El es rico, no lo arruinarás.
Mi mano te acariciaba, lentamente siguiendo tu silueta y tú te dejabas hacer. Es una noche anterior a "matrimoniarte" con un tonto sin chaveta. Tu cuerpo siente la mano, nos lo hemos prometido, tu permanecerás solo el tiempo justo, para aparentar que un impedimento ha sobrevenido y hacia mi lado vendrás.
El es rico, no lo arruinarás. Solo unos 120.000 euros, el resto el se quedará. Gozará de tu cuerpo, te manoseará y entrará dentro de tu precioso tesoro; tú ni parpadearás. Te dejaras hacer, como un pastel sobre el plato, con la cucharilla se deja comer. Buscarás el momento adecuado, me llamas y quedamos, luego a mi lado vendrás.
Me lo dijiste: te quiero, pero necesito mis alas levantar. Quieres vivir conmigo, pero necesitas un futuro medianamente seguro, por eso a el tu piel le dejarás acariciar. Sentirás su sabor de hiel, y cuando estés conmigo de mi te embriagarás. Tú misma entras, en la penumbra te encueras, te acercas y entras dentro de las sábanas: ¡Una vez, otra vez más!
Puedes tomarme, junto a mi acurrucarte y tus palabras muy bajito susurrarme y así a mi lado dormirás, como siempre así haces, a mi cuerpo el tuyo se adherirá. Sientes que sangras, por tener que fingir lo que es amor. Naciste pobre y pobre soy yo, destino que hace que te tengas que sumergir en las aguas turbias para teñir un mejor porvenir.
No resistirás mucho tiempo, tal vez incluso dentro tuyo un hijo suyo concebirás. Eso te dará un segundo aporte continuado. Pero, el soporte verdadero, es saber que yo te quiero (eso quita del engaño el hedor). Seguiré trabajando honrado, solo soy un camarero. No me ofrezcas compartir el dinero, quiero que me ofrezcas tu sentida sensualidad y que no goces junto a su cuerpo. Si se que lo haces feliz mi corazón en vida quedará muerto.
Pero lloras y te reprochas el tenerte que entregar, a ese que fue un recodo del camino, fue la solución que el destino te puso, para encontrar el económico encomio y cierta seguridad. Con el te das en matrimonio, con el te dejarás estar. Pero pensarás en mí, conmigo te limpiarás de eso que debes fingir, pero no podrás reír pues la tristeza tus entrañas agarrotará.
Ahora, mírame y dime. Porque, si yo no te pido nada necesitas tanto el vil metal. Es una parte de ti, que me has prometido compensar. Me siento roto y vil, pero te quiero y te espero el tiempo a que haya lugar. Finges una unión, que está exenta de pasión: "solo porque somos pobres los dos".
Por eso, ahora, llorando me besas, te levantas y te vistes y sales hacia un destino triste. Por la mañana te enjaezarás, te pondrás ropa de novia y la sonrisa falsearas. Tu corazón estará llorando, incluso cuando estés con el bailando en el convite nupcial. Por la noche tomará, lo que le quieras dar. Su pasión durará, lo que aguante su engaño. Pero, la pasión vivida será una garra que te araña, será caer de la montaña e desearme venir a tomar.
Mi puerta queda abierta, por ella ahora saldrás y por ella retornarás a sentirte mi compañera y sentir que con mis manos, con mi cuerpo te haga sentir mi sexualidad fiera y mi delicadeza sincera. Te amo, te tolero eso una vez y nunca más. Estoy roto y dolorido, mi cuerpo parece haber envejecido, y tú sientes mi puñal. Me has clavado un golpe duro, con ese tu modo de irte a comportar. Sobrevivo, mirándote a los ojos, dormido o despierto, se que nuestro cariño es cierto y enseguida volverás, fingiendo que el resto no existe
Pero, mis ojos lloran y mi corazón se azora, zozobro como un chiquillo. Siento de este amor el cuchillo, cuando siento que sales y llorando, mordiéndote los labios dejas la puerta haces cerrar. Mi alma esta atada, hasta que retornes, una vez y otra vez. Y solo me sentiré curado, cuando a él hayas abandonado, para conmigo morar