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En lo más profundo de un sótano excavado en roca viva, forrado de mármoles y maderas nobles, tapizado con ricas telas , con brillo de oro y otros metales preciosos por doquier, el Gran Político fumaba su puro habano mientras miraba la colección de cuadros que adornaban las paredes. No sabía de su procedencia. Unos correspondían a regalos de jerifaltes de pequeños paises , agradecidos, por "servicios prestados". Otros, desviados de colecciones particulares de otros políticos como él, con la misma intención : sobornarle. Y más de lo mismo por financieros de la Industria Armamentística. Y de la Farmacéutica. Y de la Alimenticia. Y de la Energía. Y de los Medios de Comunicación. Y …

Con sus penetrantes ojillos de batracio, apenas visibles por las grandes bolsas de grasa que eran sus párpados, miró el pequeño monitor de su mesa. Ya iban llegando. En la superficie, uno tras otro, aterrizaban los helicópteros de las más diversas procedencias, vomitando su carga de hombres y mujeres con las mismas trazas que él. La reunión estaba prevista para dentro de una hora. Estaban siendo puntuales. Les convenía.

El inmenso edificio subterráneo, dotado de las mayores y más sofisticadas medidas de seguridad, tenía varias misiones. La primera, la privacidad. Aparentemente, las instalaciones se estaban dedicando a raros experimentos para el bien de la Humanidad, bajo los auspicios de la O.M.S. En realidad, los que habían financiado su proyecto, lo que querían era todo lo contrario a un rascacielos. No querían tentar a nuevos rayos vengadores, como había pasado en EEUU, ( rayo que se llevó por delante a miles de infelices, que no tenían culpa de nada ). Así que, como alimañas, escarbaron su madriguera en lo más hondo, para , desde allí, mirar al resto del mundo como la fiera que – escondida – afila sus garras para dar su próximo zarpazo y poder devorar a su presa con tranquilidad.

La segunda misión – y para ello no se escatimó en la más obscena opulencia – era la de deslumbrar. Acomplejar a todos y cada uno de los invitados que pasaran por allí, demostrándoles quienes eran los amos ( no los que tenían mejor gusto, sino los más ricos ). Provocarles en sus ansias de poder, para que desearan tener todo aquello y más, para que antepusieran su ambición ante cualquier escrúpulo moral.

La tercera misión, entraba de lleno en los terrenos del más puro chantaje. Para tener bien agarrados a los posibles disidentes, ofrecían en sus instalaciones los más íntimos , los más descarnados, los más burdos y los más sofisticados placeres, de acuerdo al perfil del invitado, estudiado hasta el más mínimo detalle, espiado durante meses y meses en sus más remotos lugares de origen y estudiado posteriormente por psicólogos, por psiquiatras, por expertos economistas, por …

Y, por último, la cuarta misión, suma y sigue de las otras tres : usar el poder obtenido sobre ellos, para direccionar a su antojo todas sus debilidades y , así, conseguir que aceptaran los negocios propuestos por el Anfitrión.

 

***

Se levantan los manteles. Desaparecen las prostitutas y gigolós, los chaperos de alto estánding … Los ánimos están enardecidos con las drogas de primerísima calidad, por la altísima graduación de los alcoholes más selectos. Todo es perfecto. La Vida , merece ser vivida, si eres de los que están en la cima del mundo.

Se atenúan las luces. Los mullidísimos sillones acogen las gruesas nalgas de los invitados. Los sexos, satisfechos, regurgitan flujos y espermas comprados a precios carísimos. Las gargantas eructan vahos procedentes de sus estómagos prominentes, ahitos de maravillas culinarias, exclusivas para ellos.

Con sofisticadísimos programas informáticos, aparecen en una enorme pantalla – conectada al mayor satélite espacial - trozos y más trozos de continentes, de paises , de regiones e , incluso, de espacios ínfimos de nuestro Planeta, todo ello catalogado, distribuido, enumerado , coloreado y repartido, según el tipo de riqueza ( actual o en potencia ) que se puede sacar de cada porción de la enorme tarta.

Se habla de lo conseguido en tiempos pasados. De lo que se está sacando en el tiempo presente. De lo que se prevee rebañar en el futuro. Todo ello de una forma fria, inhumana, sin tener en cuenta – para nada – a las personas, ni el daño pasado, presente o futuro que se le puede hacer al Planeta, a la Ecología, al Futuro de la Raza Humana. Solo importa el BENEFICIO. Lo que puede reportar ganancias y más ganancias a sus arcas desbordantes. En la Tierra solamente existen unos SERES que importan : ELLOS. El resto, no cuentan. Son animales. Menos que animales. Simplemente números, que pueden ser borrados , multiplicándolos por cero.

Se tocan todos los temas. Los problemas que hay o pueden llegar a crearse en un sitio concreto de la Tierra. Su Tierra. A qué gobiernos hay que apoyar. A los que hay que eliminar. Quienes se venden por unas palmaditas en la espalda, por una foto enmarcada en plata. O incluso sin plata. Solo por una foto. Los negocios que peligran. Los "problemas" concretos que producen una o dos personas. Los que producen paises enteros. Qué negocios están obsoletos. Los que tienen futuro. Por encima de qué y de quienes hay que pasar para obtener más BENEFICIOS. Regiones vírgenes que hay que desflorar. Pactos que no hay que cumplir. Voces que no hay que escuchar. Mentiras que hay que mantener, por encima de todo y de todos. El NEGOCIO es su DIOS. No existe en el mundo RELIGIÓN a la que acatar, aunque se utilice una y otra vez el nombre de Dios, el nombre de la Religión, para conseguir sus inmundos planes.

Los invitados van desalojando la Sala de Conferencias conforme su presencia ya no es necesaria. Cuando ya pueden levantar el vuelo con su trozo de carroña prendida en su pico y en sus garras…

A final, quedan los más selectos. La élite. La cima del Everest. Son muy pocos. Se pueden contar con los dedos de una mano : política, petroleras, armamento, medios de comunicación …

Cuando están solos, cambian el mapa de la pantalla. Ahora las palabras aún son más frias, mas inhumanas ( si esto es posible ). Ya no se habla de sentimientos de ninguna clase. Ya no importan – para nada – vidas y haciendas. Las manifestaciones, las huelgas, las caceroladas o las pitadas… Eso ya está a años luz de sus pensamientos. Para estos que quedan, los hombres ya no son ni primates, ni siquiera gusanos. Son puntos en un mapa. Puntos que , simplemente, sirven para calcular – según su densidad demográfica – cuantos se pueden eliminar de golpe, acariciando suavemente un botón, con el menos gasto posible.

Se habla, entre frias carcajadas, del negocio que se puede conseguir destruyendo tal o cual región, tal o cual pais. Los beneficios que generará poder usar sobre ellos armas ya obsoletas. O tener excusa para fabricar nuevos stoks , con vista a posibles nuevos enemigos, reales o imaginarios. Las audiencias masivas que se conseguirán mientras dure la destrucción. Los beneficios añadidos, cuando se reconstruya lo que , ahora, van a destruir …

El Gran Político apaga la colilla del puro. Se levanta entre bamboleo de carnes. Para dar por finalizada la reunión, dice – emulando a otro Gran Hombre - :

 

En definitiva : tú, pon las ARMAS . Tú, busca la NOTICIA. Tú , prepara tus BARRILES. Tú, pon la CONSTRUCTORA a punto . De la GUERRA, me encargo yo.

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