UNA TRAGEDIAMARITIMA OLVIDADA IV
Capítulo IV.
TESTIMONIOS DE LOS SUPERVIVIENTES.
Los supervivientes declararon que se sintieron dos explosiones casi simultáneas,
las que corresponden a los torpedos y luego, también muy próxima, una tercera
mucho más fuerte, que provocó la muerte de un centenar de pasajeros, y que sin
duda fue la explosión del cargamento de explosivos que el barco llevaba; ya que
los torpedos impactaron justamente en ese compartimento. Esta explosión interna
determinó que el casco se desfondara y que los compartimentos estancos no
resistieran a la presión. La proa desapareció bajo el mar, al tiempo que el
barco comenzaba a inclinarse hacia estribor. Cuando la proa chocó con el fondo,
a 96 metros de profundidad, la popa quedó un rato al aire, con sus enormes
hélices apuntando hacia el cielo. Luego, el inmenso casco del trasatlántico se
deslizó, arrojando humo y burbujas, hacia el fondo del mar. No dio tiempo a que
se distribuyeran debidamente los chalecos salvavidas. Los buzos que examinaron
el pecio informaron de que uno de los costados y la parte inferior del casco
habían sido destruidos por una explosión producida en el interior de la nave.
Esta explosión debió haber sido mucho más poderosa que la causada por un torpedo
de tipo G. El vicealmirante Crookes ordenó que se movilizaran todo tipo
de embarcaciones hacia el lugar del naufragio, que no pudieron llegar antes de
las 2 horas.
Las víctimas:
Hubo un total de 1198 víctimas, 124 de las cuales eran norteamericanas. Murieron
785 pasajeros (entre ellos 291 mujeres y 94 niños) y 413 tripulantes. La mujer
embarazada que había dado a luz a bordo, murió junto con el recién nacido. Entre
los muertos se encontraba el millonario Vanderbilt, visto por última vez en
cubierta pocos instantes antes del hundimiento cediendo su chaleco salvavidas a
una pasajera. Su cuerpo fue hallado días después al sur de Queenstown, después
de una búsqueda incentivada por 125.000 libras para quien lo encontrara. Otras
de las víctimas fueron el empresario Frohman, el ingeniero Pearson y el
comandante Stackhouse. El pasajero español Vicente Egaña, que no sabía hablar
inglés, trasladó en brazos a varias mujeres y niños hasta la cubierta de botes.
Fue recogido del agua por uno de los botes en el que había muchas de las mujeres
a quienes había salvado la vida.
Consecuencias en EE.UU.:
Woodrow Wilson había ganado las elecciones con la promesa de librar a los EE.UU.
de su implicación en la guerra europea. Una gran mayoría de la población
norteamericana era partidaria de mantenerse al margen. Tras la pérdida de las
vidas de 114 de los 118 norteamericanos embarcados la situación cambió
considerablemente y se produjeron abundantes manifestaciones a favor de la
intervención.
La reacción anti alemana en los EE.UU. fue inmediata,
aumentando el tenor de las protestas a medida que la prensa trabajaba el tema.
Se trajeron a colación otros torpedeamientos en los cuales intereses humanos o
materiales norteamericanos habían sido atacados y perdidos, como en los
hundimientos del Falaba, en el bombardeo del Cushing y en el
torpedeamiento del Gulflight. Hubo actos públicos y manifestaciones con
diverso grado de violencia en todos los Estados Unidos, contra lo que fue
calificado de crimen de lesa humanidad y de atentado contra el derecho de
gentes, del que se hacía personalmente responsable al emperador de Alemania.
(M.C.Ossó)
Un miembro de la embajada alemana declaró imprudentemente que
nadie podía reprocharle al Gobierno imperial alemán el hundimiento porque los
pasajeros sabían que era inevitable su destrucción. Un hundimiento justificado
por las municiones que transportaba. No somos culpables de que estas personas
quisieran suicidarse, dijo defendiendo el derecho legal y moral del ataque.
Tras la tragedia y las reacciones en contra, Alemania dio a sus submarinos
instrucciones más humanitarias para el tratamiento de las tripulaciones de los
mercantes atacados. A pesar de las nuevas normas, en 1916 resultaron hundidas
una media al mes de 192.000 toneladas, superando la media del año anterior
(113.000 toneladas).
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Viene de antiguo 2
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Un grave encoñamiento (6)
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Un grave encoñamiento (5)
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El sexólogo (2)
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La sexóloga (3)
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Crónica de la ciudad sin ley
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La madame de Paris (4)
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La madame de Paris (1)
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Sonetos del placer
La extraña familia (4)
La extraña familia (3)
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El anciano y la niña
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Crímenes sin castigo
El atentado (LHG 1)
Los nuevos gudaris
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El ingenuo amoral
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