1780.
MAYO.
15:
Uno de sus preceptores de Brienne dirá de él:
"Está hecho de granito, pero con un volcán dentro".
Escribiendo a su padre dirá el joven estudiante:
"Antes preferiría ser el primer obrero de una fábrica, que el último entre los artistas de una Academia".
Nadie, en la escuela de Brienne, recuerda haber visto nunca reír a éste muchacho. No dispone de dinero para gastar, pues su familia se encuentra en mala situación económica por lo que, durante las vacaciones, debe permanecer en el colegio ya que sus padres no pueden pagarle el importe de los viajes. Él, tan orgulloso, tiene que soportar que le miren por encima del hombro; como consecuencia cada vez se refugiará más en su aislamiento.
Siente un odio mortal hacia todo lo francés, y de rebote un ligero resquemor contra su padre por haber pactado con los franceses cuando Pascale Paoli fue derrotado.
Sin embargo, según Stendhal, poco más tarde, "Napoleón amaba a Francia por sobre todas las cosas, con el amor apasionado de un enamorado".
Del joven corso, dirá Ludwig:
"Napoleón ha heredado de su padre la versatilidad de espíritu y una imaginación vigorosa; mientras de su madre sacará el orgullo, el valor y la precisión; y de ambos, un intenso amor por el clan familiar".
OCTUBRE
20:
Nuevo alumbramiento de la señora Leticia. Esta vez es una niña a la que se bautizará con el nombre de Paola María. De una belleza sublime, será considerada años más tarde como la mujer más bella de su tiempo y conocida con el sobrenombre de "la paganita", por sus excesos amorosos y su afición a posar desnuda para los artistas. Fue la hermana preferida de Napoleón y, según dicen, más adelante se sabrá por quién, tuvo relaciones incestuosas con su hermano el emperador, lo que nos parecería poco creible si la información no proviniera de quien proviene.
1781
MARZO
**:
Los estudios de latín no agradan al joven cadete corso. Tuerce el gesto y siente aversión por temas de esta clase, pero con todo, nos dirá Bourrienne de sus progresos en aquella época:
"A mi juicio era, indiscutiblemente, el mejor de toda la Escuela. Yo cambiaba algunas veces con él la solución de los problemas que nos ponían para resolver, que el encontraba en seguida, con una facilidad que siempre me llenaba de asombro".
ABRIL
**:
Parece ser que en estas fechas escribió a su padre quejándose de la insolencia con que le trataban sus compañeros de estudios, debido a su pobreza. La carta, cuya autenticidad ha sido puesta en duda, sería la primera que existiría del futuro emperador y dice así:
"Padre mío: Si vos, o mis protectores, no me dais medios para sostenerme más honorablemente en la casa en que estoy, llevadme inmediatamente a casa. Estoy cansado de exhibir la indigencia y de ver sonreír por ella a escolares insolentes que no tienen sobre mí más que su fortuna, pues no hay uno que no esté cien codos por debajo de los nobles sentimientos que me animan. ¿ Es que vuestro hijo, señor, va a servir continuamente de burla a algunos nobles zopencos que, orgullosos de la buena vida que se dan, me insultan al reírse de las privaciones que paso? ¡ No, padre mío, no ! Si la fortuna se niega absolutamente a mejorar mi suerte, arrancadme de Brienne, dadme si es menester un oficio mecánico. Por este ruego podéis juzgar mi desesperación. Esta carta, podéis creerlo, no está dictada por el vano deseo de entregarme a diversiones costosas, que no me interesan en absoluto. Sólo siento el deseo de demostrar que tengo los medios de procurármelas como mis compañeros de estudios. Vuestro respetuoso y afectísimo hijo de Buonaparte, menor."
Parece natural que haya sido puesta en duda su autenticidad, pues resulta excesiva para un muchacho de doce años.
MAYO
**:
No será el padre, ausente de Ajaccio, quien contestará al hijo, sino su madre Leticia:
"He recibido tu carta, hijo mío, y si tu letra y tu firma no me hubiesen probado que era tuya, nunca hubiese creído que fueses su autor. Tú eres, de todos mi hijos, el que más quiero, pero si vuelvo a recibir otra carta tuya por el estilo, no volveré a ocuparme de Napoleone. ¿ Dónde has aprendido, muchacho, que un hijo, cualquiera que sea su situación, se dirija a su padre como tú lo has hecho ? Puedes dar gracias al cielo de que tu padre no se encontrara en casa. Si hubiese visto tu carta, después de semejante insulto habría ido inmediatamente a Brienne para castigar a un hijo insolente y culpable. Sin embargo, yo le ocultaré la carta, esperando que te arrepientas de haberla escrito. En cuanto a las necesidades que sientes, si tienes derecho a hacérnoslas saber, debes estar convencido al mismo tiempo de que la causa de nuestro silencio era una imposibilidad absoluta de acudir a remediarlas. No son ni las advertencias inadecuadas que te has atrevido a hacernos ni tampoco las amenazas que haces lo que me mueve a enviarte una letra de cambio de trescientos francos sobre la Banca Bahie. El envío de esa suma te convencerá del cariño que tenemos a nuestros hijos. Espero, Napoleone, que en el futuro tu conducta sea más discreta y más respetuosa y no me obligará a escribirte como acabo de hacerlo. Entonces, lo mismo que antes, me diré tu afectísima madre. Leticia Bonaparte."
Esta carta de Leticia Bonaparte está escrita en italiano. Cabe preguntarse que, si la carta de Napoleón Bonaparte a su padre no es auténtica, ¿ a qué escrito del futuro emperador corresponde esta contestación de la madre ?. No hemos logrado encontrar una respuesta satisfactoria.
JUNIO
**:
Más que leer, devora todos los libros de la biblioteca de Brienne. Según el mismo confesará: "mi naturaleza no podía soportar no ser el primero de la clase." Estudia hasta altas horas de la madrugada y adelgaza hasta el mayor extremo: "Está pálido y delgadísimo; sólo los ojos conservan un brillo que asusta", dirá uno de sus condiscípulos.
Sus logros en los estudios le valen este año que la señora de Montresson, que acompaña al duque de Orleáns, le corone como el mejor estudiante de Brienne. Ella le dirá al entregarle el premio:
"Que os traiga muy buena suerte "
SEPTIEMBRE
**:
Una nuevas vacaciones han transcurrido sin que Bonaparte pueda visitar Córcega. Este alejamiento forzoso de su tierra natal y de los suyos, influirá, idealizándola, en el amor apasionado que siente por su patria chica, por lo que cada día siente mayor añoranza.
DICIEMBRE.
**:
El año finalizará sin mayores contratiempos que los usuales. Napoleón seguirá retirándose huraño y solo, a leer y a estudiar en su jardinillo del patio, en el que a fuerza de trabajo y cuidados ha conseguido criar preciosos arriates que les aislan de la mirada siempre burlona de sus engreídos condiscípulos. Sólo a Bourrienne le es permitido permanecer en el pequeño cenador, y a este amigo le dira un día:
" Tú no te burlas de mí. Tú me quieres."
No se le ocurre decir: "Yo te quiero", no,¡¡ Tú me quieres !! Parece como si ya se le debiera el afecto por el sólo hecho de ser él quien es.