_____La mulata preciosa, Virginia Suzzane.____
Es continuación de "Mi arisca jefa, y las dos hermanas santeras VI". Os recomiendo leerlas; más, se puede leer independientemente.
Virginia Suzzane, tiene 27 años se cree una princesa, una mulata principal. Todo se arregla, le hacemos un atado. No podrá hacer las necesidades normalmente. En los momentos de entrar al lavabo sentirá que lleva las bragas o tangas pegadas a su intimidad (por delante y por detrás).
Eso sí, las bragas o las tangas, no se las puede quitar pero puede recortarlas o perforarlas. Pues cuanto más le cueste más necesidad tiene, y una vez que entre en el lavabo no podrá salir sin satisfacer esa necesidad.
Y luego de todo eso, siempre tiene que venir a mirarme a mí, con una excusa u otra. Mirarme, e ir haciendo que note algo de lo que le pase. No de golpe pero progresivamente.
Y, para su colmo: va a sentir necesidad de lamerme la piel (en un lado u otro, por eso empezará por recoger las cosas que uso bolígrafos y rotuladores y lamerlos a escondidas). El muñeco, elaborado de partes de sus prendas y papeles, va a ser apropiadamente utilizado...
Virginia Suzzane es una mujer que gusta, ella lo sabe y lo utiliza... Es atractiva, tiene un cuerpo que llama las miradas de deseo y también la envidia (de ser ella o de tenerla). Sus verdeos ojos y los labios carnosos y apetecibles llaman a ser mordidos, lamidos y a besarlos hasta desfallecer. Su pelo es largo, sedoso y de un negro natural y muy intenso.
Su cara es ovalada, de un tono chocolate claro pues es mulata-, con rasgos occidentales y un saber hacer, saber estar y saber hablar de forma encantadores. Todo en ella sugiere que esta hecha, desde niña para gozar y para hacer feliz a quien ame.
Su personalidad es fuerte, cuando se enfada y puede sacar de quicio a cualquiera (sea hombre o mujer). En esos momentos, se transforma y dice unas auténticas barbaridades; que solo son atenuadas, por venir de la poseedora de un bello cuerpo y por la mirada del oponente, que no puede dejar de apreciar sus pechos y su esplendido culo. Todo ello realza, al elegir vestido elegantes y entallados (bien sean vestidos o trajes de chaqueta y pantalón -pues bastante clásica-).
Además, el conjunto se enaltece y eleva hacia el cielo, por poseer unas piernas, brazos y dedos largos; y una fina nariz. Además llevando tacones, y con su manera de comportarse, va robando corazones y haciendo nacer, en muchos, el deseo de "infidelidad" respecto a sus parejas. Por esto, es lógico que las otras hembras, de su entorno laboral, familiar y de estudios le tengan juradita la partida.
Eso a ella no le importa, pues por más que se lo propongan, si ella pretende obtener algo, con sus armas de mujer lo consigue. La mayoría de las veces no precisa ni de la intimidad. Pero si esta llega, con solo verla en paños menores; se acaban las resistencias, y quienquiera que sea se hipoteca y se esfuerza en hacer lo imposible (todo con tal de poder tener su amistad y "tal vez, un algo más").
Así la conocí, y así iría todo, difícil para mí. Pues soy atractivo, pero dentro de la normalidad y ella "se cansa de ser guapa". Claro que hay un algo a mi favor. Yo, soy el santero y mis mujeres (especialmente las dos hermanas "africanas", hacen lo indecible para tenerme feliz, aumentar el grupo y que el grupo familiar crezca). Y ella, Virginia Suzzane, es la perfecta candidata; tras haber ingresado ya Rosa Maria.
Enseguida notaron, que había alguien que me interesaba. Ella llegó, por una baja en la oficina; la cual vino a cumplir ella, como responsable del equipo de contratación, adscrito a gestión económica.
Esta hembra, podía pasar de la mayor delicadeza a ignorarte. Tenía algunos detalles insoportables, como el de cambiar de novios como de zapatos y según la chica de la limpieza: era un poco guarra, pues coincidía que tras salir ella del lavabo, aparecían bolitas de moco, de esas que se hacen en la nariz. Se ve que lo hacía expresamente, para fastidiar a Asunción (la limpiadora). Pues, ésta, hizo notar a "la singular mulata", que en este edificio no se podía fumar. Y está, Virginia, decidió entonces ponerla en una lista, y zaherirla a diario.
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Desde la entrada al trabajo, no paraba de sus asechanzas y flirteos. Coqueteaba con sus iguales y superiores, no con los que ella consideraba que le eran menos. A los inferiores, y a la que se le oponía a algo le buscaba las vueltas y de algún modo se las ingeniaba (directamente o por persona interpuesta para que empezara a encontrarse a disgusto y fuera trasladada a otra sección u oficinas de la empresa).
En fin, que tenía las maneras de "una Borgia" y le molestaba que la contrariase. No le conocí amigas, pero sí admiradores y obedientes compañeras y subordinadas de trabajo. Todo le fue más o menos bien, hasta que notó que Rosa María me protegía y me tenían respeto. Intento moldearme y no le salió bien (ni a la primera, ni a la tercera ; ni a la veinte). Y con Rosa Mª, no se atrevía. Total que intento, para trepar utilizarme a mí; no le día oportunidad y me quedé con el cante. Ella, curioseaba muchos papeles y extraviaba cosas de otros. Luego salía como la salvadora y los encontraba. Pero, quiso utilizar algo que yo custodiaba y ahí se topó conmigo (un santero y empezaron sus problemas).
"A partir de ese momento, empezaron sus cosas en el lavabo y sus caídas y retrasos injustificados". Empezó a dormir mal, tener pesadillas y tener unas toses compulsivas. Justo en el momento más inoportuno le daba la tos y se le saltaban pequeños esputos (de la boca y mocos de la nariz , para puntualizar).
Había hablado con mis dos mujeres, de mis averiguaciones sobre Virginia S.; y decidimos hacerle un atado "fuerte" entre los tres. Con la colaboración de Rosa Mª, conseguimos prendas de ella. Simplemente, Rosa Mª se encarga de tomar cosas de la mulatita. Primeramente fue un papel caído en el suelo del W.C. Luego, un pañuelo, más tarde el encendedor, colillas .
El ritual, a las dos semanas se complemento con cosas más íntimas. Pues ella, la mulatita, a solas empezó a tener los graves problemas con sus bragas y tanga. No se exactamente como, pero se las ingeniaba para rasgar y romper la tela. Con lo fácil que es bajarlas o ponérselas de lado, sobre la ingle. Nada, que no podía y si lo intentaba se mareaba y se desplomaba en el baño.
Y después de varios desmayos y coscorrones y testarazos: se decidió a llevar la acción del desgarro y cortes con unas pequeñas tijeras. También se decidió a usar prendas íntimas de menor calidad y a recoger los pedazos cortados; pero con errores mínimos .
La imaginé desnuda, mientras se rasgaba la tela de la braga o tanga. Sin poder tocarla, para no ser muy evidente, pero haciéndole sentir cosas y metiendo mis pensamientos en su corazón y mente. La iba quemando y revelándole cosas. Y ella, siempre tras salir del cuarto, venía a encontrarme o yo mismo me hacía el encontradizo. Se hizo un ritual de eso. Y ella, al poco de verme se ponía excitada y con sus restos de bragas húmedas (como también su pantalón y nalgas) Y la hacia sentirse mojada, y hasta olerse el flujo. Por eso llevaba un mini spray y se rociaba, como una posesa
En poco tiempo, empezó a pasar el calvario anterior, que había tenido Rosa Mª. Y se sentía paranoica, con mala suerte. Perdiendo cosas y con sueños húmedos y sin recordar con quien. Pero, acercándose a mi mesa y tomando cosas. Yo, se las tomaba prestadas a alguien, y las usaba un rato. Ella las veía y ale a "cogérmelas prestadas y a lamerlas". Empezó a asociarlo todo, mala suerte, ir al baño. Y que al lamer cosas mías le iba un poco mejor. Total, que empezó a hacerme la pelota y a intentar contentarme. Quiso hacerse mi amiga, no me hice rogar mucho pero la trataba como de pasada...
Y eso, si cabe la hacía interesarse mas. Me estuvo rondando, y un día se descolgó con un regalo de la colonia que uso. Dijo que era una oferta y un presente de amistad. Le costó dar el paso, se puso nerviosa y casi se le cae. Habían investigado que uso Hugo Boss "dark blue". Solo que hay un pero, ella no sabe que la uso "junto con otras esencias", que se superponen a ese olor y se añaden a olor corporal. Y eso por algún tiempo la hacía dudar, pero finalmente se decidió y acertó la muy pícara; tenía buena nariz. Y más desde que tenía el problema de los lavabos
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Virginia S., va notando que no tiene sentido negar, que necesita estar conmigo y que fantasea con estar juntos. Se ha enterado de mi vida sentimental, eso en un primer momento le fue una contrariedad; luego la lleva a superarse y a arreglarse más. Se comporta más solícita, cambiando completamente de expresión al verme y haciéndose evidente cuando me habla y con su comportamiento al estar junto a mí.
Lo cierto es que, se ha unido a los desayunos con Rosa Mª y conmigo. Rosa Mª por su parte, de vez en cuando deja que desayunemos los dos y me entrega las cosas que consigue de ella (ya que un buen momento, para conseguir cosas de la mulata, es sabiendo que ella está conmigo).
Virginia, se ha propuesto seducirme y tener alguna cosa "intima conmigo", y si alguien bromea y se pone simpática conmigo se irrita y hace evidentes sus celos. Noto que no lleva bien que me acerque a otras chicas y que ella misma se va haciendo mas considerada conmigo, en todos los sentidos; incluso deja caer indirectas de si podríamos ir a tal o cual sitio
Cada día, la mulata hace un examen de cómo le han ido las cosas en general y conmigo en particular. Memoriza las cosas que le digo que me gustan y mis aficiones y procura estar informada; para hacer que tengamos más compatibilidades.
Ahora en su casa, se encierra en el cuarto y saca del bolso algo que ha tomado prestado, y se toca con ese objeto (sea un bolígrafo, rotulador o un anillo de plata, con esmaltados amarillos lilas y rojos (es de plata y tiene unas espigas y hojas). Para no pasar por ladrona, lo toma y al día siguiente lo devuelve enseguida.
Al sustraerme "temporalmente algo" procura llegar de las primeras, va a mi mesa y deja los objetos mientras coloca unos papeles o pone una carpeta con algún tema que me incumba (de lo contrario finge dejar sus papeles, y deposita el objeto que el día anterior había tomado). Y si puede tomarlo, antes de ir al lavabo y allí lamerlo y tocarse con ese "fetiche" aun se excita más (por la frescura de las huellas y por estar más cerca de mi presencia).
Ella le tiene envidia a Rosa Mª, y a mis dos mujeres negras. No puede evitarlo, pero se cuida mucho de hacer comentarios y dejar que sus celos se exterioricen conmigo. A solas, si que tiene sus rabietas y ha de acudir a lavarse las manos y la cara y retocarse el maquillaje.
Le he comentado que me gusta uno de sus jerséis y eso le ha bastado para estar más contenta y ser dulce en su comportamiento y estar sonriendo el resto de la mañana.
Luego al salir, vinieron a buscarme las dos hijas de Yñutog, vinieron a traerme un presente de su padre una pieza con dos extrañas letras que eran un concentrador de energías. El buen hombre, estaba agradecido por haberme ocupado de sus hijas, por hacerlas felices y por que éstas le enviaban cada mes 300 euros (lo cual es mucho en su país y le hace llevadera la vejez).
La ayuda de sus hijas, realmente no le es necesaria, pero es como un tributo que de por vida le decidimos dar. Y el, un bangda/santero entiende todo perfectamente y decide corresponder: ¡Dándome partes de sus herramientas de ashé y transfiriéndome "gradualmente" porciones de su gran fuerza!
Pero Virginia Suzzane, las vio a ambas abrazarme "zalameras" y hasta libertinas. Me tomaron una por cada brazo, y para colmo rompieron con la posibilidad de invitarme a un concierto; con la excusa de que deseaba comentarme algo del trabajo y cosas de su vida (lo segundo era más cierto que lo primero). Sus ojos, de tanta furia acumulada, hubieran podido abrasar a las dos chicas y a mí, pues se quedó así descompuesta. Hasta que me hacer qué y me despedí de ella, simpático y como la cosa más normal.
Se le dulcificó el rostro y se quedo como una niñita, a la que tras caerse la levanta y limpian y le dan unos besitos. Hasta se me abrazó impulsivamente, se mantuvo así; a pesar de que no le quitan la mirada de en cima ni Shatja ni tampoco Kgaggesa (las hermanas santeras, mis ayudantas).
Ese simple gesto la reconfortó, especialmente por hacerlo frente a sus rivales o eso creía ella; pobrecilla, si les llega a caer mal, a cualquiera de las hermanas
Y me dijo, si quieres puedes llamarme Kharlo, ya tienes mi número de móvil y el de casa. Y si, los tengo, pues ella me los ha dado; con unas excusas sencillas, pero lo que quiere es que pueda llamarla y puede ser que lo haga más tarde
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Le vamos a infundir un trance de somnolencia larga y manipuladora. En ella hablará con nosotros cuatro (las dos hermanas, Rosa Mª y yo mismo). Va a estar como ante un juicio y le saldrán todos sus temores y ansias. Ella no lo sabe, pero tenemos un muñeco con sus restos de bragas y tangas, con los papeles y con cosas como su encendedor y colillas de cigarrillos.
Siempre me echas en cara que me estoy con otras mujeres, le hago saber en el trance de somnolencia. Pero tú, acaso no eres otra mujer y deseas estar conmigo. Ves y ponte a dormir, llega a casa, come lo que dejaste preparado. Aséate, duchándote y metete desnuda dentro de la cama y dormirás veinticuatro horas seguidas.
En ellas, estarás con nosotros. El muñeco va variando de una de mis manos a la otra, y finalmente lo envuelvo dentro de un doble atado. Son las bragas usadas de Shatja y Kgaggesa. Si quiere sexo, tendrás que aceptar ser totalmente mía y estar al servicio de mis tres mujeres, te tomaremos a prueba
Ese es el pensamiento, que le imbuimos repetidamente, escribiéndolo en un cacho de papel higiénico, enrollado y metido en la cabeza del muñequito de mujer que la representa (esta escrito con tinta especial, elaborada con sangre de varios animales e insectos y con salivas de nosotros cuatro).
El muñeco se impregna de esencias de sexos húmedos y se transporta hasta esos sexos. Luego las tomo a ambas hermanas, que ya tienen tres años más (es decir 21 y 18 años respectivamente). La uso y disfrutamos. Mientras Rosa Mª, hace la casa y atiende todo, va vestida con ropa íntima y una túnica larga. Y dentro de su braga, se produce un mar de sensaciones, se moja y se excita y acumula deseos. Sabe que también estaré con ella y que voy a lamerla toda, sujeta por las dos hermanas. Y, dispuesta a tensarse y a estirarse desvergonzadamente
Y su hija y la de Shatja, que tienen dos añitos juegan, en el piso superior, en su cuarto y ella las controla por las imágenes de cámara y por sus sentidos que se han desarrollado un poco. Rosa Mª, está muy enamorada y la madre de mi primogénita y eso ha sido una muestra de altruismo de las dos hermanas y una señal de mi amor por ella.
Por otro lado, era demasiado joven para ser madre. Y, se conforma en ser acompañante y fiel, y darse cada vez más. Desde su mayoría de edad está esperando que le haga una hija. Como es costumbre en su familia. Las hijas son deseadas y los hijos acordados o traídos por el azar como yo mismo-. Se ve, que lo de tener hijas, es como una ofrenda y es algo que se da en pago. Y es manera de que la servidumbre y sumisión sean más plenas. La mujer es más dócil y más sensual e impregna el hogar de parte de ella misma
Desnúdate, le repetimos a Virginia Suzzane. Lo hace y se empieza a mover y rodar dentro de la cama. Y sus manos repiten, lo que las mías hacen en una y otra hermanas. Similarmente, siente que una humedad la impregna y trastorna. Es que, el muñeco, el que la representa a sido tomado por Rosa Mª y está siendo humedecido por su flujo vaginal. Los deseos de la portadora del flujo, hacen que Virginia, en su cuerpo mulato y en su mente, todo lo que siente mi tercera mujer. Y desea que le llegué el tiempo y ser ella la que cuide la casa y a las niñas. Es más empieza a desear ser madre, cosa que nunca antes le había pasado por su mente.
Mientras, las hermanas y yo nos besábamos, el deseo la va mordiendo a ella. Se acaricia los hombros, estira y se envuelve con los brazos y las manos le aprietan sus pechos y los costados hasta hacerle daño. Todo, es necesidad de cariño y de sensualidad y sigue sin poder tocarse íntimamente abajo. Pues es algo que le hemos vedado y de ello su necesitado corazón y su coñito palpitante se queja y se incendia. Se siente abrasada de deseos y espera que si
Rosa Mª, ha hundido el muñeco dentro de su vagina y lo usa a modo de consolador. Virginia está a punto de explotar y temblando toda, se convulsiona y le manan flujos vaginales y salivas bucales... Y sus pechos, piden sentir que le fluye leche para dar a una de las bebitas Bueno no a una de estas bebitas, sino para ser madre y darle de mamar a una hija suya.
Se transporta al pasado, y se ve siendo penetrada por mí. Nota como es fecundada y como da de mamar a Eva su niña- Y eso, la hace vivir un sexo muy fuerte. Lo junta todo, y siente como mi pene erecto está ante su vista. Me lo ha cogido y se lo metió en la boca a toda prisa- como modo de satisfacer parte de su angustia y necesidad. Empieza a chuparla bien. Es increíble el "gran placer que le viene", una y otra vez...
Se siente finalmente, inundada por mis sacudidas de semen. La leche le cae en la cara y ríe como una loca fuertemente. Lo que siente es parte de su futuro con nosotros. Y desde ese momento se entrega a de cuerpo y alma.
Está roja de excitación, se ve a si misma gozando incansable. Y ahora, goza al límite de casi llegar a correrse. Pero, el orgasmo no le llega, está a las puertas y se le escapa. Casi lo toca y se le va. Y me siente, a las puertas de su culo y me nota agarrarla y ponerme tras ella. Virginia, se ha levantado y se sacude las mantas. Está a cuatro patas y tiene un deseo animal, una gran excitación.
Siente que le paseo mi pene por atrás, le doy golpes y ella estira de mi muñeca. Y siente como la tumbo en el suelo, pues nos ve así sobre la alfombra y baldosas y yo me muevo sobre ella. La tomo y la hago mía. Y ve como goza, goza tanto como no ha gozado nunca. En esa visión se ve y siente ese fuerte placer, extraño aun y tan intenso. Y a la vez, en su presente, está muy excita e insaciable. Pero tiene prohibido llegar al orgasmo. Por eso las horas pasan y su cuerpo suda y la habitación se llena de su transpiración.
A tientas, se tapa con el revoltijo de sábanas y mantas. Y descansa un rato, para volver a iniciar la secuencia de placeres y gozos celestiales e infernales.
Está purgándose, pagando sus desplantes y está convenciéndose de que va a ser mía. Toda ella, todo lo suyo será de su señor y su amo. Y será mi cuarta mujer, la nueva compañera .
Y con ese sentimiento, se duerme y recupera energías Tanto ha sido el placer que ha perdido dos Kg. en estas agitadas 24 horas Está decidida seguir adelante, a entregarse a servirme y a ser cuidada por mí, por nosotros. Sabe que sabremos atenderla, en todas sus necesidades...