19 años, y Aurora a los 23 sor rivales y cómplices).
Es morboso, que Aurora hable de lo hace conmigo con "ellas" su madre y con su hermana. Aurora, les dice las cosas como si fueran "solo" amigas, cuando además son familia (madre y hermana golfas como ella). Ella, Leticia, siempre había ocultado esas cosas, por una formación distinta a la de sus hijas, pero enseguida aprendió de ellas. Hay algo morboso, entre las tres. Pues a veces discuten y otras ocasiones se dan coartadas, ante su marido y los novio de ellas (Aurora cambia mucho de pareja, pese a parecer más infantil de lo que es, es como ella dice una mujer que utiliza y goza de su cuerpo, a como de lugar). Su hija, le comentó, que a los 14 años, ya tuvo sexo y que sus orgasmos le llegaron con los 15 años (antes solo era algo agradable, no orgasmo propiamente).
En cuanto a Helena, va cada vez más provocativa y habla más alto, cuando la llamo "a ella", para darles celos a las dos, refregándole la cita por la cara y repite si hemos quedado en aquel bar, o si vamos a la universidad. Y, la ha visto, como se frota conmigo, estando yo sentado en el taburete, o en la mesa tomando algo. Hasta, ha tomado su mano, delante de ellas y la ha apretado con la suya. Ella, Leticia no pudo evitar mojarse, y alterar un poco la conversación mirándonos. Y ha tenido amagos de celos, lo que no impedido que mojase sus bragas, y luego saliese con la idea de meterse en lavabo y dentro de él demorarse, por estarse frotando su cuerpo, sus pechos y haciéndose unos dedos, pensando que estaba conmigo, el "amigo" de su hija (Kharlo).
Claro, que también soy amigo de Leticia y de Aurora, que es más competitiva con su hermana y me ha dado morritos, delante de la "nena", que es como ella llama a Helena, incluso delante de mí, para ponerla nerviosa y dejarla hecha una furia. Pero, yo Kharlo, noto como "las tres" quieren poner "malitos y malitas" a quienes tenemos cerca A veces, Aurora, también me mete mano, pese a que haya salido con su hermana. Y a mí, me gusta "ser yo" quien toque a la madre, ante su "nena" Helena.
En esto del amor, es como una "unión plural conmigo", ellas tres son tres hembras (madre y hermanas) y los cuatro sabemos que estamos juntos en el tema del amor, y que hemos de sobreponernos al resto. Las hago gozar, y eso es lo que les cuenta, más allá de los celos han de utilizar lo mejor de ellas mismas, poner el toque de "distinción" y darme algo que las otras no me den. Yo, por mi parte, he de darles a cada una un cuidado y una atención sexual personalizada y hacerla sentir única, para que vaya olvidándose de su otra pareja (el marido o el novio) y solo hagan que pensar en estar conmigo.
Por otro lado, aun siendo conscientes y por ponerle los cuernos con las otras dos, siendo de familia, he de hacerlas gozar mucho y tenerlas excitadas, saciarlas y hacerlas salir con su cuerpo y su corazón impregnados de mí. Es preciso, que varíe y me centre mucho en ellas, reduciendo el mundo a nosotros dos (ella, la chica con la que esté y yo); solo luego, pensará en que hay alguien más y además de su familia. Pero, conmigo se siente única, cada una de ellas y se da más y mejor, por saber que hay competencia "femenina".
Con Leticia, tengo unas soberanas cogidas y puedo decir que pese a su primera renuencia, y sus inicios más sosegados, es muy activa sexualmente, una vez que se ha lanzado, y es tan señora en público, como puta en privado. La he llegado a follar, y mientras la tengo empalada en mi verga, la he hecho llamar a sus hijas, con excusa de que ha de llegar tarde o que está ocupada tocando algo o yendo a "coger una cosa". Probablemente, alguna vez Helena o Aurora han notado algo, y se han dicho que su madre es tan perra, que encelada y con la polla dentro las llama. Ya ni se molesta en negarles nada, está cansada de su matrimonio y solo "el dinero" mantiene aquello. Por otro lado, Cristóbal, el padre es demasiado desorganizado y putero para preocuparse en investigar; el mismo tiene mucho más a perder que su mujer (Leticia).
Últimamente, es mi orgullo hablar estando con ellas, de cosas de las otras, de cosas que me dan, y que la una o la otra no me han dado aun. Y eso, es algo compartido, pues ellas entienden y se tornan más complacientes, por saberse superadas en ese tema por la otra, o por las otras dos. Ya no disimulan, simplemente me mencionan cosas de las otras sin decir su nombre, excepto Aurora que es "clarísima" y me dice que le haga eso o aquello, que no va a ser la recatada de la familia. Aurora, además me detalla los puntos débiles de su madre y de su hermana, y me dice la ropa que se compran. Es mi servicio de información "adicional", aunque Helena y Alicia (su hermana y madre, van soltándose en hablarme de las otras dos).
El hecho, es que los cuatro tenemos relaciones bastante frecuentes, yo he de administrar mis energías y mis raciones de leche, para las madre y hermanas. Solo que, por haber conocido a Helena, la primera y por ser ésta la menor, me pone especialmente y me gusta tratarla con más ímpetu, y la hago sentir muy intensamente (llegando a hacerla correrse 3 veces de media, follándomela sin contemplaciones). Más de una vez, no le he dado mi leche y me he puesto a comerle su "coñito joven" y tan bien arreglado. Y la toco de camino y en los sitios que estamos
Como ve una hija, o una madre que otra agarra la polla que ella quiere, y como la desea agarrar ella y llevársela a la boca. Y tenerla un buen rato, sentir su gusto y su grosor dentro de ella. Empiezan chupando suavemente y como con miedo y luego aceleran y miran. Se mojan y se tocan, o esperan ser tocadas y recibir aquella barra de carne en su coño, o que se la empujen fuerte. Las ropas sobran y los ojos y todos los sentidos se disponen a eso, vivir su pasión, olvidarse de todo y ser dichosas como mujeres.
El padre, por temas laborales debe de ausentarse "últimamente" más de lo acostumbrado; tanto por viajes al interior de país y al extranjero; eso, unido a que ha de aumentar las horas en que permanece haciendo gestiones de empresa, todo eso unido tienen muy enfadada a Leticia. Y si tenemos en cuenta, que ella es una mujer activa sexualmente y que a veces no puede estar conmigo, por saber que he salido con alguna de sus dos hijas; pues eso la tiene a punto de saltar y tiene unas buenas discusiones y broncas con su marido (Cristóbal).
Yo se, que Leticia llora, de impotencia y de celos. Pero, luego disimula eso ante sus hijas y caliente como buena hembra que es, está insatisfecha por su marido que está ocupado, pero además es un "putero". Por eso se entrega más, y deja que cuando estamos juntos, le haga sentir a mi antojo, de todo lo que sexualmente se nos ocurre a ambos. Leticia habla poco pero es muy activa y con su cuerpo hace, siente y se entrega. Viste con más clase que cualquiera de sus hijas, y aun mejor que las demás mujeres de su barrio, y de todo el entero entorno social por el que se mueven. Es atenta, generosa y buena conversadora.
Buena conversadora, y que se calienta mirándome y según le toco el culo. Y lamo sus labios, rozo sus tetas e introduzco una de mis piernas entre sus muslos frotándola y rozándola con mis rodillas ahí en su concha, que da sus juguitos. Ella, sabe que esa es su confesión de que le gusta y quiere más, degusta cada parte de mis y nota mi sabor y mi calor. Más, más tiempo, más hondamente y más de mi polla y dedos. Pero, conmigo y siendo ella activa, no solo una mirona; como queda reducida en algunas ocasiones
Con ella voy al teatro, a la ópera y a exposiciones. Ella me tiene consentido y me invita a comer, y luego me invita a cenar y "comérmela a ella". Es una hembra, con la que trabajosamente y con muchas ganas, por mi parte y por la suya (es lo mejor), pues así he conseguido llegar a hacerla correrse seis veces, en un encuentro. Si, cuesta y luego queda rendida, pero muy contenta y satisfecha. Y, yo he de cuando menos hacerle sentir mi leche una vez, es el mínimo que puedo darle a ella, para que la sienta entre sus dedos, por su cuerpo y en su boca. A veces, la deja que esté dentro de la gomita (el profiláctico) y ella vea toda su cantidad y la mueva entre sus dedos. Otras ocasiones, antes de "irme", antes de soltar la lefa, se la saco de su "chocho" la salpico por sus muslos, por su vientre o tetas o dejo que goteen los lecherazos sobre su cara, para que sienta y la huela.
La encabrono bastante, y otras veces siente mi lecherazos, dentro del chubasquero de picha y nota ese calor ese coño, tan agradecido que tiene. Luego, tranquilamente tomo la goma y se la pongo ante sus ojos y dejo que salgan las gotas, sobre su frente (por ejemplo) y quiero que note, como bajan las gotas, por sus laditos, o hacia su nariz y pómulos. A veces, es demasiado intenso y se toca sus pechos y "concha". Otras veces la masturbo y toqueteo yo, pero siempre siente que esa "ración de leche" es para ella, genuinamente manda para la Sra. Leticia.
Luego, la tomo en un lugar u otro, en su coche o en el parking. La apoyo en la oscuridad, le abro su pantalón o le subo la falda, retiro su braga o tanga y le pongo la punta de mi polla, se la muevo y la empujo dentro. La bombeo, le abro la blusa y le bajo el sujetador y así, tras el ocio cultural, me muevo fuerte contra ella, le como los labios y le aprieto las tetas. Y me pongo la goma, a modo de forro de picha, o sencillamente le dejo que mi leche le baje por entre sus muslos, hasta las rodillas o más.
Así, vamos caminando y luego me aprieto a ella, contra una columna, sobre una pared o sobre el asiento de su coche. Voy todo el raro, metiéndole mano, besándola y bromeando, pero sobre todo haciéndola sentir caliente y llena de mi leche. Pero contenta, sin poder limpiarse y manchado su pantalón o falda. Seguro, que luego lo olerá a solas y hasta debe de lamerlo. Pero por encima de todo, se calienta con ese tipo de cosas cada vez que se las hago. Luego, se sube o le subo la braga y como si tal cosa. Hasta bromeamos.
El culo de Aurora es espectacular, desde que la conocí se lo he mirado. Sin disimulos y ella se ha dado cuenta, hasta colabora poniéndose de espalda. La empecé a rozar, y a manosearle el culo, cada vez con más ganas. Le metí manó en su culo, antes que cualquier otra cosa y ella tragaba, aguantaba y se calentaba, quedándose quieta y a disposición del amigo de su hermana. Y recuerdo, el día que la metía en el baño, la besé y apreté sus tetas, le estire un buen rato los pezones, y le mordía sus labios. Le metí bien dentro mi lengua, y rozaba con mi rodilla su coño. La perra, apenas se resistió y dejó que tras la rodilla fuese mi mano. Y la noté empapada, con ganas y la miré a los ojos. Pese a saber que vendría su hermana, mi amiga y compañera de curso. Pese a todo, se dejó poner de espaldas y caliente como estábamos los dos, me arrodillé le bajé pantalón y bragas y le lamí el culo y el ano. Se lo abrí y le empuje fuerte mi lengua como si fuera un polla, y su coño se mojaba más y más entre mis dedos. Le rocé los labios, y metía a rotos un cacho de dedo.
La masturbe a Aurora, y se me corrió bien fuerte, mientras le hacía el beso negro. Como a una griega le comí el culo y le masturbé el coño, así se volvió más puta y más dependiente de mí. Desde ese día, es más simpática y me busca más, me llama al móvil, para quedar si puedo. Y, recuerdo también, que estando de pie ella, aún con espasmo de gozo, me levante y le metí tres dedos en su chocho depilado. Así con mis dedos, con mi mano, en su coño mojado, de ese modo me la follé, mordiéndole el cuello, los hombros y las orejitas. Y se me corrió otra vez, incluso seguimos un rato, pese a que entró su hermana. Luego aparecimos, con sorpresa de Helenita, con sorpresa para ella que se estaba desvistiendo y nos la quedamos mirando. Helena no quiso decir nada, se sintió pillada, pero se desvistió. Aurora se apartó, y sintió como le apretaba su coño, con su cuerpo tras el mió y me dejó a solas con su hermana. Ella, Aurora tuvo su parte y supo que le gusto. Por eso, también nos dejó a los dos, a mí y a su hermana, pero me dijo (no quiero perderme esto, ni por mi hermana, si tu quieres nos veremos claro que quiero, me beso con naturalidad, no le extrañó nada a su hermana-). A mí, me calientan este tipo de comportamiento, de competiciones fraternales entre mujeres/hermanas.
Tiene esta madre un muy buen gusto, para elegirse los sujetadores y la braga o tangas que tanto me gustan vérselos puestos. También me encanta, cuando se los saca y se los coloca, tras haber hecho el amor. Alguna vez la toco, acariciando su cuerpo justo en los márgenes de la ropa interior y por encima. Y miro escote de sus vestidos, la telita de esas prendas íntimas y lo que se ve de sus pechos. Eso la calienta, la haces sentirse deseada y se transforma en una gata cabrona. Se mueve y me escucha con atención, me habla y se mueve como la hembra felina y consciente del poder de su cuerpo, me hace sentir su atracción y así empezamos con nuestros juegos sexuales.
Aurora y Leticia, vais a tener mi rabo para rato. Lo vais a sentir bien metido, y hasta os dejaré sentir mi leche entre los labios de vuestro coño. Primero os gotearé por encima, sobre los labios y luego por dentro. Me gusta que no os limpiéis en un buen rato, que sintáis mi leche, ahí mismo y oláis a mi semen. Me gusta haceros desearme, que os pongáis de rodillas y que lamáis mi polla y mi culo. Preferentemente, con las tetas libres, y rozándoos a mi con ellas. Sin pudor, incluso si os ve vuestra hija, madre o hermana. Debéis de mamar, y tragar, ellas también gustan de sentirse putas y las pone caliente. Y quieren tener la barra, del músculo de mi polla bien dentro. Si así, bien gruesa y ellas también se mueven, se toman su confianza y se agarran a mí, me candan con sus piernas y no paran de mirarme. Se arreglan, y se ponen a mojar, en cuanto las toco un poco.
Llamas salen del cuerpo de ella misma, llamaradas de pasión y una fuego sexual que me hace sentirla como "adúltera y una madre educada" y por otro lado es "bien puta como hembra": Que morbo, porque además es la madre de Helena, mi compañera de curso (y de Aurora, una golfilla, que no ha conocido otra polla tan trabajadora como la mía).
Lamen y lamen, entreteniéndose en dar mimos a mi polla y a mi culo, chupan con ganas y con detalle. Y gimen, de ganas y se aprietan más, temen que las prive de su fuente de placer y sorber mi barra de carne, como una niña sorbe un caramelo antes de que lleguen sus hermanos y amigas, para que no se lo quiten. Axial es el placer, algo que no se quiere posponer y que las embriaga. Quien más, más dentro, más rato y más fuerte. Ya prefieren sentir la polla sin gomas, pero aun no lo piden, aunque están a punto de perder ese punto de vergüenza de dama de buena posición o de pijas, pero lo piden sin palabras. Pronto me lo pedirán a gritos
He hablado con Leticia, y me ha preguntado si le meto la polla por el culo a su hija. Si, se la meto, le gusta sentirla dentro y masturbarse ella, mientras la toco. La apoyo -a mi polla-, la tanteo con la punta, agarrada y estando ella de pie, y de la clavada, la hago poner de puntitas en sus pies, sobre los deditos. De los empujes, de mis sacudidas la levanto en vilo y la remuevo toda, con mi pincel el tintero de su coño. Ella se me abandona, y nota como se aplasta mi cuerpo con ella. Si Aurora tiene suerte, como tu Leticia, y lo sabéis las dos. Más suerte tengo yo. Y con la nenita, Helena, que es virgen de culo, pronto habrá lugar a que la encule. Seré cariñoso y contigo brioso, como con Aurora. A ella es casi lo que le gusta más, sentirse penetrada y sentir los latidos de semen dentro de su culo. Cuando hago eso, va bien caliente y hemos de quedar luego, para que ella se sienta contenta. Incluso, ha pasado de saludar a sus amigos, para llegar a tiempo a la cita conmigo. Y Helena, sospecha y sabe, pero rabia un poco. Aunque, con todo luego viene cariñosa, como una perrita viene a saludar a su amito.
Después de recibirme, por delante y por detrás, Leticia como su hija, me miran con caras de vicio y de goce. Se relamen y desean que se las meta pronto, y se abrazan conmigo, nos quedamos en llamarnos y planificamos la cita por encima, queda confirmas, pero están tranquilas. Con ellas tendré mucho tiempo, me gusta tomarlas, aun saliendo con Helena a veces hasta hablamos. Helena puede sospechar, pero en ella está darse más y además puede salir con otros o entregarse más conmigo (en realidad ya se entrega más, pero está con algunas dudas que va resolviendo, claro-).
Pienso en Helena, que tiene un culito, que no ha sido cogido por nadie. Tal vez, a sabiendas o inconsciente se lo reserva para mí. Y tengo ganas de comerme su culo, ya se lo toco y rozo, y ella empieza a sentir eso con naturalidad. Al principio no quería, pero creo que el ir tercera en la competición no le va. Y debe haberme visto, teniendo sexo con su madre o hermana.
Ha visto que se lo pasan bien ellas, con mi palo metido, mi pene, cogiéndolas por atrás. Se ha calentado, con la forma de tomarlas y en como las empujo, clavándolas. Y de cada apretón, me las levanto "empaladas" (si están de pie. Aun de acostadas, o sentadas sobre mí, las zarandeo, siempre con el palo dentro.
Ellas, aun sabiéndose miradas, tienen su código, saben que todo vale y que ha de cubrirse una a otra. En todo caso, habrán de esforzarse más y negarle algún favor, a la madre, hija o hermana (según corresponda), pero la provocación de mirarse, en parecidas situaciones viene de lejos. Y con libertad y descaro, con provocación se mueven, ante la otra. Se dejan llevar, sintiendo, del mismo modo que se duchan desnudas delante de las otras y se mueven sin ropas, se visten y desvisten y cosas así. Debe de haberse hecho dedos, pensando en eso, porque a ratos se apoyo conmigo, rozándome sus nalgas por delante y sintiendo mi polla entre ellas.
A veces, sostengo de los pelos, a la madre (Leticia) o a la hija (Aurora), mientras le cacheteo las nalgas o se las separo para meterle el glande y dejarlo dentro tan calentito. A veces me paro, y son ellas las que se mueven, concentradamente y me follan a mi mango de carne, quieren tomar su ración de polla y si me detengo empiezan ellas a moverse. A veces me hago de rogar, y son ellas las que se follan a si mismas.
A veces a solas, a veces con alguna mirona. Aurora es más clara, está más libre de prejuicios y hasta me ha dicho que ese día o el otro, nos espió, y se tocó hasta correrse. Y, cuando le pongo la mano, tras contarse eso está mojada, de tan caliente que está se me ofrece y allí mismo puedo tomarla, del mismo modo que a la puta más tirada de barrio bajo. Será de buena familia, pero es zorra como la que más.
Así, a Aurora, la enculo o la folló por delante y la dejo luego con el culo abierto, boca abajo y con mi leche dentro entre las paredes de su orto. Se queda un rato y luego va al lavabo, pero saborea e momento y respira el olor. Se pone a pensar, en como hacerme desearla más y que ponerse para excitarme, como quedar conmigo otra vez.
Y no tarda en llamarme, hablamos y quedamos. Y Helena, rabiando de ganas, pues le doy menos rabo que a las otras. Por eso, discute con su novio, pobrecillo Pero, bien simpática que es conmigo, si se me pone de chulita, la ignoro durante más tiempo y follo más a su hermana y madre y eso la descoloca. Me toma de la mano, Helenita y me besa, se sienta encima y pone mis manos entre sus muslos, o sobre sus hombros y acepta las caricias por fuertes que sean.
Cualquier lugar es bueno, cualquier momento está bien, para tener sensualidad. Incluso cuando estudiamos y hacemos un paréntesis, hay mimos y simpatía. Y se abre un botón, o se sienta sobre mis muslos, y se pone contenta si nota mi polla dura, y se frota con el paquete Pone la mano encima y si lleva faldita, se la pone entre los muslos y la aprieta, tras sacarla de la bragueta, así bromeamos tranquilos, aunque entre su madre o hermana.
Notan algo, y los celos de ellas salen, pero el modo de actuar, es siendo más simpáticas y quedándose un rato más, sabiendo que igual que con ellas soy con la pequeña, que se está espabilando y que tiene mi polla junto a su coñito (envuelto, con la braga o tanga puesto). Un par de veces, me he venido estando ellas de mironas
Helena se ha puesto nerviosa y contenta de que manche su braga/tanga, con mi esperma y me venga delante de las otras. Luego, tras irse ellas se ha quedado feliz, con ese sentimiento, de haber sido elegida ella. Más tarde ha ido al lavabo y luego hemos salido "solos" y "ella" jovialmente, se me ha comido a besos. Está muy contenta de que eso pase con ella. Es ella, la que está conmigo, finalmente lo ha conseguido, tenerme para ella sola (esta tarde J ).