AZUL Y VERDE, EL AMOR NOS MUERDE
Azul, es la mirada del sentimiento. Posiblemente, azules sean los ojos que te hacen sentirte azulada toda tú. Despierta o dormida, azuleas por mí. Tu me verdeas, mis caminares y mis descansos, me remansas mis turbulencias, dándome paz.
Los ojos, de un transparente azul, te pintan azulada. Y tú sentir y tu respirar se tiñe de azul. Transpiras, con gotas azules, dando salubridad de golpes de ese color, que chocan con distintas partes de tu piel. Y el sabor de ese azul, es salado y se combina con sabor a miel.
Me gusta sentirme, con mi mirada azul, navegando entre tus verdes ojos. Ir y venir, de una parte de ti a otra y acariciarme contigo.
Azul, como el mar, golpeando el malecón rompiente, en el frontal de las fachadas coloreadas de La Habana. Ahí quiero ir, contigo mi amada. Sentarnos juntos a ver ponerse el sol, abrazados. Sentados y enamorados, sentir que nos salpica la espuma del mar azul.
Es mi deseo, mezclar mi azul, con tu verde transparente. Tú eres transparente, y mis ojos se reflejan en tus dos espejos oculares.
Y así, siento como apoyas tu cabecita en mi hombro y aprietas tu mano. La aflojas y la aprietas, y cuando me miras, siento brillos de "azul verdoso" en tus miradas de mujer enamorada. Enamorado estoy yo de ti. De eso modo, mi ojos varían la gama de azules.
Contigo, me siento querido, amado y deseado. Junto al mar y mirando al cielo. Contigo, me siento cómodo en cualquier lado.
Será que mi mirar azul, se enamoró del verdoso acento de tus ojitos. Cuando cierras tus ojos, me haces desear verme en tu verdosa mirada, de mujer querida y enamorada, gozosa de compartirse y darse.
Quedo extasiado, con tu verde atisbar. Y siento, espío fijamente, los sentimientos que pasan por tus parpadeos placenteros y gozosos. Abrazado a ti, enganchado contigo. Me siento tu marido, desde el primer día en que te allegaste a mí.
Considero que mis ojos azules, otean en tus ojos y en tus pensamientos, como banderas de amor. Amándote sin reservas, intento expiar los momentos en que de algún modo, involuntariamente te pude dañar. Y dentro de tus ojos, me siento estar, descansando y enfebreciéndome. En ti vivo, contigo y tu vives dando tonos verdes a mi mirada azul.
Será pues, que azul y verde, el amor nos muerde: tú me muerdes a mí, y yo te muerdo a ti. Luego beso tu piel y tus labios, tus pechos y tus costados, para sanarte de mis mordidas. Y tu sonrisa me dice, que te gustan esas curas de mimos y cariños. Somos dos niños, con miradas azules y verdes: combinándose en nuestros cuatro ojos