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Crónica de la ciudad sin ley (3)

en Confesiones

La voz de la bella y hermosa presentadora de puntiagudas tetas, seguía hablando en el mismo tono monocorde:

La Fiscalía General persiste en la investigación sobre el tráfico de órganos como posible causa de los crímenes de la Ciudad.

La mayor parte de las investigaciones por estos homicidios corresponden a las autoridades estatales, al considerarse que no se trata de delitos de fuero federal, que son los que investiga la PGR. Pero no tememos que entre unos y otros siga la casa sin barrer y los violadores y los asesinos continúen sus fechorías con toda impunidad.

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-- Chúpale el coño, pendeja, y que deje de gritar, ¡joder! – ordenó el violador con voz ronca, acelerando el vaivén de las embestidas dentro de la dilatada vagina de la madre que lamía el pezón de la hija procurando calmarla – Obedece, me cago en tu padre o te estrangulo.

El tono amenazador del gigante enmudeció a la niña. La madre le abrió la vulva con los dedos y lamió el rosa intenso del coño de su hija, metiéndole la lengua en la vagina:

´-- Mamá. No hagas eso, por favor, me vas a hacer correr, para… oh, mamá, que gusto me estas dando, estoy a punto de correrme… ay…si, me estoy corriendo si, si aggg.

-- Cállate, putita o te mato- bramó el hombre – Y tu, mueve el culo que estoy a punto de llenarte de leche tu maldito coño. Ahora…Ahora... toma leche, hija puta… oh, que coño más cojonudo tienes… toma toda mi leche… te estás corriendo, pendeja, ya te siento ya... toma más leche… toma más, tómala toda…

El gigante detuvo sus embestidas con la polla totalmente enterrada en el coño de Carla, la madre de la chiquilla. Luego ordenó:

--Vale, ya. Levántate. Ya me ocuparé yo de esta putita.

Le sacó la polla de un golpe. Brillaba húmeda de jugos y la obligó a chupársela hasta dejarla limpia. Luego apartó a la madre de un manotazo obligándola a sentarse en el suelo y a mirar como violaba a su hija.

 

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El quid del asunto – seguía monótona voz de la presentadora -- es que exista voluntad política para resolver los crímenes o todos llegarán tarde a la Ciudad. A fines de año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos presentará su segunda recomendación sobre este caso, en la que denunciará la descoordinación de las indagaciones, la falta de sistematización de los datos y la irresponsable danza de números sobre la cantidad real de muertes.

La investigación por tráfico de órganos y delincuencia organizada sigue abierta y se espera tener pronto algunos resultados, según las autoridades, pero así están desde hace diez años.

La PGR asumió la investigación de 14 asesinatos de mujeres en la Ciudad después de que en marzo se recibiera una denuncia de que podrían estar implicadas bandas dedicadas al tráfico de órganos, considerado un delito federal.

Aunque inicialmente fueron detenidas tres personas, en julio pasado quedaron libres dos y sólo se procesó a Miguel Ángel Vázquez, quien había aportado los datos al respecto, por entregar información falsa y mentir. Lo mejor, para los corruptos policías y políticos, sigue siendo silenciar al mensajero.

 

****************

 

Cortó la cinta que le ataba las manos a la niña y sentado en el sofá levantó a la chica en vilo obligándola a separar los muslos y la dejó caer sobre su polla aún tan erecta como si no acabara de correrse en abundancia. La roja cabeza congestionada encontró la entrada vaginal y empujó a la niña por las caderas hacia abajo con fuerza. La niña gritó cuando el rojo y grueso capullo penetró en su vagina forzándola hasta el extremo de hacerla sangrar, le mordió los labios para sofocar sus gritos mientras la empujaba metiéndole el descomunal miembro en la estrecha vagina con dificultad y sujetándola con sus brazos de Hércules cuando se retorcía de dolor inmovilizándola por completo.

La madre, horrorizada ante la sangre que manaba del coño de su hija quiso levantarse y recibió una patada en una teta que la tumbó de espaldas quedando en el suelo retorciéndose de dolor.

Con la polla casi enterrada por completo en la vagina de la muchacha dejó de morderle los labios y se mantuvo inmóvil durante largo rato sin dejar de mirarla. La chiquilla gimió suavemente mirándolo atemorizada y vio asomar a sus labios aquella blanca sonrisa que le había parecido tan simpática cuando le abrió la puerta. El dolor iba desapareciendo y aunque se notaba dilatada como nunca imaginó que fuera posible, sentía aquella polla descomunal dentro de su pequeño sexo palpitando tan violentamente como su propio corazón y comprendió que le gustaba sentir aquellos salvajes pálpitos.

El temor fue abandonándola dando paso a un placer que aumentaba por momentos al rozar su clítoris con la gruesa barra que le pareció tan caliente como una hierro abrasador. A cada minuto el placer la envolvía y le gustaba sentirla dentro de su chocha como el latir del corazón de un pajarito asustado. Él continuaba inmóvil con aquella sonrisa tan simpática, sin dejar de mirarla.

-- ¿Cómo te llamas? – los dos preguntaron a la vez como si se hubieran puesto de acuerdo. También los dos se rieron al mismo tiempo.

-- Me llamo Leo – respondió el gigantesco violador.

-- Y yo Feli, Felisa – le sonrió ella.

-- Un nombre muy bonito, Feli. ¿Cuántos años tienes?

-- Dentro de cinco meses cumpliré trece.

-- Pues estás muy desarrollada y cachonda para tu edad.

-- ¿Por qué has venido a violarnos a nosotras?

Rió Leo antes de responder:

-- Por que sois las más bonitas y cachondas de la Ciudad.

La niña lo miró de soslayo como si no le creyera y se llevo la mano a sus nalgas tocando el pene.

-- Aún no ha entrado toda - comentó

-- ¿Quieres que te entre toda? – preguntó Leo sonriendo y acariciándole las nalguitas.

-- Hija – comentó la madre desde el suelo con voz asustada – te va a destrozar.

-- No creo, mamá ¿Verdad que no, Leo?

-- Claro que no, preciosa. ¿Tú quieres tenerla toda dentro?

-- Si, pero sin que me hagas daño

-- En ese caso es mejor que ten pongas encima de mi – comentó el gigante arrastrándola sobre su cuerpo al tumbarse en el sofá – Ahora métete toda la polla que quieras.

La niña se inclinó sobre el poderoso torso del hombre y este le mamó una tetita pasando la lengua por el pezón erguido y duro como una canica de cristal.

-- Uy, que gusto, Leo, ahora si que estoy bien desvirgada. Mámame las tetas, Leo, con tru gran polla dentro eso aún me dará mas gusto.

-- ¿Quieres que te mame el coñito?

-- Después, primero quiero gozar con tu gran polla dentro de mí.

-- Pero hija mía, tu no sabes lo que dices, criatura – exclamó la madre sin atreverse a levantar.

-- Anda que no, tú bien que te corriste cuando te chupaba el coño y cuando te folló y me mordiste también te corriste. Pues ahora me toca a mi ¿Verdad, Leo?

-- Hija mía, no te conozco ¿No te das cuenta que luego nos matará, para que no lo denunciemos a la policía?

-- No le hagas caso, Feli. Ahora te toca a ti y si os portáis bien no voy a matar a nadie – respondió Leo apretándole las nalgas para hundir más la verga en el juvenil coño.

-- Uy, Leo, que gusto, casi está toda dentro ¿Verdad?

-- Casi toda, putita. Falta un poquito, tienes un coñito precioso y te entrará hasta los huevos,

-- A ver, déjame probar si logro meterla hasta el final – comentó la niña sentándose sobre la gran polla del gigante – Uy, ahora sí ha entrado toda, pero me duele ahí dentro. Caray si que duele… uy no, mejor como antes… cuando me mamabas las tetas…anda Leo, mámalas hasta que me corra… -- Cerró los ojos mordiéndose los labios ante el placer d que experimentaba y volvió a comentar -- subiendo y bajando las nalgas entra y sale y me da mucho gusto… si me mamas las tetas aún me da más… así, lo haces muy bien Leo, chupas muy lindo…

Se detuvo de pronto mirándolo muy seria. Él dejó de chuparle el pezoncito y pregunto:

--¿Por qué me miras así?

-- Nos vas a matar ¿Si o no?

-- Si hacéis todo lo que os diga, no mataré a nadie, ya te lo dije.

-- No le creas, hija mía, te está engañando.

-- No me engaña, mamá, sólo quiere violarnos ¿Verdad Leo?

-- Si, Feli, nenita, si hacéis lo que os digo no os pasará nada. Y tú, Carla, chúpame los huevos., así mantendrás la boca cerrada.

-- Ya has oído, mamá, chúpale los huevos. Uy, qué gusto me estás dando Leo y es que tienes una polla divina. La noto toda dentro de mi coñito.

-- ¿Es más grande que la de tu amiguito del colegio?

-- ¡Arrea!, la de Paquito es un lápiz al lado de la tuya.

-- ¿Y te daba tanto gusto como la mía?

-- ¡Que va! Y además, en cuanto me tocaba ya se había corrido, no como tú que puedes aguantar tanto tiempo sin correrte.

Siguió Feli subiendo arriba y abajo las nalgas, sacándose y metiéndose la gran polla con movimientos cada vez más acelerados hasta que exclamó temblando:

-- Me estoy corri..endo… Leo ¿Lo notas? Uy…Dios que gusto me da tu polla

--. Si que lo noto, me tienes muy apretado en tu conchita y me gusta sentir como palpita tú argolla y me bañas el cipote con tu lechecita. Es muy agradable sentirte, de verdad, me das un gustazo tremendo. ¿Quieres que te chupe el coñito ahora?

--¡Oh, si! Debe ser muy bueno a juzgar por la cara de gusto que ponía mi mamá cuando se lo mamabas. Debes mamar muy bien.

-- Te gustará tanto como a ella. Ahora siéntate con los muslos separados encima de mi boca para que pueda mamarte el coñito. Te correrás enseguida.

La niña se esparrancó sobre la cara del gigante y, éste, antes de comenzar a chuparle la concha a la jovencita le ordenó a la madre:

-- Chúpame la polla y trágate la leche sin derramar una gota o te romperé el cuello.

-- Mamá, chúpasela mujer, también se la chupas a papá y…

-- Pero hija mía, ¿es que te has vuelto loca?

-- Cállate y chupa, ¡cojones! – bramó Leo.

 

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La violación de la madre y la hija en su propia vivienda – continuaba impertérrita la presentadora de las tetas puntiagudas – que, como ya dijimos, no quieren darse a conocer por razones obvias, ha conmocionado a las autoridades, pero esa conmoción no ha privado la actuación del violador que durante tres horas después de su llegada a la casa y de consumadas reiteradas veces las violaciones, se vistió mirando a las dos mujeres desnudas sobre la cama con una sonrisa tan simpática como la que vio la niña al abrirle la puerta.

El hombre desapareció tan en silencio como había llegado. Nuestros informativos y nuestros equipos de investigación, seguirán dando noticias sobre este vergonzoso caso en el que un portavoz de la policía ha declarado que siguen al violador muy de cerca, que es la canción de todos los días, pero la verdad es que ni en el propio domicilio están las mujeres ni las niñas seguras – continuaba la voz inalterable de la guapa presentadora como si lo que estuviera comunicando fueran las noticias del Tiempo…

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