Qui sait... qui sait... qui sait...
PRIMERA PARTE.
QUIZAS, EL PRIMER PASO ES VENIR A VERME.
Quizás... el primer paso sea venir a verme, pues ya has sucumbido a mis miradas y bromas. Y sabes que en cuanto sientes mi mirada, tu sensualidad se te desmarca de ataduras y tu cuerpo se te anima.
En esos instantes como una sonámbula, caminas hacía mí y esperas que surja el abrazo y un preordenas tus acciones para logran un encuentro amoroso.
Estas resuelta a hacerme tuyo, para ello estás dispuesta a casi cualquier cosa, pues aunque te resististe al principio, por la amistad con tu amiga; tu voluntad no puede detener tus sentidos, ni el grito de amor que dice mi nombre, en tu corazón.
No duermes bien y además cuando té despiertas, tu misma notas que ya estás pensando en mi. Has intentado quitarme de tus pensamientos, pero no solo no lo has logrado, sino que te sientes peor, por querer ir contra la corriente de lo que quieres. Recuerdas que, ni saliendo con algún amigo, de esos "otros chichos", con los que antes lo pasabas tan bien.
No te lo niegues, tú sabes que no haces más que eludirlos.Sí, al menos últimamente, pones mil excusas; pues el solo hecho de su presencia, sabiendo que no soy yo, te pone de mal humor y luego lo pagas con ellos.
Luego, defraudada de lo que no puedes negar; con algún pretexto vas y los haces marchar. Cierras tus ojos, en esa dolorosa soledas, piensas en mí y té autosatisfaces. Se, que entonces piensas en los momentos que ultimanente has pasado conmigo, haciéndote la encontradica y así te das una ración de sexo, con tus mismas manos (pero pensanso que son las mías).
No tienes suficiente con ello, pero cuando menos, de este modo te aplacas y aturdes la pulsión que tus entrañas devora. Durante esos momentos, te sientes mía y me consideras a mí tuyo. Es hecho, es algo que no puedes rechazar. Y como tu sabes, quieres un algo más, necesitas hacer una cosa u otra, para tenerme abrazado, o de lo contrario te enfermarás de los nervios...
Llevas un largo tiempo, pensando en nosotros dos, primero de pasada; ultimamente, casi de forma obsesiva. Yo veo, como encuentras excusas, y haces lo que sea para que coincidamos y estar cerca, poderme mirar, decirme unas palabras. Te pones muy nerviosa, tu que siempre has presumido, de dominarte a tí misma.
Te desesperas, enfadada contigo misma, por no tenerme, ni poderme sacar de tu hondo sentir. Piensas cosas, estando tu conmigo, aunque sea como oyente o mirona. Hasta lloras y te insultas; y cada vez, te sientes más enganchada a mí. Reconócelo, soy tu obsesión recurrente. Solo ideas las mas variadas excusas y situaciones más rocambolescas, todo vale si es que logra hacer que finalmente estemos juntos.
Yo, como tu bien sabes: " Ahora, simplemente soy para tí, el compañero sentimental, de tu mejor amiga Cristina". Laura, tu sabes que ella es tu mejor amiga; eso te repites, una vez y otra para sanarte. Luego cirras los puños, te clavas las uñas, y lloras. Pero, vuelves a pensar cosas conmigo.
Tu misma, ya has podido apreciar, que Crys últimamente ha cambiado de aspecto, de una forma notable. Tú, no te explicabas sus motivos, pero sospechaste que es por mí, es una transformación pasional.
Crys ha pasado, de ser una chica de tantas, una de esas típicas nenas de clase bien. Todo el grupo, con el que salís, comenta el hecho de su transformación; y además habláis de Crys, decís que se aparta considerablemente de vosotros, y eso es para estar conmigo (Kharlo).
Al cabo de todo, tras ausentarse, Crys vino a reaparecer como si nada, se descuelga arreglándose con un cierto desaliño; pero demuestra ser feliz y está rebosante de ilusiones y planes. Si, el cambio se aprecia claramente, hasta vino a colocarse unos metales, entres sus carnes. Son unos metales preciosos, sí; pero no dejan de ser metales: un "piercing" en su lengua (de pasador) y también una "anilla" en el labio inferior, de la boca.
La vez más feliz, comparada con como era antes, notoriamente esta distinta, cambiada e ilusionada. Todo eso, ha surgido tras irnos juntos ella y yo de vacaciones. No sabes dónde, pero fue a algún de Sudamérica. Crys lo decidió, pasando del resto de la pandilla, pero también de ti...
Cristina, se ha manifestado reservada a darte bastantes detalles, cosa rara en ella. Solo te cuenta que vivimos juntos y en no se te confía tanto como antes. Tú, le envidias la espontaneidad de sus risas. Tu te confiesas aburrida, por que vida es tan previsible y, eso te impulsa a hablar más de cómo nos entendemos nosotros -con Crys, y yo-. Finalmente, llegas a un punto en que te confiesas, la envidias felicidad de Laura.
Al principio no sabías exactamente que té pasaba, solo te dabas cuenta que frecuentabas más nuestra compañía. Tu, nos observas a los dos con detenimiento. De tal modo, querías coincidir y estar con nosotros, que en un momento te das cuenta: Le envidias, deseas tener lo que ella tiene (sí la pone tan bien, quieres tomar lo mismo que ella toma).
He notado tus ganas de seguir con nosotros, te cuesta despedirte y casi inventas excusas y pretextos para encontrarnos. Y varias veces, noto como nos miras y que té quedas callada. Te ensimismas oyéndonos, quieres entender como nos llevamos amorosamente. Me empezaste a mirar, y a ratos té quedas embebida, prendida de lo que digo y de mis ojos, parecerías embobada; pero no, estas íntimamente concentrada y deseosa de conocer más de mí. ¿Te gusto, Laura? "Es algo que no sabes concretar, pero te hago sentir un: "Qui sait..., qui sait..., qui sait...". Tal vez si, quizás, pudiera ser...
Por ese motivo, el martes pasado, te decidiste por venir a visitarnos, con una excusa. Laura, tú sabias que Crys no estaría, pues dirigiste la conversación con Rosa, la hermana de Cristina. Que bien le seguiste su conversación, hasta que esa parlanchina te dio detalles interesantes. Rosy te confirmó, que Crys se iría a un Exposición de sus pinturas, a la Sala de Cintas. Por cierto los últimos cuadros, también tienen más fuerza y reflejan su cambio (como no podía ser de otro modo).
Crys estará fuera todas las tardes, desde las 3 h. p.m., hasta las 10 h. p.m. Hasta por 3 veces, se lo hiciste repetir, con la excusa de ir a verla; más bien has ideado el de venir a verme, pero para estar a solas conmigo. ¿Te decidiste a venir, sabiendo que yo, estaba solo? Sabes, por Rosy, que yo salgo de la oficina, sobre las 5 o las 6 h. p.m. Y lo ideas todo, para hacer casual tu aparecer y así te personas, en nuestro piso, a las 7 de la tarde. Sabes que, Crys y yo, convivimos desde hace unos 3 meses. No, Laura no te hagas la ofendida, tú lo sabías.
Lentamente urdes el plan, das unas vueltas a la plaza y luego me llamas, pulsando el botón del interfono. Te contesto, y tú de entrada ya no preguntas por ella, por que sabes que no está; simplemente me dices, que si puedes subir. Te digo que claro, con el interruptor te abro la puerta de la escalera.
Laura, tu entraste rápida, una vez conseguido franquear ese primer obstáculo, no tiene sentido demorarte. Tomás el ascensor y asciendes nerviosa, repasando mentalmente todo; y te arreglas el cabello, y el vestido; quieres estar perfectamente presentable. No llegas a tocar el timbre, cuando ibas a hacerlo yo te abro la puerta. Con ello te sobresaltas un poco, como pillada en falta, luego sonríes.
Noto nerviosismo cuando nos abrazamos y nos damos un beso de bienvenida. Te sabe a gloria, y a mi lado aspiras mi aroma y yo noto el tuyo. Al separarte, das como botecitos con tus pies, noto que tus ojos reflejan ganas y que tus nervios se entremezclan con felicidad, como consiguiendo algo prohibido.
Eres una mujer, presa de una loca y poco disimulada emoción. Con tus armas de mujer, de las que no dudas, ante mí te resuelves a hacerte vale, para conseguirme.
Has tenido varias noches de inquietud. Y al despertarte todos los días, amanecen tus mañanas, con ese sentimiento de querer algo de mí y tu té notas la sensación de querer estar conmigo. Por eso, dejas alargar tu brazo y extiendes los dedos de tu mano; así aun somnolienta quieres alcanzarme, entre ese adormecimiento, te descubres deseando que esté ahí. Tu mente te asalta, todos los días con una misma idea.
Finalmente has soltado, te confiesas lo que te negabas. Me quieres, es lo que inútilmente has intentando negar. Hasta ahora lo rechazabas, pero sientes y confiesas que es algo irresistible para tu voluntad. Tu ser se te sale de ti, para tener algún momento conmigo. Y así, convencidas ya no te importa el que pasará, sean cualesquiera las consecuencias.
Es que, aun siendo el compañero de tu mejor amiga, me deseas como antes no te sucedió con nadie. Y, pese a todos, siendo franca contigo: Laura tu sabes, que me deseas. Por eso hoy, te has arreglado y elegido que ponerte, tanto exterior como íntimamente. También por el mismo hecho, y esperando tal vez conmoverme, atraerme y tener algún mimo fuiste a la peluquería, y tardaste en decidirte por que hacer.
Si, caro si resultó, llevo su tiempo, pero elegiste bien y te ves bella. El destino te tiene en una encrucijada y ahora estás preparada, lista y resuelta a estar conmigo. Y con ello, se abre la apuesta a un: "Qui sait..., qui sait..., qui sait..."
Yo aunque nada te he hecho saber, lo de tus sentimientos sé. He notado que te llegas a sentirte dominada: por un deseo de ser mía, aunque tengas que enfrentarte a todos (incluso a tu mejor amiga). Es superior a ti, no te bastan tus manos, ni un consolador mecánico o uno chico que te haga el amor.
Tu, Laura sabes lo que quieres: ¡Ser lo que es Crys, sí eso exactamente, mi esclava!. Sé que el otro día dejaste tu móvil bajo la cama, cuando saliste con algo deprisa o debo decir de impaciencia-. Si, no pongas esa cara, fue en aquella visita de hace unos 10 días. Los demás, distraídamente estaban mirando los cuadros de Crys. Digo el resto, porque yo te seguí todo el rato. Sospechando algo, permanecí tan pendiente de tus movimientos, es natural que viera tu maquinación.
Si, después de la conversación que hemos tenido, sabiendo los dos a lo que has venido. A tener un poco de cariño y a hacerme saber lo que sientes. Sé eso y también que te resultó más difícil recoger el teléfono móvil; suerte de que yo te facilité tu regreso; eso es lo que pretendías también. Por eso, no lo has encontrado donde lo dejaste. Mira, aquí está, tómalo.
Si Crys té vi, se como entraste rápidamente y tomaste el móvil y lo pusiste entre el somier y el colchón, cerca de la almohada. Lo hiciste nerviosamente, pero era difícil de descubrir y marcaste el número, sabes que la batería está a rebosar, y el micrófono al máximo. Y notas que es una locura, pero no te resistes y en un gesto lo acaricias, son mimos de tu mano, caricias para mí verdad... (asientes con la cabeza...).
Luego te asentaste dentro de tu coche, y esperaste un rato. Vivías estar en una cita clandestina, pero tu te dejaste ir y esperabas los acontecimientos. Ahí, con el teléfono en manos libres y te vistes apostabas, partida y rehecha; esperando unos momentos calientes. Tu espera tubo éxito y recibías nuestras voces y bromas de amor. Luego, te sentiste derretir, entre el alubión de palabras y gemidos de dos amantes; tal vez debo de decir de un trío, pues tu también te excitabas cada vez más.
Nos oíste, envidiaste sentir lo que le hable a Crys y más tarde te dijiste lo guarra que es Crys. Como se corrió varias veces, salvajemente. Tu que eres entonces, porque vamos a ver, ¿Laura tu también te corriste una o dos veces?. Cierras los ojos y dices dos con tus labios. Laura, que confesión más liberadora, es la verdad de la pasión que sientes; así te lo entiendo yo.
Enseguida, mojaste tu tanga y el pantalón; mordiéndote las uñas. Y mientras lo aflojabas el botón y la cremallera; te veías avanzar al placer, un placer iniciado con solo los preparativos y que ya humedecía premonitoriamente tu intimidad. Y te convulsionaste rápida y largamente, demorando tanto como te fue posible el placer.
Tus dedos se hunden, entran en tu sobresaltada y hambrienta concha. ¡No entiendes aún todo lo que eso implica, pero tus ojos me lo dicen! Quieres ser mía; de tal modo que, hasta aceptas que se pueda resentir tu amistad con Crys, es como un mal menor. E incluso, tolerarías ser la segundona; aunque esto último, te costaría aguantarlo, pero ser ignorada es algo que duele bastante más verdad...