Azotes para mi aprendiz de sumisa IV
Tu cuerpo se levanta y se aprieta contra el colchón, y te sientes volando y anclada en mi corazón; pues ambas cosas son posibles y complementarias, si hay amor. Estás boca arriba, a ratos de lado (pero poco rato), así te puedo azotar tus muslos, tus costados y tus hombros. En ocasiones, me aprieto y lamo tus senos, y muevo tu vientre. El placer se te dispara, y acompaso mi mano, al latir de tu vagina.
Me gusta tu posición, recostada en tu espalda y sobre tus nalgas; a las que veo que, por momentos, las levantas y mueves en volandas. Noto que admites una doma larga, eres una mujer fuerte y sana. No tenemos prisa, ya aprenderás que esas sensaciones vienen mezclado un poco de castigo y mucho placer.
Es placer es más intenso, si muchas veces gozas pero casi te quedas a las puertas y todo vuelve a comenzar, cuando te serenas. Te masturbaré, por horas; de tanto en tanto, probaré recorridos, que convergerán en tu puntito, que es un híbrido de lenteja y judía (pero vivo y más gratificador).
Lameré tu cuello y estaré un rato, haciéndote sentir mi manera de comer. Te meriendo, en el plato de tu vientre, o sumergido entre tus pechos; desde donde subiré, para besarte.
Todo viene un poco limitado, por mi mano, anclada dentro de ti y no cejaré en estimular tu hendidura y mimare tu puntito. E iré absorbiéndote, tomaré de tus diversas texturas y miraré tu linda cara y tus ojos (te absorberé, de todas las formas imaginables).
Me gusta el culo salido y poderoso, es completamente apto para ser nalgueado. De ello, disfrutaremos ambos, yo azotándote y tú siendo receptora de azotes. Antes de azotarte, acariciaré muchas veces tu redondeado culito, lo presionaré y en toda tu sentirás mis mimos.
Un día y en un momento, sin preaviso, empezarán mis tandas de azotes, mezcladas con diversas formas de caricias. El sentimiento irá mezclando placer, abrazos, pellizcos y unas punzaditas de dolor.
Y tras la sesión de azotes, te pondré crema y te besaré. Te acariciaré; con toda la delectación, con que experimento ver un cuerpo gozoso. Me veré reflejado en tus ojos, tras unas nalgas bien dadas. Tu piel, tu culo se sensibiliza y me gusta notar ese leve levantamiento, el relieve de esa piel receptora de mis atotes.
Vivirás el momento, me sentirás y te quedarás quieta o me darás cariños, sin quejas ni aspavientos. Sabrás entonces, que tu piel, especialmente tus o glúteos, están dotados de puntos más sensitivos y agradecidos (más despiertos que nunca). Tras pulsar, la suavidad y el dolor, durante un buen rato; te masturbaré, con la palma de mi mano. Te haré desear, que me agite mi herramienta dentro, que es lo que es (otros llaman "follar o coger").
Nuevamente, empezaré a sentir que los latidos, de tu cuevita íntima crecen. Me sentirás, metido; profundamente en ti. Me notarás, las diferentes presiones de mis dedos, de mi mano o de mi herramienta. Si, debes relajarte y conformarte con eso.
No esperes más; especialmente, porque te he dejado, tomar mi pene, sacudirlo un rato y notar mi líquido salir e impregnarte tu mano. Siéntelo resbalar y seguir bajando, deslizándose por ti, aquí y allá. No esperes que me corra, dentro de ti (ni con goma/profiláctico, ni sin ella).
El día que me corra, será muy querido por ambos y lo haré con una goma puesta. Luego me la sacaré y te dejaré notar la goma caliente en tu boca, notando mi leche aun caliente. Tú, notarás como "el semen" se va deshaciendo y desearás que caiga sobre tu cara o en vientre y se meta dentro de tu coño.
Se que quieres sentir algo, dentro de tu rajita, la leche de tu amo. Pero, solo te pondré, la goma, sobre tus tetas, para que la sientas y te desesperes de ganas por que se reviente y te caigan algunas gotas, al licuarse y entre tus labios o con tus dedos las puedas tomar.
Más adelante, mi leche (semen), lo guardaré en la goma y lo pondré en el frigorífico 30 o 36 horas. Más tarde, dos días después (24 h + 6 h= 30 h; ó 24 h + 12 h=36 h) ese semen frío y purificado, empezará a bajar, desde tu frente hasta tu cara. Lo notarás distinto, y pronto dejara de estar frío y pasará a un estado "gelatinoso".
Tras eso, vendrá un después, en el que ese fluido, se convertirá en un líquido caliente, que pasará entre tus tetas y por tu vientre y rozará tu pubis y tu vulvita. Según y como, yo te daré golpecitos, con esa "goma profiláctica" y te haré desear que lo vierta en tu coño, que ya estará lubricado, abierto y latiendo.
Por cierto, que tras esas horas, se ha producido una selección entre los integrantes espermatozoides. Con el tiempo, perviven más los más aptos y estos más aptos, son los que originan embriones de fetos de niñas. Si, eso es así, por lo cual y como sabes que me gusta tener una niña sabrás, que esa es una manera de hacerla venir. Y te haré dar, unos cuantos besos a la gomita. Si la volveré a hacer pasar por tu cara.
El líquido, puede verterse en el hueco de tus ojos y bajar más, pasando por entre los orificios de tu nariz. Y tú, aprenderás a entreabrir tu boca, para que ese alimento llegue ahí y de él te puedas nutrir. También, puedo decirme a verterlo en tu vagina y decidirme a embarazarte; cuando dejes toda tu vida anterior y vengas a mí "entregada en cuerpo y alma" para siempre.
Más hay tiempo, todo eso has de pensarlo, y desearlo mucho. Algo así, no te lo voy a dar tan fácilmente. Mi leche de macho, no la tendrás todas las veces que quieras; eso es parte de tu doma. Más la olerás, bastantes más veces y te dejaré mamarme el "chupa-chup" largamente.
Cuídate, de no rozar mi herramienta con tus dientes. Usa bien los labios, la lengua y el interior de tu boca; ponle mucha saliva. Y, controla las arcadas que te vienen, si no tienen mucha experiencia como mamona (lo cual me gusta, así te formas conmigo, sin lecciones mal aprendidas).
Te cuesta pedir, algunas cosas. Pero, incluso aunque me las pidas, has de saber que: "todo no se te otorgará siempre, pero a veces sí". Luego, si pides haces saber algo y ese deseo se te puede dar (en ese momento o más tarde). Eso, ya lo decidiré, si lo vas a tener pronto o no
Más, has de perder todas tus vergüenzas, respecto a mí. Tus pensamientos y deseos puedes hacérmelos saber siempre. Y sabes que siempre, en toda ocasión considero lo que me dices y lo que pides; muchas veces lo hablamos, como tú sabes mi sumisa
Más con todo, con tu predisposición y con todo eso: eres mi enamorada. Todo cuenta, pero todo debe de encajarse adecuadamente. Muchos explican cosas, se las piensan y hasta se las creen ellos (y ellas mismas). Más, yo soy como soy y se lo que se, porque mi vida ha ido como ha ido y las elecciones, los tropiezos y los aciertos me han formado mi carácter. Por eso puedo asegurarte, que <<verdaderamente me amas, me deseas y te acomodas a mí>>.
Pero, cariño considera una cosa, porque ello es muy importante. Una sumisa, debe formarse nuevamente, a partir del momento que deja todo y va a vivir con su amo. Todo lo anterior, debe de quedar atrás y muy en segundo plano. Para ello, ha de conocer los gustos y maneras de su amo, e irse dando instrucciones ella misma.
Esto es así, porque un amo puede decirle cosas, más ella la sumisa, ha de decirse cosas a ella misma. El amo corregirá algunas cosas, pero "tú": ¡has de estar tendiéndote y entendiéndote, prestándote en el largo camino, que es el sendero de la sumisión!