CARACALLA, EL FRATRICIDA INCESTUOSO.
Tras la muerte de Septimio en el 211, Marco Aurelio Antonino Basiano, más conocido como Caracalla que contaría con unos 22 años, subió al poder junto con su hermano Geta, gobernando con el nombre de Marco Aurelio Severo Antonino Augusto.
Caracalla ya había sido nombrado Cesar en el 196 y dos años más tarde Augusto. Los últimos años de su padre sería nombrado co-emperador con él.
Por su parte, Publio Septimio Geta, fue elevado al título de César en el 198 y en el 209 al de Augusto.
A pesar de los deseos de su padre de que gobernasen conjuntamente el trono, Caracalla era llamado "el heredero" mientras que su hermano era "el suplente."
Caracalla realmente tuvo muy diversos apelativos durante su vida e incluso después de su muerte, Caracalla se le llamaba por la capa que según nos cuenta Dio él mismo inventó y se componía de muchos pedazos pequeños de telas que se cosían formando una especie de capa que llevaba la mayoría del tiempo e incluso la integró en la vestimenta regular para los soldados.
También le llamaban Bassianus que era su nombre sirio original, y finalmente Tarautus que era el apodo de un gladiador insignificante y feo pero muy temerario y sanguinario.
Hubo rumores de que Caracalla era realmente hijo de Marciana, la primera esposa de su padre, e incluso se llegó a decir que se casó con Julia Domna, su madre, o madrastra, según estos rumores que podemos ver en Historiae Augustae, Caracalla X, 1-4 donde se puede leer lo que sigue:
"Hay que saber de qué modo se dice que esposó a su madrastra Julia. Conque, siendo ésta bellísima y habiéndole enseñado casi por descuido una gran parte de su cuerpo, como Caracalla exclamase: "Querría poseerte, si fuera lícito", dícese que ella le respondió: "Si te gusta, lícito es. ¿O no sabes que tú eres el emperador, y que haces las leyes, y no las recibes?" Oído lo cual, desatósele un ansia incontenible de llevar a cabo su plan y celebró aquellas nupcias, porque, sabiendo que era él quien daba las leyes, en verdad sólo él podría prohibirlo. Así, tomó por mujer a la madre (no se le podía llamar con otro nombre), y al parricidio añadió el incesto, si de verdad esposó a aquélla a cuyo hijo había matado hacía poco."
Uno de los primeros asuntos que quiso resolver Caracalla al morir su padre fue el eliminar a su hermano. La hostilidad entre ambos no había hecho más que acrecentarse con el tiempo y más ahora que compartían el poder. Así se llegó a la situación de que ambos iban constantemente escoltados y nunca realizaban encuentros a solas.
Por esto, Caracalla convenció a su madre de su deseo de reconciliarse con su hermano y para ello le pidió que le convenciera para reunirse con él a solas en las habitaciones de Julia para hablar.
Finalmente Geta aceptó y al realizarse el encuentro Caracalla llamó a sus centuriones que asesinaron allí mismo a su hermano en presencia de su madre.
Geta al verse acorralado corrió hacia su madre, abrazándose a ella, hasta el punto que ella también recibió heridas en sus manos, y le decía: " Madre, madre, que me diste la vida, ayudame! Me asesinan " (Cassius Dio, Historia Romana, Libro LXXVIII).
Tras esto, Caracalla prohibió cualquier manifestación de duelo público, incluso a su madre, a la que prohibió llorarle o llevar luto, coaccionándola incluso para que se mostrara contenta y riera como si se sintiera muy afortunada, incluso llegó a hacer que la vigilaran de cerca observando todos sus gestos y palabras.
Así, sola, la Augusta, esposa de emperador y madre de emperadores no tuvo permitido verter ni una lágrima ni en privado haciendo mayor su sufrimiento ( de Cassius Dio).
Asimismo condenó la memoria de Geta, borrando su nombre y su rostro de todas las imágenes. Y emprendió una campaña de venganza a los apoyos de su hermano, que finalizó con un amplio número de muertos, hombres y mujeres, (se habla de 20.000), demostrando su cruel carácter.
Aunque los motivos de Caracalla para ordenar la muerte eran variados e incluso muchas veces inexistentes, así por ejemplo mandó matar al auriga Euprepes porque pertenecía a la factio contraria a la que a él le gustaba.
También mandó matar entre otros a Eudus, su tutor, Castor, a Papinian y Peronius, e incluso deseó matar a Cilo, su tutor y benefactor y al que a veces había llamado padre, aunque finalmente mandó asesinar a los soldados que debían asesinarlo por insultarlo y humillarlo.
Decía Dio que aunque Antoninus pertenecía a tres razas no tenía nada bueno de ninguna de ellas, sino lo malo, los vicios, la cobardía, volubilidad e imprudencia de los Galos, la dureza y crueldad de África y las malas mañas de Siria, de donde él provenía por parte de madre.
Al año siguiente, el 212, ordenó que se ejecutara a su esposa Plautilla y al hermano de ésta que seguían desterrados, se dijo incluso que también asesinaron a la hija que ésta supuestamente tuvo con Caracalla.
Otro problema que tuvo con su madre fue en el terreno económico, pues ésta le reprochaba el excesivo despilfarro que mostraba Caracalla en todo aquello que le apetecía y especialmente en los soldados.
Así cuenta Dio que en una ocasión en que Domna le reprochaba este gasto excesivo y que no había nuevas fuentes de ingresos y él le respondió mostrándole su espada,
"Anímate, madre, mientras tengamos esto no nos faltará el dinero."
A pesar de todo esto y de las circunstancias que se dieron durante su mandato, Julia Domna fue una figura predominante, siendo su consejera y persona de mayor confianza, llegando a llevar los asuntos de estado en su nombre durante sus ausencias, haciendo recepciones a mandatarios extranjeros e incluso incluyéndose su nombre junto al del emperador en la correspondencia al Senado.
Aunque la relación entre ambos fue tirante, debido a la muerte de Geta y a las amenazas que Julia recibía por parte de su hijo.
En cambio Caracalla sí demostró un gran gusto en el urbanismo, realizando importantes mejoras en Roma, destacando la finalización de las termas, llamadas de Caracalla y que todavía hoy pueden verse. Eran un enorme complejo de baños públicos para ganarse el favor de los romanos.
Acudir a las termas, que tenían capacidad para más de 1600 bañistas, constituía un estilo de vida.
Dio Casio, entre el 211 y el 222 d.C., escribe que el emperador Caracalla levantó un templo en honor de Apolonio.
En lo legislativo, concedió la ciudadanía a cualquier habitante libre del Imperio ( Constitutio Antoniana o Edicto de Caracalla del año 212. )
Para hacer frente a los problemas económicos de esa época se emitió una nueva moneda, el antoniano, que equivalía nominalmente a 2 denarios pero que, en realidad, contenía sólo la plata de uno y medio.
Marco Ofelio Macrino, jefe de la Guardia Pretoriana del emperador. Organizó un complot contra él y así, Caracalla fue asesinado por un oficial del ejercito en Mesopotamia durante la campaña contra los partos, el 8 de abril del año 217, mientras viajaba de Edessa a Carrhae.
Habiendo Caracalla desmontado de su caballo para aliviarse, Iulius Martialis,a cuyo hermano según parece mandó ejecutar poco antes a pesar de sus ruegos y según otras versiones estaba disgustado porque le había solicitado un ascenso a centurión y no le fue concedido, se le acercó y le clavó su espada intentando huir a continuación sin conseguirlo y siendo el también asesinado por la guardia personal del emperador con una jabalina.
Inmediatamente Macrino fue aclamado por el ejército y nombrado emperador, siendo el primer hombre que gobernó el imperio sin alcanzar previamente el rango de Senador.
Gobernó con el nombre de César Marco Ofelio Severo Macrino Augusto.
Así murió Caracalla a los 29 años de edad, habiendo gobernado 6 años, 2 meses y 2 días, recibiendo sepultura sus cenizas en la tumba de los Antoninos después de que lograran introducirlas clandestinamente en Roma
Julia Domna se encontraba en Antioquía cuando recibió la noticia del asesinato de su hijo. Vistió luto a pesar de haberle odiado mientras vivía y pensó suicidarse por inanición pero, según nos narra Dio, era más por el agravio de tener que volver a la vida privada y el temor a perder su título de Augusta que por la muerte de Caracalla.
Por eso, cuando vió que no se hizo ningún cambio en su séquito real ni en su guardia pretoriana e incluso Macrinus le escribió una carta en términos amables, ella sin responderle, comenzó a intrigar con los soldados que tenía a su servicio y que aún le eran leales pues no les gustaba Macrino.
Esperaba ser la única gobernante, teniendo en cuenta su cultura oriental donde era menos extraño que una mujer alcanzara el poder, y seguir los pasos de sus admiradas reinas Semiramis y Nitocris.
Pero cuando Macrinus le hizo abandonar Antioquía y se enteró del odio que se sentía en Roma hacia Caracalla, perdió todas sus esperanzas.
Fue desterrada junto a su familia a Siria, a su Emessa natal y ya no se cuidó para vivir, dejó de comer, además de que su estado de salud ya no era bueno por un cancer de pecho que padecía hacía tiempo, muriendo poco después.
Recibió sepultura en Roma en la Tumba de Gaius y Lucius y más tarde su hermana Julia Maesa la trasladaría junto a sus hijos a la Tumba de los Antoninos.
Esta fue la complicada vida de Julia Domna que a pesar del poder que ostentó no pudo ser feliz, primero por Plautianus durante el reinado de su marido, después tuvo que ver como uno de sus hijos asesinaba al otro en sus brazos, la dificil relación posterior con Caracalla, el asesinato de éste y la pérdida de su poder y posición, su destierro, y su enfermedad, que acabaron haciendo que se quitara la vida por inanición.